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"Clarín
es el principal representante de la alianza financiera, mediática y sojera"
El periodista, escritor e historiador desmenuza y analiza los movimientos
del grupo monopólico de medios y conjetura sobre los intereses que persigue.
Claudio Díaz, periodista, escritor e historiador
Por Jonathan Rippel
Claudio Díaz conoce el grupo Clarín desde adentro. Trabajó en el diario y en
Radio Mitre hasta que decidió salirse y comenzó a convertirse en una especie
de enemigo que el gigante persigue con pasión. Sus palabras describen, en
pasado, presente y futuro los pasos de la empresa de Ernestina Herrera de
Noble.
"El proceso de expansión y crecimiento del Grupo Clarín -explica Díaz a
Buenos Aires Económico- tiene que ver con que, de alguna manera, formó parte
de lo que fue la recomposición del capitalismo a escala global y
particularmente en nuestro país con el modelo de José Alfredo Martínez de
Hoz en adelante, cuando a la Argentina se la devuelve al esquema colonial,
reconvirtiéndola en un país agrario, con muy poco desarrollo industrial, con
la idea de que tenga un movimiento obrero muy dócil, que se bancara los
modelos de ajuste.
Clarín es, al principio, un socio menor en esto de asociarse con la
dictadura pero a partir del momento en que con el diario La Nación
interviene Papel Prensa, lógicamente pasar a formar parte de ese
conglomerado, lo fue llevando a aferrarse cada vez más a ese modelo y, en la
actualidad, a ser un protagonista importante. Hoy se puede hablar de una
alianza financiera mediática sojera, de la cual Clarín es el principal
representante".
-¿Y cómo entran en escena el secretario de estado norteamericano, Henry
Kissinger y el millonario David Rockefeller?
-No tengo el dato preciso de cuándo arrancó, pero es muy sospechoso que ya
en los años de la dictadura, y en los primeros años de la democracia,
Kissinger se convierte en columnista del diario. Se reunió en diversas
oportunidades con Jorge Rafael Videla y Martínez de Hoz, después con Carlos
Menem, y luego con el accionista del grupo, Héctor Magnetto. La información
que circuló en algún momento desde la propia Bolsa de Comercio, cuando
Clarín empezó a cotizar con acciones, es que una parte de su capital
accionario estaba en manos de Kissinger, no en forma directa sino a través
de un testaferro.
-¿Qué papel juega el Consenso de Washington en el manejo de los medios?
-Durante la famosa reunión del Consenso de Washington en los '90, lo que
marca el poder económico mundial es que como quedaba atrás la etapa de
dominación a través de las Fuerzas Armadas, el control de los pueblos para
que acepten como único sistema al neoliberalismo, pasa por el
convencimiento, por los discursos que realicen los medios de comunicación
instalando como verdad única eso que fue el pensamiento "políticamente
correcto", ese modelo que fue impuesto primero por las armas. El vasallaje
empieza a efectuarse a través de lo que sería una colonización informativa
que termina conduciendo a la colonización del pensamiento, para la que se
había pedido la participación a los grandes diarios de cada país. A cambio,
le aseguraban el silencio de todo lo que iba a hacer la dictadura en cuanto
a desnacionalización, secuestro, desapariciones y persecución de todos los
militantes político-sociales. Y lo que se pidió es que cada país, según la
legislación vigente, permitiera que esos grandes diarios tuvieran acceso a
la radio y la televisión. Acá ocurre cuando Menem instruye a Roberto Dromi
para la derogación del artículo 45 que impedía que los propietarios de un
diario fueran al mismo tiempo dueños de emisoras de radio y de canales de
televisión.Ahí Clarín puede comprar Radio Mitre, Canal 13, crear la señal de
cable TN, y comprar radios y canales en las provincias, y todo respondiendo
a ese proyecto de la Comisión Trilateral, que a su vez responde al "Gobierno
Mundial", hegemonizado por las corporaciones.
-La idea de un "Gobierno Mundial" compuesto de corporaciones es polémica:
tiene muchos adherentes pero también severos críticos que la consideran una
simplista teoría conspirativa.
-Pero las corporaciones multinacionales que controlan la gran riqueza que
produce la humanidad, tienen en muchísimos casos un patrimonio mucho más
grande que el de los propios países. Al tener más poder que un Estado, ellos
digitan la política mundial y, entonces, agarran el planeta como una unidad
de producción única. Después viene el trabajo en cada país de convencer a la
dirigencia de que tienen que llevar determinado plan a cabo. Para el caso
específico de Argentina, por ejemplo, se establece que puede participar con
su aparato industrial pero de manera muy pequeña y tiene que dedicarse otra
vez a ser una granja agraria.
-¿Por qué?
-Porque nos hacen creer que nosotros le podemos dar de comer a 300 o 400
millones de personas. Ese humanismo pretendido del modelo sojero parte de
una falsedad porque no le asegura el plato de comida a los 40 millones de
habitantes de nuestro país. Ese modelo es el que estos medios, con Clarín a
la cabeza, empezaron a difundir en los últimos años. La Trilateral,
específicamente en Argentina, una vez que se fue la dictadura, porque con
Videla y Martínez de Hoz tenía un trato casi directo, empezó a hacer lobby
organizando periódicamente, cada año o año y medio, reuniones en la
Argentina con la dirigencia política, sindical, empresaria y periodística.
Hay que decir que en el período 1986-1993 en esas reuniones participaron, me
arriesgo a decir, un 70 u 80 por ciento de dirigentes del radicalismo y del
PJ que terminaron siendo funcionarios de alto rango.
BUENOS MUCHACHOS, BUENOS NEGOCIOS
-En el libro "Diario de guerra. Clarín: el gran engaño argentino" hablás
también sobre Héctor Huergo, director del suplemento Rural de Clarín.
-El ingeniero Huergo es pariente lejano de Ernestina (Herrera de Noble).
Ingresó al diario en los años '80. Y siempre estuvo en la parte de
información vinculada al agro. En 1994 entra en contacto con Felipe Solá,
que era el secretario de Agricultura y Ganadería y que le recomienda a Menem
que lo ponga como director del INTA. Huergo se instala durante varios meses
allí y, según denuncian tiempo después técnicos y científicos del organismo,
se apropia de todas las investigaciones científicas que habían hecho
-calidad de los suelos, régimen de lluvias, etcétera- y luego de 9 meses se
va. Científicos del INTA descubren que a partir de ahí también empiezan los
grupos de la soja a "convencer" a los funcionarios de nuestro gobierno de la
importancia de la soja transgénica. Luego, la periodista francesa Marie
Monique-Robin escribe el libro "El mundo según Monsanto" y habla sobre
Huergo. Ella explica que Monsanto suele comprar periodistas y medios. Un
detalle que cuenta es que en noviembre de 2003 Huergo, ya director del
suplemento Rural, entrega unos premios, reconocimientos a diferentes
sectores de Argentina que según él ayudan a crecer al campo. Y le da un
premio a Felipe Solá con el argumento de que cuando fue secretario de
Agricultura habilitó la soja transgénica, lo que le permitió ganar a los
productores 7 mil millones de dólares. Solá era entonces gobernador de la
Provincia de Buenos Aires, con lo cual uno puede ver cómo trabajan estas
corporaciones internacionales.
-¿Y el resto de los accionistas de Clarín?
-Aranda compra el arrozal que tiene en Corrientes. Es Huergo el que tiene la
información, a fines de los '90, de que con el ingreso de millones de
habitantes de China y del sudeste asiático al mercado laboral habrá un mayor
consumo y la producción mundial de arroz no alcanzará para abastecer a todo
el mundo y, entonces, aparece como un buen negocio el tener un arrozal. Y
Aranda lo compra. En algún momento, nada menos que (George) Soros, uno de
los tipos más influyentes del mundo, se asocia con Aranda con la idea de
convertir su arrozal en el más grande de América. Y para lograrlo, los tipos
se quieren apropiar de un pedazo de la naturaleza desviando las aguas de un
arroyo. Además, está el rumor de que en ese 18 por ciento de acciones que
Goldman Sachs tiene de Clarín, hay dinero de Kissinger. Entonces está claro
que Clarín es parte del poder económico mundial que somete a la Argentina.
PERFIL
Claudio Díaz, autor de Prensa Canalla, La ultraderecha argentina y Manual
del antiperonista ilustrado, carga sobre sus hombros varios galardones,
entre ellos, el premio latinoamericano de periodismo José Martí y tres
Martín Fierro al servicio informativo de Radio Mitre. Pero luego de
declaraciones que hizo en marzo del año pasado a la revista "Veintitrés" en
las que criticó el modo de cubrir la polémica entre la patronal del campo y
el Gobierno por parte del Grupo Clarín, desde el multimedia le prohibieron
seguir escribiendo la página principal del suplemento zonal Morón/Ituzaingó
y le quitaron los días de vacaciones que le adeudaban. Decidió denunciarlo y
renunciar. Tiempo después, con otros periodistas, creó
www.quetepasaclarin.com. El Grupo recurrió a la Justicia para impedir,
mediante un juicio penal, que el blog mencionado siguiera siendo usado por
sus creadores. Argumentaron que estaban utilizando la marca como propia, con
fines de lucro, cuando la única intención era desenmascarar el doble
discurso y la manipulación informativa del diario. De no haberse bajado del
blog "quetepasaclarin.com", su staff hubiera tenido que pagar una multa
diaria de 500 pesos. Pero Claudio Díaz no se dejó amilanar y acaba de
publicar "Diario de guerra. Clarín: el gran engaño argentino", en el que
revela los vínculos entre el Grupo Clarín, Kissinger, Rockefeller y Soros.
Buenos Aires Económico