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“Ya no se buscan clientes sino
socios para el largo plazo”
Luis María Kreckler, secretario de comercio y relaciones económicas
internacionales.
Por Arturo Trinelli
Lidera las misiones de Cancillería del último período. Destaca la
consolidación de un “nuevo paradigma en el comercio internacional cuyo
eje son las relaciones sur-sur”, y asegura que “el vínculo con Brasil
son la pieza fundamental de nuestra política exterior”.
La reciente gira por Oriente Medio que realizó la presidenta Cristina
Fernández, junto con una gran cantidad de empresarios, fue la primera de
un año que parece anticipar una estrategia de la Argentina en el intento
por conseguir nuevos mercados y afianzar relaciones políticas con
actores emergentes en el escenario internacional. Al mismo tiempo, la
reciente visita de la presidenta Dilma Rousseff al país puso de
manifiesto la importancia de la relación estratégica entre la Argentina
y Brasil, cuyo flujo comercial ha registrado un nuevo récord en enero,
de U$S 2.573 millones, el máximo histórico para ese mes y un 35%
superior al registrado durante el mismo mes del año pasado.
Al frente de las negociaciones comerciales en la gira por Medio Oriente
estuvo –como lo viene haciendo últimamente– el embajador Luis María
Kreckler, secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales
de la Cancillería, quien dialogó con Tiempo Argentino sobre estos temas
y las perspectivas para la Argentina frente a nuevos mercados.
Arturo Trinelli: –¿Cuál es el balance que hace de la gira por Medio
Oriente?
Luis María Kreckler: –Excelente. Muy positiva para el fortalecimiento de
la relación política, comercial y de inversiones. Se ha puesto en
evidencia el interés por un mayor relacionamiento con nuestro país en
base a la complementariedad de las economías y las posibilidades aún no
explotadas en los lazos bilaterales. Como señaló la presidenta, con
giras como estas estamos consiguiendo hacer conocer a la Argentina en
todo su potencial, más allá de los productos del agro. Nos presentamos
como socios de envergadura que conviene tener en cuenta también como
exportadores en sectores como agroindustria, ciencia y tecnología,
biotecnología, genética vegetal y animal, industria farmacéutica,
maquinarias agrícolas, tecnología nuclear para usos pacíficos e
industria audiovisual, como el cine, entre otros. Además de los
entendimientos sobre promoción de inversiones y los acuerdos con los
fondos soberanos de Kuwait y Qatar donde se canalizarán inversiones
hacia sectores productivos.
AT: –¿Qué fue lo más importante que no haya estado dentro de los
pronósticos previos al viaje?
LMK: –Se planificaron cuidadosamente las acciones con antelación y se
negociaron diversos convenios. Pero el contacto directo con el más alto
nivel político y con las máximas autoridades y del sector privado de los
países permitieron sobrepasar las expectativas iniciales. En materia de
promoción de oportunidades de negocios, sorprendió el nivel de respuesta
y participación de los empresarios y las más de 1000 reuniones de
negocios que mantuvieron los participantes argentinos. En materia de
inversiones Kuwait y Qatar están emergiendo como actores de relevancia
creciente a nivel mundial. Cuentan con importantes fondos de inversión
estatales que, como consecuencia de la reciente crisis financiera y
económica internacional, han comenzado a volcarse cada vez más en
proyección de largo plazo y a analizar crecientemente inversiones en los
mercados emergentes. En virtud de su dinamismo económico y su alta
complementariedad productiva con las economías del Golfo, la Argentina
ya se posiciona como un destino estratégico.
AT: –Argentina durante el año 2010 alcanzó un nuevo récord de
exportaciones, sus principales compradores Brasil y China, a su vez ,
han marcado un récord de su comercio bilateral. ¿Hay un nuevo paradigma
en el comercio internacional?
LMK: –En 2010 nuestro país alcanzó una cifra cercana a los 70 mil
millones de dólares de exportaciones. Brasil sigue siendo nuestro
principal cliente y principal socio del Mercosur, seguido por la Unión
Europea y China. La realidad actual consolida la apuesta estratégica de
la integración en el Mercosur y revela el dinamismo de los países
emergentes y su importancia creciente en nuestro comercio. Existe un
nuevo paradigma que podría resumirse en no buscar clientes sino socios
para el largo plazo. Asimismo, poner el acento en la diversificación de
las exportaciones y en los mercados, además de una incorporación de
valor agregado y de complejidad tecnológica acordes con nuestras
capacidades productivas. Los países en desarrollo y las relaciones
Sur–Sur adquieren una nueva significación. Con un enfoque cooperativo y
basándonos en el interés mutuo, buscamos expandir nuestras relaciones
con los países emergentes y mercados no tradicionales, muchos de ellos
fuente de inversiones directas, cuya participación activa en la economía
mundial ha aumentado de manera consistente.
AT: –La presidenta Dilma Rousseff en su visita resaltó la importancia de
la relación estratégica con Brasil. Sin embargo, algunos economistas
sostienen que hay dos puntos de conflicto en la relación comercial
bilateral: por un lado, el recurrente déficit que la Argentina mantiene
desde hace unos años. Y por otro, la imposibilidad de unificar criterios
en las últimas reuniones de la OMC. ¿La integración comercial corre
riesgos?
LMK: –Las relaciones con Brasil son la pieza fundamental de nuestra
política exterior y la clave de nuestra integración con el resto de
América Latina. Los entendimientos son fruto de la democracia en ambos
países y la asociación estratégica constituye una política de estado. Ni
Brasil ni los socios del Mercosur son países que haya que enfocar a
partir del cristal comercial únicamente. Hay que destacar aspectos
cualitativos del comercio con Brasil. El 70% de lo exportado a ese país
son manufacturas industriales y suman el 37% de las exportaciones
industriales argentinas al mundo. En los primeros once meses de 2010 se
alcanzó en el rubro los 9 mil millones de dólares. Brasil constituye la
economía clave para el desarrollo argentino. Hacia allí van dirigidas
las acciones de la Cancillería tanto en lo referido a las negociaciones
en el Mercosur con un mayor acceso al mercado brasileño, consolidando la
unión aduanera, como en lo que respecta a la promoción comercial, que
haremos en conjunto en terceros mercados. El tema del déficit comercial
está en nuestra agenda como una preocupación que debemos resolver de
manera dinámica a partir de la expansión de las relaciones y no como una
cuestión de suma cero. Además han tenido un enorme avance las
negociaciones externas del Mercosur. No sólo la más ambiciosa de ellas
que es el relanzamiento del acuerdo con la Unión Europea. Se ha mejorado
el perfil externo de nuestro bloque. No hay diferencias sustanciales que
salvar porque predominan los consensos.
AT–¿Qué otros mercados son potencialmente importantes?
LMK: –La Argentina comercia en paz y con espíritu cooperativo con todos
los países del mundo. No descuidamos nuestros destinos tradicionales y
enfatizamos la importancia del Mercosur y de la integración
latinoamericana. El nuevo paradigma destaca la significación creciente
de las economías emergentes y de países en desarrollo que representan
destinos no tradicionales para el país. Las acciones de promoción,
desarrollo de inversiones y las negociaciones de la Cancillería apuntan
este año en particular hacia estos objetivos.
06/02/11 Tiempo Argentino
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