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Algo
habrá hecho el haitiano
Por Veronika Engler
¿Se acuerdan de cuando las violaciones se justificaban porque las
mujeres provocaban a los hombres usando ropa ajustada, polleras
demasiado cortas o escotes pronunciados?, aunque parezca mentira
vamos camino a eso en lo que respecta a explicar las “bromitas” del
ejército uruguayo. Solo nos queda por leer o escuchar que el
muchacho haitiano provocó sexualmente a los soldados y tenía bien
merecida la “broma” que le gastaron. Quizás terminen condecorándolos
por dar justo escarmiento a quien lo merece.
A medida de que el tiempo pasa surgen nuevas denuncias en las que el
contingente uruguayo de cascos azules está involucrado. Como si esto
fuera poco, en antiguas investigaciones y documentos, queda
claramente plasmado que este tipo de situaciones no son nuevas, hay
más denuncias que han sido barridas debajo de la alfombra. Si vamos
más atrás en el tiempo encontramos que peores prácticas han sido
aplicadas a nuestros compatriotas; tortura, asesinatos y
violaciones, sucesos que nuestro presidente cataloga como hechos del
pasado y que él ya perdonó. Los factores en común son lo bizarro de
la situación y que son acontecimientos que tampoco se han podido
esclarecer. Queda comprobado que la hombría de nuestro valeroso
ejército se sustenta en la cobardía de agredir, vapulear y denigrar
a otros seres humanos, lo hacen en grupo y con armas. Curiosa forma
de demostrarlo, pero sin duda una de las favoritas.
Lo importante parece ser la imagen del ejercito uruguayo y del país,
no el problema de fondo que es la falta de justicia. Problema que se
hizo más público porque un video circuló en youtube, en las redes
sociales y de teléfono en teléfono por el mundo. ¿Qué hubiera pasado
si esta violación no se filmaba? ¿Si no tenía la difusión que tuvo?
Obviamente habría quedado archivada como una de las tantas denuncias
que existen, o quizás ni siquiera salía a luz. Por lo pronto el 22
de agosto el secretario de Estado Breccia declaró que según las
indagaciones realizadas descartaban totalmente la veracidad de la
denuncia, obviamente no contaban con el surgimiento de nuevas y
contundentes pruebas y más obvio aún es que esta práctica de
“barrido” ha servido para descartar muchas denuncias anteriores.
Ahora tampoco sirven las pruebas, no hay delito estamos de nuevo en
el punto de partida.
Parece que nuestros soldaditos se divierten en grande con menores,
nacen hijos fruto de las “misiones de paz”, canjean “favores” por
comida, fomentan la prostitución, aterrorizan a las poblaciones que
supuestamente van a ayudar, y arrojan los desperdicios y excrementos
a la playa, pero eso también debe ser un montaje para
desprestigiarnos. Los políticos cuidan la imagen que nos quieren
vender de este nuevo ejercito, renovado inocente y puro que no tiene
nada que ver con las desapariciones, torturas y asesinatos de antaño
y mucho menos con las aberraciones de ahora.
Las conclusiones preliminares de las investigaciones urgentes
iniciadas por la ONU, la Armada y el Ministerio de Defensa Nacional
descartan el abuso, no hay delito ya que no le quitaron toda la ropa
ni muestran en el video los genitales de los abusadores. Lo curioso
es que en estos últimos días se escucharon las declaraciones del
ministro Huidobro en las que prohibía que se le llamara broma al
suceso, ahora en los informes definen el abuso como broma. El
presidente Mujica prometió resarcir a la víctima y su familia… pero
ya no hay delito y por lo tanto no hay víctima, ¿qué es lo que
realmente pasa en esta historia? ¿de qué se disculpó con el
presidente de Haití si no hubo delito? a qué arreglos llegaron para
seguir metiendo la basura debajo de la alfombra?
El País Digital del 08-09-2011 escribe:
”El ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, puso
en conocimiento de la comisión de Defensa de Diputados las
conclusiones preliminares de las investigaciones urgentes iniciadas
por la ONU, la Armada y Ministerio de Defensa Nacional.
La primera de ellas establece que "los marineros son responsables de
incurrir en actos de mala conducta", como "cualquier conducta
obscena, ruda, fuerte, falaz, de irrespeto o inadecuada".
También dice que "del análisis del video se descarta la posibilidad
de intención de abuso sexual ya que no le sacaron la ropa", y "se
puede apreciar que uno de los marineros aparece sin camisa, con el
short abrochado sin mostrar sus partes privadas".
La investigación del capitán del contingente naval concluye que todo
fue una "broma" a un local con el que tenían relación de vecindad y
relativa amistad". No constata la violación.
En las conclusiones de la información de urgencia que fuera
dispuesta por el Ministerio de Defensa Nacional, con fecha 31 de
agosto, en el punto uno se expresa que no existen indicios de actos
de abuso sexual hacia el civil haitiano”.
Es un caso aislado dijeron, por culpa de cinco irresponsables la
imagen de todo un país queda manchada, ese es el gran problema según
las declaraciones de los políticos que escuchamos a diario desde que
este video se dio a conocer y les prometo que me da más vergüenza
esa actitud de oscurantismo que el lamentable hecho en si, por que
esa actitud habilita a más violaciones, a más abusos, a mucha más
impunidad. Desvían la atención, aíslan y minimizan el problema para
poder darle curso y archivarlo lo antes posible, castigados los
malhechores se cumple con las formas, ahora ni siquiera será
necesario ese castigo, quizás una reprimenda con sanción baste. El
problema de fondo sigue creciendo como un cáncer dentro de las FFAA
y lo peor es que puede llegar a tener serias consecuencias para la
población uruguaya y los países que deban ser “auxiliados“ por las
“misiones de paz“.
¿Por qué no se investigan todas las denuncias donde se acusa a las
FFAA de violaciones, de abusos a menores, de atropellos?, ¿son todas
bromas y mentiras?. Las de antes y las de ahora. La respuesta es
simple, porque no se trata de eso, a los militares les han surgido
fieles defensores, paradójicos paladines que saben muy bien de lo
que estos uniformados son y fueron capaces de hacer. Es aterrador
pensar en las alternativas que llevan a estos supuestos defensores
de los DDHH, algunos de ellos pertenecientes a la comisión
interministerial sobre Derechos Humanos a “equivocarse” tanto en el
análisis de una situación sumamente grave.
Somos los felices poseedores de una gran “caja de Pandora”, no
sabemos que puede salir de allí si se destapa, pero a esta altura lo
sospechamos. Vemos un comportamiento consecuente; falta de voluntad
para resolver los problemas de DDHH en Uruguay, ridículas excusas
que apuntan a una errónea “actitud democrática”, como si la justicia
no tuviera un valor concreto y propio, como si un criminal no
debiera ser juzgado y pagar por sus delitos, como si cada aberrante
caso de abuso dentro del ejército fuera un hecho aislado o
justificable, como si el resto de los militares, políticos,
periodistas y población que calla no fuera cómplice en su silencio o
en su mentira. ¿Hasta dónde y a quienes abarca esa complicidad? ¿Qué
tipo de compromisos han adquirido esos políticos con las FFAA?.
Distintas situaciones, idéntico sadismo. Distintas épocas pero el
mismo sinfín de actitudes que han contribuido a evitar a que se
llegue a una resolución definitiva a favor de las víctimas, que
impiden que se investigue e imparta justicia. Escuchamos a Lacalle,
el mismo que dijo en un programa de Mirta Legrand que en Uruguay
había una docena de desaparecidos, exigir reparación para las
víctimas militares blandiendo un escrito con la firma de Tabaré
Vázquez, solo porque tiene espacio para hacerlo, solo porque se
juega al juego que ellos inventaron y que tanto combatimos desde la
izquierda. Cada vez está más claro el significado de la frase “no es
lo mismo ser gobierno que ser oposición“, una vez en el gobierno se
pierde el horizonte revolucionario, se defiende lo que otrora se
atacó, se vende la integridad al bajo precio de la necesidad y se
termina siendo un poco más de lo mismo con matices de políticas
sociales y algún que otro detalle de poca monta.
En este caso la diferencia no la hizo la denuncia, existen varias
denuncias de las que no se habla y que fueron desmentidas, tampoco
lo hicieron las supuestas investigaciones ya que lo primero que
hicieron en Uruguay fue desmentir y disfrazar el hecho,
adjudicándole índole de broma y ”morta” al abuso, que ya no es tal.
La diferencia la marcó la publicidad a raíz del video, cuando dicho
video fue sacado de youtube, ya era tarde, porque ya había sido
distribuido por todos lados, las redes sociales, páginas de Internet
ayudaron a que esto sucediera rápidamente. El silencio de la víctima
dejó de ser justificado, ya sea por amenazas, que las hubo, o
presión social y obligó a la familia a dar un paso al frente. Como
una reacción en cadena aparecen nuevas denuncias y con ellas nuevas
evidencias que serán enterradas, disimuladas y justificadas.
Como una conducta consecuente, cada vez que surge un problema en el
que están involucradas las FFAA hay un sinfín de contradicciones,
pruebas que aparecen y desaparecen o se invalidan al otro día como
si aquí nada hubiera pasado. De un informe médico donde había una
evidente penetración, una víctima afectada y una familia
consternada, pasamos a enterarnos que son todos amigos. Demasiadas
declaraciones contradictorias y por supuesto mucha mentira al igual
que en el caso del ”presunto” (palabra que está de moda) video con
amenazas militares.
En otro plano, pero que está estrechamente relacionado con este tipo
de actitudes vemos que a pesar de que es vox populi que la situación
del INAU es complicadísima, que lo es la de los gurises que van a
parar allí, Huidobro propone que menores internados en el INAU
asistan a las escuelas de especialidades de la Armada. Mujica
declaró inmediatamente que "es muy importante tener claro que la
equidad de los sectores más postergados económicamente pasa por la
formación". No se si preocuparme por el trato que estos jóvenes van
a recibir allí o en lo que los va a convertir la ”formación” que les
van a dar, pero tengo clarísimo que lejos de ser una solución es una
aberración. En lugar de dar tratamiento especializado a estos
internos, que en una gran mayoría lo necesitan debido a las
situaciones familiares y sociales que les ha tocado vivir, los
convertimos en milicos. Imaginen a esos gurises que por un lado
Pedrito quiere poder encerrar a los 16 años y por otro lado Bonomi
cerca con mega operativos con permiso para portar un arma y
reprimir…
¿A qué nos va a llevar ese romance de políticos progresistas con
militares?, ¿que va a pasar cuando alfombra no pueda tapar tanta
basura?
Lo único que me queda claro es que hay que cuidarse mucho de las
“bromas“ de los soldados, ojalá que nunca tengamos que recibir en
nuestro país “misiones de paz” y ojalá que los demás países dejen de
tener que padecerlas.
Veronika Engler 08-09-2011
http://www.simplesite.com/veronikaengler
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