“El peronismo democratizó el goce”

Por Sofía Perea

Daniel Santoro y Pedro Saborido recorren los barrios con su charla «El peronismo y la cosa», una propuesta para reflexionar sobre elementos que son constitutivos de la identidad peronista

Daniel Santoro y Pedro Saborido compartieron el pasado jueves una charla con los vecinos de Parque Chacabuco. “El peronismo y la cosa” es una propuesta que se viene realizando en distintos barrios de la ciudad y que sus autores presentan como el intento de acercarse “a esa frontera móvil que define el lugar del peronismo, un borde que absorbe las definiciones y provoca un vacío simbólico”. En forma de diálogo, Santoro y Saborido se propusieron repensar y reflexionar sobre elementos que son constitutivos de la identidad peronista: “Al igual que la ‘cosa’, el peronismo se presenta una y otra vez sin ser alcanzado del todo por las palabras”.

Durante las casi dos horas que duró la charla, los autores propusieron realizar un recorrido a través de diversas obras artísticas que fueron proyectadas en una pantalla. A través de ellas reflexionaron acerca de las formas de representación social, la imagen e iconografía en torno al peronismo y cómo, a través de estos formatos, podemos analizar aspectos fuertemente identitarios, su historia y su permanente retorno.

La charla fue organizada por la Asociación Manuel Ugarte. El público se ubicó sobre la calle, en la esquina de Senillosa y Zañartu que es la sede de la Asociación. Más de 80 personas, entre vecinos del barrio y militantes de distintos espacios políticos y sociales, participaron de la actividad. La presentación estuvo a cargo de María Rosa Muiños, Jefa del Bloque Peronista de la Legislatura Porteña y Horacio Mosquera, Presidente de la Asociación Manuel Ugarte.

La charla empezó con la afirmación que la irrupción del peronismo en la historia argentina significó la ruptura de un paradigma, tanto para los sectores de la derecha oligárquica, como para los sectores de la izquierda. La idea del goce en lugar del sacrificio, la politización de la envidia y el odio, la idea del deseo en lugar de la necesidad, las fronteras y la constitución de un otro, son algunos de los conceptos que van surgiendo a medida que podemos ver y analizar diversas obras: esculturas, pinturas, dibujos y fotos, íconos que representan el surgimiento del peronismo como un nuevo movimiento y las políticas sociales del peronismo como una nueva idea de dignidad para los trabajadores.

Santoro y Saborido destacaron que en las imágenes clásicas de los trabajadores el elemento central es la idea del sacrificio. Tanto desde los sectores dominantes como desde las perspectivas de izquierda se ha destacado este elemento en forma común.

El monumento “Canto al trabajo” es uno de los ejemplos que toman para explicar dicha representación. En él se pueden ver, a través de sus posturas y expresiones corporales, a hombres, mujeres y niños desnudos, con rostros y gestos duros, con expresiones serias, todos arrastrando una gran piedra, en una acción de un fuerte esfuerzo físico, en un claro acto de sacrificio como representación del trabajo obrero.

 

Evita protege al niño peronista. Cuadro de Daniel Santoro

Por el contrario, las imágenes de las gráficas y afiches del gobierno peronista muestran y expresan la imagen de obreros en descanso, con rostros relajados, realizando acciones de ocio y en el contexto de sus hogares, las típicas casas californianas características de la época peronista en donde vivían los obreros con sus familias, en un estilo muy similar al de los hogares de las clases medias altas. Lo que se puede ver en esas imágenes es el goce, no el sacrificio. “El peronismo cambió no solo las condiciones materiales de gran parte de la clase trabajadora sino que alteró la representación social de los trabajadores”, sostuvo Santoro.

A través de este tipo de dinámicas, ambos artistas expresaron algunos elementos que constituyen ese gran mundo simbólico del peronismo y que han sido y son foco de un fuerte discurso antiperonista que se fue transformando a lo largo de los años, pero que puede vislumbrase en diversas expresiones actuales.

Otro de los conceptos destacables de la charla fue la idea de que el peronismo altera también los valores que se le atribuyen tradicionalmente a la clase obrera. Uno de ellos es la idea de “necesidad” de la clase obrera. “A cada quien según su necesidad”, parafrasea Santoro a Marx. En el peronismo está muy presente la idea del deseo. Toma el ejemplo de la decisión de la Fundación Eva Perón a la hora de diseñar los barrios obreros por un lado. La elección de la estética y los materiales para construir estos edificios buscó asimilar el estilo de los bienes que consumen las clases medias y medias altas. Por eso afirmaron que “el peronismo democratizó el goce” y que eso es lo que genera mayor reacción en los sectores antiperonistas. El problema es que otros que antes no podían acceder, hoy lo puedan hacer. Otro ejemplo paradigmático es el de la Ciudad de los Niños, tomado como modelo por quienes unos años más tarde crearían El Mundo de Disney. En palabras de Santoro: “Disney muchos años después confesaría que La Ciudad de los Niños fue una fuente de inspiración. Así que podemos decir, que cuando la clase media y media alta argentina ahorra para llevar a sus hijos a Disney, en realidad los está llevando al Peronismo”.

En definitiva, se conceptualiza que Evita, desde sus acciones y sus discursos, “politiza la envidia”. Ese sentimiento inconfesable que surge cuando uno desea aquello que no puede tener y que otro tiene, lo transforma en un término político cuando afirma que quienes viven en la ciudad infantil, niños muy humildes muchas veces sin familias, no tendrán “nada que envidiarles a los niños ricos”. Para Saborido la contracara de esa acción es la politización del odio de las clases oligárquicas: el odio a ese “cabecita” que tiene lo que yo tengo.

El concepto de la “vuelta” del peronismo fue también un aspecto a destacar en la charla. A través del famoso cuadro “La vuelta del malón” de Ángel De Lavalle y las obras que el propio Santoro realizó teniendo como referencia al original. Saborido afirmó: “la oligarquía siempre tiene la centralidad. Ellos estarían en el centro y el peronismo es lo que va y viene. En la actualidad se refuerza con esta idea de que “ojo que puede volver el kirchnerismo, el peronismo”.

 

Victoria Ocampo observa la vuelta del malón. Cuadro de Daniel Santoro

Rescatando la idea que el peronismo tiene un elemento indivisible, una “verdad irreductible” que está en el peronismo, Santoro afirmó: “Va a haber peronismo porque hay algo irreductible, hay algo que va a dar pelea, hay algo que esta alerta, que es lo que nos está convocando ahora. Ahora suenan las alarmas, como sonaron muchas veces, y hay algo de irreductible de esa orden de verdad, de esa verdad íntima del peronismo, de esa respuesta que puede dar el peronismo y que no la puede dar ningún otro; esa centralidad de lo humano, el capitalismo al servicio del hombre y que el peronismo lo interpretó y lo sabe llevar adelante (…) cuando todo se destruye, cuando todo fracasa, hay esa verdad que tiene que operar”.

Para finalizar la charla Daniel Santoro y Pedro Saborido preguntaron al público: “¿Se van más peronistas que antes?”. Un sí fuerte y unánime fue la contundente respuesta.

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