¡Locura albiceleste! Argentinos toman las calles para vitorear a los campeones

Interrumpen recorrido y los rescatan en helicópteros

Desde el regreso de Perón tras el exilio no se congregaba tal multitud

Por Stella Calloni, corresponsal de La Jornada, México

Buenos Aires. El colapso que se produjo en esta capital donde las principales avenidas y autopistas estaban tomadas por una multitud de unos cinco millones de manifestantes, jamás vista en el país, impidió avanzar al autobús de turistas que se utilizó para trasladar en la parte descubierta a la selección triunfadora en el Mundial de Qatar, que salió de la sede de la Asociación Argentina de Futbol (AFA) cerca al aeropuerto de Ezeiza. Los esperaba una multitud que se extendía durante cuadras y cuadras y al fin evitó terminar el trayecto trazado por las autoridades.

La multitud estaba en todas las vías y avenidas que llegaban a la ciudad y se hacía infranqueable el trayecto, después de casi cuatro horas de avanzar lentamente, bajo un sol despiadado y con 30 grados de temperatura, lo que ya podía afectar a los jugadores. Fue imposible llegar al monumento del Obelisco, donde desde el lunes miles de familias acamparon para estar ayer en la primera línea, y a la Plaza de Mayo donde está la Casa Rosada (gubernamental).

Esto obligó a que el autobús se desviara finalmente hacia un lu-gar despejado. Los jugadores amados y vitoreados por la multitud debieron ser rescatados en tres helicópteros, con los que finalmente dieron una vuelta olímpica sobre los que esperaban en lo que iba a ser el final de este acto. También al mediodía una escuadrilla de aviones volaron sobre la multitud para hacer un homenaje a la Albiceleste.

No se había visto tan gigantesca congregación desde la manifestación de más de tres millones de militantes, muchos de ellos familias enteras, que el 20 de junio de 1973 fueron protagonistas de otro acto histórico cuando recibieron en Ezeiza al general Juan Domingo Perón, quien llegaba después de un exilio de 18 años, con el peronismo desterrado, desde que fue derrocado el 16 de septiembre de 1955, por un golpe de Estado protagonizado por una coalición de derecha (la Unión Democrática), encabezada por militares y civiles apoyados por Estados Unidos, que proscribió a ese partido hasta las elecciones de 1973, donde ganó su candidato Héctor Campora.

Photo by TOMAS CUESTA/AFP via Getty Images)

El regreso de la alegría

La mayoría de los analistas destacan la recuperación de la alegría en momentos muy difíciles para el país. Este día demostró lo que sucede cuando un pueblo toma las calles.

En todo momento, Leo Messi y sus compañeros recordaban a Diego Armando Maradona. «Esto es también tu victoria», dijo Messi, levantando la copa, o una copia de la misma, todo el tiempo para que la vieran los manifestantes emocionados todos, aunque algunos llevaban su propia copia e incluso un fotógrafo aprovechó la circunstancia para quien quería retratarse besándola, como hicieron Messi y sus compañeros. También los jugadores cantaban la nueva versión de Muchachos.

Una multitud sigue la fiesta alrededor del Obelisco, alentando a quienes no pudieron ver de cerca a los futbolistas, y eran convocados por la mayoría a disfrutar la fiesta, porque «la alegría sigue en las calles y nos cambió el humor y así se resiste mejor ante las dificultades». También otra multitud continúa en Ezeiza, mientras en algunos barrios se baila «para despertar a la patria», como sugirió un «abuelo» abrazado por los jóvenes.

Todo lo que sucedió en estas horas puso en evidencia el comportamiento lamentable de los medios de comunicación, como el grupo Clarín o La Nación y otros que hicieron todo lo posible para denigrar a la selección, incluso recurriendo a la burla. Ahora intentan enfrentar la imagen de Messi, al que llamaron «vulgar» en principio y ahora destacan su «buena educación» y «su actitud ante la política», con Maradona, alabando al actual mejor jugador del mundo, frente a una figura para ellos «detestable» como era el “pibe cebollita”, el eterno rebelde.

Después de horas de fiesta callejera, popular y de la locura que invadió a los entusiastas que se volcaron a recibir a su selección, aunque ni siquiera pudieran verla, hubo reporte de 64 personas remitidas a hospitales, dos de ellas que se lanzaron de un puente para caer en el autobús que transportaba a los campeones. Uno de ellos, sin embargo, no lo logró y fue a dar contra el pavimento.

Casi al final del día hubo tensión en la zona del Obelisco, el cual fue invadido por unos cuantos. Los disturbios que se generaron dejó al menos 21 heridos de la policía y bomberos. Entre los incidentes se cuentan algunos robos, entre ellos un cajero de una sucursal bancaria.

La Jornada