Noam
Chomsky nació en Filadelfia en 1928. Es lingüista, profesor y activista
político, licenciado por la universidad de Pensilvania. A este lingüista
estadounidense se le considera fundador de la Gramática generativa
transformacional, que es un sistema original para abordar el análisis
lingüístico y que ha revolucionado la lingüística.
Chomsky cree que el lenguaje es consecuencia de una facultad humana
innata y que por lo tanto, la finalidad de la lingüística consiste
en determinar qué propiedades universales existen y también en establecer
la "gramática universal" que pudiera explicar el amplio espectro
que abarca todas las lenguas humanas posibles.
Sus análisis del lenguaje parten de las oraciones básicas que se
desarrollan y terminan en una variedad de combinaciones sintácticas
al aplicar una serie de reglas que él formula.
Cuando acaba de aplicarse la cadena de reglas sintácticas, se aplican
las reglas fonológicas que rigen la pronunciación. Chomsky se incorporó
a la facultad del Instituto Tecnológico de Massachusetts en el año
1955 y se le conoce no sólo como profesor y escritor, sino también
como sistemático opositor a la implicación americana en la guerra
del Vietnam.
Sus publicaciones lingüísticas más importantes son: Estructuras
Sintácticas (1957), Aspectos de la teoría de la sintaxis (1965),
The Sound Pattern of English (1968; con Morris Halle), Pensamientos
y Lenguaje (1972), The Logical Structure of Linguistic Theory y
Reflections on Language (ambas del año 1975). Language and Responsibility
(1979) relaciona lengua y política.
Entre los escritos políticos de Chomsky están: El poder americano
y sus nuevos mandarines (1969).
La periodista española Ángela Soler, cuenta en una entrevista realizada
a Chomsky: "Podría parecer que tiene confidentes, que cuenta con
fuentes infiltradas que le ponen al corriente de informaciones oficiales,
confidenciales. Y sin embargo, su único argé son los medios de comunicación,
la lectura con lupa, entre líneas. ¿Dónde consigue los memorandos
de la seguridad nacional?: en las bibliotecas, están al alcance
de todo el mundo, incluso si se encuentran microfilmados están a
la disposición de cualquiera. Pero hay que leerse un montón de cosas,
la mayor parte de ellas basura, para encontrarse al final con algo
importante, a veces en la información supuestamente secundaria".
Al respecto, el mismo Chomsky comentó que "todos tenemos a nuestro
alcance la información suficiente como para hacernos una idea de
lo que pasa en el mundo, pero se necesita una dedicación entusiasta
para conseguirlo, mientras que no hace falta esforzarse mucho para
estar al corriente de las noticias deportivas".
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Hegemonía
o supervivencia
Primera parte
A finales de junio,
la conferencia de la ONU sobre el desarme concluye la segunda de
sus sesiones correspondientes al año 2001. Las perspectivas para
conseguir cualquier resultado prometedor en este esfuerzo por el
desarme son escasas. Las discusiones han sido bloqueadas por la
insistencia de los EE.UU. en desarrollar programas de defensa de
misiles balísticos (BMD), a pesar de una oposición casi unánime.
Con respecto al BMD, hay un cierto grado de acuerdo entre diferentes
posturas. Los adversarios potenciales lo califican como un arma
ofensiva. La SDI de Reagan (" la guerra de las galaxias ") se entendió
del mismo modo. El representante oficial chino de control de armamentos
reflejó simplemente el sentir mayoritario cuando observó que " Una
vez que los Estados Unidos crean que tienen una lanza poderosa y
un blindaje fuerte, podría conducirles a pensar que nadie puede
dañar a los Estados Unidos y que ellos pueden golpear a cualquiera
que les dé la gana en cualquier lugar del mundo. Podría haber más
bombardeos como el que tuvo lugar en Kosovo " -- ésta es la reacción
de la mayoría del mundo hacia lo que se puede percibir como una
involución a la "guerra de barcos" de hace un siglo, de las "potencias
coloniales occidentales, con su abrumadora ventaja tecnológica,
para someter a las poblaciones autóctonas y a países desamparados
que carecían de la capacidad suficiente para defenderse" haciendo
lo que querían mientras iban "disfrazados con una rectitud moralizante"
(dice el analista militar israelí Amos Gilboa). La reacción a la
guerra del Golfo de EE.UU.-Reino Unido era más de lo mismo en la
tradición de "poblaciones autóctonas y países desamparados." Afortunadamente
para su propia imagen, la ideología occidental está bien protegida
frente a los que discrepan del pensamiento 'correcto'. China ha comprendido también que no es inmune. Sabe que los EE.UU.
y la OTAN mantienen la idea del derecho al primer uso de armas nucleares,
y sabe tanto como los analistas militares de los EE.UU. que "los
vuelos de los aviones EP-3 de EE.UU. cerca de China... no son sólo
para la vigilancia pasiva; el avión también recoge otra información
que puede ser empleada para desarrollar planes de guerra nuclear"
(Guillermo Arkin, en el Boletín de científicos atómicos, de Mayo/Junio
2001). Los planificadores militares canadienses informaron a su gobierno
de que probablemente la meta del BMD sea "más para preservar la
libertad de acción de la OTAN/EE.UU. que porque los EE.UU. teman
realmente la amenaza de Corea de Norte o de Irán". Los más destacados
analistas estratégicos coinciden en que el BMD "hará que el empleo
de la potencia militar de los EE.UU. cara al exterior sea más eficaz,
escribe Andrew Bacevich (Interés nacional, verano de 2001): " Protegida
la patria frente a la represalia - no obstante de una manera limitada
- el programa de defensa anti-misil remarcará la capacidad y la
disposición de los Estados Unidos de dar `forma' al campo de juego".
Y cita a Lorenzo Kaplan: "La defensa anti-misil realmente no es
para proteger a América. Es una herramienta para la dominación global,..",
para "...la hegemonía." Que este objetivo sea adoptado por toda la gente bien-pensante se
fundamenta en los principios en que se basa "la opinión respetable"
que "marca los parámetros dentro de los cuales tiene lugar el debate
político". El espectro es muy amplio; excluye solamente a " los
supervivientes aislacionistas de base de línea dura" y "esos pocos
acosados radicales todavía estancados en los días de gloria de los
años 60", y es "tan digno de crédito que es virtualmente inmune
al desafío " (Bacevich). El primer principio es tan directo como:
"América como vanguardia histórica". Según este principio autoritario,
"la historia tiene una dirección y un destino perceptible. Únicamente
entre todas las naciones del mundo, los Estados Unidos comprenden
y manifiestan el propósito de la historia", a saber, "la libertad,
alcanzada a través de la extensión del capitalismo democrático,
e incorporada al estilo de vida americano". Por consiguiente, la
hegemonía de los EE.UU. es la realización del propósito de la historia;
el truismo más simple, " virtualmente inmune al desafío". Este principio no es de ninguna manera nuevo, ni son los EE.UU.
los únicos en la historia en colmarse de alabanzas de sus pensadores
patrios. En contraste, la meta ofrecida a la gente -protección contra " estados
díscolos"- no se toma muy seriamente. A menos que estuviera determinado
a cometer un suicidio colectivo inmediato, ningún estado lanzaría
misiles hacia los EE.UU. Y hay medios mucho más sencillos y seguros
para infligir enormes daños en su territorio. "Cualquier persona
que dude de que terroristas pudiesen pasar de contrabando una cabeza
nuclear en la ciudad de Nueva York debería tener en cuenta que siempre
podrían envolverla en un alijo de marihuana", un analista prominente
comenta irónicamente. Otro precisa que "una bomba nuclear que borrase
a Manhattan del mapa y matase a 100.000 personas es una bola de
plutonio que pesa cerca de 15 libras. Es poco más grande que una
pelota de béisbol. Una bomba así se podría llevar a los Estados
Unidos en una maleta. Y si uno pudiese, muchos podrían." Las armas nucleares no son, por supuesto, las únicas armas de destrucción
masiva (WMD): las armas químicas y biológicas son con más razón
una amenaza mayor para los ricos y poderosos. El tratado de 1997
que prohíbe las armas químicas languidece poco a poco, en gran medida
porque los EE.UU. no han financiado las inspecciones y otras iniciativas,
mientras que Washington "se ha mofado" del tratado eximiéndose a
sí misma de facto, según comenta un importante analista del centro
Henry Stimson. Las prohibiciones a las armas biológicas han sido desestimadas por
la insistencia de los EE.UU. a limitar inspecciones "para proteger
a compañías farmacéuticas y biotecnológicas americanas." La administración
de Bush se propone ahora rechazar un proyecto, resultado de seis
años de negociaciones sobre métodos para verificar la conformidad
con el tratado de 1972 que prohíbe las armas biológicas (New York
Times, 27 de abril, 20 de mayo de 2001). Apartando esto a un lado, hoy se tiene por cierto que la amenaza
más seria para la seguridad de los EE.UU. (y del mundo) es el enorme
sistema soviético de armas nucleares, con sus controles de seguridad
y sistemas de mando y control seriamente deteriorados después de
que la economía se haya derrumbado bajo las reformas neoliberales.
Los negociadores de Clinton animaron a Rusia a que adoptara la estrategia
de "lanzar-en-alerta" de Washington para aliviar las preocupaciones
rusas por el sistema BMD y la anulación del tratado ABM, una oferta
que es " bastante extraña", comentó un experto, porque "sabemos
que su sistema de alerta esta lleno de agujeros".
Las 10
Estrategias de Manipulación Mediática - Noam Chomsky
leído por Eduardo Aliverti
Hace poco un lanzamiento
accidental estuvo peligrosamente cerca de ocurrir. Clinton tenía
un pequeño programa de asistencia a Rusia para asegurar y desmontar
las armas nucleares, y proporcionar empleos alternativos a los científicos
nucleares. Una comisión bipartita del departamento de energía abogó
para el aumento en la financiación de tales programas. El copresidente
Howard Baker, anteriormente líder de la mayoría republicana del
Senado, testificó ante el comité de relaciones exteriores del senado
en abril que "me preocupa realmente que podría haber unas 40.000
armas nucleares... en la anterior unión Soviética, mal controladas
y almacenadas, y que el mundo no está en un estado cercano a la
histeria sobre este peligro". Uno de los primeros actos de la administración
de Bush fue el de reducir estos programas, aumentando los riesgos
de lanzamiento accidental y de la salida de 'bombas menores" hacia
otros países, incluyendo los estados preferidos, "los díscolos de
Washington", seguidas a continuación por científicos nucleares sin
otro modo de usar sus conocimientos. Las ofertas rusas para reducir
los misiles de forma drástica, a números por debajo de las ofertas
de Bush, han sido rechazadas. Un argumento común es que el BMD no funcionará. Una posibilidad
mucho más peligrosa es que puede parecer factible; las apariencias
se interpretan como realidades cuando se trata de pura supervivencia.
Los servicios de inteligencia de los EE.UU. predicen que cualquier
despliegue impulsará a China a desarrollar nuevos misiles con cabezas
nucleares, ampliando su arsenal nuclear diez veces, probablemente
con cabezas nucleares múltiples (MIRV), "incitando a la India y
a Paquistán a responder con sus propias acumulaciones", con un efecto
en cadena probable hacia el Oriente Medio. Estos mismos análisis,
y otros, concluyen que la única "respuesta racional de Rusia sería
mantener, y consolidar, la fuerza nuclear rusa existente". En la conferencia de la ONU sobre el tratado de No-proliferación
en mayo de 2000 hubo una amplia condena al BMD, con argumentos de
que minaría décadas de acuerdos de control de armamentos y provocaría
una nueva escalada de armamento. Ambos partidos políticos insisten
en ello, aunque con diferente énfasis. El general Lee Butler, anterior mando del comando estratégico de
los EE.UU. (1992-94), lo califica como "peligroso hasta el extremo
de que en la caldera de animosidades que llamamos el Oriente Medio,
una nación [Israel] se ha armado, ostensiblemente, con reservas
de armas nucleares, quizás en número de cientos, y que inspira a
otras naciones a que hagan otro tanto. En octubre de 1998 un Memorándum
de acuerdos" entre EE.UU. e Israel, aumentando sus lazos militares
y estratégicos, se interpretó mayoritariamente como que EE.UU. consideraba
el arsenal nuclear israelí "no solamente como un factor positivo
en el equilibrio de poder regional, sino también en el hecho de
que debía ser apoyado y desarrollado" (Fundación para la Paz en
Medio Oriente. Informe especial, invierno de 1999). A partir de
1998, la política oficiosa de los EE.UU. ha sido la de aumentar
la ayuda militar a Israel en 60 millones de dólares al año. En enero
2001, la administración saliente de Clinton anunció que la política
va a continuarse hasta el 2008, momento en el que la cantidad anual
anterior de 1,8 mil millones habrá aumentado a 2,4 mil millones
de dólares. Clinton también recomendó que Israel esté entre los
primeros receptores de los aviones F-22 ahora en desarrollo. En
junio la fuerza aérea israelí anunció la compra de 50 aviones F-16
con un coste de 2 mil millones de dólares, siendo financiada en
gran parte a través de la ayuda militar de los EE.UU., poco después
de que los F-16s fueran utilizados para bombardear blancos civiles
palestinos. Los EE.UU. e Israel realizan en común ejercicios militares
secretos de forma regular, pues Israel se está convirtiendo en una
base militar fuera de los EE.UU. (sobre estos programas, véase Guillermo
Arkin, Washington Post, 7 de mayo de 2001). Según la prensa israelí, uno de estos ejercicios comunes, en septiembre
de 2000, fue ejecutando planes para la reconquista israelí de los
enclaves transferidos a la administración Palestina; Los infantes
de marina de los EE.UU. proporcionaron el entrenamiento en armamento
del que Israel carece y "técnicas americanas de lucha". Lo que ya
es " extremadamente peligroso" se convertirá en aún más, pues el
ímpetu renovado de los EE.UU. por la proliferación del WMD tendrá
sus efectos previsibles, aumentando de nuevo la amenaza a la seguridad
de todos, incluso a la supervivencia. Los planes reales pueden parecer irracionales, pero eso es así sólo
si uno valora la supervivencia por encima de la hegemonía. La historia
de la carrera de armamentos revela un cálculo bastante diferente.
Hace 50 años, la única amenaza para la seguridad de los EE.UU.,
entonces solamente potencial, eran los ICBMs (misiles balísticos
de alcance intercontinental). Es probable que la URSS hubiera aceptado un tratado que terminase
con el desarrollo de estas armas, sabiendo que iba muy por detrás.
En su historia de la carrera de armamentos, McGeorge Bundy señaló
que él no pudo encontrar ningún expediente de interés que persiguiese
esta posibilidad. Los archivos rusos recientemente abiertos refuerzan
la versión de las afirmaciones de los analistas de alto nivel de
los EE.UU. de que después de la muerte de Stalin, Khrushchev pidió
la reducción mutua de fuerzas militares ofensivas, y cuando estas
iniciativas fueron ignoradas por Washington, fueron ejecutadas unilateralmente
bajo la objeción de su propio comando militar. Los archivos de los
EE.UU. revelan que la administración de Eisenhower tenía poco interés
en el desarme negociado y otras iniciativas para relajar algunas
tensiones internacionales.
Los planificadores de
Kennedy compartieron sin duda alguna la visión de Eisenhower de
que "una guerra importante destruiría el hemisferio norte", que
también sabían de los pasos dados unilateralmente por Khrushchev
para reducir fuerzas ofensivas soviéticas de forma ostensible, y
también sabían que los EE.UU. estaban lejos de dar cualquier paso
significativo. Sin embargo, eligieron rechazar la propuesta de Khrushchev
de reciprocidad, prefiriendo una acumulación masiva de las fuerzas
convencionales y nucleares, golpeando así sobre el último clavo
del ataúd de la "política de Khrushchev de refrenar a los militares
soviéticos" (Matthew Evangelista, Proyecto de la historia internacional
de la guerra fría, diciembre de 1997). Sin continuar expresamente, los hechos demuestran que hay poca novedad
en las propias preferencias de Clinton o de Bush. Hegemonía o supervivencia Segunda Parte
Los observadores europeos encuentran una “paradoja” el hecho que
"un país que quiere gastarse más de un billón de dólares en un proyecto
no demostrado para hacer estallar ojivas nucleares cuando entren
en la atmósfera no elegiría de pagar menos de la milésima parte
de este monto para ayudar a evitar que el plutonio caiga en las
manos de algún “estado pícaro”, mientras saben muy bien que es mucho
más probable que alguna “bomba pícara” llegue en una maleta o con
un camión o un bote, y no que [llegue] en un misil lanzado de manera
evidente y que tiene bien grabada la dirección del remitente” (Julián
Borger, Guardian Weekly, 24 de Mayo). Aparentemente, las demás opciones
actuales que aumentan el riesgo para la supervivencia parecen igualmente
paradójicas. La paradoja se resuelve jerarquizando oportunamente
los valores de la hegemonía y la supervivencia e incluyendo otras
ventajas de los programas militares sobre las cuales volveremos
a hablar.
Noam
Chomsky, un imprescindible
Por Atilio A. Boron
Noam Chomsky cumple hoy años, 84 para ser más precisos. Sin duda,
una de las mayores figuras intelectuales y científicas de nuestro
tiempo. Un raro ejemplar de “intelectual público” invariablemente
solidario y militante al servicio de las mejores causas de la
humanidad y un prominente científico que revolucionó la lingüística
con aportes que marcaron un antes y un después en la historia de la
disciplina. Pero el influjo de sus ideas se extiende mucho más allá
de la lingüística: sus ideas han impactado fuertemente en la
filosofía, la psicología, la historia, la ciencia política y las
ciencias sociales en general. Como “intelectual público”, dotado de
una infrecuente capacidad para abordar con claridad y sencillez los
temas más complejos y profundos de su tiempo: sus críticas a la
política exterior de Estados Unidos -sobre todo a partir de la
Guerra de Vietnam- al papel manipulador de los medios de
comunicación de masas y a la involución democrática de su país
tuvieron un enorme impacto a nivel de la opinión pública y la clase
política pero fueron (y son todavía hoy) sistemáticamente negados en
los paradigmas dominantes de la ciencia política y relaciones
internacionales donde sus numerosos escritos (más de 100 libros) no
son tenidos en cuenta ni siquiera para ser criticados. Todo esto
habla a los gritos de la escandalosa regresión reaccionaria de las
ciencias sociales, que se escudan en la especificidad disciplinaria
para silenciar las ideas del gran lingüista norteamericano. Cuando
son interrogados por las razones por las cuales no se incluyen los
libros de Chomsky en sus bibliografías, eminentes mediocridades de
las ciencias sociales a nivel mundial se limitan a declarar que no
es un politólogo, o un sociólogo o un historiador. Que su idoneidad
se localiza en otro campo y que cuando incursiona en otras
disciplinas sus puntos de vista son irrelevantes o equivocados.
Estos atildados y muy conservadores académicos ignoran, o simulan
ignorar, que ninguna de las grandes figuras de las ciencias sociales
aceptó encerrarse en los límites de una disciplina. Marx fue un
filósofo, un economista, un politólogo, un sociólogo y un
historiador, amén de cultivar con menor énfasis otras disciplinas. Y
del otro lado del espectro ideológico ocurre lo mismo: ¿Cuál fue la
disciplina de Max Weber? Él se llamaba a si mismo historiador pero
fue un brillante sociólogo, politólogo, estudioso de las religiones
comparadas y economista. Sólo los mediocres que tomaron la academia
por asalto creen en eso de la “disciplinariedad”, ardid mediante el
cual inoculan en sus estudiantes el virus de la resignación y el
conformismo que necesita el capitalismo para ser concebido como un
sistema eterno y por eso mismo desalentar toda esperanza de cambio.
Por eso Chomsky los irrita y los enfurece, porque su obra es una
convocatoria no a la disciplina sino a la creatividad y la
militancia social que se nutren de la “indisciplina”, condición
indispensable de todo pensamiento crítico. Es, como lo exigía
Bertolt Brecht, uno de esos que lucha todos los días, sin desmayos.
Un imprescindible en la ardua lucha por construir una buena
sociedad. Por eso, ¡salud y larga vida Maestro!
Como pequeño homenaje por su cumpleaños nos permitimos compartir un
fragmento de una de sus últimas notas:”Temas que Romney y Obama
evitan”, publicado en su sitio web en vísperas de las elecciones
presidenciales de Estados Unidos. ( http://www.chomsky.info/articles/20121007.htm
)
“El segundo tema importante, la guerra nuclear, también está en las
primeras planas todos los días, pero en una forma que asombraría a
un marciano que observara las extrañas actividades en la Tierra. La
amenaza actual está de nuevo en Medio Oriente, específicamente Irán;
es decir, al menos según Occidente. En Medio Oriente, Estados Unidos
e Israel son considerados amenazas mucho mayores.”
“A diferencia de Irán, Israel se niega a permitir inspecciones o
firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Tiene cientos de
armas nucleares y sistemas de lanzamiento avanzados, y un largo
historial de violencia, agresión e ilegalidad, gracias al absoluto
apoyo estadounidense. Si Irán está buscando desarrollar armas
nucleares, el espionaje estadounidense no lo sabe.”
“En su informe más reciente, la Agencia Internacional de Energía
Atómica dice que no puede demostrar la ausencia de material nuclear
y actividades no declarados en Irán; una forma indirecta de condenar
a Irán, como demanda Estados Unidos, mientras admite que la agencia
no puede añadir nada a las conclusiones del espionaje
estadounidense. Por lo tanto, a Irán debe negársele el derecho a
enriquecer uranio que está garantizado por el Tratado de No
Proliferación Nuclear, y es apoyado por la mayor parte del mundo,
incluidos los países no alineados que acaban de reunirse en Teherán.
La posibilidad de que Irán pudiera desarrollar armas nucleares surge
en la campaña electoral. (El hecho de que Israel ya las tenga no.)
Dos posiciones se contraponen: ¿Estados Unidos debería declarar que
atacará si Irán alcanza la capacidad para desarrollar armas
nucleares, las cuales disfrutan docenas de países? ¿O Washington
debería mantener la línea roja más indefinida?”
“La segunda postura es la de la Casa Blanca; la primera es la
demandada por los belicosos israelíes, y la aceptada por el Congreso
de Estados Unidos. El Senado votó 90 a 1 a favor de apoyar la
postura israelí. Lo inexistente en el debate es la forma obvia de
mitigar o poner fin a cualquier amenaza que pudiera creerse
representa Irán: establecer una zona libre de armas nucleares en la
región. La oportunidad está fácilmente disponible: una conferencia
internacional se reunirá en unos meses para buscar este objetivo,
apoyado por casi todo el mundo, incluida una mayoría de los
israelíes.”
“El gobierno de Israel, sin embargo, ha anunciado que no participará
hasta que haya un acuerdo de paz general en la región, lo cual es
inalcanzable en tanto Israel persista en sus actividades ilegales en
los territorios palestinos ocupados. Washington mantiene la misma
postura, e insiste en que Israel debe ser excluido de cualquier
acuerdo regional de ese tipo.”
“Pudiéramos estar avanzando hacia una guerra devastadora,
posiblemente incluso nuclear. Existen formas claras de superar esta
amenaza, pero no se adoptarán a menos que haya un activismo público
a gran escala que demande que la oportunidad sea aprovechada. Esto,
a su vez, es altamente improbable en tanto estos temas sigan fuera
de la agenda, no sólo en el circo electoral, sino en los medios y el
gran debate nacional.”
Como subrayó Vijay Prashad en su reciente comentario acerca del
PMB y del SDI (18 de Junio) la cuestión principal no es el PMB sino
el control del espacio, es decir un programa bipartido. Estos hechos
cruciales alcanzaron la conciencia del público en general cuando
el Secretario de la Defensa Donald Rumsfeld anunció una revisión
de los programas espaciales del Pentágono que “aumentaría sensiblemente
la importancia del espacio externo en la planificación estratégica”.
Los nuevos planes requieren el “desarrollo de sistemas de armas
para el espacio externo”, una “proyección de potencia” desde el
espacio, es decir “meter en el espacio armas de ataque” (NYT, 8
de Mayo; Christian Science Monitor, 3 de Mayo). Estos planes fueron
delineados en el informe de la segunda comisión de expertos Rumsfeld
publicado en Enero (la primera, en Octubre de 1998, alertaba sobre
amenazas de ataques con misiles, influenciando aparentemente la
decisión de Clinton de acelerar los programas PMB). El informe de
la segunda comisión concluye que la guerra espacial es una “certeza
virtual” y pide el desarrollo de armas anti-satélites (ASAT) (en
violación del tratado ABM de 1972) así como el posicionamiento de
armas en el espacio (violando el Tratado sobre el Espacio Externo
de 1967).
Examinando estos planes en la revista Foreign Affairs (Mayo de 2001),
Michael Krepon, ex presidente del Centro Henry Stimson, advierte
que contienen una contradicción interna: es mucho más fácil desarrollar
los ASAT que el PMB y unos ASAT del adversario anularían cualquier
programa PMB neutralizando los satélites de los que éste depende. Sólo se puede resolver esta contradicción con un “dominio absoluto
del espacio así como sugerido por el informe Rumsfeld”, con armas
de ataque y una espiral de carrera armamentista en el espacio cuando
los demás, inevitablemente, tomen contramedidas. En cambio él recomienda
reforzar los tratados existentes que, como subraya, han sido observados.
Todo esto tendría un sentido si la finalidad fuera la supervivencia
y no la hegemonía.
El Comando Espacial estadounidense sostiene que “en el futuro, el
hecho de ser capaces de atacar blancos terrestres desde el espacio
podría ser decisivo para la defensa nacional. Por consiguiente El
Comando Espacial estadounidense está identificando activamente roles,
misiones y cargas explosivas potenciales para este probable nuevo
campo de batalla”. El fundamento fue explicado en su folleto “Visión
para el 2020”. La primera finalidad es anunciada de manera destacada
en la cobertura de frente: “Dominando la dimensión espacial de las
operaciones militares para proteger los intereses y las inversiones
estadounidenses”. Esta es la próxima fase de la tarea histórica
de las fuerzas armadas. “Durante la expansión de los Estados Unidos
continentales hacia el Oeste, los puestos militares avanzados y
la caballería adquirieron importancia protegiendo nuestras caravanas,
nuestros poblados y nuestro ferrocarril” – actuando sólo en plan
de autodefensa, debemos entender, tal vez persiguiendo los esfuerzos
bien intencionados, aunque fracasados, de “dirigir, guiar y ayudar
a los nativos americanos [entre otros] hacia el lado justo de la
historia (Bacevich), la misión histórica de América respecto al
mundo. Además “las naciones construían buques para proteger y aumentar
sus intereses comerciales”. El próximo paso lógico son fuerzas espaciales
para proteger “los Intereses Nacionales de Estados Unidos [militares
y comerciales] y las Inversiones. El papel de Estados Unidos en
el espacio debería ser comparable al de los “buques que protegían
el comercio marítimo”, aunque con una sola potencia hegemónica,
mucho más abrumadora que la Armada Británica en los siglos pasados.
Por supuesto el Comando Espacial es conciente del dilema de Krepon
y proyecta de superarlo con un “dominio de pleno espectro”: un dominio
militar aplastante en tierra, mar y aire así como en el espacio,
de manera tal que Estados Unidos será “preeminente en cada forma
de conflicto”, en la paz y en la guerra. La necesidad de tamaño
dominio se presentará como resultado del aumento de la “globalización
de la economía”, lo que supone llevará a un “aumento de la división
entre los que ‘tienen’ y los que ‘no tienen’, evaluación compartida
por los servicios de inteligencia estadounidenses en sus proyecciones
para el año 2015 (lo opuesto a lo que forma la base de las teorías
económicas, pero acorde con la realidad). Entre los que no tienen,
el aumento de la división puede llevar a una inquietud que Estados
Unidos debe estar preparado a controlar “usando sistemas espaciales
y planeando ataques de precisión desde el espacio” para “contrarrestar
la proliferación mundial de las ADM” por parte de elementos revoltosos
– una consecuencia previsible de los programas recomendados, tal
como el “aumento de la división” es una consecuencia anticipada
de la forma preferida de “globalización”.
El Comando Espacial podría haber extendido la analogía a los “buques
protegiendo el comercio marítimo” y a los militares “defendiendo”
los intereses en expansión. La armada y los militares en general
jugaron un papel preeminente en el desarrollo tecnológico e industrial
de la edad moderna. Lo mismo hicieron con la consolidación empresarial:
el célebre pacifista Andrew Carnegie dependió mucho de los contratos
de la armada cuando fundó la primera empresa de un billón de dólares,
la US Steel. La militarización del espacio brinda oportunidades
parecidas en la era actual. “En términos de potencial tecnológico
internacional”, escribe el historiador de la economía Clive Trebilcock
, la habilidad de construir el mayor número de piezas de artillería
al rededor del año 1910 era en grandes líneas parecida a la habilidad
de fabricar vehículos espaciales alrededor del año 1980”. Uno de
los problemas de ingeniería más complejos de esa época, que impulsó
a grandes avances en metalurgia, electrónica, utensilios mecánicos
y procesos de producción, fue la tarea de construir máquinas enormes
para disparar balas de una plataforma en movimiento a un blanco
en movimiento. Los fusiles de tiro rápido y la producción avanzada
de fusiles también representaron para la ingeniería y la producción
tareas desafiantes que pudieron ser emprendidas por la industria
“civil” gracias a los contratos del gobierno, los cuales “jugaron
un papel vital en remover las barreras de riesgo para la producción
masiva”; y también [lo representaron] para la investigación y el
desarrollo (I&D). Los resultados fueron transferidos directamente
a la industria automotora y a otras industrias mayores modernas.
Respecto a etapas antecedentes, estas tendencias de hace un siglo
representaron un gran paso en adelante, y el “Sistema de Producción
Americano”, que se basaba en 40 años de inversiones e I&D en el
Departamento de Artillería de Estados Unidos de la Armería de Springfield
y en otros lugares, asombró al mundo poniendo los fundamentos para
“una revolución mundial en la producción masiva”. Anteriormente,
los avances en la fundición de cañones habían puesto los fundamentos
de la producción de hierro y del uso de las máquinas de vapor, “y
fueron instrumentales al crecimiento de la industria de larga escala,
efectivamente creando el sistema industrial". Estos mismos factores
perduraban después de la segunda guerra mundial, pero con un salto
adelante cualitativo, esta vez principalmente en Estados Unidos,
cuando los militares otorgaron una cobertura a la creación de los
elementos centrales de la moderna economía de alta tecnología. Ninguno
de los beneficiarios quiere ver la conclusión de lo que Trebilcock
llama “el banco militar que gastando del bolsillo público se ha
revelado un macizo pagador de desarrollo científico”, y también
tecnológico e industrial.
A partir de la segunda guerra mundial, un objetivo primario de la
planificación militar ha sido él de promover la industria avanzada,
cuando los líderes de los negocios reconocieron que la industria
de alta tecnología no podría sobrevivir en una economía competitiva
de “libre empresa”, y que “el gobierno es su único salvador posible”
(Fortune, Business Week). El SDI de Reagan fue pregonado al mundo
de los negocios con estos argumentos. Mantener la “base industrial
de la defensa” – es decir, la industria de alta tecnología – fue
uno de los factores llevados a la atención del Congreso por el presidente
Bush cuando éste pidió que se mantuviera el presupuesto del Pentágono
inmediatamente después de que la caída del muro de Berlín hubiese
eliminado el pretexto ruso. La militarización del espacio es el
próximo paso natural, que será impulsado hacia adelante por la carrera
armamentista que se preanuncia. Hay otros que también están bien
concientes de su potencial económico. Retrayéndose de su anterior
postura crítica, el canciller alemán Gerhard Schroeder declaró en
Marzo que Alemania tendría un interés económico vital en el desarrollo
de la tecnología PMB, y que debe estar segura de que “no estamos
excluidos” del trabajo tecnológico y científico en este ámbito.
Se supone que la participación en los programas PMB podría fortalecer
las bases económicas de Europa en general (véase Defense Monitor,
Marzo 2001). Por estas razones Estados Unidos hace poco rehusó sumarse al resto
del mundo en la ratificación del Tratado sobre el Espacio Externo
(al que se asoció Israel en 1999 y en 2000 y Micronesia en 2000),
y ha bloqueado las negociaciones de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Desarme desde cuando ésta abrió sus sesiones actuales
en Enero. China y Rusia han pedido la desmilitarización del espacio;
Rusia propuso pasos ulteriores, incluyendo la reducción de las ojivas
a 1500 y la creación de zonas desnuclearizadas. Como reportó Reuters
en Febrero, “Estados Unidos queda como único, entre los 66 estados
miembros, en oponerse a la puesta en marcha oficial de negociaciones
sobre el espacio externo”; [lo mismo] se reportó también en Desert
News (Salt Lake City), en lo que virtualmente fue la única cobertura
de la conferencia en los medios de comunicación estadounidenses.
El 7 de Junio China pidió de nuevo que se prohibieran las armas
en el espacio externo, pero Estados Unidos se negó, “bloqueando
consecuentemente el inicio de la conferencia de las Naciones Unidas
sobre el desarme para prevenir una carrera armamentista en el espacio
externo” (Financial Times, 8 de June). Repito que todo esto tiene su sentido si la hegemonía, con sus beneficios
de corto plazo para los intereses de élite, tiene un lugar más alto
que la supervivencia en la clasificación de los valores operativos.
Subdesarrollo insostenible < Noam Chomsky > En una conversación
reciente se le preguntó a Chomsky "¿Cuáles son los motivos de la
presión de los EE.UU. en favor de un desarrollo sostenible en el
mundo en desarrollo?". Esta fue su respuesta... Es la primera vez que escucho eso --¿Favorecen los EE.UU. el desarrollo
sostenible?—En tanto yo sé, los EE.UU. favorecen un subdesarrollo
insostenible. Los programas incluidos en la política de los EE.UU.,
échese una mirada a las reglas de la Organización Mundial del Comercio,
como digamos las TRIPs y las TRIMs –Propiedad Intelectual Relacionada
al Comercio y Medidas de Inversión Relacionadas al Comercio [por
sus siglas en inglés] están diseñadas para impedir el desarrollo
e impedir el crecimiento. Es así que los derechos de propiedad intelectual
no son más que una protección del control y los precios monopólicos,
que garantiza que las corporaciones, de hecho, en estos momentos,
mega corporaciones, tengan derecho a cobrar precios monopólicos,
asegurando, digamos, que las drogas de producción farmacéutica sean
cotizadas con precios inalcanzables para la mayor parte del mundo,
incluso aquí [en los Estados Unidos]. Por ejemplo, las drogas en
los EE.UU. son mucho más caras que las mismas drogas tan cerca como
en Canadá, y aun más caras que, digamos, en Europa y esto en el
Tercer Mundo condenan a millones de personas a muerte. Otros países pueden producir drogas. Y bajo los primeros regímenes
de patentes, se tenían patentes de proceso. Ni siquiera sé si esas
son legítimas, pero las patentes de proceso significaban que si
alguna compañía farmacéutica encontraba una manera de producir una
droga, alguien más listo podría encontrar una mejor manera para
producirla, pues lo único patentado era el proceso. Así, si la industria
farmacéutica brasileña hallaba una manera de hacerla más barata
y mejor, bien, podían hacerla. No violaría ninguna patente. El régimen
de la Organización Mundial del Comercio insiste en cambio en patentes
de producto, y así no se puede encontrar un proceso más inteligente.
Nótese que esto impide el crecimiento, y el desarrollo, y que eso
es lo que pretende. Pretende detener la innovación, el crecimiento
y el desarrollo y conservar ganancias extremadamente altas. Bueno, las corporaciones farmacéuticas y otras argumentan que necesitan
esto para poder recuperar los costos de la investigación y el desarrollo.
Pero miremos más de cerca. Una parte muy substancial de la investigación
y el desarrollo la paga el público de todas maneras. En sentido
estricto, está en el orden de un 40-50%. Pero ese es un subestimado,
porque no toma en cuenta la biología básica y la ciencia básica,
las cuales están financiadas totalmente de manera pública. Entonces
si se obtiene una cantidad realista, es un porcentaje muy alto el
pagado públicamente de cualquier modo. Bueno, supongamos que llegara
al 100%. Entonces toda motivación para los precios monopólicos desaparecería,
y esto implicaría un enorme beneficio social. No hay ningún motivo
económico justificable para no hacer esto. Hay un motivo económico,
el lucro, pero es un esfuerzo por impedir el crecimiento y el desarrollo.
Pero, ¿qué hay de las Medidas de Inversión Relacionadas al Comercio?
¿Qué hacen? Las TRIPS son proteccionismo directo para el beneficio
de los ricos y poderosos, a través de corporaciones subsidiadas
públicamente. Las TRIMS son un poco más sutiles. Lo que buscan es
que un país no pueda imponer condiciones a lo que un inversionista
decida hacer. Supongamos que, digamos, la General Motors, decide
llevar a cabo subcontratación en el extranjero, mandar a hacer partes
en otro país con mano de obra barata, sin sindicatos, y luego enviarlas
de regreso a General Motors. Bueno, los países en vías de desarrollo
exitosos de Asia, una de las maneras en que se desarrollaron fue
bloqueando ese tipo de cosas, insistiendo en que si iba a haber
inversión extranjera, tenía que hacerse de manera tal que fuera
productiva para el país que la recibiera. Tendría que haber transferencia
de tecnología, o tendría que invertirse en los lugares en que ellos
quisieran, o alguna proporción de la inversión tendría que ser para
la exportación de mercancías terminadas que produjeran dinero. Montones
de mecanismos como esos. Eso es parte de la forma mediante la cual
tuvo lugar el milagro económico de Asia Oriental. Incidentalmente,
esa es la forma en que todos los otros países en desarrollo consiguieron
desarrollarse también, incluyendo a los Estados Unidos, con transferencia
tecnológica desde Inglaterra. Esas aproximaciones son bloqueadas
por las Medidas de Inversión Relacionadas al Comercio. Superficialmente
suenan como si estuvieran aumentando el libre comercio, pero lo
que hacen de hecho es aumentar la capacidad de las grandes corporaciones
para llevar a cabo administración centralizada a través de las fronteras,
porque así es como son la subcontratación en el extranjero y las
transferencias intrafirma –centralizadas administrativamente. No
son comercio en ningún sentido significativo. Y una vez más minan
el crecimiento y el desarrollo. De hecho, si se observa en general, lo que está siendo instituido
es un régimen que previene el tipo de desarrollo que ha tenido lugar
en los países que hoy en día son ricos, los países industrializados
– no es el mejor tipo de desarrollo que podemos imaginar, con seguridad,
pero es al menos desarrollo de algún tipo. Si uno revisa desde Inglaterra
a los Estados Unidos, a Alemania, Francia, Japón, Corea – cada uno
de estos países se desarrolló violando radicalmente los principios
que se están instituyendo en la Organización Mundial del Comercio.
Estos principios son métodos de socavamiento del crecimiento y el
desarrollo, y de aseguramiento de la concentración del poder. El
asunto del desarrollo sostenible ni siquiera aparece. Eso es completamente
otra cuestión. El desarrollo sostenible significa, por ejemplo,
prestar atención a lo que se llama "externalidades", cosas en las
que los negocios no se fijan. Tomemos, por decir, el comercio. Se supone que el comercio aumenta
la riqueza. Tal vez lo haga, tal vez no, pero no se sabe lo que
hace hasta no tomar en cuenta los costos del comercio, incluyendo
costos que no se estiman, como por ejemplo el costo de la contaminación.
Cuando algo se mueve de aquí para allá está creando contaminación.
Se la llama una "externalidad" y no se la toma en cuenta. Está el
agotamiento de recursos, como cuando se agotan los recursos de la
producción agrícola. Están los costos militares. Por ejemplo, el
precio del petróleo se mantiene dentro de un cierto margen, ni muy
alto, ni muy bajo, mediante una porción substancial [de los gastos]
del Pentágono dirigida directamente hacia los productores de petróleo
del Medio Oriente, no porque a los Estados Unidos le guste el entrenamiento
en el desierto o algo así, si no porque es ahí donde está el petróleo.
Se quieren asegurar de que no suba mucho, ni baje mucho, sino que
se quede donde lo quieren. No ha habido mucha investigación sobre
esto, pero una investigación conducida por un consultante del departamento
de energía de los EE.UU. estimó que los gastos solo del Pentágono
significan tal vez un 30% de subsidio para el precio del petróleo,
algo dentro de ese rango. Bien, si uno mira más allá de las fronteras hay numerosos ejemplos
como ese. Uno de los costos del comercio es que saca a la gente
de su forma de vida. Cuando se exportan productos agrícolas estadounidenses
subsidiados a México, esto saca a millones de campesinos de la agricultura.
Eso es un costo, de hecho un costo múltiple, porque esos millones
no solo sufren, son arrastrados a las ciudades en donde bajan los
salarios, y así sufre otra gente, la cual incluye, incidentalmente,
a trabajadores estadounidenses, que ahora competirán contra salarios
aún más bajos. Estos son costos. Si se les toma en cuenta, se obtiene
una imagen totalmente distinta de las interacciones económicas.
Incidentalmente, se puede decir eso de algo como el Producto Bruto
Interno. Si se observan las medidas del Producto Bruto Interno,
se verá que son altamente ideológicas. Por ejemplo, una de las maneras
de aumentar el Producto Bruto Interno en los Estados Unidos es hacer
lo que, de hecho, se está haciendo, no reparar las carreteras. Si
no se reparan las carreteras y se tienen montones de baches por
todas partes, eso significa que cuando los carros pasan, se destrozan.
Eso significa que uno tiene que comprarse un carro nuevo. O tiene
que ir al mecánico para que lo repare, y así. Todo eso aumenta el
Producto Bruto Interno. Se enferma más a la gente contaminando la
atmósfera. Eso aumenta el Producto Bruto Interno porque tienen que
ir al hospital y pagar doctores y comprar drogas, y así. De hecho,
lo que aumenta el Producto Interno Bruto en las sociedades, como
están hoy en día organizadas, no es una medida del bienestar social
en ningún sentido significativo. Ha habido esfuerzos para construir otras medidas que sí tomen en
cuenta estas cosas, y ellas nos dan historias muy diferentes. Por
ejemplo, los Estados Unidos son uno de los pocos países industrializados
que no publican "indicadores sociales" regularmente --medidas del
bienestar social, como el abuso de menores, su mortalidad, y esa
clase de cosas. La mayoría de los países lo hacen. Todos los años
tienen un indicador social. Los Estados Unidos no lo hacen, y así
es difícil estimar la salud social del país. Pero ha habido esfuerzos
por hacerlo. Hay un proyecto importante en la Universidad de Fordham, una universidad
jesuita en Nueva York. Por años han intentado construir un indicador
de salud social para los Estados Unidos. Publicaron el último volumen
hace un par de meses. Son cosas interesantes. De acuerdo a sus análisis
de los indicadores del tipo que mencioné, hasta alrededor de 1975,
o sea, durante la "era dorada", como se la llama, la salud social
crecía, más o menos, con la economía. En cierta forma seguía a la
economía. Conforme mejoraba la economía, mejoraba la salud social.
A partir de 1975 los indicadores divergen. La economía ha seguido
creciendo, aunque más lentamente que antes, pero la salud social
ha decaído. Y continúa decayendo. De hecho, concluyen que los Estados
Unidos están en una recesión, una seria recesión, desde el punto
de vista de los indicadores que importan. Es entonces que uno empieza
a fijarse en cuestiones como desarrollo sostenible, desarrollo significativo.
Pero para eso se requiere una perspectiva completamente diferente
en todos estos aspectos de la economía y sus consecuencias, etc.,
una que definitivamente debería de adoptarse. Y esas son las cuestiones
que emergen cuando la gente habla de desarrollo sostenible, pero
los EE.UU. ciertamente no tienen tal programa. Deberían, pero no
lo tienen.
La nueva guerra contra el terror
Transcripción de la grabación hecha en el Foro de Tecnología y Cultura
en el MIT - 18 de octubre de 2001. Todos sabemos que el mundo lo maneja la
gente de la televisión [risas en el público]. Acabo de recibir órdenes de que debía estar aquí, no allá. Bueno,
la última charla que di en este foro fue sobre un tema liviano y
agradable. Fue sobre cómo los seres humanos constituyen una especie
en peligro y, considerando la naturaleza de sus instituciones, probablemente
se destruirán a sí mismos dentro de un plazo relativamente corto.
Así que esta vez podemos dar un suspiro de alivio ya que tenemos
un tema agradable en su lugar. Por desgracia, el mundo sigue presentándonos
cosas que lo hacen más y más horrible y seguimos tal cual. Asumo 2 condiciones para esta charla Voy a dar por sentado dos condiciones para esta charla. La primera es lo que yo presumo es un reconocimiento de los hechos.
Y es que los eventos del 11 de septiembre fueron una atrocidad horrenda,
probablemente el mayor número de muertos súbitos de cualquier crimen
en toda la historia, fuera de una guerra. La segunda presunción tiene que ver con los objetivos. Presumo que
nuestro objetivo es que estamos interesados en reducir la probabilidad
de tales crímenes, sean contra nosotros o contra otros. Si no aceptan estas dos presunciones, entonces lo que diga no se
dirigirá a ustedes. Si las aceptan, se presentan una cantidad de
preguntas estrechamente relacionadas, que merecen mucha reflexión. Las 5 preguntas Una pregunta, que es de lejos la más importante es ¿qué está sucediendo
ahora mismo? E implícitamente ¿qué podemos hacer al respecto? La segunda tiene
que ver con la suposición muy común que lo sucedido el 11 de septiembre
es un acontecimiento histórico, que cambiará la historia. Tiendo
a estar de acuerdo. Creo que es cierto. Fue un evento histórico
y la pregunta que debemos hacernos es exactamente por qué. La tercera
pregunta tiene que ver con el título, "La guerra contra el terrorismo".
¿Qué es exactamente? Y hay una pregunta relacionada: ¿qué es el
terrorismo? La cuarta pregunta, aunque más restringida importante,
tiene que ver con los orígenes de los crímenes del 11 de septiembre.
Y la quinta pregunta, en la que quiero detenerme un poco, es qué
opciones políticas existen en el combate de esta guerra contra el
terrorismo, y en el trato de las situaciones que llevaron a ella. Diré algunas cosas sobre cada pregunta. Con placer me extenderé
en la discusión y, por favor, no duden en formular otras preguntas.
Éstos son los interrogantes que en mi opinión se destacan, pero
ustedes podrían fácil y plausiblemente tener otros. 1. ¿Qué está sucediendo en este momento? Tres a cuatro millones de personas se están muriendo de hambre Comencemos de inmediato con este tema. Hablaré sobre la situación
en Afganistán. Sólo me basaré en fuentes indiscutibles como el New
York Times [risas en el público]. Según el New York Times hay entre 7 y 8 millones de personas en
Afganistán al borde de la inanición. Esto, en realidad, era cierto
antes del 11 de septiembre. Estaban sobreviviendo gracias a la ayuda
internacional. El 16 de septiembre el Times informó, cito, que EE.UU.
exigía de Pakistán la eliminación de los convoyes de camiones que
suministraban gran parte de los alimentos y otras provisiones a
la población civil de Afganistán. Que yo sepa no hubo reacción alguna
en EE.UU. o en Europa. Al día siguiente hablé por las radios nacionales
de toda Europa. Que yo sepa, no hubo ninguna reacción en EE.UU.
o en Europa ante la exigencia de que se impusiera la muerte por
hambre a millones de personas. La amenaza de ataques aéreos inmediatamente
después de septiembre... por ese entonces, obligó a evacuar a los
trabajadores de la ayuda internacional, lo que inhabilitó los programas
de ayuda. De hecho, cito nuevamente al New York Times. Los refugiados
que llegaron a Pakistán después de duros viajes desde Afganistán
describen escenas de desesperación y temor dentro del país, cuando
la amenaza de los ataques dirigidos por EE.UU. convirtió la prolongada
miseria diaria en una potencial catástrofe. El país colgaba de una
cuerda de salvamento y acabábamos de cortarla. Citando del New York
Times Magazine a un colaborador de la ayuda que fue evacuado. El Programa Mundial de Alimentos, el de la ONU, que es lejos el
principal, pudo reanudarse a principios de octubre, después de tres
semanas. Lo reactivaron a niveles más reducidos, reanudando el envío
de alimentos. No hay cooperantes de ayuda extranjeros en el país,
así que el sistema de distribución es obstaculizado. Este fue suspendido
en cuanto comenzaron los bombardeos. Luego recomenzaron a un ritmo
más lento, mientras las agencias de ayuda criticaban duramente los
lanzamientos aéreos de alimentos de EE.UU., condenándolos como instrumentos
de propaganda que probablemente hacían más daño que bien. Ocurre
que ahora estoy citando al Financial Times de Londres, pero es fácil
continuar. Después de una primera semana de bombardeos, el New York
Times informó en una página trasera, dentro de una columna que trataba
de otra cosa, que según las cuentas de la ONU pronto habrá 7 millones
y medio de afganos necesitando desesperadamente aunque sea un pedazo
de pan y que quedan sólo unas pocas semanas antes de que comience
el duro invierno, que imposibilitará el aprovisionamiento de muchas
áreas, sigo citando, pero con los bombardeos el nivel de suministros
ha bajado a la mitad de lo que se necesita. Un comentario como de
pasada que nos dice que la civilización occidental está anticipando
la matanza de, haremos el cálculo, 3 a 4 millones de personas, o
algo por el estilo. El mismo día, el dirigente de la civilización
occidental, rechazó una vez más, con desdén, las ofertas de negociación
para la entrega del pretendido objetivo: Osama bin Laden; y también
rechazó la solicitud de alguna evidencia para sustanciar la exigencia
de una capitulación total. El mismo día, un Informador Especial
de la ONU a cargo de alimentos, rogó a EE.UU. que detuvieran los
bombardeos para salvar a millones de víctimas. Que yo sepa, no hubo
información alguna al respecto. Esto fue el lunes. Ayer, las mayores
agencias de ayuda OXFAM y Christian Aid se unieron a ese ruego.
No se puede encontrar ninguna información al respecto en el New
York Times. Hubo una línea en el Boston Globe, escondida en una
historia sobre otro tópico, Cachemira. Genocidio en silencio Y así podríamos continuar... pero todo eso... en primer lugar nos
indica lo que está sucediendo. Parece que lo que está sucediendo
es una especie de genocidio silencioso. También nos da la oportunidad
de ver lo que es la cultura de la élite, la cultura de la que formamos
parte. Esto indica que pase lo que pase y sin saber que sucederá,
los planes y programas que están siendo realizados se basan en la
suposición de que puedan llevar a la muerte de varios millones de
personas en las próximas semanas... casualmente sin comentarios
y sin pensar al respecto, como si fuera algo normal, aquí y en buena
parte de Europa. No en el resto del mundo. En realidad, ni siquiera
en gran parte de Europa. Si uno lee la prensa irlandesa o la prensa
en Escocia... tan cerca, las reacciones son muy diferentes. Bueno,
eso es lo que está sucediendo. Lo que está sucediendo ahora, está
ciertamente bajo nuestro control. Podemos hacer mucho para influenciar
lo que está sucediendo. Y básicamente de eso se trata.
2.
¿Por qué fue un evento histórico?
Un ataque al territorio nacional
Ahora bien, consideremos la pregunta un poco más abstracta, olvidando
por el momento que al parecer estamos en medio de un intento de
asesinato de 3 o 4 millones de personas, no talibán, por supuesto,
sino que sus víctimas. Volvamos atrás... volvamos a la pregunta
sobre los históricos acontecimientos que ocurrieron el 11 de septiembre.
Como dije, creo que es cierto. Fue un evento histórico. Lamentablemente,
no por su dimensión de la que duele hablar porque en términos de
su dimensión no es tan extraordinario. Dije que es el peor... probablemente
el peor número de víctimas súbitas de cualquier crimen. Y puede
ser cierto. Pero hay crímenes terroristas con efectos un poco más
prolongados que son más extremos, por desgracia. Sin embargo, es
un evento histórico porque hubo un cambio. El cambio fue la dirección
hacia la que se apuntaba. Eso es nuevo. Radicalmente nuevo. Echémosle
una mirada a la historia de EE.UU. La última vez que el territorio nacional de EE.UU. fue atacado,
o mejor dicho, incluso amenazado, fue cuando los británicos incendiaron
Washington en 1814. Ha habido muchos... ha sido común presentar
Pearl Harbor, pero no es una analogía válida. Piénsese lo que se
quiera al respecto, los japoneses bombardearon bases militares en
dos colonias de EE.UU., no el territorio nacional; colonias que
habían sido arrebatadas a sus habitantes de una manera no demasiado
elegante. Ahora es el territorio nacional el que ha sido atacado
en gran escala, se pueden encontrar algunos ejemplos marginales,
pero éste es único. Durante cerca de 200 años, nosotros, Estados Unidos, expulsamos
o sobre todo exterminamos a la población indígena, es decir a muchos
millones de personas, conquistamos la mitad de México, realizamos
depredaciones en toda la región, en el Caribe y en América Central,
a veces más allá, conquistamos Hawai y Filipinas, matando a varios
cientos de miles de filipinos al hacerlo. Desde la segunda guerra
mundial, EE.UU. ha extendido su alcance a todo el mundo utilizando
métodos que no precisan descripción. Pero fue siempre matando a
otros, la batalla fue siempre en otros lugares, los masacrados fueron
los otros. No aquí. No en el territorio nacional.
Europa
En el caso de Europa, el cambio es aún más dramático, porque su
historia es aún más horrenda que la nuestra. Somos, básicamente,
un vástago de Europa. Durante cientos de años, Europa ha estado
masacrando gente en todo el mundo, con la mayor tranquilidad. Es
así como conquistaron el mundo, no distribuyendo golosinas a los
bebés. Durante este período Europa sufrió guerras asesinas, pero
fueron asesinos europeos matándose mutuamente. La única razón por
la que terminó en 1945, fue... no tuvo nada que ver con democracia
o con no hacerse la guerra unos a otros u otras nociones de moda.
Tuvo que ver con el hecho de que todos comprendieron que la próxima
vez que jugaran ese jueguito iba a ser el fin del mundo. Porque
los europeos, incluyéndonos a nosotros, han desarrollado tales armas
de destrucción masiva que ese juego tiene que acabarse. Y tiene
cientos de años. En el siglo XVII, aproximadamente un 40 por ciento
de toda la población de Alemania fue eliminada en una sola guerra. Pero durante todo ese período de sangrientas matanzas, los europeos
se estuvieron matando unos a otros, y matando gente en otras partes.
Congo no atacó a Bélgica, India no atacó a Inglaterra. Argelia no
atacó a Francia. Es siempre lo mismo. De nuevo, hubo algunas pequeñas
excepciones, pero muy pequeñas en escala, ciertamente invisible
en la escala de lo que Europa y nosotros estábamos haciéndole al
resto del mundo. Es el primer cambio. Es la primera vez que se apunta
en la dirección contraria. Y a mi juicio es probablemente el motivo
por el cual se ven reacciones tan diferentes a los dos lados del
Mar de Irlanda, que he visto, a propósito, en numerosas entrevistas
a ambos lados, en la radio nacional en ambos casos. El mundo se
ve muy distinto, dependiendo de si uno tiene el látigo en sus manos
o si ha estado recibiendo latigazos durante siglos, muy distinto.
Así que pienso que el choque y la sorpresa en Europa y en sus vástagos,
como aquí, son comprensibles. Es un evento histórico pero, por desgracia,
no en escala, en otro sentido y es la razón por la que el resto
del mundo... la mayor parte del resto del mundo lo ve de manera
muy diferente. Sin dejar de sentir compasión por las víctimas de
la atrocidad, o de horrorizarse, eso es casi general, sino que porque
lo consideran desde una perspectiva diferente. Algo que debiéramos
tratar de comprender.
3.
¿Qué es la guerra contra el terrorismo?
Bien, veamos la tercera pregunta, '¿qué es la guerra contra el terrorismo?'
y una pregunta incidental, '¿qué es el terrorismo?' La guerra contra
el terrorismo ha sido descrita en las altas esferas como una lucha
contra una plaga, como un cáncer que es propagado por bárbaros,
por "oponentes depravados de la civilización misma." Es un sentimiento
que comparto. Sucede, sin embargo, que las palabras que estoy citando,
son de hace 20 años. Son... del presidente Reagan y de su secretario
de estado. La administración Reagan llegó al poder hace 20 años
declarando que la guerra contra el terrorismo internacional se hallaría
en el centro de nuestra política... describiéndola en términos como
los que acabo de mencionar, entre otros. Y estuvo en el centro de
nuestra política exterior. La administración Reagan reaccionó a
esa plaga propagada por oponentes depravados a la civilización misma,
creando una red terrorista internacional extraordinaria, sin precedente
alguno en su escala, que realizó masivas atrocidades en todo el
mundo, sobre todo... bien, en parte, cerca, pero no sólo allí. No
voy a mencionar toda la lista, ustedes son todos, gente educada,
así que estoy seguro de que lo aprendieron en el colegio secundario.
[risas del público]
La guerra de Reagan-EE.UU. contra Nicaragua
Sólo mencionaré un caso inobjetable, así no habrá polémicas al respecto;
de ninguna manera es el caso más extremo, pero es indiscutible.
Y lo es gracias a los fallos de las principales autoridades internacionales,
la Corte Internacional de Justicia, la Corte Mundial, y el Consejo
de Seguridad de la ONU. Así que este caso es irrefutable, por lo
menos para gente con la más mínima consideración por el derecho
internacional, los derechos humanos, la justicia y otras cosas similares.
Y ahora les daré un trabajo. Ustedes pueden calcular la dimensión
de esa categoría preguntando simplemente cuántas veces se ha mencionado
ese caso evidente en los comentarios del mes pasado. Y es un caso
particularmente relevante, no sólo porque es inobjetable, sino porque
ofrece un precedente sobre cómo un estado que respeta el derecho
reaccionaría... o reaccionó de hecho ante el terrorismo internacional,
lo que es incuestionable. Y fue aún más extremo que los eventos
del 11 de septiembre. Estoy hablando de la guerra de Reagan-EE.UU.
contra Nicaragua, que causó decenas de miles de muertos, arruinó
al país, tal vez irreparablemente.
La reacción nicaragüense
Nicaragua reaccionó. No reaccionó lanzando bombas en Washington.
Reaccionaron llevando el caso a la Corte Mundial, presentando un
caso, no tuvieron ningún problema para reunir la evidencia. La Corte
Mundial aceptó el caso, decidió a su favor. Ordenó que... condenaron
lo que llamaron el "uso ilegal de la fuerza," que es otra forma
de llamar al terrorismo internacional por parte de EE.UU... Ordenó
a EE.UU. que detuviera el crimen y que pagara masivas reparaciones.
Estados Unidos, por supuesto, rechazó el fallo de la corte con un
desprecio total y anunció que en lo futuro no aceptaría la jurisdicción
de la corte. Entonces Nicaragua fue al Consejo de Seguridad de la
ONU, el que consideró una resolución llamando a todos los estados
a respetar el derecho internacional. No se mencionó a nadie, pero
todos comprendieron. EE.UU. vetó la resolución. Ahora es el único
estado conocido que ha sido condenado por la Corte Mundial por terrorismo
internacional, y ha vetado la resolución del Consejo de Seguridad
llamando a todos los estados a respetar el derecho internacional.
Nicaragua fue entonces a la Asamblea General, donde técnicamente
no existe el derecho a veto, pero donde un voto negativo de EE.UU.
equivale a un veto. Aprobó una resolución similar y solamente se
opusieron Estados Unidos, Israel y El Salvador. Lo mismo pasó el
año siguiente, pero esa vez EE.UU. sólo pudo conseguir el apoyo
de Israel, así que fueron 2 votos opuestos a la observación del
derecho internacional. Llegado ese punto, a Nicaragua no le quedó
ningún recurso legal. Había intentado todas las medidas posibles.
No funcionan en un mundo regido por la fuerza. El caso es irrefutable, pero de ninguna manera el más extremo. Aprendemos
mucho sobre nuestra propia cultura y sociedad y sobre lo que está
sucediendo en la actualidad, preguntando '¿cuánto sabemos de todo
esto? ¿cuánto hablamos de esto? ¿Cuánto aprendemos en la escuela?
¿Cuánto llena las primeras planas?' Y no fue más que el comienzo.
EE.UU. respondió a la Corte Mundial y al Consejo de Seguridad, escalando
inmediatamente la guerra de manera acelerada y, casualmente, fue
una decisión de ambos partidos. Los términos de la guerra también
fueron alterados. Por primera vez hubo órdenes oficiales... órdenes
oficiales al ejército terrorista de atacar lo que se llama "objetivos
blandos," queriendo decir objetivos civiles indefensos, y mantenerse
lejos del ejército nicaragüense. Pudieron hacerlo porque EE.UU.
controlaba totalmente el espacio aéreo sobre Nicaragua y suministró
al ejército mercenario equipos de comunicación modernos; no se trataba
de un ejército de guerrilla en el sentido normal y podían recibir
instrucciones sobre los desplazamientos de las fuerzas del ejército
nicaragüense, de manera que podían atacar impunemente cooperativas
agrícolas, clínicas sanitarias, etc., etc.,... objetivos blandos.
Ésas eran las órdenes oficiales.
¿Cuál fue la reacción en este país?
¿Cuál fue la reacción? Era sabido. Hubo una reacción. La política
utilizada fue considerada como sensata por la opinión liberal de
izquierda. Así que Michael Kinsley, que representa a la izquierda
en la discusión en los medios oficiales, escribió un artículo en
el que dijo que no debiéramos apresurarnos demasiado en la crítica
de esa política, como lo había hecho Human Rights Watch. Dijo que
una "política sensata" debe "pasar el examen de costos y beneficios"
- es decir, ahora paso a citar, el análisis de "por un lado la cantidad
de sangre y miseria que habrá que introducir, y por el otro la probabilidad
de que la democracia emerja." La democracia, tal como EE.UU. comprende
la expresión, ilustrada gráficamente por los países vecinos [a Nicaragua].
Nótese que es un axioma que EE.UU., las élites de EE.UU., tienen
el derecho de efectuar el análisis y realizar el proyecto si pasa
sus tests. Y pasó sus tests. Funcionó. Cuando Nicaragua terminó
por sucumbir ante el ataque de la superpotencia, los comentaristas
elogiaron pública y alegremente el éxito de los métodos que fueron
utilizados, y los describieron en detalle. Así que paso a citar
a Time Magazine, tomando a uno de tantos. Alabaron el éxito de los
métodos escogidos: "para arruinar la economía e implementar una
larga y mortífera guerra por encargo, hasta que los nativos exhaustos
derroquen por sí mismos al gobierno indeseable," con un costo "mínimo"
para nosotros, dejando a las víctimas con "puentes destruidos, estaciones
eléctricas saboteadas, y granjas arruinadas", dándole así al candidato
de EE.UU. un "tema ganador": "terminar con el empobrecimiento del
pueblo de Nicaragua". El New York Times publicó una primera plana
diciendo "Estadounidenses unidos en la alegría" ante este resultado.
El terrorismo funciona - el terrorismo no es el arma de los débiles
Esta es la cultura en la que vivimos y revela varios hechos. Uno
es el hecho que el terrorismo funciona. No fracasa. Funciona. La
violencia funciona generalmente. Es la historia del mundo. En segundo
lugar, es un error analítico muy serio decir, como se hace comúnmente,
que el terrorismo es el arma de los débiles. Como otros medios de
violencia, constituye sobre todo un arma de los fuertes, abrumadora
en realidad. Es considerada un arma de los débiles, porque los fuertes
también controlan los sistemas doctrinarios y su terror no cuenta
como terror. Ahora bien, eso es casi universal. No se me ocurre
ninguna excepción histórica, incluso los peores asesinos en masa
ven el mundo de esa manera. Por ejemplo, tomemos a los nazis. No
imponían el terror en la Europa ocupada. Estaban protegiendo a la
población local contra el terrorismo de los partisanos. Y como en
el caso de otros movimientos de resistencia, hubo terrorismo. Los
nazis efectuaban contraterrorismo. Además, EE.UU. estuvo esencialmente
de acuerdo con eso. Después de la guerra, el ejército de EE.UU.
realizó estudios extensivos de las operaciones de contraterrorismo
de los nazis en Europa. En primer lugar, debiera decir que EE.UU.
aprendió de ellos y comenzó a realizar operaciones similares, a
menudo contra los mismos objetivos, la antigua resistencia. Pero
los militares que estudiaron los métodos nazis también publicaron
interesantes estudios, a veces criticando la ineficacia al llevarlos
a cabo, un verdadero análisis crítico; ustedes no hicieron esto
bien, pero lo otro sí. Pero esos métodos y consejos de los oficiales
de la Wehrmacht fueron importados a este país y se convirtieron
en los manuales de la contrainsurgencia, del contraterrorismo, del
conflicto de baja intensidad, como lo llaman, y son los manuales,
y los procedimientos que están siendo utilizados. Así que no es
que sólo los nazis lo hicieron. Ésta fue considerada la acción correcta
por los dirigentes de la civilización occidental, es decir nosotros,
que luego procedimos a hacer lo mismo. El terrorismo no es el arma
de los débiles. Es el arma de los que están contra 'nosotros' sin
importar quienes son 'nosotros'. Y si ustedes pueden encontrar una
excepción histórica a este hecho, me interesaría conocerla.
La naturaleza de nuestra cultura - Cómo vemos el terrorismo
Bien, una indicación interesante sobre la naturaleza de nuestra
cultura, nuestra elevada cultura, es la forma en la que se considera
todo esto. Una forma en la que se considera es ocultándolo simplemente.
Así que casi nadie ha oído hablar del asunto. Y el poder de la propaganda
y la doctrina estadounidense es tan fuerte, que hasta las víctimas
apenas lo saben. Quiero decir que, por ejemplo, cuando se habla
de este asunto con gente en Argentina, hay que recordárselo. Oh,
sí, sucedió, se nos había olvidado. Es ocultado profundamente. Las
consecuencias absolutas del monopolio de la violencia pueden ser
muy poderosas en términos ideológicos, entre otros.
La idea de que Nicaragua pudiera haber tenido el derecho de defenderse
Bien, un aspecto esclarecedor de nuestra propia actitud hacia el
terrorismo es la reacción a la idea de que Nicaragua pudiera haber
tenido el derecho de defenderse. En realidad estudié esto en bastante
detalle buscando en bancos de datos y ese tipo de cosas. La idea
de que Nicaragua pudiera haber tenido el derecho de defenderse fue
considerada escandalosa. No hay prácticamente nada en los comentarios
de los medios de comunicación oficiales indicando que Nicaragua
podría haber tenido ese derecho. Y ese hecho fue aprovechado por
la administración Reagan y su propaganda de una manera interesante.
Aquellos de ustedes que vivieron esa época, recordarán que periódicamente
se lanzaban rumores de que los nicaragüenses recibían jets MIG de
Rusia. Al llegar ese punto los halcones y las palomas se dividían.
Los halcones decían, 'OK, hay que bombardearlos'. Las palomas decían,
'esperemos, veamos si los rumores son ciertos. Y si lo son, hay
que bombardearlos. Porque constituyen un peligro para Estados Unidos'.
A propósito, ¿Por qué iban a recibir aviones MIG? Ahora bien, trataron
de conseguir aviones de los países europeos, pero EE.UU. presionó
a sus aliados para que no les enviaran medios de defensa, porque
quería que se tornaran hacia los rusos. Esto venía bien por razones de propaganda. Así se convertían en
una amenaza para nosotros. Recuerden que estaban a sólo 2 días de
marcha de Harlingen, Texas. Declaramos, verdaderamente, una emergencia
nacional en 1985, para proteger el país contra la amenaza de Nicaragua.
Y siguió en vigor. Así que más valía que consiguieran armas de los
rusos. ¿Por qué iban a querer aviones jet? Pues, por las razones
que ya he mencionado. EE.UU. tenía un control total sobre su espacio
aéreo, volaba sobre éste y lo utilizaba para dar instrucciones al
ejército terrorista para que pudieran atacar objetivos blandos sin
encontrarse con el ejército que podría defenderlos. Todo el mundo
sabía que ése era el motivo. No iban a utilizar sus jets para otra
cosa. Pero la idea de que se pudiera permitir a Nicaragua que defendiera
su espacio aéreo contra el ataque de una superpotencia que dirigía
a fuerzas terroristas para que atacaran objetivos civiles indefensos,
era considerada en Estados Unidos como escandalosa y era la opinión
general. Las excepciones son tan raras que puedo hacer una listita.
No sugiero que acepten mi palabra. Miren ustedes mismos. Eso incluye
también a nuestros senadores, a propósito.
Honduras - El nombramiento de John Negroponte como embajador en
las Naciones Unidas
Otra ilustración de cómo vemos el terrorismo está sucediendo ahora
mismo. EE.UU. nombró hace un par de semanas a un embajador en las
Naciones Unidas para conducir la guerra contra el terrorismo. ¿Quién
es? Bien, su nombre es John Negroponte. A principios de los años
80, fue el embajador de EE.UU. en el feudo, que es lo que es, de
Honduras. Hubo un poco de alboroto sobre el hecho de que debe haber
sabido, y por cierto que sabía, de los asesinatos en gran escala
y de otras atrocidades que estaban siendo cometidas por las fuerzas
de seguridad de Honduras, a las que apoyábamos. Pero eso es sólo
una pequeña parte. Como procónsul de Honduras, como se le llamaba
allí, fue el supervisor local de la guerra terrorista conducida
en Honduras, por la que su gobierno fue condenado por la Corte Mundial
y después por el Consejo de Seguridad, en una resolución vetada.
Y acaba de ser nombrado como embajador ante la ONU para conducir
la guerra contra el terror. Otro pequeño experimento que ustedes
pueden hacer es investigar y descubrir qué reacción tuvo lugar.
Bien, les podría decir lo que van a encontrar, pero más vale que
lo descubran ustedes mismos. Ahora bien, eso nos dice mucho sobre
la guerra contra el terrorismo y mucho sobre nosotros mismos. Después de que Estados Unidos volvió a apoderarse del país bajo
condiciones que fueron tan gráficamente descritas por la prensa,
el país había quedado destruido en los años 80, y desde entonces
se ha desmoronado totalmente en casi todos los sectores. Desde que
EE.UU. se hizo cargo ha declinado mucho económica y democráticamente,
así como en casi todos los demás sectores. Es ahora el segundo país
más pobre del hemisferio. Yo diría... no voy a hablar del tema,
pero ya dije que escogí a Nicaragua porque era un caso incontrovertible.
Si ustedes consideran los otros estados en la región, el terror
estatal fue más extremo y de nuevo se origina en Washington y eso,
de ninguna manera, es todo.
Ataques sudafricanos respaldados por EE.UU. y el Reino Unido
Lo mismo sucedía en otras partes del mundo, tomemos por ejemplo
África. Sólo durante los años de Reagan, los ataques sudafricanos,
respaldados por EE.UU. y Gran Bretaña, contra los países vecinos
causaron cerca de un millón y medio de víctimas, 60.000 millones
de dólares en daños y la destrucción de países enteros. Y si vamos
por el mundo, podemos agregar más ejemplos. Esa fue la primera guerra contra el terror, sobre la que he dado
un pequeño ejemplo. ¿Y se supone que le prestemos atención? ¿O hay
algún motivo de pensar que podría ser relevante? Después de todo
no se trata exactamente de historia antigua. Bien, evidentemente
no es así, como se puede deducir al considerar la actual discusión
sobre la guerra contra el terror que ha constituido el tópico principal
del mes pasado.
Haití, Guatemala, y Nicaragua
Mencioné que Nicaragua se ha convertido ahora en el segundo país
más pobre del hemisferio. ¿Cuál es el país más pobre? Bien, desde
luego que es Haití, que sucede que es también de lejos la víctima
de la mayor cantidad de intervenciones estadounidenses en el siglo
XX. Lo dejamos totalmente devastado. Es el país más pobre. Nicaragua
está en segundo lugar en el grado de intervención estadounidense
en el siglo XX. Y es el segundo más pobre. En realidad, está compitiendo
con Guatemala. Se alternan cada uno o dos años como el segundo país
en el nivel de pobreza. Y también compiten en quién es el objetivo
principal de las intervenciones militares de EE.UU. Se supone que
debemos creer que todo esto es una especie de accidente. Que no
tiene nada que ver con lo sucedido en el pasado. Quizás.
Colombia y Turquía
El peor violador de los derechos humanos en los años 90 es Colombia,
de lejos. También es, de lejos, el principal receptor de ayuda militar
de EE.UU. en los años 90, para mantener el terror y las violaciones
de los derechos humanos. En 1999, Colombia reemplazó a Turquía como
el principal receptor de armas estadounidenses en todo el mundo,
es decir excluyendo a Israel y Egipto, que están en una categoría
especial. Y eso nos dice mucho más sobre la actual guerra contra
el terror. ¿Por qué recibía Turquía un flujo tan inmenso de armas de EE.UU.?
Bueno, si le echan una mirada al flujo de armas estadounidenses
a Turquía, Turquía siempre recibió muchas armas de EE.UU. Está ubicada
estratégicamente, es miembro de la OTAN, etc. Pero el flujo de armas a Turquía aumentó radicalmente en 1984. No
tuvo nada que ver con la guerra fría. Quiero decir, Rusia se estaba
descalabrando. Y continuó al mismo nivel desde 1984 a 1999, cuando
fue reducido y desplazado como primer receptor por Colombia. ¿Qué
sucedió entre 1984 y 1999? Bien, en 1984, [Turquía] lanzó una gran
guerra terrorista contra los kurdos en el sudeste de Turquía. Y
entonces aumentó la ayuda de EE.UU., la ayuda militar. Y no se trataba
de pistolas. Eran aviones jet, tanques, entrenamiento militar, etc.
Y permaneció elevada mientras las atrocidades escalaban durante
los años 90. Y la ayuda aumentó al mismo ritmo. El año cumbre fue
1997. En 1997, la ayuda militar de EE.UU. a Turquía fue superior
que en todo el período entre 1950 y 1983, es decir durante la guerra
fría, lo que es una indicación de la medida en la que la guerra
fría ha afectado la política. Y los resultados fueron impresionantes.
Llevó a entre 2 y 3 millones de refugiados. Parte de la peor limpieza
étnica de fines de los 90. Decenas de miles de muertos, 3500 ciudades
y aldeas destruidas, mucho más que en Kosovo, a pesar de las bombas
de la OTAN. Y Estados Unidos suministró un 80 por ciento de las
armas, aumentando a medida que aumentaban las atrocidades, alcanzando
el nivel máximo en 1997. Declinó en 1999 porque, una vez más, el
terror funcionó, como lo hace usualmente cuando es llevado a cabo
por sus principales agentes, sobre todo los poderosos. Así que en
1999, el terror turco, llamado, por supuesto, contra-terror, pero
como he dicho eso es universal, funcionó. Por ello, Turquía fue
reemplazada por Colombia, que aún no había tenido éxito en su guerra
terrorista. Y por ello tuvo que alcanzar el primer lugar como receptor
de armas de EE.UU.
Los intelectuales occidentales se elogian a sí mismos
Bien, lo que hace esto tanto más pasmoso es que todo sucedía justo
en el medio de un inmenso elogio de los intelectuales occidentales,
que probablemente no tiene igual en la historia. Creo que todos
ustedes lo recuerdan. Fue hace sólo un par de años. La masiva auto-adulación
sobre cómo por primera vez en la historia somos tan magníficos;
que defendemos principios y valores; dedicados a terminar con la
crueldad en esta nueva era de esto y aquello, etcétera, etcétera.
Y evidentemente no podemos tolerar atrocidades cerca de las fronteras
de la OTAN. Esto fue repetido una y otra vez. Sólo dentro de las
fronteras de la OTAN no podemos limitarnos a tolerar atrocidades,
sino que contribuimos a ellas. Otra oportunidad de ver lo que es
la civilización occidental y la propia, es preguntándose: ¿Cuántas
veces se discute este tema? Traten de averiguarlo, no lo voy a repetir.
Pero es instructivo. Es un hecho bastante impresionante que un sistema
de propaganda se salga con la suya en una sociedad libre. No creo
que se pueda lograr en un estado totalitario.
Turquía está muy agradecida
Y Turquía está muy agradecida. Hace sólo algunos días, el primer
ministro Ecevit, anunció que Turquía se unirá a la coalición contra
el terror con mucho entusiasmo, aún más que otros. En realidad,
dijo que contribuiría con tropas, lo que otros no están dispuestos
a hacer. Y explicó el por qué. Dijo que: tenemos una deuda de gratitud
con EE.UU. porque EE.UU. fue el único país que estuvo dispuesto
a contribuir de manera tan masiva a nuestra propia guerra, en sus
palabras, "contra-terrorista". Es decir a nuestra propia limpieza
étnica, nuestras atrocidades y nuestro terror. Otros países ayudaron
un poco, pero se retuvieron. Estados Unidos, por su parte, contribuyó
decisivamente y con entusiasmo, y pudo hacerlo por el silencio,
el servilismo sería la palabra correcta, de las clases educadas
que podían averiguar fácilmente lo que sucedía. Después de todo,
somos un país libre. Se pueden leer los informes sobre los derechos
humanos. Se puede leer toda clase de cosas. Pero preferimos contribuir
a las atrocidades y Turquía está muy contenta, tiene con nosotros
una deuda de gratitud por eso y por ello contribuirá tropas, igual
como lo hizo durante la guerra en Serbia. Turquía fue adulada por
utilizar los F16 que le suministramos para bombardear Serbia, exactamente
como lo había estado haciendo con los mismos aviones contra su propia
población, hasta el momento en que finalmente logró aplastar el
terror interno, como lo llamaban. Y como de costumbre, como siempre,
la resistencia incluye terror. Vale también para la Revolución Estadounidense.
Vale para todos los casos que conozco. Igual como es verdad que
aquellos que tienen un monopolio de la violencia hablan de sí mismos
como si realizaran contra-terror.
La coalición - incluyendo a Argelia, Rusia, China e Indonesia
Ahora bien, todo esto es bastante impresionante, y tiene que ver
con la coalición que está siendo organizada para librar la guerra
contra el terror. Y es muy interesante ver cómo se está describiendo
dicha coalición. Así que echemos una mirada al Christian Science
Monitor de esta mañana. Es un buen periódico. Uno de los mejores
periódicos internacionales, con una verdadera cobertura mundial.
El principal artículo, el de la primera plana, es sobre cómo Estados
Unidos; ustedes saben que a la gente no le gustaba Estados Unidos,
pero ahora están comenzando a respetarlo, y están muy contentos
con la forma en la que EE.UU. está conduciendo la guerra contra
el terror. Y el primer ejemplo, en realidad el único ejemplo serio,
los otros son un chiste, es Argelia. Resulta que Argelia siente
mucho entusiasmo por la guerra de EE.UU. contra el terror. La persona
que escribió el artículo es un experto en África. Debe saber que
Argelia es uno de los estados terroristas más sanguinarios del mundo,
y que ha estado aplicando un terror horrendo contra su propia población
durante los últimos años. Durante un tiempo, el hecho fue mantenido
en secreto. Pero fue finalmente denunciado en Francia por desertores
del ejército argelino. Lo sabe todo el mundo en Francia y en Inglaterra,
y en otros países. Pero aquí, aquí estamos muy orgullosos porque
uno de los peores estados terroristas del mundo saluda ahora con
entusiasmo la guerra de EE.UU. contra el terror y en realidad está
alentando a EE.UU. a que dirija la guerra. Muestra hasta qué punto
estamos haciéndonos populares. Y si se considera la coalición que está siendo formada contra el
terror, vemos mucho más. Un miembro destacado de la coalición es
Rusia, deleitada de que EE.UU. apoye su guerra terrorista asesina
en Chechenia en lugar de criticarla de vez en cuando desde las bambalinas.
China se une con entusiasmo. Está deleitada de conseguir apoyo para
las atrocidades que está cometiendo en China occidental contra,
lo que califica de, secesionistas musulmanes. Turquía, como acabo
de mencionar, está feliz con la guerra contra el terror. Son expertos.
Argelia, Indonesia, deleitados de tener aún más apoyo estadounidense
para las atrocidades que está realizando en Ache y en otros sitios.
Ahora bien, podemos repasar toda la lista, la lista de los estados
que se han unido a la coalición contra el terror es bastante impresionante.
Tienen una característica común. Están, ciertamente, entre los principales
estados terroristas del mundo. Y son dirigidos por el campeón mundial.
¿Qué es el terrorismo?
Bien, esto nos hace retornar a la pregunta, ¿qué es el terrorismo?
He estado suponiendo que lo comprendemos. Bueno, ¿qué es? Bien,
hay algunas respuestas fáciles. Hay una definición oficial. Se puede
encontrar en el código de EE.UU. o en los manuales del ejército
de EE.UU. Una breve elucidación tomada de un manual del ejército
de EE.UU., es bastante adecuada, y es que terror es el uso calculado
de la violencia o de la amenaza de violencia para lograr objetivos
políticos o religiosos a través de la intimidación, la coerción,
o la provocación de miedo. Eso es terrorismo. Es una definición
bastante justa. Creo que es razonable aceptarla. El problema es
que no puede ser aceptada, porque si es aceptada, vienen todas las
consecuencias erróneas. Por ejemplo, todas las consecuencias que
acabo de mencionar. Hay ahora mismo un importante esfuerzo en la
ONU para tratar de desarrollar un tratado exhaustivo sobre el terrorismo.
Cuando Kofi Annan recibió el premio Nobel el otro día, se habrán
dado cuenta que se informó que había dicho que debiéramos de dejar
de perder el tiempo con este tema y poner manos a la obra. Pero hay un problema. Si se utiliza la definición oficial de terrorismo
en el tratado exhaustivo, se va a llegar a resultados desacertados.
No se puede proceder así. En realidad es peor todavía. Si se lanza
un vistazo a la definición de Guerra de Baja Intensidad, que es
una política oficial de EE.UU., se ve que es una paráfrasis muy
próxima de lo que acabo de leer. En realidad, un Conflicto de Baja
Intensidad es simplemente otro nombre para el terrorismo. Es el
motivo por el cual todos los países, que yo sepa, llaman todo acto
horrendo que cometen, contra-terrorismo. Sucede que nosotros lo
llamamos contra-insurgencia o Conflicto de Baja Intensidad. Así
que hay un problema serio. No podemos utilizar la verdadera definición.
Tenemos que encontrar cuidadosamente una definición que no lleve
a consecuencias indeseadas.
¿Por qué votaron EE.UU. e Israel contra una resolución importante
condenando el terrorismo?
Hay algunos problemas adicionales. Algunos se presentaron en diciembre
de 1987, en el punto álgido de la primera guerra contra el terrorismo,
fue cuando el furor por la plaga llegaba al clímax. La Asamblea
General de las Naciones Unidas aprobó una resolución muy enérgica
contra el terrorismo, condenando la plaga en términos muy firmes,
llamando a todos los estados a combatirla por todos los medios.
Fue aprobada unánimemente. Un país, Honduras, se abstuvo. Dos votos
en contra, los dos de costumbre, EE.UU. e Israel. ¿Por qué iban
a votar EE.UU. e Israel contra una importante resolución condenando
enérgicamente el terrorismo, en realidad utilizando en gran parte
los mismos términos que estaban siendo usados por la administración
Reagan? Bueno, hay una razón. Hay un párrafo en esa extensa resolución
que dice que nada en esa resolución infringe los derechos de los
pueblos que luchan contra regímenes racistas y colonialistas o contra
la ocupación militar extranjera a continuar con su resistencia con
la ayuda de otros, otros estados, estados extranjeros, en su justa
causa. Bueno, EE.UU. e Israel no pueden aceptar algo semejante.
La razón principal por la que no lo podían permitir en esa época
era África del Sur. África del Sur era un aliado, calificado oficialmente
de aliado. Había una fuerza terrorista en África del Sur. Se llamaba
el Congreso Nacional Africano. Oficialmente, constituía una fuerza
terrorista. África del Sur, al contrario, era un aliado y, evidentemente,
no podíamos apoyar las acciones de un grupo terrorista que luchaba
contra un régimen racista. Sería algo imposible. Y, desde luego, hay otro caso. Es el de los territorios ocupados
por Israel, ahora ya desde hace 35 años. Apoyado sobre todo por
EE.UU., para impedir una solución diplomática desde hace 30 años,
y continúa haciéndolo. Y eso no puede permitirse. En esa época había
otro motivo. Israel estaba ocupando el sur de Líbano y encontraban
la resistencia de lo que EE.UU. llama una fuerza terrorista, Hizbulá,
que finalmente logró expulsar a Israel de Líbano. Y no podemos permitirle
a nadie que luche contra una ocupación militar, cuando la apoyamos,
y por eso EE.UU. e Israel tuvieron que votar contra la principal
resolución de la ONU contra el terrorismo. Como dije antes, un voto
de EE.UU. en contra... es esencialmente un veto. Lo que representa
sólo la mitad del cuento. También es un veto que la excluye de la
historia. Así que nada de todo esto fue publicado, y nada de esto
ha aparecido en los anales del terrorismo. Si uno mira los trabajos
de gran erudición sobre el terrorismo, etcétera, no se ve nada de
lo que acabo de mencionar. La razón es que los que tienen los fusiles
no son los que quisiéramos. Hay que afinar cuidadosamente las definiciones
y la erudición, etcétera, para llegar a las conclusiones correctas;
de otra manera no constituye una erudición respetable y un periodismo
honorable. Bien, este es el tipo de problemas que impiden el esfuerzo
por desarrollar un tratado exhaustivo contra el terrorismo. Tal
vez debiéramos convocar a una conferencia académica o algo parecido
para tratar de ver si podemos descubrir una manera de definir el
terrorismo, de manera que produzca exactamente las respuestas que
nos gusten, no las otras. No será fácil.
4.
¿Cuáles son los orígenes del crimen del 11 de septiembre?
Bien, dejemos eso y veamos la 4ª. Pregunta. ¿Cuáles son los orígenes
de los crímenes del 11 de septiembre? Aquí tenemos que hacer una
distinción entre dos categorías, que no debieran confundirse. Una
se refiere a los agentes directos del crimen, la otra es una especie
de reserva de por lo menos simpatía, a veces apoyo, que provocan
incluso entre gente que se opone fuertemente a los criminales y
a sus acciones. Y éstas son dos cosas muy diferentes.
Categoría 1: los probables perpetradores
Bien, con respecto a los perpetradores, en cierto modo no los tenemos
realmente muy claros. EE.UU. no puede o no quiere presentar ninguna
evidencia, ninguna evidencia que tenga sentido. Hubo una especie
de obra de teatro hace una o dos semanas, en la que se había previsto
que Tony Blair la presentaría. No sé exactamente cuál era el propósito
del asunto. Tal vez era para que EE.UU. apareciera como si estuviera
reteniendo alguna evidencia que no podía revelar, o para que Tony
Blair pudiera presentar algunas poses churchillianas o algo así.
Sean cuales fueren las razones de relaciones públicas, hizo una
presentación que en círculos serios fue considerada tan absurda
que apenas fue mencionada. Por ejemplo en el Wall Street Journal,
uno de los periódicos más serios, hubo un pequeño artículo en la
página 12, creo, en el que señalaba que no hubo mucha evidencia
y luego citaron a algún alto funcionario estadounidense diciendo
que no importaba si había alguna evidencia, porque lo iban a hacer
de todas maneras. ¿Así que para qué preocuparse por la evidencia?
La prensa más ideológica, como el New York Times y otros, tuvieron
grandes titulares en primera plana. Pero la reacción del Wall Street
Journal fue razonable y si se considera la llamada evidencia, se
ve por qué. Pero supongamos que fuera cierta. Me sorprende cuán
débil era la evidencia. De alguna manera pienso que se podría hacer
algo mejor sin ningún servicio de inteligencia [risas en la audiencia].
En realidad, recuerden que esto fue después de semanas de la investigación
más intensiva en la historia de todos los servicios de inteligencia
del mundo occidental, trabajando horas extra, tratando de juntar
algo. Y se trataba de un caso de presunciones de hecho, un caso
muy sólido incluso antes de que se tuviera algo. Y terminó más o
menos donde comenzó, con un caso de presunciones de hecho. Así que
supongamos que es verdad. Supongamos que, lo que parecía obvio el
primer día, aún lo sigue siendo, que los verdaderos perpetradores,
venían de las redes islámicas radicales, llamadas aquí, fundamentalistas,
de las que la red de bin Laden es, sin duda, parte importante. Si
estaban implicadas o no, nadie lo sabe. En realidad no tiene gran
importancia.
¿De dónde vinieron?
Esos son los antecedentes, esas redes. Bien, ¿de dónde vinieron?
Sabemos todo al respecto. Nadie sabe eso mejor que la CIA, porque
ayudó a organizarlos y los instruyó durante mucho tiempo. Efectivamente,
la CIA y sus asociados de otras partes: Pakistán, Gran Bretaña,
Francia, Arabia Saudita, Egipto, China (involucrada quizás desde
1978), los reunieron en los años 80. La idea era tratar de hostigar
a los rusos, el enemigo común. Según el Consejero de Seguridad Nacional
del presidente Carter, Zbigniew Brzezinski, EE.UU. comenzó a participar
a mediados de 1979. ¿Se acuerdan? Sólo para que tengamos claras
las fechas, Rusia invadió Afganistán en diciembre de 1979. OK. Según
Brzezinski, el apoyo de EE.UU. para los muyahidin que combatían
al gobierno comenzó 6 meses antes. Está muy orgulloso de ello. Dice
que atrajimos a los rusos a, en sus palabras, la trampa afgana,
apoyando a los muyahidin, llevándolos a invadir, introduciéndolos
en la trampa. Logramos desarrollar ese increíble ejército mercenario.
Nada insignificante, tal vez unos 100.000 hombres o algo así, juntando
a los mejores asesinos que logramos encontrar, fanáticos islamistas
radicales de África del Norte, Arabia Saudita, de dondequiera que
podíamos encontrarlos. A menudo los llamaban los afganis, aunque
muchos de ellos, como bin Laden, no eran afganos. Fueron traídos
por la CIA y sus amigos de otras partes. No sé si Brzezinski dice
la verdad o no. Puede haber estado alardeando, evidentemente está
muy orgulloso del asunto, a pesar de las consecuencias. Pero tal
vez sea cierto. Algún día lo sabremos si publican los documentos.
De todas maneras, es su percepción. En enero de 1980 ya no cabía
duda alguna de que EE.UU. estaba organizando a los afganis y esa
masiva fuerza militar para tratar de causar el máximo de problemas
a los rusos. Era legítimo que los afganos combatieran contra la
invasión rusa. Pero la intervención de EE.UU. no estaba ayudando
a los afganos. En realidad, ayudó a destruir el país y más. Los
así llamados afganis,... obligaron a los rusos a retirarse, finalmente.
Aunque muchos analistas creen que probablemente retardaron su retirada,
porque estaban buscando la manera de salir de esto. De todas maneras,
como sea, se retiraron. Mientras tanto, las fuerzas terroristas que la CIA estaba organizando,
armando, y entrenando, continuaron de inmediato con su propia agenda.
No era nada secreto. Uno de sus primeros actos fue en 1981, cuando
asesinaron al presidente de Egipto, que fue uno de los más entusiastas
de sus creadores. En 1983, un atacante suicida, que puede o no haber
estado conectado con ellos, es bastante oscuro, nadie lo sabe. Pero
un atacante suicida hizo salir a los militares estadounidenses de
Líbano. Y la cosa continuó. Tienen su propia agenda. EE.UU. logró
movilizarlos para que combatieran por su causa, pero mientras tanto
estaban haciendo lo suyo. Sabían muy bien adónde iban. Después de
1989, cuando los rusos se habían retirado, simplemente se volcaron
en otras direcciones. Desde entonces han estado luchando en Chechenia,
China Occidental, Bosnia, Cachemira, el Sudeste Asiático, África
del norte, por todas partes.
Nos dicen lo que piensan
Nos dicen exactamente lo que piensan. Estados Unidos quiere silenciar
el único canal de televisión libre en el mundo árabe, porque está
emitiendo toda una gama de cosas desde Powell a Osama bin Laden.
Así que EE.UU. se está uniendo ahora a los regímenes represivos
del mundo árabe para tratar de clausurarlo. Pero si uno lo escucha,
si escucha lo que dice bin Laden, vale la pena. Hay numerosas entrevistas.
Hay numerosas entrevistas por importantes reporteros occidentales,
si no se quiere escuchar su propia voz, Robert Fisk, entre otros.
Y lo que ha estado diciendo es bastante consecuente, desde hace
tiempo. No es el único, pero tal vez sea el más elocuente. No ha
sido sólo consecuente desde hace tiempo, también es consecuente
con sus acciones. Hay todas las razones del mundo para tomarlo en
serio. Sus enemigos principales son los que llaman regímenes autoritarios,
corruptos y opresivos del mundo árabe, y cuando dicen eso, tienen
bastante resonancia en toda la región. También quieren reemplazarlos
por auténticos gobiernos islamistas. Y ahí es donde pierden el apoyo
de la gente de la región. Pero hasta ese momento, los apoyan. Desde
su punto de vista, incluso Arabia Saudita, el estado fundamentalista
más extremo del mundo, -supongo fuera de los talibán, que son un
vástago-, tampoco les es suficientemente islamista. OK, cuando llegan
a ese punto, reciben poco apoyo, pero hasta ese punto, lo tienen
y mucho. También quieren defender a los musulmanes en todas partes.
Odian a los rusos como si fueran veneno, pero en cuanto los rusos
se retiraron de Afganistán, dejaron de realizar actos terroristas
en Rusia, como lo habían hecho con respaldo de la CIA antes, dentro
de Rusia, no sólo en Afganistán. Se trasladaron a Chechenia. Pero
allí están defendiendo a los musulmanes contra una invasión rusa.
Lo mismo en todos los otros sitios que he mencionado. Desde su punto
de vista, están defendiendo a los musulmanes contra los infieles.
Y eso lo tienen muy claro y es lo que han estado haciendo.
¿Por qué se volvieron contra Estados Unidos?
¿Por qué se pusieron contra Estados Unidos? Eso tuvo que ver con
lo que califican de invasión de Arabia Saudita por EE.UU... En 1990,
EE.UU. estableció bases militares permanentes en Arabia Saudita,
lo que desde su punto de vista es comparable con la invasión rusa
de Afganistán, con la excepción de que Arabia Saudita es mucho más
importante. Allí se encuentran los sitios más sagrados de Islam.
Y ése es el motivo por el cual sus actividades se volvieron contra
EE.UU. Si ustedes recuerdan, en 1993 trataron de hacer volar el
World Trade Center. Lo lograron en parte, pero no completamente,
y eso fue sólo una parte. Querían volar el edificio de la ONU, los
túneles Holland y Lincoln, el edificio del FBI. Creo que la lista
era más larga. Bueno, lograron una parte, pero no todo. Una persona
que está en la cárcel por ello, entre aquellos que fueron encarcelados,
es un clérigo egipcio que había entrado a EE.UU. a pesar de las
objeciones del Servicio de Inmigración, gracias a la intervención
de la CIA que quería ayudar a su amigo. Un par de años más tarde,
hizo volar el World Trade Center. Y eso ha estado sucediendo en
todos los sentidos. No voy a repasar toda la lista, pero si se quiere
comprender, todo concuerda. Es un cuadro consistente. Está descrito
en palabras. Se ha revelado en la práctica durante 20 años. No hay
razón para no tomarlo en serio. Ésa es la primera categoría, la
de los perpetradores.
Categoría 2: ¿Cuál es la base de apoyo?
¿Cuál es la base de apoyo? No es difícil descubrir en qué consiste.
Una de las cosas buenas que han ocurrido desde el 11 de septiembre
es que parte de la prensa y parte de la discusión ha comenzado a
revelar algunas de estas cosas. El mejor, que yo sepa, es el Wall
Street Journal que comenzó de inmediato, dentro de un par de días,
a publicar informes serios, investigando informes serios, sobre
las razones por las que la gente de la región, aunque odia a bin
Laden y a pesar de todo lo que está haciendo, lo sigue apoyando
en muchos sentidos, e incluso lo considera como la conciencia de
Islam, como dijo alguien. Ahora bien, el Wall Street Journal y otros,
no contemplan la opinión pública. Están consultando la opinión de
sus amigos: banqueros, profesionales, abogados internacionales,
empresarios ligados a Estados Unidos, gente que entrevistan en restaurantes
McDonalds, que allá es un restaurante elegante, portando exquisitas
vestimentas estadounidenses. Ésa es la gente que han estado entrevistando,
porque quieren descubrir cuáles son sus actitudes. Y sus actitudes
son muy explícitas y muy claras, y de muchas maneras concordantes
con el mensaje de bin Laden y otros. Están furiosos con Estados
Unidos por su apoyo a regímenes autoritarios y brutales; su intervención
para bloquear cualquier tendencia hacia la democracia; su intervención
para detener el desarrollo económico; sus políticas de devastación
de las sociedades civiles de Irak, mientras fortalecen a Saddam
Hussein; y recuerdan, aunque nosotros preferimos no hacerlo, que
Estados Unidos y Gran Bretaña apoyaron a Saddam Hussein durante
sus peores atrocidades, incluyendo el asesinato con gas de los kurdos;
bin Laden recuerda esos actos constantemente, y lo saben aunque
nosotros no lo queramos saber. Y desde luego, el apoyo a la ocupación
militar israelí que es dura y brutal. Ya lleva 35 años. EE.UU. ha
estado proveyendo un abrumador apoyo económico, militar y diplomático
para posibilitar esa ocupación, y sigue haciéndolo. Y lo saben,
y no les gusta. Especialmente cuando va combinado con la política
de EE.UU. hacia Irak, hacia la sociedad civil iraquí que está siendo
destruida. OK, esas son básicamente las razones. Y cuando bin Laden
da esas razones, la gente lo reconoce y lo apoya. Esa no es la manera como la gente por acá quiere ver las cosas,
por lo menos la opinión liberal educada. Les gusta la línea siguiente
que es repetida por toda la prensa, y a propósito, sobre todo por
los liberales de izquierda. No he hecho un verdadero estudio, pero
pienso que la opinión de derecha ha sido, generalmente, más honesta.
Pero si uno considera, por ejemplo, el New York Times, en la primera
columna de opinión que publicó, de Ronald Steel, un intelectual
liberal serio de izquierda. Pregunta ¿Por qué nos odian? Fue el
mismo día, creo, en que el Wall Street Journal publicó la encuesta
sobre por qué nos odian. Así que dice "Nos odian porque abogamos
por un nuevo orden mundial de capitalismo, individualismo, secularismo,
y democracia, que debiera ser la norma por todas partes." Por eso
nos odian. El mismo día, el Wall Street Journal pasa revista a las
opiniones de banqueros, profesionales, abogados internacionales
y dicen "miren, los odiamos porque ustedes están bloqueando la democracia,
ustedes están impidiendo el desarrollo económico, ustedes están
apoyando regímenes brutales, regímenes terroristas y ustedes están
cometiendo cosas horribles en la región." Un par de días más tarde,
Anthony Lewis, bien a la izquierda, explicó que el terrorista sólo
busca el "nihilismo apocalíptico," nada más y no importa qué es
lo que hagamos, no importa. La única consecuencia de nuestras acciones,
dice, que podría ser dañina, es que podría dificultar la unión de
los árabes al esfuerzo de la coalición contra el terrorismo. Pero
fuera de eso, todo lo que hagamos es irrelevante. Bueno, ya saben, es por lo menos algo reconfortante. Hace que nos
sintamos bien, y que nos digamos lo maravillosos que somos. Posibilita
que evadamos las consecuencias de nuestras acciones. Pero tiene
un par de defectos, uno es que no tiene nada que ver con todo lo
que sabemos. Y otro defecto es que es la manera perfecta de asegurarse
de que escalemos el ciclo de la violencia. Si uno quiere vivir con
los ojos cerrados y pretender que nos odian porque se oponen a la
globalización, ése sería el motivo por el que asesinaron a Sadat
hace 20 años, o porque combatieron contra los rusos, trataron de
volar el World Trade Center en 1993. Y se trata de gente que está
en el medio de... la globalización corporativa, pero si uno quiere
creer eso, bueno... es reconfortante. Y es una gran manera de asegurarse
de que escale la violencia. Es una violencia tribal. Ustedes me
hicieron algo. Yo les haré algo peor. No me importan cuáles son
los motivos. Seguiremos por ese camino. Y es una forma de hacerlo.
Muy clara, la opinión liberal de izquierda.
5.
¿Cuáles son las opciones políticas?
¿Cuáles son las opciones políticas? Hay una multitud. Una opción
política estrecha desde el principio, fue seguir el consejo de radicales
extremos como el Papa [risas en el público]. El Vaticano dijo de
inmediato, miren, se trata de un horrible crimen terrorista. En
el caso de un crimen, uno trata de encontrar a los perpetradores,
los presenta a la justicia, los juzga. No se mata a civiles inocentes.
Es como si alguien roba en mi casa y pienso que el que lo hizo vive
en el vecindario al otro lado de la calle. No salgo con un fusil
de asalto a matar a todos en ese vecindario. No es la forma como
se enfrenta el crimen, sea un crimen pequeño o uno realmente masivo
como el de la guerra terrorista de EE.UU. contra Nicaragua, o incluso
crímenes peores, y otros desde entonces. Y hay numerosos precedentes
que vienen al caso. En realidad, ya mencioné un precedente, Nicaragua,
un estado legal, un estado respetuoso de las leyes, y es presumiblemente
el motivo por el que teníamos que destruirlo, porque se atenía a
los principios correctos. Ahora, desde luego, no llegó a ninguna
parte porque se enfrentaba a un poder que no aceptaba que se siguieran
procedimientos legales. Pero si Estados Unidos hubiera tratado de
seguirlos, nadie se lo hubiera impedido. En realidad, todos hubieran aplaudido. Y hay numerosos otros precedentes.
Bombas del IRA en Londres
Cuando el IRA colocó bombas en Londres, fue un asunto bastante serio.
Gran Bretaña podría, -fuera del hecho de que no era factible, dejemos
eso de lado-, haber dado una posible respuesta, bombardeando Boston
que es la fuente de la mayor parte del financiamiento [del IRA].
Y desde luego, arrasando Belfast occidental. Ahora bien, fuera de
la factibilidad, hubiera sido una idiotez criminal. El camino de confrontarlo, fue más o menos lo que hicieron: Buscar
a los perpetradores, juzgarlos, y buscar los motivos. Porque esas
cosas no vienen de ninguna parte. Ocurren por alguna razón. Acaso
se trate de un crimen en las calles o de un monstruoso crimen terrorista,
o de algo diferente. Hay motivos. Y usualmente, si se consideran
los motivos, algunos son legítimos y debieran ser considerados,
independientemente del crimen, debieran ser considerados porque
son legítimos. Y es la manera de confrontarlo. Hay numerosos ejemplos. Pero eso presenta problemas. Un problema es que Estados Unidos no
reconoce la jurisdicción de algunas instituciones internacionales.
Así que no podemos recurrir a ellas. Ha rechazado la jurisdicción
de la Corte Mundial. Se ha negado a ratificar la Corte Penal Internacional.
Es suficientemente poderoso para establecer una nueva corte, si
quiere hacerlo, que no interfiriera en ninguna cosa. Pero hay un
problema con cualquier tipo de corte, sobre todo que se requiere
evidencia. Para ir a cualquier clase de corte, se requiere alguna
clase de evidencia. No a Tony Blair hablando por televisión. Y eso
sí que es difícil. Puede ser imposible de encontrar.
Resistencia sin dirigentes
Saben, podría ser que la gente que lo hizo, se mató. Nadie lo sabe
mejor que la CIA. Son redes descentralizadas, no jerárquicas. Siguen
un principio que es llamado Resistencia sin Dirigentes. Es el principio
que fue desarrollado por los terroristas de la Derecha Cristiana
en EE.UU. Es llamado Resistencia sin Dirigentes. Son pequeños grupos
que hacen cosas. No hablan con nadie más. Hay una especie de antecedentes
generales de suposiciones, y la cosa se hace. En realidad, la gente
en el movimiento contra la guerra está bastante familiarizada con
el tema. Solíamos llamarlos grupos de afinidad. Si uno supone correctamente
que el grupo que sea al que uno pertenece está siendo penetrado
por el FBI, cuando algo serio está sucediendo, no se hacen las cosas
en una reunión. Se hacen con alguna gente que uno conoce y en la
que confía, un grupo de afinidad, y entonces no es infiltrado.
Es una de las razones por las que el FBI nunca pudo descubrir lo
que sucedía en ninguno de los movimientos populares. Y lo mismo
vale para otras agencias de inteligencia. No pueden. Eso es resistencia
sin dirigentes o grupos de afinidad, y las redes descentralizadas
son muy difíciles de infiltrar. Y es muy posible que simplemente
no sepan. Cuando Osama bin Laden pretende que no estuvo implicado,
es muy posible que así sea. En realidad, es bastante difícil de
imaginar cómo un individuo en una cueva en Afganistán, que ni siquiera
tiene una radio o un teléfono, podría haber planificado una operación
altamente sofisticada. Lo probable es que forme parte del fondo.
Como otros grupos terroristas de resistencia sin dirigentes. Lo
que significa que va a ser extremadamente difícil encontrar evidencia.
Estableciendo credibilidad
Y EE.UU. no quiere presentar evidencia porque quiere poder actuar
sin tenerla. Es la parte crucial de nuestra reacción. Nótese que
EE.UU. no pidió la autorización del Consejo de Seguridad, que probablemente
habría recibido en este caso, no por hermosas razones, sino porque
los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad también
son estados terroristas. Están contentos de unirse a una coalición
contra lo que llaman el terror, concretamente en apoyo de su propio
terror. Como Rusia que no iba a vetarlo, están felices. Así que EE.UU. probablemente
habría obtenido la autorización del Consejo de Seguridad, pero no
la quería. Y no quería porque sigue un principio que viene de largo,
que no es de George Bush, fue algo explícito en la administración
Clinton, articulado y aún mucho más antiguo, y es que tenemos el
derecho de actuar unilateralmente. No queremos autorización internacional porque actuamos unilateralmente
y por ello no la deseamos. No nos preocupa la evidencia. No nos
preocupa la negociación. No nos preocupan los tratados. Somos el tipo más fuerte del mundo; el matón más duro del barrio.
Hacemos lo que nos da la gana. Una autorización es algo malo y hay
que evitarla. Hay incluso un nombre para esta conducta en la literatura
técnica. Se llama establecer credibilidad. Es un factor importante
en muchas políticas. Fue la razón oficial dada para la guerra en
los Balcanes y la razón más plausible. Si quieren saber lo que significa credibilidad, pregúntenle a su
capo mafia preferido. Él les explicará lo que significa credibilidad.
Y es lo mismo en los asuntos internacionales, excepto de que se
discute en las universidades utilizando grandes palabras, y ese
tipo de cosas. Pero es básicamente el mismo principio. Y tiene sentido.
Y generalmente funciona. El principal historiador que ha escrito
sobre esto en los últimos años es Charles Tilly en un libro llamado
Coerción, Capital y los Estados Europeos. Señala que la violencia
ha sido el principio fundamental de Europa durante siglos y la razón
es que funciona. Saben, es muy razonable. Casi siempre funciona, si se tiene una
predominancia abrumadora de la violencia y una cultura de la violencia
que la respalda. Por ello, tiene sentido seguirla. Bien, todos esos
son problemas que vienen cuando se siguen caminos legales. Y si
se tratara de seguirlos, se abrirían algunas puertas ciertamente
peligrosas. Como EE.UU. exigiendo que los talibán entreguen a Osama
bin Laden. Y responden de una manera que se considera como totalmente
absurda y extravagante en Occidente, porque están diciendo, OK,
pero primero dennos alguna evidencia. En Occidente, eso se considera absurdo. Es un signo de su criminalidad.
¿Cómo pueden pedir evidencia? Quiero decir si alguno nos pidiera
que entregáramos a alguien lo haríamos mañana mismo. No pediríamos
evidencia alguna. [risas en el público].
Haití
Esto es verdaderamente fácil de probar. No tenemos que inventar
casos. Por ejemplo, en los últimos años, Haití ha estado solicitando
a Estados Unidos que extradite a Emmanuel Constant. Es un asesino
importante. Es una de las principales personas en la matanza de
unas 4000 o 5000 personas a mediados de los años 90, bajo la junta
militar, que casualmente estaba siendo apoyada, no muy tácitamente,
por las administraciones Bush y Clinton, contrariamente a las ilusiones.
En todo caso es un asesino importante. Tienen mucha evidencia. No
hay problemas de evidencia. Ya ha sido juzgado y condenado en Haití
y están pidiendo a Estados Unidos que lo entregue. Bien, quiero
que ustedes hagan su propia investigación. Vean cuánto se ha discutido
el tema. En realidad Haití renovó el pedido hace un par de semanas.
Ni siquiera fue mencionado. ¿Por qué íbamos a entregar a un asesino
convicto que fue responsable en gran parte por el asesinato de 4000
o 5000 personas hace un par de años? En realidad, si lo entregáramos,
quién sabe lo que diría. Tal vez diría que estaba siendo financiado
y ayudado por la CIA, lo que probablemente es cierto. No queremos
abrir esa puerta. Y no es el único.
Costa Rica
Quiero decir que, durante los últimos 15 años, Costa Rica que se
lleva el premio a la democracia, ha estado tratando de que Estados
Unidos le entregue a John Hull, un propietario de tierras en Costa
Rica, al que acusan de crímenes terroristas. Estaba utilizando la
tierra, dicen, con bastante evidencia, como una base para la guerra
de EE.UU. contra Nicaragua, lo que, recuerden, no es una conclusión
cuestionable. La Corte Mundial y el Consejo de Seguridad la respaldan.
Así que han estado tratando de conseguir que Estados Unidos lo entregue.
¿Han oído hablar del tema? No. En realidad confiscaron las tierras de otro terrateniente estadounidense.
John Hamilton pagó una compensación, ofreció una compensación. EE.UU.
se rehusó. Convirtieron sus tierras en un parque nacional, porque
sus tierras también estaban siendo utilizadas como base para el
ataque de EE.UU. contra Nicaragua. Costa Rica fue castigada por hacerlo. Fueron castigados mediante
la retención de ayuda. No aceptamos ese tipo de insubordinación
de nuestros aliados. Y podemos continuar. Si se abre la puerta a
preguntas sobre extradición, nos conduce en direcciones muy desagradables.
Así que no se puede.
Reacciones en Afganistán
¿Y qué pasa con las reacciones en Afganistán? La proposición inicial,
la retórica inicial hablaba de un ataque masivo que mataría visiblemente
a mucha gente y también de un ataque contra otros países en la región.
Bien, la administración Bush se apartó sabiamente de esa idea. Todos
los dirigentes extranjeros, la OTAN, todos los demás, todos los
especialistas, supongo también sus propias agencias de inteligencia,
les dijeron que sería la cosa más estúpida que podrían hacer. Simplemente
sería como si abrieran oficinas de reclutamiento para bin Laden
en toda la región. Es exactamente lo que quiere. Y sería extremadamente
dañino para sus propios intereses. Así que se apartaron de esa idea.
Y se están volviendo hacia lo que describí antes, que es una especie
de genocidio silencioso. Es un... bueno, ya les dije lo que pienso
al respecto. No pienso que haya que decir nada más. Pueden entenderlo
si sacan la cuenta. Una propuesta sensata que está a punto de ser considerada, que ha
sido sensata desde el principio, ha sido propuesta y exigida internamente
por afganos expatriados y supuestos líderes tribales. Es una iniciativa
para la ONU quien debería mantener fuera del asunto a Rusia y Estados
Unidos. Son los dos países que han prácticamente borrado al país del mapa
en los últimos 20 años. Su única participación sería pagar masivas
reparaciones. Una iniciativa de la ONU para reunir a elementos del
interior de Afganistán que podría tratar de construir algo sobre
las ruinas es concebible que funcione con mucho apoyo y ninguna
interferencia. Si EE.UU. insiste en controlar el proceso, podemos
olvidarlo. Tenemos una experiencia histórica al respecto. Habrán notado que el nombre de esta operación... recordarán que
al comienzo iba a ser una Cruzada, pero dejaron eso de lado porque
los agentes de relaciones públicas les dijeron que eso no funcionaría
[risas en el público]. Y después iba a ser Justicia Infinita, pero los agentes de relaciones
públicas les dijeron, esperen un momento, suenan como si fueran
una divinidad. Así no funcionará. Y entonces lo cambiaron a libertad
duradera (Enduring Freedom). Sabemos lo que significa. Pero nadie
ha señalado hasta ahora, por suerte, que eso contiene una ambigüedad.
[Endure = también significa soportar, aguantar dolor o sufrimiento,
N.d.T.] Endure implica sufrir. [risas en el público]. Y hay mucha gente en el mundo que han sufrido lo que llamamos libertad.
De nuevo, por suerte tenemos a una clase educada de excelente comportamiento
así que nadie ha señalado esa ambigüedad. Que si se hace, habrá
otro problema que confrontar. Pero si podemos apartarnos lo suficiente
para que alguna agencia más o menos independiente, tal vez la ONU,
tal vez ONGs (Organizaciones no gubernamentales) creíbles, tomen
la responsabilidad de tratar de reconstruir algo sobre las ruinas,
con mucha ayuda, y es una deuda que tenemos, tal vez pueda resultar
algo. Fuera de eso, hay otros problemas.
Un camino fácil para reducir el nivel del terror
Por cierto queremos reducir el nivel del terror, no escalarlo. Hay
un camino fácil para lograrlo y por ello nunca es discutido. Y es
dejar de participar en el terror. Eso reduciría automáticamente
el nivel del terror. Pero eso no puede ser discutido. Bueno, debiéramos
posibilitar la discusión de la idea. Así que ésa es una manera fácil
de reducir el nivel del terror. Fuera de eso, debiéramos repensar el tipo de políticas, y Afganistán
no es la única, con las que organizamos y entrenamos a ejércitos
terroristas. Tienen consecuencias. Estamos viendo algunas de esas
consecuencias ahora. Un caso es el 11 de septiembre. Considérenlo. Reflexionemos sobre las políticas que están creando una base de
apoyo. Exactamente lo que banqueros, abogados, etcétera, están diciendo
en sitios como Arabia Saudita. En las calles es mucho más amargo,
como se pueden imaginar. Es posible. Esas políticas no son eternas.
Y además hay oportunidades. Es difícil encontrar muchos rayos de
luz en las últimas semanas, pero uno es que hay más franqueza. Muchos
temas están siendo discutidos, incluso en los círculos de la élite,
ciertamente entre el público en general, lo cual no era el caso
hace un par de semanas. Es dramáticamente el caso, quiero decir,
si un periódico como USA Today puede publicar un excelente artículo,
un artículo serio, sobre la vida en la franja de Gaza... ha habido
un cambio. Las cosas que mencioné en el Wall Street Journal... eso
es cambio. Y en el público en general, creo que hay mucha más franqueza
y disposición a pensar sobre cosas que estaban ocultas bajo la alfombra,
etc. Son oportunidades y debieran ser aprovechadas, por lo menos
por la gente que acepta el objetivo de tratar de reducir el nivel
de violencia y terror, incluyendo amenazas potenciales que son extremadamente
severas y que podrían hacer que el 11 de septiembre pareciera insignificante
en comparación. Gracias.
Los intelectuales (¿Críticos o servidores del poder?)
Por Heinz Dieterich Steffan
El lingüista y ensayista norteamericano reflexiona sobre el papel
que sus colegas cumplen cuando, en lugar de ejercer la crítica social
y política, pasan a formar parte del gobierno de un país. Cita como
ejemplo experiencias que se desarrollaron en distintas épocas en
los Estados Unidos, entre ellas la administración de John Fitzgerald
Kennedy, quien reunió a su alrededor a brillantes figuras del mundo
cultural y artístico. En general, los resultados fueron negativos.
Temerosos de equivocarse, cautivos de su prestigio, los cerebros
más destacados de una nación, convertidos en funcionarios, demostraron
una nociva rigidez.
Bertrand Russell y Noam Chomsky conformaron, desde los años 60,
un triunvirato de abanderados de la ética que, como una conciencia
de la sociedad global, se pronunciaba y actuaba en defensa de la
causa de los pobres y de los excluidos del sistema mundial. Al morir
sus "compañeros de armas", Chomsky mantuvo su postura crítica frente
a las injusticias y abusos contra los indefensos y continuó luchando
por una verdadera democracia con participación de las mayorías.
Desde su experiencia de toda una vida al servicio de los movimientos
sociales, el prestigioso pensador estadounidense aclara el papel
que deben ocupar los intelectuales en la vida de la sociedad.
-¿Cómo defines a un intelectual?
-Desde cierta perspectiva, un intelectual es simplemente toda persona
que usa su cerebro. Todo el mundo usa su cerebro, por supuesto,
pero, más allá de ese uso necesario para la supervivencia, hay actividades
que se refieren a la opinión pública, a asuntos de interés general.
Yo no llamaría intelectual a alguien que traduce un manuscrito griego,
porque hace un trabajo básicamente mecánico. Hay quizás pocos profesores
que puedan llamarse verdaderamente intelectuales. Por otra parte,
un trabajador del acero que es organizador sindical y se preocupa
por los asuntos internacionales puede muy bien ser un intelectual.
Es decir, la condición de intelectual no es el correlato de una
profesión determinada. Hay alguna relación entre gozar de ciertos
privilegios y tener posibilidades de actuar como un intelectual.
No es una relación muy fuerte, porque mucha gente privilegiada no
hace nada que pueda considerarse de mérito intelectual y, por otra
parte, mucha gente sin privilegios es muy creativa, reflexiva y
de amplios conocimientos.
-¿Qué entiendes por "variante leninista" de los intelectuales? -En los años 60 escribí un libro sobre los intelectuales, titulado
American Power and the New Mandarins. La expresión "los nuevos mandarines"
no fue un invento mío. Yo la tomé de Ithiel de Sola Pool, jefe del
Departamento de Ciencias Políticas del Massachussets Institute of
Technology (MIT), quien escribió un artículo en el cual se caracterizó
a sí mismo y caracterizó a sus cohortes, con orgullo, como los nuevos
mandarines. Esto fue justo al inicio del gobierno de John F. Kennedy.
Cuando Kennedy asumió la presidencia, se suponía que se inauguraba
una nueva era de las luces. Toda clase de intelectuales de Cambridge
fue para allá; algunos para convertirse en miembros del gobierno,
otros para ser asesores y otros para almorzar con Jackie Kennedy.
Efectivamente, lograron un grado de poder de decisión que es inusual.
Si comparas, por ejemplo, la camarilla gubernamental de Eisenhower
con la camarilla de Kennedy, en la segunda había más personas que
serían consideradas como intelectuales públicos o científicos políticos.
Tenían varios nombres para describirse. Uno que usaban con orgullo
era los "nuevos mandarines". A partir de ese momento, inteligencia
y conocimiento iban a servir y ejercer el poder, cosa que se haría
de manera apropiada. También se describieron como "intelectuales
de acción" (action intellectuals), porque no eran simplemente académicos
de la torre de marfil. Se consideraban intelectuales brillantes
que iban a comprometerse en los asuntos reales del mundo. Se trataba,
esencialmente, de intelectuales liberales, es decir, en términos
europeos, una especie de socialdemócratas. Y bueno, esto no era
tan nuevo como ellos pensaban. Durante la Primera Guerra Mundial
había sucedido algo semejante. El presidente estadounidense Woodrow
Wilson fue electo en 1916 con una plataforma electoral que, bajo
el lema "Paz sin victoria", prometía mantener a los Estados Unidos
fuera de la guerra y negociar la paz entre las potencias en conflicto.
Sin embargo, muy rápidamente se puso a trabajar para que los Estados
Unidos participara en la conflagración, y como la población estadounidense
no quería entrar en la guerra, fue necesario generar una histeria
chauvinista entre la población y crear un odio contra todo lo que
fuera alemán. Eso se hizo con un éxito notable, en parte mediante
una agencia de propaganda del Estado creada por Woodrow Wilson,
que contaba con respetados intelectuales como Walter Lippman, que
durante mucho tiempo había sido un analista serio en los medios.
Los responsables e intelectuales serios, particularmente los del
círculo de John Dewey, se describían, y lo hacían con mucho orgullo,
en términos semejantes a los que años más tarde usarían los "nuevos
mandarines". Decían que era la primera vez en la historia que se
había colocado la inteligencia al servicio del ejercicio del poder
y que un país había entrado en una guerra, no bajo la influencia
perniciosa de líderes militares, traficantes de armas y hombres
de negocios interesados en recursos, sino bajo la influencia de
los hombres inteligentes de la comunidad, que entendían profundamente
la necesidad de ir a la guerra y que habían logrado convencer de
esa necesidad a la población, mediante el uso de la inteligencia
y de la manipulación. En los años siguientes, gente como Walter
Lippman, que había formado parte del Comité de Propaganda, escribió
ensayos sobre la democracia que fueron considerados progresistas.
Basándose en su experiencia, enfatizó la necesidad de que la gente
responsable fuera protegida de la población general, que él describía
como una "manada sin orientación". Todo esto tiene una especie de
sabor a leninismo. Los "responsables", que se autodefinen como intelectuales
tecnocrática y políticamente orientados, son muy semejantes a un
partido de vanguardia. Y las doctrinas son muy similares. El partido
leninista de vanguardia va a empujar las estúpidas masas hacia adelante,
hacia cosas maravillosas. En el libro American Power..., yo comparé
un discurso de Robert McNamara con un discurso inspirado por la
doctrina leninista a secas. Son muy semejantes. La única diferencia
es que McNamara habla de vez en cuando de Dios, pero la idea básica
es esencialmente la misma.
-¿Deben participar los intelectuales en el poder? -Eso depende de la integridad del intelectual. Si quieres mantener
tu integridad, generalmente serás crítico, porque muchas de las
cosas que suceden merecen críticas. Pero es muy difícil ser crítico,
si uno forma parte de los círculos de poder. Por lo general, la
mejor posición para un intelectual es estar comprometido con las
fuerzas populares que tratan de mejorar las cosas. Pero ése es el
tipo de intelectuales que, como el socialista estadounidense Eugene
Debbs, terminan en la cárcel.
-¿Qué opinas de la idea griega de que los filósofos, por sabios,
deben gobernar? -Es una idea tremendamente peligrosa, tanto en su variante leninista
como en la variante occidental del intelectual tecnocrático, orientado
hacia el ejercicio del poder, o en cualquier otra variante que hemos
visto en la historia, como el ejemplo reciente de las castas sacerdotales
en el poder.
-¿Los intelectuales en el poder son peligrosos? -Cuando los intelectuales públicos y académicos se congregaron en
Washington con Kennedy, extremadamente entusiastas y orgullosos
de sí mismos, mi visión fue que eso iba a ser un desastre total,
porque la lección histórica respectiva es muy clara. Ese tipo de
gente es muy arrogante. Creen saberlo todo y son muy peligrosos
cuando se acercan al poder. Las razones son obvias. Si cometen un
error, tienen un serio problema, porque sólo se les ha dado un puesto
en el poder por su supuesta inteligencia y su competencia. Entonces,
¿cómo pueden cometer un error? Por eso, tienden a perseverar en
sus errores, en insistir en que ellos tenían razón. El panorama
cambia con gente, digamos, como Averell Harriman, que durante toda
su vida tuvo cargos en el gobierno. Su poder derivaba del hecho
de que su padre y su abuelo habían construido ferrocarriles. Eran
ricos, formaban parte de la aristocracia. Bien, él no necesitaba
justificar su lugar en el poder. El tenía poder. Si cometía un error,
podía cambiar de opinión sin mayor problema. Pero en los intelectuales
hay una tendencia casi natural a ser muy rígidos; no sólo son arrogantes
sino también doctrinaristas.
-¿Los estándares morales de un intelectual deben ser más altos que
los de una persona común, porque tiene más acceso al poder? -Cuanto mayor sean tus privilegios y autoridad, mayor será tu responsabilidad
moral, porque las consecuencias predecibles de tus actos serán también
mayores. En la medida en que la gente que se dice intelectual, séalo
o no, sea capaz de influir y decidir sobre condiciones que determinan
los acontecimientos reales, en esa medida, su responsabilidad crecerá.
-¿Cuál es el estado actual de los intelectuales? -Muy semejante al de siempre. Los intelectuales son quienes escriben
la historia, los que presentan las imágenes del presente y del pasado.
Para ser más preciso, me refiero a los intelectuales que se llaman
"intelectuales responsables". Los disidentes no escriben la historia.
Por ejemplo, Walter Lippman se describía orgullosamente como uno
de los "hombres responsables". Eugene Debbs, el personaje principal
del movimiento obrero estadounidense, candidato a la presidencia
por el Partido Socialista y un crítico de la Primera Guerra Mundial,
estaba en la cárcel. Y a Walter Lippman nunca se le ocurrió preguntarse
¿por qué soy yo una persona responsable y Eugene Debbs está en la
cárcel? ¿Soy yo más intelectual que él? Y la respuesta es no, están
simplemente de diferentes lados de la barrera. Si estás del lado
del poder y de la autoridad, puedes entrar en el círculo de los
intelectuales responsables. Si eres un crítico y un disidente, la
tendencia es que te traten duramente. No quiero decir que la historia
sólo ha sido escrita por apologistas. No sería exacto decirlo así.
Pero hay una tendencia en esa dirección. Incluso la imagen de cómo
actúan los intelectuales tiende a ser halagadora y narcisista. Por
lo tanto, creo que hay una ilusión acerca de cómo han actuado en
el pasado los intelectuales. Ha habido tiempos en que el grado de
influencia sobre el público general de los intelectuales -intelectuales
en el verdadero sentido de la palabra- fue extraordinario, esos
momentos de fermento, períodos revolucionarios, como el de los levellers
en la revolución inglesa o los años sesenta del siglo XX. Pero la
mayor parte del tiempo, los intelectuales son aduladores del poder.
La situación usual es la de la Primera Guerra Mundial, cuando los
intelectuales, en ambos lados, estaban alineados y al servicio del
poder. Eran entusiastas apologistas de su Estado: los alemanes por
Alemania, los ingleses por Inglaterra y los franceses por Francia.
Hubo algunas excepciones, pero muy pocas y terminaron en la cárcel.
Bertrand Russell, por ejemplo, en Inglaterra; Karl Liebknecht y
Rosa Luxemburgo en Alemania y Eugene Debbs en Estados Unidos. Sin
embargo, la mayoría de los intelectuales son servidores del poder.