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Algunas
reflexiones sobre el poder, cinco episodios y una sola pregunta
Por Claudio Díaz*
En vísperas de las fiestas, y con las vacaciones esperando a la vuelta de la
esquina, vamos a correr el riesgo de ser calificados de antipáticos y
desubicados por distraer a los nacionales que vibran por esta Patria
inconclusa del merecido respiro que empiezan a tomarse tras un año
desgastante y lleno de compromiso militante.
Aceptamos nuestra condición de “hinchapelotas”. Y sabemos muy bien que ahora
es tiempo de ir por la bermuda o la malla y las ojotas. Pero si no
invitáramos a la reflexión a las compañeras y a los compañeros nos
sentiríamos peor. La solicitud es muy simple y tiene que ver con nuestra
cotidianeidad. Y es… Que aunque el verano ya golpee a las puertas de la
Argentina, no guardemos en el placard la ropa de fajina. Por las dudas…
Todos tenemos derecho a tomarnos un descanso. El peronismo y los peronistas
lo sabemos mejor que nadie. ¿Quién fundó el turismo social…? Pero el enemigo
es tan poderoso y controla tantos espacios que conviene estar con los ojos
bien abiertos.
Ellos, claro, van a reventar enero en Punta del Este o en sus exclusivas
ciudadelas a las que lo único que les falta son los cocodrilos y las torres
medievales. Por supuesto, tampoco dejarán de organizar sus orgías de guita y
poder, con lacayos de frac (políticos, jueces, periodistas) que hasta le
pondrán, si hace falta, bronceador en la cara para hacerlos brillar más.
Pero estos entes de aspecto humanoide que pretenden codificar la vida no
descansan, compañeros. Ordenan, arman y desarman, digitan, programan y
desprograman, subvierten.
Estos primeros días de diciembre son “ricos en “acontecimientos”, por no
decir en movidas furiosamente antinacionales. Se refuerza el ataque que
vienen sosteniendo desde marzo de 2008 como si quisieran resolver la batalla
antes del cierre de año. Rápidamente y sin perder más tiempo:
• Domingo 6. El ariete de la intelectualidad antinacional, Luis
Alberto Romero, escribe en Perfil que “el gobierno se ha propuesto impedir
que la oposición institucionalizadora gane el control de la calle y de la
opinión. Para ello, recurre a las corporaciones amigas (piqueteros,
camioneros y hasta barras bravas) para desalojar la calle de opositores. Por
esa vía, Mussolini asaltó las instituciones constitucionales y construyó,
hacia 1925, su Estado totalitario de Italia. Hay que impedir que se concrete
ese modelo”. En un hecho poco común para el periodismo de opinión, el
miércoles 9 Clarín publica la misma nota de Romero, aunque con otro título y
algunos párrafos nuevos que refuerzan el mensaje destituyente.
• Lunes 7. Eduardo Duhalde viaja a los Estados Unidos junto al
radical Rodolfo Terragno para presentar ante el Consejo de las Américas, que
responde a la Comisión Trilateral, un Plan para un hipotético nuevo Gobierno
de la Argentina. Al día siguiente, la corresponsal de Clarín en Nueva York
da cuenta de que Duhalde mantendrá una reunión con el criminal de guerra y
lobbysta de corporaciones transnacionales Henry Kissinger.
• Martes 8. En una evidente operación de prensa tendiente a ensuciar
las relaciones entre Argentina y Brasil (que no son bien vistas por el poder
económico mundial), Clarín sostiene que el presidente Lula se enojó con
Cristina Fernández de Kirchner y la dejó plantada por un reclamo que ésta le
habría hecho respecto de las asimetrías comerciales entre ambos países que
perjudican a la industria nacional. Nuestra presidenta desmiente el episodio
pero el diario no lo refleja. Horas después, el propio canciller de Brasil,
Celso Amorim, también sale a decir que de ninguna manera Lula se disgustó
con su par de Argentina.
• Miércoles 9. En representación del Foro del Bicentenario que
integran junto a otros prohombres del cipayismo, el sofista Mariano
Grondona; el director emérito de La Nación, José Escribano; y el novelista
Marcos Aguinis, concurren al despacho del vicepresidente Julio Cobos y le
entregan una propuesta política denominada “Acuerdo del Bicentenario”. A
pocas cuadras de allí, en la Casa de Galicia de Buenos Aires, dirigentes
menemistas invitan a referentes del pejotismo disidente a organizar la
filial porteña de la llamada Confederación Duhaldista. Concurren, entre
otros, Miguel Angel Toma, Chiche Duhalde y Ramón Puerta.
• Jueves 10. La oligarquía agraria, los barones de la industria,
representantes de la Mediocracia y una veintena de chirolitas de la
oposición política se juntan a escasos metros del zoológico porteño para
pedir y apoyar -entre otras cosas- el descabezamiento del gobierno de la
provincia de Buenos Aires. Un rabino, un cura y un pastor evangelista
bendicen el acto. Al día siguiente, el vocero periodístico del grupo,
Marcelo Bonelli, resume algunas de las exigencias de esta yunta: que el
Estado no intervenga más en la economía; que el Gobierno deje de controlar a
los grupos de poder; y que se respalde a los partidos que embistan contra el
gobierno para obligarlos a cambiar su modelo político. Con lenguaje sutil,
Bonelli insinúa que si el gobierno “fue por todo”, la nueva alianza sojera,
agroindustrial, financiera y mediática debe actuar de contragolpe.
Frente a todos estos episodios no caben más consideraciones. Pero sí una
pregunta: si esto no es la sinarquía, ¿la sinarquía dónde está?
* Periodista, profesor de historia y escritor. Entre sus títulos se
encuentran el “Manual del antiperonismo ilustrado”, “La ultraderecha
argentina” y “La prensa canalla” (compilador). Obtuvo tres Martín Fierro
(1992, 1993 y 1995) al mejor servicio informativo por el noticiero de Radio
Mitre, del cual fue productor entre 1991 y 1997. Trabajó en La Razón, El
Periodista, El Porteño, Línea y Clarín. En 1988 le otorgaron el Premio
Latinoamericano de periodismo José Martí.
diazdeoctubre@yahoo.com.ar