Lo mejor no está por venir

Por Ezequiel Ivanis

Lo mejor para ellos es lo peor para nosotros. Sino mirá la salida de Prat Gay, que si bien se veía venir por conflictos internos, responde a un cambio mucho más global provocado por la modificación del escenario mundial. La política macroeconómica del ex JP Morgan era sustentable en el tiempo con Hillary Clinton en la Casa Blanca, sustentable al estilo menemista, sustentable hasta el hartazgo, hasta el estallido. Pero era, a corto plazo, viable. Tomábamos deuda en el mercado financiero mundial y con ello pagábamos los desajustes internos, sumado a un ajuste público medianamente moderado y haciendo del salario real, cada día, menos salario, precarizando nuestro trabajo. Así se hubiera bancado el modelo durante cuatro años por lo menos. Por supuesto que a costa del empobrecimiento y la caída en el infierno de las generaciones futuras que iban a estar sujetas a pagos de deuda considerable dentro de 5, 10, 20 años. Ese proyecto era un macrismo a ocho años, un macrismo como modelo en sí mismo, que iba a encontrar su fin en un estallido social como el de 2001, dejando un país devastado, ya sin sangre, devorado por la lenta y sistemática absorción de los sectores concentrados de nuestro país, y dejando la carne podrida asolearse para que se peleen, luego, los buitres de afuera y los de adentro.

Pero ganó Trump. Y eso lo cambió todo. Macri renunció a su gobierno cuando ganó Trump. La orden de los mercados financieros internacionales (cumplida a la perfección por el presidente argentino) de salir a criticar al republicano y envalentonar a Hillary antes de las elecciones en EEUU no tuvo efecto. Ganó Trump y lo cambió todo para todo el mundo, y Macri obnubilado por estar en ese mundo que no nos corresponde ni nos conviene nos puso en la peor de las situaciones. Ganó Trump y el modelo económico macrista se derrumbó.

Por eso la salida de Prat Gay, porque ellos necesitan seguir ganando en un mundo que ahora es diferente. Y si no pueden ganar a través del flujo de capitales internacional a costa del pueblo argentino dentro de 10 años, lo harán, también a costa del pueblo, pero a la brevedad. Ya ni sabemos que es peor. Es decir, la salida de Prat Gay es el viraje moderado de un modelo basado en la re-distribución y reflujo de recursos de los sectores populares hacia los nichos más concentrados de nuestra sociedad en un plazo de 10 años, por otro que hará lo mismo en el corto plazo, mañana, hoy, hasta lo hicieron ayer mismo cuando el Jefe se tomó vacaciones pero no permitió que sus empleados pudiesen disfrutar de un día de asueto. Recordamos que el jefe máximo de la administración pública nacional es Mauricio Macri, quien apareció el lunes 26 de diciembre descansando en Villa La Angostura mientras el ejército del sector estatal esperó un decreto que sancionara ese mismo día como no laborable. Y esperamos como solo nosotros sabemos esperar. El lunes, todos fuimos a trabajar, con la sidra en la garganta aun, sin poder gritar, viendo como nuestro Jefe descansaba con su hija y su esposa en una reposera. Eso es violencia.

Lo mejor para ellos es lo peor para nosotros. Porque lo mejor para ellos, ahora, en un mundo que comienza a cerrar la canillita de dólares volando, es quitarle recursos a los sectores populares. Es lo que ellos consideran correcto, es convicción, filosofía de vida. Lo mejor para ellos es lo correcto para ellos y está sustentado ideológicamente que, siempre según ellos, los beneficios deben ser para unos pocos y el martirio para los muchos. Y nos quitan todo. No es solo dinero. Ojala sea solo dinero lo que nos quitan. Se nos van derechos, risas, vida, humanidad. Nos quitan 8 horas de goce para dárselas al capital concentrado, ahí la imposibilidad de Macri de decretar asueto los días 26 de diciembre y 2 de enero. 16 horas de trabajo en total que el capital no negocia y que decide explotar. Y ese aumento de sueldo indirecto, otorgado por el beneficio de no trabajar, lo hemos perdido. El capital lo gana todo, hasta nuestra humanidad.

Lo mejor para ellos es lo peor para nosotros. Porque sentíamos que Prat Gay era un neoliberal que endeudaba a nuestro país en tiempo record y fugaba capitales, pero este Dujovne y este Caputo son peores. Solo a modo de ejemplo, Luis Caputo fue quien “arregló” el tema de los holdouts (titulado así por Clarín para presentar una deuda de más de 9 mil millones de dólares a los fondos buitre). Entonces, lo mejor para todos ellos que son todos amigos es lo peor para nosotros que andamos por ahí trabajando y llorando sin conocernos. Porque para ellos lo mejor es reducir el gasto público (incluso si por “gasto” entienden la inversión en ciencia y técnica), y si nos espantábamos con 100 mil despidos en la administración pública bajo el mandato de Prat Gay, con Dujovne, que emana odio hacia lo público, no podemos esperar algo mejor. Ahora no sólo nos tildarán de “ñoquis” sino también de inservibles, de sobrantes, de gasallas. Y si nos indignó el 40% de devaluación del niño mimado de Wall Street, enero 2017 traerá un dólar impensado. Y si nos enojamos por que la inflación no disminuyó, ahora ni pensaremos en comprar nada; eso es algo bueno. Ya no nos va a importar el valor del dólar ni el valor de las cosas. Ya no aparecerá en nuestro horizonte de vida el consumo y la frugalidad, viviremos al día, contando las monedas para comprarnos puchos de a uno, para comparar terceras marcas, para usar Netflix entre cinco familias. Contaremos las monedas nuevamente para pagar los servicios que ya no usaremos, y volverán las canchas de paddle, las remiserias y los maxikioskos, los niños pequeños casi desnudos volverán (de hecho ya volvieron) a aparecer en los semáforos, en las calles, los piquetes, la desconfianza, la miseria, la competencia descarnada, el país sin carne y el hambre de todos, incluso el hambre de aquellos que aún tienen algo para comer, porque masticar bronca y resignación da, siempre, más hambre. Y nuestro presidente nos pide que no comamos mucho en Navidad. Eso es violencia.

Y ojalá nos sacasen solo dinero. Nos sacan derechos, dignidad. Nos sacan recursos estratégicos. Isela Costantini, promesa mediante de “sanear” Aerolíneas Argentinas la catapultó, a través de una política muy conciente, a su crisis terminal. El diario La Nación hace rato que viene preparando la pista para las compañías low cost. El negocio ya está cerrado, ya estaba cerrado cuando Macri ganó el ballotage. Hoy, duele en el alma tener que aceptar que Aerolíneas Argentinas volverá a manos privadas vía excusas de su mal funcionamiento y su contabilidad a la pérdida. No aprendimos nada de Entel o YPF. Duele en el alma el cinismo de los CEOs, duele en el alma volver a perder, una vez más, lo que vamos a tener que recuperar con un esfuerzo que casi no tenemos. Nuestro país es como esa novia eterna de la adolescencia que nunca más volvió cuando se fue, pero que todavía soñamos encontrarla en cada paso, en cada esquina.

Lo mejor para ellos es lo peor para nosotros. Para ellos lo mejor es mantener el equilibrio fiscal, proclama histórica de los neoliberales que nunca la logran, y es lo peor para nosotros porque será a costa de tremendo ajuste que ya pronto se comenzará a ver con la nueva administración económica. Ajuste que se traduce en salarios chinos (o indios como le gusta decir a Macri), estilo de vida precarizado de fines del siglo XIX, un nivel de consumo al mínimo (por lo que la inflación disminuirá) y entre todos solidarizándonos por ese 3% que vive de arriba, de la sangre de los nuestros, que vive la vida irreal que el Colegio Cardenal Newman les enseña, 3% que son todos amigos y se juntan en la embajada norteamericana o en el casamiento de Tévez. Da lo mismo. Los amigos son así, la pasan bien en todos lados y van incorporando nuevos aliados como a este perejil de Dujovne (un periodista de TN y columnista de La Nación), que garantiza el cariño de otro amigo que se estaba alejando: Magnetto.

¿Para qué estamos preparados los sectores populares? ¿Podemos salir a luchar a la brevedad? O nos pasará como en este 2016 que ya se va y nos embarraremos en peleas de nombres, alianzas turbias, chismes políticos baratos y luchas por una conducción que quiere conducir con los mismos, y que si sigue así va a conducir hambrientos y miserias, va a terminar conduciendo un arroyo de penas y nostalgias por el pasado.
Igualmente tenemos que volver. Nosotros. Por supuesto. Pero si volvemos los mismos ya no sirve, porque nos enredamos en las nimiedades del pasado, en una maraña de conducciones intermedias que ya han perdido el amor por la Patria y por el Otro y, ahora se regocijan en la chicana pequeña, en el mensaje de twitter seudo-revolucionario.

Tenemos que volver diferentes. Tendrán que volver otros y otras, del campo nacional y popular, pero otros y otras. Pueden volver los mismos nombres, por supuesto y que así sea, pero ellos mismos deberán ser otros, esforzarse por mirar diferente, construir como no lo hicieron. Es difícil con más de la mitad de la vida ya encima, y cansados, y abatidos por medio pueblo que no nos quiso. Pero volveremos diferentes, los mismos de siempre. Volveremos mejores, sino, como con la novia de la adolescencia ¿para qué volver?

Debemos volver diferentes los mismos de siempre porque estos tipos la hacen bien de verdad. Nos matan en el verano. Entre las fiestas, cuando uno baja la guardia, porque en algún momento la tenés que bajar, sino te volvés un negador de la vida y ahí perdiste todo, te volvés un viejo quejoso que espera y se regocija en la llegada del apocalipsis. Yo, en cambio, quiero para los hijos que no tengo, un país que todavía no existe. Y sin tener las dos cosas las sueño con ansia. Pero estos la hacen bien de verdad, porque cuando bajás la guardia solo un momento para disfrutar lo poco que te quedó en la mesa, cuando fuiste a buscar el cuchillo y el tenedor, y volvés deseoso a ese plato, te encontrás que ya está la comida masticada y escupida por otro, o en el mejor de los casos, simplemente quedó el plato vacío. Y ahí estás vos, parado con la desesperación que crece en el corazón y el cuchillo afilado en la mano, deseando usarlo muy pronto sobre algo de carne.

Diciembre 2016
 

 

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