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De
Tomates, shocks y Agro-Power
Por Conrado Yasenza*
La semana pasada uno de los temas de la agenda periodística fue “el tomate”. En
realidad se trata de un capítulo más en la saga de la “aventura del tomate” o de
“Todo lo que Usted siempre quiso saber sobre precios y no se animó a cuidar”.
Una re-edición hostil de la traición a los acuerdos firmados o convenidos. La
expresión de una farsa, que si no fuera por cómo afecta el poder adquisitivo de
los ciudadanos junto al daño que la nunca conformada burguesía nacional intenta
infligir al Gobierno Nacional, quedaría en eso: Farsa y grotesco . La realidad
es que tanto en la cuestión del precio del tomate como en el intento de
controlar la inflación y los esfuerzos por frenar las “corridas” especulativas
mediante los vaivenes en el valor del dólar ilegal, lo que está en juego es dos
proyectos o modelos de país: Uno, el de la intervención reguladora del Estado en
la actividad de los mercados, intervención que busca sostener los niveles de
empleo, el consumo interno y el poder adquisitivo del pueblo trabajador; y otro,
bueno, ya lo conocemos, lo hemos sufrido hasta el derramamiento de sangre de
compatriotas: El dominio absoluto del Mercado por sobre la acción del Estado
junto a la implementación de brutales medidas de ajuste, de recortes del salario
y el gasto público. Es decir, la ortodoxia económica capitalista; la fase
superior del imperialismo, parafraseando a Vladímir Ilich Uliánov- Lenin.
Y ello va acompañado de un accionar constante de esmerilamiento, de desgaste del
Gobierno que los enemigos políticos y financieros a este proceso político,
vienen realizando desde el mismo 25 de Mayo de 2003. No pudieron ver convertido
en hecho político la frase de Claudio Escribano escrita en el diario La Nación:
“Los argentinos han decidido darse un gobierno por un año”. Pero no cejan en su
vocación por hacerse nuevamente de la hegemonía política y para ello han
persistido en su táctica de “guerra de trincheras”. Allí, el vivo recuerdo de la
asonada patronal-campestre, el Agro-Power, de 2008; el lobby político local a
favor de los fondos mal llamados buitre; la construcción de sistemáticas
operaciones de prensa cuyo modus operandi ha sido el de instalar abstracciones
de una efectividad lingüística, publicitaria y política pasmosa: El enigma de
las bóvedas y la dilapidación de los fondos públicos para “negocios” espurios, o
la “plata de los jubilados”, o la “Re-re-elección de Cristina ( las Islas
Seychelles entraron en el menú de opciones junto al escándalo mediático
protagonizado por Leandro Fariña, Federico Eláskar, el pobre Rossi y, claro,
Lázaro Báez, el superdemonio de los “afanos” kirchneristas) Así hasta llegar, en
nuestros días, a las dos versiones del “fin de ciclo” y a esa apuesta de cartas
marcadas para que estos dos años de gobierno se transformen en un "caos" social
y económico.
Para ello trabajan. Lo sabemos: Luego de los shocks económicos y el caos social
y emocional, del que nuestro país tiene una profunda memoria, queda el terreno
fértil para la restauración de las más terribles políticas económicas, donde los
"patrones" vuelven a ser los mercados y los financistas con sus empleados como
funcionarios de gobierno, mientras que el pueblo aleccionado por el shock y el
miedo sobre los "males del populismo", acepta mansamente y casi en su totalidad,
las baterías económico-financieras que atentan directamente contra ellos, es
decir, contra nosotros, y contra nuestras vidas, nuestros trabajos, nuestra
salud, nuestra educación y nuestro futuro. Y decía que el tamaño del enemigo es
muy grande y poderoso, además de regional, como ha quedado evidenciado en los
desabastecimientos, al mejor estilo del Chile del 73´, que viene sufriendo
Venezuela bajo el constante hostigamiento del caprilismo junto a la CIA, la NSA
(Agencia Nacional de Seguridad) y sus socios – ¿o son ellos mismos? financistas.
O el permanente asedio al Ecuador de Correa y a la Bolivia de Evo. Aunque es
necesario plantearse, como lo ha escrito Emilio Modesto Guerrero, los desafíos y
posibles retrocesos de los gobiernos progresistas de Suramérica.
Pero volviendo al tema inicial, el que dio la impresión de tener visos de
banalidad que no fueron tales. El tan mentado caso del tomate es una muestra de
lo que intentamos describir párrafos arriba: El Secretario de Comercio, Augusto
Costa, y el Ministro de Economía, Axel Kicillof, mediante la herramienta de
detección o alerta temprana de irregularidades en el acuerdo de los precios,
pusieron en claro dos aspectos contundentes del poder de “fuego” en la suba de
precios: 1- La importancia de ir monitoreando y manteniendo contactos
permanentes con los representantes de toda la cadena de valor. Esto es vital:
Para tomar cualquier medida que pueda ser efectiva hay que conocer en detalle la
estructura de costos en la producción de bienes; 2 - La puesta en evidencia,
mediante el anuncio en potencial, por ejemplo, de la importación de tomates del
Brasil, de cuáles son los sectores que violan acuerdos y atentan contra los
intereses populares. En este caso hay que citar el caso del Sr. Alfredo Coto,
presidente de la Asociación de Supermercados Unidos, quien firmó el convenio
voluntario de precios acordados y la semana pasada inició una operación de
desestabilización anunciando que por problemas climáticos el precio del tomate
subiría. Es decir, trató de enmascarar la operación con un "problema estacional"
que justifique la suba de precios, cuando los técnicos, productores y analistas
(y parte del sector de consumidores) que están en el tema saben perfectamente
que estamos en el pico de producción del mentado tomate. Pero los productores,
amenazados en sus posibilidades de colocar sus productos y verlos finalmente
pudrirse a la vera de un camino (como lo he visto personalmente en las quintas
de Abasto, San Ponciano, en la zona de La Plata) y con esa visión, ver también
cómo se esfuma el esfuerzo de su trabajo e inversión al tiempo en que se
diluirían los ingresos por la venta del producido (tomate en este caso)
denunciaron que no faltaba el tomate y que no existía tal problema climático. He
allí el valor de la detección temprana de alteraciones en la cadena de valor,
las reuniones del Secretario de Comercio con los productores primarios de frutas
y hortalizas, y el inteligente anuncio de Kicillof que produjo la visibilización
del accionar desestabilizador del Sr. Coto.
Por otro lado, es importante también señalar la fuga de información desde el
Gobierno que Alfredo Coto aprovechó para instalar este episodio. Pero Coto es
sólo uno de los que siempre están atentos para sacar provecho y ganancias de
posibles errores del Gobierno y de las operaciones que se realizan para
esmerilarlo. Un ejemplo de ello es la foto política del último fin de semana:
Sergio Massa, se reunió este fin de semana, con los representantes de las cuatro
entidades agrarias. Que dice esa foto: Menos (o casi nulo) Estado, más Mercado
sin intervenciones, y menos impuestos para el sector. El “sector” denominado
“campo” viene sosteniendo que la actividad está en una situación crítica. Pero
el verdadero interés del Presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel
Etchevehere, y sus tres laderos está contenido en este dato: “La Argentina
desplazó a China como tercer productor mundial de oleaginosas a partir de la
campaña 2012-2013, ya que por su muy buena cosecha de soja el país alcanzó una
producción total de 52,79 millones de toneladas de semillas oleaginosas.Así,
superó al país asiático, que ascendió a 50,15 millones de toneladas. Así lo
afirmaron los especialistas Julio Calzada y Emilce Terré de la Bolsa de Comercio
de Rosario, en la última edición del Informativo Semanal de la entidad.” Diario
Ámbito Financiero http://www.ambito.com/noticia.asp?id=721817. Y este gráfico
que da cuenta del alza de los precios de los granos en los mercados
internacionales, es otro dato significativo: http://www.ambito.com/economia/mercados/granos/
En estos datos se concentra el interés por eliminar todo tipo de retenciones que
devendrían en abultados ingresos en dólares a las arcas-bolsillos de los 4
Jinetes del Agro Power. Mientras tanto, el verdadero productor se encuentra cada
vez más postergado en el reparto de la renta del agro. En algo coinciden el
presidente de la SRA y el ministro de Agricultura y Ganadería de la Nación,
Carlos Casamiquela. Mediante un comunicado, Agricultura anunció que la
producción de trigo de la presente campaña (2013/14) se ubicaría en 9,2 millones
de toneladas. Etchevehere lo reconoció en declaraciones periodísticas pero
arguyó que la cosecha anterior había sido muy por debajo de lo esperado.
Sin dejar de advertir que la sojización es una actividad que se ha expandido en
detrimento de otros cultivos y también de la ganadería, desconocer que el
interés que guía a Etchevehere y la mesa de Enlace es la anulación total de las
retenciones y de la intervención estatal en sus negocios, es de una ingenuidad
preocupante. Hay archivos y declaraciones que afirman lo escrito aquí.
Luego de haber iniciado esta nota desde el “caso tomate” y haber pasado
brevemente por aspectos económicos de la cuestión “campo”, persisten los
interrogantes que subyacen como una acechanza, como la visión de aquella piedra
que espera pacientemente el pie que ha de toparse, otra vez, con ella: ¿Son
viables los acuerdos con las hienas y en su territorio? ¿No existe un esquema
económico aplicable para establecer y lograr un cumplimiento real de precios que
no pase por los acuerdos con los lobos disfrazados de corderos? ¿No se pueden
acortar las cadenas? ¿No se puede trabajar con el productor primario
directamente y evitar intermediarios? ¿En frutas y hortalizas es tan importante
la participación de los Supermercadistas para asegurar precio y calidad? ¿Es
improbable, técnicamente imposible, fomentar mercados populares, ferias francas?
Quien escribe estas líneas no es economista, aunque lee y le interesa la
política económica. De ese interés es que surgen estas reflexiones e
interrogantes. Dependerá de la centralización de informaciones, de los buenos
diagnósticos, de los sistemas de alerta y detección temprana no sólo de aumentos
de precios, de acercarse más al productor primario, y de lograr sintonizar con
fineza el ecualizador de todas las medidas y políticas que la heterodoxia
económica del Ministro Kicillof promueve. He allí el gran desafío: Los menús
ortodoxos están escritos y son aplicables para sus cultores tanto en épocas de
bonanza como en tiempos de vacas flacas. La heterodoxia siempre la tiene más
difícil: No hay bitácoras pre-establecidas. Es dinamismo y creatividad. Y luego,
no dejar al albur el resultado de tamaña empresa. La restauración ortodoxa
acecha a la vuelta de la esquina.
*Periodista. Dtor. Revista La Tecl@ Eñe
http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene