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Enrique Gil Ibarra |
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El miedo -a veces- también es zonzo
Por Enrique Gil Ibarra
Sucede a menudo que, en esta era
globalizada y carente de objetivos utópicos y valores relevantes, comienza a
ser una virtud el no pensar. De hecho, pensar reubica el conflicto dentro de
uno mismo, nos obliga a relacionar nuestra concepción de vida con el entorno,
y -lo peor de todo- nos enfrenta al espejo siempre cambiante de la realidad
y nuestra aceptación (o rechazo) de la misma.
Es así que nuestro programa de televisión favorito ofrece como ejemplo estratégico
de triunfo a una señorita pulposa que decide traicionar a su mejor amigo y sostén
afectivo, y un millón y medio de argentinos se identifican con ella.
Tiene lógica que, en una sociedad donde el "sálvese quien pueda" se hizo carne,
el egoísmo autocentrado de una dama maníaco-depresiva esquizoide sea un ejemplo
a seguir.
Lo que no se comprende es que, ni los "analistas" del fenómeno ni los teleespectadores
atinen a diferenciar entre una estrategia de juego y lo que ésta evidencia.
El problema no es que haya ganado (es un juego) traicionando a un amigo, sino
lo que eso indica: no es "buena gente".
Sin embargo en nuestra época, salvarse a sí mismo parece ser un síntoma de inteligencia.
Así parecen entenderlo también ciertos políticos de máxima relevancia, a los
que las cimas del poder les trastocan los sentires.
El silencio cómplice, la obsecuencia, el disparate, (en suma, el temor a perder
el privilegio tanto tiempo soñado) se enseñorean entonces de nuestras arenas
políticas, demostrando claramente que no siempre la sabiduría popular se adecua
a todas las coyunturas: el miedo también es zonzo.
Santa Cruz ha sido desde hace un mes el ejemplo claro de cómo el poder mal manejado,
y la lejanía creciente del dirigente con el pueblo que lo sostiene, puede deformar
el entendimiento hasta el punto del absurdo.
Hay en Argentina un presidente de
la Nación que cuenta con un 65 al 70 por ciento de aceptación popular. Esto
es indiscutible, y representa el caudal político más elevado que ha generado
un gobierno democrático en la historia del nuestro país, superior incluso -aunque
me duela decirlo-, al obtenido por el tres veces presidente Juan Domingo Perón.
Cualquiera pensaría que dicho capital obliga a la tranquilidad y a la mesura.
Tranquilidad, porque representa un liderazgo incuestionable, y mesura porque
implica la posibilidad del tiempo para decidir, para reflexionar, para cuestionar
lo no razonable sin temor al descrédito.
Cualquiera diría que semejante respaldo posibilita ciertamente al dirigente
la certeza de que sus colaboradores pueden ser reemplazados sin que los cimbronazos
consecuentes sacudan un ápice el proyecto general.
Sin embargo las reflexiones arriba mencionadas no cuentan con un condicionante
importantísimo en estos tiempos: el miedo a "las masas", que aqueja a todos
aquellos dirigentes que pierden contacto con las mismas por un tiempo excesivo.
¿Será por no poder dar explicaciones de ciertos actos? ¿Será porque las "mieles
del poder" conllevan ciertos lujos que, al disfrutarlos, los alejan de los genuinos
- y simples- placeres del pueblo?
Por lo que fuere, el resultado es idéntico: aunque jamás lo reconozcan, ni siquiera
para sí mismos, algunos dirigentes pasan a incorporar inconscientemente el concepto
gorila de "los negros de mierda".
No es extraño. El mismo dirigente que al comienzo caminaba junto a los huelguistas,
se siente molesto cuando su esposa le comenta que llegó tarde a tal recepción
porque "esos vagos" cortaban la calle. El otro, que antes opinaba ciertamente
que el peronismo tenía una deuda popular y una "revolución inclonclusa", hoy
afirma suelto de cuerpo (y mente) que "damos lo que podemos ¿qué más quieren?"
y no admite que quizás su percepción de lo justo se haya modificado.
No es lo mismo viajar a Europa en misión oficial que comer un choripán en una
Unidad Básica.
En ese marco, el no aggiornado es un bicho raro. El privilegio se ampara en
el temor a perderlo, y la burocracia se afirma, no en el acierto, sino en la
posibilidad de arrojarle a otro a la cara el potencial (propio) error.
Si el dirigente se equivoca, demuestra que no es capaz. La pretensión de infalibilidad,
entonces, no es otra cosa que temor, y la crítica (y auto crítica) es inadmisible,
tanto con los pares como hacia arriba.
La mediatización obligada del dirigente falto de contacto con su pueblo exige
la confianza en sus intermediarios. Ministros, secretarios, son los intérpretes
de la realidad única e indiscutible. La disidencia, aunque sea mínima, es traición.
Es normal entonces escuchar a un Ministro de Interior afirmando disparate tras
disparate: "fue un atentado contra el presidente" (con un presidente a mil quinientos
kilómetros de distancia y un "terrorista" insano); "se clavaban una barreta
en el pie para simular las heridas de bala" (y al siguiente día revertir la
información ante la evidencia de las pericias médicas); "el cura guarda armas
en la iglesia" (y soportar que hasta los mismos peronistas lugareños salgan
a matarse de risa del despropósito).
Pero es más terrible ver al dirigente máximo, al que realmente el pueblo ha
votado y respalda, en el callejón sin salida del temor. Negándose a asistir
al homenaje a los soldados de Malvinas para no enfrentar una movilización de
docentes en Tierra del Fuego (¿trescientos docentes?); adoptando irreflexivamente
la teoría del "atentado" sin analizar su ridiculez; desorbitándose furioso en
defensa de su madre a la que parte del pueblo se atrevió a molestar gritando
frente a su casa. Sin comprender, en fin, que lo que se espera de un gobernante
popular (que lo es) es la capacidad de calmar y resolver, de tomar partido por
su gente, de establecer - diríamos: como un padre razonable- los límites y las
concesiones.
El temor al costo político siempre redunda en mayores costos. El pueblo no entiende
de "costos políticos". Respalda los hechos y las decisiones, y puede perdonar
un error si percibe la sinceridad del actuante. Lo que el pueblo no perdona
es el autismo. El egoísmo autocentrado que mencionábamos más arriba. El pueblo
no perdona el temor al pueblo.
No puedo establecer, por falta de datos ciertos, cuántos puntos de apoyo ha
perdido el Gobierno Nacional con estos sucesos de Santa Cruz. Sé sin duda que
debe ser una cantidad mensurable.
¿Era preciso derrochar en un plumazo de inoperancia ministerial tanto capital?
¿Era necesario respaldar la actitud inaceptable y absurda de algún ministro
que buscaba desesperadamente "echarle la culpa a otro" de su propia incompetencia?
¿No hubiera evitado el "costo político" presentarse en la provincia natal y
decir: "vine a escuchar. A ver qué pasa. Usted, usted y usted, se van. Usted,
usted y usted, los espero en la gobernación para que me expliquen qué es lo
que quieren y, si puedo, lo soluciono y terminamos con esto antes que se salga
de madre".
Estoy convencido de que el pueblo respeta esas actitudes. Las valora porque
indican, no sólo firmeza y convencimiento de la capacidad propia, sino también
liderazgo y honestidad. Nadie con cola de paja da la cara nunca. Y todo argentino
sabe que el que se deja insultar, algo esconde.
Temer a la gente es temerle al origen de uno mismo. Es renunciar a la raíz que
nos ha permitido crecer y ser lo que somos (éramos). Es perder el sustento que
nos puede hacer grandes. Es olvidar la historia. Es negar el futuro posible.
Es una pena. El miedo -a veces- también es zonzo.
El miedo -a veces- también es zonzo
Sucede a menudo que, en esta era globalizada y carente de objetivos utópicos
y valores relevantes, comienza a ser una virtud el no pensar. De hecho, pensar
reubica el conflicto dentro de uno mismo, nos obliga a relacionar nuestra concepción
de vida con el entorno, y -lo peor de todo- nos enfrenta al espejo siempre cambiante
de la realidad y nuestra aceptación (o rechazo) de la misma.
Es así que nuestro programa de televisión favorito ofrece como ejemplo estratégico
de triunfo a una señorita pulposa que decide traicionar a su mejor amigo y sostén
afectivo, y un millón y medio de argentinos se identifican con ella.
Tiene lógica que, en una sociedad donde el "sálvese quien pueda" se hizo carne,
el egoísmo autocentrado de una dama maníaco-depresiva esquizoide sea un ejemplo
a seguir.
Lo que no se comprende es que, ni los "analistas" del fenómeno ni los teleespectadores
atinen a diferenciar entre una estrategia de juego y lo que ésta evidencia.
El problema no es que haya ganado (es un juego) traicionando a un amigo, sino
lo que eso indica: no es "buena gente".
Sin embargo en nuestra época, salvarse a sí mismo parece ser un síntoma de inteligencia.
Así parecen entenderlo también ciertos políticos de máxima relevancia, a los
que las cimas del poder les trastocan los sentires.
El silencio cómplice, la obsecuencia, el disparate, (en suma, el temor a perder
el privilegio tanto tiempo soñado) se enseñorean entonces de nuestras arenas
políticas, demostrando claramente que no siempre la sabiduría popular se adecua
a todas las coyunturas: el miedo también es zonzo.
Santa Cruz ha sido desde hace un mes el ejemplo claro de cómo el poder mal manejado,
y la lejanía creciente del dirigente con el pueblo que lo sostiene, puede deformar
el entendimiento hasta el punto del absurdo.
Hay en Argentina un presidente de la Nación que cuenta con un 65 al 70 por ciento
de aceptación popular. Esto es indiscutible, y representa el caudal político
más elevado que ha generado un gobierno democrático en la historia del nuestro
país, superior incluso -aunque me duela decirlo-, al obtenido por el tres veces
presidente Juan Domingo Perón.
Cualquiera pensaría que dicho capital obliga a la tranquilidad y a la mesura.
Tranquilidad, porque representa un liderazgo incuestionable, y mesura porque
implica la posibilidad del tiempo para decidir, para reflexionar, para cuestionar
lo no razonable sin temor al descrédito.
Cualquiera diría que semejante respaldo posibilita ciertamente al dirigente
la certeza de que sus colaboradores pueden ser reemplazados sin que los cimbronazos
consecuentes sacudan un ápice el proyecto general.
Sin embargo las reflexiones arriba mencionadas no cuentan con un condicionante
importantísimo en estos tiempos: el miedo a "las masas", que aqueja a todos
aquellos dirigentes que pierden contacto con las mismas por un tiempo excesivo.
¿Será por no poder dar explicaciones de ciertos actos? ¿Será porque las "mieles
del poder" conllevan ciertos lujos que, al disfrutarlos, los alejan de los genuinos
- y simples- placeres del pueblo?
Por lo que fuere, el resultado es idéntico: aunque jamás lo reconozcan, ni siquiera
para sí mismos, algunos dirigentes pasan a incorporar inconscientemente el concepto
gorila de "los negros de mierda".
No es extraño. El mismo dirigente que al comienzo caminaba junto a los huelguistas,
se siente molesto cuando su esposa le comenta que llegó tarde a tal recepción
porque "esos vagos" cortaban la calle. El otro, que antes opinaba ciertamente
que el peronismo tenía una deuda popular y una "revolución inclonclusa", hoy
afirma suelto de cuerpo (y mente) que "damos lo que podemos ¿qué más quieren?"
y no admite que quizás su percepción de lo justo se haya modificado.
No es lo mismo viajar a Europa en misión oficial que comer un choripán en una
Unidad Básica.
En ese marco, el no aggiornado es un bicho raro. El privilegio se ampara en
el temor a perderlo, y la burocracia se afirma, no en el acierto, sino en la
posibilidad de arrojarle a otro a la cara el potencial (propio) error.
Si el dirigente se equivoca, demuestra que no es capaz. La pretensión de infalibilidad,
entonces, no es otra cosa que temor, y la crítica (y auto crítica) es inadmisible,
tanto con los pares como hacia arriba.
La mediatización obligada del dirigente falto de contacto con su pueblo exige
la confianza en sus intermediarios. Ministros, secretarios, son los intérpretes
de la realidad única e indiscutible. La disidencia, aunque sea mínima, es traición.
Es normal entonces escuchar a un Ministro de Interior afirmando disparate tras
disparate: "fue un atentado contra el presidente" (con un presidente a mil quinientos
kilómetros de distancia y un "terrorista" insano); "se clavaban una barreta
en el pie para simular las heridas de bala" (y al siguiente día revertir la
información ante la evidencia de las pericias médicas); "el cura guarda armas
en la iglesia" (y soportar que hasta los mismos peronistas lugareños salgan
a matarse de risa del despropósito).
Pero es más terrible ver al dirigente máximo, al que realmente el pueblo ha
votado y respalda, en el callejón sin salida del temor. Negándose a asistir
al homenaje a los soldados de Malvinas para no enfrentar una movilización de
docentes en Tierra del Fuego (¿trescientos docentes?); adoptando irreflexivamente
la teoría del "atentado" sin analizar su ridiculez; desorbitándose furioso en
defensa de su madre a la que parte del pueblo se atrevió a molestar gritando
frente a su casa. Sin comprender, en fin, que lo que se espera de un gobernante
popular (que lo es) es la capacidad de calmar y resolver, de tomar partido por
su gente, de establecer - diríamos: como un padre razonable- los límites y las
concesiones.
El temor al costo político siempre redunda en mayores costos. El pueblo no entiende
de "costos políticos". Respalda los hechos y las decisiones, y puede perdonar
un error si percibe la sinceridad del actuante. Lo que el pueblo no perdona
es el autismo. El egoísmo autocentrado que mencionábamos más arriba. El pueblo
no perdona el temor al pueblo.
No puedo establecer, por falta de datos ciertos, cuántos puntos de apoyo ha
perdido el Gobierno Nacional con estos sucesos de Santa Cruz. Sé sin duda que
debe ser una cantidad mensurable.
¿Era preciso derrochar en un plumazo de inoperancia ministerial tanto capital?
¿Era necesario respaldar la actitud inaceptable y absurda de algún ministro
que buscaba desesperadamente "echarle la culpa a otro" de su propia incompetencia?
¿No hubiera evitado el "costo político" presentarse en la provincia natal y
decir: "vine a escuchar. A ver qué pasa. Usted, usted y usted, se van. Usted,
usted y usted, los espero en la gobernación para que me expliquen qué es lo
que quieren y, si puedo, lo soluciono y terminamos con esto antes que se salga
de madre".
Estoy convencido de que el pueblo respeta esas actitudes. Las valora porque
indican, no sólo firmeza y convencimiento de la capacidad propia, sino también
liderazgo y honestidad. Nadie con cola de paja da la cara nunca. Y todo argentino
sabe que el que se deja insultar, algo esconde.
Temer a la gente es temerle al origen de uno mismo. Es renunciar a la raíz que
nos ha permitido crecer y ser lo que somos (éramos). Es perder el sustento que
nos puede hacer grandes. Es olvidar la historia. Es negar el futuro posible.
Es una pena. El miedo -a veces- también es zonzo.
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Sobre
el infantilismo partidocrático
Por Enrique Gil Ibarra
Durante las múltiples conversaciones que mantenemos con los compañeros de distintos
lugares del país, se presenta nuevamente como problema aparentemente irresoluble
el extremo fraccionamiento que sufre el campo popular, dividido actualmente
en decenas de pequeñas organizaciones, cada una de las cuales convencida de
la justeza de su accionar y de su correcto análisis que las llevará, sin duda,
a encabezar el proceso revolucionario en Argentina.
En casi todas ellas, el desprecio hacia el peronismo es, si no expreso, latente.
En casi todas ellas, existe la desesperación por una identificación marxista
"sin fisuras", considerando esta identificación pública como una confirmación
práctica del "revolucionarismo" de sus miembros, en lugar de la adopción de
un método de análisis que sirve para adecuar la teoría revolucionaria a la realidad.
En este marco, nuestro país está cubierto de sur a norte por una enorme cantidad
de militantes honestos, bienintencionados y (creen ser) muy capacitados en materialismo
dialéctico, que no pueden desentrañar el misterio de un pueblo que no los respalda
ni los respaldará.
El mes pasado se han producido las mayores manifestaciones populares de los
últimos años, debido al asesinato de Carlos Fuentealba en Neuquén. Cincuenta
mil compañeros en Capital Federal y treinta mil en la mencionada provincia han
sido las más importantes. ¿Ha quedado un rédito organizativo de esas movilizaciones
populares? ¿Ha logrado alguna organización política revolucionaria capitalizar
en estructura la justa indignación popular?
Si a esta altura de la reflexión alguno de los lectores piensa que es inmoral
sugerir "capitalizar políticamente" el asesinato del compañero Fuentealba, debe
volver atrás las páginas y replantearse severamente porqué está militando. (La
ingenuidad no tiene lugar en la revolución, si existe un correcto camino de
búsqueda de poder popular).
La proliferación del partidismo
"revolucionario" en nuestro país no es nueva. Dejando de lado las distintas
fracturas menores de la F.O.R.A. y las divergencias entre las distintas vertientes
socialistas durante la primera mitad del siglo XX, la fractura importante de
la izquierda argentina comienza en la segunda mitad de ese siglo. Sin ser históricamente
estrictos, podríamos fijarla a partir de 1955, y del primer derrocamiento del
peronismo.
Es en ese momento cuando definitivamente la izquierda nacional pierde el rumbo
y, mezclando estrategias rígidas que responden a necesidades políticas de sus
países referentes, con tácticas conspirativas antinacionales, se separa del
nivel de conciencia del pueblo argentino. Por consiguiente, al negar la identidad
política del pueblo (ya que ésta no coincide con las especificaciones teóricas
prefijadas) y rechazar su integración al Movimiento Nacional y Popular (ya que
éste no proclama la revolución proletaria), la consecuencia ineludible es la
creación de un nuevo "partido revolucionario" que obligatoriamente debe llenar
el supuesto vacío existente.
El problema es que, al no existir ese vacío en la conciencia popular, todos
los "partidos de la revolución" fracasan sucesivamente, dando entones lugar
a nuevas y múltiples fracciones minoritarias.
Citemos a Lenin: "El bolchevismo existe, como corriente del pensamiento político
y como partido político, desde 1903. Sólo la historia del bolchevismo, en todo
el periodo de su existencia, puede explicar de un modo satisfactorio por qué
el bolchevismo pudo forjar y mantener, en las condiciones más difíciles, la
disciplina férrea necesaria para la victoria del proletariado.
La primera pregunta que surge es la siguiente: ¿cómo se mantiene la disciplina
del partido revolucionario del proletariado? ¿Cómo se controla? ¿Cómo se refuerza?
Primero por la conciencia de la vanguardia proletaria y por su fidelidad a la
revolución, por su firmeza, por su espíritu de sacrificio, por su heroísmo.
Segundo, por su capacidad de vincularse, aproximarse y hasta cierto punto, si
queréis, fundirse con las más grandes masas trabajadoras, en primer término
con la masa proletaria, pero también con la masa trabajadora no proletaria".
Caramba. ¿también con los no proletarios? Bueno, lo que sucede es que Lenin
sabía que la tan mentada "dictadura del proletariado" viene después, cuando
(y si) el proletariado (y esa masa no proletaria) estén dispuestos a asumirla,
y no cuando un pequeño grupo de bolcheviques lo decidan y proclamen.
Fundirse con las "las más grandes masas trabajadoras" significa precisamente
eso. Entiendo "fundir" como "reducir a una sola dos o más cosas diferentes"
y en una segunda acepción como "unión de intereses, ideas o partidos". ¿Han
intentado realmente los partidos "revolucionarios" en Argentina esa fusión?
¿O se han limitado a proponerle al pueblo el abandono de su identidad política
para asumir la de ellos? ¿No hubiera sido más "revolucionario", más "marxista",
integrar la identidad popular y desde allí elevar el nivel de conciencia?
Por supuesto, para muchos compañeros peronistas esta disquisición es elemental.
Para muchos de los que hace décadas decidimos abandonar la izquierda e integrarnos
al peronismo también lo es. Pero resulta difícil de aceptar que esta noción
tan simple aún deba ser discutida seriamente con los compañeros del campo popular
que insisten en declamar un marxismo ortodoxo, sin comprender que niegan totalmente
la base misma de la ideología que dicen profesar.
Anticipándome a las críticas furiosas, continúo citando a Lenin: "Tercero, por
lo acertado de la dirección política que lleva a cabo esta vanguardia; por lo
acertado de su estrategia y de su táctica políticas, a condición de que las
masas más extensas se convenzan de ello por experiencia propia. Sin estas condiciones,
no es posible la disciplina en un partido revolucionario, verdaderamente apto
para ser el partido de la clase avanzada, llamada a derrocar a la burguesía
y a transformar toda la sociedad. Sin estas condiciones, los intentos de implantar
una disciplina se convierten, inevitablemente, en una ficción, en una frase,
en gestos grotescos. Pero, por otra parte, estas condiciones no pueden brotar
de golpe. Van formándose solamente á través de una labor prolongada, a través
de una dura experiencia; su formación se facilita a través de una acertada teoría
revolucionaria, que, a su vez, no es ningún dogma, sino que sólo se forma definitivamente
en estrecha relación con la práctica de un movimiento que sea verdaderamente
de masas y verdaderamente revolucionario".
¿Me equivoco, o el compañero Lenin está recomendando no poner el carro delante
del caballo?
La generación de una vanguardia revolucionaria no es un proceso volitivo de
un sector esclarecido del campo popular. El rol del sector más conciente es,
desde luego, contribuir a la creación de esa vanguardia, teniendo claro que,
si triunfa en el cometido, posiblemente quede en el camino. Las vanguardias
revolucionarias auténticamente populares no suelen tener demasiado respeto por
los sectores intelectuales que han colaborado a formarlas. Se dan su propia
práctica y elaboran sus propias teorías en base a la misma. Es inútil crear
"un partido para el pueblo" desde una concepción de "vanguardia" ya que el pueblo
genera su propio partido en el momento en que lo necesita. Lo que sí es necesario
es contribuir a la lucha del pueblo contra su principal enemigo, que no es la
"burguesía", sino el imperialismo. Continuar discutiendo esto es absurdo. No
comprender que en nuestro país periférico y dependiente un enorme sector de
la clase media (empresarios nacionales, comerciantes, trabajadores de servicios,
pequeña burguesía) son aliados objetivos en la lucha contra el enemigo principal,
es otra carencia por parte de los compañeros de la izquierda ortodoxa.
Volvamos a Lenin: "Años de reacción (1907-1910). El zarismo ha triunfado. Han
sido aplastados todos los partidos revolucionarios y de oposición. Desaliento,
desmoralización, escisiones, dispersión, traiciones, pornografía en vez de política.
Reforzamiento de las tendencias al idealismo filosófico; misticismo, como disfraz
de un estado de espíritu contrarrevolucionario. Pero al mismo tiempo esta gran
derrota da a los partidos revolucionarios y a la clase revolucionaria una verdadera
lección sumamente saludable, una lección de dialéctica histórica, una lección
de inteligencia, de destreza y arte para conducir la lucha política. Los amigos
se conocen en la desgracia. Los ejércitos derrotados se instruyen celosamente.
"…De todos los partidos revolucionarios y de oposición derrotados, fueron los
bolcheviques quienes retrocedieron con más orden, con menos quebranto de su
"ejército"; con una conservación mejor de su núcleo central, con las escisiones
menos profundas e irreparables, con menos desmoralización, con más capacidad
para reanudar la acción de un modo más amplio, acertado y enérgico. Y si los
bolcheviques obtuvieron este resultado, fue exclusivamente porque desenmascararon
y expulsaron sin piedad a los revolucionarios de palabra, obstinados en no comprender
que hay que retroceder, que hay que saber retroceder, que es obligatorio aprender
a actuar legalmente en los parlamentos más reaccionarios, en las organizaciones
sindicales, en las cooperativas, en las mutualidades y otras organizaciones
semejantes, por más reaccionarias que sean".
Parece ser que Lenin era (cuando convenía) un reformista de aquellos ¿verdad?
Pero dejando de lado la chicana, lo cierto es que nadie puede acusarlo de no
saber pensar y planificar una guerra revolucionaria.
Guerra revolucionaria que nuestros compañeros de la "vanguardia proletaria"
no parecen saber conducir a la vista de los últimos 30 años, y hasta podría
decirse que han caído en el error que nuestro también compañero Lenin llamaba
"socialrevolucionarismo": "El bolchevismo asimiló y continuó la lucha contra
el partido que más fielmente expresaba las tendencias del revolucionarismo pequeñoburgués,
es decir, el partido "socialrevolucionario", en tres puntos principales. En
primer lugar, este partido, que rechazaba el marxismo, se obstinaba en no querer
comprender (tal vez fuera más justo decir en no poder comprender) la necesidad
de tener en cuenta con estricta objetividad, antes de emprender una acción política,
las fuerzas de clase y sus relaciones mutuas".
Se me dirá que estos partidos no rechazan el marxismo, pero insistiré en que
no es lo mismo declamar que practicar. Sus planteos "revolucionarios" a ultranza,
que les impiden realizar alianzas entre sí y con los demás sectores del campo
popular, los alejan cada vez más de su supuesta ideología. Se refiere Lenin
a la Paz de Brest, en 1918: "Les parecía que la paz de Brest era un compromiso
con los imperialistas, inaceptable en principio y funesto para el partido del
proletariado revolucionario. Se trataba, en efecto, de un compromiso con los
imperialistas; pero precisamente un compromiso tal y en unas circunstancias
tales, que era obligatorio (…) Figuraos que el automóvil en que vais es detenido
por unos bandidos armados. Les dais el dinero, el pasaporte, el revólver, el
automóvil, mas, a cambio de esto, os veis desembarazados de la agradable vecindad
de los bandidos. Se trata, evidentemente, de un compromiso. Do ut des ("te doy"
mi dinero, mis armas, mi automóvil, "para que me des" la posibilidad de marcharme
en paz). Pero difícilmente se encontraría un hombre que no esté loco y que declarase
que semejante compromiso es "inadmisible en principio" y denunciase al que lo
ha concertado como cómplice de los bandidos (aunque éstos, una vez dueños del
auto y de las armas, los utilicen para nuevos pillajes). Nuestro compromiso
con los bandidos del imperialismo alemán fue análogo a éste (…) La conclusión
es clara: rechazar los compromisos "en principio", negar la legitimidad de todo
compromiso en general, es una puerilidad que es difícil tomar en serio."
Para completar esta visión, me parece interesante transcribir una parte de un
folleto de la fracción "espartaquista" del Partido Comunista alemán:
"…En todo caso, la hegemonía del Partido Comunista es la forma última de toda
hegemonía de partido. En principio, debe tenderse a la dictadura de la clase
proletaria. Y todas las medidas del Partido, su organización, sus formas de
lucha, su estrategia y su táctica deben ser adaptadas a este fin. Hay que rechazar,
por consiguiente, del modo más categórico, todo compromiso con los demás partidos,
todo retorno a los métodos de lucha parlamentarios, los cuales han caducado
ya histórica y políticamente, toda política de maniobra y conciliación. Los
métodos específicamente proletarios de lucha revolucionaria deben ser subrayados
enérgicamente. Y para abarcar a los más amplios círculos y capas proletarias,
que deben emprender la lucha revolucionaria bajo la dirección del Partido Comunista,
hay que crear nuevas formas de organización sobre la base más amplia y con los
más amplios marcos. Este lugar de agrupamiento de todos los elementos revolucionarios
es la Unión Obrera constituida sobre la base de las organizaciones de fábrica.
La Unión debe agrupar a todos los obreros fieles al lema: ¡fuera de los sindicatos!
Es ahí donde se forma el proletariado militante en las más vastas filas combativas.
Para ser admitido basta el reconocimiento de la lucha de clases, el sistema
de los Soviets y la dictadura. La educación política ulterior de las masas militantes
y la orientación política de las mismas en la lucha es misión del Partido Comunista,
que se halla fuera de la Unión Obrera. . ."
¿Es necesario aclarar que esta posición fue duramente criticada por Lenin por
su "infantilismo"? ¿Y no suena conocida hoy?
Finalmente, me parece adecuado insistir en que no hay posibilidad de liberación
en nuestro país sin unidad táctica de las fuerzas del campo popular. Esa unidad
sólo se producirá si las conducciones de las distintas organizaciones comprenden
(aceptan comprender) que si realmente se persigue la liberación nacional y social,
ha terminado la hora de las "quintas personales". Esa herencia individualista
que heredamos de la década del 90 y que se ha infiltrado hasta en los reductos
más "izquierdistas" del espectro político. Decíamos con algunos compañeros que,
lamentablemente, la mayor parte de los dirigentes "revolucionarios" argentinos
prefieren ser cabeza de ratón antes que cola de león. Pues me parece que no
hay nada de malo en ser cola de león, si el león es el pueblo argentino, y la
cola ayuda a espantarle las moscas molestas. El partido de la revolución no
existe hoy. Probablemente no exista por mucho tiempo. Pero cuando (y si) surge
un partido así, no lo hace porque un grupo de compañeros lo deciden, sino porque
la masa popular lo asume como tal, participa del mismo y lo fortalece con su
práctica. En su momento, eso sucedió con el peronismo, e hizo posible la resistencia.
No creo que hoy, en la inexistencia de un proyecto de Nación claro, un partido
revolucionario sea viable. Es hora de acuerdos básicos, no de estrategias detalladas.
Estas podrán cocinarse y purificarse en el calor de la lucha popular, nunca
en congresos minoritarios. Asumir el nivel de conciencia del pueblo, integrarse
a sus estructuras existentes, darles contenido, resignificarlas, es la tarea
de todo aquel que pretenda cumplir un rol en la liberación nacional. Oponerse
a ello, en aras de un "revolucionarismo" purista, es hacerle el juego al enemigo.
El camino sigue siendo el movimiento nacional.
Enrique Gil Ibarra
abril 2007
[Este artículo fue publicado como nota de tapa el 18/04/07]
Quién
era Rodolfo Walsh (para mi)
Por Enrique Gil Ibarra
Conocí a Rodolfo en el diario Noticias, en Buenos Aires, en 1973. En ese momento,
él estaba a cargo de Información General, y por amabilidad y compañerismo aceptó
ocuparse de enseñarme a escribir, para ver si podía cubrir el rol de periodista.
No puedo decir que hayamos sido "amigos". Fuimos "compañeros", que en esa época
significaba bastante más. En aquel momento, yo alcanzaba apenas los 19 años,
y él no tenía tiempo para perder. Ahora tengo más edad que él, y me hubiera
gustado que compartiéramos más vinos y más café.
Cuando clausuraron Noticias, dejamos de vernos todos los días. Sin embargo,
por cuestiones propias de la militancia, seguí manteniendo algunos contactos,
que se intensificaron allá por el 75 cuando me trasladaron al Area Federal y
mi mujer de ese entonces pasó a depender de él en Contrainteligencia.
Era una hermosa persona, tipo bastante seco y difícil de analizar. Inflexible
y permisivo, gruñón y sensible. Creo que a varios de los militantes más jóvenes
nos trasladó la convicción de que la palabra escrita, si es bella y certera,
modifica cerebros. Mantuve esa concepción toda mi vida, y algunas veces hasta
sentí que era capaz de lograrlo. Le debo por eso.
Cuando mataron a Hilda (Vicky) en el 76, no pude verlo. Me hubiera gustado abrazarlo
y llorar un poco juntos. Cuando meses después nos vimos unos minutos, poco tiempo
antes de que lo mataran, no tuvimos oportunidad de hacerlo, ni mencionamos el
tema. También le debo por eso.
Pero estoy seguro de que a esta altura Rodolfo me preguntaría, sobrador: "Che,
Inglés, ¿al final estás hablando de mí o de vos?" Y tendría razón. De manera
que lo mejor es dejar los recuerdos y pasar a los datos (reservándome el derecho,
claro, de una o dos acotaciones al margen).
Rodolfo nació en 1927 en la provincia de Río Negro, en Choele Choel. En 1951
comenzó a trabajar en periodismo, en las revistas "Leoplán" y "Vea y Lea". Ya
en Cuba en 1959 sería uno de los fundadores de "Prensa Latina", junto a Jorge
Ricardo Masetti (el "Comandante Segundo"/EGP - Salta).
De regreso a la Argentina trabajó en "Primera Plana", "Panorama" y el semanario de la CGT de los Argentinos entre 1968 y 1970, que se publicaba clandestinamente luego de la detención de Raimundo Ongaro y el allanamiento en 1969 a la CGTA. En 1972 escribiría por un año en el "Semanario Villero" y a partir del 73 en el diario "Noticias". A partir de mediados del 70 Rodolfo empezó a relacionarse con Montoneros, y en 1973 ya era oficial de la organización. Su primer nombre de guerra en Montoneros fue "Esteban". (Posteriormente fue conocido como "El Capitán", "Profesor Neurus" o "Neurus")
En el 74 comenzaron las diferencias
de Rodolfo con la orga, al igual que sucedió con muchos compañeros, a partir
del pase a la clandestinidad decidido sorpresivamente por Firmenich. A finales
del 75 algunos compañeros oficiales, entre los que estaba Rodolfo, comenzaron
a elaborar documentos en los que se evaluaba que la política correcta era volver
a integrarse al pueblo, separar a la organización en células de combate estancas
e independientes, distribuir el dinero entre las mismas y tratar de organizar
una resistencia masiva, basada más en la inserción popular que en operativos
del tipo foquista.
Algunos (entre ellos el "Pepe") afirman que Walsh estuvo de acuerdo con la salida
del país de la Conducción Nacional "para preservarla". No me consta y me parece
dudoso, sobre todo a la luz de algunos documentos escritos por él en los que
relativiza la importancia de la persona de Firmenich como individuo emblemático
en el contexto de la lucha popular. Sí estaba convencido de que la organización
debía "seguir la dirección de retirada marcada por el pueblo, que es hacia el
peronismo, y que la única propuesta aglutinante que podemos formular a las masas
es la resistencia popular, cuya vanguardia en la clase trabajadora debe ser
nuevamente la resistencia peronista".
La organización de la Agencia clandestina de Noticias (ANCLA) iba en ese sentido,
y constituyó un intento de reproducir la "radio bemba" cubana, adaptándola a
la realidad argentina, difundiendo la información que no mencionaban los medios
"oficiales".
El 24 de marzo de 1977 Walsh escribió su "Carta Abierta a la Junta Militar".
Al día siguiente, en el centro de Capital Federal, fue interceptado por un grupo
de tareas que intentó secuestrarlo vivo. Rodolfo se resistió y abrió fuego (portaba
una pistola Walther 22, muy pequeña, que llevaba siempre sobre el vientre, sujeta
por el calzoncillo). Lo hirieron gravemente, y lo llevaron -vivo todavía- a
la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde llegó muerto. No agrego nada
sobre sus escritos literarios, porque entiendo que es superfluo. En esta misma
web (http://www.elortiba.org) están algunos de sus libros, varios de sus cuentos
y textos.
Leerlos, analizarlos, comentarlos con conocimiento directo de causa, sería un
buen homenaje al que fue -además de militante-, uno de los mejores escritores
argentinos y, sin duda, mucho mejor homenaje que el que representa la pequeña
plazoleta de Capital Federal que lleva su nombre.
Nota al pie: Se ha generalizado en estos tiempos aplicar el mote de "héroes"
a todos los compañeros (combatientes) de las organizaciones armadas -siempre
que estén muertos, claro-, y es un calificativo que Walsh carga hoy, junto a
otros cientos. Estoy seguro de que Rodolfo se hubiera cagado de risa de eso,
al igual que yo lo hago ahora. Calificar como "héroes" a los que combatieron
y murieron es un fácil recurso (inconsciente, espero) para simbolizar que "eran
especiales, únicos, irrepetibles", que hacían/hacíamos cosas que "no pueden
hacer las personas comunes". En resumen, una forma de decir: "sólo los héroes
pueden hacer una revolución" lo que justifica para muchos sentarse a esperar
que esos "héroes" algún día aparezcan de nuevo, como por generación espontánea.
Es mentira. Las revoluciones las hacen los pueblos, las personas comunes, las
gentes como vos, como yo o como Rodolfo. Los héroes no son necesarios. Lo necesario
es un proyecto nacional, conciencia política, solidaridad y el convencimiento
de que un país, un Continente, y el pueblo al que uno pertenece, valen la pena.
Enrique Gil Ibarra
Marzo 2007
[Este artículo fue publicado como nota de tapa
el 24/03/07]
Las posiciones divergen fundamentalmente dependiendo del sector en el que se encuadra el opinante: por un lado, casi todos aquellos compañeros enrolados en el "progresismo", (generalmente no peronista) insisten en que la "verdad" debe ser esclarecida "caiga quien caiga", y que esto significará una posibilidad de evaluar realmente el pasado, hacerse (hacernos) cargo y seguir adelante.
El fundamento ideológico de esta
posición es indiscutible y evidente, ya que ocultar la verdad no es correcto
en ningún caso, desde un punto de vista revolucionario y honesto
Retiremos del análisis (por el momento) a aquellos que opinan que todo eso es
pasado y que debe dejárselo de lado de una vez por todas pero -sólo a modo de
ejemplo-, transcribo una frase de Roberto Lavagna: "Esto es revancha ideológica
nada más y nada menos que hoy sirve para distraer"…"aquellos a los cuales Perón
echó de la Plaza están tomando revancha ideológica"…"cuántas tapas o primeras
páginas de diarios hemos tenido en las últimas semanas con este tema, como si
esto -analizó- tuviera algo que ver con la vida de los argentinos hoy".
Por otro lado, los compañeros que aún se identifican con el peronismo (caso
que me comprende, por supuesto, pero intento tomar una distancia momentánea
en función del análisis) se han sentido tocados en lo más íntimo y han reaccionado
de diversas maneras. Abreviando, me parece que las distintas posiciones del
peronismo pueden resumirse en las siguientes teorías:
a) Es un intento de los intereses multinacionales para desprestigiar al gobierno.
b) Es una nueva estrategia de la antipatria gorila para defenestrar a Perón.
c) Es una ofensiva de la oligarquía vernácula para destruir de una vez por todas
al peronismo.
Como puede observarse, todas pueden interligarse y/o relacionarse. Debemos agregar
aquí que cada una de ellas incluye en los respectivos análisis diversos condicionamientos
acerca de "la culpa" que tendrían en este desenlace actual los protagonistas
de aquellas épocas, y que esta "culpa" se distribuye, según los autores de las
opiniones, en mayor o menor medida entre las AAA y las organizaciones armadas.
Los opinantes
Dice Jorge Rulli: "Desde Página 12, Ámbito, Infobae e incluso Radio 10, cuando
se refieren a los crímenes de la Triple A, se evidencia que no van detrás de
la Justicia, sino que van detrás del intento de culpabilizar como autor intelectual
de aquellos crímenes a Perón"… "Vuelvo a desafiarlos, a que si revisamos los
crímenes de la Triple A, de Almirón, de Morales y de Rovira, tal como correspondería
hacerlo por Justicia, revisemos también el asesinato de Ignacio Rucci"… "Los
que lo mataron también se referenciaban y respaldaban en el Estado, eran parte
del Estado y su poder en el Estado estaba muy por encima y sin lugar a dudas,
del que se le atribuye luego a López Rega"…"No se acepta que el débil gobierno
de Isabel estuvo desde antes de nacer asediado por la guerrilla y por el avance
de lo que más tarde sería el aparato militar de represión"…. "Que no se duerma
la memoria, que el rechazo colectivo a la teoría de los dos demonios y al Terrorismo
de Estado no excuse de manera alguna la impunidad a los que ejercitaron la violencia
contra un gobierno constitucional desde mesianismos vanguardistas que, también
tuvieron enormes respaldos y coberturas desde ese mismo Estado en disgregación
de los años setenta. Tal vez esos hechos pudieron hallar razones que los explicaran
en medio de los desvaríos de aquellos años, pero como espectros familiares debemos
sacarlos hoy a luz para reconocer en ellos, no solamente crímenes de lesa humanidad,
tal como los realizados por las bandas parapoliciales, sino también, las cuotas
de responsabilidad política en crear las condiciones que condujeron al desastre
del 76".
Por su parte, Enrique Oliva afirma: "En nuestro país es notoria la preocupación
en el gobierno por percibirse que esta cuestión perjudica su imagen y desean
detener la escalada, ‘desligándose de toda sospecha de interferir en la independencia
del Poder Judicial’, según fuentes oficiales"… "Los políticos opositores pensando
captar votos del pueblo peronista se atropellan para culpar al gobierno"… "Entre
los peronistas nadie quiere detener el juicio contra la Triple A, seguros de
que Perón e Isabelita no tienen nada que ver".
Jorge Rachid apunta: "No está mal para la memoria colectiva que los asesinos
sean identificados y sancionados. No es un dato menor el avance sobre la verdad
y la justicia, siempre los peronistas lo reclamamos.
Lo que debe analizarse es cuales
son fundamentos judiciables y cuales los políticos de un contexto histórico"….."Ahora
bien si desde el punto de vista académico está caracterizado así, entonces "hay
que pegarle al chancho para que aparezca el dueño". En realidad lo que aparece
debajo de la cama es que "HAY QUE MATAR A PERÓN".
Teorías y preguntas
No sumo a las precedentes otras consideraciones emitidas por distintos compañeros,
porque sería redundante. Sin embargo, me parece que falta en estas evaluaciones
un contexto quizás mas desapasionado. Si esta situación se hubiera producido
en el 83, o hasta en el 89, probablemente yo coincidiría plenamente con algunas
de ellas. Pero se produce hoy, y no creo que podamos desprendernos, para una
reflexión política, del contexto coyuntural. Me pregunto: ¿Existe hoy el peronismo
como movimiento popular organizado? ¿Representa el Partido Justicialista un
peligro para el sistema? ¿Es el gobierno de Néstor Kirchner un gobierno revolucionario
socialista?
Si la respuesta a estas preguntas es No, ¿Cuál sería entonces el objetivo de
defenestrar a Perón como símbolo al día de hoy? ¿Qué representaría políticamente
un ataque al gobierno de Kirchner en función de un supuesto e improbable "descrédito"
del fallecido líder del Movimiento?
En cuanto al gorilismo vernáculo, hemos visto como, en las décadas recientes,
ha elegido cooptar al Partido Justicialista en lugar de atacarlo, e inclusive
le ha introducido (con ayuda de muchos de nuestros "dirigentes" partidarios)
exponentes del golpismo antiperonista más salvaje, como Alvaro Alsogaray. ¿Pensamos
realmente que el revanchismo de la oligarquía argentina los lleva al nivel de
estupidez de generar una polémica que podría hasta perjudicar sus intereses,
reflotando nuestra conocida "intransigencia dictatorial peronista"?
Francamente, no lo creo. Entonces ¿cuál puede ser el objetivo de esta fantochada?
Desde afuera
Otra teoría la aporta el inefable Joaquín Morales Solá desde su columna de La
Nación: "Una de las preguntas que existen, sin respuestas taxativas, se refiere
a si Kirchner promovió la revisión de la historia que concluyó ahora con la
cárcel de Isabel"…"Kirchner es el líder peronista más crítico con el último
Perón que, al menos, se haya oído. Las críticas que le desliza en la intimidad
al creador de su partido son, en grandes trazos, tres: su obsesión por una reparación
personal que le devolviera el poder cuando ya estaba viejo y enfermo; la mezquindad
de legarle a la Argentina su mujer, que sólo se aproximaba al conocimiento de
una elemental gramática política, y la irresponsabilidad de haberle cedido cuotas
inéditas de poder a un personaje siniestro como López Rega".
Pero no es Morales Solá un analista que se haya destacado por su comprensión
del peronismo interno, de manera que sus conclusiones no pueden menos que ser
tomadas con pinzas cuidadosas, ya que la pregunta obvia sería: ¿Beneficia al
presidente esta revisión del pasado, en un año electoral? Carlos Kunkel, recordando
sin duda un axioma básico para su (nuestra) formación e historia, se pregunta:
"La cosa es simple ¿a quién beneficia esto y a quién jode? Suponéte que no beneficia
a nadie, pero ¿a quién jode? A nosotros".
El problema de Morales Solá es que los no peronistas no comprenden cómo se manejan
nuestras "internas". Para ellos, es incomprensible que los peronistas de las
distintas "facciones" prefiramos agarrarnos a trompadas (o a tiros, dependiendo
de la época) que llamar a la policía. Porque para nuestra clase media no militante,
la policía nunca fue un enemigo. Los militares nunca fueron un enemigo. A lo
sumo, un sujeto de temor, de precaución. Un motivo para el "no te metás".
Jamás el peronismo hubiera "botoneado" así a Isabel. Aún los que estuvimos en
la vereda de enfrente de la CNU o del C. de O. sabemos, (al igual que ellos)
que cuando las papas queman (cuando no somos gobierno), un peronista no le pregunta
a otro a que "orga" pertenece si lo persigue la policía. Por el contrario, le
abre la puerta, y lo "guarda". Después, nos arreglamos entre nosotros. Esto
siempre fue así, y lo seguirá siendo, aunque algunos "compañeros" lamentablemente
parezcan haberlo olvidado. Otra teoría que se cae.
El juicio a Isabel
Veamos: Sabemos que Isabel no podrá ser condenada. Nadie que haya observado
en el ‘74 y ‘75 su desempeño como presidenta, que haya escuchado alguno de sus
"discursos", que haya visto su relación con las fuerzas políticas de la época,
puede pensar seriamente que esa mujer estaba en condiciones de liderar las AAA,
o siquiera de ser consultada por López Rega para definir las actividades de
la Triple A. La decisión política de los famosos decretos, mal que me pese,
no es judiciable. Hasta Strassera, que no es santo de mi devoción, se preocupó
de aclarar que esto es un "mamarracho jurídico". Pero si no es condenada, y
cualquier abogado mediocre que sepa leer las leyes vigentes y la Constitución
podrá aseverar esto ¿A dónde apunta esta operación?
Nos encontramos con una operación política sin aparente motivo, y esto es, por
definición, un imposible.
Buscando por ahí
Nuevamente veamos el contexto, esta vez geopolítico: ¿Hacia dónde gira el mundo?
Los progresistas, ilusionados, afirman que se vuelca hacia la "izquierda". Que
cada vez más las comunidades prestan atención a los problemas sociales, ecológicos,
medioambientales. Que se frena el accionar salvaje de las multinacionales, que
algunos gobiernos latinoamericanos han conformado un Eje tendiente, si no a
la Liberación, por lo menos a una mayor justicia y equidad. ¿Es esto así? Y
si lo es: ¿qué está haciendo entonces el enemigo?
Porque pensar ingenuamente que el "primer mundo" permitirá alegremente que Chávez
se declare socialista, que Morales nacionalice el petróleo y el gas, que Argentina
insista en controlar la implantación de pasteras en Uruguay (ejemplo menor que
podría conducir a temas mayores), en fin, que América Latina emprenda un camino
de soberanía política, ya que no de independencia económica, no le debe resultar
simpático.
¿Está América Latina genuinamente virando hacia la izquierda? ¿O simplemente
estamos "disfrutando" de los estertores de las democracias (que no conquistamos,
valga recordarlo), y que sobreviven penosamente intentando compatibilizar conquistas
sociales elementales y declaraciones de derechos humanos con condicionamientos
económicos que no hemos logrado sacudirnos y que ocasionan las contradicciones
políticas flagrantes que se advierten en nuestros gobiernos?
¿Y entonces?
Veamos: por el camino seguido en los últimos años, está quedando cada vez más
claro que hubo un solo demonio irrecuperable, irredimible, que fue el terrorismo
de Estado. Más allá de los errores cometidos por nuestras organizaciones guerrilleras
(que si, fueron "nuestras", argentinas aunque a algunos les cueste comprenderlo,
constituidas por argentinos y no por "extranjeros comunistas" importados de
quién sabe dónde), nadie medianamente ecuánime puede comparar honestamente la
lucha armada por la liberación y el socialismo, con la tortura, la desaparición
y muerte de 30.000 argentinos y el sojuzgamiento de todo un pueblo.
La frase: "Nunca más", entonces, es peligrosa. Implica una toma de conciencia
que se hace imperioso evitar si se pretende continuar explotando y sojuzgando
en una relativa "paz". Cada vez está más claro que el encubierto modelo de exclusión
de la globalización salvaje fue un engaño que solo se tolera (apenas) en base
a las "libertades democráticas" obtenidas. La violencia social producida por
esa exclusión está en pleno desarrollo y, por otro lado, las encuestas indican
que cada vez mayor porcentaje de la comunidad exige leyes más severas, castigos
más duros. Las consideraciones que hace pocos años incluían el concepto "más
justicia, menos violencia, menos delito", se diluyen en alaridos de "justicia"
de nuestra clase media, que suenan más a "venganza".
Esta es, entonces, una situación coyuntural ideal para el stablishment. Cuando
los pueblos comienzan a reclamar el "orden" y la "seguridad" por sobre la libertad,
el camino vuelve a los cauces que el sistema maneja muy bien y aceitadamente.
Pero es necesario nuevamente poner las cosas en su lugar: si los militares,
(y los empresarios y los políticos que los apoyaron) fueron demonios, no son
aptos para conducir una nueva etapa.
Por consiguiente, se necesita otro demonio que los reemplace. Retrotraer a la
sociedad a la "verdad verdadera": nada hubiera pasado si la "subversión" no
hubiera agredido a las instituciones. Y esto le permitirá también a la sociedad
sentirse menos culpable por su silencio cómplice durante los años de plomo.
Engatusados
Creo sinceramente que el progresismo se ha visto embarcado ("engatusado", sería
una palabra más exacta), en una operación tendiente -lisa y llanamente- a reflotar
la teoría de los dos demonios.
Que utiliza a Isabel como pantalla para desecharla luego y terminar juzgando
a las organizaciones guerrilleras que –según el plan- se convertirán en co-culpables
o principales responsables de lo ocurrido. Una operación estructurada, si, por
la oligarquía vernácula para preparar un camino de retorno estratégico que les
permita recuperarse de esa "victoria militar y derrota política" que mencionaban
por los ‘90 algunos generales cuasi olvidados, y que de unos años a esta parte
obliga a los dueños del capital a soportar este "tira y afloje" de poderes con
los gobiernos que pretenden negociar condiciones y exigirles que disminuyan
sus ganancias.
Una reivindicación política que les permitirá tergiversar la historia y afirmar
que "no hubiéramos hecho esto si la guerrilla no nos hubiera obligado", y que
sin duda prenderá en buena parte de la sociedad.
Se intentará frenar así esta "peligrosa" reivindicación que algunos sectores
de las nuevas generaciones hacen de la lucha de los ‘70. Se pondrá un límite
político y social a la defensa que el gobierno hace de los derechos humanos
y de esa lucha y se intentará detener los incipientes intentos de las agrupaciones
del Movimiento Peronista de recrear una estructura única, una "tendencia" independiente
del Partido Justicialista, agrupaciones que, "casualmente", están conducidas
en su mayoría por aquellos que integraron esas organizaciones armadas. Finalmente,
se desvirtuará la única herramienta que nos queda para mantener la esperanza
del cambio: que la sociedad asuma definitivamente que, aún con métodos erróneos,
nuestra lucha era justa y honesta.
Y aquí tal vez acierta Morales Solá cuando sugiere: "¿Podría la Justicia investigar
los crímenes de la dictadura y los de la Triple A esquivando siempre el otro
fenómeno que existió en aquellos años, el de la insurgencia armada que desafió
al Estado y que también secuestro y mató?"…."Hay encumbrados funcionarios kirchneristas
que consideran inevitable revisar la responsabilidad, por lo menos, de los jefes
de la guerrilla, sobre todo de los montoneros. Los líderes del ERP están casi
todos muertos. Garabatean los nombres de Firmenich, de Perdía, de Montoto, entre
varios más".
Probablemente los escasos dirigentes de Montoneros que han sobrevivido deban
transitar nuevamente por las celdas y los pasillos de los tribunales, porque
serán imprescindibles los chivos expiatorios que den razón de haber generado
todo "a costa de una juventud inocente e idealista, pero equivocada y contaminada
por el marxismo y la violencia".
Posiblemente, gracias a la ingenuidad de nuestros compañeros del progresismo,
y si la lealtad y la honestidad personal siguen siendo valores importantes para
los que hemos sobrevivido, debamos todos los ex militantes de Montoneros y ERP
considerar la alternativa de no abandonar en soledad a los que fueron, en su
momento, dirigentes de nuestras organizaciones.
Ojalá recordemos, si es necesario, que Firmenich, Vaca Narvaja, Perdía, Kremer,
independientemente de los errores cometidos y los concretos desacuerdos que
mantenemos, fueron y siguen siendo el Pepe, el Vasco, el Pelado y Luis, y que
todos somos quienes somos por lo que fuimos, y por las estructuras que en su
momento integramos.
Y será el momento de responder lo más dignamente posible a las ridículas preguntas
de los interrogadores del "sistema democrático", que se atreverán a indagar
severamente sobre Rucci (terrible error político, hay que decirlo) o sobre el
Comisario Villar, o sobre el Regimiento de Infantería de Monte de Formosa, o
sobre el Capitán Viola, pero que nunca podrán imaginarse lo que significa apostar
la vida por una idea.
Responderemos, espero, con las mismas palabras con las que Lope de Vega hiciera
responder a un pueblo entero:
"¿Quién mató al Comendador?"
"Fuenteovejuna, señor".
[Este artículo fue publicado como nota de tapa
el 08/02/07]
Si,
se murió ¿y?
Por Enrique Gil Ibarra
Entiendo la alegría, pero me resulta cuando menos, improcedente.
No veo porqué alegrarse cuando un dictador como Pinochet muere de muerte natural,
a los 91 años, sin que haya podido condenárselo por sus crímenes y delitos.
En realidad, el festejo popular me parece inmerecido en este caso. Es igual
a una democracia que viene "de arriba", a una conquista regalada.
En lugar de alegrarme, me preocupó seriamente la reacción de parte del pueblo
chileno, de dolor y pérdida.
Tristemente, un elevado porcentaje de los chilenos apoyaba (cualquier porcentaje
es elevado tratándose de un genocida) a Pinochet. Inclusive escuché por televisión
a una señora humilde llorando y manifestando que "Pinochet nos salvó de una
dictadura", curiosa inversión de la historia que se debe, sin duda, a la cantidad
de años que perduró el control pinochetista.
¿Cómo podemos evaluar el substrato que ha quedado en el inconsciente colectivo
de cientos de miles de chilenos que nacieron y crecieron entre el 11/9/1973
y el 11/3/1990?
Nótese que, durante la dictadura argentina 1976/1983, en esos años que nos parecieron
un milenio, "sólo" nacieron y crecieron niños hasta la edad de siete años, a
diferencia de Chile, donde los nacidos al comienzo de la dictadura tenían 17
cuando concluyó.
Tal vez esto dé la idea de uno de los porqués del importante apoyo que conserva
el gobierno dictatorial chileno. Otro, no menos importante, sea seguramente
la tergiversación histórica llevada a cabo durante casi dos décadas, que tuvo
sin duda tiempo de calar hondo en las nuevas generaciones, y que fue ejecutada
con mucha más capacidad que en Argentina. Efectivamente, en Chile asesores sicológicos,
periodistas especializados, técnicos en contrainsurgencia, desempeñaron tareas
no sólo de combate, sino de control y manipulación de masas mucho más efectivamente
que en nuestro país.
Adjunto aquí un trozo de artículo que tal vez ejemplifique lo afirmado:
El día 13 de junio de 1975 el Diario «La Tercera», a grandes titulares, amenazaba:
¿EJERCITO GUERRILLERO FORMAN CONTRA CHILE?
El periódico señalaba: "Más de dos mil extremistas chilenos están recibiendo
entrenamiento guerrillero en la República Argentina para ingresar clandestinamente
y operar en nuestro país. La información fue dada a conocer por fuentes responsables
del gobierno. El suceso se vinculó con la detención de un grupo extremista al
interior de Talca y con el hecho de que actualmente se persigue al resto de
sus integrantes. Se indicó que las informaciones sobre el entrenamiento guerrillero
han sido plenamente comprobadas por las autoridades argentinas y también están
en conocimiento de las autoridades de nuestro país. Se destacó también que entre
los extremistas hay gran cantidad de elementos del MIR y otros grupos marxistas
que públicamente figuran como desaparecidos. Todos ellos están recibiendo instrucción
y preparándose para entrar a Chile".
El análisis del recorte es una parte del trabajo presentado por Verdad y Justicia.
Una serie de investigaciones que el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo
(CODEPU) a través de su Equipo de Salud Mental; de Denuncia, Investigación y
Tratamiento del torturado y su núcleo familiar DIT-T y del Equipo de Documentación
e Investigación, publica con la finalidad de contribuir al esclarecimiento respecto
de las violaciones de los derechos humanos cometidos en Chile durante el período
dictatorial:
"En esta gran noticia dada en forma directa, afirmativa -no en condicional como
lo acostumbraba la prensa mercurial antes del Golpe de Estado- de modo que no
quedara duda, se transmiten dos importantes aseveraciones: la primera, la existencia
de un Ejército Guerrillero que vendría a atacarnos, lo que obligatoriamente
despierta y desencadena innumerables imágenes, representaciones y sentimientos
de peligro, de desastres y hace aparecer la figura inmanente de la muerte. El
segundo contenido, es la falsa verdad, lo que el régimen quiere transmitir:
las personas nominadas como desaparecidas no sólo no lo están, sino que están
presentes y vivas. Más aún, están recibiendo instrucción militar. Están preparándose
para desencadenar la guerra en el país.
Amenaza real, concreta, peligro inminente para el régimen. Pero no sólo para
él, sino para cada persona que vive en Chile. Junto a esto la descalificación
de aquellos que «calumnian» a la Dictadura al decir que existen detenidos que
están desaparecidos, es decir, que hay personas detenidas que no están en ningún
lado, que ya no se encuentran. Es este doble mensaje el que se quiere entregar
como verdad -realidad- a través de esta noticia.
Sin embargo, en esta campaña de desinformación y de amenazas algunas contradicciones
pueden surgir entre los funcionarios que elaboran las informaciones y los funcionarios
que están en el lugar de los hechos, en el lugar donde la prensa dice que suceden
los acontecimientos. Tal cosa sucedió entre el poder dictatorial central y el
Coronel Chacón, militar. Intendente de la VII región. Lugar en donde se capturaron
a los extremistas, zona a la cual llegaría -según la prensa- el ‘Ejército Guerrillero’".
(Directora Responsable: Dra. Paz Rojas Baeza.Equipo DIT-T: Dra. Paz Rojas Baeza,
Psi. María Inés Muñoz Briceño. Equipo de Documentación e Investigación: Viviana
Uribe Tamblay. Colaboradores: Rosella Baronti, Erika Hennings, María de la Luz
Huidobro, Gustavo Ramos).
Otro punto a considerar es la coyuntura internacional y sus consecuencias, y
la distinta manera de aplicarse la globalización liberal en Chile y en Argentina.
De hecho, los primeros años posteriores a la destrucción de las industrias nacionales,
el acrecentamiento de la deuda externa, etc., debieron ser afrontadas en Argentina
por una democracia endeble, que, si bien intentó buscar el equilibrio entre
la política democrática, el respeto a los derechos humanos y la aplicación de
justicia posterior al genocidio, se vio superada por una realidad económica
que hizo tambalear ese frágil entarimado y debió retroceder, entregando más
aún, a partir del 89, la integridad de la Nación. No obstante, aún con ese retroceso
hubo, como no sucedió en Chile, enfrentamientos y contradicciones que por lo
menos posibilitaron que el nivel de conciencia nacional no se perdiera por completo.
Por el contrario, en el vecino país el plan neoliberal pudo ser aplicado durante
17 años sin restricciones, ni políticas ni sociales.
El boicot a la Unidad Popular ocasionó en el 73 una inflación oscilante entre
el 342% (cifras oficiales) y el 600 % (extraoficiales). En ese inmejorable cuadro
aparecieron los Chicago Boys de Milton Friedman:
"Su primera intervención en el gobierno fue en ODEPLAN, (Oficina de Planificación
Nacional), en donde plasmaron las ideas económicas de "El Ladrillo", documento
solicitado por el almirante Merino con anterioridad al golpe de estado y que
fue la aplicación de aquellas ideas a la realidad de Chile. La marina, consecuentemente
encargada del área económica, se guió por dicho texto, contando con la asesoría
de los Chicago Boys. Los métodos económicos tradicionales que intentó el régimen
no prosperaron, la inflación continuaba por el 300%, el gasto público seguía
alto y el cobre se desplomaba a la baja. Los Chicago ingresaron al gobierno
en 1975, con Jorge Cauas en el Ministerio de Hacienda, Sergio de Castro (líder
de los Boys) en el Ministerio de Economía y Pablo Barahona en el Banco Central.
Para convencer a Pinochet de sus ideas (el Ejército mantenía el apego al estatismo
tradicional de Chile) trajeron a su mismísimo maestro, Milton Friedman, quien
le dio dos soluciones a la crisis que pasaba el país. La primera era por medio
de una recuperación lenta del "paciente" (el país), pero advertía Friedman que
éste, de tanto esperar, podría morir. La segunda era darle al paciente un tratamiento
de "Shock", para revitalizarlo, pero con efectos colaterales muy graves" (Wikipedia).
Como corresponde, se aplicó el tratamiento de shock. Aumentó el IVA, se destruyó
el ahorro y terminaron los planes de vivienda social. El gasto público (generador
de empleo) se redujo en un 20%, y el 30% de los empleados públicos fueron despedidos.
Por supuesto, a partir del 77 empezó a producirse ese raro fenómeno del país
rico con habitantes pobres, se profundizó y amplió la brecha entre clases sociales,
aumentó el desempleo general (posibilitando la bastardización de sueldos y condiciones
laborales) y se produjo, evidentemente, lo que el mundo comenzó a denominar
"el milagro chileno".
Para la llegada de la democracia (condicionada) en Chile (1990), y a partir
de 1982, todo se había estabilizado, y la transición a esa seudo democracia
pudo producirse sin sobresaltos, si bien la intentona de Pinochet de perpetuarse
todavía más en el poder fracasó con el plebiscito de 1988, en el que fue derrotado,
aunque un alto porcentaje de los chilenos votó a su favor.
Prueba del condicionamiento de la democracia chilena fue que el retorno a la
democracia se produjo bajo su constitución dictatorial de 1980, que establecía:
• Disminución de las facultades del Congreso.
• Creación del Tribunal Constitucional.
• Se considera al Estado subsidiario en lo económico, social y cultural.
• Creación del Consejo de Seguridad Nacional, presidido por el Presidente de
la República.
• Se sustituye el sistema proporcional electoral por uno binominal.
• Se establece el sistema de "segunda vuelta" electoral cuando no se ha logrado
mayoría absoluta en las elecciones presidenciales.
• Se fija el período presidencial en 8 años (después se cambiarían a seis y
luego a cuatro).
• Se establece un plazo de transición a la democracia, primeros ocho años en
que Pinochet gobernaría como presidente, y cuando termine ese periodo la junta
pondrá un candidato (que sería Pinochet posteriormente) para que lo apruebe
en un nuevo mandato de 8 años o lo rechace, si es esto último Pinochet gobierna
un año más y se llaman a elecciones democráticas al año siguiente.
En fin, que Pinochet continuó siendo uno de los rectores de la política chilena
y senador vitalicio.
Esta permanencia en el poder quizás sea otra de las causales que mantienen la
aceptación del pinochetismo, y me remite al principio de este artículo: en Argentina
existe un ánimo de "cosa juzgada" con respecto a los crímenes de "nuestra" (qué
espanto) dictadura militar. Esto origina que aún los ciudadanos menos progresistas,
muchos de ellos beneficiarios de su política económica, sientan pudor de reivindicarla
porque, aún cuando en realidad no les preocupe demasiado, no pueden sostener
frente a sí mismos y sus allegados la defensa del desaparecimiento, el asesinato
y la tortura.
En Chile, la falta de ese juicio social público y generalizado, permite que
un enorme porcentaje de ciudadanos valoricen el resultado económico desestimando
el político, ya que no sufren idéntico descrédito. A esto aporta, una vez más,
la inusual duración del gobierno dictatorial, que posibilitó el "olvido" de
los primeros 5 ó 6 años represivos, cubriéndolos con un manto protector de una
década de represión encubierta y "legal": una represión "sin enemigos".
No obstante, "la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional, creada a inicios
de 1974 por el decreto ley N° 521, y a cargo inicialmente del teniente coronel
de ingenieros Manuel Contreras) empleó el secuestro, la tortura y el asesinato.
Tenía también agentes internacionales, siendo el más destacado el estadounidense
Michael Townley, quien asesinó a Carlos Prats en Buenos Aires y a Orlando Letelier
en Washington. Su otro dispositivo internacional era la Operación Cóndor, de
cooperación ente los diversos organismos de inteligencia de las dictaduras latinoamericanas
de contrainsurgencia, con el objetivo de contener cualquier elemento de izquierda.
Solo se detendría su funcionamiento al ser reemplazada por la CNI (Central Nacional
de Informaciones), y Contreras por Odlanier Mena. Contreras después afirmaría
que todo lo que realizó fue por órdenes superiores, y que el jefe de la DINA
era el general Pinochet".
¿Esta represión fue olvidada por los chilenos?
De ninguna manera. La diferencia es que las "ventajas" del olvido prendieron
más en un sector más amplio de la sociedad chilena que en la Argentina.
Recapitulando, diría entonces que la muerte de Pinochet no debe ser un motivo
de alegría, si se analiza desde el punto de vista político y no emocional. Cuanto
más, podría sentirse un cierto alivio moral (un mundo una pizca menos malo),
pero de ninguna manera una suerte de "liberación" de la carga.
Por cierto, la carga existe y es aún más pesada: cuando desaparezcan los emblemas
de las represiones, el olvido posiblemente ganará terreno, y gran parte de los
sectores que, sin otra militancia, se ven "obligados" a manifestarse contra
esos "emblemas", considerarán cumplida su misión, porque "después de todo, ya
se murieron".
¿Lo mismo nos ocurrirá cuando muera Videla?
Creo que, más allá de las expresiones emocionales (que son individualmente válidas),
es importante recordar que no hay nada para festejar. La muerte natural de un
dictadorzuelo no arroja réditos políticos a un proceso nacional, popular o revolucionario.
De alguna forma, hasta podría asegurarse que Pinochet murió triunfante: su proyecto
económico (el de sus amos) fue implementado, su proyecto político (ídem) se
halla asentado y ni siquiera pudo condenárselo por ladrón.
Que se comprenda: no critico el festejo por sí. Simplemente, me parece injustificada
la alegría, cuando apenas si podemos insinuar la potencialidad de recobrarnos
de la derrota.
Fuentes:
Wikipedia
Barros, Robert, La Junta Militar Pinochet y la Constitución 1980, Santiago de
Chile: Editorial Sudamericana.
Huneeus, Carlos (2000), El Régimen de Pinochet, Santiago de Chile: Editorial
Sudamericana.
Katz, Claudel, Chile Bajo Pinochet, Anagrama.
Si
se muere
Si se muere, se termina un mundo.
No el mundo, desde luego. Pero un mundo. Uno que él contribuyó a modelar. Bien
o mal, tal vez no fue el mejor. Sí uno de los pocos. Si se muere, algunos cantarán
victoria. Imbéciles y lerdos, no comprenden que lo que importa no es la muerte.
Después de todo, cuando muera, no será más que normal. Su no muerte es otra
cosa, otro canto, otra palabra. Pero si muere ahora, habrá cumplido. Nos sobrevivió
durante décadas. Nos permitió los sueños. Nos mantuvo la gloria. Cuando éramos
jóvenes, no fue más que una idea. Ni siquiera el primero, probablemente el último,
no aportó las ideas, ni las ideologías. Ni tampoco fue, especialmente, innovador
en las prácticas. ¿Por qué es que lo queremos? Si se muere, habrá cientos de
tontos llorando por las calles. Como con Allende, como con Martín. Habrá miles
de idiotas recitando hosannas. Festejando con deleznables champanes maiameros.
Fue dueño de su tierra y de su gente. Con esa calidad de propiedad que da la
pertenencia. Manejó su vida. ¿Qué más pedir? ¿Qué esperar de un insensato mundo?
Produjo su ilusión, y hollywood lo envidia. Claro que se filmarán miles de metros.
Por supuesto que la historia no lo absolverá, si ellos la hacen. ¿Y a quién
le importa? Puteamos tanto contra su lengua kilométrica, que siento que sólo
extrañaré la sensación de hartazgo. Pero fue divertido, fue simbólico, aunque
insisto en que tampoco me gusta la pachanga. Si se muere, ¿Arriaremos las banderas?
¿O será más que un símbolo? ¿Quién portará, al fin y al cabo, el uniforme que
no debiera haber caído? ¿Quién heredará los 900 millones de consignas? ¿Los
400 millones de esperanzas? Los 156 pesos cubanos. ¿Los gusanos? ¿Y mis cuentas
pendientes? ¿Y la charla que nunca tuvo tiempo? Si se muere, me quedará un cachito
de silencio. Varias preguntas. Una historia por narrar. Y un cuento. Cuando
se muera, no habrá esas rebeliones de la historia. Solo un pobre barquito, me
imagino, navegando en el golfo, abuela solitaria, y al timón, tres sombras.
Humeantes, pelilargas, memoriosas, sonrientes. Burlonas. Satisfechas. Si se
muere (hay que decirlo), llegará justo a tiempo. Sin arrepentimientos ni traiciones.
Sin debilidades, sin miserias. Nos digitó la época, nos masturbó la hombría.
La puta, que no es poco. La ciudad se poblará de jineteras llorosas, de cafishios
sonámbulos, de cañeros perdidos, de universitarios y consignas. No estaré allí.
No lloraré. No hablaré del tema ni con nadie. Voy a extrañarlo. No mucho. Pero
un poco.
hendrix
La
incógnita de los bonos de carbono
¿Yo, señor? No, señor.
Por Enrique Gil Ibarra
Cuando entró en vigor el Protocolo de Kioto, el 16 de febrero del pasado año,
se instauró un sistema que insufló optimismo a ambientalistas de todo el mundo.
A partir de esa fecha, un nuevo "valor negociable" ingresaba al mercado internacional,
y prometía una solución práctica al prblema del calentamiento global: los Bonos
de Carbono.
¿Qué son y para qué eran estos bonos? Para explicarlo simplemente, una especie
de "letra de cambio" que podía adquirir toda empresa o país que excediera su
cuota autorizada de contaminación –emisión de dióxido de carbono- y de esa manera
evitar la condena internacional, pagar la multa correspondiente (40 euros por
tonelada en la Unión Europea), y demostrar su buena disposición ecológica. ¿Donde
podían adquirirse estos bonos? Pues con cualquier nación y empresa que redujera
sus niveles de contaminación llevando adelante proyectos que contribuyeran a
este objetivo, como planes intensivos de forestación, reciclado de residuos
orgánicos, etc.
¿Cuál era el objtivo de este intercambio? Demostrar que los gobiernos de los
países firmantes del Protocolo eran verdaderamente concientes del problema y
honestamente buscaban –y aparentemente aplicaban- soluciones prácticas, veloces
y efectivas.
Recordemos que en este protocolo los países industrializados -Estados Unidos,
Japón, China y las naciones de Europa- reconocieron su responsabilidad en el
cambio climático, porque han sido ellos quienes han quemado más combustibles
fósiles y sus sistemas económicos implican gastos enormes. Por ello fueron los
países industrializados los que se comprometieron a reducir sus emisiones mientras
que los países llamados en vías de desarrollo no debieron asumir el mismo compromiso.
Optimismo = ingenuidad
La realidad –nuevamente- ha demostrado que una cosa son las buenas intenciones
y otra los intereses omnipresentes. Los bonos de carbono tan elogiados por la
prensa y los gobiernos se están transformando en un mecanismo perverso que está
justificando que no se tomen las medidas necesarias, en un negocio en el que
el clima es una excusa para hacer plata en lugar de que, como se pensó originariamente,
la plata sirviera para resolver el problema del clima.
Un ejemplo: Yo, empresario argentino, decido plantar eucaliptos y vender bonos
de carbono a una fábrica de celulosa que contamina en Alemania. A mí me pagan
por ese servicio. Todo bien. Pero entre el comprador y yo hay una cantidad de
intermediarios que están negociando (y agregando valor) a un commodity que no
existe. Se está traficando algo que es virtual pero que vale miles de millones
de dólares, porque permite, justifica, seguir emitiendo más carbono a un precio
mucho menor que si se adoptaran las medidas que hay que adoptar.
Aún esto sería admisible, si tomamos en cuenta que hablamos de empresas y empresarios,
y sabemos que el objetivo primario de toda empresa es la ganancia, muchas veces
dejando de lado ciertos valores éticos.
"Antes de los comienzos de la Revolución Industrial había alrededor de 580.000
millones de toneladas de carbono en la atmósfera. Hoy en día esa cifra ha trepado
a más de 750.000 millones, la más alta en los últimos 200.000 años, al tiempo
que años tras año aumenta en 6.000 millones. Un 90% de este incremento en las
emisiones de CO2 y otros gases causantes del calentamiento global proviene de
los países del Norte". Larry Lohmann
Pero lo que en verdad está ocurriendo es otra cosa: Imagine la misma empresa
de Alemania, que "sabe" que durante los próximos –digamos- veinte años va a
continuar excediendo su cuota de contaminación. Entonces, esa compañía busca
en algún país cualquiera –el nuestro, por ejemplo- un hermoso terreno de algunos
cientos de miles de hectáreas y, por sí o por un intermediario, lo adquiere.
Puede ser que haga una plantación de eucaliptos y diga: "Vendo este servicio
de carbono durante 20 años", por lo que inmediatamente comienza a recibir subsidios
del Estado. La empresa alemana – y propietaria- se auto compra los bonos durante
20 años, percibe los subsidios estatales, recupera el dinero pagado por los
bonos "limpios" y continúa contaminando como si nada. Después de los 20 años
corta todos los eucaliptos y se los vende a sí misma para producir celulosa.
Negocio redondo.
Es evidentemente un mecanismo perverso. ¿Porqué los gobiernos de los países
desarrollados lo admiten? Porque quieren hacer un buen negocio: no tienen que
reducir sus emisiones en la medida que deberían, ya que para reducir las emisiones
tendrían que cambiar el modelo energético, buscar otros tipos de energías que
no sean petróleo, etc. En segundo lugar, apuestan a la caída de los precios
porque, como promueven esto en todo el mundo, los bonos de carbono van a valer
cada vez menos, y la posibilidad de continuar contaminando será cada vez más
barata.
Ricardo Carrere, coordinador internacional del Movimiento Mundial por los Bosques
Tropicales (* World Rainforest Movement - WRM) dice refiriéndose a este mecanismo:
"un país como el Reino Unido, Holanda, Francia o Alemania, que se compromete
a reducir sus emisiones en un 5, puede reducirlas menos. ¿Qué es lo que puede
hacer? Puede decir: ‘Bueno, en vez de un 5 reduzco un 4% - ahí me ahorro bastante
plata - y en vez de reducir un 1% más, hago una gran plantación de eucaliptos
o pinos en Argentina, Uruguay, Chile, Uganda o Ecuador’. Esto ya está pasando
en Uganda y en Ecuador, en particular, y en Uruguay también. ¿Cuál es la idea?
El carbono que emito en Holanda va a la atmósfera y yo lo atrapo después con
una plantación de eucaliptos en Argentina. Entonces están incrementando el problema
porque están aumentando la cantidad de carbono sobre la corteza terrestre y
además lo están acumulando en algo que es totalmente inestable. Una plantación
de eucaliptos se puede prender fuego o la pueden afectar pestes, morir los árboles,
descomponerse y liberar todo el carbono. Una plantación de eucaliptos normalmente
se transforma en celulosa y papel, y el papel, la mayor parte, vuelve a la atmósfera
porque se descompone en menos de un año".
Por su parte, Larry Lohmann, integrante de The Corner House, de Endgame.org
y otras intituciones internacionales de preservación del medio ambiente, se
muestra bastante escéptico: "El problema consiste en cómo establecer una ‘equivalencia’
significativa y confiable entre el carbono secuestrado en forma permanente en
depósitos de combustible fósil, el CO2 transitorio en la atmósfera, y el carbono
secuestrado temporalmente como resultado de cualquier plantación de árboles
o programas nacionales de forestación. Nadie tiene idea de cómo hacerlo. Y es
poco probable -dice Lohmann- que algún día se pueda lograr. Es imposible predecir
con la necesaria certidumbre cuánto carbono podría remover de la atmósfera un
proyecto de plantaciones, y por cuánto tiempo. (…) Los proponentes de plantaciones
como sumideros de carbono sufrieron un inesperado revés en octubre de 1999,
cuando un informe del Panel Intergubermental sobre Cambio Climático (IPCC) llegó
a la conclusión que a medida que la Tierra comienza a calentarse y la respiración
(que es el proceso por el cual los árboles liberan CO2 a la atmósfera) aumenta
más rápidamente que la captura de CO2, esas plantaciones comenzarían a liberar
la mayor parte del carbono a la atmósfera."
Es interesante en este aspecto el rol que está cumpliendo el Banco Mundial,
que inventó el "Fondo Prototipo de Carbono", a través del cual está creando
este mercado. El Banco Mundial, que teóricamente debería dedicarse a eliminar
la pobreza, se está dedicando a generar un mercado de carbono, del valor de
miles de millones de dólares. Ya en 1997 propuso cobrar un 5% de comisión por
el comercio de carbono, logrando una utilidad de U$S 100 millones en 2005. Asimismo,
el Banco Mundial es la principal institución que emergió de la Cumbre de la
Tierra para catalizar la energía sustentable en los países "en desarrollo".
Irónicamente, desde 1992 hasta el 2005 realizó inversiones por U$S 28.000 millones
en proyectos de combustibles fósiles, aprobando cada 14 días proyectos de este
tipo. En ese período financió 1 proyecto para el desarrollo de energías renovables
o eficiencia energética cada 17 de combustibles fósiles.
Y los precios caen
Veintiún países de la Unión Europea (UE) entregaron 2,5% más permisos de emisión
de dióxido de carbono que los necesitados por sus industrias y centrales eléctricas
el año pasado. Dichas naciones autorizaron 1.830 millones de toneladas de emisiones,
según un comunicado de la Comisión Europea, el brazo administrativo de la UE.
Esto se compara con los 1.790 millones de toneladas emitidos en la práctica.
La información excluye a Polonia, Chipre, Luxemburgo y Malta.
Pese a estas aparentes "buenas noticias", Greenpeace y Ecologistas en Acción
aseguran que bajo este supuesto ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero
se encuentra una "trampa": los gobiernos europeos habrían sido "muy generosos"
en la asignación de derechos gratuitos de emisión de CO2 y a las industrias
les ha resultado fácil cumplir, con la excepción de las eléctricas. El resultado
final ha sido reducir fuertemente el incentivo de los emisores para reducir
sus emanaciones, y consiguientemente la desvalorización de los bonos.
Los precios de los bonos de carbono han caído 72% desde el 19 de abril, cuando
llegaron a un récord de 31 euros la tonelada métrica.
El sistema de la UE está supuestamente diseñado para ayudar a la región a cumplir
con el Protocolo de Kyoto, un acuerdo para frenar las emisiones de gases invernadero,
que están provocando el calentamiento global.
Las acciones en Alemania sufrieron el 12 de mayo su mayor caída en un año, empujadas
por los dos principales emisores, E.ON y RWE, por la caída los precios de la
energía. (Bloomberg).
España tiene el triste privilegio de contarse entre los cinco países de la Unión
Europea más contaminadores del ambiente junto con Austria, Irlanda, Italia y
Reino Unido. En un informe que circula entre los 25 países miembros, la CE dice
que han superado la cuota de emisiones de dióxido de carbono asignada para su
industria en 2005, contaminando más de lo que tenían permitido en el primer
año de funcionamiento del mercado de derechos de emisiones de CO2.
A los alemanes les interesamos
La empresa alemana Nserve se especializa en el abatimiento de óxido nitroso
en plantas químicas. Controlan 10 de ellas en Sudamérica, África, Medio Oriente
y sudeste de Asia.
Por supuesto, participan en el desarrollo e implementación de Certificados de
Reducción de Emisiones de gases, ya sea a través de proyectos en refinerías
petroleras, en plantas de carbón, proyectos energéticos de biomasa o plantas
de gas.
Durante el reciente viaje que realizó el ministro de la Producción de la provincia
del Chubut Martín Buzzi a ese país, los directivos de la empresa alemana se
apresuraron a manifestarle su interés. Durante el encuentro se trató específicamente
el tema de los bonos aplicados a las actividades de energía eólica y forestación,
destacándose, además, las condiciones que presenta nuestra provincia para el
desarrollo de estos proyectos de bonos de carbono.
A los japoneses, también
La Cooperativa Eléctrica de Comodoro Rivadavia se convirtió en la primera institución
de Latinoamérica que concretó la comercialización de bonos de carbono a Japón.
El parque Antonio Morán posee 26 aerogeneradores, de los cuales sólo 16 forman
parte del proyecto, dado que su instalación es posterior al año 2000, momento
que fija el protocolo para la realización de este tipo de convenios.
La compradora es la empresa Japan Carbon Finance. A pesar de que aquí se presentó
como una "fundación", en realidad es una "Limitada" dedicada a comprar créditos
de carbono para sus acionistas (Japan Bank for International Cooperation (JBIC),
Development Bank of Japan (DBJ), Chubu (sic) Electric Power Co.,Inc., Tokyo
Electric Power Co.,Inc., Nippon Oil Corp., Mitsubishi Corp., Mitsui & Co., Ltd.,
Sumitomo Corp. ) tal cual lo indican en su propia página web: http://www.jcarbon.co.jp/
La Cooperativa venderá sus certificados en tres etapas de siete años cada una:
en la primera se liquidará el equivalente al carbono retenido entre los años
2000 y 2007, a partir de la ampliación del parque eólico Antonio Morán.
Por ese período, la Cooperativa habrá certificado un total de 26.000 toneladas
anuales no emitidas a la atmósfera, a partir del reemplazo de energía producida
por usinas termoeléctricas, por su equivalente en energía eólica. En la primera
etapa de siete años, se estima que el total de carbono retenido es de unas 145.000
toneladas, mientras que la cotización de los bonos permite inferir un valor
de entre 6 y 8 dólares por tonelada.
Y el calentamiento sigue
Mientras se producen todas estas contradictorias situaciones, el mismo Banco
Mundial que invierte 28.000 millones de dólares en proyectos de explotación
de combustible fósil, denuncia a China y la India por acelerar la producción
de gas de efecto invernadero, dando a conocer que las emisiones de dióxido de
carbono de China aumentaron en un 33% durante el último período de diez años,
y que el aumento de gases por parte de India fue incluso mayor, 57%.
Además, los preocupados funcionarios advierten severamente que fábricas, automóviles,
equipos de calentamiento de agua y calefacción, y lugares donde se producen
gases en todo el mundo, están produciendo más de 24 mil millones de toneladas
de dióxido de carbono anualmente, un aumento del 15% en un período de diez años.
La evaluación del Banco Mundial señala que todos los países son vulnerables
al cambio climático e insta a los líderes mundiales a "hallar soluciones creativas
que reduzcan el calentamiento global".
Desde China, contrarrestan las críticas poniendo en funcionamiento la presa
de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidráulico del mundo, que contribuirá
a que China reduzca su consumo de carbón en 50 millones de toneladas anuales
y equivale a siete plantas térmicas de 2,6 millones de kilovatios de capacidad
cada una.
Se afirma que gracias al ahorro en el consumo de carbón, China reducirá en 100
millones de toneladas sus emisiones de dióxido de carbono, junto con descensos
de 2.000 y 10.000 millones de toneladas en la emisión de dióxido de sulfuro
y óxido de carbono, contribuyendo de este modo a aliviar la contaminación atmosférica
del gigante de Oriente.
Sin embargo, Xie Xiufa, ingeniero perteneciente al Buró de las Tres Gargantas,
dependiente del Comité de Recursos Hídricos del Yangtsé, reconoció que "todo
proyecto a gran escala cuenta con efectos positivos y negativos en el medio,
los cuales solo pueden ser contrarrestados con la toma de medidas efectivas.
Hasta el momento -indicó-, el proyecto de las Tres Gargantas no ha producido
importantes efectos negativos en la calidad del agua, las condiciones geológicas
o el cambio climático de la zona".
Pero no desesperemos. Sin duda los producirá.
Lo único de lo que aparentemente se puede dar fe, es que los intereses económicos
y financieros no se llevan bien con la ecología. Lo preocupante no son las evidentes
contradicciones que se manifiestan en este informe, sino el tiempo que continuamos
malgastando en una batalla que se libra en no más de tres décadas y luego de
la que, si la perdemos, nada volverá a ser igual.
Fuentes:
Vallette, Jim; Wysham, Daphne y Martínez, Nadia; En sentido contrario desde
Río. El camino del Banco Mundial hacia la catástrofe climática, Red de Energía
y Economía Sustentables/Instituto de Estudios Políticos/Instituto Transnacional,
Bs.As.
Lohmann, Larry; El mercado de Carbono: sembrando más problemas, revista Hoja
x Hoja Nº3, Epuyén (Chubut, Argentina).
Lohmann, Larry; Climate Politics after Montreal: Time for a Change -2006
* El World Rainforest Movement WRM, fundado en 1986, es una organización que
trabaja por la protección de los bosques tropicales y subtropicales y la promoción
de derechos de las comunidades que los habitan. Su secretaría internacional
funciona en Montevideo, Uruguay. wrm@wrm.org.uy
La
plaza de mañana
A no confundirse: no "del mañana", sino "de". Una plaza programada para demostrar
varias cosas:
a) Dónde está el poder de convocatoria.
A este nivel, las lacrimosas críticas sobre el empleo del "aparato", del abuso
del "clientelismo", pueden descartarse por inconducentes. A esas críticas se
les responde con un simple: Si ¿y qué? ¿Acaso existe hoy en la Argentina otra
fuerza, de cualquier signo, que logre reunir -con los métodos que fueren- esa
cantidad de personas en la Plaza de Mayo? Si no existe, queda claro que el poder
de convocatoria –aunque no sea "espontánea"- está en el gobierno y en ningún
otro lugar. Las disquisiciones "éticas" en este aspecto suenan más a "las uvas
están verdes" que a un verdadero y honesto análisis político de la realidad.
b) De la reelección no es necesario hablar.
¿Para qué? Desde hace bastante tiempo toda aquella persona que, además de pensar,
conozca algo de peronismo, sabe que cuando un hecho es indiscutible, plantearlo
es superfluo. Todo el discurso del presidente Kirchner sonó a futuro. Es decir,
no fue el planteo de un hombre que ha recorrido tres cuartas partes de su mandato
y comienza a despedirse. Por el contrario, fueron las palabras de alguien que
sabe que quiere continuar, que está convencido de que la mayoría quiere que
continúe, y que pide a esa mayoría apoyo para varios años más.
Guste o no, ésa es la realidad del hoy. E indiscutiblemente, Kirchner sabe aprovecharla:
el enorme pingüino flotante, "inocente" y anónimo detrás de la Rosada dio fe
de ello.
c) El periodismo y la dirigencia opositora están nuevamente décadas atrás de
la realidad.
Acusar al Gobierno de realizar un acto político un 25 de Mayo –como si esto
fuera un delito- no sólo es erróneo sino infantil. ¿Qué mejor día que un 25
de Mayo para proponer un rumbo político? ¿Y qué tendría de malo?.
Que ese rumbo se pueda implementar o no, es otra discusión.
Lo cierto es que nuevamente Kirchner montó su caballo de batalla sobre los derechos
humanos y sobre los compañeros desaparecidos. Casi se pudo oír su pensamiento:
"Prometimos llevarlos con nosotros a la victoria. Aquí estamos".
Sin entrar a discutir cuánto de optimismo triunfalista puede haber en esto,
lo real es que Kirchner volvió a explicitar que existe una historia –y por consiguiente
un proyecto- que no deben olvidarse.
"Recurso fácil para captar giles" pensarán algunos. Es posible. Pero es innegable
que públicamente, un 25 de mayo, y por primera vez, un gobernante reivindicó
claramente un lado de la historia que para la sociedad sigue en disputa, y que
representa -eufemísticamente- un específico modelo de país.
Nuevamente, que este gobernante y este pueblo logren implementar ese modelo
de país, es otra discusión.
Cierto es también que oficialmente se instauró el concepto de que el camino
pasa por los objetivos que tenían esos treinta mil desaparecidos, a los que
se homenajeó en la plaza.
Convertir ese concepto en hechos no será fácil. Probablemente ni Kirchner tenga
demasiado claro qué significa esto en la práctica. Será entonces tarea de los
que (pensamos que) lo tenemos claro, aportar lo necesario para que la voluntad
aparente no termine en voluntarismo idiota, impotente o, peor aún, fracasado.
Atención
Por último, hubo también otro hecho que quedó tapado por la Plaza de Mayo: La
otra plaza. En la Plaza San Martín, el 24, el otro modelo de país explicitó
ante cámaras y también por primera vez en 23 años sus objetivos: No hubo errores,
no hubo excesos. Estuvieron bien las desapariciones y las torturas, y la dictadura
fue, no sólo necesaria, sino lo mejor que le pudo pasar a la Patria. Lástima
que no se pudo concluir el trabajo.
Hace 48 horas quedaron por fin desautorizadas públicamente las absurdas teorías
políticas que insisten en una potencial reconciliación y olvido. No sólo los
carcamanes mayores de 70 estuvieron allí. No sólo los olvidados (retirados)
generales, ex capitanes, mayores y coroneles del Proceso. Había jóvenes tenientes,
capitanes y mayores en actividad. Había jóvenes "artistas", "escritores", abogados,
en fin, cientos de militantes del golpismo. Que no tuvieron empacho (por primera
vez) en proclamar que si tuvieran (¿¿??) una bomba, la pondrían en la plaza
al día siguiente. Que llamaron a la preclara dirigencia occidental y cristiana
a reaccionar valientemente frente a la barbarie dictatorial "marxista leninista".
Ellos no pedían –como lo hizo hipócritamente Mariano Grondona- olvidar. Menos
mal, porque nosotros tampoco estamos dispuestos a hacerlo.
Allí está verdaderamente el adversario. Por primera vez en tantos años, los
tibios de nuestra sociedad deberán llamarse a la sinceridad. Deberán elegir
una historia, una realidad. No podrán escudarse en que "todo eso ya pasó", en
que "hay que mirar al futuro", y "olvidar los rencores que nos separaron".
Porque esos rencores no son el pasado, sino el presente. Porque el país que
construyamos será uno u otro, jamás ambos.
Y porque la opción sigue siendo la misma: un país más justo, o un país de mierda.
Y una reflexión para nosotros: Esa es la única diferencia que debería importarnos
en esta etapa. La que separa, aún con vacilaciones, incoherencias, retrocesos,
el campo popular del otro campo: el de los verdaderos enemigos, el de la injusticia,
el racismo, la explotación, el hambre y la traición. El campo de la dependencia.
Los
menores y el delito: Llegó la hora de tomar decisiones
por Enrique Gil Ibarra
El incremento del número de menores que delinquen
es un hecho preocupante, no sólo en las grandes ciudades de nuestro país, sino
también en nuestras otrora "pacíficas" provincias del sur. Mientras se concluye
la edición de esta nota (10 de marzo), un homicidio cometido en Trelew por un
joven de 17 años ha sacudido a la comunidad. El adolescente en cuestión había
acumulado 26 "entradas" policiales – y por consiguiente 26 "salidas"- por diversos
delitos, algunos con armas, durante los últimos tres años.
Por un lado, cada vez son más los adultos que utilizan a los menores de edad
para cometer los delitos aprovechando su inimputabilidad. Por otra parte, los
hechos indican que las familias de esos menores se muestran impotentes, ineficaces,
cómplices o, en el peor de los casos, indiferentes.
La situación empeora, y hay puntos que ya no merecen debate:
• El delito se incrementa, en muchos casos protagonizado por menores de edad,
consecuentemente con la crisis social que afecta al país desde hace años.
• La legislación no se adapta a estos nuevos requerimientos.
• Los jueces se manifiestan "atados de pies y manos" por la Ley.
• Los funcionarios públicos, a su vez, cargan las tintas sobre la Justicia.
• La ciudadanía, impotente, ha hecho suya la frase "entran por una puerta, y
salen por la otra".
Lo trágico de esta situación es que todos tienen razón.
No es conducente continuar discutiendo sobre los "motivos" (que los hay y muchos)
que la han producido, sino emplear ese tiempo en implementar urgentes soluciones.
Estadísticas informales de Trelew indican que aproximadamente el 65 % de los
delitos cometidos en la ciudad son protagonizados por menores de edad. De esos
menores, una gran mayoría son reincidentes. No es descabellado entonces suponer
que si se encara una decidida acción para rehabilitar a estos menores, podrá
aliviarse sustancialmente este problema.
Los derechos del niño
Es absolutamente cierto que los derechos internacionalmente reconocidos a favor
de los menores de edad prohíben su reclusión en prisiones comunes, y esta objeción
es sustancialmente correcta y razonable, ya que es manifiestamente imposible
recluir a un menor de edad en una cárcel no adecuada para recibirlo. Existe
en ellas superpoblación carcelaria, los institutos penales se han convertido
en universidades del delito y la realidad del interior de los mismos es crítica:
celdas atestadas, organizaciones delictivas jerarquizadas, constituidas en el
interior de los penales, complicidad y cobertura en muchos casos de los mismos
guardianes y, por sobre todo, la cruda situación con la que se estrellará el
recluso al terminar su condena: sin dinero, sin trabajo ni posibilidad de conseguirlo,
en muchos casos abandonado por su familia, sin vivienda, etc.
Es evidente que el actual sistema no sólo no prevé la rehabilitación del recluso,
sino que lo empuja a volver a delinquir, ya que muchas veces ésta es la única
alternativa inmediata que logra visualizar un ex convicto que, recordémoslo,
generalmente tiene un pobre nivel educacional y reducidas capacidades intelectuales.
Es claro que en las mencionadas condiciones, resulta impensable recluir a un
menor en esos establecimientos, ya que esto supondría literalmente una condena
de por vida.
No obstante, es importante aclarar que los convenios internacionales, si bien
se manifiestan contrarios a la reclusión de menores, plantean específicamente
que ésta es admisible por tiempo determinado, respetando plenamente los derechos
del niño y el adolescente, y en los casos en que la libertad del menor ponga
en peligro la seguridad de la comunidad o la del propio menor. Nuestro país
firmó el Protocolo de la Convención Internacional de Derechos del Niño el 15
de junio del 2000 y lo ratificó el 10 de septiembre del 2002.
La Convención expresa en su Artículo 37 inciso b) que ningún niño (se entiende
por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad) será "privado de su
libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento o la prisión
de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo
como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda" y
en su inciso c) recomienda que "Todo niño privado de libertad sea tratado con
la humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana,
y de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad.
En particular, todo niño privado de libertad estará separado de los adultos,
a menos que ello se considere contrario al interés superior del niño, y tendrá
derecho a mantener contacto con su familia por medio de correspondencia y de
visitas, salvo en circunstancias excepcionales"
Asimismo, en su Artículo 40 inciso 4) la misma Convención determina que, en
el caso de un menor del que se haya comprobado la comisión de un delito, "Se
dispondrá de diversas medidas, tales como el cuidado, las órdenes de orientación
y supervisión, el asesoramiento, la libertad vigilada, la colocación en hogares
de guarda, los programas de enseñanza y formación profesional, así como otras
posibilidades alternativas a la internación en instituciones, para asegurar
que los niños sean tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde
proporción tanto con sus circunstancias como con la infracción".
Aquellos profesionales y funcionarios que continúan insistiendo en que la Convención
Internacional de Derechos del Niño "prohíbe terminantemente" la reclusión de
los menores, posiblemente la hayan leído, pero han interpretado lo que han querido
interpretar, de acuerdo a su posición ideológico-política.
Continuar teorizando quejumbrosamente sobre las justificaciones de los adolescentes
para delinquir y las culpas del Estado en este proceso de degradación moral,
es superfluo. Cualquier persona medianamente pensante coincidirá en que las
últimas décadas vividas en nuestro país han generado inevitablemente esto. Pero
la teorización lacrimosa no aporta a la solución. Proteger los derechos de estos
chicos es una obligación del Estado, pero también lo es la protección de la
comunidad como conjunto.
No es atribución del Estado ni de los funcionarios optar "por una cosa o la
otra", y mucho menos negarse a ver la realidad fundados en un falso y reaccionario
"progresismo" que lo único que consigue a mediano plazo es perjudicar a los
mismos jóvenes que declama proteger.
Es entonces importante comprender que, si bien es absolutamente innecesario,
irracional, inmoral y violatorio de los derechos humanos, recluir a un menor
por una infracción leve o por robar un caramelo en un quiosco, no lo es cuando
se trata de un menor culpable de un homicidio, o de reiterados robos a mano
armada.
Debe estar claro que permitir que un adolescente continúe una carrera delictiva
sin proponerle (o imponerle) alternativas temporales adecuadas a la gravedad
del delito cometido, que permitan su reeducación o reinserción, es también poner
en peligro, no sólo la seguridad de la comunidad, sino la propia seguridad del
menor, que comienza robando y termina matando o siendo muerto. No prever e intentar
controlar y evitar ese desenlace altamente probable, hasta podría configurar
negligencia por parte del Estado.
Necesidad urgente
El Estado tiene la urgente necesidad de implementar un programa de atención
especializada, sistemática y continua, orientada a modificar los comportamientos
antisociales de aquellos menores de edad con posibilidades ciertas de reinserción.
Artículo 39: Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para
promover la recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo
niño víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u
otra forma de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos
armados. Esa recuperación y reintegración se llevarán a cabo en un ambiente
que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño.
La rehabilitación del delincuente menor de edad es una política de Estado.
En la actualidad no existen programas efectivos para la rehabilitación de los
mismos en nuestro país ni en nuestra provincia, y por ello tampoco existe un
Programa de Rehabilitación consecuente en el tiempo. El COSE, única institución
provincial donde se podría intentar esa tarea, adolece de limitaciones concretas
que se han demostrado en los últimos tiempos. En primer lugar, no ofrece solución
para reclusas menores de sexo femenino. Por otra parte, según afirman los mismos
socio terapeutas que realizan la terapia, no existen criterios claros sobre
el tiempo que los menores deben permanecer internados y, al quedar esto al criterio
personal del juez, la liberación puede darse luego de una internación de uno
o dos meses, plazo a todas luces insuficiente para intentar una rehabilitación
y reinserción. Es evidente que el criterio utilizado, tanto por el juez ocasional
como por los funcionarios especializados no es el correcto. Si bien la legislación
indica que la reclusión del menor debe ser "por el menor tiempo posible", el
simple sentido común indica que esta frase en verdad implica "el menor tiempo
posible que permita su rehabilitación", ya que es absurdo enviar nuevamente
a la calle a un menor en el mismo estado psicológico propenso al delito que
motivó su reclusión. Además deberíamos replantearnos seriamente la conveniencia
y efectividad de que ese menor realice un "tratamiento ambulatorio" en el marco
de su entorno familiar. Los hechos parecen demostrar que en el caso del menor
reincidente generalmente existen tres alternativas posibles:
• La familia no puede o no sabe contenerlo.
• La familia es cómplice en sus actividades delictivas.
• La familia es indiferente ante la situación.
En cualquiera de ellas, plantearse que el menor continúe conviviendo en ese
ámbito resulta por lo menos ingenuo. La lógica indicaría que lo correcto es
la tutela judicial, por la propia protección del adolescente involucrado.
Por otra parte, si tomamos en cuenta que el comportamiento delictual suele estar
asociado directamente al consumo de estupefacientes, cabe preguntarse porqué
existe tanta resistencia en los profesionales a incorporar, aunque fuera parcialmente,
la metodología de las comunidades terapéuticas de rehabilitación de adictos,
que da buenos resultados en otros puntos del país y uno de cuyos requisitos
es la aceptación de la reclusión obligatoria del joven.
En resumen, el COSE, por diversos motivos y pese a las buenas intenciones, no
está demostrando resultados tangibles y perdurables. Las actividades que se
desarrollan, dirigidas a modificar la conducta del menor alojado, son encaradas
por voluntad individual de algunos funcionarios concientes o personal técnico,
en tanto que otros se contentan con "llorar sobre la leche derramada", condolerse
reiterativamente por la "terrible infancia" sufrida por los chicos y percibir
su sueldo a final del mes.
Proyectar en el tiempo
Tal vez sea hora de intentar una solución diferente al problema. No una solución
original, puesto que se implementa en diversos países del mundo, desarrollados
y en vías de desarrollo (Chile, Salvador, Honduras, EE.UU. Panamá, etc.) pero
válida también para la Argentina y para la provincia del Chubut.
Requiere para su concreción dos cosas: voluntad política y audacia para adoptar
una solución efectiva a un problema concreto.
Objetivos específicos:
• Facilitar al menor privado de libertad la posibilidad de modificar sus conductas
antisociales, proporcionándole una alternativa opcional concreta.
• Promover la modificación gradual de dicha conducta antisocial, a través de
internacionalización de normas y valores por medio de un tratamiento progresivo.
• Disminuir significativamente el riesgo potencial de reincidencia.
• Brindar la oportunidad de capacitación y entrenamiento en actividades aptitudinales,
ocupacionales y laboralmente rentables.
• Capacitar al personal que participa en este proceso, concientizándolo sobre
la prioridad de la rehabilitación del recluso, modificando el concepto de "punición
por reclusión".
• Reintegrar al sistema educativo a aquellos menores reclusos que han sufrido
la expulsión forzada del mismo por sus negativas realidades socio-económicas.
Para ello, debería instaurarse en la provincia el sistema de Granjas Modelo
de Rehabilitación y Reinserción social de menores adolescentes. Aunque inicialmente
podría utilizarse el actual COSE, modificando los criterios que imperan en el
personal técnico operativo, lo ideal sería que la Institución estuviera localizada
en el interior del territorio de la provincia, a una distancia no menor de 100
kilómetros de cualquier población mayor de 5.000 habitantes.
Dicha Granja debería contar con no menos de 100 hectáreas, y se construirían
en la misma, además de edificios-habitación para recluidos y otro para sus guardianes,
las instalaciones necesarias para realizar diversas actividades:
1) Capacitación
2) Educación y Formación
3) Computación e Informática
4) Instalación de Talleres Técnicos y Actividades Productivas
5) Mecánica automotriz, chapa y pintura
6) Estructuras y construcción de muebles en madera
7) Agricultura
8) Avicultura
9) Cunicultura
10) Porcicultura
11) Piscicultura
12) Horticultura
13) Agropecuaria
El objetivo es la creación de una Granja múltiple real, que funcione efectivamente
como tal, y por consiguiente tenga estándares de producción, sistemas de trabajo
y rendimiento establecidos, y un esquema organizativo de cooperativa con gerenciamiento
estatal. En este sistema, cada menor recluso es considerado un trabajador en
entrenamiento, y atraviesa diferentes etapas de capacitación, desde el operario
no especializado, hasta el oficial o especialista en la tarea o función.
Simultáneamente, el sistema prevé que el menor reciba educación formal para
completar sus estudios primarios en los casos en que carezca de los mismos,
y se implementa también un sistema de educación a distancia para estudios secundarios.
La meta es que al terminar su período de reclusión cuente, además de un oficio
o profesión con una base educacional, con un título válido a nivel provincial.
Obviamente, cada menor recluido percibiría por su tarea una retribución acorde
a la capacidad que gradualmente adquiere, lo cual permitiría un régimen de promociones
y responsabilidades crecientes y, al funcionar la granja con el sistema de cooperativa,
cada recluso sería "socio" temporal de la misma. En ese marco, los resultantes
de la producción de la granja se dividen por un sistema de puntos:
a) El cincuenta por ciento para el Estado provincial, en su carácter de "socio
mayoritario del proyecto". Con esto el Estado, al cabo de cinco años de inversión,
puede, como sucede en otros países, solventar los costos totales (incluidos
sueldos del personal) de todo el proyecto y/o reinvertir para mejorar el mismo.
b) El otro cincuenta por ciento corresponde proporcionalmente a la totalidad
de los reclusos, de acuerdo a "categorizaciones profesionales" y tomando en
cuenta la capacitación inicial de cada recluso individualmente. Esta retribución
mensual que el recluso obtiene, se acumularía mensualmente en una cuenta corporativa,
en el banco de la provincia, durante todo el período de internación, y percibiría
intereses como una caja de ahorro o un fondo de inversión. Finalmente, el recluso
percibiría la totalidad del importe, descontados sus gastos de manutención durante
el período.
Al terminar la reclusión, el ex recluso rehabilitado tendría cuatro opciones:
• Solicitar que el dinero que ha ganado sea integrado a un proyecto provincial
de mini emprendimientos y/o granjas comunitarias gerenciado por el Estado, en
las que podrá incorporarse en la calidad laboral que haya obtenido durante su
reclusión, sirviendo ese dinero como suficiente cuota-parte asociativa.
• Solicitar del Estado un préstamo blando con destino a adquisición, reforma
o mejora de su vivienda única familiar y equipamiento dentro de la provincia,
con la garantía de su depósito en el banco provincial, de manera que el recluso
pueda montar en su vivienda, de acuerdo a la capacitación obtenida, un recurso
laboral propio.
• Solicitar su integración formal al Régimen de Rehabilitación en Granjas de
Reinserción Social, en carácter de Instructor Asociado, pasando a formar parte
de la Cooperativa como Socio Voluntario, brindando instrucción a los reclusos
con las capacidades que haya aprehendido y percibiendo una remuneración societaria
por sus servicios.
• Solicitar el reintegro del dinero ganado y desvincularse totalmente del Sistema,
siendo advertido de que, en caso de reincidencia delictiva, no podrá acogerse
nuevamente al mismo.
Aspectos técnicos
Como se explicó más arriba, por razones de seguridad la Institución debería
estar localizada en el interior del territorio de la provincia, a una distancia
no menor de 100 kilómetros de cualquier población mayor de 5.000 habitantes,
y el predio a una distancia de ruta asfaltada no menor de 20 kilómetros. En
su comienzo, la institución podría ser custodiada y atendida por personal policial,
aunque sería conveniente analizar la posibilidad de crear a mediano plazo un
Servicio Penitenciario Provincial, adecuado a estas nuevas condiciones operativas.
La institución debería contar con la maquinaria y equipos necesarios para implementar
los Talleres de Capacitación. Nuevamente, la inversión no es mucho mayor a la
que requeriría cualquier granja agropecuaria de similares dimensiones.
En cuanto a la infraestructura, lo recomendable es no construir "barracas del
ejército", sino casas colectivas con capacidad para 10 reclusos cada una. Esto
permite, además de poder ampliar posteriormente la capacidad con un sistema
modular, establecer equipos de trabajo, sistemas de liderazgo grupal en los
que los reclusos más avanzados puedan guiar a los nuevos con el método de "comunidad
terapéutica", competencia de productividad y rendimiento, metas de superación
grupales y lazos de afinidad y pertenencia del tipo "fraternidad educativa".
Es importante destacar que el régimen de premios y castigos dentro de este Plan
Piloto también debería diferenciarse del habitual. Debería poder establecerse
un sistema colectivo de premiación y punición, de manera que el incumplimiento
de un recluso afecte el "puntaje" de todo su equipo, demorando su período de
aprendizaje. El ideal es que, con el tiempo, cada "casa" logre establecer su
propio estándar de convivencia dentro de las reglas generales. De esta forma,
los reclusos aceptarán las limitaciones disciplinarias en la conciencia de que
una actitud negativa perjudica colectivamente a su grupo. Este y no otro es
uno de los principales objetivos de la resocialización: comprender el límite
de los derechos personales, y subordinar las propias necesidades al superior
objetivo y derecho colectivo.
Tomando en cuenta que el objetivo es la Rehabilitación y no el Castigo (nuestro
sistema legal determina que el castigo ya consiste en la privación de la libertad)
es evidente que lo que aquí se propone es un régimen humanitario que prepare
lo mejor posible al interno para su readecuación a la sociedad. Por consiguiente,
el sistema debería incluir horarios de trabajo, ocio, estudio, diversión y recreación
colectivos e individuales. Se alentaría la construcción, por parte de los mismos
internos, de espacios para práctica de deportes, se les proveería de elementos
para el ejercicio de los mismos y sería imprescindible crear una biblioteca
solventada por el Estado provincial con contenidos técnicos y de ficción, así
como los recursos informáticos mínimos como para que cada recluso que lo desee
pueda acceder a un conocimiento básico de los mismos.
Los obstáculos
• Falta de personal técnico o profesional capacitado.
• Falta de una política institucional innovadora, que ataque las bases del problema.
• Inercia por parte del Estado para aceptar que lo que no se ha hecho nunca,
puede hacerse.
• Falta de asignación inicial de fondos por parte del Estado.
• Carencia de una conciencia clara acerca de la profundización de la crisis
social, y su influencia disociadora en menores carenciados, que será sin duda
uno de los principales dramas de este siglo.
• Resistencia a la posibilidad de cambio y mejoramiento de los reclusos menores
de edad.
• Carencia de apoyo técnico y logístico.
• Abandono del proyecto por falta de voluntad política.
Es probable que a raíz de esta nota surja alguna voz técnica "especializada"
explicando por qué tal o cual cosa "no puede hacerse", porque "esta ley o la
otra", etc. etc.
Pero siempre será más simple modificar alguna ley que ampliar un cementerio.
Siempre será más productivo rehabilitar un chico y reintegrarlo a la sociedad,
con todas las dificultades implicadas, que continuar en una inercia inoperante
e impotente. Si la solución propuesta no es buena, es imprescindible que se
ofrezca una mejor.
Es importante comprender que, tal cual sucede en otros países, la sustentación
de este proyecto reside exclusivamente en la voluntad del Estado (y de la comunidad)
de construir otra realidad posible.
Artículo 29:
1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada
a:
a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física
del niño hasta el máximo de sus posibilidades;
b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales
y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural,
de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive,
del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;
d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre,
con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad
entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas
de origen indígena;
e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.
Enrique Gil Ibarra – marzo 2006
elhendrix@yahoo.com
Defensa
de los recursos: Un eje latinoamericano para el futuro
por Enrique Gil Ibarra
El nuevo panorama que se abre en América Latina tras la asunción de Evo Morales
como presidente de Bolivia, modifica sustancialmente las reglas de juego que,
hasta ahora, imponían las empresas multinacionales hidrocarburíferas. La hermana
nación fue saqueada en sus recursos naturales por cientos de años, y finalmente
esta injusta situación hizo eclosión. Qué sucederá en el futuro próximo y las
nuevas alianzas que se perfilan en el subcontinente, constituye un tema que
no podrá ser dejado de lado, ni por los gobiernos, ni por los gobernados.
La polarización político-ideológica en el vecino país es un hecho: por un lado,
las empresas y los sectores sociales de mayor poder propugnan el mantenimiento
de los privilegios heredados. Por el otro, los sectores sociales de menores
recursos exigen la nacionalización de esos recursos naturales.
Evo Morales, a tono con las exigencias de su base de sustentación, ha denunciado
"algunas conspiraciones de algunas transnacionales" y llamó a los líderes campesinos
a movilizarse "para nacionalizar (los hidrocarburos)" y agregó: "porque tenemos
el gobierno, pero nos falta, no hemos ganado el poder político, por eso tenemos
que trabajar con todos los sectores". Si bien en su "discurso" interno continúa
siendo duro, en la visita realizada a los jefes de Estado hizo gala de prudencia
y moderación, que hasta ahora le han producido resultados concretos: en España,
obtuvo el canje de la deuda de 120 millones de euros y que el FMI le condonara
200 millones.
Morales dedicará especial atención a tres temas que considera prioritarios:
• La Asamblea Constituyente
• Los hidrocarburos
• Las autonomías provinciales
Con la aprobación de una nueva Constitución, Evo Morales espera generar las
condiciones para que la mayoría de los bolivianos, perteneciente a los pueblos
originarios y a los sectores más sumergidos, obtenga una mayor cuota de poder.
El Movimiento al Socialismo (MAS) tendrá mayoría en el Congreso, pero no alcanza
los dos tercios de votos necesarios para aprobar reformas constitucionales.
El número de parlamentarios alcanzado por el partido "Podemos", obligará a Evo
Morales a trabajar con esta bancada, ya que todos los demás partidos, con sus
representantes hipotéticamente sumados al oficialismo, no reúnen los votos suficientes
para lograr los dos tercios. Esta situación compromete indiscutiblemente la
gobernabilidad.
Con respecto a los hidrocarburos, Evo Morales tuvo buen cuidado de aclarar que
las nuevas reglas de juego no incluyen las expropiaciones, pero sí la renegociación
total de los contratos. Si bien se respetarán los activos de las empresas y
se establecerá un marco de estabilidad jurídica para las mismas, el Estado boliviano
es el real propietario de las reservas y exigirá el pago en tiempo y forma de
las regalías y los impuestos. De las empresas radicadas en Bolivia, (Repsol,
Petrobras, Total, British Petroleum, Enron, Shell, Panamerican Energy, Pluspetrol
y Vintage), Petrobras (Brasil), Repsol (España) y Total (Francia), que explotan
más del 60% del gas, aceptaron desde el inicio las condiciones de negociación.
Por su parte, el Estado boliviano recuperó legalmente la propiedad de sus reservas,
lo que causó a Repsol una debacle financiera ya que el registro realizado por
Bolivia de las mismas le originó una reducción de 25 por ciento de sus reservas
probadas y de 7.6 por ciento del valor de sus acciones.
Repsol-YPF controla 25.7 por ciento de las reservas bolivianas y opera un contrato
de riesgo compartido desde 1997. De acuerdo con datos oficiales, las reservas
de gas natural representan 150 mil millones de dólares, a precio de mercado
regional. Con la ley de hidrocarburos, vigente desde junio de 2005, las petroleras
deben pagar impuestos, en el mejor de los casos, por 550 millones de dólares
al año, por el negocio de explotación de materias primas que alcanza un total
de 1.600 millones de dólares sólo en el uso de los hidrocarburos como materias
primas. Sin embargo, con los procesos de refinación e industrialización casi
se triplica el monto total del negocio y las utilidades para las trasnacionales,
lo que demuestra el trato desigual que determina la relación de esas empresas
con los gobiernos regionales. (Fuente: Jorge Bestein)
En su asunción como ministro de Hidrocarburos, Andrés Solís anunció inmediatamente
el registro de todo el gas del país como propiedad boliviana en los listados
existentes en registros y bolsas internacionales. "Estoy hablando –dijo- de
120.000 millones de dólares (97.500 millones de euros) que son nuestros, y con
esas reservas podremos realizar proyectos de industrialización". La medida afectó
a las reservas de gas natural que la española Repsol-YPF controlaba en la bolsa
de Nueva York (el 20% de las reservas de gas del país) y las reservas anotadas
en otras bolsas internacionales por otras compañías, como la brasileña Petrobras,
British Petroleum y la francesa Total.
Repsol cuenta con una historia negra en Latinoamérica, donde se ha hecho de
empresas públicas a precios ridículos, merced a tratos tramposos. Por ejemplo,
YPF de Argentina fue comprada a cambio de bonos para paliar la deuda externa,
bajo el pretexto de la falta de capacidad financiera. Por otro lado, las actividades
de esta firma, realizadas sin ningún freno, han provocado innumerables daños
al medio ambiente y a las comunidades indígenas. Los casos sobran: la destrucción
del parque natural Yasuní, en la amazonia ecuatoriana, de 680 mil hectáreas,
la invasión de 18 territorios indígenas y cuatro parques naturales en Bolivia
o las acciones que han llevado a la multinacional a un pleito legal con el pueblo
mapuche, en Chile, del que los indígenas han sacado la peor parte. (Fuente:
Jorge Bestein)
Solís se refirió específicamente al caso de Repsol y afirmó que la compañía
española había hecho una "curiosa" descripción del gas en cuestión, al calificarlo
como "concesiones soberanas. El titular de Hidrocarburos recalcó en ese momento
que existe una diferencia sustancial entre "reservas probadas" y "reservas probables"
y afirmó que "las concesiones son limitadas, tienen una temporalidad muy específica".
El presidente boliviano tendrá que lidiar ahora con una probable reacción de
las petroleras, que desde que el Congreso en mayo del 2005 elevó el porcentaje
de regalías (del 18% al 50%) han demandado al gobierno por incumplimiento de
contratos y han reducido su inversión en el país.
Las Reglas 4 - 10 del Securities and Exchange Comission (SEC) de EE.UU. que
supervisa el funcionamiento de la Bolsa, dice que "sólo pueden considerarse
reservas probadas de hidrocarburos aquellas cuyo análisis de ingeniería y geología
demuestren que pueden ser recuperadas (con un 90 por ciento de probabilidades)
de reservorios existentes, que cuenten con un Mercado asegurado por un Contrato
de compra venta".
Por otro lado, las provincias de Santa Cruz y Tarija -provincias asentadas sobre
las mayores concentraciones de recursos energéticos-, han realizado reclamos
de autonomía, incentivados por los líderes empresariales quienes esperan conservar
su cuota de poder. El desafío de Evo Morales será aquí conservar el respaldo
del pueblo, y sabe que esto lo logrará sólo si consigue hacer realidad sus promesas
preelectorales de mejorar las condiciones de vida del mismo.
En estas promesas se incluyen la lucha por la posesión de las tierras improductivas,
lo que representará una verdadera reforma agraria que originará no pocos cuestionamientos
por parte de los poseedores de latifundios, el combate contra la corrupción,
mal endémico en varios países latinoamericanos y el enfrentamiento con los Estados
Unidos por el tema narcotráfico, ya que Evo Morales propuso al gobierno norteamericano
un "pacto de compromiso" de luchar contra la comercialización ilegal de cocaína
pero respetar las plantaciones y la exportación de coca.
Multinacional del gas
Por indicación de Evo Morales, su vicepresidente comunicó a nuestro país que
no continuará vendiéndonos gas a un precio solidario, que representa un precio
cinco veces más barato que el precio internacional. Asimismo, El Gobierno de
Evo Morales descartó la propuesta energética impulsada por Argentina y Chile
y proyecta conformar una multinacional estatal con Petrobras de Brasil y PDVSA
de Venezuela, para controlar la producción y el precio del gas en Latinoamérica,
según lo confirmó el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB), Jorge Alvarado.
"La multinacional estatal que sería Petroamérica nos favorecerá porque estaríamos
hablando de precios del gas mucho mayores (que los actuales) y por otro lado
daríamos seguridad energética a toda la región -dijo Alvarado- La idea es que
todos los países productores de gas ingresemos en igualdad de condiciones para
controlar la comercialización, pero también la producción y el precio".
Afirmó Alvarado que Bolivia no ve a Venezuela como un competidor en el comercio
del gas natural: "Nosotros vamos a participar en ese gaseoducto (refiriéndose
al proyecto venezolano de construir un gaseoducto hasta Brasil y Argentina)
y todos los países ingresaremos a Petroamérica en igualdad de condiciones".
Para el ejecutivo de YPFB, una empresa de esa envergadura "es la única garantía
para dar seguridad energética a la región" y podría estar en marcha "en unos
cinco años". Sin embargo, explicó que Bolivia condicionará una probable venta
de gas a Chile a una salida propia a la costa para esta nación. Los bolivianos
reclaman a Chile un acceso propio al Pacífico desde que perdieron su litoral
en una guerra con ese país en 1879.
Morales también se propondría modificar la actual ley petrolera para conformar
en el futuro "sociedades mixtas" con las empresas privadas con base en una participación
igualitaria del estado boliviano. Preparando el camino para esta alternativa,
Alvarado indicó que "los contratos firmados en anteriores gobiernos son nulos
porque no fueron refrendados por el Congreso. La reforma a la legislación dirá
que las empresas deberán negociar nuevos contratos".
Este proyecto del gobierno boliviano ya ha recibido el apoyo de Petrobras, empresa
que manifestó que quiere ser socia de YPFB. El presidente de Petrobras José
Fernando De Freitas se reunió con las autoridades del Ministerio de Hidrocarburos
y expresó su predisposición de retomar negociaciones con el fin de plasmar una
sociedad con YPFB que respete el 50% de participación para la empresa petrolera
boliviana.
Cuando Petrobras llegó a Bolivia se firmaron convenios con YPFB con una distribución
del 50 por ciento para esa empresa y el restante 50 por ciento para la parte
boliviana, pero cuando se capitalizó el negocio se rebajó el porcentaje de Bolivia
a 18% y el restante 82% para las empresas que son propietarias del ducto Bolivia-
Brasil (Gasyrg).
El desafío del gobierno es convertir a YPFB de empresa residual a estratégica
como lo son en la actualidad Petrobras, Petróleos de Venezuela (PdVsa) o Petróleos
de México (PEMEX).
YPFB y Petrobras trabajarían en proyectos de industrialización conjunta, así
como en el financiamiento de las obras que realiza la empresa Queiroz Galvao
en los tramos de Tarija-Bermejo y Tarija-Potosí.
Nueva regionalización
El objetivo es repotenciar a YPFB, y para ello se dividió al país en bloques,
a fin que puedan obtener buenos beneficios solo por la distribución de los derivados
del petróleo a los minoristas o estaciones de servicio. Alvarado informó que
ya se recuperó el Bloque Sur, que actualmente se encuentra en manos de YPFB.
También se habilitarán depósitos de combustibles y en otros casos se alquilarán
instalaciones, cisternas y otros equipos. Según el convenio suscrito entre los
Presidentes Evo Morales y Hugo Chávez, YPFB será la importadora y distribuidora
de los 200 mil barriles/mes de diesel.
Hasta abril de este año, 35 estaciones de servicio que fueron alquiladas serán
recuperadas, pues sus contratos vencieron a fines de diciembre de 2005. Existen
ocho estaciones que se encuentran en litigio por parte de políticos, hijos o
parientes de políticos que en el pasado usufructuaron esas instalaciones, incluso
sin pagar alquileres.
Bolivia también dirá sí a los ofrecimientos de créditos que realizaron Canadá
(50 millones de dólares) y China (60 millones). Con ese dinero se propone expandir
las conexiones de gas a domicilio en todo el país.
La economía boliviana
Evo Morales recibe un país con las cuentas relativamente prolijas. El crecimiento
de la economía boliviana durante 2005 fue del 3.9%, con una inflación del 4,2%
y el déficit fiscal cerrado con una tasa equivalente a entre el 3 y 3.5% del
Producto Bruto Interno (PBI). Para 2006, se prevé un crecimiento económico del
4.1%, una inflación de 3.5% y un déficit fiscal del 3 por ciento del PBI.
Sin embargo, su compromiso explícito con el pueblo boliviano lo obligará a forzar
las fuentes de financiación para solventar el inevitable crecimiento del gasto
social, elevar los ingresos estatales mediante una reforma tributaria y mantener
el crecimiento de la economía, para lo cual requerirá inversiones. Hasta ahora,
dispone de los mayores ingresos provenientes de las tasas aplicadas a la explotación
de los hidrocarburos y de algunos aumentos de impuestos a la renta. Por consiguiente,
el mayor gasto social estará limitado por un presupuesto reducido.
Las relaciones internacionales
En Sudáfrica, Evo Morales afirmó: "Voy a perdonar humillaciones del pasado",
pero insistió en el respeto a la dignidad.
Con este planteo, bastante similar a los explicitados por otros presidentes
latinoamericanos, Kirchner entre ellos, Evo Morales se integra a esta corriente
"progresista" que constituyen Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner
en Argentina, Hugo Chávez Frías en Venezuela y Tabaré Vázquez en Uruguay. Gobiernos
que han coincidido en priorizar la solución de las necesidades sociales, criticar
aspectos de la política norteamericana y el Fondo Monetario Internacional y
en la búsqueda de originales caminos para lograr un modelo económico inclusivo.
En este marco, también Evo Morales, al igual que sus pares, deberá enfrentar
resistencias por parte de los sectores sociales más conservadores, para los
que cualquier iniciativa de redistribución de riqueza o de defensa de los recursos
nacionales tiene aroma a "izquierdismo".
La "cintura política" del nuevo presidente boliviano deberá ser demostrada en
los próximos meses, en la obligada síntesis que le exigirá cumplir con los reclamos
de su base popular y simultáneamente evitar una radicalización de su gobierno
que profundice un potencial enfrentamiento con los Estados Unidos, lo que pondría
en riesgo la gobernabilidad de un país con una historia plagada de enfrentamientos
violentos y golpes de Estado.
La Casa Blanca no está contenta con el nuevo presidente: lo intuye demasiado
cercano ideológicamente al presidente Hugo Chávez, y no confía en el supuesto
modelo de "capitalismo andino-amazónico" proclamado por la nueva administración
boliviana. Por añadidura, Morales ha criticado duramente la estrategia anti-drogas
de Washington.
Es evidente que los analistas norteamericanos prevén la consolidación de un
"Bloque anti Bush" integrado por Argentina, Bolivia y Venezuela, al que podría
sumarse algún otro país de Sudamérica.
En lo que hace a nuestro país, no cabe duda de que, a pesar de posibles desinteligencias,
el nuevo gobierno de Bolivia representa un apoyo importante para fortalecer
la defensa de nuestros recursos, y el crecimiento sustentable nacional.
Pero deberemos aprender de los ejemplos: en su controversia con Bolivia por
la propiedad de las reservas, Repsol ha dicho que las "concesiones soberanas",
existentes en Argentina, Libia, Argelia e Irán son también inscritas a su nombre.
Como dato interesante, la Constitución Política del Estado boliviano, en su
artículo 139, dice: "Los yacimientos de hidrocarburos, cualquiera sea el estado
en que se encuentren o la forma en que se presenten, son de dominio ‘directo,
inalienable e imprescriptible del Estado’. Ninguna concesión o contrato podrá
conferir la propiedad de los yacimientos de hidrocarburos..."
Las provincias argentinas, especialmente las patagónicas, deberían emitir su
opinión sobre esta curiosa concepción de Repsol YPF que confunde "concesión"
con "propiedad", sin mencionar que en nuestra Constitución también la propiedad
de los yacimientos pertenece inalienablemente al Estado.
24
de marzo: treinta años es un montón de tiempo
Treinta años es un montón de tiempo. Alcanza para
olvidar, para resignarse, para arrepentirse, para pensar en lo que no fue. En
fin, para hacer lo que hace casi todo el mundo.
A veces me pregunto qué nos pasa a nosotros. Qué lealtad extraña (tan fuera
de moda), nos impulsa a continuar ejercitando la diferencia. Qué nos obliga
a repetir, año tras año, el recordatorio, el mismo grito de batalla –que no
es otra cosa-e insistir en que aquí estamos, y aquí estaremos.
Treinta años el 24. Mi televisor (el de todos) era en blanco y negro, las minifaldas
eran un logro estético incomparable, aunque estuviera prohibido auscultar cercanamente
a las compañeras, y las certezas eran incuestionadas.
No sé por qué le otorgan, después de 30 años, tanta importancia al 24. Hubo
días más terribles. No tengo claro si no sería mejor instaurar "el día de la
dictadura", "el día de la memoria", o algo así. Es un símbolo, tan sólo eso.
No sirve para nada más. Como el 22 de agosto, como el primero de mayo. Símbolos
de muerte si solamente se usan para decir "qué barbaridad", o, más audazmente,
gritar "asesinos" y después regresar tranquilo a casita custodiado por un cana
de la democracia.
Ayer comentábamos con un compañero sobre la ingente cantidad de personas que
van a recordar este 24. La mayoría no tiene nada que recordar, y no es por una
cuestión de edad, porque eran creciditos en ese momento. Debo reconocer, sin
embargo, que afrontan su vergüenza con una cara de piedra.
"Si en esa época hubiéramos sido tantos, no nos hubieran ganado", me dijo.
Es cierto. Y es curioso pensar como en democracia resulta tan fácil reivindicar
actitudes que se criticaron en dictadura. Es angustiante ver cómo nos han convertido
(los han convertido) en héroes, en "gente admirable" pero extraña, "equivocada
en el método" pero honesta, "jóvenes irreflexivos" pero valerosos hasta el punto
de "dar la vida". Las pelotas.
Ni admirables, ni equivocados, ni irreflexivos. Y, si vamos al caso, tampoco
"especialmente" valientes. Honestos, si. Extraños, como todos. Leales a una
idea, por supuesto. Y si una idea como ésa no alcanza para arriesgar –nunca
"dar"- la vida, nada alcanza. Héroes, de ninguna manera. Leí por ahí que los
sobrevivientes también son héroes y heroínas. Los que se exilaron, por aguantar
el desarraigo. Los que después volvieron, por soportarlos a Alfonsín y a Menem.
Los que no militaron, por llevar la cruz de tanto dolor sufrido por otros. Los
que miraron para otro lado, porque "les mintieron". ¡Puta que es simple repartir
blasones! ¡Carajo, si hubiera sabido que era tan cómodo justificar la existencia,
no habría militado nunca!
Me tiene podrido el "heroísmo". Paradojalmente, nos/los rebaja a nivel moral,
nos/los convierte en marcianos. Mierda, estoy harto de reiterar que eran gente
común. Que éramos como vos, que dejes de usarnos como excusa -"ejemplo irrepetible"-para
no hacer nada. Curiosamente, conversando con algunos de los que estuvimos y
quedamos, coincidimos en que en verdad el 24 de marzo no nos mueve un pelo.
Si lo conmemoramos, lo hacemos más por ustedes que por nosotros, en un intento,
quizás fútil, de impedir la indiferencia.
Pero… ¿Nunca se te ocurrió que recordar así, de esa manera innocua, puede ser
un obvio recurso para el olvido?
Ahora el 24 de marzo será feriado. ¡Caramba, como el día de la Virgen! En cinco
años más, los chicos lo van a aprovechar para ir a noviar al rosedal de Palermo,
o de picnic al Tigre.
Algunos no queremos olvidar, porque prometimos llevar a los caídos con nosotros
hasta la victoria. Para eso no alcanza con un 24 de marzo.
No sé. Para mí es un día más. Tal vez un día más triste que otros, pero igual
de válido o no para preguntarme, como todos los días, si sigo haciendo lo correcto.
Y con los que ya no están, brindo silenciosamente –soy su familia- cada 24 de
diciembre, convencido de que harían lo mismo por mí.
Enrique Gil Ibarra