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¿Qué
es el pensamiento Nacional?
Por Aritz Recalde *
“El dilema es de hierro. Ya se ha dicho. O nación o factoría.” Juan José
Hernández Arregui
I- Pensamiento Nacional
El término “pensamiento” se vincula a la acción de “pensar”, definida como
aquella actividad intelectual que intenta alcanzar la resolución de un
problema. Siempre que nos refiramos a “pensamiento” o a “pensadores”,
estaremos describiendo una actividad humana cuyo sustrato primordial se
vincula estrechamente a la capacidad de dar respuesta a determinados
interrogantes que nos presenta el medio histórico, social, político y
cultural en determinado período histórico. Asimismo, hablamos de Pensamiento
Nacional y no de Pensamiento Argentino, ya que el primero no implica
únicamente un tipo de inscripción geográfica respecto a la producción
intelectual, sino que además involucra un posicionamiento específico del
intelectual y/o pensador en función del debate en torno al “problema
nacional”. El Pensamiento Nacional aborda, desde diferentes perspectivas y
ámbitos de acción, el debate sobre la nación cuya condición intrínseca
implica problematizar y poner en cuestión, cuál es el camino más adecuado
para alcanzar el desarrollo del país en el contexto de la división
internacional del trabajo mundial.
El pensador brasileño Helio Jaguaribe, al referirse al término nación
sostiene que dicho concepto incluye dos dimensiones básicas. Hay cuestiones
objetivas que definen a una nación, como pueden ser las condiciones
históricas, geográficas, culturales y sociales. El proceso de formación de
una nación sólo se logra cuando existen vínculos de “Unidad de raza, de
cultura y de territorio”. Sobre el particular, el autor establece que: “El
elemento cultural, comprendido en determinada época la cosmovisión básica de
un pueblo, su lengua y demás medios de significación y comunicación, como el
arte y el estilo, sus instituciones y su tecnología, es el principal factor
de aglutinación nacional.” (Jaguaribe, 11). Jaguaribe sostiene que la nación
no se consolida si dichas condiciones objetivas no son acompañadas de
condiciones subjetivas, ya que: “Estas (las naciones) sólo se constituyen
como tales cuando surge el proyecto político que aspira a fundarlas y
mantenerlas. Las solidaridades objetivas son tópicas, por definición, y no
implican el proyecto de su preservación. Es el proyecto de vida nacional lo
que da a la nación su continuidad en el tiempo y su fisonomía propia, como
sujeto e instrumento de acción política.” (Jaguaribe, 12). Estas condiciones
objetivas son organizadas y promovidas a través de un proyecto político que
surge como reflejo defensivo del pueblo, que por intermedio de su práctica
cotidiana e histórica, intenta modificar la estructura subdesarrollada e
inconclusa de un país determinado. El proyecto nacional en palabras de
Jaguaribe: “Es suscitado por la necesidad sentida de una comunidad de
construir y mantener en funcionamiento un mecanismo jurídico político que
imprima efectos prácticos a su unidad social, cultural y geográfica.” La
inexistencia de una nación en un país, lo conduce al subdesarrollo
permanente y a la reproducción de la dependencia estructural que contempla
la condena social de sus mayorías sociales. El debate sobre la nación tal
como aclara Jaguaribe, se distancia de una interpretación meramente
simbólica, folclórica, literaria o de biografía personal de algún dirigente
y por el contrario, adquiere una dimensión material y estructural concreta
que implica la posibilidad o la negación respecto a la existencia de
nuestros países y sus comunidades ya que: “El nacionalismo, como se vio, no
es imposición de nuestras particularidades, ni simple expresión de
características nacionales. Es por el contrario, un medio para alcanzar un
fin: el desarrollo” (Jaguaribe, 39). Cuando un grupo o conjunto social se
organiza políticamente e intenta consolidar la nación, se habla de la
existencia del “nacionalismo”. Dicho término, incluye la planificación del
Proyecto Nacional que implica una respuesta teórica y conceptual a las
demandas y a los anhelos de las organizaciones libres del pueblo. Asimismo,
el nacionalismo involucra una práctica y una acción concreta de ejecución
del Programa Nacional, experiencia sin la cual la comunidad no se realiza.
Proyecto Nacional y práctica política, son los dos pilares sin los cuales no
se consuma la nación y consecuentemente, el conjunto de actores que habitan
su territorio. En esta misma línea argumentativa Juan José Hernández Arregui
sostendrá que: “La conciencia nacional es la lucha del pueblo argentino por
su liberación”.
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* Sociólogo, ver CV
El texto pertenece al Cuaderno N° 1: ¿Qué es el Pensamiento Nacional?, de
la serie Cuadernos de Trabajo del Centro de Estudios Hernández Arregui,
hernandezarregui@gmail.com
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