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Cuando
un oficial del ejército británico fue ministro de Defensa en Argentina
Por Roberto Bardini *
[El dictador Onganía arrodillado en
Luján]
Hijos de inmigrantes eran los de antes. En su libro Contra la ocupación
extranjera, publicado en 1968, el periodista Rogelio García Lupo enumera
funcionarios y consejeros del círculo íntimo del general Juan Carlos Onganía,
quien dos años antes había derrocado al presidente radical Arturo Umberto Illia,
y comenta un detalle curioso: “Son hombres que casi nadie conocía, salvo en los
círculos financieros, y han teñido las nóminas gubernamentales con la
dificultosa pronunciación de sus nombres”.
Entre los apellidos de la lista –que no son criollos ni de origen hispano o
itálico– figuran Bauer (Bienestar Social), Frischknecht (Difusión y Turismo),
Krieger (Economía), Hirsch (de la empresa Bunge & Born), Helbling (representante
de la banca Baring Brothers en Argentina) y Van Peborgh (Defensa).
A diferencia de los actuales inmigrantes bolivianos, peruanos y paraguayos,
ninguno de ellos ocupaba espacios públicos –salvo los del gobierno y la
administración– ni solicitaba facilidades para conseguir vivienda, porque ya las
poseían amplias, cómodas y bien ubicadas. Además de la piel blanca, los ojos
claros y los apellidos impronunciables, la característica común de los civiles
cercanos a Onganía era su concepción liberal de la economía. A esto se agrega
otra, también común: todos estaban vinculados directamente a empresas de capital
británico y estadounidense.
Esta circunstancia, en honor a la verdad, incluía a otros altos funcionarios con
apellidos menos exóticos. El canciller Costa Méndez, por ejemplo, había sido
vicepresidente de Texas Instruments Argentina, subsidiaria de Texas Instruments
Inc. de Dallas (Texas), y director de Field Argentina, una firma constructora de
viviendas en gran escala, propiedad del magnate Granville Elliot Conway, de
Nueva Jersey, que también era dueño de una flota naviera para transporte de
petróleo.
AL SERVICIO DE SU MAJESTAD
De todos, quien se destaca es Emilio Federico van Peborgh, el ministro de
Defensa. Conocido por el apodo de “Mito”, entre sus antecedentes personales
exhibía orígenes holandeses, vacaciones infantiles en Suiza y estudios de
Economía en Harvard. Era, además, presidente de la fábrica de cristales
Rigolleau y director de la Sociedad Minera Argentina (Sominar), que en realidad
era norteamericana.
Lo singular de Van Peborgh es una particularidad menos empresarial: durante la
Segunda Guerra Mundial se había enrolado como voluntario en el ejército del
Reino Unido, donde alcanzó el grado de capitán en la Royal Air Force (RAF).
Aquel servicio a Su Graciosa Majestad británica, sin embargo, no fue suficiente
para descollar en su propio país y en su nueva especialidad. La revista Primera
Plana lo definió el 18 de junio de 1968 como “el funcionario oficial menos
enterado de la intimidad militar”, evaluación que no debe interpretarse como un
brote de racismo o xenofobia del semanario fundado por el periodista Jacobo
Timermann.
“En condiciones normales, pocos gobernantes habrían tenido la ocurrencia de
adjudicar el Ministerio de Defensa a alguien que, por poseer grado militar en un
ejército extranjero también ha debido prestar juramento de lealtad a otra
bandera y a otro gobierno”, escribe García Lupo, igualmente sin intenciones
racistas o xenófobas. “Pero en el caso de Van Peborgh, uno no puede menos que
preguntarse sobre los problemas éticos que el nuevo ministro deberá enfrentar
para litigar con la reina de Inglaterra sobre las Islas Malvinas o con los
importadores británicos de carnes argentinas”.
DOBLE LEALTAD
El periódico CGT de los Argentinos, orientado por el dirigente del sindicato
gráfico Raimundo Ongaro y dirigido por Rodolfo Walsh, en el que también
colaboraba García Lupo, publicó en agosto de 1969 un artículo titulado “Los
monopolios en acción”, donde nuevamente se menciona al ex oficial de la RAF:
“La historia argentina de los últimos años deberá cambiarse para que el ministro
de Defensa, Emilio van Peborgh, pueda dormir con la conciencia tranquila.
Después de la denuncia formulada por un coronel a sus superiores, en el sentido
de que Van Peborgh era oficial del ejército inglés, y por lo tanto estaba
moralmente inhabilitado para mandar sobre los militares argentinos, se
divulgaron algunas actividades del ministro relacionadas con el asunto. Se
publicó su entusiasmo por pasearse con el uniforme de la Reina por las calles de
Buenos Aires, su placer por retratarse con las insignias de capitán británico,
su predilección por hablar solamente en inglés con su familia. Por si fuera
poco, apareció otro Van Peborgh, primo hermano del ministro, residente en el
balneario de Punta del Este, Uruguay, que explicó cómo había acompañado a su
primo en la guerra, él también como oficial inglés. Una manía de la familia,
como puede verse”.
La publicación, de la cual sólo salieron 55 números que se distribuyeron entre
mayo de 1968 y febrero de 1970, cita declaraciones de Van Peborgh a reporteros
que le preguntaron sobre sus servicios al gobierno británico: “Yo fui como
voluntario a la Segunda Guerra Mundial, pero como argentino”, se justifica.
“De la respuesta, debe deducirse que existió en la guerra mundial un batallón
argentino, o que el ejército argentino participó de dicha guerra, en algún
modo”, agrega el periódico. “Hasta el momento, sabíamos que la Argentina había
mantenido una celosa neutralidad, siguiendo el histórico antecedente del
presidente Hipólito Yrigoyen, igualmente neutral en la primera guerra. Pero no
teníamos ninguna noticia de que el ejército argentino se hubiera hecho
representar en la guerra por el ciudadano Van Peborgh, de manera que éste, al
incorporarse a otro ejército y alcanzar en él grados de oficial, mal podía
continuar conservando su condición de ciudadano argentino. En el mejor de los
casos estaríamos en presencia de un episodio de doble lealtad nacional”.
Y también sin ánimo de racismo o xenofobia, el periódico propone una adivinanza.
“Si la banca Morgan Guaranty Trust de Nueva York compra el Banco Francés del Río
de la Plata y el ministro Van Peborgh es director de dicho Banco, su presencia
en el mismo, ¿es como ciudadano argentino, como ciudadano inglés, como ciudadano
norteamericano o como capitalista internacional sin nacionalidad fija?”.
NACIONALISMO EQUIVOCADO, POPULISMO ENVIDIOSO
Hace poco, una publicación muy diferente al periódico CGT de los Argentinos
entrevistó a Emilio Federico van Peborgh. Se trata de la revista Empresa, de la
Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), que en su número
correspondiente a octubre-noviembre 2008 reproduce declaraciones del ex
ministro: “Tuve una formación universitaria ‘norteamericana’ que me ayudó a
entender las implicancias de la modernidad en el trabajo y la economía”.
El entrevistado se queja porque al término de la Segunda Guerra Mundial, “al
regresar al país, ya asumiendo responsabilidades empresarias, conviví con el
peronismo y con todo el sacudón económico y social de entonces. Se percibía a
partir de 1950 una fuerte orientación económica cerrada, con una gran influencia
estatista y mucha presión sindical”. Por suerte, aclara, después del
derrocamiento del presidente Juan Perón “surge entre el empresariado serio la
necesidad de reorientar la política hacia una economía de mercado que ahora
llamamos neoliberal”.
Pero esta suerte, al parecer, duró poco. Y Van Peborgh vuelve a quejarse, ahora
de los tiempos actuales: “Lamentablemente, reaparecieron los fantasmas con ideas
de encerrarnos en una mentalidad estatista: un nacionalismo equivocado que
siguió acompañándonos casi siempre”.
El ex empresario rememora: “Hace muchos años, inversores extranjeros
emprendedores abrieron el camino. Pensemos en los años cercanos a 1890, a los
que se sumaron más argentinos y extranjeros con visión de futuro. Sin embargo,
con el correr de los años, a la política primero, y al populismo después, se
agregaron la inflación, la inseguridad de las reglas y cierta envidia o
resentimiento a partir del peronismo del 45”.
Es lo que se dijo al comienzo: hijos de inmigrantes eran los de antes.
* Periodista, escritor y docente.(ver info en
Wikipedia)
www.bambupress.wordpress.com