Costear usureros

La motosierra, la maquinita y los grifos de Milei

Por Javier Ortega*

Imagen: Los usureros, Quentin Metsys, 1520.

Estimaciones de la UCA arrojan que la pobreza en la Argentina alcanzó a un 55% de la población. Tomando datos de INDEC, la inflación acumulada desde la llegada de Javier Milei a la Presidencia es de un 80%. El poder adquisitivo de los salarios (según distintas consultoras) descendió un 20%, lo que coincide con la cifra de baja del consumo para el primer trimestre. Las industrias trabajan a un 50% de su capacidad instalada en promedio, explicando la pérdida de 62.900 puestos de trabajo (70% en pymes) según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), aunque otras consultoras elevan este número a 100.000. Hay que adicionar el cese de 10.000 empleos públicos, atento a las declaraciones del mismo gobierno.

La inversión privada de desplomó un 16,6% en el primer trimestre siguiendo a la consultora de Orlando Ferreres, y la inversión pública un 80% atento a lo señalado por el Sistema Nacional de Inversiones Públicas. Si conjugamos los 4.000 millones de dólares de superávit acumulado en la balanza comercial en lo que va del año (INDEC) con lo adeudado a proveedores externos, que asciende a 9.000 millones de dólares, el resultado nos dará déficit. Para el Instituto Argentino Fiscal, la caída de la recaudación interanual es del 13%. La deuda pública aumentó 33.000 millones de dólares (Ministerio de Economía). En lo que hace al Producto Interno Bruto (PBI, suma de todos los bienes y servicios producidos por la economía argentina durante un año), el FMI estima un descenso del 2,4% para el 2024.

Sin embargo, en esta gran depresión, el Banco Central informa que la base monetaria (billetes emitidos por el BCRA en circulación más los pesos que los bancos comerciales depositan en el Central) ha crecido más de un 30%, medido a valor dólar. Parece ser el único lugar por donde no ha pasado la motosierra. La maquinita sigue emitiendo. ¿Adónde se está yendo ese dinero?

Los grifos por donde se va la emisión

Publicaciones de la agencia de asesoría financiera Bloomberg han mencionado cuáles son los tres principales rubros donde el BCRA usó la emisión de moneda. En abril, el primer grifo (así lo llama agencia estadounidense) fue para pagar la compra de dólares, 2.800 millones. De estos, le quedaron al BCRA 800 millones, ya que tuvo que vender 2.000 para satisfacer a demanda de la divisas. El segundo grifo, y siempre calculando a valor en dólares lo emitido en pesos, fue el pago de los intereses de la deuda. Se emitió ahí por el equivalente a 2.100 millones de dólares. Y el tercer grifo, la nueva estrella del mundo financiero: el pago de puts. Para afrontarlo, se emitieron pesos por el equivalente a 1.800 millones de dólares.

Para que entendamos de qué magnitud hablamos, con tres abriles de pagos de puts se hubiera financiado todo el sistema universitario argentino. Y sobraría plata.

¿Qué son los puts?

Un put es una opción de venta de un título financiero. Vamos a poner al put en claro: se trata de un anglicismo para denominar lo que es un pacto de retroventa.

Para tentar al inversor financiero a comprar un bono que emite el gobierno argentino (son como pagarés que devengan intereses y están indexados y/o atados a la evolución del dólar), el gobierno les incluye una cláusula. Por ella, el comprador no tendrá que esperar al vencimiento del bono para cobrárselo al Estado. En el ínterin, tampoco tendrá que salir a revenderlo a un tercero, arriesgándose a que éste quiera pagarle menos de lo que el inversor le había pagado al Estado cuando le compró el bono. El put, como pacto de retroventa que es, le da la facultad al inversor de exigirle al gobierno que le vuelva a comprar el bono. El Estado queda obligado, por el put, a comprarle hoy el bono que le vendió ayer al inversor. ¿Dónde está la ventaja para el inversor de esta recompra? La ventaja está en que el inversor determina el precio.

Cuando el inversor activa su put, el Estado debe recomprarle el bono al precio que tenía ese bono el día anterior al que el inversor ejerce la opción. ¿Los inversores en bonos argentinos están activando sus puts? Todo el tiempo. En abril el gobierno tuvo que pagar 1.800 millones a valor dólar en puts que los inversores activaron.

Tal parece que quienes ayer armaron la bola de Lebacs, hoy volvieron para armar la bola de los puts.

De puts y avivadas

La opción de poder exigirle al Estado que recompre el bono al precio del día anterior da lugar a avivadas. Por ejemplo, la de hacer un wash trade, que es la manera glamorosa de decir negociación trucha. Negociación trucha que eleva artificialmente el precio de tu bono hoy, para que puedas clavarlo al Estado exigiéndole que te lo compre mañana. Algo de eso está investigando la Comisión Nacional de Valores (CNV), que quiere determinar si el Grupo Galicia, el principal prestamista local del Estado, usó sus sociedades controladas (Banco Galicia, Galicia Securities e Inviu) para montar una rentable pantomima. Dos de estas sociedades se compraron y vendieron el TDE25, un bono dual que, además de pagar intereses, está ligado a valor dólar y a la inflación. Para cobrarlo, habría que esperar al año que viene. Pero el Grupo Galicia aparentemente habría usado las empresas de su familia: dos primas se pusieron a ambos lados del mostrador, se compraron y vendieron entre ellas el TDE25, logrando que suba su cotización. Y al otro día, aparece el tío que tenía TDE25 con put, exigiéndole al Estado que le recompre el bono al precio alto que había quedado. La ganancia del artilugio fue de 23 millones de dólares en un día. Hay otros bancos que están siendo investigados para ver si también hicieron el cuento del tío.

Ladrones de gallinas vs. delitos de lesa humanidad

Estas operaciones podrían tipificarse como agiotaje financiero, que es la manipulación de precios de valores negociables para hacerlos subir. Se corresponde con el artículo 309 del Código Penal. Pero que nadie se angustie. No va a haber presos. De las 105.000 personas privadas de la libertad en la Argentina, 40.082 lo están por robos y hurtos. Si hipotéticamente cada uno de ellos se hubiera afanado un celular de alta gama (el celular es el artículo más robado en la Argentina) el daño patrimonial que ocasionaron sería de 33 millones de dólares. Es menos que un par de días de agiotaje financiero en la Argentina, un delito contra el orden económico y financiero del Titulo XIII del Código Penal, por el que actualmente no hay un solo preso en todo el país.

La maquinita sigue funcionando. Sólo que su producido cambió de destino. Ya no va a financiar el tesoro de la Nación para que cubra los gastos de salud, educación, asistencia social y seguridad de la población. Ahora se orienta a costear usureros. Y eso que Milei propuso declarar delito de lesa humanidad a la emisión monetaria.

* El autor es doctor en Derecho Público y Economía de Gobierno, docente UNDAV, UNLa y profesor de la Cátedra de Economía y Derecho de la Universidad Atlántida.

Con información de El Cohete a la Luna