Cuándo empezaron a correrse los límites
El asesinato de niñas y niños en Rosario
«Te vamos a matar con el bebé encima», dice Brandon, joven jefe de una banda narcopolicial. Era el principio de una legitimidad. El principio del descenso a los avernos. Los límites desgarrados. Cómo dar fin a una realidad donde hay gente que legitima «reventarles la cabeza» a los bebés.
Por Carlos del Frade
(APe).- Siete niñas y niños menores de un año fueron asesinados en Rosario durante el año 2022.
Estremece el desparpajo de la ferocidad.
En la geografía de la ex ciudad obrera, industrial, portuaria y ferroviaria, los límites fueron superados hace tiempo.
Mucha impunidad para los dos negocios cotidianos del capitalismo: narcotráfico y armas.
También podría contarse que siete bebas y bebés fueron víctimas de la violencia urbana desatada hace tiempo.
¿Cuándo empezaron a correrse los límites?.
Especialmente aquel que era una consigna existencial en la Argentina. Aquel que pontificaba que con las pibas y los pibes no.
Hay una fecha. El 20 de diciembre de 2020, en una audiencia imputativa contra Brandon Bay se conoció el principio del descenso a los infiernos del Dante.
–Ahora te la agarro a tu mamá y te la voy a fusilar ahí en Spiro, vos fijate, te la agarro y te la hago re cagar a tiros, a tu hermana, a tu hermanito a todos, a vos te agarro y te vamos a matar con el bebé encima, todo, te mato el pibe, te mato a vos, a todos los que vayan caminando con vos te los voy a matar a todos, vos fijate – dice el audio cuatro de aquella audiencia.
“Te vamos a matar con el bebé encima”, dice Brandon, el muy joven jefe de una banda narcopolicial.
Era el principio de una legitimidad. El principio del descenso a los avernos. Los límites desgarrados.
–…llevame la plata que me debés porque te voy a hacer matar, te voy a hacer una banda de tiros en la cara, a vos y al bebé. Así no más te lo estoy diciendo – insiste.
En todos los audios los destinatarios son los que ofician de sicarios o simples y rústicos tiratiros.
Les dice: “…no importa, la vamos a matar igual, con el wachini, sin el wachini, y la mina, porque la mina es mentirosa, siempre le falta plata, hay que hacerla matar… todo bien pero acá, mirá, cualquier cosa hay que hacer, un laburo, hay que reventarle la cabeza a una mina y a un bebé”.
Es necesario detenerse en la orden: “hay que reventarle la cabeza a una mina y a un bebé”.
“Reventarle la cabeza a un bebé”
Ya no hay límites desde aquella audiencia del 20 de diciembre de 2020.
En febrero de 2023, a menos de tres años de aquella orden, un artista callejero fue “chupado” de una esquina rosarina y luego apareció muerto con tres balazos y un papel escrito en su pantalón como mensaje a una banda rival.
“Jimi” no tenía nada que ver. En los medios de comunicación se volvió a hablar de límites. Aquellos que fueron destrozados con aquella orden de “reventar la cabeza de un bebé”.
El secuestro y posterior asesinato de “Jimi” es una acción típica de los grupos de tareas que asolaron las grandes ciudades argentinas durante el terrorismo de estado.
Lúmpenes e integrantes de fuerzas de seguridad potenciaban su perversión contra las personas “subversivas”.
Muchas de las actuales bandas o pandillas narcopoliciales que crecen en el Gran Rosario parecen tener las características de aquellos grupos de tareas.
Pero los negocios ilimitados del narcotráfico y de las armas y municiones imponen el indetenible descenso a los infiernos reales.
La única manera de recuperar la tranquilidad en la vida cotidiana de los barrios será ponerle límites a los negocios mafiosos del sistema sabiendo que, por otro lado, desde 2020 se sabe que hay gente que legitima reventarle la cabeza a los bebés.
Fuente: Audiencia imputativa a Brandon Bay, 20 de diciembre de 2020, Ministerio Público de la Acusación, Rosario, Provincia de Santa Fe.
Agencia de Noticias Pelota e Trapo