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Raúl
Scalabrini Ortiz y el periodismo resistente
Por Francisco José Pestanha *
A pesar de constantes prédicas que niegan el fenómeno, la historia de la
humanidad nos demuestra palmariamente que las dinámicas coloniales han
determinado y aún determinan las relaciones de poder entre los estados, y además
que ellas, no se manifiestan exclusivamente en el orden de lo económico sino que
se expresan también en el universo de lo cultural, y en tanto, en el campo de lo
intelectual. Queda claro además que los pueblos a fin de sobrellevar tal
impronta, suelen adoptar las más diversas modalidades de resistencia.
Desde diferentes perspectivas el pensamiento americano en general y el argentino
en particular, ha abordado la cuestión de la resistencia cultural resultando
ilusorio en este breve artículo, enunciar la totalidad de tales orientaciones.
Pero a pesar de ello puede sostenerse sin temor a equívoco que Manuel Ugarte,
Fermín Chávez, Arturo Jauretche y
Raúl Scalabrini Ortiz, entre otros tantos, han asumido
y representado en su época lo que hoy denominamos “la matriz resistente”.
Algunos “intelectuales” escandalizados por la reivindicación contante que
hacemos de tales autores inclusive en el ámbito universitario, atribuyen nuestra
vindicación y homenaje a cierta tradición paranoica fogoneada desde las altas
esferas del poder. Mal entienden ellos el verdadero objetivo de la ciencia, ya
que la puesta en valor de sus señeras obras, no responde a un proceso que viene
de arriba hacia abajo si no muy por el contrario de abajo hacia arriba. Muchos
de nosotros hemos sido testigos y quizás participes de un fenómeno sociológico
que se remonta cuanto menos a unos 15 años atrás, y a través del cual,
espontáneamente, nuestra comunidad fue reconstituyendo un acervo intelectual y
conceptual que el maestro Fermín Chávez definió magistralmente como
epistemología de la periferia.
Raúl Scalabrini Ortiz representó a en su época a esta modalidad epistemológica a
partir de una “práctica periodística resistente”. En tiempos del imperceptible
yugo Británico, don Raúl se propuso denunciar inclusive a la propia prensa
consagrada afirmando en alguna oportunidad que “en un país empobrecido, los
grandes diarios son órganos del dominio colonialista. El periodismo es quizás la
mas eficaz de las arma de las naciones eventualmente poderosas han utilizado
para dominar pacíficamente a los países más débiles”. Para Scalabrini mediante
el “diestro empleo de la información” cierta prensa transmitía “solo aquella
parte de la realidad que conviene a los intereses que representa”, poniendo de
esta forma en el tapete una verdad no siempre revelada ni asumida.
El autor de “El hombre que esta solo y espera” pudo haber usufructuado de los
privilegios que le hubiera otorgado su temprana coronación literaria. No
obstante, optó libremente por asumir el desafío de practicar un verdadero
periodismo independiente, independencia que se reveló no solamente en su
coherencia, sino además en la precariedad económica con la que convivió hasta
sus últimos días. Scalabrini además eligió abiertamente ejercer un periodismo
útil a su comunidad, ya contribuyó a liberarla demostrando nada más y nada menos
que el capital ferroviario invertido en la argentina, era una organización
económica montada para extraer regalías extarodiarias a costa del trabajo
argentino.
Scalabrini Ortiz en definitiva prefirió erigirse en uno de los precursores del
periodismo militante, ya mediante su intuición, su sagacidad, su formación, su
inteligencia y su sacrificio, logró penetrar en las en redes ocultas que
sojuzgaban a la Argentina consagrando así su vida a una sola causa: la
liberación integral del país.
* Docente universitario y ensayista. Es secretario
académico de la Comisión Permanente de Homenaje a FORJA y Presidente del
Instituto de Estudios Estratégicos Malvinas. Es coautor de "FORJA, 70 años de
Pensamiento Nacional" en tres tomos editado por la Corporación Buenos Aires Sur,
y autor entre otras obras de ¿Existe un Pensamiento nacional? de Editorial FABRO.