Crónica
de una noche agitada: La derecha y el teflón
Por Conrado Yasenza *
Los cacerolazos ocurridos el Jueves 13 de Septiembre, en Plaza de Mayo y en
distintos barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (sumado a Mendoza, en
donde la concurrencia fue cuantiosa) merece un análisis profundo, y constituiría
un error desestimar su número y contundencia.
(Digresión al caso: Atravesé la ciudad para asistir a un programa de radio, y
pude ver como por cada bocacalle y en confluencia hacia las Avenidas más
importantes de Buenos Aires, brotaban en cantidad importante los caceroleros)
1) El cacerolazo no fue espontáneo. Toda la semana hubo una profusa actividad de
mails y arengas en las redes sociales convocándolo. Junto a la convocatoria
desplegada viralmente, Eduardo Amadeo y el Peronismo de Derecha (el que Julio
Bárbaro describe como " los que no se fueron de la Plaza") sumaron esfuerzos
para aportar "gente" y militantes a la causa del teflón.
2) El panfleto llamando a "El Cacerolazo", contenía una serie de
frases-consigna-slogans huérfanos de argumentación. Además, el libelo fue una
sucesión de falacias idénticas a las que todos los días Carín, La Nación y sus
satélites periféricos, propalan y transmiten incansablemente. Las más mentadas:
la inseguridad, la falta de libertad de expresión, el control sobre "sus"
dólares ( o sobre la posibilidad de adquirirlos), el autoritarismo del Gobierno
Nacional, y algunas bien descriptivas del contenido de clase: "con nuestros
impuestos le pagamos la AUH a los vagos"
3) La concurrencia fue variopinta, heterogénea, es cierto. Pero no menos cierto
es que en esas caras de ira, en esos ojos enfurecidos, subsiste un odio
histórico. Y ese odio tiene un nombre: Peronismo. Y , más precisamente, hoy
Kirchnerismo. Los hechos no son lineales ni unívocos, pero la reacción a la
ampliación del paradigma de ciudadanía en contraposición al de consumidor, es lo
que hace intolerante para las capas medias-altas y medias, la irrupción y
continuidad del Kirchnerismo. Y este odio a todo aquello que huela a popular, a
justicia social, a políticas que se dirijan a los sectores más desprotegidos y
olvidados (y hasta aun no incluidos), revela un hilo de continuidad histórica en
relación al desprecio profundo, visceral, de clase, que los sectores de la
burguesía, las clases dominantes del poder fáctico, real, y aquellos que siempre
buscaron reflejarse en ese espejo que deforma pero engaña, sienten por lo
popular, por el goce deseante de los populismos nacionales, y por los procesos
sociales y políticos que abrazan y protegen a los sectores más débiles.
De todos modos, el hecho es aun más complejo, porque ayer también se sumaron al
teflonazo, sectores populares que han sido cooptados por la maquinaria
contundente de los medios de desinformación. Además, claro, de la propia
complejidad del Peronismo: Allí estuvo Eduardo Amadeo, con camión y música de
Jairo, alentando a tomar el Palacio de Invierno (en una paródica inversión de
las tragedias que, da la sensación, amenazan cíclicamente a nuestro país).
4) La reacción de la restauración conservadora no debe ser desatendida ni por el
Gobierno, ni por los militantes orgánicos, ni por quienes adhieren a este
proyecto nacional y popular. Las derechas no descansan; sólo se repliegan para
aunar fuerzas y dar el zarpazo cuando las condiciones objetivas así lo disponen.
Se arropan con pieles de cordero para ocultar todo el horror de su fiereza
contenida.
El paisaje variopinto, y hasta por momentos patético (hubo allí burdas danzas
que hacián confluir cierto espíritu murguero con una reminiscencia pop a lo
Woodstock, con mujeres bailando en corpiño y otras yerbas que los periódicos
buscaron como dato de color) todavía no ha sido cohesionado, pero las fuerzas de
la reacción conservadora, junto a los medios con posiciones dominantes para
quienes cada vez está mas cerca el 7 de Diciembre, trabajan para encontar la
figura que los aúne, que agrupe a la manada de lobos ofuscados por la pérdida de
privilegios. Y este no es un dato menor.
En otros párrafos hacía referencia a ciertas continuidades en la línea del
espacio-tiempo histórico: Bien, la derecha burguesa, oligárquica, imbuida de
racismo y odio, subsidiaria de la Ley de Enfiteusis, de los exterminios de los
pueblos originarios, de las masacres de 1909 ( Semana Roja); de la masacre de
los trabajadores en 1919 ( Semana Trágica), de los asesinatos de obreros rurales
en La Patagonia en 1921, de los bombardeos a Plaza de Mayo en 1955, de la
complicidad para instaurar en toda la República la más sangrienta dictadura
cívico- militar en 1976, que asesinó, diezmó e instaló un régimen económico
abierto a los mercados, que se consolidó en lo ´90 con el menemato, digo esa
derecha, que llama a sus cruzados de clase y azuza a aquellos seres tomados por
el temor, por la pereza intelectual - seamos francos, supina ignorancia - y por
perspectivas de índole individual,
(paradigma consumista), esa derecha, la de ayer y la de hoy, es la que tiene por
fin último y objetivo claro, destituir a la Presudenta Cristina Fernández de
Kirchner, presidenta elegida por el voto popular -55 por ciento - en elecciones
libres y democráticas. Presidente Mujer, potente, atractiva, inteligente y
decidida en sus convicciones de ejercer con autoridad el poder político.
No acudirán las derechas a las antiguas modalidades del Golpe de Estado, pero
tienen otros elementos de poder con los cuales intentarlo seriamente: El Poder
Económico Transnacionalizado, la poderosísima acción destituyente de los medios
con posiciones dominantes, que además son socios del poder económico
trasnacional, y la complicidad de sectores privilegiados.
(Digresión dos, y ¿dudas?: ¿Algunos de los que ayer golpeaban su cacerolas y
tocaban las bocinas de sus automóviles, votaron en Octubre de 2011 al a
Presidenta? Es posible. Las evidentes mejoras económicas, y quizás en menor
medida, algunas políticas puntuales de ampliación de derechos, hayan inclinado
al votante indeciso por Cristina. Pero el paradigma es el de Consumidor, y ese
paradigma no asimila el concepto de ciudadanía y bien común. El hecho
contundente que revela esta afirmación es el descontento que generó el control a
la compra de la divisa norteamericana para ahorro. "Se metieron con mi bolsillo,
con mi dinero, con mis dólares. Esto no es Cuba ni Venezuela" afirma el
ombliguista medio indignado. ¿Podrá el Kirchnerismo seducirlos en la elecciones
de medio término y hacia las presidenciales del 2015? Este cronista no puede
afirmarlo, pero sí sospechar del maleable y cambiante humor de ciertos sectores
poco interesados por las políticas que tiendan a buscar el bienestar común, y en
comunidad.
Lo dije en otras columnas, y no creo que sea redundante remarcarlo: La situación
es compleja, difícil, muy parecida a la vivida en 2008 con la rebelión del agro-power.
La derecha reaccionaria y fascista siente que cobra nuevos bríos, que ciertos
inconvenientes económicos sufridos por nuestra economía, y como coletazo
inevitable de la peor crisis del capitalismo financiero, generan aquellas
condiciones objetivas para volver a intentar la destitución.
E insisto, es demasiado lo que está en juego: Nueve años de políticas sociales
reparadoras y transformadoras de la vida del pueblo, y todo lo que aun falta por
hacer en esa dirección. No debemos menospreciar la capacidad de daño de esta
derecha que parece aletargada, dormida, agazapada, hasta que encuentra el
momento justo, oportuno, para dar el golpe, el temible y desgarrador zarpazo
(mientras disfruta con su sonrisa de hiena).
Dependerá del Gobierno Nacional hacer el mejor y más acertado de los análisis
sobre la hora y la situación.
Y de nosotros dependerá el compromiso para defender un proceso político
democrático, popular, libre, feliz, deseante, que hoy se encuentra acechado por
las oscuras e históricas fuerzas de la reacción fascista y antidemocrática.
* Periodista. Dtor. de La Tecl@ Eñe – Revista de Cultura y Política
www.lateclaene.blogspot.com
Septiembre 2012