El 2 de abril con los vecinos de Lugano y de Soldati y con los trabajadores, no con Mauricio y sus lacayos

Por César González Trejo (*)

Dentro de pocos días se cumplirán 29 años de la recuperación transitoria de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

En todo el país, los Centros de Ex Soldados Combatientes en Malvinas organizarán actos en el marco del Día del Veterano de Guerra y del Caído en Malvinas, con muestras, vigilias, inauguraciones, ofrendas, acompañados por un pueblo memorioso, agradecido y con fuerte identidad.

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo hará el 2 de abril en Río Gallegos, rodeada de Familiares de Caídos y de Veteranos de Guerra, en la ciudad donde yacen los restos de Néstor Kirchner, su compañero de la vida y de la política. Podrá homenajear a los Caídos y a los Combatientes en Malvinas, con el respaldo de hechos concretos en el reconocimiento de los protagonistas más directos de la batalla de 1982, así como en la defensa de nuestros derechos soberanos en Malvinas.

No podemos decir lo mismo de otras expresiones políticas. Por ejemplo, el acto que encabezará el Jefe de Gobierno porteño, Ing. Mauricio Macri, quien convocó el día 1º de abril frente al Monumento de Plaza San Martín.

El actual Jefe de Gobierno de la Ciudad, no se enteró que el 2 de abril es feriado inamovible, gracias a que los Veteranos de Guerra y los Familiares de los Caídos luchamos por obtener la Ley que así lo determina. Él prefiere realizar el acto el viernes 1º de abril, para no perderse el descanso del sábado.

Tampoco se enteró que existe una Ley que establece un Programa de Salud para Ex Combatientes de Malvinas en su propio Gobierno, al que le retacea presupuesto y apoyo, porque “cualquier polaco se puede atender en los hospitales de la Ciudad ” (sic).

Desde que asumió, se niega a cumplir con la Ley Nacional de Educación, que prescribe adecuar los contenidos educativos a lo dispuesto en la Constitución Nacional, que define a la Causa de recuperación de Malvinas y demás territorios usurpados por Gran Bretaña como una Causa inclaudicable del pueblo argentino. En cambio, distribuye entre los alumnos primarios de la Ciudad de Bs. As., materiales didácticos donde la figura del soldado es un guardia galés.

Su olvido de los Veteranos de Guerra incluye la no aplicación de las prioridades de vivienda, o el acceso al empleo público, ambos derechos consagrados por la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.

No se acuerda que en la Ciudad que debería gobernar, existe el Paseo Malvinas, que rinde homenaje a los 649 Héroes Caídos en las Islas, cuyas placas y árboles se encuentran deteriorados, la capilla destruida y la llama votiva ya no existe. Se deberá a que en la zona existen “mafias de extranjeros” que atentan contra el uso del espacio público por parte de la “gente de pro”, según su xenófoba expresión ante la ocupación del Parque Indoamericano en diciembre pasado.

En su viaje a Gran Bretaña de febrero de 2009, prometió que si llega a ser Presidente de la Argentina, restablecerá las relaciones “normales” entre los dos países, mientras sus interlocutores se frotaban las manos pensando en los millones de libras que ganarán con el saqueo de nuestros recursos naturales.

Coherente con esta postura tilinga y cipaya, dio instrucciones a su legisladora Paula Bertol para concurrir en febrero de 2010 ante el besamanos en el Foreing Office, el mismo día en que el Gobierno Nacional presentaba su protesta formal ante Londres por la instalación de la plataforma de exploración petrolera Ocean Guardian, y unos días antes que la Presidenta de la Nación y el entonces Canciller Taiana obtenían en Cancún el apoyo unánime de los países latinoamericanos repudiando la nueva agresión unilateral británica.

En cuanto a la seguridad, le compró a la Policía Metropolitana uniformes idénticos a la policía londinense y equipos para realizar espionaje a ciudadanos argentinos, y no encontró mejor excusa para designar al “Fino” Palacios, que el haber recibido la recomendación de las Embajadas de Gran Bretaña e Israel.

Por cierto, los Ex Soldados Combatientes en Malvinas no deseamos ser homenajeados por el Ing. Macri, que se saca fotos con una niña pobre durante la campaña, pero reduce a su mínima expresión los presupuestos sociales de la Ciudad –que, aún así, ni siquiera ejecuta-, forma grupos de matones para sacar a los indigentes de la vía pública, y tiene atrapada a la Ciudad en una red de negocios de empresarios amigos.

Gracias, Mauricio. La memoria de los Héroes de Malvinas requiere ejemplaridad, militancia, compromiso con los más humildes, patriotismo.

Por eso, no te vamos a acompañar en tu acto de campaña. Preferimos estar el 2 de abril con los vecinos de Lugano y de Soldati, en el Paseo Malvinas del Parque Indoamericano, ese que vos abandonaste a su suerte, para echarle la culpa después a los vecinos.

Preferimos compartir el Día del Veterano de Guerra y del Caído en Malvinas con los trabajadores organizados, que pusieron su sangre para recuperar la democracia y cuyos hijos pusimos el cuerpo para recuperar las Malvinas. Con las madres que construyeron su duelo a pesar de la hipócrita y claudicante dirigencia política que, como vos, pronto formará parte del pasado.

(*) Ex Soldado Combatiente en Malvinas
 

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