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Ante
la muerte y el dolor de un Pueblo aparecen los canallas
Por Osvaldo Vergara Bertiche
A las 17 horas del día de hoy (27/10/2010), uno de los tantos carroñeros del
Diario La Nación, publica, al salir de su guarida con uñas afiladas, un artículo
que muestra el pensamiento de lo más rancio de los enemigos del Pueblo
argentino.
Cagatinta al fin, imbécil consumado, irrespetuoso ante la muerte, Fernando
Laborda nos informa que Néstor Kirchner "...fue víctima de su propio estilo. Un
estilo que basó la construcción del poder en el conflicto y en el
enfrentamiento, que no dudó en sembrar la discordia y la división en la
sociedad, al tiempo que desoyó el camino del diálogo y la búsqueda de consensos.
Quizás sea ésa una de las grandes lecciones que la muerte de Kirchner le deja a
la dirigencia política, tanto a la gobernante como a la que milita en la
oposición. Es necesario aprender que las apuestas a todo o nada, propias del
jugador empedernido, distan de ser las más aconsejables en el juego democrático.
Y también que el afán por convertir al adversario en enemigo y bregar por su
destrucción, a veces termina provocando la autodestrucción”.
Discordia, conflicto, enfrentamiento, es el caballito de batalla, el vocabulario
constante, de quienes tratan de impedir la consolidación de un modelo de país
distinto al de ellos pergeñado para el mal de muchos y el bienestar de pocos,
muy pocos.
El Gobierno de Néstor Kirchner, significó una impronta diferente en la política
de los últimos 50 años. Abrió el juego, dejó espacios disponibles, tomó medidas
inesperadas pero esperadas con ansias.
Es cierto que apostó a todo o nada, y no por jugador empedernido, sino por
principista, por no haber dejado viejos ideales en la puerta del despacho
presidencial.
Puso a la Nación por delante, a la Nación de todos, (no al pasquín infame y
canallesco del mismo nombre manchado no por tinta sino por la sangre de
compañeros en los años de plomo) a la Nación que despegó de los dictados de
organismos internacionales y que comenzó a construir la necesidad de retomar ese
Ser Nación y transitar hacia la unidad de la Patria Grande.
Puso a la Nación y al Pueblo por delante y por tanto fue muchas veces
¿exagerado? ¿destemplado? ¿crudo? ¿sectario? ¿dogmático? ¿injuriante?
¿intolerante? ¡NO!. No… cuando existen dos proyectos, uno de inclusión y el otro
de miseria y hambre para las mayorías populares, toda actitud política es
válida, toda desmesura es un recurso, un recurso para consolidar los logros y
avanzar hacia nuevos.
Y si alguien ha sido y es destructivo es el poder económico concentrado y los
medios hegemónicos, y sus personeros cipayos y vendepatria, que abundan en
distintos estamentos y que hoy se regocijan ante la desgracia.
Se regocijan ocultándose en escritos y palabras disfrazadas, pero distorsivas y
mendaces.
El Pueblo argentino no se llama a engaño. No lo engaña personeros nefastos que
pretenden tergiversar la realidad.
La experiencia histórica de las masas, hace a ganar las calles y fortalecer el
gobierno de Cristina para profundizar los cambios iniciados en el 2003 y así
combatir al enemigo solapado o visible.
Será éste el mejor homenaje a Néstor Kirchner y el mayor de los reaseguros para
lograr el Bienestar del Pueblo y la Grandeza de la Patria. Amén
27 de octubre 2010