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El
miedo azul
Por Conrado Yasenza*
Días de miedo azul, de trapo Blue reflotado, de operadores locales del miedo
laborando en su fase o versión especulativa para instalar la idea de una
inminente tormenta económica de dimensiones incalculables, superior a cualquiera
de las anteriores vividas y sufridas por los habitantes de este suelo, no por
ellos. Entonces, es interesante ver cómo el pequeño burgués sigue aferrado a
suscribir cualquier teoría del miedo económico -miedo disciplinador del
colectivo social - en una suerte de autoagresión simbólica y física que hasta
pareciera disfrutan. Patologías del pequeño burgués. Es que se sabe, el miedo
disciplina pero enturbia la razón también.
El Amo Financiero, con sus operadores locales, azota al esclavo con sus
profecías de descalabro económico, y el esclavo - en su versión de jactanciosa
ignorancia política - asume el miedo y lo encarna, y batalla en su favor, y
predica profecías que no requieren de verificación alguna ya que el Amo
Financiero la ha dictado, y los medios del poder – que es su poder – lo han
escrito y replicado en todos sus soportes gráficos y tecnológicos. Y el Amo sabe
de la complacencia de los esclavos inútiles, pero le interesa especialmente
sojuzgar a aquel que se halla en severas condiciones de vulnerabilidad, a
aquellos que dependen de su trabajo mal remunerado, o a quienes son asistidos
por el Estado con programas de inclusión.
El miedo, el terrorismo económico, es siempre la herramienta disciplinadora de
las sociedades. Nosotros, los argentinos, lo vivimos durante el Alfonsinismo con
el alza de la paridad cambiaria del dólar y el posterior Golpe de Mercado; lo
padecimos profundamente con el congelamiento del tipo de cambio - la ilusión
menemista que alimentó el torpe deseo de ser primer mundo- y el ahogo financiero
de la banca acreedora internacional mediante las fluctuaciones de los activos
bursátiles. Y ya durante el gobierno del desorientado De la Rúa, donde los
laboratorios fabricantes de ansiolíticos vieron incrementar sideralmente sus
ventas, producto de una ansiedad que estableció su artillería en el alma y
cuerpo de cientos de miles a través de la agudización del miedo (permítaseme la
metáfora, no son datos estadísticos), los Amos del Mercado Financiero y sus
gurúes locales arremetieron con el riesgo país (Ese índice que se nos
proporcionaba como dosis diarias de Soma y en abstracto, y que es “la diferencia
entre la tasa de interés del bono del Tesoro de Estados Unidos a diez años con
la de uno similar argentino”, nos explica Zaiat). Todas las mañanas los
noticieros nos martirizaban con la temperatura y el índice de riesgo país, y
otro día entonces de pánico y locura en Argentina.
Desde el 2003 en adelante ese ciclo del terror que vivimos en las tres etapas
políticas brevemente reseñadas – y son sólo los períodos políticos desde la
recuperación de la democracia en 1983 –se quebró con el pago total de la deuda
con el FMI (que en estos días pasados nos sancionó y censuró porque somos el
peor ejemplo que las economías europeas podrían intentar emular para tratar de
salir del drama social que viven), con la cesación de pagos y la renegociación
de la deuda con la mayor quita de la que se tenga registro, disminución de la
tasa de interés, extensión de los plazos de pago y todo ello sostenido con
fuertes reservas en el Banco Central - reservas obtenidas de modo soberano.
Ocurrió así que el Amo Financiero se quedó momentáneamente sin elementos para
atemorizar y disciplinar. Hasta que en estos días volvió a desempolvar el nuevo
pero últimamente olvidado trapo Blue (que es la cotización y comercialización
del dólar por fuera del circuito formal). Y entonces, nuevamente, el esclavo
asustado - que es el burgués asustado - entró en pánico. Volvieron a subir las
ventas de ansiolíticos (otra vez, permítanme la metáfora que no es dato
estadístico), y los perversos propaladores locales del Amo Financiero - esclavos
con ventajas, digamos - reiniciaron el ciclo del martirio con el relato de sus
profecías acerca de un inminente nuevo desastre económico por venir.
Y este es el ciclo del miedo que el Amo impone sobre el esclavo. Y aunque muchos
se hayan liberado del atroz círculo vicioso del Terrorismo Económico, son muchos
todavía también los que no desean despertar y liberarse porque el miedo ya ha
colonizando sus almas y se encuentran confortablemente anestesiados. Y ese es el
pequeño burgués asustado que clama por sus derechos individualistas y que como
producto de la colonización de su alma, brama, grita, insulta y odia todo
aquello que reverbere en la cavidad oscura de su plexo, a proyecto colectivo y
solidario, a Economía Política, a beneficios para los más vulnerables - que
están expuestos también al terrible poder de la pavura - a Economía Social de
Estado y a pueblo. Mientras tanto, los operadores con risa y dientes de hiena,
aun esclavizados por su afición al metal y corrompidos por el egoísmo, conspiran
para sostener la maldita máquina que arrasa con almas y cuerpos: La Trampa
Económica con sus ciclos de miedo y teorías del shock y rapsodias en blue
(perdón Gershwin)
*Periodista – Dtor. de la Revista Digital de Cultura La Tecla@ Eñe
www.lateclaene.blogspot.com
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