|
|
|
|
El
resurgimiento
Por Francisco José Pestanha *
La expresión “pensamiento nacional” ha florecido en estos últimos
tiempos con notoria pujanza. Para quienes lo desconocen, esta
composición textual representa una original experiencia epistemológica
que ya lleva más de un siglo de progreso en nuestro país, y que durante
centuria pasada ha producido entre otros tantísimos cometidos, más de
8000 libros.
El pensamiento nacional ha nutrido conceptualmente a los dos grandes
movimientos históricos surgidos al calor de la lucha anticolonialista;
el Yrigoyenismo y el Peronismo. Por razones evidentes entre las que se
incluyen lógicos matices y miradas disímiles sobre algunos fenómenos,
nunca se organizó como corriente, aunque todos sus mentores coincidieron
en un objetivo central: la liberación integral del país.
Representado por una pléyade de notabilísimos autores entre los que
podemos destacar a Manuel Ortiz Pereyra, Arturo Jaurteche Arturo Sampay,
Manuel Ugarte, José Luis Torres, Carlos Astrada, Saúl Taborda, Ramón
Doll, José María Rosa, Homero Manzi, Ernesto Palacio, Raúl Scalabrini
Ortiz, Jorge Abelardo Ramos, Juan José Hernández Arregui y Fermín
Chávez, el pensamiento nacional ha aportado categorías indispensables
para la comprensión de nuestro pasado, la asimilación del presente y la
construcción de un futuro compartido.
Fermín Chávez uno de los exponentes más lúcidos de esta matriz supo
encontrar en el pensamiento nacional una verdadera “epistemología de la
periferia”, epistemología que presupone el “pensar desde nosotros
mismos” partiendo de un situación periférica que nos es dada. Al decir
de Carlos Astrada el pensamiento nacional representa el sentir y pensar
de un pueblo que crea “sus propias estructuras, dentro de las que ha de
encauzar su vida y sus realizaciones".
El pensamiento nacional estuvo sujeto durante todo su transcurrir a una
ostensible censura. En muchas oportunidades ella fue explicita orientada
nítidamente hacia la persecución y el olvido. Otras veces, la represión
censora se ocultó bajo el manto de un “ninguneo” inducido por la
ignorancia o por la “falsa ciencia”. Pero como genuina expresión
cultural del pueblo, el pensamiento nacional supo durante los años del
oscurantismo globalizante preservarse, y resistir a través de pequeños
grupos de estudio, conferencias, trabajos periodísticos y ensayos - y en
especial - difundirse a través la red informática.
Para quienes hemos observado e inclusive participado de la experiencia,
la rehabilitación de esta modalidad del pensamiento no representa
sobresalto alguno ni constituye “una moda pasajera”. Encarna lisa y
llanamente el resurgir de la más valiosa y original tradición que ha
dado el país y que mucho tiene para contribuir en los tiempos que
transitamos.
Télam SE
* Abogado, ensayista y docente universitario. Es autor - entre otras
obras - de “¿Existe un Pensamiento Nacional?” y “Polémicas
contemporáneas”. Ha escrito más de 400 ensayos - y entre otras actividades - ha dictado más
de 500 conferencias vinculadas a la corriente del Pensamiento Nacional y la
historia del Peronismo.
|