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Las
cadenas del endeudamiento. FORJA y la deuda externa
Por Juan Godoy*
Es nuestra intención abordar en estas líneas el análisis que realiza la Fuerza
de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA), acerca del endeudamiento
externo. Acerca de cuál es realmente el papel que se pretendió y se pretende con
el mismo. En este sentido, FORJA analiza el primer empréstito contraído por
nuestro país, como demostración de los mecanismos que se valen los países
colonialistas y/o imperialistas para sojuzgar a los pueblos. El lector sabrá
apreciar, en estas breves líneas, que la senda que nos marca el pensamiento
nacional sigue absolutamente vigente.
Brevemente, FORJA fue una agrupación surgida como una ruptura al interior del
radicalismo. Este movimiento nacional amplio contenía en su seno sectores
propulsores de un proyecto nacional-popular, y al mismo tiempo sectores
fuertemente conservadores, y como este puñado de muchachos considera que el
movimiento nacional no puede estar conducido (aunque sí pueden formar parte),
los sectores conservadores, y ante la entrega de las banderas más consecuentes
del yrigoyenismo que hace el alvearismo, dan nacimiento a esta agrupación, que
también viene a denunciar (por primera vez en forma profunda y sistematizada
sostiene Hernández Arregui), la injerencia del imperialismo británico en nuestro
país. En un sótano de la Ciudad de Buenos Aires surge FORJA que grita: “SOMOS
UNA ARGENTINA COLONIAL: QUEREMOS SER UNA ARGENTINA LIBRE”.
En este sentido examinan la cuestión de la deuda externa que más que como
posibilidad de desarrollo “ha operado como un instrumento de saqueo y sumisión
semi-colonial. En tal sentido ha sido un personaje permanente de nuestra
historia, oculto, a veces, de prepotente presencia, en otras oportunidades” (Galasso,
2008: 13), o bien como sostiene uno de las principales denuncias en la pluma del
patriota Alejandro Olmos: “esa deuda es, pues, el común denominador de la
desgracia de América Latina (…) La deuda debe ser un problema convocante en esta
hora trascendental del destino latinoamericano (…) es clave para un replanteo de
la lucha política en los países deudores. Porque la solución es política y no
económica” (Olmos, 2004: 82-84). Pero vayamos con los forjistas, y el comienzo
de esta historia infame de la deuda.
En la pluma y voz de Raúl Scalabrini Ortíz será, sobre todo, que FORJA enjuicie
el endeudamiento externo. Así, Scalabrini demuestra que nuestro país no cayó en
el endeudamiento por necesidad, o por debilidad, sino más bien por astucia, y
penetración del colonialismo o imperialismo británico, en complicidad con la
oligarquía local. La deuda no se contrae por necesidades fiscales (que ya
estaban cubiertas, y es más arrojaban superávit). También deja de lado los
argumentos que pretenden el no reclamo de la soberanía nacional ante los
usureros imperiales por temor a las condenas del capital trasnacional. Es “el
pasado, de donde arranca el paulatino sometimiento argentino, así enderezado en
su realidad efectiva, servirá a la obra de manumisión nacional” (Scalabrini
Ortíz, 2012: 323)
FORJA, como decíamos, analiza profundamente el primer empréstito para demostrar
el mecanismo que utilizan las potencias, por eso que “para muestra basta un
botón”. De esta manera cuenta que de nuestro primer empréstito contraído con la
Casa Baring Brothers por 1 millón de libras esterlinas (parte de los diez
empréstitos hechos por Inglaterra entre 1822-1826 por casi 21 mil millones de
libras en nombre de las colonias españolas), llega al país un monto muchísimo
menor. El empréstito aparece así como una imposición.
Las investigaciones dicen que poco más que la mitad es lo que tendría que haber
llegado al Rio de la Plata, no obstante esa suma no llega en metálico,
Scalabrini sostiene que han llegado unas 140 mil libras esterlinas, casi 120 mil
en letras, y el resto en oro, y es más el empréstito sostiene el forjista sirve
como desbloqueo a las utilidades de los comerciantes británicos en la
ciudad-puerto (Scalabrini Ortíz, 2001). ¡El resto solo Dios, la burguesía
comercial entreguista y los financistas británicos sabrán! Afirma Scalabrini:
“el primer empréstito argentino no fue más que un empréstito de desbloqueo, un
modo de transportar en forma permanente las ganancias logradas por los
comerciantes ingleses en las orillas del Río de la Plata. Es decir, que ese
primer empréstito representa una riqueza que se llevó de la Argentina a
Inglaterra, no una riqueza inglesa que se trajo a la Argentina. Ésta es la
interpretación más favorable a Inglaterra (…) Lo más desfavorable linda con la
brutal denominación de coacción y aun de estafa internacional” (Scalabrini Ortíz,
2012: 324-325)
Este es el “precio” por el reconocimiento de nuestra independencia. Es de
recordar que recién para principios del siglo XX se termina de pagar el
empréstito, llegando a pagar entre cinco y ocho veces más (es decir 8 millones
libras esterlinas). ¡Una estafa! No hay negocio, o más bien hay negocio para
pocos. Rememoramos, pedimos 1 millón de libras, se sabe que llegaron 140 mil (la
mayor parte en letras), se cree que llegaron algunas más (como desbloqueo), y se
pagó cerca de 8 millones de libras. Lamentablemente debemos decir que es “moco
de pavo” con lo que va a venir más tarde (sobre todo con la última dictadura
cívico-militar, y la segunda década infame). Sumado a todo esto debe
considerarse que “monstruosas y vejatorias, tal es efectivamente la adjetivación
que merecen las garantías del empréstito de 1824 (…) las tierras públicas han
quedado hipotecadas, es decir, afectadas, por el mismo acto (…) Desde el 1º de
julio de 1824, la tierra pública argentina sólo era argentina en cuanto a su
ubicación geográfica” (Ibídem, 336-337)
Pero nuestra intención, como la de FORJA no es abrumar con datos, sino ir a la
estrategia de sometimiento que denotan éstos. FORJA considera que el
endeudamiento de los países coloniales o semi-coloniales corresponde a un cambio
de método de sometimiento de las potencias luego de nuestros procesos
independentistas. Antes las armas, ahora la penetración económica, “el imperio
británico usará métodos nuevos en el transcurso del siglo XIX. Conseguirá
tributos de riquezas, de productos, de trabajo, merced a la habilidad. Sólo
usará la fuerza para destruir unidades muy resistentes o conductores muy
precavidos (…) La primera arma de dominación económica es el empréstito”.
(Ibídem, 329-330) Rechazados los británicos en 1806-1807 buscarán otro camino
para someter a nuestro país. Recordemos que el imperialismo seguirá utilizando
la fuerza, lo que será oportunamente denunciado por FORJA, por ejemplo cuando la
Batalla de la Vuelta de Obligado, o con la ocupación de Nuestras Islas Malvinas
en 1833.
¿Había otro camino se pregunta Scalabrini? y se responde que sí, y encuentra un
ejemplo claro. Mientras Mitre en nuestro país transfiere la deuda de la
Provincia de Buenos Aires al Estado Nacional, y contrataba un empréstito de 2,5
millones de libras esterlinas con Gran Bretaña del cual llega menos del 70%, el
Mariscal López en el Paraguay desarrollaba fuertemente desde el estado un país
autónomo, construía astilleros, la primera línea férrea sudamericana, altos
hornos de acero, etc. es decir se desarrolla industrialmente, llega a ser el
país más desarrollado de Sudamérica, y cuando se endeuda por 1 millón de libras
esterlinas… Luego de la Guerra de la Triple Infamia, y que El Mariscal López
muera con su patria en Cerro Corá. De dicho empréstito indica el forjista, no
llegó un peso a Paraguay[1].
En fin lo que se busca es detener la posibilidad de desarrollo, dejar al país
deudor en el primitivismo agropecuario, “el único resultado visible y
comprobable del empréstito fue el de retener el desarrollo de los pueblos, que
es posiblemente el objetivo primordial de la diplomacia inglesa: detener el
progreso de los pueblos”. (Ibídem, 333) Asimismo se busca imponer
condicionamientos ante la imposibilidad de pagar. Este estrategia no es el
otorgamiento de un préstamo que luego el país deudor puede saldar en varios años
con algunos intereses, pero que invertido de forma tal termina generando más
riqueza. La lógica es el endeudamiento de forma tal que los países deudores no
puedan hacer frente a los mismos, sean deudores y pagadores continuos. La deuda
es entonces un peso enorme a los países coloniales y/o semi-coloniales que no
los deja desarrollarse, y el drenaje es tal que complica incluso la continuación
del pago de los mismos “préstamos”. Así, los forjistas ya en la década del ’30,
nos advierten que el endeudamiento con los organismos, bancos y/u organismos del
imperialismo no tienen como objetivo el desarrollo nacional, sino más bien
imposibilitar el mismo, de esta forma actúa como una forma más de encadenamiento
de los países imperiales en relación a los oprimidos. En los forjistas es claro
que seguir pagando para continuar debiendo cada vez más no es el camino. De esta
forma, la salida posible es romper el esquema de expoliación, y así avanzar en
la liberación nacional, ruptura solo posible en el marco de la Patria Grande.
[1] Destacamos que estos trabajos de Scalabrini Ortíz que tomamos son anteriores
al peronismo, durante el cual la deuda externa llega a ser igual a 0 (cero). Sí
rescata Scalabrini la política de Juan Manuel de Rosas, quien “supo volver
contra las pretensiones inglesas el arma del empréstito, interesando a los
tenedores de bonos y banqueros ingleses en el levantamiento del bloqueo
establecido en el Río de la Plata por la flota de Gran Bretaña (…) pero en esta
cadena de humillaciones es un pequeño punto luminoso, cuya perspectiva puede
aclarar nuestro futuro”. (Scalabrini Ortíz, 2012: 348)
*Licenciado en Sociología (UBA). Docente universitario. Becario Comisión de
Investigaciones Científicas (CIC)
Bibliografía
Cuadernos de Fuerza de orientación radical de la joven argentina (FORJA).
Re-edición facsimilar. Jaramillo, Ana (Comp.). (2012). Cuadernos de FORJA.
Buenos Aires: Ediciones de la UNLA/Colección Pensamiento Nacional.
Galasso, Norberto. (2008). De la Banca Baring al FMI. Historia de la deuda
externa Argentina. Buenos Aires: Colihue.
Hernández Arregui, Juan José. (2004). La formación de la conciencia nacional.
Buenos Aires: Peña Lillo (Continente).
Olmos, Alejandro. (2004). Todo lo que quiso saber sobre la deuda externa y
siempre se lo ocultaron. Quiénes y cómo la contrajeron. Buenos Aires: Peña
Lillo: Continente.
Scalabrini Ortíz, Raúl. (2001). Política Británica en el Río de La Plata. Buenos
Aires: Plus Ultra.
http://sociologiayliberacion.blogspot.com.ar/2014/06/normal-0-21-false-false-false-es-x-none_22.html