El
aporte de Franz Fanon dentro del proceso de liberación de
los pueblos
IV encuentro de Afrodescendientes
Por Mireille Fanon-Mendès France
Fundación Franz Fanon
Fanon, que se trate de la locura,
del racismo o del “universalismo” confiscado por los
poderosos, no cesa, en el fondo de probar la posibilidad de
“un vivir juntos”, a la manera de una transformación en
actos de situaciones donde dominados y dominantes tienen
todo a perder en la continuidad de órdenes y desórdenes
existentes. Fanon, ese insurrecto, ese rebelde que lucha
tenazmente y sin fallar contra la dominación ejercida de los
poderosos sobre los débiles, nos aclara hoy a propósito de
la articulación fundamental entre el derecho a la rebelión
frente un sistema social, político y económico que hunde el
mundo dentro del desorden y una colonización de un nuevo
tipo. De esta manera a la violencia colonial la sucedió una
violencia indirecta, hoy el orden colonial contaminó el
territorio de los colonizadores. Por una paradoja donde la
historia tiene el secreto, el “indígena” esta omnipresente
no solamente en su lugar de origen sino igualmente en eso
que Fanon llamaba las “ciudades prohibidas”, donde se
ejercen las formas renovadas de discriminación, él remarca
en Los Condenados de la tierra, "en donde el mundo
colonizado es un mundo dividido en dos (…) La zona habitada
por los colonizados no es complementaria a la zona habitada
por los colonos. Esas dos zonas se oponen pero no al
servicio de una unidad superior (…) Ese mundo fraccionado en
dos esta habitado por especies diferentes. La originalidad
del contexto colonial es que las realidades económicas, las
desigualdades, la enorme diferencia de los modos de vida, no
volverán jamás a ocultar las realidades humanas".
La proximidad del cincuentenario de su muerte, el 6 de
diciembre de 1961, nos hace constatar que, a pesar de la
evolución del mundo, es de una asombrosa actualidad, incluso
si el colonialismo bajo sus formas antiguas ha desaparecido,
numerosos Estados liberados de la opresión colonial han
visto el día.
Pero, ¿en realidad el despojo, la alienación y la injusticia
se han alejado de este mundo? En este punto de vista, un
observador imparcial podría decir, a la luz sangrienta de
guerras imperiales en Irak, Afganistán y en Libia, y también
colonial en Palestina, que la política de los fusiles sobre
la que se fundaron los imperios coloniales, se volvió
activa.
La acción de la obra de Fanon se sitúa dentro del contexto
después de la guerra, marcado por la lucha ideológica entre
el bloque occidental y el bloque socialista, pero la
división es clara. Un tercer mundo surge entre los años
1950-1960 que reivindica su lugar dentro de las relaciones
internacionales y su parte en la distribución de las
riquezas del planeta. Él afirma por primera vez su
existencia política en 1955 en la Conferencia de Bandung,
proclamando su rechazo a la bipolarización del mundo. Muchos
líderes del tercer mundo aparecen al mismo tiempo que los
movimientos de liberación nacional y llevan una lucha cada
vez más radical en África, Asia y America Latina. Los años
1960 fueron marcados por las represiones violentas y los
asesinatos de hombres políticos, quienes representaban la
lucha de pueblos oprimidos.
Es en este contexto que Fanon forjó su reflexión sobre el
papel de la violencia dentro del proceso de liberación y
sobre los riesgos corridos por las antiguas colonias una vez
que adquirieron su Independencia. La producción intelectual
de Fanon ha tenido una gran influencia sobre los
revolucionarios a través del mundo, en África pero también
en Asia y en las Américas. Sus textos no pueden estar
disociados de las circunstancias históricas en las que
vieron el día, pero su pertenencia esta intacta y continúan
inspirando nuevas generaciones de militantes y de
intelectuales tanto en el sur como en el norte. Las ideas en
las lecturas forjadas por Fanon se mantienen como
herramientas eficaces para analizar la actualidad de un
mundo donde la dominación y la explotación han cambiado de
apariencia, pero continúan regidas por mecanismos que
fundamentalmente no han cambiado.
Darse cuenta del aporte de Franz Fanon dentro del proceso
de liberación de los pueblos, nos lleva a presentar las
diferentes etapas de su existencia, de la toma de posición,
del desarrollo y de la formulación de su pensamiento. Su
obra se confunde con su corta existencia, marcada por la
revuelta frente a la injusticia, el principio de realidad y
ética del compromiso.
La segunda Guerra Mundial fue la que motivó el despertar
político del joven Fanon. Espontáneamente antifacista y
mostrando un compromiso concreto por su rechazo al nazismo,
Fanon deja el hogar familiar y parte clandestinamente a
unirse de forma voluntaria a las Fuerzas Francesas Libres
que luchaban contra la Alemania nazi.
Condecorado de la armada colonial francesa, no sentía
verdaderamente el sentimiento de formar parte de los
liberadores. En una carta escrita a sus padres en 1944,
expresa la magnitud de su desilusión, “Yo cometí un error.
Nada absolutamente nada justifica la brusca decisión que
tome de defender los intereses de un latifundista: que yo lo
defienda o no, no le importa”.
Fanon debió constatar que la fuerza movilizada contra el
nazismo alimentaba la ideología racista y practicaba casi
oficialmente la discriminación racista y étnica. El uniforme
se suponía que debería reflejar la igualdad entre los
soldados, el mismo para todos, la realidad es que dicho
uniforme ocultaba difícilmente las insoportables
desigualdades de tratamiento entre negros y blancos.
Después de su desmovilización, regresa a Martinica y luego a
Francia donde se inscribe en la facultad de medicina de
Lyon, donde aparte de sus cursos asiste a aquellos de
filosofía Maurice Merleau-Ponty, lee la revista de Sartre,
Los tiempos Modernos, y se interesa particularmente en Freud
y Hegel.
En su primer libro, Piel Negra, marcara blanca –que debió
ser su tesis para el doctorado- publicado en 1952, Fanon
evoca este choque inaugural con el racismo europeo, que
descubre precisamente dentro de la armada antifacista de De
Gaulle. La aprehensión intelectual del racismo y que engloba
a la vez el cuerpo y el discurso, continúa remarcablemente
en la actualidad, sobre todo desde el punto de vista de la
reaparición sin complejo del discurso racista en Europa.
Fenómeno, hoy en Francia, que llega las escuelas de futbol
para jóvenes de un mismo país, que dentro de un racismo cien
por ciento puros, han sido objeto de un debate indigno a
propósito de cuotas sobre la base del color de la piel, de
los orígenes y de las pretendidas aptitudes físicas
especificas. Piel negra, mascaras blancos es una señal
fundamental dentro de la lucha antifacista, de un mecanismo
descodificado de la segregación y de sus metas políticas.
Analizando los mecanismos del colonialismo y sus impactos
sobre los dominados, Fanon se opone al concepto de negritud
forjado por Senghor y Césaire articulando la lucha contra el
racismo, dentro de un movimiento universal de desalineación
de las victimas del racismo y de los racistas mismos.
Psiquiatra, el retoma las formas terapéuticas basadas sobre
la obligación y la violencia inherentes a la psiquiatría
hospitalaria tradicional.
En 1953, a los veintinueve años, llego al Hospital
Psiquiátrico de Blida y se escandalizo al constatar que la
escuela psiquiátrica de la Argelia colonial, clasificaba a
los árabes argelinos como “primitivos”, afirmando que su
desarrollo cerebral estaba “atrasado”. Así, para los
psiquiatras coloniales, los comportamientos patológicos de
los indígenas se derivaban de causas genéticas y por lo
tanto incurables. Fanon, cercano de sus pacientes y de sus
familiares, descubren entonces la expresión cruda de la
jerarquía de la raza y de una segregación violenta,
comparable al apartheid.
El inicio de la guerra de liberación nacional, el 1er. de
noviembre de 1954, tuvo naturalmente un impacto sobre el
hospital que recibía los pacientes traumatizados por la
experiencia de la violencia, así como de los torturados y de
los torturadores (algunos casos son mencionados en Los
Condenados de la tierra).
Por intermedio de los militantes de la causa argelina,
médicos y activistas, que tomaron a su cargo los muyaidines
heridos, entraban en contacto directo con el FLN (Frente de
Liberación Nacional). En 1956, el gobierno opta por una
política de represión militar brutal y generalizada, él
renuncia, proclamando que como psiquiatra, no podía re
enviar sus pacientes a una sociedad que, fundamentalmente
los aliena y los deshumaniza. Expulsado por las autoridades
coloniales en 1957, se va a Túnez, sede exterior de la
revolución argelina.
Fanon retoma en Túnez sus actividades profesionales y al
mismo tiempo se involucra en la acción política del FLN. Fue
periodista del periódico del FLN, El Moudjahid y nombrado
por el gobierno argelinos en exilio, embajador itinerante en
África. El visito Ghana donde se reunió con Kwame Nkrumah
donde el estudia de cerca los problemas planteados por la
constitución de un Estado Africano independiente; en el
Congo se reúne con Patrice Lumumba, en Etiopía, Liberia,
Guinea y Mali. Su meta era popularizar la lucha del pueblo
argelino por la consolidación de alianzas entre los pueblos
de África y la puesta en práctica del internacionalismo que
caracterizaba su visión en las luchas emancipadoras.
Así su acción cerca de los dirigentes de Mali permitió la
apertura en 1960 de un nuevo frente en el sur de Algeria, al
cual Guinea le suministro armas. De esa misma manera jugo un
papel importante en el envió de armas soviéticas, destinadas
al frente oeste, gracia a la solidaridad del Presidente
Sékou Touré.
Fanon relata sus estadías en África al sur del Sahara en Los
Condenados de la tierra.
En 1959, el editor francés François Maspero, publica el
segundo libro de Fanon, El V año de la revolución argelina,
no es solamente una acusación a Francia por sus crímenes
masivos contra la población argelina, – cerca de cincuenta
años después de la independencia de Algeria, Francia
comienza a reconocer apenas sus crímenes, y de la misma
manera reconoce su gran responsabilidad en el pillaje
sistemático de África y su imposibilidad, a pesar de una ley
para el reconocimiento de la trata de negros y la esclavitud
como crímenes contra la humanidad, a abrir completamente el
capitulo de esa parte sombría de la historia francesa -, se
trata de un ejercicio analítico de los medios de la
revolución argelina y las transformaciones que la inducen
dentro de una sociedad dominada, humillada y gravemente
pauperizada (empobrecida). Esa obra fue prohibida en
Francia, y paradojalmente eso hizo que se hablara de Fanon
en África y en el Tercer Mundo. Fue invitado a foros
internacionales, donde fue escuchado atentamente al punto
que se convirtió en un blanco para las autoridades
francesas.
En primavera del 1961, se comprometido a entregar un
manuscrito a su editor, el cual fu Los Condenados de la
tierra que no trata solamente de Algeria, sino también del
Tercer Mundo en vía de des colonización. El 3 de Diciembre,
recibe el libro en el hospital Bethesda de Washington. A los
3 días, muere de una leucemia.
En 1962, Maspero publica en Presencia Africana, un homenaje
a Fanon; hace también el esfuerzo de publicar sus obras
completas buscando sus textos publicados, a menudo de manera
anónima, en el periódico clandestino del FLN, El Moudjahid.
Para la revolución africana se convertirá en libro publicado
en 1964, el cual fue traducido por Ernesto Che Guevara.
En 1961, fecha de la redacción de Los Condenados de la
tierra, Fanon considera que el período de la colonia esta
irrevocablemente atrás; lo que esta ahora en el tapete es la
evolución de los Estados liberados. Para Fanon, la
construcción de una sociedad justa y prospera debería
fundarse sobre la liberación integral de las mujeres y de
los hombres legado del colonialismo. De este punto de vista
es fundamental identificar las carencias y eliminar las
consecuencias de una presencia devastadora.
Uno de los capítulos de Los Condenados de la tierra, “La
desgracia de la conciencia nacional” es un llamado a los
pueblos liberados del dominio colonial para la promoción de
las elites productivas, dotadas de una conciencia política y
promovida por el sentido del interés general. Si los países
independientes no logran preparar esas elites, triunfara
entonces una cultura de negociantes que no serán otra cosa
que caricaturas del educador occidental, en su
comportamiento y sus modos de consumo. Los movimientos de
liberación se transformaron en partido único, “la forma
moderna de la dictadura burguesa, sin mascara, sin
maquillaje, sin escrúpulo y cínica”. En ausencia de
perspectivas realmente nacionales, la vía de “dictaduras
tribales” estaría abierta: apostando sobre las divisiones
étnicas y sobre las fronteras “heredadas” del colonialismo,
esos nuevos poderes, llevados por los dirigentes de ayer,
terminaran provocando el desmoronamiento de nuevos Estados.
Estas puestas en guardia fueron pronunciadas al alba de las
independencias, celebradas con entusiasmo y fervor. El
análisis lucido de Franz Fanon alertaba de manera
asombrosamente premonitorio sobre los desvíos susceptibles
de afectar los Estados poscoloniales. El describe con años
de avance la patología neo colonial, la perpetración de la
dominación por la sumisión de gobiernos nacionales corruptos
y antipopulares a los intereses de las antiguas metrópolis
coloniales. Si estas estructuras coloniales no explican por
ellas mismas el fracaso de las independencias africanas,
este medio siglo fue la demostración despiadada de la
eficacidad de las bombas retardadas legadas por las
potencias coloniales. La independencia de países colonizados
se convirtió para Fanon una etapa preliminar y necesaria,
pero no constituía de ninguna forma el fin de un proceso de
liberación.
Fanon fue uno de los pensadores de la revolución argelina
que se ubicaba fuera de toda reducción dogmática o de
interpretación doctrinal. Progresista y antiimperialista sin
referencia “teológica” al Marxismo, cerca pero sin
obediencia ninguna, del campo socialista. Como lo decía el
sociólogo Inmanuel Wallerstein, en una formula concisa pero
muy exacta: “Fanon leía Marx con los ojos Freud y leía Freud
con la mirada de Marx”. La liberación del hombre y su
no-alienación fue para Fanon el último objetivo de la lucha
política sin estilo, sin rigidez pero sin concesión.
Era un hombre indivisible, que no podría ser reducido a una
dimensión particular de luchas; era antiracista en nombre de
la universalidad y anticolonialista en nombre de la justicia
y las libertades. En ninguna parte de el se le encuentra la
mas minima voluntad de revancha ni de estigmatización de los
blancos como quisieran presentarlo hoy los teóricos piratas
del "esencialismo" y lo que llamaríamos choque de
civilizaciones.
Sus detractores, que se encuentran entre los “intelectuales”
neoconservadores, intentaron un juicio por brujería a titulo
de una supuesta apología de la violencia traduciendo su
desconocimiento de la obra de Fanon y su mala fe racista. La
violencia defendida por Fanon – como ultimo medio de
reconquistarse a si mismo por los que son negados,
explotados y reducidos a la esclavitud - y esta de la
legitima defensa de los oprimidos que sufren de la
violencia, todavía mas grande, de la dominación, de la
desposesión y el desprecio.
Esto lo llevo a sobre vivir mas allá de generaciones. Su
análisis de patologías sociales y políticas del racismo es
de una sorprendente actualidad, su análisis político,
psicológico y social sobrepasa el contexto dentro de lo cual
fue elaborado, conservando al día de hoy una congruencia
sorprendente.
Su lucidez y su independencia lejos de aislarlo, a pesar de
la desconfianza de los marxistas “ortodoxos” prisioneros del
dogma, le permitieron ganar la estima y el respeto de
combatientes de la libertad e independencias.
Fanon fue una referencia mayor para los militantes ilustres
como Comandante Che Guevara, Amílcar Cabral, Agostino Neto,
Nelson Mandela, Mehdi Ben Barka y muchos más.
En África, en Europa Fanon aparece hoy más actual que nunca.
Tiene sentido para los militantes africanos de la libertad y
de los derechos humanos, tiene sentido también para todos
los Africanos y los Árabes en contra de los cuales se
expresa, tanto en los medios de comunicación como en los
propósitos de las elites de ciertos estados, un racismo sin
complejo, recobrando así violentamente un no deliberado
racismo.
Tiene sentido puesto que la emancipación es la primera meta
de generaciones que llegan a la madurez política. Muchos de
los africanos aprendieron que esa lucha para la libertad, la
democracia y los derechos humanos son llevada contra los
potentados locales pero de la misma manera contra los
gobernantes del orden neo-colonial que los protege, los
utiliza para robar los recursos y los descarta cuando ya su
tiempo se acaba.
El pensamiento de Fanon continúa inspirando hoy a todos los
que combaten para el progreso del hombre en todo el planeta.
En este mundo donde el sistema de la opresión, el atropello
del humano no para de renovarse y de adaptarse, su
pensamiento es un antídoto contra la renuncia. Es el arma de
una pasión lucida para el combate incesante por la libertad,
la justicia y la dignidad de mujeres y hombre. La liberación
de los pueblos y de los individuos de la esclavitud y de la
alineación queda un objetivo, la emancipación esta por
venir.
Si Franz Fanon estuviera vivo, ciertamente no le hubiese
gustado ser considerado como una autoridad canónica fuera
del contexto de su lucha y de su testimonio escrito. Al
contrario constantemente subrayo desde su primer libro hasta
el último, que un pensamiento viviente debía siempre ser una
compromiso en una situación dada. La resistencia continua, y
cincuenta años después Fanon nos exhorta a no abandonar la
lucha en este espacio social donde las mujeres y los hombres
ordinarios pueden poner nuevamente en discusión y desplegar
la energía y la sabiduría de un verdadero proyecto político.
Fuente:
http://Franzfanonfoundation-fondationFranzfanon.com/?p=1039
www.rebelion.org