Osvaldo “Chato” Peredo: Los pueblos originarios bolivianos asumieron el proceso como forma de vida no como una conclusión científica.

Por Pedro Jorge Solans *
Foto Santiago Solans

"Evo Morales no es un dirigente cerebral, es sensorial y está sintiendo a la Pachamama"

El médico cirujano Osvaldo “Chato” Peredo Leigue es uno de los dirigentes del MAS con mayor inserción en la sociedad de Santa Cruz de las Sierras, fundamentalmente, en la clase media. Fue candidato por el MAS a la alcaldía cruceña en las últimas elecciones municipales y logró un espacio en un electorado tradicional y adverso al movimiento que lidera Evo Morales.  Junto al Senador por el mismo partido, Antonio Peredo Leigue, son hermanos de los míticos Inti y Coco Peredo que combatieron con el Che Guevara en la guerrilla de Ñancahuasú y fueron muertos en luchas posteriores. Luego, Osvaldo Peredo comandó la columna guerrillera de Teoponte que culminó sus acciones en 1969.

En junio pasado visitó Alta Gracia, Córdoba, en el marco de la Semana del Che, en su carácter de presidente de la Fundación Ernesto Che Guevara, y en un diálogo extenso abordó la actualidad del Movimiento, (MAS), que gobierna Bolivia, el proyecto turístico en base a la figura del Che, y la carencia de dirigentes que posee el proceso revolucionario boliviano.

¿Cuál es para usted la necesidad primaria del proceso revolucionario boliviano?

La carencia de cuadros en el marco del proceso revolucionario es tremendamente importante. Actualmente, están en funciones gubernamentales dirigentes que son legítimos pero que nunca tuvieron experiencias; porque es gente que nunca tuvo ninguna opción tampoco, y de repente se encuentran con las opciones que les da este proceso de cambio. Entonces, si no hay cuadros, si no hay formación, son aprovechados por la clásica táctica imperial de comprar al dirigente con baratelas, espejitos y cristalitos: De pronto se ven con algo que jamás tuvieron. ¿Y quién se los dio? Alguien, -supuestamente de buena voluntad-, que les dio, por ejemplo, un carro para que se movilice, la computadora para que trabaje, una secretaria para que le organice todo, y un chofer para que le maneje el vehículo sin cobrarle nada. Ese alguien que le dio eso es un aliado para el dirigente desprevenido y sin formación. Y ese dirigente va a pelear para que ese colaborador, entre comillas, logre una licitación, o se le dé una posibilidad, o se le dé una prebenda a cambio de las baratelas. Pero esas prebendas a cambio son también estratégicas, porque son pozos petrolíferos, construcciones de carreteras, de caminos, etcétera, etcétera.

Una guerrilla campesina

La estructura política-militar de la guerrilla de Teoponte era campesina, bien campesina. El único que no lo era fui yo, que era el jefe; pero mi segundo al mando era Vilca, el guía que les hizo cruzar la Cordillera de los Andes a los tres cubanos. El era mi segundo al mando, era mi jefe de vanguardia y el jefe de retaguardia era un campesino de Potosí y los jefes de escuadra eran dirigentes campesinos de la zona. Claro, lo que pasó es que no se los conocía a ellos porque no tenían cobertura mediática, porque me daban a mí y le daban a los estudiantes; entonces parecía una guerrilla de estudiantes, de pequeños burgueses, pero era una guerrilla campesina. El resultado de esa guerrilla fue el rompimiento del pacto militar-campesino, que era un pacto ideado por John Kennedy, pero llevado a la práctica por Barrientos para enfrentar a los campesinos con el movimiento minero. Pero esos mineros cuando veían a los campesinos armados listos para recibirlos, tenían que recular, porque no iban a disparar contra sus aliados estratégicos. La guerrilla fracasó militarmente, pero cumplió un rol extraordinario, que creo que también es parte de lo que hoy cosechamos. Porque hay una distorsión histórica con las dos tendencias, una por omisión y otros porque hay una intencionalidad.

¿Eso ocurre en casi todos los países latinoamericanos?

Seguramente ocurre en países como Venezuela, y en otras partes, porque el dirigente que nunca tuvo nada y se ve en poder de algo, pues, considera que eso es bueno. Además es bueno para ejercer el poder. Pero resulta que los otros lo están usando e él como dirigente. Como este fenómeno no es una novedad, siempre se usaron las mismas tácticas, aquellas que usaron los conquistadores españoles. Ante esta realidad, una de las respuestas, una, no digo la única, -ya voy a hablar de algunas otras,- es la formación de cuadros. No podemos descuidar lo que decía el Che, “No solamente hay que capacitar al individuo para defender la actividad revolucionaria, discutiendo frente a un derechista.” Ahora sucede que se nos plantea, no solamente, la formación de cuadros, sino también movilizar a todos los contingentes que, de pronto, por el sectarismo, se apartaron del proceso diciendo: ´Este proceso va a acabar como acabó el MIR, porque estaba infestado de corrupción´. Entonces, particularmente, yo estoy trabajando en ese sentido, creando otros escenarios, que sean críticos al proceso, pero que apoyen indefectiblemente, incondicionalmente, el proceso. Por eso, dirijo la Fundación Che Guevara, la Fundación GAPHI, (Grupo de Apoyo al Proyecto Histórico); o sea, ir creando escenarios donde no se disperse la gente. Mientras otros dividen, fraccionan, se enfrentan a esto, con el ´San Benito´ de que hay corrupción, de que es un proceso no auténticamente revolucionario, con el ´San Benito´ de que –teóricamente- la clase obrera no está dirigiendo este proceso, etcétera, etcétera. Con esas “banderas” hacen fracción, hacen división, y favorecen los planes imperialistas. Particularmente, pienso que son otras las respuestas que hay que adoptar, como la creación de distintos escenarios que apoyen al proceso. Pero que también observen las cosas que están sucediendo en el proceso y que puedan vulnerar el cambio.

Nosotros decimos: ´Vamos a pelear para apoyar este proceso de cambio y vamos a pelear contra el cambio del proceso´. Esta es una de nuestras máximas para poder organizar a la gente. Ya estamos organizando algunos eventos como, por ejemplo, el 24 de julio, en Santa Cruz, en el nido de la derecha, donde la derecha es fuerte, vamos a tomar las calles para homenajear el 227° Aniversario de Simón Bolívar. Rescatar a Bolívar, porque hasta ahora fue simplemente homenajeado en los retratos, en las paredes, congelado, como el Che en algunas partes. Entonces, lo que queremos es que Bolívar, el pensamiento y la acción de Bolívar, el pensamiento y la acción del Che, -que es otro Bolívar en otra época-, estén presentes en las calles.

¿Cómo se encara este trabajo de nutrir pensamiento a un proceso tan rico y vertiginoso?

Hay dos ejes fundamentales; consolidar este proceso, y avanzar y derrotar en otro terreno al imperialismo. Nosotros no podemos sólo desarrollar el proceso pensando en que hay corrupción adentro, que falta la formación política e ideológica y en la gestión (porque ahora somos gobierno), entonces, las tres cosas tienen que ir juntas: política, ideología y gestión. Porque si no hacemos gestión, tampoco vamos a tener el apoyo del pueblo en futuras elecciones. En Bolivia, particularmente, el MAS, como se ha convertido en un aparato electoral extraordinario, -no hay elecciones que no ganen-, pero ya vieron el ´campanazo´ en las últimas elecciones municipales por las gobernaturas del 4 de abril pasado. El pueblo, en nuestros bastiones, empezó a decirle –con su sabiduría- a nuestro gobierno: “¡Cuidado, que no sos la única alternativa si te desvías!” Por eso eligieron a otros alcaldes, que no eran del MAS, pero que tampoco son imperialistas. En La Paz, en Oruro, y en otros sitios. En El Alto ganó el MAS, pero lejos de lo que se esperaba, en El Alto con el 80% ganamos con un 40%; en La Paz nos ganó el movimiento “Sin miedo”; en Oruro nos ganaron, y en nuestros bastiones, sin ningún trabajo orgánico, sacaron el 40% de los votantes, y nosotros un 45%. O sea que nos peleó la hegemonía de la división política en los lugares de nuestro propio partido. En Achacachi, de donde son los famosos “Ponchos Rojos”, que parecería la legión de custodia de nuestro gobierno, ganó el movimiento “Sin miedo”. Entonces es un alerta en nuestro gobierno, y pienso, que esto es bueno porque nos va a permitir desarrollar en el plano interno, en la formación de cuadros, y la institución ideológica.

El turismo promovió “La Higuera del Che” en Bolivia

El histórico jefe guerrillero boliviano Osvaldo “Chato” Peredo consideró que el turismo ofrece una posibilidad de seguir manteniendo viva la imagen del Che Guevara, y puso como ejemplo en Bolivia, “La Higuera del Che” que fue promovida por los turistas.

“Por eso, nosotros miramos lo de Alta Gracia con mucha simpatía. No tenemos esos pruritos, ni esos complejos de que se está desviando el pensamiento sobre el Che. Ese es un nuevo desafío para nosotros. Si nosotros somos capaces de imprimir a ese turismo un espíritu revolucionario, y si somos capaces de filtrar -por esa corriente que es inevitable- el pensamiento Che, vamos a tener muchas más facilidades. “La Higuera vive hoy del turismo”, aseguró Peredo en su visita a Alta Gracia donde participó de la Semana del Che.

El presidente de la Fundación Che Guevara y funcionario del Gobierno del MAS que preside Evo Morales, recordó: “En 1996, después de sufrir tantos embates de la derecha, después de la imposición del neo-liberalismo, y de su aparente triunfo con el fin de la ideología; después de toda esa basura que se cernía en esos años, y en su esplendor en nuestros países, nos reunimos unos pocos y dijimos: ´Debemos hacer algo´. Nos han derrotado, pero no nos sintamos derrotados. Siempre se puede hacer algo más, siempre se puede más. Más si somos guevaristas, porque esa es una de las consignas del Che. Entonces, decidimos que en 1997, íbamos a realizar el Primer Encuentro Mundial Ernesto Che Guevara en Vallegrande, donde se encontraron sus restos y era la zona del guerrillero. Hasta ese momento, siempre había actos, todos clandestinos. Pero ese año, estábamos en democracia, y lo íbamos a hacer públicamente. Queríamos un acto de masas, que, por supuesto, traería otras cosas más. Estábamos en democracia, el neoliberalismo se sentía triunfante y nosotros hacemos una auto-convocatoria, los pocos revolucionarios que éramos, para organizar el homenaje al 30° Aniversario del asesinato del Che, en Vallegrande. Ese año gana las elecciones, Hugo Banzer y nosotros ya habíamos hecho muchas gestiones para el evento, pero tuvimos la precaución de convocar a las comunidades campesinas de Vallegrande, a los productores campesinos y cuando decidimos firmar algunos convenios con las alcaldías, el alcalde banzerista recibe directivas de la presidencia Banzer, a principios de 1997 que debe romper los convenios que había firmado con la Fundación Che Guevara y que se prohibiese el evento y el alcalde obedeció. Voy, inmediatamente, a Vallegrande y hago una convocatoria en la plaza, un mitin, donde digo: “Los clandestinos de mierda que serán ellos, porque ellos fueron los asesinos y vamos a hacer el evento aquí en Vallegrande”.

El alcalde salió al frente para prohibir el evento, pero ya teníamos el apoyo del Consejo Municipal, que hizo un proceso sumario y encontró cualquier cantidad de hechos de corrupción en la gestión del alcalde y nosotros seguimos con los planes de elaboración. Claro que eso, sabíamos que iba a traer algunas críticas, porque evidentemente, para movilizar a la gente nosotros tocamos algunas fibras sensibles como el hecho de que este pueblo había sido militarmente ocupado tantas veces. Dijimos aquí se producen frutas, una artesanía extraordinaria, necesitamos levantar este pueblo, y planteamos: ¿Dónde van a vender sus productos si no viene gente? Entonces el turismo se montó sobre ese proceso, que a nosotros nos interesaba que en aquel pueblo, que hasta ese momento había sido ocupado militarmente después de la guerrilla, se fueran los militares. Y lo logramos, claro, que paralelamente se desarrolló el turismo y la gente en Vallegrande fue creciendo, porque en 1997 había siete mil personas y la mayoría de las casas estaban cerradas con candados. Pero -a partir del evento que realizamos nosotros- el pueblo creció hasta tener hoy veinte mil habitantes. El turismo ha sido un beneficiador de la vida de la gente, que produce y demás. El Che Guevara es tomado como ´San Ernesto de La Higuera´, algo que se logró a través del turismo.

Nosotros no nos metíamos en algo que no nos correspondía, simplemente aprovechamos lo que era imposible impedir. Entonces el turismo se hacía más frecuente hacia La Higuera y nosotros, no con nuestro gobierno, sino con la gestión anterior, logramos que La Higuera fuese llamada “La Higuera del Che” y hoy vive del turismo. Allí tenemos varios médicos cubanos, que van permanentemente y que, como un premio a la labor destacada, trabajan pensando en ir a La Higuera donde estuvo el Che.

¿Y cómo se lee esta conducta electoral del pueblo?

El MAS se constituyó, vuelvo a repetir, en un aparato electoral pero con una estratégica electoralista, que no es revolucionaria. Por eso tuvimos esta pérdida cualitativa en las elecciones del 4 de abril. Le ganamos a la derecha, indudablemente, porque la derecha no tiene opciones, no tiene líderes, no tiene proyectos; tiene solamente a su amo, que es el Imperio y le dicta que tiene que hacer. Pero el Imperio permanentemente está renovando su arsenal, antes los hacía ir a las escuelas de la CIA, del Pentágono, en Panamá o donde tuviesen sus bases, pero ahora el imperialismo tiene que venir con sus bases a Colombia. Y si viene con sus bases a Colombia es porque está preparando una acción que va a ser contundente si no estamos preparados para enfrentarla. Ahí está otro eje, por un lado la formación de cuadros, que es una labor interna que debe hacerse para evitar corrupción, para evitar un desvío y para evitar que prosperen las estratégicas electoralistas y derechistas dentro de un proceso de cambio. Ahora, sino señalamos para qué hacemos eso, entonces la gente no tiene la motivación para hacerlo. Va a seguir siendo electoralista, va a seguir agrupándose y trabajando en función de las futuras elecciones, que –ahora son bastante seguidas, porque así lo dispone nuestra Constitución- porque hay una democracia participativa y no representativa como antes. Pero, por esa vía, nos estamos convirtiendo en un gran aparato, en una gran maquinaria electoralista con estrategias electoralistas. Pero, si no señalamos el peligro del imperialismo, sino señalamos para qué hay que trabajar en función de enfrentar al enemigo, que es el imperialismo, entonces, va a ser muy difícil la tarea. Permanentemente, yo subrayo el hecho de que hay siete bases militares con equipos (los aviones F17 tienen una autonomía de vuelo desde Bogotá a Sudáfrica, entonces eso no es para combatir la guerrilla o la narco-guerrilla). El imperialismo está dotado de todos los elementos bélicos muy superiores a lo que nosotros podemos enfrentar; entonces –nuestra respuesta- no debe ser en la competencia de lo que ellos tengan, sino de otra manera, preparar al pueblo para enfrentarlo como hace Cuba.

Cuba no puede enfrentar al imperialismo con lo que tiene militarmente; pero Cuba lo enfrenta con la moral, con dignidad, como un pueblo organizado capaz de rechazar cualquier intento de invasión. Como dijo Fidel (Castro), “para vencer a Cuba tendrán que hacer desaparecer a toda la gente de la isla”. Creo que tendremos que prepararnos para eso, para que el imperialismo no se atreva, porque ya no es solamente Cuba; ahora hay que enfrentar a Venezuela, a Bolivia, a Ecuador. Nosotros debemos enfrentar al imperialismo desde nuestros pueblos. Sino preparamos a este pueblo en todos los ejes posibles, con todas las estrategias posibles, revolucionarias, entonces nuestros procesos van a escribirse en la historia como un gran extraordinario intento de liberación como fue el de Bolívar que no se consumó.

¿El proceso boliviano con su aporte étnico es diferente a los otros que se dan en América Latina?

Ha sucedido que en algunos países, como en Argentina, que tienen una importante población indígena, los grupos étnicos participaron en los procesos de democracia participativa en forma parcial o folclóricamente; pero no hubo una participación en decisiones, no se incorporaron estos pueblos revolucionarios a los procesos políticos, en los procesos de cambio que el momento histórico está exigiendo para toda América, para la grande Patria. Indudablemente que esto hay que reconsiderar, tenemos una dificultad ideológica, el dogmatismo teórico de algunos revolucionarios, particularmente de algunos partidos, como el comunista, los trotskistas, que no sé; que siempre me he preguntado; ¿si han hecho el papel de revolucionarios o de qué? Porque parece que en esos extremos se juntan las puntas; pero también, otras organizaciones que siempre han propugnado o atribuido la dirección de este proceso, por teoría, a la clase obrera. Pero Marx y Lenin, que son los dos maestros de esta teoría, nunca le han puesto candado a la cosa. Marx decía, en alguna oportunidad, en una carta que le escribe a Hegel: “Alguna vez, las ciencias de la naturaleza serán las ciencias de los hombres. Y las ciencias de los hombres serán las ciencias de la naturaleza”. Y creo que en otra, que manda a su hija, dice: “La biología es la fuente de las grandes parábolas de la sociología”, y si nosotros, descuidadamente, hemos estudiado el marxismo, el leninismo, vamos a concluir que el papel rector de la revolución únicamente le corresponde a la ideología proletaria. Eso lo podríamos haberlo aceptado aún cuando estábamos con las armas en las manos hace cuarenta años atrás, porque había una clase obrera en nuestros países que era la vanguardia de la lucha contra las dictaduras militares. Pero el neoliberalismo es una nueva versión del capitalismo, es el gran depredador, entonces aparecen otras contradicciones, que ya no son solamente las contradicciones del capitalismo-socialismo. Creo que por encima de estas contradicciones, ahora, está la lucha por la vida frente a los depredadores, y la lucha por la vida interesa no sólo al político, sino a todo el pueblo. Sea o no sea militante, lo que le interesa es preservar su tierra, entrar en armonía con su tierra; y para ello, tiene que luchar –no armónicamente, sino en enfrentamiento- con quienes quieren destruir el Planeta. Entonces, el primer nivel de las contradicciones a nivel mundial es la lucha por la vida. Ya no la lucha por el socialismo. O sea la lucha por la vida incluye la lucha por el socialismo y no al revés. Pero no reconocer esto, por supuesto, nos va a crear problemas para aceptar el papel hegemónico de los pueblos originarios. Esa es la novedad en este momento histórico, la gran lucha que hay que desarrollar por la vida.

Por eso el proceso en Bolivia está encabezado por los pueblos originarios. Porque el planteo no es que vamos a luchar por el socialismo. Eso que es la gran fortaleza de nuestro proceso de cambio en Bolivia también es nuestra gran debilidad, si los revolucionarios empezamos a enfrentar eso que no cabe en los dogmas que teníamos, y si no cambiamos de actitud, y cumplimos con lo que decía el Che: “Crear el hombre nuevo para hacer una nueva sociedad.” Significa también crear nuevos conceptos porque aceptar no es crear. Lo que sucede es que científicamente, los grandes científicos que no son partidarios de ningún partido político, han llegado a la conclusión de que los pueblos originarios han asumido el proceso como una forma de vivir no como una conclusión científica. Y esa es la diferencia que se da en Bolivia, porque si ustedes se fijan la autenticidad de nuestro proceso radica en que Evo Morales no es un dirigente cerebral, sino un dirigente sensorial. Y como dirigente sensorial, está sintiendo lo que él llama la Pachamama y eso se plasma en nuestra constitución actual, porque no hay Constitución en el mundo que tenga tres niveles de jurisdicción. En cualquier país se juzga a la persona por la jurisdicción ordinaria, pero si una persona destruye dos árboles en cualquier lado le sacan una multa, no se la juzga a esa persona. Pero en Bolivia se la juzga como crimen contra la naturaleza.

Los Peredo

El Comandante de la columna guerrillera de Teoponte recordó la lucha armada y a sus hermanos. “Los dos más unidos siempre fueron Inti y Coco. Parecían gemelos. Para las aventuras de la infancia y para todo. Yo era el menor. Venían Antonio, Inti y Coco y después recién yo; aunque teníamos una hermana (Gati) que seguía a Antonio y que nunca se involucró aunque fue perseguida y decidió irse a Estados Unidos, donde vivió y murió en un accidente hace cinco años. Mi hermano Antonio era un hombre muy lector desde niño, escritor, periodista, y fue el intelectual de la casa y era de pocas aventuras. Nosotros vivíamos en la zona amazónica en el norte del país, en Trinidad, donde íbamos al monte a cazar, a pescar, a robar caballos para montarlos y luego devolverlos a su domicilio. Montábamos a pelo y era nuestra vida en la infancia. Yo era el menor que estorbaba, pero era el que quería ir con los otros dos. Coco tenía una actitud más paternal conmigo, aunque me llevaba solamente dos años. Inti era más de hacer cosas y decía: “Vamos a tener que llevarlo a este pelao”. Y yo siempre iba detrás de ellos. Coco me apañaba más. Ellos hacían la aventura y yo seguía el camino. Esa fue la relación que existió también después, cuando ellos se incorporaron a la Juventud Comunista. Pero después de haber discutido mucho, porque –al principio- yo no estaba de acuerdo y tenía sólo trece años. Me incorporé a la Juventud Comunista y caigo preso con Inti y un grupo de jóvenes por vender el periódico del Partido Comunista en uno de esos mitines relámpagos que hacíamos.

Yo inexperto, con mucho miedo, pero una vez adentro ya, la actitud de ellos, la actitud de una compañera que todavía sigue viva (Diva Arratia) me hizo sentir a mí más fuerte emocionalmente. Entonces, cuando el guardia de la policía, el que dirigía las torturas, me daba unas patadas y me decía: “Váyase a su casa, mocoso”; antes la había escuchado a ella decir, -porque nos tenían a ella, que era mujer y a mí, en la oficina del que dirigía las torturas, un tal Menacho- que queríamos que nos lleven a la celda de nuestros compañeros. Porque a los otros los habían metido en una celda y a nosotros nos tenían ahí. Y él, con sorna, le decía: ¿Ah, con cuántos hombres quieres estar. Una chica de mi partido no haría eso? Porque el pertenecía al MNR que gobernaba en ese momento. “Por supuesto que no, porque la chica de su partido tiene otra moral que nosotros no tenemos”; le contestó y a mí se me infló el pecho. Y cuando me dijo: “Mocoso de mierda, váyase”. Yo le dije que me iba con mis compañeros, pero ella me dijo: “Andá, andá, avisá a todos donde estamos”. Después volví a formar la guerrilla del Che. Viajábamos formándola con Inti, que era uno de los sobrevivientes de Ñancahuazú. Salió junto con Darío y seis compañeros más, pero en un combate hirieron faltamente al “Ñato”, quien le dijo a todos los compañeros que no quería caer vivo a manos del ejército. Quedaban cinco solamente de la guerrilla del Che y el Ñato pidió que lo matasen. Entonces, Inti hizo un juramento entre los cinco, y juraron decir siempre, para la historia, que fueron cinco los que dispararon al compañero Ñato por pedido de él, que después se lo encontró en la fosa cerca de donde se halló a Tania. Inti sobrevivió y yo me incorporé en 1968, cuando Inti logró romper el cerco y con los tres cubanos llegaron a Cuba, vía Chile y Salvador Allende fue a recibirlo. Inti regresó a Bolivia con Darío que era minero, y yo me sumé a las tareas de reorganización. Me había entrenado en Cuba, donde no se sabía nada de Inti y de los otros que habían salido. Siempre se corrían los rumores que habían muerto todos; después salía otra noticia y yo, con el grupo que estaba reclutando en los países socialistas, quedé en Moscú de donde salí siendo médico para recorrer Europa juntando estudiantes. [Imagen: Inti Peredo]

* Director de www.eldiariodecarlospaz.com
 

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