Desestabilizar
a los gobiernos progresistas de Latinoamérica
Por Ilka Oliva Corado
Entre el patriarcado, la violencia de género y la deslealtad.
Siempre me genera duda lo incomprensible que resulta lo obvio para algunos
ilustrados, analistas reconocidos en Latinoamérica y el mundo, gente que se
autodenomina progresista y de izquierda. Hablo de filósofos, periodistas,
analistas políticos, estadistas, catedráticos de universidades reconocidas
mundialmente, gente que conoce muy bien de dictaduras, de la historia y del
presente. Gente que conoce por dentro y por fuera el entramado de lo que está
hecha esta Latinoamérica herida y que lucha por reconstruir su tejido social y
liberarse de la plutocracia que siempre ataca.
Nunca será igual para el patriarcado que la presidenta de un país sea una mujer,
ella siempre será discriminada, desvalorizada, ella siempre tendrá que
esforzarse el doble que un hombre para demostrar su capacidad: analítica y
humana. Nunca estará a la altura aunque su inteligencia, su intrepidez, su
honestidad y su consecuencia humana demuestren que está sobre capacitada para
dirigir el gobierno de un país. La tacharán de emocional para descalificarla,
nunca la reconocerán racional.
No podemos olvidar que sucedió en su momento con Michelle Bachelet presidenta de
Chile, en su primer mandato la misoginia de muchos analistas que se sintieron
heridos en virilidad machista la trató de desacreditar y minimizar, hoy en día
la siguen atacando. Carentes de integridad y de humanismo, amparados por el
patriarcado el ataque es personal. Es totalmente permitido que se cuestione el
proceder de un gobernante, que se exija que se cumpla lo que prometió, que se
investigue, que se pongan las cartas sobre la mesa, lo que no es permitido es la
violencia de género. Tampoco desvalorizar el progreso de un gobierno, así sea
mínimo. No se le puede tachar con ingratitud de un retroceso, eso es injusto.
Hay que ser Latinoamérica en el pasado y en el presente, lo obvio por evidente
tiene que entenderse con simpleza.
Y no hablo del los ataques fascistas, de los ataques que organizan y son
financiados desde Estados Unidos pasando por las oligarquías latinoamericanas.
Eso los hemos tenido siempre y para muestra están los ultrajes de la dictaduras
y las heridas que aún no secan en nuestra Memoria Histórica. Hablo de los que
decidieron bajarse antes de la parada, de los que encuentran cómodo atacar las
partes débiles de un gobierno y que son incapaces de reconocer los logros solo
porque es una mujer la presidenta. Hablo de esa izquierda latinoamericana que
desde los últimos meses resulta ser el remedo de la derecha oligárquica. Y dejo
muy claro que el amor que yo profeso por Bachelet, Cristina y Dilma no hace de
este artículo un texto subjetivo ni parcial. Sé de los males y sé de las
virtudes de sus gobiernos.
Bachelet no puede con todo, el cambio somos todos. Que el socialismo lo
construimos todos. Le agradezco la El Proyecto de Ley de Aborto, la Ley de la
Unión Civil. ¿Cuándo haría esto un presidente hombre en Chile? Y esto es de
valorarlo porque es ir en contra total del patriarcado, de la iglesia y de una
sociedad inhumana.
Se puede, se debe y se tiene que exigir honestidad a un gobierno, esa es nuestra
obligación ciudadana. Lo que no es permitido es el ataque personal y la
violencia de género. Yo le cuestiono al gobierno de Bachelet seguir con la
represión al Pueblo Mapuche y el ataque de Carabineros a los estudiantes que
salen con todo el derecho del mundo a manifestar.
Por un momento las izquierdas patriarcales dejaron en paz a Bachelet y ahora es
la derecha la que ha tomado el mando completo de la mediatización, como siempre
ha sido.
Ahora la izquierdas patriarcales atacan ferozmente a Cristina y Dilma. El ataque
viene con esa misoginia tan bien marcada de quien tiene prejuicios en su
cerebro, de quien no sabe reconocer a una mujer como jefa de gobierno. Esas
izquierdas no critican, no cuestionan, no debaten, no analizan desde la postura
política, social y humana el proceder de los gobiernos, lo que hacen es
atacarlas por la espalda y en los costados.
¿No es obvio el avance de Argentina con el gobierno de Néstor y posteriormente
con los dos de Cristina? ¿Acaso se les tiene que explicar con manzanas?
¿Qué dicen de los juicios a torturadores y criminales que gracias a Cristina son
una política de Estado? ¿Se recuerdan cuando existía la amnistía? No, las Madres
y Abuelas de la Plaza de Mayo no apoyan a Cristina porque sean comadres, la
solvencia es porque su gobierno se ha comprometido con la Memoria Histórica del
país y en la reconstrucción del tejido social. La ley de Identidad de Género
(26.743 -23 de mayo 2012) también es obra del gobierno de Cristina. Esta Ley la
apoyó la Comunidad LGBT y es triunfo no solo de Cristina sino de quienes
lucharon por obtenerla. “La Patria es el otro.”
La Ley de Matrimonio Igualitario (15 de julio de 2010). También en el gobierno
de Cristina, siendo Argentina el primer país en Latinoamérica en legalizarlo. El
mundo celebró cuando Estados Unidos lo legalizó hace unos meses, pero antes fue
Argentina y en el gobierno de Cristina, de ningún tirano. El aumento del 30% a
la Asignación Universal por Hijo. De 39 universidades públicas que existían en
el país, en el gobierno de Argentina aumentan a 54. El Centro Cultural Kichner,
el más grande de Latinoamérica y uno de los 6 más importantes en el mundo. El
gobierno de Argentina ha invertido en educación, en la cultura. La economía de
Argentina tuvo un cambio visible, y es imposible que no lo notemos, que no lo
note la derecha que por eso la ataque día y noche y que no lo note la izquierda
que debería valorar tener una presidenta como ella. Repito sí es obligatorio
cuestionar pero también es obligatorio valorar los avances. A Cristina yo le
reclamo la Ley de Aborto, la necesitamos en Argentina. Se va ir y nos deja con
ese yugo a las mujeres. Una cosa es que ella no esté de acuerdo con el aborto y
otra es que nos niegue ese derecho a las mujeres. Es una incoherencia de género
y humana no apoyar una Ley de Aborto. En este caso en Argentina no se aprueba la
Ley de Aborto porque Cristina está en contra y no la apoya. Habráse visto…
Una más y reciente del gobierno de la genial Cristina, la victoria contra los
Fondos Buitres ante la ONU. Y a esta no le pueden tirar piedras, ni llamarle
yegua, bruja, con esta victoria se tienen que tragar sus palabras quienes ven en
Cristina el reflejo de una dictadura. Con 136 votos a favor, 4 en contra y 41
abstenciones la ONU votó el tratamiento de un marco legal para la
reestructuración de deuda y los Fondos Buitre. Este documento adoptado en el mes
de julio por el Comité sobre Procesos de Reestructuración de Deuda de ONU (que
es por supuesto un plan argentino sobre las restricciones a los fondos buitres)
contiene los principios sobre soberanía, buena fe, transparencia, imparcialidad,
tratamiento equitativo, inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y
reestructuración de la mayoría. Es un triunfo de 40 millones de Argentinos, en
palabras de Cristina. Y sin lugar a dudas marca un precedente mundial. Esto fue
señoras y señores en el gobierno de Cristina. Estados Unidos como siempre se
opuso pero hoy no pudo salirse con la suya.
Mucho se habla del escándalo de corrupción en el gobierno de Dilma Rousseff,
pero es impronunciable para la derecha internacional y para la izquierda
patriarcal el Programa Más Médicos en Brasil implementado por Dilma en el año
2013, en él participan médicos brasileños tanto como cubanos. Este programa
atiende a 63 millones de personas. En 34 distritos especiales indígenas y en 4
mil 58 municipios. Estamos hablando que este programa cubre el 72.8% de las
ciudades de Brasil. Por supuesto atendiendo a la población más pobre, la que
sobrevive en la desigualdad social. ¿No es un logro inmenso del gobierno de
Dilma, acaso? ¿Qué gobierno “democrático” había pensando en la salud de la clase
marginada en Brasil? ¿Qué gobierno “democrático” ha entrado a las favelas y no
para atemorizar? Tuvo que venir un gobierno progresista.
Dilma en el 2013 aprobó y convirtió en Ley el Decreto PLC3/2013 que autoriza la
distribución de un fármaco abortivo en todo el sistema sanitario del país. Se
trata de la Píldora del día después. Es una ley que busca prevenir el aborto en
mujeres que han sido víctimas de una violación. No es una Ley de Aborto como la
que quisiéramos, como a la que tenemos derecho, pero también sabemos que Dilma
no puede hacer todo sola, que todos somos el socialismo, que todos somos la
humanidad y que los Derechos Humanos es obligación de todos hacerlos valer.
Aplaudo esa Ley porque es un paso en el avance de los Derechos Humanos de la
mujeres. Falta mucho por hacer, pero con el 70% de la sociedad brasileña en
contra del aborto, es prácticamente imposible.
Pronto olvidan algunos, (cuando les conviene) y en la historia quedó el frente
que le hizo Dilma al ataque feroz de los fondos Buitres a Petrobas que fue al
mismo tiempo en que esos mismos Buitres querían dar un golpe blando al gobierno
de Cristina cuando la embestida del caso Nisman. ¿Quién sacó la cara por Brasil?
Fue Dilma que con uñas y dientes defendió a Petrobas. ¿Qué pensador izquierdoso
se lo agradeció? Ninguno. En economía internacional viene la creación del BRICS
(Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como una bloque que busca un
intercambio comercial alternativo. Que por cierto en la reciente visita de Lula
a Argentina la semana pasada, Cristina le propuso también formar parte de BRICS
que de hacerse realidad sería BRICSA con Argentina entre ellos. Si después viene
Venezuela y se anima, aquello pasaría de ser prosa a copla. BRICS no es visto
con buenos ojos por Estados Unidos ni por las potencias mundiales capitalistas.
Y la izquierda patriarcal no es capaz de ver la inmensidad que esto significa
para Latinoamérica y propiamente para Brasil y es incapaz de reconocer a Dilma
al mando.
Dilma es atacada por las oligarquías brasileñas que quieren en los huesos a
Petrobas y a Brasil fuera de los BRICS. El escándalo de corrupción es parte de
la estrategia. Además no olvidemos que dentro de los gobiernos progresistas
están legisladores que ha escogido la sociedad clasista y la oligarquía y esto
es un impedimento para cualquier avance y sin embargo estos gobiernos han
logrado cambios significativos.
Por supuesto que es evidente el ataque del gobierno a los Pueblos Indígenas y
esto hay que decirlo, se debe denunciar y con voz fuerte. El pueblo tiene todo
el derecho a exigir respeto, cuidado de sus tierras y el cuidado a la vida.
Pero es inhumano y desleal decir que estos gobiernos no han creado cambios
significativos para sus pueblos porque los hechos demuestran lo contrario. Si
queremos cambios exijámoslos y seamos parte de ellos. Ya es suficiente con el
ataque mediático, económico y con amplia estrategia política de los Estados
Unidos en conjunto con las oligarquías latinoamericanas, como para que la
izquierda venga y se ponga de alfombra y les limpie el camino. Si no son tienen
la capacidad de asimilar la inteligencia y la capacidad de una mujer como jefa
de Estado, tampoco es necesario que las ataquen demostrando con esto su
deslealtad a todo un pueblo que las eligió en absoluta democracia. No seamos
parte de la destrucción, seamos parte del cambio.
No olvidemos jamás que Cristina, Dilma y Michelle Bachelet han hecho historia en
Latinoamérica y no tienen por qué estar bajo la sombra de ningún hombre ni sus
capacidades ponerse a prueba de ninguna sociedad misógina. No tenemos ningún
derecho a descalificarlas por su género, combatamos todos este patriarcado que
no nos deja crecer como humanidad.
Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado
16 de septiembre de 2015.
Estados Unidos.
Blog de la autora: Crónicas de
una Inquilina