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Historias y protagonistas

Tango. Intérprete de una ciudad

Su historia y sus protagonistas, intérpretes de una ciudad cosmopolita. Una mirada distinta a la típica imagen que se vende de este género cultural y artístico.

Por María Verónica López Quesada


Una danza ritual nació esa noche
del infinito duelo
del hombre y su destino
dolor, angustia, rebeldía, ensueño.

Alguien la llamó tango
no se sabe porqué ni en qué momento.

Acaso fuera Dios quien lo dispuso
en esa latitud y en aquel tiempo.


Ricardo Ostuni
("Fundación mítica del Tango")

Ya sea como danza, música, poesía o cabal expresión de una filosofía de vida, el tango posee una larga y valiosa trayectoria, jalonada de encuentros y desencuentros, amores y odios, nacida desde lo más hondo de la historia argentina. Historia que surge de fusiones e inclusiones, del derrumbe de antiguas civilizaciones y el emplazamiento de una nueva cultura ecléctica, enriquecida por los valiosos aportes de quienes emigraron a las pampas en busca de mejor vida.

El tango evidencia la diversidad, se nutre en los ambientes orilleros, dominados por inmigrantes y desarraigados, rufianes, delincuentes y prostitutas. En ese contexto de arrabal se constituye en proclama de una concepción marginal y desesperada de la vida, encarnada en la figura del compadre y fraguada en canciones plasmadas en primitivo lunfardo.

Años más tarde, ya en la primera década de este siglo, comienza a ascender en la escala social. Gracias a los organitos, que paseaban su música por los barrios de la ciudad, las antiguas tonadas de connotación prostibularia comienzan a trascender el ámbito que las ha visto surgir. Simultáneamente, la música se hace más refinada, las letras se pulen y estilizan en manos de poetas y músicos con estudios. El nuevo ambiente es el cabaret, su nuevo cultor la clase media porteña, que ameniza sus momentos de diversión con nuevas composiciones, sustituyendo el carácter malevo del tango primitivo por una nueva poesía más acorde con las concepciones estéticas provenientes de Londres y París.

Ya en la década del '20 el tango se anima incluso a traspasar las fronteras del país, recalando en lujosos salones parisinos donde es aclamado por públicos selectos que adhieren entusiastas a la sensualidad del nuevo baile. Debido a este gran impulso el tango comienza a difundirse rápidamente alcanzando, en los años '40, su cúspide de popularidad. Ya no es privativo de los bajos fondos porteños; ahora se escucha y se baila en salones elegantes, clubs y casas particulares.

Luego de la década dorada la historia del movimiento será cíclica, compuesta de crisis y surgimientos de nuevas orientaciones. Pierde lugar, en los años '50, frente a la irrupción de los nuevos ritmos extranjeros y el boom de la música del interior del país, pero revive una década después con una nueva identidad: el Nuevo Tango, que recorre el mundo llenando los escenarios de Estados Unidos, Europa y Japón con composiciones instrumentales novedosas.

Los años '80 son nuevamente de crisis. Los medios masivos de comunicación conceden poco espacio a las transmisiones tangueras, y cuando lo hacen se remiten a difundir los éxitos de décadas anteriores, generando el rechazo de las nuevas generaciones.

La década actual parece más auspiciosa para esta manifestación cultural. Las academias de tango florecen por todo el país, impulsadas por antiguas glorias de la canción. Se editan investigaciones sobre la historia, las raíces y las figuras del movimiento y proliferan las revistas especializadas. Las radios locales permiten la llegada de esta música a generaciones que nacieron con el rock y hoy concurren a las academias, peñas y círculos de tango para aprender los secretos del dos por cuatro.

El tango revive con juveniles fuerzas en aggiornadas versiones de grupos rockeros, presentaciones en elegantes reductos de San Telmo, Barracas y La Boca y películas foráneas que lo divulgan por el mundo entero. Moda, snobismo, nostalgia o verdadero sentimiento, lo cierto es que detrás de estas manifestaciones el tango muestra su vigencia, revelando el profundo camino que supo marcar; tal vez porque ha sido el mejor intérprete de nuestra historia urbana, plasmada en triunfos y fracasos, miserias y alegrías.

El Tango primitivo: su génesis e influencias

Es difícil establecer las diferentes etapas por las que atravesó el tango en su evolución, debido a que su historia es progresiva y regresiva en un mismo período; es decir, cada ciclo está marcado por modalidades tradicionalistas e innovadoras que se corresponden con las diferentes características de sus creadores.

Sin embargo, los estudiosos del tema coinciden en señalar una primera etapa, entre 1880 y los primeros años del siglo xx, caracterizada por la llegada de un gran caudal de inmigrantes y la aparición del lunfardo que se filtra en canciones, anónimas en su mayoría, influenciadas por cuatro especies musicales: el candombe, la habanera, el tango andaluz y la milonga. Estos cuatro géneros habrán de dar vida, por hibridaciones y transformaciones, a una forma nueva, el tango, que será cantado y bailado en cafetines y burdeles orilleros, en los que improvisados conjuntos entretenían a la concurrencia.

Las primeras canciones son rústicas composiciones sin estructura definida. Influenciadas ya por el tango andaluz o por la milonga, y con matices del candombe y la habanera, sufren alteraciones, se "aporteñan", pero delatan aún la procedencia de los géneros anteriores. Entre los primeros destacan: "Tango de la casera", "Andate a la recoleta", "Dame la lata", "Don Juan, el taita del barrio", interpretados por tercetos de flauta, guitarra y violín, a los que ocasionalmente se les agregaba el acordeón o el mandolín y la armónica de boca. Más tarde se suma el bandoneón, el cual fue desplazando a la flauta para ocupar el lugar principal en los conjuntos.

Personajes

"...Fue la del compadre la silueta humana característica del arrabal. El era...un centro de gravitación en torno al cual se ordenaba la convivencia...un ser áspero, un niño taimado que agregaba a su constitutiva solemnidad gauchesca y a su simple y honda filososía, un halo de melancólica tristeza...Los años, la expansión de la ciudad, borrarían al compadre...Pero su alma -con su gravedad, con su hondura y con su nostalgia- quedaría perennizada en el tango."

Horacio Ferrer (Historia sonora del tango)

El compadre (Taita) era un desarraigado, un inadaptado que recalaba en la ciudad luego de haber sido expulsado del campo. Con su guitarra y su cuchillo pasaba sus días en las pulperías, componiendo canciones para paliar su nostalgia. En contraposición al compadre, que aún mantenía cierta virilidad forjada en las soledades del desierto, el compadrito era un cobarde y pretencioso que vivía de los indefensos, ejerciendo la delación, la trata de prostitutas y todo tipo de delitos.

Completaban este abigarrado conjunto de personajes, algunos jóvenes de clase media que con aire de aventureros incursionaban en el arrabal, las prostitutas que ofrecían sus servicios en los tugurios del bajo y un sinfín de rufianes, cafishos y delincuentes comunes.

Don Juan, el taita del barrio.
(Ricardo Podestá, 1900)

Yo soy el taita del barrio
 

Video Buenos Aires 1924, de Fernando Valle


F
uente: ARCOIRIS TV, duración: 10 minutos
Cortesía de Roberto Di Chiara
En blanco y negro, una panorámica sobre la ciudad de entonces. Película filmada para ser entregado como obsequio al príncipe de Gales, de visita en Argentina.

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nombrado en la Batería
y en la Boca cualquier día
no se me dice "señor"
y si voy por los patricios
se acobarda el más valiente
y estando entre mucha gente
me la largo...
me la largo de dotor

El porteñito.
(A.G. Villoldo, 1903)

Soy hijo de Buenos Aires
por apodo "El Porteñito"
el criollo más compadrito
que en esta tierra nació.

No hay ninguno
que me iguale
para enamorar mujeres
puro hablar de pareceres
puro filo y nada más


El lunfardo: la jerga del disimulo

Se advierten distintas posturas en cuanto a la elección de los términos pertenecientes al lunfardo, pero la mayoría coincide con José Gobello ("Nuevo diccionario lunfardo") en que esta jerga es un repertorio de términos traídos por la inmigración durante la segunda mitad del siglo pasado y hasta el estallido de la primera gran guerra. Fueron asumidos por el pueblo bajo de Buenos Aires, en cuyo discurso se mezclaban con otros de origen campesino, y quechuismos y lusismos que corrían ya en el habla popular.

Debido a su carácter de léxico de un grupo, su rasgo particular es el de tender al disimulo o al secreto. Por esto se vale de determinados mecanismos para que ciertas palabras sean irreconocibles fuera del círculo arrabalero. Una de las tácticas consiste en cambiar ciertas palabras de acuerdo a asociaciones más o menos sutiles. Así, el reloj es "bobo" por la facilidad con que es robado y el revólver es "bufoso" por el ruido que hace.

Otro de sus mecanismos consiste en hablar al revés ("nami" por mina, "gotán" por tango) o utilizar voces extranjeras ("parola", del italiano: palabra; "brema", del argot francés: naipe).

El tango primitivo usaba el lunfardo en forma espontánea, en composiciones muchas veces obscenas y marginales que se correspondían con el contexto. Más tarde, con la llegada de los primeros letristas cultos, el tango abandona su ámbito original y se ve obligado a disimular la procacidad de sus primeras canciones. Sin embargo, el lunfardo resucita rápidamente, pero ahora en manos de compositores ajenos al mundo delictivo que lo había engendrado. Fruto de esta falsa ilusión de autenticidad son algunos tangos excesivos en el uso de la jerga.

Despistá, no seas chitrula,
que te está enfocando el cana.
No vengas buscando lana
con la raca que tenés.
Se te manya el expediente
hasta el modo en que patinas.

M. Batistella
"Pinta Brava" - 1925

Vale aclarar que el verdadero idioma del tango no es el lunfardo en estado puro, sino el habla popular matizada de lunfardismos que se usaba hasta en las casas de familia. Es decir, un lenguaje espontáneo, distante de los esfuerzos de algunos letristas por practicarlo adjudicando a sus composiciones una cuota de hiperrealidad que termina falseando cualquier intento.

Algunos términos lunfardos.
Bacán: concubinario / dueño de una mujer / muy rico, lujoso.
Berretín: capricho / ilusión.
Curda: borrachera.
Chamuyar: conversar.
Escolasear: jugar por dinero.

La Guardia Vieja: el Tango llega a París

Luego del tango primitivo, anónimo e improvisado, comienzan a surgir nuevas canciones firmadas, de tono alegre y vivaz, influenciadas por la agilidad de la milonga. El tango comienza a ser reconocido fuera del país, gracias a la incansable obra de sus creadores, quienes no ahorraron esfuerzos para difundirlo por el viejo continente.

En 1906, la Fragata Sarmiento arriba a Europa con varios ejemplares de "La morocha", de Villoldo y Saborido. Un año más tarde, la casa "GATH Y CHAVES" contrata a Villoldo y a Alfredo Gobbi y Sra. para realizar exhibiciones en París. La incursión en mercados extranjeros fue el puntapié inicial para que la música orillera fuera aceptada en el Río de la Plata. La Guardia Vieja, período que se extendió hasta los años '20, se pone en marcha mediante las realizaciones de los grandes de la época (Gobbi, Bevilaqua, Ponzio, Villoldo; Castriota, Arolas, Maglio, etc.) y la consolidación de la orquesta típica, integrada por piano, violín y bandoneón.

Yo soy la morocha
la más agraciada,
la más renombrada
de esta población.
Soy la que al paisano
muy de madrugada
brinda un cimarrón.


Carlos Gardel - Cuesta abajo

La morocha (1905)

Una nueva poética: la Guardia Nueva (1920-1940)

A partir de mediados de la década del '20 cobra impulso el movimiento renovador, que determinará las primeras diferencias estilísticas con la corriente tradicional. Pero debemos remontarnos algunos años atrás para encontrar, en "Mi noche triste" (1917) de Pascual Contursi, los orígenes de una nueva modalidad de composición. Contursi contrapone a la sensualidad ligera de las primeras composiciones cierto matiz sentimental, un lamento encarnado en un nuevo protagonista: el guapo que ahora llora por amor.

De noche, cuando me acuesto,
no puedo cerrar la puerta,
porque dejándola abierta
me hago ilusión que volvés
...
Y si vieras la catrera
como se pone cabrera
cuando no nos ve a los dos
...

Mi noche triste

Con Contursi y los demás compositores - ya profesionales - de esos años (Cobián, Fresedo, Delfino, De Caro, etc.) la música evoluciona hasta volverse más refinada y elaborada. Las letras sufren una mutación similar: desaparecen las connotaciones pornográficas y las alusiones a la cuestión social.

Acorde a su nuevo ámbito, el de la clase media, el tango expresa una suerte de filosofía que revela las diferentes vicisitudes de la vida a través de figuras fetiche: la madre, la novia, la cabaretera, los amigos, el bulín, la timba, etc. Sus letras son entonadas por el "cantor de tangos", figura rutilante que tuvo su máximo exponente en Carlos Gardel.

La crisis de los años '30

La depresión económica que provocó el éxodo de los hombres del campo a la ciudad -con la consecuente desocupación-, la introducción de los nuevos ritmos extranjeros y las primeras películas sonoras son los factores que incidieron en la primera crisis del tango. Sin embargo, de estos años surge un gran compositor: Enrique Santos Discépolo, quien configura una poética sarcástica, desesperada y grotesca, fiel intérprete de la situación del momento.

Según Eduardo Romano ("Las letras del tango"), Enrique Santos Discépolo plasma en sus tangos ("Yira yira, "Cambalache", "Confesión", etc.) un equivalente a lo que su hermano Armando muestra en sus piezas culminantes y a lo que irrumpe con Roberto Arlt en la narrativa: una estética expresionista, de trazos caricaturescos y desgarradores que "Cambalache" lleva a sus últimas consecuencias:

Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo sé...
¡ En el quinientos seis
y en el dos mil también !
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
varones y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue...

Enrique Santos Discépolo
"Cambalache"

La Generación del '40

"Esa ráfaga, el Tango, esa diablura,
los atareados años desafía,
hecho en polvo y tiempo el hombre dura
menos que la liviana melodía,
que sólo es tiempo".

Jorge Luis Borges

Luego de la temprana muerte de Carlos Gardel y gracias a la obra difusora de la radio, las numerosas grabaciones discográficas y la introducción del tango en el cine nacional, el público vuelve a revalorizar el género. El tango llega, en esos años, a su cúspide de éxito, encarnado en músicos, letristas y cantantes de la talla de Pugliese, Rivero, Gobbi, Cadícamo, Troilo, Canaro, Contursi, Salgán, Manzi, Federico, Expósito que configuran dos líneas estilísticas: una más tradicional ( D'Agostino, Canaro, etc.) y otra innovadora (Goñi, Troilo, Pugliese, etc.)

Los poetas

Es también la época de los grandes letristas, poetas urbanos que exploran las vicisitudes del amor y los conflictos de una sociedad en rápido cambio. Homero Manzi introduce las vanguardias renovadoras del lenguaje poético, sobre todo las concepciones de García Lorca y Neruda, logrando un equilibrio entre lo conocido y lo nuevo. Algunas de sus creaciones son: "Malena", "Barrio de tango", "Che bandoneón".

Homero Expósito ("Tristeza de la calle Corrientes", "Margó", "Naranjo en flor", etc. ) acentúa las transformaciones de Manzi. Según Horacio Ferrer ("Historia sonora del tango"), en él confluyen dos actitudes del tango: de poesía y de porteñismo. "Por un lado el romanticismo barriotero de Manzi...por otro, el grotesco dramatismo de Discepolín..."

¡Qué triste palidez tienen tus luces!
tus letreros sueñan cruces
Tus afiches carcajadas de cartón...
Risa que precisa
la confianza del alcohol
Llantos
hecho cantos
pa' vendernos un amor...
¡Mercado de las tristes alegrías,
cambalache de caricias
donde cuelga la ilusión!...

Tristeza de la calle Corrientes

Nuevas Orientaciones

Las décadas del '50, '60 y '70 conllevan una inicial crisis en cuanto al fervor del público, que se vuelca masivamente a los nuevos ritmos bailables extranjeros: conga, rumba, mambo y posteriormente rock and roll, las cuales instituyen nuevas formas de bailar.

Si bien aparece una respuesta ante tal caudal de ritmos internacionales, no se expresa mediante el tango, sino con los nuevos grupos de proyección Folklórica, que alimentan el gusto por lo costumbrista -sobre todo la zamba norteña- desde los medios masivos y los festivales populares.

El tango reanuda su sempiterna lucha por la supervivencia, profundizando las disputas entre modalidades tradicionales y de vanguardia, direcciones antagónicas que resolverán la nueva crisis mediante la producción de un fenómeno inédito: el Nuevo Tango. Los protagonistas de la época se alinean de acuerdo a la modalidad a la que pertenecen. Entre las corrientes tradicionales, más orientadas a la danza, sobresalen las agrupaciones de D'Arienzo, Varela, el Quinteto Pirincho, etc. Las modalidades modernas entronizarán las figuras de Troilo, Pugliese, Federico, O. Manzi, Salgán, Piazzolla, el Sexteto Tango, el Sexteto Mayor, el Cuarteto de Colángelo y otros.

Frente al gran impulso de lo instrumental, el tango cantado sobrevive recordando antiguas glorias y catapultando a la fama a las voces del momento: Julio Sosa y Roberto Goyeneche.

El Nuevo Tango

El propulsor de esta orientación será Astor Piazzolla, quien generará una música con raíz en lo instrumental; una nueva estética que provocará admiración en el mundo entero, pero será, a la vez, motivo de controversia debido a sus modernos tratamientos armónicos y rítmicos.

Como expresa Carlos Kuri en "Piazzolla, la música límite", ..."estamos ahora frente a un objeto inédito... su música... quiebra todo aquello que secretamente le preparó el suelo para el salto..."

Sus composiciones más famosas son: "Adios Nonino", "Tango Ballet", "Balada para un loco", "Libertango", "Buenos Aires hora cero", "Luz y sombra", etc.

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La influencia de Piazzolla, que posibilitó el camino de los músicos de vanguardia, se hace sentir con fuerza en los años '80 entre los compositores de tango, de jazz y de música clásica. Sin embargo, la producción tanguera ha mermado frente a los nuevos grupos de rock que copan, casi con exclusividad, los escenarios porteños.

Pero los últimos años parecen augurar un futuro mejor; la tarea emprendida por los amantes del tango se hace visible en gran número de realizaciones. Ejemplo de esto es la creación de la Academia Nacinal del Tango (1990) y sus filiales, la institucionalización del Bachillerato en Tango dictado por la misma academia, la Universidad del Tango (1992), el Centro Cultural del Tango (1997), la Academia Porteña del Lunfardo, la Escuela de Música Popular de Avellaneda, los distintos trabajos e investigaciones publicados y la aparición de revistas especializadas (B.A. Tango, Club de Tango, El Tangauta).

Los cantantes de mayor popularidad en la actualidad (S. Rinaldi, A. Baltar, M. Graña, A. Varela, V. Luque, J. C. Granelli, entre otros) posibilitan la supervivencia del tango en un mundo que se caracteriza por la multiplicidad.

Es válido destacar que en los últimos años el tango se ha difundido bastante en las generaciones más jóvenes, afirmando la vigencia de un género acosado por los vaivenes de su trayectoria. Inmerso en épocas de éxitos o debiendo sortear estoicamente la indiferencia del público, el tango estuvo siempre presente, dejando una marca imborrable en nuestra radiografía social.

"Moriré en Buenos Aires, será de madrugada
Guardaré, mansamente, las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.
Me pondré por los hombros, de abrigo, todo
el alba; mi penúltimo Whisky quedará
por beber".

FUENTES:
Horacio Ferrer, "Balada para mi muerte"
"Las letras del tango", Eduardo Romano, EFR.
"Nuevo diccionario lunfardo", José Gobello, Corregidor.
"Historia orientativa del tango", Jorge Strada.
"Historia del tango", Eduardo Stilman.
"El libro del tango", Horacio Ferrer.
Publicaciones de la Academia Nacional del Tango. Av. de Mayo 833, 1er. piso Tel: 345-6967, 345-6968.
"Historia sonora del tango", Horacio Ferrer.
"Enciclopedia Hispánica"
Revista Viva.
Publicación "El chamuyo".
Revista "B. A. Tango".
Revista "El tangauta".
Testimonio de María Evangelina Lucero (Teléfono 54-11-4313-9073), Leonardo Oviedo (Teléfono 54-11-4382-9629) y "el Indio" (Celular: 54-11-15-4434-0897), profesores de tango.

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