Es
mejor tener el pelo libre…
Por Gabriel Brener *
La semana pasada en una institución educativa de la provincia de La
Rioja, una maestra de nivel inicial le corto el pelo a un alumno porque
tenía piojos y estaba sucio.1 Dicha acción despertó la furia de la madre
del niño quien irrumpió al día siguiente en la escuela y como represalia
le cortó el pelo a la maestra de su hijo.
“Cabezas rapadas y cintas argentinas” 2 describe un episodio escolar en
el que Rosa del Rio, una directora de una escuela primaria de la ciudad
de Buenos Aires, en el año 1921, decidió cortarle el pelo a gran
cantidad de sus alumnos para evitar la propagación de piojos en la
escuela. Es así que se cruza la calle en busca de un peluquero con quien
regresó a la escuela y en el mismo patio durante el segundo recreo le
afeitó la cabeza a los niños, concretando un acto de higienización
colectiva que ella misma definía así: “nunca más tuve que llevar a don
Miguel al patio. Los rapaditos les enseñaron a los demás que era más
cómodo y más despejado tener el pelo cortísimo. (…)Pero ni esas madres
ni esos chicos sabían nada de higiene y la escuela era el único lugar
donde podían aprender algo. Un patio lleno de mechones rubios y morochos
es una lección práctica.”
Esta obra de Beatriz Sarlo logra de manera elogiable ilustrar una escena
cotidiana de principios de siglo XX, que nos permite espiar o ser
testigos de algo así como un resorte de la maquinaria constructora de
modernidad que tuvo en la escuela un dispositivo estratégico. Escenas
inaugurales en la edificación de un Estado Nacional que al mismo tiempo
que incluía enormes cantidades de niños en la escuela, con la promesa de
un futuro mejor para sus familias, lo hacía a través de un férreo modelo
de disciplinamiento autoritario que solía vulnerar identidades de origen
con la imposición de una lengua, una cultura, un himno y una bandera.
La noticia más reciente, que proviene de La Rioja, forma parte de una
idea de “Violencia escolar” ligada al espectáculo mediático. No porque
la violencia no exista en las escuelas, ya que es constitutiva de las
mismas, sino que requiere de un abordaje responsable, político,
pedagógico y en contexto. Análisis que no tiene nada que ver con la
voracidad del rating mediático que transforma estas noticias en
mercancías y lo único que cuenta es cuanto vende. Pero también agrega
presión al termómetro de una parte de la sociedad que frente a este tipo
de noticias saca a pasear la nostalgia autoritaria acompañada con la
frase se han perdido todos los valores, y ahí nomas se suelta la cadena
con deseos profundamente oscuros.
El episodio que conocemos por el ensayo de Sarlo se ubica en un contexto
de sociedad en que la escuela comenzaba a monopolizar la transmisión del
saber, y la eventualidad de compartir escena con otros referentes como
por ejemplo los medios de comunicación no formaba parte de lo posible.
Analizar ambos episodios, curiosamente parecidos y ubicados en los
extremos de la línea de tiempo de nuestro sistema educativo, es probable
que nos ayuden a comprender mejor la singular relación entre violencia y
escuela tan atravesada por la cultura mediática.
Hay algún parentesco entre ambas escenas Las causas son similares, (con
la salvedad de que una es colectiva y la otra de uno a uno) y a la vez
provocan una respuesta del referente adulto escolar bastante parecida.
Una escena da cuenta de un momento fundacional de la escuela sarmientina,
con toda esa potencia de lo inaugural que parece inquebrantable y sin
fecha de vencimiento. La otra se produce en momentos en que aquella
maquinaria escolar tal como fue pensada se encuentra seriamente
interpelada por la sociedad, revelando de diferentes maneras que esa
lógica de funcionamiento ya no es tan eficaz.
La escuela tal como ha funcionado durante casi un siglo, esa escuela con
las marcas indelebles de las Rosas del Rio es una creación de otro
momento histórico3. Y ello nos obliga a reparar en algunas condiciones
que hacen posible a una y otra escuelas, al contexto. Lo valioso puede
ser distinguir cuáles y de qué tipo son los lazos de parentesco que unen
(o desunen) ambos episodios. Hay dos cuestiones que a mi entender,
ayudan a comprender. Una de ellas está ligada a la visibilidad, la otra
a la reversibilidad4
Cuando Rosa del Rio emplazó a los niños en el patio de la escuela y
procuró la rapada colectiva, seguramente ningún alumno disponía de un
celular con cámara para luego subir las fotos a youtube y transformarse
en noticia de cualquier canal de TV en solo instantes, y entonces ser
repetido cada 10 minutos como si la propia reiteración multiplicara un
episodio en varios. Sin dudas, no hay nada nuevo en las situaciones de
violencia que se producen en las escuelas, lo novedoso consiste en su
mayor visibilidad. En ese sentido podemos hablar de massmediatización de
la “violencia escolar”, del papel que juegan las nuevas tecnologías de
la información. Bien elocuente se torna la propia imagen del mechón de
pelo que acompaña la noticia sanjuanina. Visibilidad que adquiere una
singular jerarquía en una sociedad que late al ritmo cardiaco de los
medios de comunicación.
Otro aspecto que otorga mayor visibilidad refiere a la ampliación de
derechos para diversos sectores de nuestra sociedad. Uno de ellos atañe
a la ampliación de derechos de niños, niñas y adolescentes. Señal de
madurez y democratización social que supone el reconocimiento de la
condición de sujetos de derechos para los más pequeños. Tanto Rosa del
Rio como Claudia Gachón, directora de 1921 y maestra jardinera de 2011
respectivamente, revelan que obraron por el bien de los niños, por su
salud y cuidado sin embargo ambos procederes anulan con ese tipo de
acción su primera (y confesa) intención, en tanto están vulnerando a un
niño como sujeto de derecho.
Aunque hoy resulte extemporáneo o inadmisible, los castigos corporales
son una página relevante de la historia de la escuela como institución.
Hoy mismo es probable encontrar en algún encuentro familiar en que se
cruzan varias generaciones relatos que dan cuerpo a diversos tipos de
violencia física que los adultos ejercían sobre los alumnos, que han
permanecido en silencio o en muchos casos respaldados por los padres.
Los dispositivos de disciplinamiento y control son toda una tecnología
escolar que ha experimentado cambios profundos, reemplazando el castigo
físico por la eficacia de la vergüenza a través del ejercicio de otros
tipos de violencias. Es probable que por estas razones, arraigadas en
las historias escolares y familiares, muchas veces no sorprendan algunas
noticias que revelan violencia física en la escuela de un adulto hacia
un alumno. (“Maestro golpeó a alumno”, “Profesor le propina un cabezazo
a su alumno y los padres lo respaldan”5) Aquí me interesa incorporar la
idea de reversibilidad, en la medida que en esta época comienzan a
adquirir mayor notoriedad situaciones en que se invierte aquella lógica
de violencia física escolar de única dirección y quienes sufren este
tipo de violencia son los adultos de la escuela. Un ejemplo de ello es
lo que ocurrió con la maestra sanjuanina, al ser violentada por la madre
del alumno. (“Echan del colegio a una alumna por pegarle una trompada a
la directora”, “Una maestra denunció que fue golpeada por un alumno suyo
de 12 años”)6
Hace pocos días en algunas escuelas de barrio norte de la ciudad de
buenos aires algunos adolescentes fueron asaltados por otros
adolescentes. Un problema que no es nuevo y requiere sin dudas inmediata
intervención por parte del Estado, ya sea en torno a la seguridad, como
a las políticas sociales y educativas. Como suele suceder, algunos
medios montaron un espectáculo allí donde se requiere mesura y
soluciones. Uno de estos medios fue recreando7 diferentes titulares
escandalosos sobre dicha situación, incluso sostuvo varios días una
encuesta en la que preguntaba si se estaba de acuerdo con que los padres
suministren a sus hijos gas pimienta para hacer frente a estas
situaciones.
Los chicos no bajaron de un plato volador, son hijos de una sociedad
adulta con muchas dificultades para transitar sus problemas a través del
dialogo, una sociedad que ha transitado buena parte del siglo XX por
varias dictaduras y que, aunque viva y apueste a la democracia (asunto
irrenunciable!) suele ofrecer destellos de arbitrariedades,
intolerancias y violencias como primera respuesta.
Las tijeras de Rosa y de Claudia tienen que ser reemplazadas por el
dialogo, por la confianza, por el respeto y el sincero reconocimiento al
otro, en el decir y en el hacer. La imposición sobre el otro “aunque sea
por su bien” debe ser reemplazada por la salida negociada, aunque las
partes sean desiguales, ya sea en la repartija de poder o de saber. Hay
que reponer la palabra allí donde solo se expresa el cuerpo.
Buena ocasión para despegarnos de la animalidad para asumir nuestra
responsabilidad adulta de hacer más y mejor humanidad.
Vuelvo al título y lo completo: “es mejor tener el pelo libre que la
libertad con fijador”. Después, en todo caso, cada uno verá si se hace
una trenza, una colita o si le pide al peluquero o a un amigo que le
afeite la cabeza…
1Para leer mas ingresar a http://www.eldiario24.com/nota/219473/una-maestra-jardinera-le-corta-el-pelo-a-un-alumno-por-tener-piojos-y-estar-sucio.html
2 Sarlo, Beatriz "Cabezas rapadas y cintas argentinas", en La máquina
cultural. Maestras, traductores y vanguardistas, Buenos Aires, 1998
Ariel
3 Tiramonti Guillermina: 2005 “La escuela en la encrucijada del cambio
social”, en Educ.Soc, Campinas, Vol 26.
4 Recomiendo leer artículo de R. Gonzalez Villareal “ Historia de unja
problematización ¿ qué hay de nuevo en la violencia escolar? en http://www.comie.org.mx/congreso/memoria/v10/pdf/area_tematica_17/ponencias/1730-F.pdf
5 http://216.119.137.51/noticias/28/08/2009/maestro-golpeo-a-alumno ,
http://www.capital.com.pe/2011-02-01-profesor-le-propina-un-cabezazo-a-su-alumno-y-los-padres-lo-respaldan-noticia_332494.html
6 http://edant.clarin.com/diario/2006/06/16/um/m-01216766.htm , http://www.larazon.com.ar/ciudad/alumno-golpeo-dejo-internada-maestra_0_129900068.html
,
7 http://www.infobae.com/notas/575794-Padres-ya-compran-gas-pimienta-a-alumnos-de-una-escuela-por-los-robos.html
http://www.infobae.com/notas/575871-Polemica-por-el-uso-de-gas-pimienta-para-que-alumnos-eviten-robos.html
Columna de Educación del miércoles 27de Abril de 2011, en el programa
Uno nunca sabe, por las mañanas de la Radio AM 750. Buenos Aires.
Argentina.
* Gabriel Brener es Lic. Educación (UBA) y Especialista en Gestión y
Conducción del Sistema Educativo (FLACSO). Capacitador y asesor de
docentes y directivos de escuelas. Ex director de escuela secundaria.Co-autor
de “Violencia escolar bajo sospecha” 2009 Ed. Miño y Dávila Bs As.