La
Irrupción de lo inesperado
Por Gabriel Brener*
Lo indecible
El suicidio es algo muy difícil de entender, pero el suicidio de un docente en
el aula de sus alumnos es por lo menos incomprensible.
Este hecho trágico marca el inicio de " Profesor Lazhar"1, y se mantiene latente
durante todo el film. Sin embargo, algunas notables escenas y una serie de
paradojas nos ofrecen algunas pistas para torcer semejante oscuridad animándonos
a revisitar aquello que se emparenta con la vida y la existencia en común.
Cuando se tapa algo que necesita salir, cuando se evita hablar de lo que se
quiere decir, suele suceder que aquello acontezca, de algún modo, sin previo
aviso. Que irrumpa de manera inevitable.
Aunque lo que motiva la trama fílmica es un suicidio, sin eludirlo, propongo
pensar y preguntarnos desde la escuela como afrontamos lo indecible, aquellas
pequeñas enormes cuestiones de lo que no se habla. La muerte, un suicidio son
situaciones que no solo duelen profundo, sino también perturban y requieren un
singular cuidado en su abordaje. Sin dudas, en la película los adultos se
empeñan en este intento. No es que no hay voluntad de cuidar, sino que a veces
esa motivación no alcanza para construir la mejor respuesta. Suele ocurrir que
se acude a especialistas, sin dudas buen indicio, pero allí a veces nos
detenemos, como si se tratara de recurrir a un alguien que va a solucionar el
problema, y “nos pasamos la pelota”, sin darnos cuenta que los demás adultos
somos parte de ese problema. El profesor Lazhar nos interpela sobre la
implicación de todos los adultos de la misma escuela, de ese curso, pone de
manifiesto lo que late en los más pequeños, reconoce el valor pedagógico que
supone dar visibilidad a la escritura de una alumna que no le permiten hacer
pública, intenta romper el silencio temeroso de los adultos. Lazhar nos revela
que en muchas ocasiones somos los adultos que necesitamos hacer algo entre
nosotros para luego hacerlo mejor con nuestros alumnos. Ocurre que a veces
quedamos atrapados en la propia gramática escolar, donde lo habitual de tan
natural no nos sorprende y entonces, como sucede en el film, los chicos abordan
este hecho traumático con un especialista en la 2º hora de la mañana y en la 3º
retoman el dictado inconcluso de la 1º con su Profesor Lazhar, a quien piden no
se involucre en dicho momento.
Lo inesperado
Este relato fílmico también nos abre la puerta a conversar sobre la irrupción de
lo inesperado, y entonces revisar los modos de mapear a nuestros niños, niñas y
adolescentes, así como interpelar diversas problemáticas sociales que no suelen
invitarse a pasar a las aulas, no solo por negarles acceso, sino también por la
dificultad e imposibilidad de involucrarnos con asuntos tan difíciles,
controvertidos como el consumo de drogas (legales o ilegales),la trata de
personas, el aborto, el suicidio, como también cuestiones ligadas a la
construcción democrática de la sexualidad, los noviazgos violentos, como
diversos tipos de violencias físicas o simbólicas. Todas ellas aunque no se les
abra la puerta de las aulas, se meten por las ventanas, o por cualquier rendija
de la escuela.
Alfredo Carballeda2 es quien lo plantea en términos de la irrupción de un sujeto
inesperado, poniendo en evidencia las dificultades que tenemos en las
instituciones para hacer lugar a muchos adolescentes, especialmente a aquellos
que pertenecen a familias que por primera vez acceden a este nivel del sistema
educativo. Sabemos que aun conservamos vestigios o nostalgias de un ideal de
alumno de aquella escuela secundaria que conserva la marca indeleble de la
“selección natural”, de un colegio diseñado para no tantos. La escuela es una
institución expuesta desde su origen a la tensión entre permanencia y cambio, y
ha sido una gran herramienta de inclusión ciudadana en nuestra historia
latinoamericana, pero ha sido dominante durante largos años una inclusión
excluyente, en la que incluir fue equivalente a homogeneizar, señalando y/o
condenando la diferencia como deficiencia. El siglo XXI, de la mano de la ley de
educación nacional3, nos desafía a una inclusión más democrática en la escuela,
con diversidad de sujetos, de problemas sociales, y la necesidad de ampliar la
participación de cada uno y todos sus actores, y desde allí asumir el desafío de
una formación de ciudadanía activa, critica y responsable con y por los otros.
Se trata de una oportunidad estratégica para más y mejores encuentros
generacionales, donde se junten y dialoguen la cultura escolar con las culturas
juveniles, mediáticas, populares, o tecnológicas.
Se mira y no se toca
“Profesor Lazhar” pone al descubierto la necesidad de revisar los modos de
cuidar, los gestos en la enseñanza, el contacto entre las personas, en especial
entre adultos y estudiantes. Una alumna y su maestro parecen reprimir con la
misma intensidad la necesidad de darse un abrazo (penalizado por la normativa
escolar), para comprenderse mutuamente, para ofrecer amparo al otro cuando
invade la angustia.
Somos parte de una sociedad que aún conserva huellas de una época signada por la
supremacía del individualismo como salvación, en donde el otro es casi siempre
una amenaza, y la desconfianza el sentimiento más entrenado, por lo que
cualquier gesto de afecto que tiende al lazo es sospechado de abuso. El profesor
de educación física, revela su impotencia cuando reconoce no poder ayudar a
realizar ciertos ejercicios corporales por la limitación de las normas sobre el
contacto físico, por lo que reconoce que los chicos dando vueltas al patio es la
salida más habitual que empobrece dicho espacio educativo.
La contención, un abrazo, una caricia, todos actos sospechados de corrupción por
un dominante sentido común que antepone la sospecha y la desconfianza ante el
cuidado del otro.
Hace algunos años, Estanislao Antelo advertía sobre la falsa antinomia entre
cuidar y enseñar, saliendo al cruce de aquello que lo uno excluye a lo otro. Es
imposible enseñar sin cuidar o viceversa, en el marco de lo que queremos ocurra
en nuestras escuelas. 4
Paradojas necesarias
El profesor Lazhar insiste en la necesidad de hablar y hacer hablar como formas
de procesar el dolor, sin embargo omite presentarse con sus propias dolencias,
ligadas a su historia e identidad. Cree y hace creer en el valor de las
palabras, de la literatura como reparación del dolor, como puente para (re)situarse
en el mundo, como pasaporte de humanidad, sin embargo en un momento lo traiciona
su propia mano con un suave pero condenable golpecito en la cabeza de un alumno.
Y al saberse excluido de su labor en el aula, escribe y lee un cuento en voz
alta y repara con una caricia a aquel alumno con quien se había sobrepasado.
Al igual que con el profesor François en el filme “Entre los muros”5, “Profesor
Lazhar” nos invita a seguir la sinuosidad de sus contradicciones, ofrece gestos
que ofician de llaves, así como se confunde en sus propias paradojas y silencios
(como cualquiera). Siempre resulta doblemente valioso el cine o la ficción, como
excusa para pensar la escuela y la labor de los adultos que allí nos
zambullimos, y más aún si nos distanciamos de la necesidad de modelizar, de ver
en un personaje el ideal de profesor, expectativa que nos sobrepasa por lo poco
creíble, porque aumenta la impotencia. Preferible un personaje que muestra
grises, tropiezos, buenos intentos, también errores, que al observarlo podemos
sentirnos más cerca, o mejor aún, aumentar el debate y disminuir el silencio,
nos identificamos con algún gesto y rechazamos aquel otro. Nos emociona pero
también nos enoja...
De esto SI se habla
Existen multiplicidad de experiencias formativas en nuestras escuelas que
ofrecen tiempos y espacios para reflexionar y aprender con los otros en torno a
estas temáticas tan sensibles y controvertidas. Me interesa señalar, dada mi
implicancia, la existencia de políticas y acciones desde el ministerio de
Educación Nacional para acompañar y fortalecer la reflexión y respuestas de las
escuelas frente a estos temas y situaciones problemáticas. Entre ellas,
“Hablemos del tema”6 una campaña que apunta a la prevención de adicciones,
centrada en el consumo problemático de alcohol en adolescentes. A través de un
recurso lúdico se interpela las propias prácticas de consumo, con información
relevante de las mismas para reflexionar sobre ello, y buscar entre pares y con
los adultos formas de cuidado, prevención y protección. El Programa Nacional de
Educación Sexual Integral en cumplimiento de la ley 26.150 realiza múltiples
acciones para garantizar el derecho de niñas, niños y adolescentes al acceso de
información relevante en torno a la construcción de su propia sexualidad. Se
trata de contenidos significativos acordes a las necesidades de cada uno de los
niveles del sistema educativo. En estos días se acaba de presentar el segundo
cuadernillo7 para la escuela secundaria, que a través de diversos recursos
didácticos propone que estudiantes y docentes reflexionen y revisen
problemáticas sociales ligadas a embarazo a edades tempranas, abuso sexual,
trata de personas, enfermedades de transmisión sexual, noviazgos violentos, así
como puedan debatir e interpelar diversas representaciones y actitudes sobre las
identidades sexuales, los estereotipos sobre lo masculino y lo femenino, entre
otras cuestiones. Es importante dar a conocer estas movidas, que son algunos
ejemplos, de un conjunto de dispositivos y emprendimientos socioeducativos que
acompañan y fortalecen las trayectorias educativas de nuestros y nuestras
estudiantes.
1 Monsieur Lazhar, película dirigida por Philippe Falardeau. Canadá. Año:2011
2 Alfredo Carballeda La intervención en lo social. Editorial Paidós. Buenos
Aires. 2002
3 Ley de Financiamiento Educativo (26075). 09/01/2006 Establece un incremento
escalonado del presupuesto para la educación, ciencia y tecnología desde el 4%
del PBI en 2006, al 6% en 2010.
Ley de Educación Sexual Integral (26150). 23/10/2006 Todos los alumnos tienen
derecho a recibir información veraz, científica y pertinente sobre educación
sexual integral, en todos los establecimientos educativos del país desde el
nivel inicial al superior.
Ley de Educación Nacional (26206). 27/12/2006. Otorga al Estado Nacional la
responsabilidad indelegable de proveer educación y fijar la política educativa.
Establece la obligatoriedad de la enseñanza desde la sala de 5 años hasta el
último año de la escuela Secundaria.
Ley de Protección Integral de los Derechos de niñas, niños y adolescentes
(26061). 21/10/2005 El Estado garantiza la protección integral y el disfrute
pleno, efectivo y permanente de los derechos reconocidos en el ordenamiento
jurídico nacional e internacional a todos los niños/as y adolescentes. Se
enmarca en el principio de reconocimiento del interés superior del niño...
4 http://www.me.gov.ar/monitor/nro4/dossier4.htm
5 Filme “Entre los muros” (L. Cantet, 2008) una reflexión sobre el mismo en
http://denadiesyderechos.files.wordpress.com/2010/02/pensarentremuros_brener.pdf
6 http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-206187-2012-10-23.html
7
http://portal.educacion.gov.ar/prensa/gacetillas-y-comunicados/noviazgos-violentos-y-trata-de-personas-temas-del-nuevo-cuadernillo-de-educacion-sexual-integral/
* Gabriel Brener es Lic. Educación (UBA) y Especialista en Gestión y Conducción
del Sistema Educativo (FLACSO). Es Subsecretario de Equidad y Calidad Educativa
del Ministerio de Educación de la Nación. Trabajó como capacitador y asesor de
docentes y directivos de escuelas. Ex director de escuela secundaria. Co-autor
de “Violencia escolar bajo sospecha” 2009 Ed. Miño y Dávila Bs. As.
03/05/13