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CONDENAS
POR EL ASESINATO DE LOS CURAS CARLOS DE DIOS MURIAS Y GABRIEL LONGUEVILLE
“Se cumplió el juicio y castigo”
Los familiares de los sacerdotes frente al tribunal en junio, antes de que
comenzara el juicio que concluyó ayer,
El ex general Luciano Benjamín Menéndez, el vicecomodoro Luis Fernando Estrella
y el ex comisario Domingo Benito Vera fueron condenados a prisión perpetua.
Cumplirán la sentencia en una cárcel común.
Luego de 36 años, cuatro meses y nueve días de impunidad, el ex general Luciano
Benjamín Menéndez y otros dos represores fueron condenados a prisión perpetua
por los asesinatos de los sacerdotes tercermundistas Carlos de Dios Murias y
Rogelio Gabriel Longueville. En una sala repleta, con más de 200 personas
expectantes en la calle, el Tribunal Oral Federal de La Rioja ordenó revocar las
excarcelaciones del vicecomodoro Luis Fernando Estrella y del ex comisario
Domingo Benito Vera para que cumplan la sentencia en una cárcel común. “Se han
cumplido las dos banderas fundamentales de los organismos de derechos humanos:
juicio y castigo. El juicio fue ejemplar, con todas las garantías del Estado de
derecho, y el castigo fue acorde a lo que las leyes vigentes indican. La Rioja
dio un paso tremendo hacia adelante”, celebró el abogado Guillermo Díaz
Martínez, querellante en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de
La Rioja. Desde ayer son 348 los condenados por delitos de lesa humanidad.
Comunidades cristianas de base, miembros del Seminario de Formación Teológica,
de organismos de derechos humanos, junto con ex presos políticos y militantes
sociales esperaron la sentencia en una vigilia que comenzó el jueves a la noche.
“Es el momento de la verdad que permite la Justicia, que nos llevará a la paz”,
reflexionó el obispo riojano Roberto Rodríguez. Murias y Longueville “quisieron
vivir el Evangelio con toda libertad y transparencia, tenemos que ver la fuente
de su valentía”, dijo “No se trataba de una ideología o fin político: fueron
fieles al Evangelio, por lo tanto no pueden ser tratados de marxistas o
comunistas”, se distanció del discurso de la Iglesia durante la dictadura. “El
amor pide justicia, no venganza. Rogamos por la paz y la justicia para que sea
un gran día para la Diócesis y para La Rioja”, se esperanzó.
Por la mañana, los acusados dijeron sus últimas palabras. “He presenciado la
mentira durante todo este proceso y me proclamo inocente”, dijo Estrella, según
la FM América de La Rioja. “Mis acusadores dirigen su odio y violencia contra
quienes ostentamos la condición de militar y ésta es la verdadera artimaña de la
acusación de la que soy víctima”, agregó. Vera, de buenos contactos con sectores
de poder riojanos, se declaró “totalmente inocente” y dijo tener su “corazón
lleno de paz”. Menéndez, por videoconferencia desde el penal de Ezeiza, dijo que
el juicio era “inconstitucional”, ironizó que eran “supuestos culpables de
supuestos crímenes” y reiteró su habitual perorata sobre la “guerra contra la
subversión marxista internacional”.
A las 19, con la calle repleta de banderas y bombas de estruendo de fondo, el
juez José Quiroga Uriburu, secundado por Carlos Lascano y Jaime Díaz Gavier,
leyó la sentencia. Rechazó pedidos de nulidades e incompetencias y declaró que
“los hechos tratados constituyen delitos de lesa humanidad en el marco del
terrorismo de Estado”. Declaró a Menéndez coautor mediato de los secuestros y
los homicidios, agravados por alevosía, por la participación de más de dos
personas y, en el caso de Murias, también por ensañamiento. Las mismas figuras
aplicaron a Estrella y a Vera. Para sorpresa de querellantes y fiscales, el
tribunal los absolvió por el delito de tormentos. Los jueces ordenaron revocar
el arresto domiciliario (en la causa) de Menéndez, que seguirá en el penal de
Ezeiza, y ordenó el alojamiento de Estrella y Vera en una cárcel provincial.
También ordenaron enviar a primera instancia las pruebas sobre la participación
del ex alférez Ricardo Pessetta, con falta de mérito pese a las pruebas de su
actuación en la inteligencia previa a los secuestros, y del policía Juan Carlos
Romero, que tiene arresto domiciliario por el asesinato del obispo Enrique
Angelelli, por el que será juzgado en 2013.
“Se ha hecho justicia”, admitió a la salida del tribunal el obispo Rodríguez,
según informó la FM Fénix. “Espero que Carlos y Gabriel puedan descansar en paz
y que se encauce el camino de justicia y verdad para el asesinato del obispo
Angelelli”, dijo la senadora Teresita Luna. “Hay muchos compañeros que ya no
están y que me hubiera gustado que estuvieran para compartir este momento de
justicia”, agregó. “Recuperamos la fe en la Justicia”, afirmó la senadora Hilda
Aguirre de Soria. “Era lo que se pedía. Estamos muy contentos. Ahora nos queda
el juicio por el asesinato de Angelelli. Hoy es un día de profunda emoción”,
confesó.
Alegatos por Sebastián Casado
Comenzaron en La Plata los alegatos ante el Tribunal Oral Nº 1 en el juicio oral
por la apropiación de Sebastián José Casado Tasca, en el que son juzgadas dos
imputadas, Nora Raquel Manacorda y Silvia Beatriz Molina, por los delitos de
sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años, y falsificación de
documento público. Los jueces Carlos Rozanski, Pablo Jantus y Pablo Vega
encabezaron el debate en el que expusieron la querella, el Ministerio Público
Fiscal y finalmente las defensas. Casado Tasca fue el nieto 82 recuperado por
Abuelas de Plaza de Mayo en 2006, cuando tenía 27 años. Había comenzado su
búsqueda con las fotos publicadas en Internet.
Casación confirmó la condena de Luis Patti
La Cámara de Casación confirmó las condenas a Luis Abelardo Patti, Santiago Omar
Riveros y Reynaldo Bignone, entre otros genocidas, dictadas por la Justicia
federal de San Martín en el marco de los juicios por delitos de lesa humanidad
cometidos en Campo de Mayo. El ex policía y ex intendente de Escobar había
intentado conchabarse como diputado nacional, pero el Parlamento impugnó su
diploma y no pudo asumir la banca con la que pensaba perpetuar la impunidad de
la que venía gozando. Patti, Bignone y Riveros fueron condenados en abril de
2011 a prisión perpetua por el asesinato del ex diputado justicialista Diego
Muniz Barreto, Gastón Gonçalves, la tentativa de homicidio de Juan Fernández,
las desapariciones de Carlos Souto y Luis y Guillermo D’Amico, y la detención
ilegal de Osvaldo Arriosti. También figura entre los casos de Campo de Mayo el
del asesinato del joven militante comunista Floreal “Negrito” Avellaneda, y el
secuestro de su madre. En agosto de 2009 Riveros fue condenado a prisión
perpetua, y otros cinco represores subordinados al ex jefe de Institutos
Militares recibieron penas de 25 a 8 años. El Tribunal Oral Federal 1 de San
Martín consideró que por la sistematicidad y gran escala de los delitos
cometidos en la ex zona IV se trató de crímenes de lesa humanidad. El Negrito
Avellaneda tenía 16 años cuando lo secuestraron en 1976 junto a su madre, ambos
fueron torturados en la comisaría de Villa Martelli y en El Campito. Iris
sobrevivió, pero su hijo no. Su cuerpo apareció en la costa uruguaya con signos
de tortura por empalamiento.
08/12/12 Página|12
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