|
|
|
La masturbación de los impotentes
Por Dante López Foresi
(Diario EL VIGÍA)- Estamos ante momentos difíciles en la convivencia
política argentina, pero estamos cayendo en la trampa mediática de
magnificar protagonistas y situaciones. La situación es delicada, pero no
tanto si reflexionamos unos segundos.
Es casi risible intentar argumentar que Argentina no debe pagar su deuda
contraída desde la declaración del "default", como pretender imponerle a un
gobierno legítimamente electo por el pueblo cómo debe hacerlo.
Pero también nos parece equivocado apuntar a la dirigencia política
opositora en su conjunto como los artífices del intento destituyente. Quizás
no porque no lo deseen, sino sencillamente porque no tienen la capacidad
fáctica de hacerlo.
En general, los políticos opositores sufren una impotencia que los
desequilibra fácilmente y los hace cada vez más cautivos de los verdaderos
íncubos de la desestabilización: las corporaciones económicas que se sentían
tan cómodas durante los mandatos del actual senador que, por escasos días,
recuperó patéticamente el protagonismo luego de suplicar públicamente lo que
su amigo ya extinto decía cada martes: "no me dejen solo". Ténganme en
cuenta. Digno de lástima, si no fuera por lo perverso y dañino.
La presidente de los argentinos apuntó y señaló claramente a quienes
pretenden eliminar al "zurdaje" que gobierna. Y lo viene diciendo desde
marzo de 2008. Son aquellos que hoy permanecen como espectadores sonrientes
de una presunta crisis institucional que, en los hechos, no es tan grave.
Biolcatti, Grondona (Mariano), los fondos buitres, Magnetto, Herrera de
Noble, Jorge Fontevecchia en su calidad de cadete de todos los mencionados,
las empresas que explotaban a los jubilados "administrándoles" sus recursos
a través de las AFJP, los ex dueños de Aerolíneas y los punteros políticos
que perdieron ascendencia y fichajes de afiliación a raíz de ese maldito
plástico que se le ocurrió a Cristina entregar a los beneficiarios de planes
sociales, son algunas de las caras visibles de la orquesta desestabilizante.
No ya de este gobierno, sino de la política como concepto, pues el ejercicio
de la democracia deja en evidencia, en primer lugar, a los especuladores y
sus ganancias. Y recordemos que la política de excelencia es la única
defensa que tienen los pueblos contra sus opresores.
No pueden perdonar que se haya hecho pública una lista de centenares de
empresas líderes y nombres propios que durante 2008 y 2009 transfirieron al
exterior las suculentas ganancias que obtuvieron en Argentina.
Jamás van a perdonar que les hayan quitado multimillonario negocio del
fútbol y que insistan con poner en vigencia una Ley de Medios que los
obligaría a desinvertir millones de dólares y les impediría seguir trazando
la agenda de los argentinos.
Nadie en su sano juicio puede ignorar que dos aumentos anuales para
jubilados, paritarias para trabajadores, asignación para más de 3 millones y
medio de niños o la intención de desendeudar al país son medidas dignas de
elogio. Y sólo no pueden elogiarla los discapacitados ideológicos excedidos
de ambición política y aquellos que vieron profundamente dañados sus
intereses presentes y ganancias futuras con el diseño del actual modelo de
país.
Podemos cuestionar, y de hecho lo hacemos, que la torpeza opositora haga
trastabillar demasiado seguido al gobierno. Ese es un problema que el mismo
gobierno deberá resolver: no caer tan fácilmente en cada zancadilla de
dirigentes de poca monta.
¿Es extraño que ningún monopolio mediático no haya hablado del procesamiento
del diputado radical Oscar Aguad por 60 millones de dólares que administró
sospechosamente cuando era interventor de la provincia de Corrientes durante
el gobierno de Fernando de la Rúa?. No..no lo es. Sigue la lógica del
razonamiento desestabilizante. No ensuciar los pocos soldados carentes de
ideas propias y sumamente obedientes con los que cuentan las corporaciones.
Muestran la hilacha demasiado seguido. Son torpes. Mientras Joaquín Morales
Solá escribe en La Nación (dónde sino) que "la democracia cruje", el "dúo
pardepe" del periodismo vernáculo zezea e histeriquea, alternadamente, sobre
el autoritarismo de los "kircher" (se dice Kirchner, Gato) y buscan hacer
méritos con las mismas corporaciones que los mantienen.
Si nos ponemos a pensar desapasionadamente durante unos segundos, resulta
hasta gracioso. Personajes que en el pasado jugaban golf mientras crecía la
indigencia o se quedaban sin espacio en el helicóptero y por ello aplicaban
dos manos más de polarizado en sus parabrisas para no ser reconocidos por la
gente, hoy pontifican y hasta se lo creen. Lo que no es gracioso es que los
instrumentos de que se sirven los grandes capitales especulativos sigan
entorpeciendo la gobernabilidad y tensen la cuerda hasta límites
insospechados.
El Vicepresidente de los indultos Eduardo Duhalde le dijo a Oscar González
Oro (a quién sino, sin que le repregunten y lo pongan en apuros) que "el
temor que tienen los empresarios es al "exprópiese" chavista. Más claro,
imposible. Y él se ofrece como garante de la protección de esos mismos
empresarios, eufemismo con el cual Duhalde se refiere al capital financiero
especulativo.
Los empresarios genuinos y nacionales, en tanto, siguen disfrutando de
ganancias permitidas por un dólar competitivo y una política económica que
tuvo la habilidad de ser inclusiva con ellos y con los trabajadores
simultáneamente.
Por eso, creemos que es un error que debe ser corregido, colocar en calidad
de "enemigos" a los dirigentes opositores, incluso a aquellos que más
ambiciones profesan y menos ideas expresan.
El prójimo tiene la importancia con la cual uno lo inviste. Si alguien
piensa que Pinedo, Pratt Gay, Fernando Iglesias o la misma Elisa Carrió son
"golpistas", les está brindando una entidad que "per sé" jamás lograrían.
Porque hasta para ser golpista hay que tener ascendencia sobre la sociedad.
Y lo cierto es que el 28 de Junio nadie obtuvo más del 30 por ciento de los
votos. Y en unos comicios de medio término, eso es lógico y razonable. Habrá
que ver qué sucede cuando haya que elegir conductor y administrador del
país, con la complejidad y las convicciones ideológicas que ello presupone.
Si la Jefa de Estado muestra desde hace dos años claramente dónde está el
enemigo y afecta sus intereses con cada decisión, intentemos no confundirnos
los ciudadanos y creer que cualquier dirigente opositor tiene altura
política para ponerse el sayo de desestabilizador. En la Asamblea
Legislativa, Cristina (una mujer), miró a los ojos a varios diputados y
senadores (hombres) y se refirió a los "pequeños". Todo un símbolo de un
mundo nuevo. Que no todos los hombres, y también mujeres, que se dedican a
la política, están dispuestos a tolerar. Sólo hace falta que uno de esos
hombres o mujeres sea capaz de sostener un debate de ideas a la altura de la
cuestionada Presidente con carteras Vuitton.
No olvidemos, además, que el actual Congreso Nacional, está repleto de
rostros, nombres y apellidos de los destinatarios directos del "que se vayan
todos" de 2001. Pero la sociedad decidió darles una nueva oportunidad, esta
vez para controlar. La sociedad sabe perfectamente quien es capaz de
gobernar y quienes son los responsables de la desintegración social e
institucional que vivimos en
un pasado muy reciente.
Por eso, cada espacio periodístico de los grupos monopólicos, portales de
internet y diario de los tradicionalmente afines a cualquier poder que les
permita crecer económicamente, se convirtieron en meros "masturbatorios"
donde desfilan dirigentes impotentes a la hora de diseñar nuestro futuro.
No magnifiquemos. Sigamos viviendo nuestras vidas, sin creer que la realidad
es tan grave como nos cuentan. Hoy más que nunca, debemos repetir que
Argentina es algo demasiado importante como para dejarlo en manos de los
dirigentes. Y de ciertos medios de incomunicación.
www.agenciaelvigia.com.ar/anoticia533.htm