Los
medios, entre el poder y la sociedad
El título de esta nota corresponde a un ciclo de charlas que a mediados de
la década del 90 desarrolló magistralmente José María Pasquini Durán el
ámbito de las entidades asociadas al Instituto Movilizador de Fondos
Cooperativos. Esta referencia tiene un doble propósito: por una parte,
evocar la memoria de aquel extraordinario profesional y militante del
periodismo y por otra, introducirnos en el tema que nos interesa compartir
con los lectores de La Tecl@ Eñe. Nos referimos al papel que a lo largo de
la historia desempeñan los medios en función de los intereses de los grandes
grupos económicos y políticos.
Por Edgardo Form*
El título de esta nota corresponde a un ciclo de charlas que a mediados de
la década del 90 desarrolló magistralmente José María Pasquini Durán, un
periodista admirable por su cultura general, su capacidad de análisis
político, su prosa exquisita y, sobre todo, su calidad humana.
Las disertaciones del recordado Pasquini se dieron en el ámbito de las
entidades asociadas al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, con el
objeto de brindar a los dirigentes cooperativistas y de diversas
organizaciones sociales conceptos y datos concretos destinados a desentrañar
los mecanismos utilizados por los medios masivos de comunicación, para
incidir sobre la opinión pública.
Esa referencia tiene un doble propósito: por una parte, evocar la memoria de
aquel extraordinario profesional y militante del periodismo y por otra,
introducirnos en el tema que nos interesa compartir con los lectores de La
Tecl@ Eñe. Nos referimos al papel que a lo largo de la historia, mucho antes
del conflicto entre las patronales del campo y el gobierno nacional por la
Resolución 125, desempeñan los medios en función de los intereses del poder
real, de los grandes grupos económicos y políticos.
En las líneas que siguen y en apretada síntesis, reseñaré el contenido de un
texto indispensable, publicado por el Centro Cultural de la Cooperación
Floreal Gorini, bajo el título “Prensa en Conflicto – De la Guerra contra el
Paraguay a la Masacre de Puente Pueyrredón”.
Este libro, cuya primera edición está fechada en abril de 2013 y que está a
punto de reaparecer en una segunda edición, es el fruto de un trabajo
colectivo realizado por un elenco de jóvenes investigadores del CCC,
coordinado por Luciana Mignoli e integrado por Alejandro Aymú, Sol María
Benavente, María Silvia Biancardi, Luis Pablo Giniger, Gastón Kneeteman,
Ianina Lois, Ana Carola Pardo, Valeria Rimoldi, Jimena Rodríguez, Gabriel
Sarfati, Leandro Vázquez, Soledad Viladrich y César Zubelet.
En el prólogo, Osvaldo Bayer señala que “Era hora ya de hacer este balance.
Y justo aquí, en estas páginas, se han tomado ocho fechas clave. En algunas
de ellas el pueblo salió a la calle en la protesta social, en otras diversos
sectores del poder hicieron uso de ese poder para defender el sistema social
y económico que ha caracterizado a nuestra historia, en detrimento de los
principios de Mayo que desde 1813 cantamos como letra de nuestro Himno
Nacional.”
“Los ocho acontecimientos clave que se tratan aquí – destaca Bayer – son: la
Guerra del Paraguay, la llamada
Conquista del Desierto, la huelga de los
conventillos de 1907, el bombardeo de la Plaza de Mayo en 1955, el
Cordobazo
en 1969, la huelga del 30 de mayo de 1982, y los sucesos de Puente
Pueyrredón del 26 de junio de 2002.”
Y fiel a su compromiso con la verdad y la justicia, Osvaldo afirma que “Este
libro enseñará a los futuros investigadores de nuestra historia a tener en
cuenta siempre los intereses que movían a cada uno de los medios de
información de la época de los cuales se extraen los detalles de los sucesos
acaecidos… Por ejemplo, es indiscutible la influencia que tuvieron los
diarios La Prensa y La Nación en los hechos históricos mismos y luego en sus
interpretaciones históricas al rememorarlos; como los hechos ocurridos desde
hace cincuenta años han tenido la influencia de los dos diarios más grandes,
Clarín y La Nación.”
En el capítulo que lleva por título Discursos en pugna, elaborado por los
autores Giniger, Lois y Mignoli, hay un párrafo inicial perteneciente a
Bertolt Brecht que resume la esencia del trabajo y dice textualmente: “No
acepten lo habitual como cosa natural, pues en tiempos de desorden, de
confusión organizada, de arbitrariedad consciente, de humanidad
deshumanizada, nada debe parecer natural, nada debe parecer imposible de
cambiar”.
Para cumplir con esta finalidad, los autores – todos ellos jóvenes graduados
universitarios que pertenecen al equipo de investigadores del CCC – recurren
a los archivos, a los tratados especializados y también a las entrevistas
con un amplio abanico de analistas y testigos contemporáneos de algunos de
los acontecimientos mencionados.
Así, por ejemplo, recurren al sociólogo francés Pierre Bourdieu, quien
sostiene que el periodismo “ostenta el monopolio de hecho de los medios de
producción y difusión a gran escala de la información, mediante los cuales
regulan el acceso de los ciudadanos de a pie”. En esta misma línea de
pensamiento, el politólogo Atilio Borón señala que “los medios son el
sistema nervioso de la sociedad moderna y siempre juegan un papel
fundamental ya sea a favor o en contra del conflicto del que se trate”.
Estos multimedios – explican los autores – unifican el discurso, potencian
su difusión exponencialmente y pueden ser un instrumento de presión para la
aplicación o suspensión de políticas. Al decir de Noam Chomsky, el cuadro
del mundo que se presenta a la gente no tiene la más mínima relación con la
realidad, ya que la verdad sobre cada asunto queda enterrada bajo montañas
de mentiras. (…) No es como en un Estado totalitaria, donde todo se hace por
la fuerza. Esos logros son un fruto conseguido sin violar la libertad”.
A modo de ejemplo y completando este primer capítulo introductorio, los
autores recuerdan que en 1968 y en una crónica sobre el Cordobazo, Rodolfo
Walsh – emblema del periodismo comprometido – ofrecía una reflexión que
sigue vigente: Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los
trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y
mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo separada de las luchas
anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La
historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de
todas las otras cosas.
El tratamiento sesgado de la realidad y la utilización de palabras y
construcciones sintácticas con el objetivo deliberado de manipular la
información, están ampliamente desarrollados en las 157 páginas del libro.
Al respecto, luego del subtítulo “Muertos en enfrentamiento”, se menciona
que en momentos históricos tan distantes como 1878, 1955 y 2002 fue
detectado un mismo artilugio discursivo para borrar la acción criminal de
las fuerzas represivas. Tanto en las Campañas al Desierto, como en el
Bombardeo a Plaza de Mayo y en la Masacre de Puente Pueyrredón, circuló en
la prensa la idea de “muertos en enfrentamiento”.
En el caso del Bombardeo a Plaza de Mayo, los medios que se oponían al
gobierno peronista, como Clarín y La Nación, intentaron eludir la mención
explícita de los responsables y anular las consecuencias catastróficas de la
masacre, o directamente presentaron los hechos como el resultado de “un
enfrentamiento entre bandos”.
De igual modo y más recientemente, intentaron ocultar el cobarde
fusilamiento de Maximiliano Kosteky y Darío Santillán, un hecho trágico que
pudo esclarecerse gracias a la secuencia de fotografías valientemente
tomadas durante la Masacre del Puente Pueyrredón.
Además de abundar en datos, conceptos y referencias historiográficas, Prensa
en Conflicto plantea la necesidad de crear y potenciar los medios
alternativos de comunicación, con lo cual recuperan y actualizan la
iniciativa de generar un Nuevo Orden Informativo Internacional, cuya primera
versión surgió a comienzos de la década del 70 del siglo pasado.
Como vemos, el texto nos ofrece elementos de gran utilidad para la batalla
cultural contemporánea, la madre de todas las batallas para transformar la
realidad.
Por cierto, se trata de un desafío gigantesco para los movimientos
populares, habida cuenta que además de los recursos financieros y
tecnológicos necesarios para contrarrestar la acción perniciosa de los
medios concentrados, hace falta formar nuevas generaciones de comunicadores
que recojan el legado de Rodolfo Walsh y el de José María Pasquini Durán,
entre otros periodistas ejemplares.
La democratización de la palabra, planteada como el eje central de la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2009, cuya
constitucionalidad fue resuelta cuatro años después por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, se hará realidad en la medida que las organizaciones
de la sociedad civil hagan uso pleno de los derechos consagrados por dicha
norma legal. Y si bien es mucho lo que falta para lograr ese objetivo
estratégico, estamos transitando ese camino, como también lo destaca el
libro que motiva estas líneas y cuya lectura recomendamos muy especialmente.
*Dirigente cooperativista. Diputado de la Legislatura Porteña – Bloque Nuevo
Encuentro
Fuente: La Tecl@ Eñe - Revista de Cultura y Política.
http://lateclaene6.wix.com/revistalateclaene