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Vila-Manzano Vs. los "destitutos"
Por Osvaldo Vergara Bertiche
Los multimedios (hegemónicos) confiaron en la oposición. La oposición (rejunte
de destitutos) confió en los medios. Entre unos y otros se propusieron “llevarse
puesto” al gobierno de Cristina. Los destitutos desde el Congreso, los otros
desde las “tapas” y los “zócalos”. La jugada sólo fue de pizarrón. A pesar del
pronóstico, el equipo “B”, el lesionado, “inclinó” la cancha. Todavía no hay
goles, pero varios tiros han dado en el travesaño.
El equipo conocido como “A” (de Amuchados, Amanuenses, Arbitrarios, Antojadizos,
Antirreglamentarios, Autoritarios) atina a uno que otro “gambeteo” y saca
“afuera” para tomarse un respiro.
Desde la “platea”, sus socios, los llamados Medios (como dirían en el barrio son
“medios medios”) tiran la bronca. Se desesperan. Y como buenos desesperados (no
tienen esperanza) se angustian, se alteran, se enojan y aparece el desprecio.
Tal es así, que el Editorial (sin firma) del Diario La Capital de Rosario,
(Grupo 1 – Vila Manzano) del Domingo 11 de Abril, titulado: “LA OPOSICIÓN
JUEGA PARA LOS K” dice:
“Aunque lacerado, lucubrando apenas tácticas en el día a día para que el 2011 se
estire como un chicle, el gobierno logra embaucar a una oposición inmadura,
frágil, con excesivos figurones y pocas figuras capaces de cumplir con lo
que la mayoría de la sociedad les dio como mandato el 28 de junio de 2009:
cambiar el estado de las cosas.
No es que nosotros seamos buenos, es que los otros son peores, serpenteó Juan
Domingo Perón allá lejos y hace tiempo para poner en evidencia una concepción
del poder distinta a la del radicalismo. En cualquier momento desde el
kirchnerismo se aferrarán a esa máxima tratando de mostrar el notable
infantilismo anti K.
Se escribió desde esta columna apenas se inició el año legislativo -
curiosamente inaugurado por la presidenta Cristina Fernández con el oxímoron de
poner en escena el decreto de necesidad y urgencia - que la oposición tenía ante
sí la posibilidad de convertirse en alternativa y delinear un horizonte cercano,
pero también el riesgo de caer en las tramperas tendidas por el oficialismo y
convertir al Parlamento en un aquelarre. La segunda opción se impuso.
Tienen los opositores demasiados falsos reyes y muy pocos peones o alfiles.
Al fin, poca voluntad de poder. El destartalamiento, la amplitud del abanico, la
dispersión le hizo pegar un brinco en las encuestas - leve, pero brinco al fin -
a Néstor Kirchner que ya no piensa obsesivamente en el adelantamiento de las
elecciones y logra postergar el éxodo de gobernadores, diputados, senadores e
intendentes a las filas del justicialismo disidente. Vuelve aquí la catilinaria
del general: los otros no parecen ser mucho mejores.
Loco un poco. La debilidad intrínseca del radicalismo expuesta hoy por
el trémulo senador Gerardo Morales se mixtura con un plantel cargado de
vanidades que se arropa en el peronismo disidente. Entre uno que no está
entusiasmado, otro que no tiene despejada judicialmente su candidatura por
cuestiones geográficas de nacimiento y los más que no trepan en las encuestas,
la desesperación comenzó a calar en grupos de poder que necesitan aquí y ahora
un postulante que los desobligue de hacer política (y oposición) todos los
minutos de cada día.
Este background sirve para entender porqué hace siete días se anunció con toda
la pompa que Carlos Reutemann se había bajado de su candidatura presidencial y
Francisco De Narváez ya no tenía esperanzas en lograr un fallo judicial. Le
había tendido el diario La Nación un mantel perfecto a Eduardo Duhalde para
que de una vez por todas intentara trepar en las encuestas, volver a medirse y
cumplir su deseo autorreferencial de que el que puso al loco que se lo lleve.
El caudillo bonaerense también ha tenido un leve repunte en los sondeos
pero carga con una alta imagen negativa. De Narváez y Reutemann son los
que mejor chances tienen de cara a los comicios de 2011. La voluntad, por un
lado, y las objeciones legales, por el otro, ya siembran de dudas a buena parte
de la sociedad.
En el campamento kirchnerista se aferran a mantener copiosa la caja de los
gobernadores amigos para que no peguen el salto. Néstor lo entretiene a Daniel
Scioli con la ilusión de ser el candidato de la escudería oficial, pero el
santacruceño no desperdiciará ningún intersticio que le permita intentar volver
a la Casa Rosada.
Hoy, lo persigue el efecto Carlos Menem. El riojano ganó los comicios de 2003
pero luego huyó del ballottage ante la certeza de un tsunami de votos en su
contra. Kirchner suma individualmente más que el ajuar opositor también medido
por candidato pero una amplia mayoría votará en su contra si es que se produce
una segunda vuelta. Por ende, todas las expectativas de la Casa Rosada están
puestas en un número: 40 por ciento. Ese porcentaje, si es que logra sacarle una
diferencia de 10% en primera vuelta al candidato de la oposición, permitiría que
el oficialismo siga en el poder. A través de Scioli o de Kirchner.
Por eso, ahora el gobierno busca ampliar sus bases de sustentación más allá del
mosaico que aloja a su anillo de poder. La oposición le es funcional con su
catálogo de errores, poniendo en el centro del redil a un extraviado Senador
Menem que ni siquiera recuerda el nombre de quien en sus sueños delirantes
será el vicepresidente y confunde a Carlos Melconián con Carlos Arslanián.
¿Es más patético el ex presidente o la oposición al depender de su presencia en
la banca?
También el Ejecutivo cumplió con la profecía de quienes alertaban sobre un
virtual “cierre del Congreso” tras el cambio de mayorías. El deplorable
espectáculo semanal que muestra bancas vacías y nula deliberación corroe a los
políticos en casi su totalidad. Y, lo que es peligroso, y a la política. Estos
son todos iguales, que vayan a laburar, comienza a escucharse cada vez que un
taxista pone oídos a los programas radiales.
Bussines are bussines. A la hora de un análisis intelectualmente
honesto debe decirse que la economía marcha por un carril distinto al de la
política. Los bonos cotizan alto, el riesgo país desciende y la presidenta se
dio el gusto de invitar a los empresarios norteamericanos a invertir en el país.
¿Sabe qué? Muchos están haciendo negocios fabulosos y hasta le han dicho a los
dueños de los medios más importantes que bajen el tono de las críticas. El canje
de deuda es una oportunidad fabulosa para los que andan en ese espinel. Para el
establishment (una palabra en retirada) la política es lo que pasa mientras está
ocupado haciendo otra cosa”.
¿Qué tal? o ¡qué poco duran algunos matrimonios cuando no se sabe cocinar!
Nota: los subrayados son del autor de la nota
Rosario, Provincia de Santa Fe
Domingo 11 de Abril de 2010
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