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La
Triple A
Alianza Agraria Antiperonista
Por Claudio Díaz*
Theobald es una pequeñísima localidad santafesina donde hay más soja que
gente: apenas viven 158 personas. El paraje, que recuerda el nombre de
un lord que integró entre 1880 y 1892 el directorio de los ferrocarriles
ingleses instalados en nuestro país, está considerado por las revistas
especializadas en asuntos agrícolas como parte del corredor más fértil y
rico de toda América. Objetivamente, el primer fin de semana de marzo de
este 2009 allí tuvo lugar la mega muestra campestre que los diarios
Clarín y La Nación organizan en forma conjunta desde 2006. Pero desde el
punto de vista político, social y económico, en ese encuentro terminó de
confirmarse el romance del sector más anti-industrial (y por lo tanto
antinacional) de la Argentina con un clase política domesticada para ser
su sirvienta.
El noviazgo se había iniciado hace un año, tuvo picos de alta intensidad
amorosa durante casi todo el 2008 y podría decirse que culmina en
relación de pareja estable y duradera el pasado jueves 12 con una suerte
de luna de miel en la ciudad de Córdoba, en una carpa blanca e
inmaculada que suele llenar el cuartetero Carlos “La Mona” Jiménez para
cantar, entre otros hits, aquello de “beso a beso, me enamoré de ti…”.
Los prometidos que le dan vida a esta alianza ya pusieron fecha de
casamiento: octubre. Y la idea es hacer la fiesta (tirando arroz, por
supuesto) en Palermo Soja.
La Triple A tiene un proyecto de vida en común: hacer de la Argentina
una estación colonial de abastecimiento alimenticio. Una gran góndola
para que los insaciables del mundo capitalista se lleven todo lo que
quieran. Eso supone recibir muy buena plata, apuntan los instigadores. Y
de paso alimentar a muchos pueblos, porque son muy humanistas estos
nuevos progres del liberalismo. Podemos darle de comer a 300 ó 400
millones de hermanos, dicen. Ahora, que en la Argentina haya un montón
que no reciba ni un plato de sopa por día no les mueve un pelo…
Dediquémonos a sembrar, insisten. Y que en lugar de industrias vuelvan
las canchas de paddle o pongan más shoppings. No hagamos heladeras,
cocinas, tractores, bicicletas, coches, computadoras… Compremos todo
afuera. Lo importado es más cool, ¿vieron?
La Triple A tiene padrinos: las grandes corporaciones que hoy controlan
el gobierno mundial y pretenden asignarle a la Argentina un papel menor,
un bolo se diría, en el gran teatro planetario: su especialización como
eslabón para la cadena alimentaria. Por eso los grandes jugadores de la
liga agraria mundial (Bunge, Cargill, Dreyfus, Monsanto, Nidera) se
encargarán de comprar los anillos que hagan falta para sellar el
matrimonio.
La Triple A tiene Iglesia y monaguillos. Y un coro de ángeles que todos
los días, por radio y televisión, o desde los diarios y las revistas,
ensaya las alabanzas hacia el Dios mercado. Los sermones están a cargo
de dos hermanos libertinos que habiendo servido fielmente a San Carlos
de Anillaco y a San Eduardo de Lomas de Zamora, ahora besan los pies de
la Gran Logia de Clarín. Uno es Jorge Castro, columnista del suplemento
rural que ya en 2004 tuvo la honestidad brutal de plantear en el diario
el único camino de redención posible: “Un país emergente no elige hoy el
tipo de industria que puede desarrollar. En la fase actual de la
globalización, las características de la industria en un país emergente
como la Argentina las establece el mercado mundial” (Clarín, 16 de
febrero de 2004). Para agregar más adelante que el camino del
“desarrollo” argentino debe pasar “por su especialización en el rubro
agroalimentario”. El otro sermoneador es Héctor Huergo, hombre vinculado
a la multinacional Monsanto y fuerza de choque del grupo. El año pasado,
el director del suplemento rural supo cómo sembrar el terreno. En la
edición del 22 de marzo de 2008, es decir, cuando se cumplían 12 días
del paro extorsivo agrofinanciero, establecía que “el campo fue
provocado y ahora reacciona como debe”, para añadir que “los productores
saben que esta pelea va para largo y por eso deben prepararse”. Como si
alentara a su tropa de terratenientes a avanzar contra el enemigo a paso
redoblado, esta misma semana (jueves 12) Huergo escribió en Clarín: “El
aniversario encuentra nuevamente al campo listo para una nueva
batalla...”.
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La Alianza Agraria Antiperonista es un adefesio político, pero los
medios “independientes” humanizan tanto sus nobles propósitos que cuando
llegue octubre algunos sectores de la tilinguería seudo informada van a
querer votarlos creyendo que representan sus intereses, porque son
personas de bien que buscan ayudarlos para salir de este espantoso
momento populista.
No estaría mal, sin embargo, advertirle a la gente con qué se va a
encontrar en el cuarto oscuro: un espantajo que mete miedo porque en su
conformación antinatural y fantasmagórica tiene…
El cerebro criminal de Mariano Grondona
El entretejido liberal de José Manuel de la Sota
La frente amplia de un progresista y masón como Rubén Giustiniani
La nariz corva y traidora de Julio César Cleto Cobos
Los ojos fríos y mezquinos de Domingo Cavallo
Las orejas trilaterales de José Alfredo Martínez de Hoz
Las patillas de cotillón de Carlos Menem
El bigote garca de Felipe Solá
La boca de avaricia y gula de Hugo Biolcatti
La barbilla diabólica de Joaquín Morales Solá
La sonrisa de hiena de Ricardo López Murphy
Los dientes de conejito inocente de Ernesto Tenembaum
Los colmillos chupasangres de Mauricio Macri
La lengua viboresca y venenosa de Elisa Carrió
El chirrido de voz histérico de Magdalena Ruiz Guiñazú
El cuello tatuado al estilo tumbero de Francisco de Narváez
La caradurez religiosa del rabino Sergio Bergman
El semblante estúpido y pacato de Gerardo Morales
Los gestos de puchero de chico travieso de Alfredo De Angeli
La impostura de guapo trosko de Eduardo Buzzi
Las bufonerías efectistas pero sin gracia de Luis Juez
El manejo fúnebre y sepulcral de Carlos Reutemann
Los travestismos místicos de los hermanos Rodríguez Saa
La impúdica cintura política para acomodarse de Patricia Bullrich
La pequeñez del reducidor de cabezas Eduardo Duhalde
Las deposiciones cloacales de Mirtha Legrand
La barriga llena de nuestra oligarquía
Las manos largas del imperialismo y su gobierno mundial
Las patas cortas de la mentira
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Esta es la nueva Triple A de la Argentina. León Gieco diría que es un
monstruo grande y pisa fuerte sobre toda la inocencia de la gente. Y
nosotros decimos que podrán disfrazarse de mil maneras, maquillarse y
producirse para el gran show mediático, pero se desintegrarán como otras
tantas uniones democráticas, juntas consultivas o militares, alianzas y
coaliciones… Hace más de 60 años que no pueden con el cuerpo y alma del
peronismo.
Claudio Díaz
* Periodista, profesor de historia y escritor. Entre
sus títulos se encuentran el “Manual del antiperonismo ilustrado”, “La
ultraderecha argentina” y “La prensa canalla” (compilador). Obtuvo tres Martín
Fierro (1992, 1993 y 1995) al mejor servicio informativo por el noticiero de
Radio Mitre, del cual fue productor entre 1991 y 1997. Trabajó en La Razón, El
Periodista, El Porteño, Línea y Clarín. En 1988 le otorgaron el Premio
Latinoamericano de periodismo José Martí.
www.elortiba.org