Zoon Politikon

Por Horacio Casco
 
Según Aristóteles el hombre es un animal político, pero si de algunos dirigentes argentinos se trata, a veces parecieran más animales que políticos.
 
Desde los inicios de nuestra historia el ingenio popular fue pródigo en bautizar con apelativos animalescos a presidentes, caudillos y dirigentes políticos.
 
A veces con cierta simpatía y la mayoría desde la ironía o burla.

¿Cómo se construye un apelativo? Del mismo modo que una caricatura gráfica, tomando la parte por el todo, resaltando y exagerando una característica destacada, ya sea física, de comportamiento, política o intelectual. Carlos Onganía era La Morsa debido a sus bigotes, algo que lo fastidiaba tanto que mandó a cerrar la revista humorística  Tía Vicenta que así lo había retratado en tapa. A Arturo Illia le decían la Tortuga porque su gobierno marchaba supuestamente "lento".

Sin pretender agotar el catálogo zoológico, aquí va un posible listado.


Manuel Belgrano: Cotorrita (por vestir de verde, su color preferido)

Bernardino Rivadavia: Sapo del diluvio (por su poca agraciada figura)

Facundo Quiroga: Tigre de los llanos

Julio A. Roca: Zorro del desierto

Nicolás Avellaneda: Chingolo
 
Carlos Tejedor: Camaleón

Luis Sáenz Peña: Pavo
 
Miguel Juárez Celman: Burrito cordobés

Hipólito Irigoyen: Peludo

José Evaristo Uriburu: Lechuza

Lisandro de la Torre: Gato amarillo

Edelmiro Farrell: Mono

Isaac Rojas: Hormiga negra

Arturo Illia: Tortuga

Juan Carlos Onganía: Morsa
 
Alvaro Alsogaray: Chancho

Jorge R. Videla: Pantera rosa

Oscar Alende: Bisonte

Carlos Menem: Rata

Néstor Kirchner: Pingüino

Mauricio Macri: Gato


Noviembre 2016

 

Encuentre el libro que busca en nuestro catalogo online. Entregamos en cualquier lugar del mundo