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comprar preservativos. Se viene la crisis
Por Feliciano Fernández
"En el territorio más rico de la tierra vive un Pueblo pobre, mal
nutrido y con salarios de hambre. Hasta que los argentinos no
recuperemos para la Nación y el Pueblo el dominio de nuestras riquezas,
no seremos una Nación soberana ni un Pueblo feliz"
Arturo Jauretche
Desde hace varios meses los medios masivos; los opinadores que ofician
de columnistas, la clase política y los infaltables gurues de la City,
vienen instalando la idea de que la crisis impacta en nuestra actividad
económica.
Las imágenes de despidos en los países centrales, contiene el mensaje
encriptado, de que el poder económico está en dificultades, y en
consecuencia una distribución progresiva del ingreso, es un acelerador
de la crisis. O busca que la audiencia se pregunte: ¿Si despiden obreros
en Alemania, que nos queda para Argentina”.
No es inocente el discurso de nuestro gobernador manifestando que hay
que mantener los “niveles de empleo”, esto lleva implícita la amenaza de
que si los trabajadores pretenden recuperar su poder adquisitivo, hay
desocupación. O si se cae la actividad económica los indigentes se
mueren, no hay más posibilidad de asistirlos desde el Estado.
Opinadores que manifiestan: “Cuando todos pierden, lo mejor que te puede
pasar es perder menos, pero nunca vas a ganar”. Como si La teoría del
juego tuviese como única alternativa que todos pierden; también se
evalúan como alternativas “unos ganan otros pierden” o “todos ganan”
Lo cierto, es que todos se hacen los distraídos, nadie se anima a
explicar el carácter estructural de la crisis, sus manifestaciones; el
impacto en el orden económico mundial; y los riesgos de que transfieran
a nuestros países y a la Argentina en particular sus consecuencias.
Todos los discursos ubican la crisis, en la “toxicidad” de títulos
hipotecarios; u otros agregados, del sistema financiero, la falta de
regulación de estos mercados, la volatilidad y especulación a la que
fueron expuestos, los paraísos fiscales etc,. Es algo así, como explicar
que la fiebre se debe a que la temperatura del cuerpo supera los 36º.
Todos silencian, que la causa de la crisis, está en el desajuste brutal
que existe entre la apropiación de riqueza por parte del poder económico
y la retribución al trabajo. Todas las corrientes de política económica
coinciden en ello: la escuela marxista la caracteriza como crisis de
acumulación con una caída irreversible en la tasa de ganancia, la
escuela regulacionista diría que se ubica del lado de la demanda, con
estructuras distributivas regresivas; la escuela neoliberal clásica la
observa como inelasticidad de la demanda, con fuerte limitación a
sostener la utilidad marginal por producto; su variante monetarista la
explica desde la contracción del crédito y escasa monetización de los
bancos.
La única explicación a es estas coincidencias, es que la revolución
científico – tecnológica, el control sobre el proceso de innovaciones
por parte del poder económico, las estrategias globalizadas de
reproducción ampliada del capital, la aceleración en la rotación del
capital, diversificando la intervención en mercados y sectores de la
economía; generó la mayor acumulación de riqueza, del que pueda dar
cuenta la historia del capitalismo.
La necesidad de reproducir la riqueza en forma ampliada a la misma tasa
de ganancia, se sostuvo mediante una cultura consumista reificando los
bienes y servicios y cosificando a la humanidad.
Mantener este modelo, “estilo de vida”, que llaman los yanquis, conlleva
a que un automóvil se descarte a los seis meses, o que un celular se
deseche en forma diaria, única forma en que GM o Motorolla, puedan
reproducir en forma ampliada sus capitales y esas sociedades conserven
el empleo.
Cuando el proceso encuentra las primeras limitaciones, las sortea
incrementando productividades, (nuevos materiales, mayor automatización
inteligente, descentralización de operaciones administrativas, esquemas
organizativos flexibles para toma de decisiones sobre rotación del
capital, y estudios de mercados para mayor racionalidad de todo el
proceso.
Cuando la economía real no pudo sostener la tasa de ganancia, el
excedente se colocó en el sector financiero, inventando 1500 productos
del sector, para este objetivo.
No se caen las hipotecas norteamericanas, por perdida del poder
adquisitivo de los yankis, sino por un proceso de desajuste de precios,
en el sector inmobiliario, que se retroalimenta con el sistema
financiero.
En tanto construir una vivienda costaba 10, la demanda por expansión del
crédito llevó el precio a 100, y los bancos mayoristas con sus productos
financieros, cotizaban esa vivienda a 1000.
Cualquier papel en Wall Street, tenía un valor que triplicaba el
patrimonio real de una empresa, por último utilizaron los comodities a
futuro para colocar el capital acumulado, eso explica el barril de
petróleo a 140 dólares o la soja a 600 dólares.
El salvataje a los bancos mayoristas es un intento desesperado por
mantener los capitales que acumularon no más de 1500 GEE.
No existe posibilidades de reproducir capital en forma ampliada,
manteniendo la tasa de ganancia, en sociedades donde el consumo está
hipersatisfecho. Canalizar los recursos hacia India, China, Brasil etc,
solamente puede hacerse si se cambia la matriz distributiva del ingreso
y se incorpora la totalidad de la población a la lógica consumista,
(esto no se hace de un día para el otro); requiere de acuerdos
políticos, estructurar un nuevo orden mundial, contar con una moneda de
atesoramiento, que refleje los PBI por región, acuerdos con las
burguesías locales etc.
Esta claro que la crisis se ubica en sociedades con consumo
hipersatisfechos, todas ellas pertenecientes a los países centrales.
Muy alejado de lo que ocurre en nuestra tierra, donde existen consumos
insatisfechos de décadas, los cuales se traducen por hogar; en carencia
2 millones de viviendas, carencia en 7 millones de hogares, de muebles y
confort, carencia de 5 millones automóviles, carencia de indumentaria en
20 millones de personas, carencia de acceso al conocimiento en
15millones de compatriotas, carencia absoluta de energías renovables,
sobresaturación del sistema urbano de transportes, sistemas de
transporte de cargas obsoletos o ineficientes, ausencia de
transformaciones tecnológicas en los espacios urbanos, carencia de
acceso masivo a la aeronavegación, de acceso a la medicina preventiva y
primaria para 7 millones de hogares, carencia de alimentos en 4 millones
de personas, carencia de acceso al crédito de 14 millones de argentinos
etc.
Con todo lo que falta por hacer, los empresarios locales no meten mano
en estas actividades, por la sencilla razón, que para hacerlo deberían
cambiar la matriz distributiva, (elasticidad de la demanda, ok), esto
sería aceptar una menor tasa de ganancia, la voluntad que tienen está
por demás demostrada en el proceso inflaccionario que desataron durante
el 2007/2008, el lock-out del campo, o promoverse como lideres políticos
en los principales distritos del país.
La potencial demanda de nuestro pueblo, podría seguir insatisfecha por
dos motivos: A) Que nuestro país careciese en su totalidad o en
particular, de los siguientes recursos: recursos naturales, conocimiento
científico; centros de investigación, aplicaciones tecnológicas o mano
de obra disponible, para incorporar a la actividad económica, B) Que la
actividad económica estuviese controlado por GEE, con estrategias
globales de reproducción ampliada del capital, donde las decisiones de
inversión se ajustan a la demanda con poder adquisitivo, y al sector de
la economía que ofrece mayor rentabilidad; o que reestructuren sus
actividades, retirándose de los países con mercados reducidos, que no
ofrecen ventajas comparativas (bajo precio del salario, energía barata,
permisividad de agresión al medioambiente, libre flujo de capitales al
exterior etc.). C) Que dadas las condiciones de A) no existiese política
económica para las carencias de los argentinos, entonces B), o que no
existiese la voluntad política de construir una fuerza popular para
generar los instrumentos económicos que demanda A), con o sin
resistencia de B, entonces B.
Desde la sinfonía de un sentimiento diría me permito recordar: “La
economía la manejan las grandes corporaciones en beneficio propio, o lo
hace el Estado en beneficio de todo del pueblo”.
A esta altura no va a faltar algún monetarista que sostuviese que no hay
recursos financieros, y si le dijésemos que LOS ARGETNINOS, tenemos
ahorrados 50 mil millones de dólares en el Banco Central y otros 15 mil
millones de dólares en la banca comercial, nos diría que la expansión
monetaria que proponemos, desencadena un proceso inflacionario
irreversible. En las actuales circunstancias, se puede observar la
debilidad de ese marco teórico; en los países centrales, las fabulosas
emisiones que realizan, están acompañadas por procesos deflacionarios.
(Chau Milton Freedman). Por favor no insulten más nuestra inteligencia,
con la muletilla de las inversiones externas, y que la emisión propia
genera inflación.
Según la propia teoría monetaria: “No hay inflación, si la demanda
agregada, (dinero disponible), crece a igual ritmo que la economía”
Puede ser que no quede claro lo que necesitamos, pero hay algo que
inexorablemente se requiere, PLANIFICAR LA ECONOMÍA, porque de lo
contrario vamos a terminar plantando soja en los jardines, a pesar de
que nadie come un solo poroto de este yuyo.
Si el gobierno persiste con intervenir en la economía, orientando al
mercado desde ajustes a variables fiscales o cambiarias, el mercado
tarda dos segundos en acomodarse y maximizar rentabilidades, sin
importarle un carajo lo que necesita el pueblo argentino.
La otra falacia es creer, que la intervención de sesgo Keynesiano,
funciona en economías controladas por GEE, con estrategias globales de
acumulación.
El excedente que acumulan lo asignan a espacios económicos que ofrecen
rendimientos muy superiores a los de nuestro mercado. Por ello el gasto
en obra pública, que funciona como palanca en un primer momento, no
completa el círculo virtuoso que proponía Keynes, (incremento del PNB,
empleo, mayor consumo, formación de capital, mayor productividad, para
volver a reiniciar el ciclo), si el círculo no se completa, tampoco se
replica.
Aclarado el tema de la crisis y la cuestión que es imprescindible,
(PLANIFICAR ej. primer y segundo plan quinquenal); vayamos a la cuestión
de la crisis vinculada a nuestro país.
Lamentablemente, la presidente nunca dio mayores detalles, de la matriz
diversificada de acumulación, desde los datos empíricos podemos
reconstruir el modelo, que hasta ahora funciona.
No es menos importante la continuas recomendaciones al mercado de que
agreguen valor a los productos primarios o intermedios; (el poroto de
soja convertido en jamón), o la sugerencia al sistema financiero para
que cambien la orientación del crédito, (en vez del consumo suntuario,
actividades productivas).
Hay dos sectores que dinamizan el conjunto de la economía, a) El núcleo
exportador y b) la obra pública y el gasto social, estos funcionan como
palanca del mercado interno, potenciándose entre sí, y estructurando un
sistema económico, en constante crecimiento, generación de mas empleos,
reducción de la precarización, incremento relativo del poder
adquisitivo, y a la vez se reduce la conflictividad social con los
sectores más postergados, mediante el gasto social.
En un ciclo indefinido de expansión, las variables económicas y sociales
convergen, los saldos exportables, generan divisas, esto se traduce en
expansión monetaria acompañada de crecimiento de la economía, genera
mayor recaudación fiscal y continuos superávit que permiten retomar el
ciclo, cancelando a la vez deuda externa.
El modelo posee un elemento anticíclico, que es sostener una tasa de
cambio con moneda subvaluada, (“los UIA” quieren un dólar de $ 4), esto
impacta en los precios del consumo interno, para lo cual la Secretaría
de Comercio intenta con escasos resultados, sostener precios
diferenciados, entre los productos de consumo interno y los exportables.
La otra variante fue subsidiar desde el estado, la rentabilidad de los
GEE, para mantener la diferenciación o sostener el poder adquisitivo.
A esto cabe agregar que el carácter de las exportaciones y el destino de
ellas, tiene un nivel de diversificación como nunca antes había
alcanzado Argentina. (en buen romance: no tenemos los huevos puestos en
una sola canasta).
Como Política económica a este modelo lo podemos encuadrar dentro de la
experiencia desarrollista de los años 60, salvando las divergencias
entre los patrones tecnológicos y el nuevo orden mundial que produce la
globalización.
El modelo no tiene una matriz distributiva incorporada, por lo que se
sigue utilizando la vieja herramienta, diseñada en tiempos del primer
peronismo, (la paritaria y el salario mínimo); herramienta de la que no
puede prescindirse, pero que sirve de muy poco, si no es acompañada por
otros instrumentos distributivos, principalmente aquellos que pueden
regular la tasa de ganancia de los formadores de precios.
Y llego la crisis…, esta impacta en una de las palancas que tiene el
modelo, el mercado externo. Los comodities al liberarse de los vaivenes
especulativos, sus precios se cayeron en un orden del 40%, se observan
bajas en los precios de los productos agroindustriales, los cuales
rondan el 20% en promedio, con evolución incierta.
Esto no es lo peor, sino que el 30% de nuestras exportaciones son
productos manufacturados no agropecuarios, algunos intermedios y otros
finales; la caída abrupta de la demanda en los países centrales o
regionales, por alta exposición a la crisis, ya sea por su apertura al
mercado financiero internacional (Brasil, México), o por caída en los
comodities (Venezuela), orientan sus políticas, hacia el cierre de
mercados y el autoabastecerse, para recuperar empleo; en el caso de
Brasil la industria local de automóviles alcanzó el máximo histórico de
ventas en el primer trimestre del 2009, por el estimulo en la reducción
de impuestos.
Resumen: de los 70 mil millones de exportaciones, se pierden no menos de
20 mil millones, y el saldo de la balanza comercial retrocede en 8 mil
millones de dólares.
Para neutralizar el impacto directo: el mercado interno debería absorber
esta caída, con consumo masivo de los sectores populares, ej. 350 mil
automóviles.
El otro problema es, que la expansión monetaria se contrae al ingresar
menos dólares, limitando la expansión de la economía, con posibles
subas, en la tasa de interés y fuerte demanda monetaria.
Se reduce la recaudación impositiva del sector externo, tanto la
proveniente de retenciones a exportaciones, como la arancelaria para
importaciones.
El impacto es significativo en términos del PNB, representa una caída
del 7%; con el agravante, que para recuperarlo en términos absolutos, a
precios internos, requiere de mayores volúmenes de producción que los
destinados a las exportaciones.
De los 60 mil millones de pesos que se pierden del PBI, 18 mil
aproximadamente representan caída en la retribución al trabajo, una
equivalencia de 600 mil empleos anuales.
El aporte a la estructura impositiva en el 2008, por parte del mercado
externo representó el 21% del total de los ingresos, difícilmente en el
2009 alcance el 15%. Por otra parte si se mantiene el mismo nivel de
ingresos, que en el primer trimestre del presente año, la administración
central llegaría a fines del 2009, con un déficit sobre lo
presupuestado, cercano a los 50 mil millones de pesos.
Podría extenderme en más datos, pero cualquiera puede consultarlos y
corroborarlos con la información del Mecon; Indec o BCRA, y todos
señalan la misma tendencia.
Lo cierto es que si se trata de sostener el modelo la crisis impacta, se
pueden perder cerca de un millón de puestos de empleo, pasar a tener
déficit fiscal, menor inversión en obra pública, reducir el gasto social
y/o incrementar la deuda pública.
El otro tema, determinante es el comportamiento de los GEE frente a la
situación, las fusiones y reestructuraciones van a estar al orden del
día, fuertemente vinculadas, a las relaciones de poder que estructuren,
un nuevo orden económico mundial.
Es decir, si estos muchachos son los que controlan el mercado local,
preparémonos para recibir las facturas de los platos rotos, por la
fiesta que hicieron en el norte; me cuesta imaginarme millones de
europeos pauperizados para sostener sus burguesías.
Acá retomamos el hilo político de la historia, si nos dicen que va a
llover, es porque nos quieren mear, cada vez que pagamos los platos
rotos, el poder económico local, hace suculentos negocios con el simple
y sencillo argumento, de que si quiebran, la situación empeora.
Para estas circunstancias y con el modelo existente, volverían a la
carga con flexibilizaciones laborales, transferir ingresos mediante un
proceso inflacionario, recuperar la renta que se les cayó del sector
externo, mediante reacomodamiento de precios internos, desarrollo de los
sectores de la economía que son funcionales a sus estrategias globales y
si pueden, armar un fondo movilizador anticrisis, con recursos del
estado, solventado por el conjunto de los argentinos.
En consecuencia hay que desechar lo más rápido posible este modelo,
reestructúralo desde las demandas insatisfechas de nuestro pueblo;
planificar a cinco años la intervención del poder económico desde los
intereses populares; garantizando productividades, escalas de producción
e incrementos del poder adquisitivo, con una matriz distributiva que
controle la renta y los cumplimientos pautados, sobre los formadores de
precios, (al que no le gusta que se vaya a otro lado, somos expertos en
recuperar fábricas), financiar el modelo desde los recursos existentes,
para ello reestructurar el rol del BCRA y la banca estatal, nacionalizar
los depósitos bancarios, canalizar el crédito hacia la actividad
económica, y emitir moneda si el crecimiento de esta lo demanda, y los
recursos financieros no son suficientes.
No es de menor importancia recuperar, la decisión sobre el giro al
exterior, de regalías o actividades de capitales golondrinas que aún hoy
existen. (En el 2008, esta jodita costó 6 millones de dólares).
Mientras quince bancos privados en Norteamérica pueden emitir la
cantidad de billetes que se les da la gana, nosotros seguimos
considerando que la emisión produce inflación y que necesitamos
inversiones externas para desarrollarnos, las garantías jurídicas y toda
la letanía liberal.
Es necesario tener extremo cuidado con las medidas que se impulsan,
especialmente aquellas donde existen coincidencias con el poder
económico, me refiero concretamente a la quita del IVA, para los
productos de consumo diario, esto solamente es aplicable si hay una
economía planificada, si el poder económico es el que controla el
mercado, el resultado es fatal ya que estaríamos quitándole cerca de un
15% de la recaudación, al Estado, y pondríamos definitivamente de
rodillas al gobierno frente al poder económico. Cualquier instrumento
impositivo de carácter progresivo, fuera de una economía planificada, es
eludido por el poder económico.
Para poner en marcha un nuevo modelo, se requiere de un pueblo
organizado y consciente de los intereses que ataca, algo así como una
fuerza política liberadora.
Para alcanzar este objetivo, con la premura que requiere la situación,
sería de inapreciable valor que la dirigencia del PJ, reciba de los
peronistas, un curso acelerado sobre el carácter revolucionario y
movimientista del peronismo; recuperen la categoría política de
oligarquía e imperialismo para señalar al enemigo. Hasta se podría armar
un combo, incluyendo toda la estructura gremial, para retomar el debate
con los trabajadores del proyecto de Nación que quieren, y el rol
determinante del Movimiento obrero en los procesos históricos.
Siendo las 5,29 AM del Jueves Santo, siento la tranquilidad de haber
realizado el intento de explicar la crisis, de cómo nos impacta, de que
manera podemos evitarlo, y me quedo con una sola duda, que la dirigencia
del PJ, sea receptiva de la propuesta, y considere inexcusable el
patriotismo que se requiere, para asumir el carácter revolucionario del
peronismo.
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