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Derivaciones
del caso Milani
Por Conrado Yasenza *
Las derivaciones en torno al Caso Milani se espesan cada vez más. Ahora
reaparecen, como cuando la designación de Bergoglio como Papa (Peronista y
Argentino), cuestionamientos y acusaciones sobre Horacio Vertbisky (y sobre Raúl
Kollman también).
Juan Salinas, en su blog
Pájaro Rojo
afirma: "Toni Kollman es el ladero habitual de Verbitsky y Página/12 para tareas
sucias, y un hombre con muy buena sintonía con la Secretaría de Inteligencia y
más precisamente con el superagente Antonio Horacio "Jaime" Stiusso, que acaso
controle a la mayoría de los espías y que está sospechado de sabotear a la
presidente Cristina Fernández de Kirchner desde que decidió buscar un
entendimiento con la República Islámica de Irán para destrabar la paralizada
investigación que debería identificar a los asesinos que demolieron la AMIA y
mataron a 85 personas."
Soy periodista pero lo cierto es que escapa a mi conocimiento esta actividad del
periodista Horacio Vertbisky, hasta donde sé, un profesional serio, responsable
y con 50 años de trayectoria y militancia. No tengo elementos para afirmar que
Vertbisky y Kollman hagan "tareas sucias", que es como acusarlos de
quintacolumnistas.
Además de esto, que ya es grave, la nota de Salinas deja ver que como parte de
la Operación "zancadilla a Milani", Vertbisky intenta tomar distancia del
Gobierno Nacional y quedar a resguardo del daño que el Grupo Clarín le infligió
a la Presidenta, mediante la carta que el CELS (que lleva la firma de su
Presidente, es decir, Vertbisky) le envío al Presidente de la Comisión de
Acuerdos del Senado de la Nación, en donde se informa que ante los nuevos datos
"el pliego de ascenso de Milani debe ser rechazado", mientras que Salinas,
citando a Eduardo Anguita, sostiene que de nuevo nada tenían esos datos, ya que
constaban en el expediente de La Comisión Provincial de Derechos Humanos de la
Rioja.
Escribe Salinas: "Pero lo más llamativo es que Anguita discrepa abiertamente con
el comunicado del CELS firmado por Verbitsky. Así mientras éste asegura que el
último documento presentado recopila materiales obtenidos en "expedientes
judiciales y en actuaciones provinciales y nacionales de las que el Ministerio
de Defensa nunca fue informado", Anguita no solo dice, como la Presidenta, que
no hay nada nuevo en la última presentación del CELS, sino también que en el
Ministerio de Defensa se sabía del vínculo entre Milani y el caso Ledo... lo que
daría respuesta a lo destacado por el CELS acerca del motivo por el que Ledo no
figuraba en la lista de soldados conscriptos desaparecidos elaborada hace cuatro
años."
Y también se sostiene en la nota y a través de lo escrito por Anguita en su nota
del diario Tiempo Argentino, que en el Ministerio de Defensa se tenía
conocimiento - algunos cuadros - sobre los datos que obran en expediente y que
incluso se informó que algunos funcionarios del Ministerio recomendaron no
proponer a Milani al cargo.
Allí, quizá la responsabilidad política de la que hice apenas mención días
atrás. Y así todo, esta responsabilidad no es objetiva y sólo se consigna como
hipótesis atendible luego de leer la nota de Anguita.
Lo peligroso de esto es nuevamente asistir a la desacreditación de Vertbisky
bajo la sospecha de tener vínculos, a través de su "ladero" Raúl Kollman, con la
SI (ex SIDE) y ser promotor de "operaciones sucias - o tareas, lo cual es peor
por la connotación simbólica del término utilizado.
Por edad, este periodista desconoce si existe alguna suerte de antiguas
querellas políticas entre periodistas, no saldadas en el pasado y que se
reactualizan en nuestro presente.
La Presidente tendrá que estar muy atenta a los varios flancos de ataque que el
caso Milani "disparó".
Lo que sí aportan estas acusaciones es la creación de un clima de profundo
desconcierto o confusión hacia el interior del campo nacional y popular, y en
tiempos electorales. Es excesiva la acusación de Salinas que denuncia la
conspiración de Vertbisky y Kollman, desde el diario Página 12 y contra la
Presidente. La investigación sobre la participación o no de Milani en actos que
lo comprometan con el Estado de Excepción instaurado por la dictadura
cívico-militar en 1976, deberá ser dirimida por la Justicia.
Este cronista no cree admisible la acusación contra Horacio Vertbisky. Su
compromiso con la defensa de los Derechos Humanos, su militancia a favor de los
juicios a los genocidas y con las políticas de Verdad, Memoria y Justicia, ponen
sí bajo duda la denuncia realizada por Juan Salinas.
Y una certeza: El Grupo ha asestado su mejor golpe lo cual indica que jamás debe
subestimarse el poder fáctico que aún posee; pleno, intacto.
*Periodista - Dtor. de la Revista Digital de Cultura y Política La Tecl@ Eñe
www.lateclaene.wix.com/la-tecla-ene
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