Los enemigos del pueblo
Desguace , vaciamiento y exclusión del derecho a la Educación en la Ciudad.
Por Bárbara Orbuch*
Desde la sentencia por parte de la cabeza en cuestión: “Caer en la escuela Pública” en adelante , las acciones fueron coherentes con el desprecio expresado. La caterva que regentea la cartera de educación en la ciudad, retoños de la sede nacional, tienen mayoritariamente procedencias ajenas a la educación pública.
No nacieron en la educación pública, no estuvieron inmersos en ella, no bucearon en sus profundidades ni compartieron sus logros. Por el contrario, no se acercaron en su existencia ni siquiera tangencialmente, ni tan solo de modo cercano ni tan siquiera de forma epidérmica a su respiración constante e hidratante en la sociedad nuestra. También hay camaleones, como en toda fauna que se precie…pero predomina la pura estirpe mercantilizada de la educación como empresa. Desde “el primer gerente” hasta el híbrido actual, los funcionarios son una constante, nada tienen que ver con la educación y son ajenos a la escuela publica.
Son paracaidistas del Estado, con miradas privatistas y privatizantes, dispuestos a aniquilar las premisas constitucionales básicas desde el advenimiento de la democracia.
El derecho social a la educación les es ajeno. Son extranjeros dentro de nuestra patria educativa.
Y si fuerámos xenófobos como lo son ellos, no tendrían documentos ni pasaportes para presentarse a un cargo público en un espacio donde reine el bienestar general.
Los aterra la palabra “Colectivo”.Trocan subjetividad, por individualismo, “emprendedores” en lugar de “sálvese quien pueda”, “voluntarios” para decir ”precarización laboral”. Odian a los gremios por defender a los trabajadores. A los trabajadores porque no quieren ser esclavos y a la Educación Pública y de calidad porque forma ciudadanos críticos que serán los que les refrieguen la historia en su propia cara.
Odian a los estudiantes porque no se callan y a los docentes porque sostienen la patria.
Lejos de sus lejanos parientes liberales de principios de siglo; pregonan la ignorancia y las off-shore como bandera. No tuvieron ningún empacho en hablar de “Campaña del desierto educativa” prolegómeno de una destrucción calculada y proyectada y tampoco de “educar para la incertidumbre” que políticamente ellos mismos generan.
Su cinismo desborda canallada, ajenidad de lo público, del bien común y del bienestar general. Son implosionadores del erario público para llenar las huestes de sus propios molinos privados que desfinancian la Nación.
El atentado contra la educación ha sido una constante en el Gobierno de la ciudad, sucesivos recortes, desfinanciamiento, falta de titularizaciones, han compuesto un plan macabro de la mano del endeudamiento feroz.
El intento de cierre de los Profesorados y la ley “Unicaba” cuyo fin, claramente ideológico y antidemocrático, persiguiendo el propósito de anular la autarquía y la democracia de las instituciones educativas para imponer un adoctrinamiento anti-educativo y pro-mercado, moldear a los agentes educativos para generar nuevas camadas de docentes anticríticos y pasteurizados, con la falacia de brindar formación superior, cuando ya lo era hasta ahora, es uno de los golpes más lesivos que padeció este año el colectivo docente y la sociedad entera.
Derribar la Historia es un modo de derribar significaciones para reemplazarlas por otras más afines con sus propósitos.
En el nivel inicial se redujeron las viandas, para acceder a las becas de los comedores, hay que sortear una carrera de obstáculos, se adjudican on- line, dificultando el pleno acceso irrestricto al beneficio y deben validarse en los CGP, agregando impedimentos para reducirlas..
La falta de vacantes necesarias para garantizar el ingreso tal como constitucionalmente se debería garantizar es cada vez más acuciante .Cerraron lactarios, jardines de infantes y hay una clara política de desmantelamiento en la educación inicial que fuera pionera en los logros pedagógicos del país, para reconvertirla en un rizoma de “centros de primera infancia” locales más cercanos al asistencialismo y desprovistos de proyectos educativos claros.
En el nivel medio, La secundaria del futuro” fue el anuncio de este presente desolador: dispersión docente, desvalorización de la profesión docente, fusión disciplinar, reducción del quinto año, preparación de una educación proclive a la uberización creciente de la economía, ahogando a las instituciones en infraestructuras no preparadas para soportar el agobio de cargas horarias recargadas, falta de comedores para los estudiantes. Intervencionismo anti –derechos de los estudiantes, disciplinamiento de las autoridades, etc.
Hoy el problema es acuciante: Se anunciaron cierres de colegios secundarios y el traslado de escuelas artísticas a través de un revés repentino y atroz: achicamiento de las plantas funcionales, despidos docentes, reubicaciones, éxodos, enroques, fusiones, alejamientos que amenazan el funcionamiento y normal desenvolvimiento de las escuelas.
El cierre de Escuelas nocturnas, cancela el derecho de educarse a los jóvenes más vulnerables, estudiantes que trabajan y estudian apostando a un futuro mejor. Se desafía de forma temeraria e impune la norma constitucional del derecho social a la educación.
Es una provocación hacia el espíritu de la democracia, siendo la escuela pública un garante real y continuo de su expresión y sostenimiento.
También es una lesión profunda, un ataque feroz a las consignas y fundamentos básicos del Estado.
La Escuela “La Banderita”, del barrio Padre Carlos Mugica, fue despojada de su predio , demolido por topadoras y obligada a trasladarse a un galpón del Ministro Dietrich, detrás de esta maniobra, el paseo del bajo y el desembarco presunto de una sede del BID (banco Interamericano de Desarrollo) un organización financiera internacional.
Destruir escuelas para hacer negocios para unos pocos
Las escuelas artísticas son un capítulo aparte, un blanco de ataque por su sentido y por su significado. Se las considera suntuosas en un marco de reducción del Estado, y además representan la gesta de un ciudadano no obediente y con herramientas de transformación social y cultural. El sujeto educado en el arte posee una mirada del mundo en las antípodas del individualismo neoliberal.
A estas escuela hoy se las agrede partiéndolas al medio, confinándolas a un punto de concentración alejado de su lugar de origen, con lógicas contrarias a la premisa de que el estado debe llegar a todas partes, fusionando establecimientos para someterlos a la ley de mercado y librándolas a su suerte, con el fin último de extinguirlas.
La escuela de Cerámica 1 tiene historia, fue la casa taller de un republicano español que albergó a sus compañeros resistiendo al fascismo. Tiene casi 80 años, el gobierno de la ciudad quiere alejar cada año de su historia de modo proporcional: 80 cuadras más allá…
Sin consensos, de forma inconsulta y sin previo aviso, esta medida impide que los estudiantes tenga acceso y permanencia a la escuela de su barrio y en su centro de vida , un éxodo de casi 100 cuadras, disipando el lazo social, la dinámica familiar de la cotidianeidad, desarmando sus grupos de pares, pero fundamentalmente, atenta contra sus derechos integrales como adolescentes, con particular ensañamiento, y con el agravante de no mediar según sus intenciones, siquiera un espacio temporal a la elaboración de semejante desestructuración que conlleva un potencial traumático. Sobretodo porque la agresión emana del quienes deben garantizar condiciones dignas en el espacio educativo elegido.
Hay un proyecto de ley para la ampliación del Cerámica 1 (Diputada Victoria Montenegro) lo cual garantizaría por la expropiación del predio lindero, el crecimiento de la institución y la adecuación de sus talleres artísticos, pero se desestimó ya que la mayoría del Pro no dio quorum el día funesto que le daban la la estocada final a los 29 profesorados de nivel superior, mediante la votación a favor de la Unicaba.
Días siniestros para la Educación
A otras escuelas legendarias y centenarias como el Romero Brest y el Cenard, también se las expulsa de su lugar, contraponiendo su desarrollo educativo a un meganegocio inmobiliario que se quiere imponer a fuerza de empujones.
Frente a la falta de Políticas educativas constructivas, se desencadenan las destructivas a las que asistimos , el embate contra las escuelas se desarrolla en simultáneo con de una captación paulatina de edificios para fines espúreos .
Los ataques contra la escuela pública son virulentos y esta violencia se experimenta al interior de las instituciones en diferentes niveles e implicancias. Hay un gran sufrimiento institucional en las escuelas donde el hundimiento y el arrasamiento ha comenzado y en paralelo una gran lucha para revertir estos desmanes.
Las comunidades educativas se unen, se fortalecen, establecen lazos, se encuentran sentidos comunes para combatir el autoritarismo desde abajo, se producen fenómenos de apoyo y solidaridad, trabajos monumentales de las familias poniendo todo para detener el avance contra la educación de los hijos de todos. Se encuentra eco hasta en los medios cooptados y blindados por el poder.
Por primera vez, desde el regreso de la democracia, se cierran escuelas con un plan sistemático.
Los ajenos a lo nuestro, no registran lo más propio y lo más común a todos. Nos ofrecen como“Políticas”; la vulneración de todos los derechos adquiridos y la ruptura del tejido social, contrariando la voluntad del estado en su potestad de defensa de la protección integral de sus ciudadanos.
La indignación debe llegar a todos, no solamente a los fuimos formados en la matriz de la Escuela Pública, cuna de sueños de una Nación grande y soberana, sino a todos los que la respetan, por su historia, por su institucionalidad, por su presente y por su futuro.Por llevar en sus entrañas el potencial democrático que iguala, por su monumental capacidad para trasmitir valores y ciudadanía, por su férrea voluntad de no excluir jamás, por los tiempos en los que todo lo sostuvo; por lo sostiene y sostendrá. Por su comprometida tarea de enseñar, pero también reparar, construir y alimentar. Por generar dispositivos de saber y de sentir, por proyectar cada existencia hasta el infinito del horizonte humano, por su construcción colectiva permanente. Y por sobretodo porque es nuestra.
La escuela pública es nuestra
La Escuela Pública sueña y vive en un espacio de todos, donde las manos abiertas se extienden y no excluyen, donde la educación no es una mercancía, donde se construye de modo colectivo, donde se resiste y se lucha por un mundo diferente.
Los “ajenos” nunca conocerán lo que todo eso significa. Pero eso no los exculpa. Son responsables de sus actos lesivos. No se les perdonará lo que destruyen.
La Educación Pública, los nombra “Enemigos del Pueblo.”
* Psicoanalista y Docente