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Nuestra
Patria es la lucha
Por Jorge Falcone
A la memoria de Beba Balvé y Carlos O. Suárez, forjadores de conciencia
crítica en Nuestra América
Cuadro de situación
Estamos culminando la primera década de un Siglo XXI que muchos
historiadores dan por iniciado con el ataque a las Torres Gemelas. Habitamos
un mundo multipolar, desde un continente que ha visto gobernar a dos mujeres
a los lados de la cordillera, a un indio en el altiplano, a un metalúrgico
en el país más grande del Cono Sur, y a un hombre de color en la Casa
Blanca. Hemos transitado desde la represalia al “eje del mal” en procura de
armas de destrucción masiva que nunca aparecieron, hasta un Premio Nobel
otorgado al armamentismo y la Guerra Terminal. Los líderes del planeta no
pudieron frenar ni la ejecución de Saddam (anunciada por la serie “South
Park” y globalizada por la CNN) ni revertir un Golpe de Mano que sienta
siniestros precedentes desde Honduras hacia toda la región. Los Movimientos
Sociales que eclosionaran hacia el 2001 aún no hallan en toda latitud un
correlato político institucional que supere la falta de representatividad de
los partidos tradicionales y avance resueltamente hacia democracias
participativas y plebiscitarias. Las guerrillas sobrevivientes de los 70s
constituyen referencias tan jurásicas como las élites golpistas que aún se
resisten a la globalización de la solidaridad. En resumen, el orden mundial
vigente - denunciado como Enemigo Público Nº1 de la Humanidad desde Bolívar
a Guevara -, en caso de agonizar lo hace matando.
Desafíos del Bicentenario
Muchos pueblos de la región conmemoran en 2010 dos siglos de intentos
independentistas, en muchos casos ensayados por líderes comunes, como Don
José de San Martín. Si Belgrano, Moreno o Castelli aún caminan entre
nosotros – como pretenderá la publicidad oficial – de seguro que lo hacen
entre las bases, en torno a un voluntariado solidario anónimo sin
precedentes históricos… a favor del que aún no conseguimos meter nuestro
voto en las urnas. De manera que en la Patria “vive de rentas” un Tuerto en
el País de los Ciegos que esgrime el discurso más auspicioso desde 1983,
pero sin desmontar el modelo de exclusión social, enfrentando una
“oposición” antediluviana que no da pie con bola y se moviliza más por
resentimiento que por pautas programáticas. Por ahora ambos nos condenan a
una Cultura de la Resignación posibilista que conduce a optar mediocremente
por el mal menor. Desde el Modelo Nacional expuesto por el Tte. Gral. Juan
Domingo Perón en 1974 l@s argentin@s – acaso escarmentados por el genocidio
continental más cruento – no hemos vuelto a construir pensamiento autónomo.
Sin embargo vivimos expuestos al espectáculo paradojal de la mención
reiterada de patriotas que sí lo hicieron (Scalabrini, Cooke, Tosco)… pero
no los imitamos.
Alternativas viables
El otorgamiento de un galardón pacifista a un mandatario guerrerista, la
instalación inconsulta de bases militares en suelo colombiano y junto a la
frontera venezolana, la “vista gorda” ante la primer asonada militar del
Siglo XXI concretada en Tegucigalpa, la prórroga del bloqueo contra Cuba, y
la avanzada de la derecha pinochetista en Chile hablan a las claras de que
el viejo orden no se retirará de escena cordialmente: Las principales
reservas alimentarias del planeta se concentran en nuestro continente, y eso
representa mucha tribulación aún para el pueblo latinoamericano. Si no somos
capaces de revisar las cartas magnas diseñadas a sangre y fuego por los
patriciados del Siglo XIX para fragmentar los movimientos nacionales en
infinidad de partiduchos con plataformas similares que no alteran el orden
establecido seremos víctimas de un contragolpe global conservador que nos
hará pagar los costos de la crisis internacional otra vez a l@s más
necesitados, a l@s más vulnerables.
Mientras propendemos a la construcción de un nodo de interlocución y
coordinación nacional de l@s sin nada, es imprescindible que no caigamos en
la trampa – al establecer lazos a veces necesarios entre Estado y comunidad
– de aceptar la agenda y las reglas de juego del poder. Eso sólo se logra
arrancando conquistas mediante la movilización multisectorial callejera, y
forjando patrimonio inalienable (como lo vienen logrando experiencias del
carácter de la Organización Barrial Túpac Amaru de Jujuy) El enemigo
histórico sólo respeta a los pobres cuando se presentan de a muchos y
organizados. Al tramitar subsidios, cooperativas, o planes, hay que conjurar
el riesgo siempre presente de transformarnos en gestores de un Estado
perverso: El nuevo desaparecido de la democracia formal es el militante
desacreditado ante sus bases por el sistema. La teoría de muchos
sobrevivientes de la experiencia de los 70s acerca del kirchnerismo como
“espacio en disputa” sucumbe ante las palmarias evidencias de cómo ha venido
maltratando el oficialismo a sus cada vez más menguadas bases sociales, y
cuáles son sus aliados – aparentemente estratégicos – preferenciales. El
gran desafío de la militancia aparece la paradoja de coexistir con el más
inhumano de los sistemas posibles mientras se lo demuele en pro de un orden
más justo.
En resumen, que no parimos aún el Nuevo Movimiento de Liberación Nacional
que recoja el patrimonio de nuestras mejores experiencias y las proyecte al
futuro… pero contamos con la lección fresca de un 2001, hoy más valiosa aún
que la del 73; tenemos un ALBA y un UNASUR constituyéndose en auspiciosas
cajas de resonancia de los intereses nostramericanos; y – como si fuera poco
– el país geopolítica y demográficamente más gravitante de la región,
históricamente convocado a constituirse en gendarme sub continental, aún se
debate entre ese rol y albergar en su embajada hondureña al depuesto
presidente Zelaya o realizar estratégicos acuerdos nucleares con Irán
desafiando el mandato imperial. Eso, si poco o mucho, de cara al
Bicentenario debería alcanzarnos para volver a soñar en grande.-
BUSCARON ESCARMENTARNOS A GOLPES:
VIVA LA CONSTRUCCIÓN NACIONAL DEL SOCIALISMO!
Jorge Falcone