Eramos pocos y parió la abuela (¿pensamiento carapintada?)

Por Ruben Luis Castejón

Aldo Rico tenia muchos motivos para estar eufórico cuando en octubre pasado ganaba las internas del PJ de San Miguel. Con alguna ayuda desde la cúpula kirchnerista y agigantado por la pobrísima gestión del intendente De La Torre, el carapintada revertía su alicaída imagen electoral, fruto de una seguidilla de derrotas consecutivas, que se iniciaron en 2003 con el fracaso de las pretensiones presidenciales de Rodríguez Saa en manos de Néstor Kirchner, y siguieron -pocos meses después- con la paliza que le dio Felipe Sola en sus aspiraciones a gobernador bonaerense, para colmo en 2005 su alfil local era vapuleado por el FPV y perdía un importante numero de concejales, y como frutilla del postre en 2007 perdían la intendencia de San Miguel; pero Rico, como buen traidor, no se hizo cargo de ese reves y se la atribuyo exclusivamente a Zilocchi, a pesar que en esa campaña la imagen del militar era uno de las caballitos de batalla del luego unico derrotado, la autocritica de Rico se limito a manchar a su otrora mano derecha y hacer ajeno el sinsabor.

Muchas derrotas y todas seguidas, por eso ganar la interna del PJ de San Miguel, era -para Rico- revertir este proceso de acumulación de fracasos. De ahí su euforia y su exposición mediática.
Pero poco duro el clima triunfalista. A partir de la pequeña y exageradamente festejada victoria en el peronismo local, muchas nubes oscuras amenazaban con una vuelta al mal tiempo.

A nivel Nacional, Kirchner estaba pagando altísimos costos por el resurgimiento en San Miguel del “ñato progresista”. Kirchner era cuestionado por apoyar a quien a punta de pistola había exigido las leyes de Obediencia Debida y la de Punto Final, cuando -paradójicamente- uno de los mayores logros del ex presidente era su lucha a favor de la defensa de los derechos de las victimas del proceso.

Pero los problemas de Rico también venían desde su seno ¿Como podría explicar a sus “camaradas” mas extremos la alianza con el antiguo archienemigo Kunkel?. Y para seguir sumando problemas la interna del MODIN en muchos aspectos no era ideológica sino coyuntural, infinidad de rumores se tejían a partir del enfrentamiento entre su hija y su pareja, este problema entre mujeres desnudaba un armado de endeble y mezquina base familiar, una gigantesca estructura apuntalada en el aire. A esta altura no podemos olvidar sus problemas con el vicepresidente del PJ local (de polleras?). Todas sumas que restan.

El cielo carapintada se llenaba de nubarrones, el “veranito” se empañaba y se sigue empañando, como si lo anterior fuese poco ahora se duda en la posibilidad del mediático personaje de ser candidato, debido a expedientes judiciales pendientes de resolución; cada vez mas negro el futuro y mas plagado de incertidumbres el presente.

Y hay mas, y ese mas trae mayor oscuridad. La Muerte de Raúl Alfonsin reforzó nuevos aires democráticos, la perdida del líder radical enluteció al país. Los medios nacionales e internacionales acompañaron la despedida de quien es un símbolo de la democracia, y -en contraposición- la imagen del carapintada se mostraba como la personificación de lo antidemocrático, justo titulo que el carapintada supo conseguir en aquella nefasta Semana Santa.

Fuente: http://recuperaciondelperonismodesanmiguel.blogspot.com

 

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