|
|
Otro
paso para disminuir la brecha digital y promover la similitud de
oportunidades
El programa conectar igualdad versión 2011
Por Arturo Trinelli
El gobierno nacional concretó la licitación de compra de netbooks para
alumnos secundarios. El proyecto, que en abril cumplirá un año de
implementación, ya repartió 400 mil máquinas y llegaría al millón y
medio a fines de este año.
Se trata de la compra más grande de computadoras que se haya hecho en la
historia, como señaló la propia presidenta, y que involucra nada menos
que 1,5 millones de nuevos equipos que se entregarán a estudiantes
secundarios de escuelas públicas.
Por alcance, volumen de recursos invertidos y nivel de empleo proyectado
en la producción, se trata de un programa absolutamente innovador en la
Argentina, cuya envergadura se ratifica por la participación en su
diseño y ejecución de la ANSES y los Ministerios de Planificación y
Educación. El financiamiento corre por cuenta del Organismo que dirige
Diego Bossio, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS),
que se compone de los activos que estaban en poder de las AFJP y que
fueron transferidos al Estado luego de la nacionalización del sistema.
El plan prevé repartir casi tres millones de netbooks durante el período
2010-2012 entre los alumnos de colegios secundarios públicos, de
educación especial e institutos de formación docente. En 2010 se
distribuyeron alrededor de 400 mil computadoras. Este es el año de mayor
despliegue del Programa, porque en los próximos meses se estarán
entregando 300 mil por mes hasta completar el millón y medio previsto,
quedando el resto para el año que viene.
En general, se sostiene que la educación secundaria requiere mayor
cantidad de mejoras en la Argentina. De hecho, a pesar de estar
establecida por ley y ser obligatoria, la matrícula de la escuela
primaria, que está en el orden de los 4.664.000 alumnos, supera
holgadamente a la de la escuela secundaria, de aproximadamente
3.523.000. Eso equivale a que hay más de un millón de jóvenes argentinos
que, habiendo completado la educación primaria, no continúan los
estudios.
Ese fue uno de los motivos por los cuales el Programa se volcó al nivel
secundario. Se trata de una estrategia general de fortalecimiento de la
educación, particular con dicho nivel, y convergente también con otras
medidas como la Asignación Universal por Hijo (AUH), que han permitido
incrementar la matrícula escolar en el país porque evitan que los padres
retiren a los chicos del sistema educativo ante la necesidad de que se
incorporen al mercado de trabajo tempranamente.
Otro elemento central que motivó la implementación del Programa está
relacionado con la vertiginosa penetración que han tenido en el país las
Tecnologías de Información y Comunicación (TICs). Hasta ahora, esa
penetración no había sido acompañada de una iniciativa estatal que de
algún modo atenuara sus impactos entre la población. El segmento
poblacional de mayores recursos tuvo tradicionalmente un acceso más
rápido y extendido a estas nuevas tecnologías, lo cual acrecentó la
brecha digital entre clases y regiones. Se entiende que una distribución
más equitativa en el acceso a las nuevas tecnologías es un elemento que
favorece la igualdad de oportunidades para el desarrollo educativo y
laboral. En tal sentido, Conectar Igualdad está pensado como incentivo
para que los adolescentes terminen el secundario, debido a que contempla
la posibilidad de que, al finalizar sus estudios, el alumno pase a ser
el dueño definitivo de la computadora utilizada en comodato durante su
escolarización, además de incorporar herramientas informáticas en el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Un componente clave del Programa es la adquisición del equipamiento
informático necesario adecuado. Eso no solamente tiene que ver con las
propias computadoras, sino también con el piso tecnológico de las
escuelas, concretamente los servidores que administran las redes
escolares, y la conectividad a Internet.
Para la licitación de las computadoras a repartir durante 2011 se
previeron cuotas de importación y procesos de fabricación en el país por
tercios. El primer tercio se va a poder importar directamente del
extranjero. Otro tercio está reservado para el ensamblado nacional de
los equipos, lo cual supone que la plaqueta de componentes, que contiene
el microprocesador y el resto de los componentes electrónicos –carcasa y
fuente de alimentación– si bien podrán importarse o fabricarse
localmente, deberán forzosamente ensamblarse en el país, de manera de
fomentar la producción y el empleo nacional. Tierra del Fuego,
beneficiada con un régimen de promoción industrial, será la encargada de
producir el tercio restante.
La licitación estuvo precedida por un estudio que encargó la ANSES para
determinar el precio de mercado de los equipos. El costo final de cada
computadora fue considerablemente menor al sugerido por la consultora
BDO y la Sigen, U$S 365 y U$S 506 respectivamente contra los U$S 349 que
se pagará por cada una, lo cual también asegura una compra a bajo costo
y una asignación más eficiente de los recursos a invertir.
En definitiva, se trata de un Programa llamado a tener gran influencia
en el campo educativo pero también de alto impacto económico, donde el
Estado asume una vocación concreta en pos de una distribución social más
equitativa en el acceso a las nuevas tecnologías, minimizando las
desigualdades derivadas de su utilización a favor de los más humildes,
al tiempo que coloca a la Argentina como referente en la implementación
de iniciativas semejantes en el mundo y asegura igualdad de
oportunidades entre los jóvenes del país.
http://tiempo.elargentino.com/notas/otro-paso-para-disminuir-brecha-digital-y-promover-similitud-de-oportunidades