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¿Independientes?
Los de Avellaneda…
Por Claudio Díaz *
Magdalena Ruiz Guiñazú empezó a hacer uso de la zoncera a principios de la
década del ’90. El Grupo Clarín -como es natural- se apropió de ella algunos
años después. Y en la actualidad, una docena de derviches de radio y
televisión también sale a vender en el mercado de las noticias este buzón
fabricado en las capitales del coloniaje.
Se llama Periodismo Independiente. Una de las más grandes falacias que la
tilinguería mediatizada consume con singular apetito. Sobre todo a la hora
de la cena, cuando entre “informativos” y programas de debate político se
realiza como miembro integrante de la “opinión pública”.
¿Independientes de qué y de quiénes? Si es casi imposible serlo… Todos los
periodistas, como cualquier persona, tienen ideas y pensamientos filosóficos
o religiosos concretos. Y esto sin entrar a considerar los intereses
comerciales vinculados a la profesión. Quien escribe esta columna de opinión
tampoco es independiente. Porque analiza y fija posición desde un espacio de
pensamiento político concreto. En este caso, el peronismo.
¿Cuál es la independencia de la señora Magdalena, que no sólo tiene simpatía
por el radicalismo (y está en todo su derecho) sino que además es
“sponsoreada” desde hace más de 20 años por las principales corporaciones
empresariales de este país, lo que le ha impedido informar y opinar sobre el
comportamiento de esos grupos de poder ante gobiernos y trabajadores?
¿Cuál es la independencia de Clarín? Si antes que un diario es un grupo
económico que diversificó su impresionante patrimonio a rubros de la
producción agrícola como la soja. Lo suyo ¿es periodismo o actividad
agraria? ¿Puede este medio ser tan cínico e hipócrita al declararse
independiente cuando -periodísticamente hablando- a partir de marzo de 2008
apoyó de manera decidida de la extorsión de las patronales agrofinancieras
contra el Gobierno nacional?
¿Cuán independiente puede ser del poder económico mundial si a través de su
vicepresidente José Aranda concertó una sociedad con el magnate de las
finanzas George Soros, el segundo hombre más rico del planeta, para
construir un arrozal en la provincia de Corrientes? ¿Qué ejercicio de
periodismo libre y sin ataduras pudo haber practicado el diario con el ex
gobernador de Corrientes, José Colombi, quien 10 horas antes de dejar su
cargo firmó un decreto por el cual la sociedad Clarín-Soros podrá apropiarse
del Arroyo Ayuí Grande para tener el humedal que requiere la dimensión del
arrozal aludido?
Hace pocos días, los principales periodistas de las secciones de Política y
Economía del llamado “gran diario” firmaron una nota de repudio contra el ex
presidente Kirchner por las críticas que suele efectuar al rol de la prensa.
En esa nota dijeron ejercer el periodismo con absoluta libertad e
insistieron con el sonsonete de la prensa independiente. No se pone en duda
la honestidad profesional de estos colegas, pero decir que en Clarín tienen
independencia para escribir lo que realmente piensan es una hipocresía. En
todo caso, coinciden ideológicamente con la línea editorial del matutino.
¿De qué independencia pueden hablar si saben que no pueden cuestionar el rol
de las grandes compañías multinacionales, ya que el 18% del capital
accionario del grupo está en manos de la corporación norteamericano-sionista
Golden Sachs?
Si tomamos a otros personajes de la mediocracia, ¿es independiente Joaquín
Morales Sola, que en 2005 fue condecorado por la Embajada de Francia en
Buenos Aires con la Orden de Caballero tras haber cuestionado -desde un
artículo publicado en La Nación- que el gobierno de Néstor Kirchner le
quitara la concesión del servicio de agua potable a la empresa Aguas
Argentinas, de capitales franceses?
Como éstos, hay muchos más ejemplos demostrativos de la falsedad que
esgrimen algunos periodistas que pretenden hacerle creer a los argentinos
que son neutrales y no defienden a ningún sector en particular.
No existe el Periodismo Independiente… Que se sepa, el único Independiente
que uno conoce es el de Avellaneda…
*Periodista, profesor de historia y escritor. Entre sus títulos se
encuentran el “Manual del antiperonismo ilustrado”, “La ultraderecha
argentina”, “La prensa canalla” (compilador) y el último de sus libros:
“Diario de Guerra”. Obtuvo tres Martín Fierro (1992, 1993 y 1995) al mejor
servicio informativo por el noticiero de Radio Mitre, del cual fue productor
entre 1991 y 1997. En 1988 le otorgaron el Premio Latinoamericano de
periodismo José Martí. Trabajó en Crónica, La Razón, El Periodista, El
Porteño, Línea y Clarín. Actualmente es columnista de la revista
Contraeditorial.