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Las
manos de Fermín
Por Francisco José Pestanha
“En verdad, la Nación y todo proyecto nacional, en el mundo de la
periferia siempre fueron objetos de campañas destinadas a mantener el
dominio o a conquistarlo. Los Argentinos sabemos bien como funcionó el
famoso dilema Civilización o Barbarie blandido como verdad científica. Hoy
aquel primer termino de la vieja disyuntiva ha sido reemplazado por
MODERNIZACIÓN, EFICIENTISMO, O PODER TECNOLÓGICO, contra el que no se
puede”.
F. Chávez
Cuando el maestro Fermín Chávez en ese titánico y a veces retraído esfuerzo
por desentrañar las ideologías de los sistemas centrales, definió al
pensamiento nacional como “epistemología de la periferia ”, no hizo otra
cosa que advertirnos que en ibero América, debía imponerse una nueva
“ciencia del pensar” - es decir - una epistemología propia.
Desde una concepción filosófica orientada nítidamente hacia un historicismo
cuyo supuesto esencial radica en que, para estudiar cualquier ser colectivo
sea que se considere o no a éste como un organismo, es “ indispensable
conocer todos los elementos que la forman y sus modos de funcionar, con
resultados varios en su vida anterior y su vida presente” , el entrerriano
nos enseñaba que “ninguna disciplina en particular proporciona un sujeto a
la epistemología, ya que el sujeto no es el mismo en ontología, en lógica,
en psicología, en ética y en estética. No hay tampoco, un ego epistemológico
especifico” .
El rescate integral e integrado de episodios y protagonistas obliterados por
la historiografía oficial para Fermín, debía contribuir a superar ese
verdadero desprecio por nuestro pasado, descrédito que según él emergió
durante el siglo de las luces (Aufklärung), un período histórico donde se
sobrestimo la capacidad una “razón humana” (que para muchos filósofos época
era “siempre idéntica a sí misma, igual en todos los hombres y en todos los
tiempos”) - y donde lo racional - debía “sustituir a lo real en tanto éste
(lo real) era juzgado como producto absurdo de la historia” . Cabe señalar
que para los historicistas como Chávez la redención del “ser histórico” no
perseguía fines meramente académicos - sino muy por el contrario- objetivos
político culturales vitales en cuanto “lo pasado” es constitutivo de “lo
presente” y determinante de “lo futuro”.
Para Chávez la importación a libro cerrado de la doctrina iluminista no sólo
generó en el país un “un prejuicio moral y cultural” respecto a nuestras
raíces indo–hispánicas, sino que además, a partir de tal influencia, empezó
a germinarse una dicotomía - civilización o barbarie - donde lo bárbaro
resultó paradójicamente lo propio, y lo civilizado, lo ajeno. La idea de
barbarie empezará a cobrar de esta forma un sentido peyorativo “hacia
adentro”, trastornando los supuestos culturales “hasta el punto de hacerle
creer a los nativos que nuestra civilización “consistía en la silla inglesa
y en la levita”. El iluminismo en nuestra región presupuso de esta forma una
concepción naturalista y universalista de la sociedad, “bajo la cual habría
de sucumbir el ethos de nuestro pueblo y nuestra propia (…) germinación
espiritual”
Evidentemente la obsesión por recuperar “lo gauchesco”, “lo hernandiano”,
“lo facúndico”, “lo matrero”, etc., llevó a Fermín a realizar vitales
contribuciones historiográficas. Pero más allá de estos trascendentes
aportes, su gran y más valioso legado fue el de la preservación de
componentes esenciales de la historia del peronismo. Así, a partir de
innumerable cantidad de textos, artículos y opúsculos, entre los que se
destacan: “Perón y el justicialismo”; “La chispa de Perón: el arte de la
política en 70 relatos con humor, sarcasmo y sentencia”; “Siete escolios
sobre Perón”; “El Che, Perón y León Felipe”; “John William Cooke. El
diputado y el Político”; “Perón y el peronismo en la historia contemporánea
en 2 tomos”; “Alpargatas y libros - diccionario de peronistas de la cultura
en 2 Tomos”; “Eva Perón en la historia”; “Eva Perón sin mitos”; “Diez hijos
de Evita, nueva generación”; “Historia del país de los argentinos”;“Poemas
con matreros y matreras”; “45 Poemas paleoperonistas”; “Evita hay una sola”;
y “El peronismo visto por Víctor Frankl”, Chávez intentará resguardar para
las nuevas generaciones de argentinos acontecimientos, protagonistas y
factores cardinales de la historia integral del peronismo.
La labor reconstructiva de Fermín Chávez y de otros autores que han ahondado
en la herencia histórica del movimiento político mas trascendente de la
historia argentina, cobra notoria significación en el presente - ya que
desgraciadamente - desde sectores mal informados o malintencionados, se
vienen difundiendo relatos parciales e incompletos sobre el pasado del
justicialismo que incluyen - entre otras infidelidades - proposiciones que
desnaturalizan el itinerario y el pensamiento de muchos de sus
protagonistas, elucubraciones descabelladas y tendenciosas, y hasta el
ocultamiento de constituyentes elementales de la cosmovisión peronista. De
esta forma ciertas versiones del “Walshismo”, del “Cookismo”, o del
“evitismo” aparecen como alternativas con relato propio a una historia que
es profundamente rica, significativa y compleja.
En ese orden de ideas nunca debe olvidarse que, entre otros hitos
fundacionales, el Peronismo germinará en medio profunda revolución
artística, ética y estética acontecida no solamente en nuestra patria sino
también en ibero América y que en la Argentina tal convulsión fue la
protagonizada por la llamada “Generación Décima”, progenie que reaccionó
aguda y espiritualmente contra el coloniaje y se propuso la búsqueda de un
sentido y destino colectivo. Se afirma, en tal sentido, que “la revolución
estética y el nacionalismo cultural se expresarán a través de una
innumerable cantidad de artistas y autores, en todos los campos del quehacer
estético-cultural” . Resulta emblemático mencionar en este ensayo, ya que
resultaría imposible hacer honor a todos los que se lo hubieran merecido,
los bellos paisajes de La Boca de Benito Quinquela Martín y los motivos
camperos de las caricaturas de Florencio Molina Campos que conectarán la
belleza visual con el sentimiento popular. Esta nueva sensibilidad de
minorías y mayorías se verá reflejada, también, en el desarrollo de la
música popular argentina (…) la mención de Carlos Gardel, Ignacio Corsini,
Agustín Magaldi, Azucena Maizani, Rosita Quiroga, Esteban Celedonio Flores,
Francisco Canaro, Pascual Contursi, Enrique Cadícamo, Enrique Santos
Discépolo, entre tantos otros, nos exime de mayores comentarios. El teatro
nacional tuvo a Armando Discépolo, Alberto Vacarezza, Samuel Eichelbaum,
Luis Arata, entre otros destacados cultores. Juan Alfonso Carrizo y Carlos
Vega hurgarán en las raíces de nuestro folklore. Carlos Gilardi, Luis
Gianneo y Juan José Castro seguirán la línea de las dos generaciones
anteriores en la expresión del llamado nacionalismo musical” .
Ese verdadero cauce cultural generado por las progenies anteriores, más las
condiciones materiales de exclusión , y la acción Británica en el Río de la
Plata, confluyeron allí, determinando una epopeya que alteró sustancialmente
la vida de los argentinos. En ese preciso marco es en el que Perón, “conecta
sus incursiones en la filosofía con su destino de hombre público y con la
originalidad de la doctrina cuya base filosófica pretende exponer, no como
filosofo profesional sino como realizador político.” Y lo hace en plena
conciencia de “que la dificultad del hombre de estado responsable consiste
casualmente en que esta obligado a realizar cuanto afirma.”
La “comunidad organizada” obra alfa del peronismo según Oscar Castellucí,
será concebida en un clima epocal caracterizado por antagonismos de sistemas
opuestos y de clases, y emerge como una propuesta de armonización entre los
intereses individuales y colectivos en el marco de una organización estadual
que asegure la dignidad de todos, y de una democracia real, donde el único
verdaderamente soberano y protagonista es el pueblo. Pero además, dicha
“comunidad organizada”, irrumpe como respuesta y propuesta a otra antítesis
de la época, ya que “evidenció una exacta comprensión del conflicto latente
que se establecía por entonces, entre el adelanto científico-tecnológico por
un lado, y la preservación y exaltación de los valores de la dignidad del
hombre, por el otro.”
La Comunidad Organizada a la que refiere Perón constantemente constituye, a
la vez, una Nación cuyo concepto presupone indefectiblemente la inclusión
del pueblo concreto. Cabe señalar al respecto, que una de las fuentes sobre
las que abreva Perón es la producción teórica de la Fuerza de Orientación
Radical de la Joven Argentina (F.O.R.J.A). Como quedara asentado en
publicaciones anteriores sobre el tópico , las ideas de F.O.R.J.A. nunca
fueron ajenas a Perón, y los textos de Scalabrini Ortiz, Jorge del Río y
José Luis torres , editados por la agrupación, se constituyeron en lectura
corriente de ciertos cuadros de la logia militar impulsada por Perón (el
G.O.U.)
Una de las grandes conquistas conceptuales de FORJA, en especial de Raúl
Scalabrini Ortiz, es aquella que plantea la incorporación del pueblo
concreto –las mujeres y los hombres corrientes- al concepto de Nación
Así, respecto a la doctrina peronista, podemos afirmar que será desarrollada
por un perón que profesaba una heterodoxia propia del pensamiento filosófico
mestizo . El general recoge así una fructífera tradición de pensamiento
iberoamericano que va expresar en cada oportunidad posible. Tal tradición,
deviene del particular modo en el que se conformo nuestro pasado. Mientras
la América Anglosajona “fue el fruto genéticamente puro de la modernidad, la
reforma y el proyecto técnico apropiativo de la naturaleza (…) basado en una
teología protestante, en especial calvinista con énfasis en la
predestinación y elección divina” y en tanto, “impulso su conquista basada
en el exterminio absoluto y en la sustitución de la población” (los nativos
no fueron integrados ni conservados ni siquiera como mano de obra esclava, y
por ello se recurrió al negro como esclavo), el carácter premoderno de la
conquista ibérica, fundo una historicidad particular ciertamente rapaz en lo
que refiere a la extracción y apropiación de recursos, pero integradora ya
que el mestizaje forzado tantas veces y consensuado otras, “configuro una
base poblacional especifica que si bien puede determinarse como inarmónica
configuro un novun histórico nutrido de fuentes diversas y en tanto un
espacio de síntesis “no dialéctica y de síntesis originaria, esto es que no
proviene de un proceso, sino que surge desde ya como poder de síntesis”
En el contexto de ese novun histórico, un Perón mestizo va edificando un
marco teórico en el que convergen distintas vertientes filosóficas. Desde
una visión crítica -y “no como un intelectual sumiso- cuestiona los
paradigmas consagrados del conocimiento formal, cosmopolita y doctrinal, que
operan como verdaderos imperativos categóricos, y en los que todo está
resuelto y dotado de prestigio. No se aísla del mundo, lo analiza desde su
experiencia y formula una nueva propuesta.”
Juan Domingo Perón se forma teóricamente en tiempos de profunda crítica al
positivismo europeo y de una revitalización de la filosofía iberoamericana.
En lo que atañe a nuestro país, cabe resaltar que durante las primeras
décadas del siglo pasado, todo el pensamiento filosófico es atravesado por
la pregunta respecto a la Argentina que suponía un interrogante vinculado a
nuestra identidad colectiva, no sólo como un impulso para la búsqueda de una
tradición (en el sentido de indagación respecto a la configuración
ontológica de nuestro pasado) e inscribirse en ella, sino como una
delimitación de un universo de pertenencia y de sustento para el futuro. No
puede obviarse en este proceso el acercamiento de la Iglesia Católica a los
militares, y sobre todo la influencia que ideólogos de dicha extracción como
Manuel Gálvez ejercerán sobre los jóvenes cuadros del ejército. La revista
Criterio se constituirá en el órgano de difusión de este ideario, hecho al
que se sumara la creación de cientos capellanías castrenses. Monseñor Miguel
de Andrea ejercitará notable autoridad sobre el joven Perón y probablemente
Jacques Maritain, influirá sobre su pensamiento, en especial en lo que
refiere a la liberalización de ciertas prácticas.
Ese espíritu crítico que la vez asume posiciones propias es representado
nítidamente por Perón. Para Alberto Buela esta actitud se retrata cuando,
por ejemplo, “los postulados de libertad, justicia y solidaridad (que
propone Perón) vienen a reemplazar a los viejos ideales liberales sostenidos
por la Constitución de l853 tomados del lema de la Revolución Francesa de
Libertad, Igualdad y Fraternidad”. Para Buela hay coincidencia en uno de los
ideales -que es el de la libertad- pero su interpretación es completamente
distinta. La concepción de la libertad según la Constitución de 1853 (que es
en definitiva la concepción de la libertad liberal) la define: “como poder
hacer lo que se quiere, la libertad se va a presentar como una actitud, una
cualidad del individuo más allá de su condicionamiento o de su vinculación
social. Por su lado, la libertad de la concepción justicialista, va a ser
entendida como libertad en situación es decir, un hombre no puede ser libre
en una comunidad que no lo es.”
Como señalamos anteriormente, las remisiones filosóficas están presentes en
Perón desde sus primeros textos orales o escritos, pero es quizás en la
Comunidad Organizada donde expresa por primera vez, y en forma más acabada,
su posición.
El 9 de abril de 1949, y en su condición de Presidente de la Nación clausura
las deliberaciones del Congreso Nacional de Filosofía con una conferencia
que luego se conoció como la Comunidad Organizada. Para Alberto Wagner de
Reyna , dicho congreso “en el escenario internacional del mundo del espíritu
modificado por la guerra, significó una revelación de la nueva Argentina
como potencia, no competidora sino co - responsable y factor de singular
empuje.”
Todo estos antecedentes y otros no enunciados aquí en virtud de las
características de este ensayo, que dan cuenta de protagonistas e
influencias obliteradas en los relatos parciales, pero que resultan de
altísima relevancia, deben tenerse necesariamente en consideración al
momento de trasmitir el legado histórico que dio origen y sentido especifico
al movimiento, ya que narraciones fragmentarias como las que critico, al
desnaturalizar la esencia del peronismo, contribuyen - como aquél legado
iluminista – “a privarnos de nuestro ser pretérito”.
En tiempos de cierta incertidumbre sobre el futuro bien vale husmear un poco
en el pasado, pero no como práctica para anudarse melancólicamente a él,
sino para evitar que las nuevas generaciones peronistas construyan un
destino sin las bases firmes que los nuevos tiempos requieren.
1 Ideologías que para él representaban “fuerzas e instrumentos de
dominación”.
2 Fermín Chávez: “La conciencia nacional; Historia de su eclipse y
recuperación”. Editorial Pueblo Entero. Año. 1996.
3 Wenceslao Escalante: Citado por Fermín Chávez en “La conciencia
nacional…Ibídem
4 Fermín Chávez: “La conciencia nacional… Ibídem
5 Período que suele ubicarse entre la revolución Inglesa de 1688 y la
francesa en 1789, y que denomina siglo de la razón. Es una etapa histórica
que se caracteriza por la fe total y dogmática en la Razón Humana.
6 Fermín Chávez: “Historicismo e iluminismo; (para graficar esta postura
Chávez refiere a Francis Bacon que en el “Siglo XVII renegando de todo el
pensamiento antiguo, acuso a Platón y Aristóteles de haber viciado la
naturaleza con la teología y con la dialéctica respectivamente.
7 Fermin Chavez, “Civilización y Barbarie”. El liberalismo y el Mayismo en
la historia y en la cultura argentina”. Editorial Trafac. Edición 1956.
8 Juan W. Wally: Generación de 1940, Grandeza y frustración. Editorial
Dunken, Bs. As., 2007
9 Juan W. Wally: Generación de 1940….ibidem
10 En ese orden de ideas, cabe recordar que durante las primeras décadas del
siglo comienzan a converger en las orillas de la gran ciudad tres sectores
marginados por diferentes razones, convergencia que, con el tiempo, va a
producir un intercambio sumamente trascendental. Confluirán en las orillas
de Buenos Aires en primer lugar los orilleros desplazados por la política de
progreso indefinido impulsado a partir de 1870: El gaucho y en menor medida
el indio. En segundo lugar los orilleros provenientes de las corrientes
inmigratorias provenientes del exterior del país y privados de la promesa de
tierras. En tercer lugar los orilleros desplazados del trabajo rural a causa
de la caída del modelo agro -exportador. Estos tres factores van a converger
físicamente y a convivir intercambiando experiencias, expectativas,
conocimientos y tradiciones, y naturalmente, desarrollando una serie de
conceptos, de ideas que van a ser recogidos por el ideario Forjista. Este
factor es clave, ya que FORJA convive y analiza todas y cada una de estas
experiencias, articulándolas con algunas elaboraciones provenientes del
pensamiento nacionalista de principios de siglo y con el Revisionismo
Histórico. Surge así el nacionalismo popular incorporando definitivamente al
pueblo en el concepto de Nación.
11 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto. Colección
Liberación Nacional
12 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto. Ibídem
13 Alberto Gonzáles Arzác: Pensamiento exógeno y endógeno en la formación
constitucional argentina. En www.nomeolvidesorog.com.ar
14 Francisco José Pestanha: “F. O. R. J. A. De las catacumbas al poder”, en
Ernesto Adolfo Ríos (compilador), F. O. R. J. A. 70 años de Pensamiento
Nacional (“El Gobierno y el derrumbe”), Corporación Buenos Aires Sur, Bs.
As., 2007.
15 Para comprender cabalmente la labor forjista, pueden consultarse entre
otros: Miguel Ángel Scenna: F. O. R. J. A.: Una aventura argentina (De
Yrigoyen a Perón), Oriente, Bs. As., 1972; y los tres volúmenes de F. O. R.
J. A. 70 años de Pensamiento Nacional, editados por la Corporación Buenos
Aires Sur y la Comisión Nacional Permanente de Homenaje a F. O. R. J. A.,
durante los años 2006 y 2007.
16 Si bien es cierto que José Luis Torres no estuvo formalmente afiliado a
F. O. R. J. A., alguno de sus textos fueron difundidos en los legendarios
cuadernos de la agrupación, del mismo modo que el sótano de la calle Lavalle
lo contó entre sus habituales conferencistas.
17 Para Armando Poratti: “La presencia del pensamiento en la historia
americana es necesariamente una consecuencia del carácter mestizo del
continente. Es un pensamiento que no puede ignorar la categoría occidental,
pero su actitud es radicalmente otra, y por ello, la filosofía americana,
vista desde afuera, parece a veces inexistente o a veces meramente
subordinada e inferior”. En La comunidad organizada: texto y gesto. Ibídem
18 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto…. Ibídem
10 Armando Poratti: La comunidad organizada: texto y gesto. Ibídem
20 Catalina Pantuso: “La maldición de Malinche en la cultura política
argentina”. En www.cepag.com.ar .
21 Cfr. Fermín Chávez: El peronismo visto por Víctor Frankl. Theoría, Bs.
As, 1999.
22 Alberto Buela: Notas sobre el peronismo. Bosquejo de la Comunidad
Organizada, Editorial Grupo Abasto, Bs. As., 2007
23 Alberto Wagner de Reyna: Reconocido filosofo católico-existencialista y
ex embajador del Perú.
24 Alberto Wagner de Reyna: “La fiesta de la Filosofía”, en La comunidad
Organizada, ADRIFER Libros, Bs. As., 2001
fpestanha@hotmail.com
www.nomeolvidesorg.com.ar
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