Abortar el machismo de los medios
Por María Florencia Alcaraz*
La culpabilización de la adolescente violada en Miramar en un artículo de Clarín con la frase “no debió estar allí” instaló el debate sobre el machismo imperante en los medios. Lejos de un enfoque de escrache y sancionatorio, existen propuestas para abortar el machismo en los medios: jerarquizar a las periodistas especializadas en género que trabajan en los medios, fomentar capacitaciones para las redacciones y/u optar por incorporar editoras especializadas.
La cobertura de Clarín de la violación de una adolescente de 14 años en un camping en Miramar, por la cual están detenidos cinco varones, volvió a abrir la conversación sobre el machismo que persiste en los medios de comunicación. Esta vez el repudio generalizado en las redes sociales por la culpabilización de la víctima logró que cambiaran parte de la nota y que el medio, por primera vez, tuviera que salir a dar explicaciones. Algunos de los dardos de indignación apuntaban al corresponsal que la firmó, luego se supo que las líneas que decían que la chica “no debió estar allí” habían sido agregadas por el editor. Sin embargo, la forma de redacción del párrafo inicial construía más empatía con los victimarios que con la propia víctima. “Todo terminó mal con cinco hombres acusados de una violación”, decía. Al igual que las violaciones, no se trata de situaciones aisladas ni de nombres propios. El machismo en los medios es estructural.
“Ante lo debatido por la cobertura de la violación en Miramar, compartimos la preocupación. Creemos necesario que las responsabilidades en estos casos sean asumidas por quienes ocupan cargos decisores y reiteramos la exigencia de capacitación en temas de género en las redacciones”, salieron a decir en un comunicado la Comisión Interna de los y las trabajadores de Clarín, Olé, revistas y plataformas digitales de AGEA.
Lejos de abordar el problema únicamente desde un enfoque de escrache y sancionatorio, existen propuestas para abortar el machismo en los medios: jerarquizar a las periodistas especializadas en género que trabajan en los medios, fomentar capacitaciones para las redacciones y/u optar por incorporar editoras especializadas. A nivel local, sólo Perfil ha sumado el año pasado a la filósofa y académica Diana Maffia como editora en género replicando las experiencias de New York Times y El País, que creó el puesto de corresponsalía en género.
En 2018 la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) con apoyo de la Fundación Heinrich Boll dio a conocer la investigación “Organizaciones de medios y género”. Una de las conclusiones principales a las que llegaron es que en las organizaciones de medios hay una enorme concentración de poder por parte de los varones y la perspectiva de las mismas es androcéntrica.
A pesar de que el promedio de mujeres egresadas de las diversas carreras relacionadas con la comunicación y/o el periodismo en 2016 fue de un 69,04% frente a un 30,96% de varones; el 78% de las empresas de medios está dirigida por varones. Además el 70% de los sindicatos de prensa está dirigido por varones.
El feminismo, la mirada que propone y su agenda ya no puede subestimarse. En ese sentido, las transformaciones son necesarias desde las bases y un pilar es la formación en comunicación y periodismo.
De 10 carreras universitarias estudiadas por las investigadoras, sólo una carrera de comunicación hay una materia sobre temas de género dentro de la currícula de grado obligatoria. Se trata del Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMA). El resto tiene materias optativas que tratan la temática.
El estudio, coordinado por Sandra Chaher y Virginia Pedraza, llegó a la conclusión que las empresas de medios no disponen de políticas para equilibrar las estructurales desigualdades de género. Ninguna empresa dispone de Oficina o Área de Género. Tampoco de un sector específico para la resolución de problemas de violencia de género y/o acoso y abuso laboral y sexual.
La investigación analizó 23 medios de comunicación de los cuatro soportes (televisión, radio, digital y gráfica) situados en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires o el Gran Buenos Aires. Se encontraron con que los medios vinculados a organizaciones de la sociedad civil muestran más compromiso con la democratización desde un punto de vista de género. Por un lado, hay más mujeres dirigiendo estos medios. Y por el otro, existe entre estos medios una mayor preocupación por los contenidos vinculados a género y por las condiciones laborales que expresan desigualdades. En solo uno de los medios sobre los cuales indagaron encontraron una persona trans empleada. “La realidad de las personas LGBTTIQ+ es aún más precaria que la de las mujeres”, señala el informe.
El primer día del 2019 arrancó con la noticia de tres violaciones colectivas en distintos puntos del país. En Miramar, cinco varones de entre 21 y 23 años están presos acusados de violar a una adolescente de 14. En Villa Elisa, provincia de Buenos Aires, una adolescente denunció que fue violada por 7 varones. Y en Salta, en la ciudad de Las Lajitas hay 4 detenidos acusados de violar a una nena de 14. A este panorama se suman, al menos, dos femicidios en los primeros días del año. La problemática sigue y hay muchas coberturas periodísticas por venir. La perspectiva feminista en los medios se hace ineludible y los medios que no adopten medidas para revertir el machismo estructural seguirán cometiendo los mismos errores o continuarán en una anacronía sobre la cual los pasará el tiempo de la historia.
* Es integrante del colectivo Ni Una Menos. Aborda temas como violencia institucional y violencia de género. Además de escribir en Nuestras Voces, publica en Anfibia, El Destape y es cofundadora de Latfem, un medio de comunicación feminista.
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