Julio Carreras (h)
Nació en Santiago del Estero en 1949. Periodista, escritor, artista plástico y director de la agencia de noticias @DIN. Militante revolucionario, permaneció durante siete años preso en las cárceles de la dictadura.


El amor en tiempos de internet

Por Julio Carreras (h)

Días atrás, una pareja se casó a través de internet con validez jurídica. Él, un brasileño de 26 años que vive en China. Su novia, de la misma edad, reside en Francia. La ceremonia se efectuó en un juzgado de San Pablo. Para concretar el casamiento, se utilizaron tres notebooks conectados al programa Skype, que permite realizar videoconferencias en forma gratuita. Esta boda virtual es sólo una emergente de las millones de relaciones sentimentales que se tejen, hoy, por medio de la red.

Una brecha cultural

68 personas escuchábamos y hablábamos por turnos, desde los micrófonos de nuestras computadoras, en un foro virtual, por medio de Skype.

Un licenciado en filosofía de la Universidad de Buenos Aires, cuando llegó su turno, irrumpió con la siguiente frase:

-Bueno, yo quiero hablar sobre los enamoramientos por internet... pues a mí me parece sencillamente ridículo, absurdo y estúpido que alguien se pueda enamorar a través del chat.

Hasta el momento se habían debatido temas como la soledad en las grandes ciudades, el egoísmo humano, y diferentes perspectivas de sus motivos a través de la historia.

La coordinadora -otra porteña, que al parecer conocía al hablante-, lo interrumpió diciendo:  

-Será en otra oportunidad, Alfredo, pues ahora estamos desarrollando el tema del creciente desgaste e indiferencia en las relaciones humanas... Además, todas las personas que participamos en este foro somos seres normales, que cultivamos relaciones personalizadas con nuestros amigos y jamás se nos ocurriría enamorarnos por internet...

Yo quedé asombrado por esa afirmación taxativa, que daba, como un presupuesto obvio, algo que la realidad cotidiana desmiente hoy casi a cada hora del día. Pues cuando aquí son las 7 de la tarde y en España las 12 de la noche, al menos 50 o cien jóvenes santiagueños están hablando de amor por la red. No es un dato estadístico, ciertamente. Sino sólo la conclusión de un constante observador. Que además frecuenta la red diariamente, desde hace más de 10 años ya.

Quienes niegan o cuestionan ácidamente esta modalidad, son generalmente personas de 40 años para arriba. Que por sus profesiones o actividades laborales, entran a internet sólo en busca de información o como un entretenimiento los fines de semana.

Curiosamente, dicho prejuicio “anti-internet” prevalece en la mayor parte de los medios de comunicación. Incluso en aquellos dedicados a… las computadoras. No es un dato accesorio el que la mayor parte de sus responsables editoriales superen la edad mencionada. Es que en los últimos años -y de un modo cada vez más rápido- se va creando una verdadera brecha entre estas dos generaciones. Y ya no estrictamente relacionada con la cronología biológica, sino con su acceso o no a la tecnología virtual.

¿Qué es el amor? (por internet)

“Entonces, ¿cree usted posible que dos personas puedan enamorarse por internet?”, podría haberme preguntado alguien si yo hubiese dicho todo lo anterior en aquel foro de Skype. Cosa que no hice, pues como indiqué más arriba el tema fue rebotado desde el vamos.

Pero de haber ocurrido, yo contestaría que sí. Creo que dos personas pueden enamorarse por internet.

¿Y por qué? Intentaré explicarlo.

Considero al amor como un fenómeno que contiene un alto porcentaje de componentes metafísicos. Esto a diferencia del antiguo filósofo Kierkegaard, quien sostuvo que dichos sentimientos se originaban sólo en la necesidad sexual. Por el contrario, opino que cuantos más educación, sensibilidad, refinamiento psíquico presenta un ser humano, tanto más va distanciándose de una concepción amatoria que nos convierte en muy semejantes a los perros. Es decir, cuanto más espiritualmente elevada es una persona, más metafísica se va haciendo su caracterización y práctica del amor.

“¿Y qué tiene que ver esto con internet?”, se me preguntará.

Pues mucho, digo. En tanto que las relaciones sentimentales por internet requieren de abundante imaginación, las personas capaces de ejercerla son quienes con mayor frecuencia las establecen.

Y la imaginación no constituye un componente irreal, inexistente desde el punto de vista físico, como puede creerse. La física cuántica está demostrando que cualquier movimiento psíquico de los humanos provoca una modificación observable en el cosmos. Esto convierte a la imaginación, pues, en un factor físico (aunque en planos donde aún no puede medírsela con instrumentos).

Y la red es eso: un fluir constante de información, que recorre tanto cables de fibra óptica como extensas ondas de magnetismo en la atmósfera.

Si el amor es “fuego etéreo”, como alguna vez la describiera un místico, pues... ¿qué mejor ámbito para ejercerlo que uno donde reina la pura volatilidad?

Problemas y ventajas

La posibilidad de conocer del otro sus ideas, educación, proyectos, antes de tener un contacto personal, convierte a la relación por internet en ventajosa. Esto nos otorga un perfil de quien empezamos a ver como nuestra posible compañera -o compañero-, librándonos del no siempre agradable escarceo físico por el que deben atravesar muchas parejas que intentan obtenerlo por otros medios.

En el Santiago de los años 50, un joven para conseguir novia debía ir a un baile. O si era muy audaz, acercarse a las chicas durante alguna oportunidad adecuada. Esto conllevaba numerosos inconvenientes para ambos. Desde narraciones sobre besos con mal aliento hasta olor a transpiración en cabellos fijados con spray, numerosas anécdotas enojosas solían escucharse en las ruedas del bar.

Con variaciones, esta necesidad -la del contacto personal- se vio sostenida férreamente hasta finalizados los 90. Pero en el tercer milenio cada vez fueron más quienes prefirieron indagar sus posibilidades sentimentales por internet.

Así, desde los primeros años del siglo, surgieron como hongos santiagueños casados con una alemana, griegos casados con cordobesas, tucumanos o correntinos que establecen alianzas con mujeres tailandesas, australianas o chinas... Hoy se ha multiplicado hasta cantidades muy importantes el uso de esta modalidad para formar parejas.

La crónica periodística alerta sobre numerosos peligros acechando a los amantes cibernéticos. Desde mujeres que se encuentran con que el dulce novio, con quien chatearon durante meses es un pervertido, hasta maridos que viajan a un país lejano sólo para enterarse que había sido estafado por una extensión de la mafia.

Efectivamente, Jim -un periodista canadiense que evita publicar sus datos pues dice haber sido amenazado por esas mafias-, asegura en su página web que un gran porcentaje de las agencias matrimoniales europeas en la red son un reverendo fraude.

Desde chicas muy bonitas que cobran un salario para captar incautos, hasta mujeres que no existen, pasando por modelos profesionales poniendo en alquiler sus fotos, para convencer a posibles clientes. Jim dice que estas chicas son capaces de invertir tranquilamente un mes o dos en convencer a un cliente, sólo para finalmente obtener la contratación de un viaje carísimo, incluyendo hotel, estadía y servicio de traducción. O en otros casos, el envío de dinero, para viajes de la novia que nunca se concretan. También, de acuerdo a la credulidad que haya detectado en el cliente la perpetradora del fraude, puede llegar a convencerlo de depositar una elevada suma para solventar cierta “difícil intervención quirúrgica a su madre enferma”.

Este tipo de empresas suelen orientarse generalmente al mercado del Norte Occidental, con mayor poder adquisitivo. Debido a lo cual pocas veces dirigirán sus afanes hacia nuestras economías, más modestas.

La felicidad es un revólver ardiente

Conocemos algunos casos de personas que se han hecho amigas y comprometido a través de internet, y gozan hoy de un matrimonio feliz. Un gran porcentaje de estos matrimonios suelen concertarse entre ciudadanos de diferentes países. Pero cada vez resulta más frecuente en los jóvenes conocerse un poco, primero, a través del chat. Aunque los potenciales novios vivan separados por sólo 20 o 30 cuadras de distancia.

También conocemos otros casos en los que, luego de haber establecido una relación real -sea esta matrimonio o noviazgo- los ex amantes de internet han terminado a los golpes.

¿Pero acaso es otra la característica objetiva de las relaciones que se componen en el mundo material? Recuerdo el caso famoso en el Santiago de los 60, de una chica que se había casado con un ingeniero salteño. El hombre no sólo era apuesto e instruido, sino ocupaba un alto puesto en la administración pública provincial. Como la chica era de una familia del centro y con buena posición económica, se hicieron una misa y fiesta fastuosas.

La noche previa a la salida para su luna de miel, alojándose en el Grand Hotel, el recién casado cortó la cara de su flamante esposa con una navaja. Durante la instrucción policial se determinó que su título de ingeniero era falso. ¡El personaje había engañado no sólo a su novia y familiares, sino a todos los santiagueños durante varios años!

Debido a historias como estas -que se repiten aquí y allá en este mismísimo instante-, me resisto a cierta corriente de satanización de internet que percibo en numerosas personas. Especialmente si estas han superado cierta edad.

Al igual que un cuchillo puede ser usado para cortar amorosamente los bifes para sus hijos por una madre, o asestar 34 puñaladas por una asesina, cualquier herramienta, mecánica o virtual, adquirirá su carácter de acuerdo a cómo sea la persona que la use. Y a qué fines se propone.

Así como hay miserables que usan la red para lucrar con niñas y niños vendiéndolos a pervertidos, también existen redes nada virtuales de prostitución infantil objetiva en el mundo entero.

La felicidad de pareja es un producto que puede escaparse de las manos a cada instante, de acuerdo a innumerables factores que no necesitamos enumerar aquí -en caso de que esto fuera posible. No influye de un modo determinante -según nuestro modesto criterio- el que los cónyuges hayan concertado su noviazgo o hasta su matrimonio en la vida real...

O por internet.

Publicado en semanario La Columna, Santiago del Estero, Nº 751, jueves 17 de abril de 2008.


"Todavía estamos en peligro"

Entrevista a Julio Carreras (h) por Marcela Arce
Semanario La Columna Nº 747, 20 de Marzo de 2008

Cuando se aproxima el “Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia”, un santiagueño que estuvo preso durante 7 años entrega una reflexión distinta de lo sucedido. No apela al costado emotivo, sino que apunta a un aspecto poco conocido de lo que dio origen al genocidio.

El próximo 24 de marzo se cumplirán 32 años desde que el régimen más sangriento de la historia reciente de Argentina fuera instaurado. Las desapariciones, las torturas, los centros clandestinos de detención, y todas las consecuencias de aquella fatídica fecha, hoy más que nunca, son tema de debate constante.

Para muchos, hablar de ello no es más que revolver en una vieja herida. Para otros, esa herida nunca cicatrizó. Ni lo hará hasta que todos los culpables sean castigados y mientras no se sepa la verdad. Una verdad que aun no termina de desentrañarse.

Pero qué opinan los protagonistas de aquellos sucesos. Qué sienten las personas que sufrieron la cárcel, las humillaciones y todo el horror derivado de la más cruel de las represiones. A simple vista, pudiera pensarse que sólo sienten consternación por lo vivido, y quieren hablar sólo de ello. Contar sus experiencias personales durante el cautiverio, acusar a sus carceleros o recordar al compañero muerto a su lado. Este podría ser el homenaje a los compañeros desaparecidos.

Pero Julio Carreras (h) no piensa lo mismo, aunque estuvo 7 años preso en diferentes cárceles y campos de concentración. Aunque su esposa pasó por lo mismo durante 6 años. Tenía 25 años cuando fue detenido en Córdoba. Había sido músico, pintor, escritor y periodista.

Recién en los últimos meses del proceso, recuperó su libertad. Regresó a su tierra natal, donde, entre múltiples actividades ligadas al periodismo y la cultura santiagueña, fue director de un diario en Internet (Pantalla de Noticias), coordinador general de la Asociación de Periodistas de Internet. Escribe para varias revistas y medios, en papel e Internet. Es, actualmente, editor general de @DIN (Agencia Digital de Noticias) en Internet.
Escribió 9 libros, además de muchos artículos -y un par de libros de ensayos juveniles, que prefiere ignorar. Una de las novelas cortas fue traducida y editada en Italia. Trabaja ahora (de a poco) en tres novelas.

Para él, hay otra historia que debe ser contada. Una historia que tiene que ver con los verdaderos hacedores de esta historia: los grupos económicos internacionales que presionaron al país de tal manera para imponer un plan que sólo significara ganancias para ellos, en desmedro de toda una nación.

Un diálogo profundo, que permite conocer el otro lado de una laceración que no se cerrará mientras toda la verdad no salga a la luz.

EL PLAN ECONÓMICO

-A 32 años del horror que significara la instauración del golpe de facto y sus consecuencias trágicas, ¿se califica como un sobreviviente o un preso político?

-Era un militante político. Por lo tanto, estaba preparado para que me detuvieran, me torturasen o pasar por las horrendas situaciones con las que pasamos junto a mi esposa. Es cierto que he sobrevivido, pero no me considero ni una víctima ni un sobreviviente en el sentido de algo que me ha pasado por casualidad. Nosotros, los militantes revolucionarios de los años 70, estábamos preparados para enfrentar las situaciones que nos tocaron vivir después, y sabíamos que podría sobrevenir eso.

-¿Cómo lo sabía?

-En realidad, el golpe militar, la represión, las torturas, los crímenes y las desapariciones no son algo desprendido de un conjunto de medidas políticas y económicas que se querían llevar adelante. Esas son las causas verdaderas de esa represión, que tampoco es responsabilidad únicamente de algunos militares. No. Este es un plan político que se viene desarrollando e intentando aplicar en el mundo entero y que, finalmente, terminó exitosamente, sólo a través del uso de la violencia.

-¿A qué plan económico se refiere?

Este plan económico, desarrollado primero en Chile y después en Argentina, constituye una reacción de los grupos económicos más poderosos del mundo ante el gran avance que había tenido la clase trabajadora del mundo y también algunos países de lo que ellos denominaban “el tercer mundo”. Después de la 2º Guerra Mundial, un gran economista inglés, Keynes, comprende que únicamente se podían evitar nuevas guerras si se lograba que la sociedad tuviese un mínimo estado de bienestar. Incluso, siendo ministro de Economía de Inglaterra, había estado en desacuerdo con las medidas que se le habían aplicado a Alemania después de su derrota en el 1º Guerra Mundial, porque con su tradición productiva y guerrera, vaticinó que podía haber otra guerra posterior.

-Como finalmente sucedió.

-Exacto. Sería una reacción de este país a la opresión económica a la que había sido sometida. Y esta presión económica no se da sólo por una cuestión de perversidad humana, sino que es mera consecuencia de la búsqueda del lucro desbocado de las grandes empresas capitalistas.

-¿Esas empresas tienen nombre y apellido?

-Es un grupo que ha manejado al mundo en las sombras, desde principios del siglo 20. Es un grupo que, si bien tiene nombres y apellidos, como Ford, como Morgan, y tiene nombres de empresas como Mercedes Benz, City Bank, siempre permanecen en las sombras. Los protagonistas, los que aparecen, son escuelas económicas, ministros de Economía, gobiernos, nombres de presidentes que después la gente se los olvida, como (Domingo) Cavallo.

Este proyecto económico se aplica, por primera vez, de una manera experimental en Indonesia, en 1965, con un detalle monstruoso: en poco más de 24 horas se eliminan a más de 1 millón de personas. Se establece un régimen sangriento que después lleva adelante un plan económico de ajustes neoliberales, que son los que convierten a Indonesia en un país capitalista salvaje, y un paraíso para las empresas capitalistas.

LOS CHICAGO BOYS

-¿Cuántos años tenía cuando comienza con la militancia?

-Más o menos 20 años, pero, en realidad, había mamado la política desde los 5 años, porque mi familia era peronista. Cuando se da el golpe de 1955, nosotros sufrimos mucho, no tanto económicamente, sino moralmente, por el estado feliz en que vivíamos como familia en la época de Perón. Recuerdo, por ejemplo, reuniones en mi casa con el Dr. López Bustos, el Dr. Abdulajad, militantes de la resistencia peronista. Recuerdo la alegría que tuvimos cuando Los Uturuncos se levantan en contra de ese régimen oprobioso que fue la llamada “Revolución Libertadora”. Desde mi infancia había una actitud de resistencia a algo que se percibía como maléfico y que se cierne entonces sobre el país.

-Y surge entonces la necesidad de participar.

-Exacto. Empezamos a militar en diferentes sectores, primero luchamos por el regreso de la democracia. Pero después ocurre que Perón, avejentado y hostigado por tantas desgracias que le habían ocurrido en la vida, acepta un plan capitalista, pero moderado. Entonces, algunos sectores nos seguimos oponiendo a esa política. Sin embargo, el plan capitalista, tal como estaba planteado, que había sido diseñado en la Universidad de Chicago por los que después serían los tristemente célebres “Chicago Boys”, se empieza a aplicar en Argentina recién a fines de 1974.

-Y se intensifica con la muerte de Perón.

-Después de la muerte de Perón y cuando López Rega, prácticamente concentra la suma del poder. En junio de 1975 se lanza, prácticamente sin anestesia –como lo haría Menem otra vez en 1992- un plan de ajuste rabioso, que quita a los trabajadores y a toda la sociedad argentina todos los beneficios que habían obtenido en 50 años de lucha, en un solo plumazo. El “Rodrigazo”, fue el primer plan de ajuste salvaje que se hace en Argentina. La sociedad, con los sindicatos a la cabeza, reacciona de una manera airada, y llenan la Plaza de Mayo con una movilización de más de 300.000 participantes. Yo creo que eso termina de convencer a los que habían diseñado el plan económico, que no iba a ser posible aplicarlo sin una dictadura militar, exactamente como fue en Chile e Indonesia.

-Había que eliminar toda resistencia

-Absolutamente toda resistencia. Con esto queda claro que, en realidad, la dictadura militar y su plan económico, y los civiles que la han apoyado, y todos los medios de comunicación y los factores de poder en Argentina que apoyaron la dictadura militar -porque muchos de los diarios que ahora sacan notas luctuosas sobre los desaparecidos y se solidarizan con los derechos humanos, fueron cómplices de la dictadura… Por ejemplo, la carta abierta que Rodolfo Walsh escribe un año después se niegan a publicarla-… Entonces, te decía, ese golpe sirve para establecer un plan de capitalismo salvaje, en donde se beneficia únicamente un minúsculo puñado de grandes capitalistas de Argentina y algunos oportunistas, al estilo de Yabrán, Macri, etc., que estaban preparados para montarse dentro de ese tren destructivo que impulsan los Chicago Boys.

Cuando en la década de los 80 y 90 la CIA desclasifica documentos, nos enteramos de detalles claves. Por ejemplo, que los planes económicos de Argentina, tanto los de la dictadura como los que después aplica Cavallo con el menemismo, no han sido autoría de ellos, sino que fueron redactados por el grupo Morgan (City Bank), en Estados Unidos, y el Departamento de Estado. Y también nos enteramos que Kissinger, que en ese momento era el canciller de Estados Unidos, le aconseja a Guzzetti, el canciller de Argentina, que terminen rápido con la aniquilación de todos los opositores, porque si no después la lucha por los derechos humanos obstaculizaría el desarrollo de las políticas neoliberales del gobierno argentino.

DERECHOS HUMANOS Y MILITARES

-¿Por qué los luchadores de los Derechos Humanos no hablan de todo esto?

-Las violaciones a los derechos humanos han emergido como algo autónomo y eso es, justamente, un error, más que nada provocado debido a los crímenes terribles y al terror que tenía la población argentina. Cuando se empieza a luchar por los derechos humanos de los desaparecidos y los que han sido torturados, los familiares y los abogados estaban tan aterrorizados que, aún conscientes de que aquí había todo un proyecto político y económico detrás, se concentraron únicamente en la violación de los derechos humanos. Además, eran condiciones que les ponían organizaciones internacionales que los apoyaban mundialmente, como Amnesty, sobre no politizar en absoluto la lucha por los derechos humanos, para poder lograr algún tipo de resultado, que fue lo que ocurrió.

Lo que se buscaba desde el imperialismo era someter a nuestro país -que durante el 1º gobierno de Perón había logrado ser prácticamente una potencia mundial- a los dictados del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, cuyos objetivos habían sido revertidos ya para impedir que los países emergentes se convirtiesen en competidores de los Estados Unidos.

-Entonces, ¿qué papel les cupo a los militares?

-Aquí no hay que confundirse, no es que los militares sean malos, muchas veces es al contrario. Algunos militares en Argentina, por ejemplo, han sido los autores de nuestra independencia económica, empezando por el general San Martín, el general Savio (que fue el estableció las primeras estructuras industriales y la producción de acero en la Argentina), el general Mosconi, el general Perón y muchos otros. Han sido un pequeño grupo de militares quienes se han sometido a los dictados del extranjero y han traicionado a la Patria. No hay que confundirse, no hay que ir en contra de los militares como Institución.

-¿Acaso no participaron todos?

-Lamentablemente, en ese momento, como el ejército es una organización verticalista, muchos de ellos han cometido el error de obedecer. Pero también, y eso se dice poco, ha habido 33 oficiales de alta graduación, tenientes coroneles, capitanes mayores, que se negaron en su momento a obedecer. Son los llamados 33 orientales. Algunos de ellos formarían después el CEMIDA, Centro de Militares para la Democracia.

-¿Los está defendiendo?

-Yo defiendo a mi Nación con todas sus instituciones. Defiendo a mi Nación con mi identidad y mi cultura. La nación Argentina con su religión, con sus fuerzas armadas, que tienen un sentido: la defensa de la Patria. A quienes ataco es a los militares -y también a los civiles, principalmente a los civiles, porque ellos han sido mucho más responsables, como Martinez de Hoz, Alemann, Cavallo, de la entrega de nuestra nación. También hubo sacerdotes que han colaborado con esto, pero no por eso voy a atacar a la iglesia como Institución ni voy a dejar de ser cristiano.

Lo que hay que discernir claramente es que ha habido un proyecto integral, llevado adelante por un grupo de personas que han sido traidores a la patria, y que no son las instituciones las que han llevado adelante el genocidio, sino un grupo concentrado de poder. Han sido personas concretas, con un proyecto económico por detrás, quienes han aplicado un plan político de destrucción, para poderlo imponer.

EL OTRO HOMENAJE

-Cuando se acerca el 24 de marzo, a la hora de los recordatorios, el común de la gente cree que se trató solo de genocidio, desapariciones forzadas, ignorando esta parte de la historia, como si no hubiesen sido ésta el detonante.

-Así es. Cuando el Dr. Alfonsín se hace cargo del gobierno –celebré que haya sido así, porque los nuevos personeros del FMI eran personajes siniestros como Herminio Iglesias, como Italo Lúder, que fue el que aprobó la “ley de aniquilamiento de la guerrilla”, cuando en realidad esa ley sería para aniquilar dirigentes sindicales, estudiantiles, sociales, sacerdotes-; su ministro de Economía, Grinspun, con muy buenas intenciones, quería recuperar el desarrollo económico perdido de nuestra nación. Pero Alfonsín recibió presiones tremendas, para no aplicar ningún plan que no sea el de los Chicago Boys, que estaba impulsado por el FMI. Lamentablemente, no tuvo el coraje suficiente para oponerse y se vio obligado a aplicar, a medias, el plan del FMI. Como eso no había obligado a satisfacer a estas pirañas y tiburones internacionales…

-…apareció Menem.

-Con Alfonsín no logran satisfacción, entonces lo desestabilizan y apoyan a Menem, quien le miente a la población… le miente a la gente que habrá una revolución productivo, que va a recuperar el nacionalismo industrial de Perón y, en realidad, lo pone a Cavallo al frente de la economía para que haga lo que la dictadura militar y Alfonsín no habían podido terminar.

-Con esto, queda claro que el golpe de facto tuvo un costado fundamental, del que muchos parecieran querer olvidarse.

-En este momento, este 24 de marzo lo que tenemos que visualizar no es solamente la criminalidad de la Junta Militar, sino comprender que esa criminalidad, los desaparecidos, los muertos y todo lo que aplicó la dictadura militar era porque sabían que era la única forma en que podían aplicar el plan económico que nos llevó a la situación en que estamos ahora. Por eso, va a ser verdaderamente, un homenaje real a los desaparecidos y a los militantes que han sido bárbaramente atacados durante ese período, que la población comprenda que únicamente oponiéndose a estos planes de ajuste salvaje es como vamos a defender los derechos humanos de toda la nación, vamos a impedir que haya niños que se mueran de hambre, y que haya millones de personas desocupadas, en un país que tiene riquezas para abastecer al mundo.

“NO CULPO A NADIE”

-¿No cree que sería más conveniente recordar a sus compañeros desaparecidos, hablando de los crímenes, de las atrocidades sufridas?

-Está muy bien que se lo haga. Hay mucha gente que ahora habla de eso, pero me parece que, en este momento, es necesario comprender por qué ha sido esa represión. El pueblo argentino podría haber defendido su patria, se podía haber sumado a la lucha que emprendíamos un puñado de jóvenes, que nos animábamos a arriesgar la vida, lo podían haber hecho y no estar en esta situación. Pero no hubo el coraje cívico suficiente.

No culpo a nadie. No espero que un padre de familia sea capaz de arriesgar su vida y someterse a un futuro incierto. En el 75 ya se veía eso, miles habían llenado las plazas en los años anteriores para apoyar a Montoneros, ahora no había quién salga.

-Muchos hombres de su generación, no los que han luchado ni los que han tenido el coraje de salir a defender sus derechos, piensan que esta era una lucha de los zurditos, los locos aquellos.

-Ese fue, justamente, el éxito de la dictadura militar. Tampoco fue un éxito casual, sino que tuvieron el apoyo de grandes estructuras internacionales y todo el apoyo de las estructuras mediáticas del capitalismo. Han revertido, prácticamente, la mentalidad de 4 o 5 generaciones. Pero la verdad no se puede ocultar. Tarde o temprano, la verdad sale a la luz.

Yo le rindo homenaje a mis compañeros que han sido torturados, violentados, encarcelados. Yo he estado 7 años preso, mi esposa 6; hemos sido torturados, hemos visto compañeros a quienes queríamos muchísimo, morir al lado nuestro. Pero eso no es lo que me importa recordar ahora. Lo que me importa es que tengamos conciencia que todavía estamos en peligro, y que debemos ampliar este espacio de democracia y participación que logramos para ser independientes, y para que no nos vuelvan a imponer un programa que nos destruya. No nos han destruido a nosotros. Vos me ves bien, porque he luchado por algo justo, he luchado y lucho para que no destruyan a miles de niños, para que no destruyan el optimismo del pueblo de nuestra patria, para que no destruyan nuestro futuro. Sobre eso tenemos que reflexionar este 24 de marzo.

-Usted puede estar bien a pesar de todo lo que ha pasado, pero no sé si las madres, las abuelas, quienes perdieron a sus esposos, a sus padres, podrán decir lo mismo. Para muchos de ellos, el homenaje tendría que ser distinto.

-Hebe de Bonafini dice claramente: “Mi homenaje es seguir con la ideología de mi hijo”. Es un homenaje político. No es únicamente porque era un buen tipo, una especie de samaritano bonachón al cual torturaron y asesinaron y después lo han hecho desaparecer, sino porque era alguien capaz de luchar por el bien de su patria. De algún modo, las madres, creo que consideran a todos los argentinos sus hijos. La mayoría de ellas están felices porque, al final, se está sabiendo la verdad. Su lucha ha servido para que muchos tengan conciencia que tenemos que defender nuestra patria y tenemos que defender un mundo mejor. Si hay poderosos, criminales, personas inmorales dispuestas a imponer por la fuerza su voluntad, entonces tenemos que imponernos. Este es el mensaje.

www.elortiba.org


Pino Solanas: "el gen argentino"

Por Julio Carreras (h)

Hasta las 8 de la mañana, hora en que empiezo a escribir esta nota, Fernando "Pino" Solanas, candidato del "Proyecto Sur", lleva obtenidos casi 300 mil votos (1,61 por ciento). Esos números lo colocan en quinto lugar, después de Elisa Carrió, Roberto Lavagna y Alberto Rodríguez Sáa. Con el 95, 26 por ciento de los votos escrutados, Ricardo López Murphy, el candidato de la ultraderecha neoliberal, se ubica dos lugares más abajo, después de Sobisch y Asís, con el 1,45 por ciento del total.
Si se tiene en cuenta la poca anticipación con que Solanas empezó su campaña electoral, la precariedad de recursos, las innumerables dificultades que debió atravesar el votante que intentó darle su apoyo en el plano nacional, debe reconocerse la performance electoral del talentoso cineasta argentino como una verdadera epopeya. Para mencionar un ejemplo patético, en numerosas mesas del todo el país -al parecer en miles de ellas- los votos de Pino Solanas sencillamente no estaban. ¿Y cómo se puede votar a un candidato a presidente si sus boletas no están?... El ministro del Interior salió al cruce de las primeras denuncias diciendo que la provisión de votos a las distintas circunscripciones electorales "es responsabilidad de los partidos". Pero no alcanza. Sin ánimo de magnificar la cuestión ni culpar directamente al gobierno, debe asumirse que un sistema electoral perfectamente ordenado debería garantizar la presencia de boletas de TODOS los partidos legalmente autorizados.
Más allá de esta circunstancia, que de no haber sucedido tampoco hubiera modificado esencialmente las ubicaciones finales, deben valorarse en cambio el signo alentador que esta elección arroja. Si un candidato nacionalista y revolucionario, prácticamente sin recursos propios ni ajenos, logra superar a un personaje que declara disponer de unos cinco millones de pesos como patrimonio personal, quiere decir que algo ha cambiado en la mentalidad de importantes sectores sociales de la Argentina.
Debe recordarse también que López Murphy había obtenido en las elecciones presidenciales de 2003 la friolera de 3.144.532 votos -apenas un millón menos que el posteriormente electo, Néstor Kirchner. Si se los compara con los apenas 263.407 que obtuvo ahora, debe aceptarse que el peligroso troglodita neoliberal resulta el principal derrotado de la presente elección.
Lo cual es un dato no pequeño, ya que en el contexto social amasado por la férrea combinación del terrorismo de estado con el control mediático neoliberal en la Argentina de los últimos 30 años, parecía probable una consolidación de personajes como este, instalados traumáticamente en el inconsciente colectivo de las clases medias como "el camino necesario".
Cierto es que la mayor parte del campo político popular coincidía en que lo más adecuado en tal contexto era votar al proyecto del matrimonio Kirchner -tal como ocurrió. Y que la aventura de Solanas, si bien estimulante y simpática, resultaba algo inquietante, pues expresaba una vez más esa eterna incapacidad de los sectores populares argentinos para articular una alternativa de consenso hacia dentro, en vez de seguir negociando amigablemente sólo con el enemigo.
Tres días antes de las elecciones un grupo de estudios coordinado por Facundo Cano y Carlos Testado, produjo un análisis de situación con el cual coincido plenamente. A continuación lo reproduciré íntegramente pues no lo he visto publicado en otros medios que no sean nuestra agencia de noticias, @DIN:

Para comprender por qué es necesario votar a Cristina Fernández como continuidad del cambio iniciado por Néstor Kirchner hace cuatro años, lo mejor no es pasar lista de los logros de esta gestión. Lo imprescindible es considerar de dónde veníamos los argentinos y en consecuencia calcular cuán enormes han de haber sido las presiones que debió soportar el Presidente en su período de gobierno para que dejara todo como estaba. Sin duda los logros mencionados también son importantes: disminución de los índices de pobreza y desempleo, aumentos continuos de salarios y jubilaciones mínimas, profundización del camino de la unidad de la Nación latinoamericana, claro sostén al perfil industrial, retenciones al agro, etc. Pero hay que pensar que como contrapartida el Gobierno frenó, día por día, las presiones de entidades y sectores que a los demás presidentes que hemos tenido en los anteriores veintisiete años les inspiraban un santo terror. ¿Cuántas amenazas enfrentó Néstor Kirchner para que aumentara las tarifas de los servicios públicos? ¿Cuántas para que se realineara con Estados Unidos? ¿Cuántas para que suscribiera un acuerdo con el FMI con monitoreo incluido? ¿Cuántas soportó desde el inicio de su gestión para que eliminara la doble indemnización, cosa que ha hecho, sólo al fin de su mandato, una vez que se aseguró la firmeza del descenso del índice de desempleo? Y algo más hay que agregar: en los primeros años de su presidencia, Néstor Kirchner no pudo apoyarse en la población para repeler a los vampiros de la Argentina. La conciencia del pueblo aún estaba inmersa en la intoxicación de los dogmas neoliberales, el discurso único que le habían suministrado los medios. Kirchner y su equipo libraron la batalla contra los buitres del campo y las finanzas en absoluta soledad.
Es preciso recordar cómo era el consenso social en esos veintisiete años. Pedir un aumento de salarios era una locura: no solamente porque se corría con el riesgo del despido, sino porque al interior del propio asalariado se había formado una conciencia de culpa: era patear el tablero y disparar la inflación. Nadie pensaba en convenios colectivos de trabajo, y menos que menos en paritarias. El país tenía un solo destino posible: acomodarse a los requerimientos de las potencias de Occidente, y esperar sumiso sus indicaciones. Sonaban absurdos por entonces puntos de estricta lógica, que gracias a Néstor Kirchner hoy hemos recuperado. No existió nunca en la historia de la Humanidad una sola potencia "de servicios" ni menos que menos "alimentaria". Sin embargo, se nos decía que debíamos abandonar toda pretensión de convertirnos en un país industrial. Nuestro futuro, decían, era parecernos a Irlanda, la India, Nueva Zelanda (con sus respectivos "regímenes modelo" de legislación laboral, el sueño de todo empresario) o el remanido modelo chileno, representante en la región de la "economía seria". Un país de servicios, servicial hasta la obsecuencia respecto a las potencias dominantes. El problema era que estos países necesitaban bien poco de nosotros: alcanzaba con diez millones de habitantes para satisfacerlo. ¿El resto? Sufrir y morir en silencio y sin protestar.
Era el consenso de los locos: si las grandes potencias eran de tipo industrial, nosotros para sobrevivir no debíamos ser industriales. Si las grandes potencias practicaban el proteccionismo, nosotros debíamos practicar la apertura como camino al progreso. Si las grandes potencias se apoyaban en el mercado interno, nosotros para imitarlas debíamos orientarnos hacia la exportación. Estas sinrazones calaron hondamente en la conciencia popular y se convirtieron en convicciones que a la larga habrían de determinar, incluso, las campañas electorales. En 1999, Ricardo López Murphy ofrecía en nombre de la Alianza, como propuesta de campaña, bajar los salarios un 10 %. Esto no le restó votos a dicha agrupación, sino que se los sumó. En el marco del "consenso de los locos", para la población una propuesta de ese tipo era sumamente atractiva.
Aún no hemos tomado conciencia acerca de cómo era la mecánica de los locos de la cual nos sacó Néstor Kirchner. Las misiones del Fondo Monetario Internacional eran esperadas con espanto y los medios alistaban legiones de periodistas obsecuentes: éstos perseguían a los delegados del organismo pidiéndoles nuevas exigencias para nuestra economía. David Mulford, aquel funcionario de jopo hollywoodense y bigotito de villano cinematográfico, declaraba que Argentina debía "ponerse bonita como una novia" si pretendía que el FMI le renovara cierto vencimiento. Años más tarde, su amigo Domingo Cavallo le generaría una comisión de 140 millones de dólares con el megacanje, y Mulford habría de bajar sus expectativas. Media docena de economistas, adorados por los medios, prostituían su ciencia y su ciudadanía argentina postulando medidas tan sangrientas para la sociedad que hasta sus familiares los han de haber mirado con asombro. El establishment les pagaba verdaderas fortunas para que declarasen lo que los mismos banqueros y empresarios no se animaban a decir. Tras la primera etapa de la destrucción llevada a cabo por Carlos Menem, Roberto Alemann anunciaba que ahora había que terminar con la indemnización por despido. Los sucesivos coloquios de IDEA toman la idea (es un decir: en realidad sus integrantes la habían generado) y machacan con ella durante años. Ricardo López Murphy insiste en perfeccionar el legado menemista: tras el cumplimiento de aquella profecía de rebaja salarial, en su breve paso por el Ministerio de Economía propone privatizar la Lotería y la Casa de la Moneda, reducir al mínimo el presupuesto educativo y despedir, de inmediato, a 40.000 empleados públicos. La Asociación de Bancos Argentinos le declara su caluroso apoyo. Dos años después, en el marco de la campaña presidencial del 2003, López Murphy declara un patrimonio de cuatro millones y medio de pesos. ¿Cómo un simple economista reunió semejante fortuna? "Honorarios de conferencias y algunas asesorías", enuncia con brevedad.
Con el crac del modelo neoliberal, las propuestas antinacionales, paradójicamente, no se esconden sino que elevan su carácter entreguista hasta el paroxismo. El consenso de los locos, firmemente arraigado en la ciudadanía, se mantuvo a lo largo del año 2002, e hizo que se consideraran sin asombro propuestas como la del economista Julio Piekarz: estimular a los argentinos a depositar sus fondos en la banca offshore. Una consultora lanza en la Patagonia una extraña encuesta para un misterioso contratista: ¿aprobaría usted que se entregaran secciones del territorio patagónico a los países acreedores en parte de pago de nuestras deudas? Si bien el resultado de la compulsa fue finalmente negativo, hubo un porcentaje minoritario de aprobación escandalosamente alto. Una empresaria farmacéutica, Ana María Molinari, lanza un nuevo partido político, y convoca a posibles militantes mediante avisos clasificados de empleo. ¿Su principal propuesta social? Eliminar el salario mínimo, e inducir a los desocupados a que trabajen a cambio de la comida, a fin de que el país recupere su atractivo para los "dadores de trabajo" (sic). Filas de ciudadanos se forman ante su mansión de la calle Aráoz ante tan nutritiva propuesta. Los economistas Rudiger Dornbusch y Ricardo Caballero proponen que la Argentina no tenga más soberanía monetaria ni fiscal: la gestión económica de nuestro país debería ser comandada por un pool de bancos centrales del exterior.
El principal mérito de Néstor Kirchner, entonces, es haber logrado que los argentinos recuperaran la lógica normal en toda nación que se precie, y que es la que tuvimos hasta 1976. Las negociaciones salariales anuales o semestrales son algo común y nadie se puede sentir culpable por promoverlas; cuando alzan su voz los funcionarios del FMI, pidiendo, por ejemplo, que bajemos el poder adquisitivo de la población (o sea, que aumentemos el nivel de pobreza) para que se "enfríe el consumo", el argentino de hoy se ríe, menea la cabeza y confirma mentalmente que son malvados, pero malvados de historieta barata. Nadie los toma en serio. Si uno de los hermanos Alemann hoy propusiera eliminar la indemnización por despido, se le recomendaría una visita a su neurólogo de confianza. Todo esto es gracias a Kirchner.
Sin embargo nada está asegurado aún. En el último año se ha registrado, por parte de una porción no menor de la ciudadanía, un retorno a aquellas convicciones que le fueron martilladas durante veinticinco años. Milagro hubiera sido si tanta insistencia por parte de los medios no hubiera dejado huella. Esto no solamente se deja traslucir con el voto a Mauricio Macri, sino con el giro hacia la ultraderecha más pura por parte de Elisa Carrió, y por la selección, por parte del propio Néstor Kirchner, de un símbolo del consenso menemista como Daniel Scioli para representarlo en la provincia de Buenos Aires (candidatura que recomendamos fuertemente NO VOTAR, junto al resto de los postulantes a gobernador salidos de la usina de la derecha). Es claro que Carrió y Kirchner, en esta ocasión, corren detrás del giro ideológico de cierta capa de la ciudadanía que, recuperado su poder adquisitivo, tiene el reflejo de quien empuja con la punta del zapato a los que desean subir al bote en el cual él ha logrado reembarcarse. Sector que, fascinado por los Patti o los Blumberg, tal vez al ver a un Scioli en el cuarto oscuro lo considere como alternativa.
De manera que el consenso social respecto al fin del neoliberalismo no está ni con mucho consolidado. Por eso hay que votar a Cristina Fernández. El pasado está aún demasiado cerca, y los exégetas del "ejemplo chileno" siguen reinando en los principales medios de difusión. Proponen que, así como Chile halló en el cementerio de su sueño industrial los nichos que le permitieron ser bien visto por Estados Unidos (exportación de pasas de uva, ciertas variedades de vino tinto, etc.) nosotros hagamos lo mismo, pero que con esos mínimos nichos demos bienestar a cuarenta millones de habitantes. A esos apóstoles hay que responderles con una única pregunta: ¿Qué hay más: argentinos viviendo en Chile o chilenos viviendo en Argentina? Cualquier habitante de una ciudad de la Patagonia conoce la respuesta correcta. En efecto, sólo en los cementerios hay nichos, y los "nichos de mercado" no son la excepción.
Ahora bien: ¿sólo hubo méritos en el gobierno de Néstor Kirchner? No. En ciertas áreas específicas se mantuvo la política neoliberal que nos viene signando desde el Proceso. Un caso claro es el área minera, y otro es el sistema de subsidios a las compañías privatizadas de transporte. Por otra parte, si bien se han aplicado algunas pocas reestatizaciones, éstas no conforman ni con mucho una tendencia. Fuertes voces se han levantado desde el campo nacional para denunciar esta situación. Una de ellas es la de Fernando "Pino" Solanas, una garantía de honestidad y patriotismo.
Un Fernando Solanas senador estimularía la profundización de los cambios. En la actual Cámara de Senadores hay muchos kirchneristas. La mayoría son ex menemistas absolutamente desconectados del interés nacional, permeables a las presiones del empresariado (y tal vez del PEN) para, por ejemplo, tener cajoneadas indefinidamente las reformas laborales de Héctor Recalde. Si Solanas fuera senador, no aceptaría presiones ni del establishment ni de la propia Casa Rosada para postergar ciertas medidas, y seguramente pelearía con todas sus fuerzas para aprobar las leyes positivas para el país que enviare el Poder Ejecutivo y para rechazar las otras, que también las habrá.
Conste asimismo que no proponemos votar el resto de la boleta de Solanas, y para Diputados consideramos necesario que el elector descarte a todo postulante que simpatice con el autonomismo porteño, y en particular a los que firmaron la infame Agenda de Consenso por la Autonomía Porteña, que pretende convertir a nuestra Capital Federal en el Estado separado que ya tuvo ocasión de ser en el siglo XIX, con puerto y fuerza armada propios. Los amigos del separatismo y de las autonomías regionales no son nuestros amigos, en ningún lugar de la República ni de la Patria grande.
En síntesis: ¿por qué conformarnos con lo bueno, existiendo la posibilidad real de optar por lo mejor? Continuemos con el cambio de paradigma, votando a Cristina Fernández para consolidar el nuevo consenso industrialista y despejar amenazas; y aportémosle un patriota de primera línea que honre al Senado y vigile el sentido nacional de los cambios por venir. (Fin del Documento)

No sabemos los causas que llevaron a Pino Solanas a ir por fuera del aparato electoral kirchnerista. Posiblemente no encontró en este el espacio que necesitaba para su feraz capacidad política y reconocido fervor patriótico.
Por otra parte, percibimos en la nueva presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sensibilidad intelectual y capacidad suficiente para comprender con claridad el panorama político de este país. Sería deseable que tomara en cuenta a personas tan valiosas como Solanas para integrarlos a una nueva etapa. Donde todas las fuerzas políticas populares puedan conformar un amplio frente nacional, que consolide los logros indudables -aunque aún dramáticamente insuficientes- de la exitosa gestión gubernamental de Néstor Kirchner.


Tortillas transgénicas para el desayuno

Por Julio Carreras (h)

Según cierto libro que se presentará en México el 27 de septiembre, la humanidad corre riesgo de extendidas hambrunas, en unos cincuenta años más... salvo que apele a los transgénicos.

De acuerdo con este autor, presentado como "científico", funcionario ministerial de México en realidad, debemos abrir nuestras mentes y nuestros corazones al uso de alimentos genéticamente modificados. Porque, de acuerdo con él "no significan riesgo para el consumo humano".

"La humanidad deberá producir para el 2057 un 50 por ciento más de los alimentos que consume actualmente", para lo cual se requiere "tomar muy en serio" la biotecnología, aseguró en la mediática presentación europea de su libro el mexicano Víctor Villalobos.

Al hablar de su libro "Los transgénicos" (Ediciones Mundi-Prensa), que ya está distribuyéndose -por supuesto- en España y que "saldrá en dos semanas más para América Latina", el científico defendió el uso de los transgénicos, alegando que "es difícil que una persona no haya consumido alguna vez estos productos", sólo que sin saberlo. En esto tiene mucha razón. Varias margarinas, jugos "frutales" y otros productos de mercado hoy llevan compuestos de soja, transgénica, sin que en sus envolturas lo digan.

Villalobos es coordinador de asuntos internacionales del ministerio de Agricultura de México y asesor del Programa de Biotecnología de Irán...
"En los próximos 50 años habrá dos mil millones de personas más y tendremos para sembrar la misma extensión territorial, por lo que es necesario utilizar las nuevas tecnologías para producir alimentos", dijo. ¿No les parece haber escuchado eso antes? ¡Ah! ¡Sí! ¡En los años 50, cuando se promovía la Revolución Verde, introductora de los agroquímicos en todo el mundo!
"Incluso, desde 1996, cuando comenzaron a producirse los transgénicos de soja, maíz, algodón y colza", sigue el funcionario de Calderón "la humanidad ha consumido unas 470 millones de toneladas de esos alimentos..." Esto demostraría, para él, su inocuidad.
"El 95 por ciento de la soja que se consume en el mundo es transgénica, así que es difícil que una persona no haya consumido alguna vez estos productos", enfatizó.
De acuerdo con cifras divulgadas en el libro, en 11 años han sido sembradas 102 millones de hectáreas de soja en 22 países, entre ellos España y México.
Con estas siembras "se han visto beneficiados" 10,3 millones de agricultores, "90 por ciento de los cuales son pobres" aseguró el profesor Mexicano.
Villalobos añadió que en México, donde no está permitida la siembra de semilla de maíz modificada, "se debe aprovechar que recientemente fue descubierta la cadena genética de ese producto" básico para la alimentación nacional.

El discurso de los ladrones

Tramo por tramo este verdadero manifiesto de los defensores de la transgenia constituye una insidiosa manipulación de los conceptos. Comenzando con el latiguillo del hambre mundial, utilizado por los científicos a sueldo de los poderosos desde Malthus. Hacia fines del siglo XVIII el científico pronosticó que la humanidad padecería serias hambrunas, en vastos sectores del mundo, de continuar con su "crecimiento geométrico".
Casi contemporánemente, otros científicos refutaron definitivamente su concepción. Phroudon, Saint Simon, Marx, entre los más conspicuos, demostraron científicamente que el problema central de la humanidad no es la escasez de recursos, sino su errónea distribución. Por razones obvias, Malthus tuvo -y tiene- una repercusión mediática abrumadoramente mayor que Marx, hasta el día de hoy.
Tanto en aquella época, como ahora, un porcentaje mínimo de la población, oscilando siempre entre un 5 o 10 % de los humanos, controló porcentajes insultantes de la riqueza mundial, superando a veces el 50 % de lo producido.
Vergonzosas "tácticas comerciales", como las de los empresarios bananeros de Centroamérica o los cafeteros echando toneladas de esos alimentos al mar, para imponer alzas en los precios, fueron frecuentes durante todo el siglo anterior lo son hoy. Ellas constituyen algunos de los innumerables estigmas sobre las generaciones de criminales y mentirosos que supieron hacerse con la riqueza y el poder gracias a su maldad, desde el paleolítico hasta el presente. Individuos semejantes a los que hoy se hacen llamar empresarios, "doctores", o "políticos".
De tal manera, si los recursos de seis mil quinientos millones de habitantes que presenta hoy la humanidad, son controlados por una burocracia que no supera el millón de personas, dependientes a su vez de la decisión real de otras no más de 100.000, el mundo es en realidad una semi encubierta prisión. Es claro que esos cien mil, poseyendo la decisión final sobre el 70 % de los alimentos del mundo, preferirán tirarlos antes que compartirlos con alguien, si no van a obtener ganancia.

"Mi comida es mía y nada más"

Durante el año 1994, siendo periodista de un diario argentino, me tocó integrar una "selecta" delegación que la empresa Austral invitó para conocer sus servicios en Buenos Aires. Entre otras agasajos y paseos se nos llevó a conocer el "Cattering", palabreja que por alguna razón se utiliza para denominar el sitio donde se preparan y empaquetan los alimentos que se van a servir en el avión. La bonita camarera que nos guiaba, señaló que a cada vuelo, de los numerosos que todos los días la empresa efectuaba a diferentes lugares, dentro o fuera del país, se le proveía de comida fresca, preparada unas horas antes del viaje. Respecto de los sobrantes, anecdóticamente contó que "antes", cuando la empresa era controlada por Aerolíneas Argentinas, la comida sobrante se distribuía entre los indigentes que durante todo el día solían formar larguísimas colas ante los portones para recibirla. Pero ahora, que había pasado a capitales españoles, la orden estricta era "tirar todo lo que sobraba de cada vuelo y otros excendentes, de inmediato". Comida hecha tres o cuatro horas antes, era colocada pues en grandes compactadoras, que las convertían pronto en material descartable. Con una sonrisa, la camarera creyó esclarecer esta conducta con un deplorable clissé: "...es la eficiencia suiza", exclamó. (Pues el "cattering" había pasado a manos de una empresa suiza.)
Espantado, mientras nos conducían por un pasillo a conocer otra sección de Austral, le dije a quien por azar caminaba a mi lado:
-¡Qué increíble! ¡Millones de personas se mueren de hambre en la Argentina y estos tiran toneladas de comida de primera calidad, todos los días"
El tipo, regordete, alto, anteojos culo de sifón, me miró con repugnancia y contestó:
-Pero viejo... mirá que ponerte a pensar en esas cosas ahora... disfrutá el momento, querido... pensando así siempre vas a ser un amargado.
Aquel personaje, de unos 40 años, de origen humilde, era entonces director de Radio Nacional. Ahora tiene su propia radio, y al parecer le fue "bien": la última vez que lo ví, hace unos meses, en una antesala gubernamental, portaba en sus robustos dedos anillos de oro de un volumen poco visto.
Con esta pequeña anécdota quiero graficar cómo se genera la inmensa red mundial de periodistas corruptos -hablo de periodistas, colegas, no de empresarios periodísticos, que suelen ser corruptos por convicción-, para constituir la impenetrable coraza de mentiras que protege a los opresores.

Los magos negros

El mito de Malthus fue reafirmado por su coterráneo Darwin, al establecer la vigencia de cierta "ley de la naturaleza" , la cual llevaría a todo ser viviente a constituirse en enemigo de sus semejantes.
En esa línea de pensamiento -sustentada trescientos años antes, en realidad, sobre las doctrinas protestantes-, resulta imposible evitar la injusta distribución de las riquezas: no sería otra cosa que la expresión, en el plano económico, de la Selección Natural. Esto es, "el mundo para los más fuertes e inteligentes".
Por numerosas razones, sin embargo, había que darle algún tipo de tratamiento al "problema" de los peores, esto es los débiles y los "intelectualmente retrasados". No sólo debido al feo aspecto con que se diseminaban por doquier, sino -y esto es lo preocupante-, por su irredimible tendencia a la insurrección. Que ya Lutero "padeciera" en carne propia con los campesinos alemanes, a quienes "se vio obligado a traicionar", por su levantisco carácter, entregándolos, como se sabe, a una horrenda masacre.
Los "policías malos" y los "policías buenos" fueron utilizados por los criminales en el poder desde la prehistoria. Así, "resolver el problema del hambre de la humanidad", fue una consigna que les sirvió a los dominadores para perpetuar la injusticia desde principios del siglo XX hacia acá.
Hacia 1911 se obtiene en Alemania la clave para separar la producción de elementos químicos nitrogenados -tales como fertilizantes, explosivos y materias primas químicas- de los depósitos naturales, especialmente del nitrato de sodio. "Esta repentina disponibilidad de fertilizantes nitrogenados evitaría la crisis de población anunciada por Malthus", celebra hasta hoy la Historia oficial de las Ciencias. Efectivamente, fue el origen remoto de la Revolución Verde, que con la introducción de los agroquímicos y la mecánica en el agro, potenciaría hasta niveles inimaginables la productividad del campo.
Se sabe menos que Fritz Haber, su autor, organizó también el departamento de guerra química del ministerio de la Guerra de Alemania durante la Primera Guerra Mundial (entre los años 1915 y 1917). Fue responsable del desarrollo de las primeras armas de destrucción masiva que se conocen, varios gases venenosos, entre ellos el gas mostaza, que se emplearon en el campo de batalla con el horrible resultado de miles de víctimas mortales. Haber era un judío ansioso por integrar la "aristocracia aria", para lo cual intentó siempre ocultar su origen.
Como hicieron con la bomba atómica, los estadounidenses aprovecharon después los descubrimientos científicos alemanes, pues, para cubrir el mundo de tractores, sembradoras mecánicas... y agroquímicos. Aún no estamos seguros de cuál de sus dos expansiones científicas, la expresada vesánicamente en Hiroshima, o su mentada "Revolución Verde", resulta más perturbadora.
Monsanto, una de las primeras industrias que llevó a escala gigantesca las aplicaciones de Haber, fabricó durante la guerra de Vietnam el "agente naranja". Esta cruel arma química, utilizada masivamente por el ejército de EE.UU. en Vietnam, provoca malformaciones monstruosas en humanos, animales y plantas, a lo largo de muchas generaciones.

Hacia el hombre de plástico

Volvamos a los transgénicos de Villalobos (y de Calderón). La empresa que está detrás de esta colosal promoción de los transgénicos en todo el mundo es la inefable... Monsanto. La presentación del libro del mexicano y el lugar de donde sale no es antojadizo ni casual. Después de haber conquistado los cerebros de los empresarios agrícolas sudamericanos, el único país importante del área hispana que aún escapa a los tentáculos asfixiantes de Monsanto es México.
En México todo el sistema alimentario lleva como núcleo ordenador a la tortilla. Y la tortilla se hace, desde tiempos milenarios, con base en la harina maíz.
Conquistar el maíz mexicano y convertirlo en transgénico es penetrar hasta el tuétano en la identidad cultural de ese pueblo. Sería como si los únicos tangos y chacareras que pudiéramos escuchar y bailar los argentinos, por imposición de una ley, fueran repentinamente los compuestos por David Bowie.
En realidad ya tuvimos un anticipo de esa iniquidad, cuando a fines del siglo XIX los gauchos argentinos se veían obligados a usar ponchos fabricados serialmente en Inglaterra.
Monsanto viene preparando sigilosamente el desembarco mundial del maíz transgénico, para completar el circuito perverso de la dominación agrícola, combinándolo con el de la soja. La Argentina fue concesiva con la tenebrosa multinacional, ya que aquí posee extensos centros de experimentación, desde varios años atrás; los principales maíces transgénicos que se pretende imponer en México fueron probados, pues, en tierras nuestras.
Para los antiguos mexicanos, además, el maíz era sagrado. Y el símbolo de su ser. Si ahora Monsanto vence, y con la complicidad de funcionarios antinacionales impone aquí también sus transgénicos... habrá quitado pues de los templos mexicanos a los símbolos aúeros, para sustituirlos, por estatuillas de plástico.

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Dow Chemical y Monsanto firman acuerdo para nuevas semillas maíz

NUEVA YORK, sep 14 /2007 (Reuters) - Dow Chemical Co (DOW.N: Cotización), la mayor química de Estados Unidos, y la gigante biotecnológica Monsanto Co (MON.N: Cotización) anunciaron el viernes que planean crear conjuntamente la siguiente generación de semillas de maíz genéticamente modificadas.
El acuerdo planteará un problema adicional al fabricante de químicos estadounidense DuPont Co (DD.N: Cotización) y a la compañía de agroquímicos suiza Syngenta (SYNN.VX: Cotización), que han estado tratando de ponerse al nivel de Monsanto, líder del mercado de tecnologías para semillas genéticamente modificadas.
Las semillas de nueva generación, que se esperan sean introducidas al mercado en torno al 2010, combinarán la resistencia a ocho herbicidas diferentes y genes de protección contra insectos, dijeron ambas empresas en un comunicado.
Las semillas, llamadas SmartStax, serán las primeras de la historia en combinar ocho tipos de genes en el maíz.

Con esto, se cierra el círculo mortal: Dow Chemical fue la proveedora del Napalm, horrible fósforo líquido, y Monsanto la del Agente Naranja, que se rociaron durante la agresión estadounidense a Vietnam.

Julio Carreras (h)
@DIN - Agencia Digital Independiente de Noticias

ARTICULO EN INGLES: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=3845&lg=en
ARTICULO EN ALEMAN: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=3803&lg=de

Este artículo también fue publicado como Nota de Tapa


Acerca de los escraches

Por Julio Carreras (h)

Hoy 15 de agosto de 2007 hijos de desaparecidos y organizaciones de Derechos Humanos argentinas escracharán al represor Oreste Valentín Padován, en Córdoba. Ello debido a que la Cámara de Casación resolvió que tanto él como su “amigo” Ricardo Alberto Lardone “no representan peligro para la sociedad”. Y por lo tanto pueden esperar en su casa que se sustancie el juicio oral que se les efectuará próximamente. 
¿Y de qué se trata en el juicio? “Sólo” de la desaparición de Hilda Flora Palacios, Humberto Horacio Brandalisis, Carlos Laja y Raúl Osvaldo Cardozo, secuestrados en Noviembre de 1977 y alojados en el campo de concentración La Perla. El 15 de diciembre de 1977 fueron trasladados y en la intersección de las calles Colón y Sagrada Familia de la capital cordobesa, los militares simularon un “enfrentamiento” con el que justificaron el asesinato. Esta habitual práctica de los genocidas se conoce como “Operativos Ventilador”.
Según informes archivados por organismos judiciales, Padován -quien perteneció al Ejercito y se hacía llamar “Gino”- integró durante la dictadura el grupo ilegal represor “Calle” o “Tercera Sección”. Era el encargado de realizar los traslados de los detenidos al lugar donde se los fusilaba, y allí los obligaba a cavar sus propias tumbas.

“Padován es un asesino sádico, dentro del La Perla manifestaba total indiferencia, tanto con la situación interna del Centro Clandestino como con la vida de los secuestrados, llegó a fusilar a una embarazada” afirman testigos. Dentro del campo de concentración “La Perla” participó en los interrogatorios a los detenidos entre 1976 a 1979.

En tanto Ricardo Alberto Ramón Lardone, oriundo de San Agustín, provincia de Córdoba, esposo de una ex Concejal por el Partido Justicialista de esa localidad, integró durante el gobierno de Isabel Martínez el “Comando Libertadores de América” (versión cordobesa de la AAA).
Se inscribió en la carrera de medicina siendo fotógrafo del servicio de Inteligencia y se infiltraba en distintas actividades sociales o manifestaciones populares para sacar fotografías y utilizarlas luego para una represión selectiva. Lardone, alias “Fogo” o “Fogonaso” durante la dictadura fue Agente Civil adscripto del aparato de inteligencia en el Destacamento 141.

Desde 1976 hasta 1978 secuestró, torturó y asesinó en el campo de concentración “La Perla”. Integró el grupo Operativo, bajo las órdenes del represor Acosta y en 1978 pasó a integrar el grupo de calle.

Según el relato de los sobrevivientes de La Perla, “Lardone junto a Villagra eran los encargados de hacer explotar los cuerpos de los detenidos para destruirlos y desaparecerlos”.

Ninguno de estos dos personajes representan peligro para la sociedad, según los jueces de la Cámara de Casación.
No faltan en los medios masivos, pese a ello, opiniones de intelectuales “bien intencionados”, algunos de ellos “de izquierda”, cuestionando la realización de escraches por parte de la población civil. Se los califica de “violentos”, o “antidemocráticos”, señalándoselos frecuentemente como una presión lateral que “enturbia” los procesos judiciales.

Ninguno de quienes expresan tales opiniones han vivido posiblemente lo que significa que a un hermano, hijo, padre, o simplemente a un amigo le hicieran las atrocidades perpetradas por los asesinos deleznables hoy tardíamente juzgados, a medias y desganadamente, por los tribunales argentinos.

Jóvenes bellas, de familias dignísimas, que las habían educado cuidadosa y amorosamente, soñando con verlas ejercer alguna profesión universitaria, fueron violadas, torturadas de un modo inenarrable y luego asesinadas vilmente por estos criminales. Por si esto fuera poco, si estaban embarazadas, les robaron sus hijos al nacer. Generalmente ellas eran las mejores de su clase, las más solidarias, las que se atrevieron al intento de aplicar sus vidas al sueño de construir una humanidad mejor.

Igual concepto se puede aplicar a los miles de jóvenes secuestrados, torturados, asesinados por estos que ahora, luego de 35 años, continúan dilatando su simple confrontación con la verdad, debido a una trama siniestra de complicidades todavía sigue vigente.

Pues nadie ignora que hoy mismo la red judicial, policial e institucional de toda la Argentina continúa inficionada letalmente por miles de individuos que actúan como cómplices ideológicos de los represores. No sólo por ser residuos de la estructura perversa de la dictadura, o descendientes directos de aquellos, sino por la perduración de las condiciones sociales de injusticia extrema prevalecientes en nuestro país aún.

Que tiene en el aparato informativo y educacional privado el cáncer persistente para hacer posible su perduración.
Cuando vemos que los monopolios internacionales, como Telefónica y Telecom (que es decir lo mismo pues ahora Telefónica compró el paquete mayoritario de acciones de Telecom), publican cada año superávits obscenos, y pese a ello miserables mercenarios de la información como Infobae o Radio 10 presentan como delictivos los reclamos salariales de los trabajadores, comprobamos hasta dónde habitamos un enquistado sistema de violencia institucional. Aún mayor del que se vivió incluso durante la dictadura militar, pues en aquel periodo se lo estaba instalando y grandes sectores de la sociedad no lo padecían completamente, dado que  habían comenzado por eliminar físicamente a los únicos que tenían conciencia de sus objetivos nefastos y se oponían activamente a que los concreten.

Pocas veces en la historia de la humanidad la violencia asume rasgos  tan nítidamente discernibles en el sistema social y económico imperante: no basta con la conmiseración de eternos cómplices de todos los genocidios como La Nación, cuando publican que “la inflación perjudica a los más pobres”. Ello, por el contrario, no hace más que acentuar la violencia, pues los mismos que la originan salen a simular una bondad malsana, cuya hipocresía indigna.

Por ello la actitud de los grupos de hijos, familiares, o damnificados por la farisaica política judicial, resulta un necesario acto de sinceramiento. Que señala con claridad las aberraciones jurídicas que, aún hoy, se perpetran, con el único propósito de postergar lo que ya debió ser un logro de toda una sociedad. Que no supo defender sus derechos cuando fue oportuno, perjudicando así a las presentes generaciones de argentinos.  


Notas intercambiadas con el Encargado de Cultura y la Gerencia del diario El Liberal

Sin mayores explicaciones pues estimo que ellas contienen elementos suficientes para extraer conclusiones.

Julio Carreras (h)
DNI. 7.689.657

Los asuntos, en orden consecutivo

1er Envío, a mediados de mayo (2007): un capítulo de la novela El Alma en Cada Abrazo, algunas consideraciones del autor y fotos.

Resultado: sin respuesta.

2º Envío:

De: Julio Carreras (h)
Para: "Martín Brao" <mbrao@elliberal.com.ar>
Enviado: 08-jun-2007 17:18
Subject: Solicitud de Recibo

Señor
Martín Brao
Sección Cultura
El Liberal

Hace algunos días le envié información acerca de la última producción literaria en la que trabajo.
Por favor, indíqueme si ha recibido ese material periodístico.
Un saludo cordial.

Julio Carreras (h)
www.juliocarreras.com.ar

Resultado: Sin respuesta.


3er envío:

----- Original Message -----
From: Julio Carreras (h)
To: Martín Brao
Sent: Sunday, June 10, 2007 4:24 PM
Subject: Material informativo sobre Cultura de Santiago del Estero


Señor
Martín Brao
Sección Cultura
El Liberal

Recientemente le envié información periodística sobre la última novela en que actualmente trabajo. El envío incluía el anticipo de un capítulo completo (Capítulo 37) de El Alma en cada abrazo, novela que trata sobre los años 70 en Santiago del Estero.
Dado que no volvió, estimo que ha llegado perfectamente a sus manos, pese a que usted no ha cursado ni una mínima señal de recepción, más de quince días después.
Como periodista, usted conoce sin duda la tradición ética -incluso con implicancias legales- que rige sobre los medios masivos de comunicación social hegemónicos. Esta indica la obligación de dar a conocer información de Interés Público, pues un medio de comunicación social no se considera, por su carácter, sólo un comercio, donde el empresario decide unilateralmente los productos a exhibir. Dicha doctrina está consagrada incluso en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, confeccionada por la OEA en 1948. Su reflejo -Derecho a la Información-, figura actualmente en casi todas las Constituciones del mundo, incluyendo nuestra Constitución Nacional y Provincial.
Personalmente, después de 9 años en que El Liberal no ha publicado absolutamente ninguna información acerca de mi actividad literaria (tampoco yo se la envié), por primera vez aporté este material por considerar que el pueblo de nuestra provincia tiene derecho a conocer la producción de sus creadores artísticos.
Esto considerando que por su tradición periodística El Liberal es el diario más antiguo de nuestra provincia, además de uno de los dos únicos medios impresos con alcance masivo.
Respecto de mi idoneidad profesional, consultando el propio archivo de El Liberal de los últimos veinte años (y en menor medida desde 1971 en adelante) se pueden obtener abundantes testimonios calificados que me eximen de argumentar para revalidarla ahora.
Con 12 libros escritos, cinco de ellos publicados, uno de ellos traducido y utilizado como texto de estudio en la Universidad de Pescara, Italia, centenares de notas periodísticas y obras literarias publicadas, en la Argentina y el extranjero, resulta muy fácil, con sólo buscar mi nombre en Google constatar además la vigencia presente de dicha actividad como escritor profesional.
Lo menciono sin el menor narcisismo, sólo con el ánimo semejante al de un artesano de la madera, un jardinero o un albañil solicitando se consideren los valores profesionales de su obra.
Debido a las razones expuestas, le solicito tenga a bien informarme por escrito si existe alguna instrucción de censura sobre la obra de Julio Carreras (h), que impida su publicación o siquiera el envío de una nota de recibo de parte suya.
Considere esta nota como una solicitud formal, la cual de no ser contestada en tiempo prudencial, me indicará que debo apelar a las acciones privadas y públicas que considere necesarias para defender el derecho que estoy seguro me asiste, no sólo a mí, sino a toda la población de Santiago del Estero.

Julio Carreras (h)
DNI 7.689.657
Luis Pinto 694
Santiago del Estero
Argentina

Resultado: 2 respuestas

Martin Brao <mbrao@elliberal.com.ar>
To: Julio Carreras (h)

Julio: Perdón por no poder contestar antes. Desde el viernes no voy a trabajar, y me reincorporo recién el martes.
Al mail con su novela lo recibí, sólo que no contesté porque pensé que me había mandado un adelanto, para que lo lea; no pensé que quería hacer una nota.
Ahora estoy chequeando el correo desde la casa de mi hermano, así que una vez que me reincorpore, lo puedo llamar y conversamos.
Saludos

--------------

De: "Oscar Jiménez" <ojimenez@elliberal.com.ar>
Para: "Julio Carreras (h)" <julio.carreras@gmail.com>
Asunto: Re: Material informativo sobre Cultura de Santiago del Estero
Fecha: viernes, 15 de junio de 2007 20:31

Señor
Julio Carreras (h)

Atento a haber recibido el día 10 de junio de 2.007, de manera oculta en mi casilla de mail personal, la nota que Ud. le envia a nuestro periodista Martin Brao, en mi caracter de Gerente de El Liberal S.A. le contesto que le agradecemos el envío de su trabajo que nos llegó -como tantos otros de diversos autores-, a nuestra mesa de trabajo. Sin embargo debemos lamentar el tenor de sus expresiones, que bordean lo absurdo y se asemejan a una verdadera amenaza con la intención de que se publique un material que, como primera salvedad, hay que decir que nosotros no le hemos solicitado y que estuvo, como el resto del material de cultura, a la espera de la consideración de los editores correspondientes.
La información que usted envió contiene una entrevista que usted mismo se realizó y un capítulo de su novela que usted mismo eligió. Obviamente, nosotros no tuvimos la libertad de preguntarle nada ni de elegir algún otro capítulo de su trabajo y ello también representa un derecho vulnerado, y consagrado por los mismos estamentos que usted proclama.
Usted dice que durante nueve años nuestro diario no publicó sobre su actividad literaria y aunque reconoce que tampoco envió nada para su publicación, nos acusa de ello incluso con la mención de la palabra "censura", agravando su postura hacia nuestra parte hasta llegar casi a la injuria.
Debemos explicarle que no es posible censurar un trabajo que nunca llega a nuestro alcance y que permanece en poder de su autor, sin oportunidad de ver la luz, como usted mismo reconoce en la auto-entrevista que nos remitió. En ella, cuando usted se pregunta a sí mismo si tiene fecha de publicación de su novela, termina respondiéndose que no la tiene, que no sabe si se va a publicar, que usted "sólo" las escribe, que nadie se entera de lo que escribe y que si "por ahí se publica" es obra de la "casualidad".
Por otra parte, esta suerte de confesión no se condice con el extenso relato subjetivo sobre sus quilates como escritor, los que no deberían dejar librado a la “causalidad”, el mérito de sus publicaciones.
Por todo esto rechazamos totalmente vuestras acusaciones y amenazas toda vez que están fuera de lugar, que no les asiste razón y que representan un elemento de presión para que se publique su trabajo antes y en desmedro de los de otros escritores que esperan su turno en nuestro periódico.
Finalmente le informamos que en el tiempo que corresponda y bajo nuestra forma de trabajo, entrevista propia con preguntas nuestras, disposición de espacios y compromisos previamente asumidos, y finalmente, de así decidirlo, su trabajo podrá ser publicado.
Por lo demás, antes de publicar cualquier tipo de trabajo, comentario o entrevista, ésta editorial analiza y evalúa su contenido, veracidad, objetividad, así como – y principalmente- su interés público.

Cr. Oscar A. Jimenez
Gerente El Liberal S.A.

4º envío (Final)

De: "Julio Carreras (h)" <julio.carreras@gmail.com>
Para: "El Liberal, Gerencia" <ojimenez@elliberal.com.ar>
Asunto: Obra de Julio Carreras (h)
Fecha: 16-jun-2007 10:19

Contador Jiménez:

O usted es demasiado cándido o intenta implicarme en una mojigata impostura. Pretender ignorar que hubo, hay y habrá censura en El Liberal, es procurar establecer de entrada un parámetro falso de discusión.
Olvida -o quizá por su juventud no conoció- que fui colaborador y periodista de ese diario en diferentes instancias, desde el año 1970. Lo cual me proveyó de experiencia directa acerca de los mecanismos internos de publicación durante algo más de 30 años. Aún antes tuve acceso a su Redacción -ya desde la infancia- por ser mi padre desde mediados de los `50 redactor de LV11, periodo en el cual quizá usted conozca dicha emisora fue también controlada por la empresa El Liberal.
Personalmente recibí instrucciones de no publicar artículos de Alberto Tasso en la sección Cultura de El Liberal, "por estar divorciado" y "por no ser sus ideas del agrado de la dirección". No sólo de este autor, sino también de Mempo Giardinelli, Raúl Dárgoltz, entre otros que si resulta necesario puedo enumerar ante quien lo considere necesario.
Con el tiempo esta posición de la empresa cambió respecto de alguno de los mencionados, cosa que celebro pues de esa manera se brindó a la población de Santiago del Estero la oportunidad de conocer el pensamiento de profundos pensadores, como Alberto Tasso, o la obra de Alfredo Gogna o Francisco René Santucho, interdictos de otros tiempos.
El jefe de Redacción en persona me "sugirió" retirar el nombre del entonces diputado radical Héctor Farías de un artículo analizando el panorama político. Ello porque en él se expresaba que el mencionado era un ejemplo de político probo, pero resulta que en aquella circunstancia tampoco "resultaba del agrado de la dirección" debido a cierto incidente de índole personal.
Etcétera. Me cansa y agobia tener que enumerar estas acciones propias de mentalidades pequeñas, que enturbian además la ética periodística proclamada como patrón de conducta en cada Redacción. Sin embargo puedo asegurarle que cuento con bastantes ejemplos concretos, más.
Mencionaré por último en este ítem una fotocopia que consta en mi poder de un expediente de la D2, allanada por orden judicial, donde la dirección de El Liberal solicita una "investigación interna" (es decir entre el personal del diario). La mencionada "investigación" se realizó, según los archivos de la trístemente célebre D2, creada por Musa Azar, en el mes de octubre de 1998.
A propósito de Musa Azar, entre vuestros periodistas cuentan con uno que en tiempos pasados se vanagloriaba de pertenecer al círculo íntimo del temible represor.
Después utiliza la palabra "auto", refiriéndose a una entrevista que envié a ese diario, adjudicándole un carácter casi pecaminoso.
Me obliga a decirle que al fallecer mi padre, tuve que morder el dolor que me provocaba su inesperada partida para redactar íntegramente hasta la última palabra de TODO lo que se publicó en El Liberal como DOSSIER, con la firma de un periodista de vuestro diario. La otra parte del DOSSIER la escribió mi hermano, el Dr. Fernán Gustavo Carreras, a solicitud mía. También el obituario, publicado algunos días antes, lo escribí yo.
Esto responde únicamente al conocimiento pleno de la desidia, indolencia, mezquindad y falta de imaginación para comprender a los talentos locales que exhibe históricamente el periodismo provinciano, padecida en carne propia desde hace más de 50 años por nuestra familia. Como ejemplo de ello está la ignorancia absoluta de que mi padre fue el creador e impulsor, durante años, del primer cine móvil de la provincia, llevando cine a los más remotos poblados ya en la década de los 60.
Me propuse entonces reivindicar la memoria histórica de mi padre, no para ejercer una especie de narcisismo que usted parece sugerir con la repetición como sonsonete de la palabra "auto", sino por el bien de las generaciones de niños y jóvenes presentes y futuras de nuestra provincia.
Los dos únicos diarios de Catamarca, uno en manos de la derecha católica oscurantista, otro de mercaderes, se dieron el lujo de ignorar eternamente a Luis Franco, considerado por autoridades literarias como digno de figurar entre los grandes escritores en lengua hispana. Luis Franco era celebrado en publicaciones especializadas europeas, pero no tuvo durante toda su vida la "suerte" de que algún periodista local de los medios masivos le propusiera una simple entrevista para actualizar al pueblo respecto de sus creaciones literarias.
Conociendo y habiendo padecido en nuestra familia tales antecedentes, me propuse en mi vida de escritor el defender el derecho que asiste a las personas interesadas a la posibilidad de conocer mi obra. Ello con la misma orgullosa dignidad con que un fabricante de artesanías o un pintor aspira a poder exhibir su producción personal.
Por último tampoco discutiré con usted los méritos de mi obra literaria. Me limitaré a informarle, pues evidentemente no lo sabe, que Jorge Covarrubias, en comentario de parte de mi obra fechado en Nueva York, 2 de marzo de 1998, entre otros conceptos dice:
El libro El Malamor «incluye trabajos de la más diversa factura y género, y creo que con justicia te han mencionado entre los "escritores argentinos del 2.000".
«"El Malamor" me pareció tremendo. Me hizo recordar la película "Cat people", con esa mezcla de sensualidad y fiereza dentro de un marco fantástico. "Negro mano chusa" es el clásico descenso a los infiernos, con el sometimiento a las pruebas exigentes, que rematas con suma sencillez para redondear la anécdota telúrica: muy bueno."Hijo de poeta" está en una de las vertientes literarias que más me interesan: los relatos de inserción histórico-cultural, para dar un nuevo giro a los acontecimientos de la historia de la cultura. Otro acierto.
«"La idiota me recuerda un cuento de Borges en que la inocencia personificada destruye a su benefactor. "Hombre de un sólo tiempo" es uno de los más logrados. Magnífico tu sentido y desarrollo del misterio, simbolizado y congelado en una expresión en una fotografía.
«"El Manchachicoj", es paralelo a "Negro mano chusa", y quizás debieron ir juntos. Otro cuento sólido y bien redondeado. Del mismo modo, creo que "La piel de Renata" y "La idiota" pertenecen a la misma onda.Dejo para el final "Niebla en los árboles" porque -obviamente en mi opinión- es el mejor de todos. Me encantó su clima de envolvente misterio sugestivo. Me hizo recordar a Howard Lovecraft y aún tiene algo de Henry James. Mis calurosas felicitaciones».
Covarrubias -tal vez usted tampoco lo sabe- es Licenciado en Letras Univ. NY, Director Periodístico para América Latina, Associated Press International, 50 Rockefeller Plaza, New York, NY 10020 - 1666. Fue contratado por El Liberal para dictar varios cursos sobre periodismo y es autor del Manual de Periodismo utilizado por la Associated Press International y utilizado por numerosas universidades del mundo.
Etcétera. Podría enviarle otros comentarios semejantes, si para usted son necesarias opiniones autorizadas como requisito en el conocimiento de la obra de un escritor santiagueño respetado como tal en el resto de la argentina y uno de cuyos libros es utilizado como "Texto recomendado" por la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Pescara, Italia.

No le estoy pidiendo la publicación de mi obra. Jamás se la solicité a nadie ni lo haré ahora. Me limité, cuando lo consideré necesario, a enviar mi trabajo con el propósito de darlo a conocer a la gente de mi provincia u otras regiones del mundo. Considero que este es un derecho que me asiste y asiste a los interesados en el arte.

Decidan ustedes si van a seguir privando a los habitantes de Santiago del Estero de valorar por sí mismos la obra de un escritor profesional, consagrado por autoridades indiscutibles a nivel local, como la UNSE, en cuya selección literaria la publicó ya en los 80 el profesor José Andrés Rivas, o por el contrario, van a cumplir con la función social que les corresponde como periodistas.

Le agradezco, por otra parte, me haya dado la oportunidad de aclararle algunas cuestiones relacionadas con la Libertad de Expresión en nuestra provincia.

Julio Carreras (h)


La historia de los perdedores

Por: Julio Carreras (h)

-Vos, ¿cómo caíste? -le pregunté a un joven compañero en la U9 de La Plata.

-En un enfrentamiento. Los otros compañeros pudieron escapar, yo no, pues me habían baleado en las dos piernas.

Detenido a los 16 años, con un fusil FAL en las manos, la demora de segundos para dejar pasar a una familia que había quedado en el medio le fue fatal.

-Los milicos no se detuvieron y me bajaron...- reflexionó el muchacho.
Aquella narración me hizo pensar sobre la que había sido una "debilidad" constante de las organizaciones revolucionarias. La "caballerosidad" de sus integrantes, que los llevaba a vacilar, detenerse o directamente preferir ser asesinados o capturados antes de disparar sobre civiles indefensos.

Las fuerzas represivas, por el contrario, tiraban como endemoniados sobre cualquier bulto que se moviera, sean estos guerrilleros, ancianos o niños. Tal como lo hacen ahora las bandas que asaltan bancos o transportes de caudales, no por casualidad integrada en la mayoría de los casos por algún o varios policías.

Pensé que un ejército de caballeros no tenía futuro (ni siquiera lo tuvo en el pasado, pues aquellos a quienes conocemos como los "caballeros" de la Edad Media no vacilaban en incendiar aldeas de campesinos, violar, asesinar y secuestrar inocentes, igual como lo hicieron las hordas de Mitre en el siglo XIX y las de Videla-Massera-Agosti en el XX).

Cada vez que me tocó presenciar algún "operativo" policial o militar (pocas, por suerte), me dio la impresión de que aquellos individuos estaban "sacados", y me pareció que posiblemente se drogaban antes de ir a realizarlos. Tal era la violencia insensata con que se lanzaban, como si quisieran destruirlo todo de una vez. Sin embargo, ellos acusaban a los guerrilleros de "drogadictos".

Jamás conocí entre los centenares de compañeros del PRT-ERP, Montoneros, FAP, FAR, FAL, Frente Peronista Revolucionario u otros con quienes me tocara departir en aquellos intensos años 70, alguien cuyas aficiones fuesen más allá de un par de vasos de vino tinto para acompañar las empanadas. Drogas, de ningún tipo; ni siquiera se mencionaban.

"Cada uno juzga a los demás de acuerdo con lo que él es", me dijo durante mi adolescencia Papá, grabando una lección importante en mi conciencia: "un delincuente, cree que todos los demás son delincuentes".


Los "ganadores"

Un oficial de guardiacárceles de Sierra Chica iba a la celda del "Gringo" Ferreyra, le abría la ventanilla de la celda y lo llamaba a comparecer. Para hacerlo debíamos arrodillarnos, pues la ventanilla estaba apenas a un metro sobre el suelo. Especialmente a tipos como el Gringo, dirigente del ERP, que era muy alto, esto lo obligaba a adoptar una posición incómoda. El otro, que era un gordito, petiso, afuera, ridículamente erecto, lo miraba desde arriba con insolencia y le decía:

-¿Y ahora? ¿Quién gana? ¿Quién gana ahora, eh?

Nosotros, habiendo pasado por más de un año de torturas, fusilamientos, y humillaciones sin cuento, naturalmente no íbamos a ponernos a discutir con semejante gusano. Por el contrario, la consigna luego de haber perdido varios compañeros brutalmente asesinados por los milicos en las cárceles era: "Sobrevivir. Eludir cualquier provocación".

Pero un oficial que conversaba con otro mientras nos trasladaban desde Córdoba a Olavarría había dicho, a medida que los soldados nos iban acomodando malamente en el avión:

-¡Qué hijos de puta!... ¡Ellos están ganado la guerra! Porque ahora han conseguido salvar a todos estos... ¡que van a quedar como semillas!
A diferencia del guardiacárcel, este oficial del Ejército comprendía claramente la situación. En la medida que los organismos internacionales de Derechos Humanos obligaran a las fuerzas represivas a "blanquear" los prisioneros, "su guerra" se perdería.

-¡Nosotros ganamos la guerra militar, ellos van a ganar la guerra cultural... porque estos hijos de puta son todos intelectuales! -agregó el milico en aquella oportunidad.

Su observación resultó profética.

No provenía de él: tal criterio era sustentado por algunos "pensadores" de las cúpulas militares, como Ramón Genaro Díaz Bessone o Ramón Camps, además de "intelectuales" civiles como José Alfredo Martínez de Hoz. De allí debe de haber surgido aquél plan estratégico que el general Juan Bautista Sasiaiñ nos comunicaría, una helada tarde de junio de 1976, en la UP1 de Córdoba, por entonces convertida en campo de concentración. Después que los oficiales nos hicieran desnudar y formar a todos en una larguísima fila, irrumpió con aire triunfal el Comandante de la IV Brigada Aerotransportada de Córdoba, para decirnos más o menos lo siguiente:

-Todos ustedes van a ser eliminados, de una u otra forma, ahora mismo o un poco más adelante. No pensamos dejarlos como semillas, para arruinar las futuras generaciones. Exterminando las ideas extrañas que ustedes portan, terminaremos con la subversión en la Argentina.

No pudieron hacerlo. No les dimos tiempo.


Caramelos a Europa

A Federico Bazán, un director de Cine que más tarde iba a filmar con Costa Gavras, y a mí, los compañeros nos concedieron el honor de escribir todo lo que estaba sucediendo en la UP1 para sacarlo con urgencia. ¿Y cómo lo íbamos a sacar?... A través de los presos comunes. ¿De qué manera? En pequeños paquetitos, que llamábamos "caramelos". Estos se envolvían con un plástico para luego sellarlos con la llamita de un fósforo. Los presos llevaban estos "caramelos" atrapados entre la pared carnosa interior de la mejilla y las muelas del juicio, de tal manera que resultaban invisibles pese a que se los hacía abrir bien la boca.

Las conducciones revolucionarias en las cárceles habían previsto que podrían sobrevenir etapas de dura represión. Por eso antes del golpe, en cada celda ocupada por presos políticos se había decidido fabricar uno o varios canutos (de acuerdo al espacio disponible). ¿Y qué eran los canutos? Huecos, profundos, practicados en sitios poco accesibles, preferentemente en los pisos.

Con diligencia y prolijidad, los compañeros habían fabricado decenas de canutos impecables, bajo de un mosaico que luego quedaba como si no hubiese sido tocado en siglos, preferentemente bajo las cuchetas y las camas. Por estar hacinados -otra forma de castigo, por la cual en una celda para 10 colocaban a 20 o más prisioneros-, las camas habían quedado tan juntas que resultaba bastante incómodo moverlas.

En esos canutos guardábamos yerba, azúcar, tabaco, cuadernos, lapiceras, papelillos para armar... Estos últimos, los pequeños papeles casi transparentes para armar cigarrillos, fueron vitales. En ellos, durante horas de descanso, bajo la luz de una vela, poniendo compañeros que hicieran guardia en todos los huecos de la celda, escribimos con Federico cada asesinato, cada tortura a compañeros realizada por los milicos, cada nombre de cada compañero que era sacado de la cárcel atado y amordazado y los diarios darían después como "muerto en enfrentamiento con las Fuerzas Armadas".

A la madrugada, el preso común que limpiaba las alcantarillas recibía los "caramelos" a través de una paloma que sigilosamente bajaba y subía apenas suscitando tal vez un tenue reflejo en la penumbra del amanecer. ¿Y qué era la paloma? Una pequeña cajita de papel, colgada de un piolín. Por la ventana bajábamos esa "paloma" con los mensajes, y los presos comunes, nuestros hermanos solidarios, nos subían frecuentemente yerba, azúcar, cigarrillos... Pero también hicieron la generosa y arriesgada tarea de comprometer a sus familiares para que entregaran nuestros caramelos a los familiares de presos políticos... y estos a su vez los enviaran a organismos de Derechos Humanos del exterior.

Esa primera Crónica se publicó en Colombia -nos dijeron-, hacia el mes de julio de 1976, y más tarde en España, en 1977.

La Historia

"La historia la escriben los que ganan", dice un antiguo aforismo popular. Pero nuestra historia, la de Argentina en el período de las luchas revolucionarias no fue ni será escrita por los "vencedores". ¿A qué se debió dicha transgresión extemporánea?

Simplemente a que ellos eran los más poderosos pero no los más fuertes. Porque tenían una inmensa superioridad de armamentos, pero nosotros contábamos con una superioridad ética, mental, educacional y hasta corporal. Auto-educados en la austeridad, el control absoluto de nuestras personalidades pues sabíamos que íbamos a caer, posiblemente, en manos de asesinos demenciales, nos habíamos preparado para resistir cualquier prueba. Y lo logramos.

Y muchos de nosotros, íntegros, libres (en todo sentido, pues Filón decía ya hace 2.000 años "todo hombre bueno es libre" -aún estando presos), orgullosos de nuestra vida arriesgada sin ningún interés para lograr un mundo mejor... llegamos a escribir la historia.

Una historia que no busca ni revanchas ni suscitar el rencor. Una historia que es sólo y únicamente la verdad.

Pero cuya sola enunciación exhibe de un modo tan claro la perversidad increíble de nuestros enemigos... hasta un punto tal que muchos jóvenes que hoy se enteran de los crímenes aberrantes que perpetraron los militares y sus padrinos sienten naturalmente deseos de escupirlos al cruzarse con ellos en algún lugar.

"Los ex presos políticos son hoy reconocidos por toda la sociedad y muchos de ellos ocupan, por voluntad de sus comunidades, lugares de gran relevancia", dijo un compañero recientemente, durante la inauguración de un monolito en el patio de la Cárcel de La Plata, para recordar a los presos y familiares asesinados (nos hubiese gustado saber si allí estaba aquél joven oficial del Servicio Penitenciario de Buenos Aires que le preguntaba al Gringo Ferreyra "¿quién gana?").

No puede decirse lo mismo de Videla, Massera, Astiz, Aleman y otros tantos delincuentes institucionales que hoy deben transitar el último periodo de su existencia sobresaltados, agobiados bajo el acecho acuciante de sus propios crímenes. Pues esta vez parece que la historia -la verdadera historia-... la hemos escrito los perdedores.

01/05/07

[Este artículo fue publicado como nota de tapa el 01/05/07]


Inauguran la librería Dimensión, en Santiago del Estero

@DIN, 20 de noviembre de 2006 (Santiago del Estero) - Con la presencia de notables intelectuales santiagueños, como Luis María Álvarez (escritor), Antonio Kinen (filósofo de origen alemán), Olga  Correa (pintora), Alberto Tasso (sociólogo), Hugo y Pablo Argañarás (pintor y cineasta, respectivamente), quedó inaugurado este sábado el nuevo local de Librería Dimensión.
El encuentro se efectuó en el principal salón de la librería, ubicado en esquina de calles Salta y La Plata, en Santiago del Estero, Argentina, desde las 21:00.

El acontecimiento adquiere importante relieve cultural debido a que la institución fue creada, a principios de los años 50, por Francisco René Santucho, fundador del FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano y Popular), uno de los movimientos políticos más trascendentes de Latinoamérica.
En una amplia casa, de construcción y arquitectura antiguas pero remozada a nueva, se abre con dignidad adecuada este tradicional espacio cultural argentino. El local posee dependencias y un patio que -según anunció la familia propietaria- se aplicará a reuniones artísticas y culturales.
En el acto de apertura hablaron Gilda Roldán -esposa del fundador- Francisco Santucho (h), Julio Carreras (h) y Carlos Virgilio Zurita.
Gilda Roldán efectuó una breve introducción, además del anuncio del traspaso de su responsabilidad para llevar adelante la nueva etapa de la librería Dimensión a su hijo, Francisquito (31).
El destacado intelectual Carlos V. Zurita reseñó algunas de las actividades de Francisco René Santucho, que trajeron a estas tierras a creadores de la talla de Witold Gombrowicz, Miguel Ángel Asturias, Germán Arciniegas, Ezequiel Martínez Estrada y otros semejantes en las décadas de los 50 y 60.
Finalmente se sirvió un lunch y se efectuó un emotivo brindis que compartieron los numerosos asistentes.


Un encuentro cultural de los 60: en el centro, de corbata finita, Francisco René Santucho.

Palabras en la reapertura de Librería Dimensión

Texto leído por el escritor Julio Carreras (h)

Estimados amigos:
Se me ha distinguido permitiéndome compartir con ustedes algunos de mis intensos recuerdos relacionados con la Librería Dimensión y sus fundadores, Francisco René Santucho y Gilda Roldán.
Ello en parte, quizá, porque nací unos siete años antes que esta casa y más o menos desde esa edad comencé a nutrir mi mente con sus libros, de un modo más o menos regular.
Mis primeros recuerdos transcurren en un ámbito que se me presenta lánguido, una salita de estar primorosa, en un entrepiso del arbolado y fragante boulevard Absalón Rojas. Sobre el parpadeante fulgor del atardecer trascendiendo unas cortinas de gasa se me aparece delicadísima una figura de mujer impecablemente vestida de primavera, cuyo nombre recuerdo como "Sayonara". Ella me ofrecía observar una colección de libritos con reproducciones desplegables que había traído de Italia.
Niño enamorado de las imágenes, se imaginará mi arrobo al contemplar entre mis manos aquellos maravillosos cuadros, impresos con extraordinaria nitidez, de algunos pintores que veneraba, como Salvador Dalí, Toulouse de Lautrec, Vincent Van Gogh, Maurice Utrillo, Klimt: desplegados ante mí como en un calidoscopio. Sayonara advirtió mi fascinación y aún cuando bajaba los peldaños de aquella casa del procurador Santucho como quien desanda la escalera al cielo, no estaba seguro de haber escuchado con claridad lo que me dijera: "llevalas, te las regalo".
Por aquellos días de 1959, 60, con nueve, diez años, trajinaba los anaqueles de Dimensión acariciando los libros de arte bajo la mirada compresiva y atenta de esta esencial Gilda, a mi entender el alma de la librería. Francisco le había confiado el manejo completo de la empresa; no lo recuerdo prácticamente allí, nuestros encuentros fueron casi siempre en otro lado.
El primero, impreso con tonos ocres en mi memoria, es el de un asado en nuestra casa, cuyo invitado central era el actor chileno Lautaro Murúa. Había venido a filmar Shunko y mi padre -que no tenía el hábito de los asados- había organizado uno, supongo, como una excusa para juntar a muchos de los mejores intelectuales que tenía Santiago. Recuerdo vagamente al poeta Alberto Alba, a un señor Alamino y Gaona El Hipnotizador, quien lo había hecho ponerse de cuatro pies y ladrar como un perrito, ambos amigos de mi papá; al por entonces muy joven "Loco" Soli, a Clementina Rosa Quenel... y a Santucho. Francisco René Santucho. Su rostro inexpresivo, pero a la vez permeado por innumerables matices con los que denotaba sentimientos profundos o pensamientos sutiles, más que con las palabras, se me fijó en las retinas con trazos más fuertes que los de un daguerrotipo. Para mí, niño que había sido criado en el culto de las ideas y el arte, aquellos que compartían el asado con mi papá eran próceres. He ido constatando después, poco a poco, que en verdad lo eran.
Mi segundo encuentro con Francisco René Santucho -el definitivo encuentro- sucedería varios años más tarde. Estábamos ya inmersos en la dramática y feliz vorágine de los 70, una época luminosa y ardiente.
Fue en una confitería de Córdoba. Se llamaba "La Salchicha Loca". Una tarde nublada de invierno en 1973. Yo debía ir a las 3 de la tarde con un ejemplar del diario La Opinión bajo el brazo. Me habían dicho que "un compañero" quería verme, conversar conmigo. Por el tono respetuoso que usaron los otros compañeros para referirse al asunto comprendí que se trataba de alguien importante.
La primera vez falló. Estando junto a la ventana que daba a la avenida Maipú de La Salchicha Loca se me acercó alguien de unos 35 años -calculé- con ropa de obrero, aunque impecable, y llevaba también un ejemplar de La Opinión bajo el brazo.
-Vos sos el santiagueño...-me dijo.
-Ahá -, contesté.
-Antonio no va a poder venir.
-¿Ah sí?- contesté para ganar tiempo y reflexionar si era conveniente confesar que no tenía la menor idea de quién era "Antonio".
-El tenía mucho interés en conversar con vos, siguió el otro con voz pausada, pero le salió una reunión importante... -ahí se interrumpió para calibrar si era prudente o no darme algún otro detalle... de pronto se dio cuenta por mi cara de que estaba perplejo.
-¿Sabés quién es Antonio, o no?
-No, le dije.
-Ah, bueno, no importa, el sabe quién sos vos. Ya se te va a avisar la próxima vez que lo puedas ver- finalizó Matico (después sabría que lo llamaban así), con la eficiente sequedad cordial que se usaba entre los militantes del PRT.
Lo encontré sólo cuatro o cinco veces a partir de ahí. Cada una de ellas pudimos conversar varias horas, pues aprovechaba al desocuparse de las reuniones para las que iba a Córdoba, para buscarme, hasta tomar el colectivo de las 11 de la noche que lo llevaría de regreso a Tucumán.
¿Por qué compartió conmigo algunas cuestiones delicadas? ¿Por qué me dijo, por ejemplo, que él era el responsable de las publicaciones culturales del PRT, Partido Revolucionario de los Trabajadores? ¿Por qué me dijo que vivía en Tucumán? ¿Por qué me dijo alguna vez que viajaba a Córdoba para integrarse a reuniones del Comité Central? Con sólo esa información, eventualmente obtenida de mí por medio de las torturas podrían haber hecho estragos entre las filas de nuestra organización revolucionaria. Tal vez vería en mí a una imagen de su hijo, entonces muy pequeñito, a quien sólo muy de tanto en tanto y a escondidas podía visitar.
Precisamente a uno de nuestros encuentros, en la casa de Gilda, lo grabé con su niñito durmiendo en la cuna, nosotros dialogando sobre el desarrollo de un libro, con la mesa repleta de papeles y las cortinas plegadizas de las ventanas completamente bajadas para evitar que nos vieran, pese a que estábamos en la planta alta.
En una de aquellas oportunidades, recuerdo haberle contado la principal preocupación que por entonces me angustiaba: si era correcto o no seguir con las operaciones guerrilleras en tiempo de democracia. La muerte de Rucci y los copamientos del Comando Sanidad y el batallón de Azul me habían desagradado profundamente y no hallaba en las filas de un partido combatiente nadie interesado en tal enfoque de la situación.
Era un hombre que escuchaba paciente, por más largos que fuesen los razonamientos de su interlocutor. Expuse entonces mi convicción de que era una oportunidad única la que se nos había abierto con el regreso de Perón y las amplias posibilidades de trabajo político que brindaba la democracia. Le dije creer que no la estábamos aprovechando, a pesar de que el partido había crecido tres veces desde mayo de 1973 hasta enero del 74, el momento en que conversábamos, y esto era sólo una muestra -según yo creía- de que debíamos darle mayor importancia al trabajo político legal que a la acción militar.
Después que hube apoyado con largos razonamientos mis sensaciones -no me atrevía a llamarlas "análisis político"-, esperé anhelante que me diera su parecer, preparado para recibir una reprimenda por mis "desviaciones burguesas".
Guardó unos segundos de silencio antes de decir, con su personal parquedad:
-Pienso exactamente lo mismo que vos.
Nada más.
Esto me sorprendió: me había preparado con argumentos adicionales para tratar de revertir un posible aluvión de línea partidaria, que por entonces estaba enfilada de un modo unánime, como un barco en piloto automático, hacia el incremento de la acción armada.
Entonces me tocó guardar silencio, antes de preguntar:
-Si es así... ¿por qué no lo planteas en la dirección? Vos sos un hombre importante, prácticamente el fundador...
Bajó la cabeza con abatimiento y dijo:
-Ya lo he hecho. No me dan pelota. Están obsesionados con la lucha armada.
Esta fue la última conversación trascendente que tuvimos con Francisco. Después lo vi sólo de lejos, en un Congreso nacional, creo, apenas nos saludamos con la mano desde una distancia, entre miles de jóvenes que fueran de todo el país a participar de este encuentro en Rosario.
Más tarde, ya en la cárcel, unos compañeros me dijeron que había llegado desde Tucumán alguien que había tenido alta responsabilidad política en el PRT. Esperé con ansia poder verlo, y cuando me lo señalaron en el patio, fui en el acto a conversar con él, para preguntarle, luego de una breve presentación, si sabía algo de Francisco René Santucho. Fue él quien me dijo de su desaparición, en 1975, y también que le habían dicho haberlo visto en el Campo de Concentración "La Escuelita", de Famaillá, donde también tuvieron a Mario Giribaldi. Nunca más se supo algo de él.
Creo que Francisco era uno de esos hombres capaces de una gran abstracción intelectual, que le permitía acceder a una perspectiva correcta de la realidad política y social de Latinoamérica.
Ello le permitió, a mi entender, construir las bases de lo que sigue siendo el movimiento político más adecuado a las circunstancias actuales de la Argentina y Latinoamérica: el FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano y Popular).
Desde aquella conversación en la placita del Hospital de Niños, en Córdoba, pasaron muchos años -precisamente 32-, pero los conceptos políticos que Francisco defendía, no han perdido en absoluto vigencia. Estos son nacionalismo cultural, soberanía económica, socialismo no necesariamente marxista y libertad de construir nuestro propio destino como integrantes del universo etnoespiritual latinoamericano.
Dimensión fue su obra madura: me refiero tanto a la revista como a la Librería. En la revista, que editaba personalmente, canalizaba sus ideas y las de quienes como él no se resignaron nunca al papel de sirvientes o empleados de los enemigos de nuestra patria.
En la librería, que prácticamente dejó desde sus inicios bajo la sabia conducción de la Gilda, se fueron generando, una tras otras, las vertientes más fértiles de la intelectualidad santiagueña, hasta el día de hoy.
Saludo pues a esta gloriosa empresa, tantas veces asesinada por la crueldad del poder o la desidia aldeana, sólo para volver a resucitar, como hoy, con más experiencia y renovadas propuestas de superación. Dimensión es, ya, un monumento vivo que nunca se podrá volver a ocultar. Y Francisco René Santucho, su fundador, tendrá que ser reconocido, cuando haya suficiente conciencia social para ello, como uno de los principales próceres de nuestra identidad nacional.

Noviembre 2006


Tucura, el Azote de Dios

Por Julio Carreras (h)

Una alarma generalizada se ha lanzado hoy, desde el sector agropecuario, en las provincias de Córdoba y Santiago del Estero, Argentina. Ello por causa de la Tucura Quebrachera, langosta de voracidad inmensurable, que está arrasando los cultivos de soja y de todo otro tipo en la región.
Ahora bien, si esta langosta, como su nombre lo indica, debería alimentarse sólo con quebrachos... ¿por qué ataca los cultivos (cosa que antes no había hecho)?... La respuesta es muy simple: porque los agricultores y los ganaderos han aniquilado el quebracho, para desarrollar cultivos "económicamente rentables".
El vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) Pablo Karnatz, avisó a los medios que el Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (SENASA) ya ha remitido a Santiago tres equipos unimog para realizar fumigaciones "con el objeto de tratar de reducir la población de tucuras en los departamentos Moreno, Taboada e Ibarra".
Por su parte la Agencia Córdoba Ambiente comprobó que "la invasión del insecto afectó 110 mil hectáreas de Córdoba, en la cual se mezclan monte nativo, plantas silvestres y exóticas presentes en la región, tales como olivos, citrus, entre otros".
Lo que no dicen Karnatz ni la gubernamental agencia cordobesa, es que la causa de la plaga no es una inexplicable desviación biológica de las tucuras, sino la depredación del bosque natural, donde normalmente estos animalitos solían ver saciadas sus necesidades alimentarias, año a año, sin meterse para nada con los cultivos.

La octava maldición

Desde fines de marzo, la Tucura Quebrachera está atacando varios campos de los departamentos Moreno y Taboada. En algunas explotaciones, ubicadas entre Añatuya y Los Juríes, Santiago del Estero, ya arrasaron centenares de hectáreas de soja y sorgo.
En todos los campos ubicados entre Añatuya y Los Juríes, en la localidad de Pozo Herrera, la Tucura Quebrachera está aniquilando los cultivos desde finales de marzo.
“Son 10 kilómetros -explicó a la revista El Productivo un agricultor-: Pensábamos que se había prendido fuego, porque estaba todo pelado. Pero entramos al campo y nos encontramos con una cantidad impresionante de langostas, que son las mismas que están en Córdoba, para la zona de Quilino... aquí, de 50 hectáreas de sorgo no ha quedado nada, solamente han dejado el tronquito, 10 centímetros…”
"Hay mucho temor entre los agricultores -dice el redactor de la revista-, porque la Tucura Quebrachera no murió, como se esperaba naturalmente, durante este invierno... y su nuevo ciclo recomenzó en septiembre..."
Cultivos como el maíz, el sorgo, soja, pasturas de gatton panic, fueron alimentos sustitutos a los que no hicieron ascos las nubes langostas. En el departamento Moreno, un propietario se lamentó de que los insectos "arrasaron con una franja de 350 hectáreas de sorgo, maíz y pasturas". En otro campo del departamento Taboada, se comieron 300 hectáreas de sorgo.
Un operario de una empresa de electricidad local, cuenta que en Quimilí "por la noche nos fuimos a cenar... veíamos los palos de la luz en las calles cubiertos por una especie de caparazón verde, que los tapaba por entero... eran las langostas".
“Me dijeron que es muy voraz y que es raro que baje de los árboles. Pero yo la he observado comiendo todo: pastos naturales, cultivos de la zona, maíz, sorgo… también allí se hace ganadería y se siembra gatton panic, también han comido las pasturas para los animales”, relató un agricultor de Taboada, al diario El Liberal. Además señaló que las langostas se alimentan además de todo tipo de árboles, lapacho, paraíso, quebracho, eucaliptus, algarrobo, etcétera.
La presencia de la plaga es tal que, según cuentan los productores, cuando una camioneta avanza por el camino se siente el chasquido de las langostas bajo las ruedas.
Un productor del departamento Moreno, al momento de realizar la cosecha de sorgo que le quedó sin que se lo comieran las langostas, "cuando la cosechadora ingresó al campo para realizar su trabajo tuvo que detener la zafra, porque la cantidad de langostas que ingresaron por las plataformas de la cosechadora era tal que impedía el continuar con esa faena".

La tucura afecta 110 mil hectáreas de Córdoba

La Agencia Córdoba Ambiente comprobó que la invasión del insecto afectó al monte nativo, plantas silvestres y exóticas presentes en la región, tales como olivos, citrus, entre otros. En el caso de las pasturas, no han sido detectadas afectaciones. La mayor defoliación ocupa 20% de la superficie, según estudios en el norte provincial.
Recientemente, autoridades provinciales, especialistas y productores rurales en Quilino, departamento Ischilín, mantuvieron una reunión para analizar la marcha del plan para el control y manejo de la "Tucura Quebrachera" en el norte cordobés.
Técnicos de la Agencia, miembros de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, del SENASA Córdoba, Inta, autoridades de la Municipalidad de Quilino y alrededor de 40 grandes y pequeños productores de la zona, participaron de la reunión. Se hizo la presentación del diagnóstico de situación y avances del relevamiento científico realizado por un equipo de técnicos encabezado por el ingeniero Daniel Igarzábal, especialista en plagas.
Durante el encuentro, se explicó a los productores las características de este insecto. "No es una langosta, sino una variedad de tucura (de 10 a 12 centímetros); ella se alimenta principalmente de quebracho blanco pero, ante la falta de éste, se van colonizando otras zonas", dijeron los técnicos.
Se pudo comprobar que la invasión afectó al monte nativo, plantas silvestres y exóticas presentes en la región, tales como olivos, citrus, entre otros. En el caso de las pasturas, no han sido detectadas afectaciones.

Se mencionó, por otro lado, que en la provincia de Córdoba no existen antecedentes de ataques semejantes de la tucura. Y por lo tanto no hay estudios con base científica, "necesarios para elaborar el manejo a largo tiempo de esta plaga". Las actuaciones coordinadas por la Agencia Córdoba Ambiente son supervisadas por el ingeniero agrónomo Daniel Igarzábal, especialista en el manejo de plagas, consultor internacional y docente de la Universidad Católica de Córdoba.

Estrategias de la muerte

Según la Subsecretaría de Agricultura y Ganadería "las tucuras son insectos cercanos a las “langostas”. Como ellas, poseen un aparato bucal masticador y un régimen alimentario específicamente fitófago. "Se reproducen sexualmente, enterrando sus huevos en los primeros centímetros del suelo. Poseen dos pares de alas bien adaptadas para vuelos prolongados y un tercer par de patas de tipo “saltador”, lo que les confiere una excelente capacidad de traslado.
"Estas características, junto a su elevada capacidad de multiplicación, su voracidad y su régimen alimentario puramente fitófago, hacen que, cuando las condiciones naturales les resultan adecuadas, puedan convertirse en serios enemigos de la producción vegetal".
Por su parte el SENASA nos informa que "debido a la frecuencia no periódica de ocurrencia de la misma se han establecido itinerarios de vigilancia en las zonas de alto riesgo y un plan de pronóstico tratando de maximizar los recursos económicos y evitar una alta contaminación por tratamientos masivos con agroquímicos."
Es decir, se apela como siempre a atacar las consecuencias pero no las causas de los problemas. Tanto en Santiago del Estero como en Córdoba, se padece un voraz avance, no de las langostas sino de los humanos, sobre la naturaleza y su equilibrio natural. Ellos están destruyendo el ecosistema, no desde la aparición de las tucuras, hace cinco meses, sino desde el inicio de la explotación capitalista intensiva en el campo, hace algo más de cien años.
Santiago del Estero tuvo una primera oleada invasiva -regenteada por capitales ingleses- hacia fines del siglo XIX. Entre 1890 y 1930, se depredaron millones de hectáreas de quebracho colorado, un árbol prácticamente irrecuperable por su larguísimo ciclo de evolución. De hecho, jamás se lo recuperó y la inmensa región, que fuera llamada por Ricardo Rojas "El País de la Selva", es hoy un desierto espantoso por el que se deslizan como fantasmas sus pobres habitantes, descendientes de los hacheros ya sin trabajo. Despojados de los árboles y los animalitos que les daban sustento por sus propios abuelos, estos pobres campesinos hoy deben conformarse con algarroba y mistol, que junto al matecocido pueden proveer como única alimentación a sus muy degradados hijos.
Por el contrario, los descendientes de quienes se beneficiaron con la destrucción hoy viven lejos, disfrutando hasta ahora de rentas millonarias en grandes ciudades. Y muchas calles santiagueñas o plazas llevan nombres de los gobernadores o miembros de las clases dominantes que vendieron esas tierras comunales, con todo lo que tenía dentro, para provecho propio.
Hoy una nueva oleada de agricultura irracional, aniquiladora, se abate sobre el ecosistema argentino. Ya ha destruido casi toda la Pampa Húmeda. Desde hace unos veinte años, se abate sobre lo que queda de aprovechable en el Centro, Norte y Oeste argentino.
Cual nuevos Aguirres se lanzan sobre millones de hectáreas de bosques argentinos. En muchos casos les prenden fuego, directamente, con todo lo que tienen dentro. Esto incluye animalitos como corzuelas, quirquinchos, tatú carretas, tupinamis, e innumerables insectos y aves únicos, algunos de ellos de origen prehistórico. Estimulados por la "siembra directa" y los agroquímicos, que les permiten sacar 10 donde antes obtenían 5, los llamados "productores agropecuarios" ni siquiera dejan descansar los campos y los agotan a veces en seis o siete años.
Entonces, quienes de verdad queremos un mundo habitable y equilibrado, no sólo para nosotros sino para nuestros hijos, debemos preocuparnos, no por las "plagas de insectos" que se abaten cada tanto sobre los cultivos, sino por quienes realmente las provocan, agrediendo de un modo salvaje la naturaleza y provocando, con sus prácticas lucrativas, una demoledora reacción. Preocuparnos, y hacer algo para poner algún freno a estos perseguidores del lucro. Lo cual empieza por difundir estas verdades y exigir a las instituciones genuina protección ante sus embates.


From: Elizabeth Vilma Rodríguez
To: adin.noticias@gmail.com
Sent: Thursday, October 05, 2006 9:02 PM
Subject: Incendio Intensional en El Orejano .Otumpa.Dto Mereno.

Sr Julio Carreras (h): leí su nota sobre la tucura y las relaciones históricas que plantea desde la llegada del capitalismo salvaje que acabó con nuestro monte nativo y de la que fueron cómplices nuestros gobiernos antinacionalistas o vende patrias o como se los pueda considerar. Todo lo que expone es verdad , para su información le hago saber que no es el único peligro que corre el poco monte que nos queda en Santiago, las topadoras y los incendios intencionales están acabando con el monte, la fauna y el sustento de los campesinos nativos ,porque el que trae las topadoras y manda a incendiar el monte no es nuestro paisano –con el respeto que merece el nativo de este paisaje- es justamente el foráneo que quiere avanzar con la frontera agropecuaria de la soja transgenica para enriquecerse mas rápido y dejarnos un desierto lleno de plagas. Otra realidad es la que se presenta desde los organismos que tienen a su cargo el contralor de los desmontes, estamos llenos de leyes que no se cumplen y de funcionarios corruptos e inoperantes que cuando se denuncia un delito miran para otro lado porque “al capital “ que “invierte “ en la provincia no hay que tocarlo, estos reciben un trato preferencial al punto que para ellos la legislación y la fiscalización no corren .Un claro ejemplo de esta situación es la que se vive en el campo EL OREJANO, ubicado sobre ruta provincial nº6 , a 5 Km de Otumpa en el departamento Moreno de Sgo del Estero, Propiedad de Mario Hector Rodríguez, que fue Usurpada por Rodolfo Schultz, terrateniente Chaqueño , que en alianza con la Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Dra Silvia Abalovich de Ferreira Lesye, pretenden apropiarse de parte de la propiedad , la que ya usurparon en 3 oportunidades desde el 2004 y en la que hicieron un desalojo ilegal el 13/04/06 en el que también participó la Ex jueza Cárdenas de Infante, y pese haberse dictado una medida de NO INNOVAR el 22 /09 /06, la topadora de Schulz arrazo con gran parte de la propiedad en menos de una semana, cortó mas de un centenar postes de quebracho colorado e incendio mas de un centenar de rollos cuando fue descubierta la transgresión a la medida judicial ,nuevo hecho delictivo. Se hicieron las denuncias correspondientes en la Dirección General de Recursos forestales y Medio Ambiente y Sub dirección de bosques , Se inicio Expte letra R 319-20-06 , Agencia de desarrollo regional de Quimili, destacamento policial nº 15 de Otumpa, Secc 29 de Quimilí y Unidad Regional nº4, parte del incendio se televisó por Canal 4 , el canal de cable local de Norte Televisora Cable Color de Quimilí, y hasta la fecha NADIE ACTUO. El fuego durante 4 dias calcino la tierra,y consumió la vegetación de un quebrachal que tenía mas de medio siglo de pertenencia a la flia Rodríguez, único que quedaba en la zona. La tierra quedo improductiva según las primeras apreciaciones hechas por expertos allegados a la flia Rodríguez, porque desde los organismos oficiales no hay informes porque argumentan esperar ORDEN JUDICIAL para actuar. Me pregunto a donde iremos a parar con tanta burocracia?. Y en caso de que llegara la tan ansiada orden luego de 3 semanas de haberse producido los hechos. Solo un iluso podría pensar que quede algo en pie. Y si hay que esperar tres citaciones sin presentación del imputado para llevarlo por la fuerza pública y si la fuerza pública necesita otra orden judicial para actuar en otra provincia por que Schulz vive en el Chaco es posible que nunca lo encuentren y a eso hay que sumarle la Falta de combustibles y móviles ,etc …etc, lo que hace presumir sin temor a equivocarnos que NOS ESTAN TOMANDO EL PELO . La otra pregunta que queda sin respuestas es Para que nos sirve la legislación ambiental y de desmontes , las prohibiciones , etc, etc si cada uno hace lo que quiere? Que funciones cumplen los funcionarios estos si no actúan como corresponden o es que son los ñoquis del Nuevo santiago.

Elizabeth Vilma Rodríguez.D.N.I. 14752991.(apoderada de la Flia Rodríguez)

05/09/06


La revolución es el fruto de mil plantas

Una falla irreparable iba a abrirse en nuestras vidas.
Con mi hermano Gustavo compartíamos la habitación. Despertábamos aquel invierno de 1955 cada amanecer con temor. Gustavo tenía 3 años y 1/2, yo 5. Al levantarnos, un día supimos que nuestra madre se había ido de casa. Otro día, poco después, que los militares habían derrocado a Perón.
Adquirían entonces dolorosa coherencia las oscuras imágenes con que interrumpieran una proyección de Superman, en el Petit Palais. Poco antes de que se fuera nuestra mamá.
Aquel noticiero nos arruinó el día. Sin comprenderlo muy bien, sentíamos con Gustavo que algo muy grave estaba pasando en el país, que aquellos cadáveres calcinados, aquellos restos de automóviles retorcidos en la Plaza de Mayo eran verdad: unos aviones de la Marina de Guerra habían bombardeado la ciudad para matar a Perón.
¡Matar a Perón! Para nosotros como decir "matar a nuestro padre", o "matar a nuestro abuelo": una acción desmesuradamente ominosa, ¡sin la más remota posibilidad de justificación! Los asesinos de Perón no tenían rostro, mas por algún luciferino ensalmo acechaban ahí. Eran como una niebla negra, avanzando sobre la atmósfera, para tapar el sol.

2. Primeros combates

De la calle escuchamos unas bocinas, esa tarde. Y una música, y gritos, y parlantes. Para ver bien lo que ocurría subimos al techo. Eran los vecinos de enfrente, angosta calle de tierra por medio: radicales... Gritaban con alegría: "¡El tirano ha caído!", "¡Muera Perón!" Un camioncito con bocinas en el techo propalaba marchas militares, interrumpidas cada momento por una voz engolada que difundía noticias y agitaba. "¡Viva la revolución libertadora!" "¡Viva el general Lonardi!"
Al techo de la casa de enfrente, en leve diagonal con la nuestra, subió Chuni Barraza, el único varón de esa familia, dos años mayor que yo. "¡Viva Lonardi!", se puso a gritar, "¡Viva Balbín!", "¡Viva la Unión Cívica Radical del Pueblo!"
Descolgué la honda de mi cintura, la cargué con una piedra de mi bolsillo y contesté más alto: "¡Viva Perón!", "¡Viva Evita!", "¡Mueran los gorilas!", acompañando mis gritos con el primer hondazo, que hizo saltar un trozo de revoque en el borde de la terraza de enfrente, apenas unos centímetros por debajo de Chuni.

3. La clandestinidad

Traición. Empezamos, con Gustavo, a escuchar esa palabra con frecuencia. Fulanito había traicionado. Menganito, un sindicalista, había traicionado: se había vendido a los asesinos. Por eso en las ocultas reuniones peronistas se lo llamaba "alma de gallina".
Mi tío Agustín andaba escondido. Había perdido su puesto como maestro de escuela. Lo buscaba la policía. "Llevale esta comida, muchacho", me decía mi abuela. En un plato hondo, tapado con otro plato, estaba. Dos panes encima, todo envuelto con un repasador. Apurado por el calor sobre mis manos y para que nadie me viera -me lo había dicho mi abuela- caminaba las dos cuadras en ángulo recto hasta la casa de mi tío Mariano. Todas las puertas y ventanas de la casa estaban cerradas (mi tío Mariano con su familia vivían en el campo).
Mi tío Agustín escribía, con luz artificial. A su lado, un 38 largo. El arma me pareció gigantesca y helada. Al verla me sobrevino un desaliento, por comprender repentinamente el peligro en que vivíamos.
Traición. Traición. Por esos tiempos comenzamos, con Gustavo, a escuchar también esa palabra con relación a mi madre.

4. Uturuncos

No recuerdo cómo ocurrió que con Gustavo fuimos a parar a la plaza principal, frente al Cabildo (convertido en Jefatura de Policía) cierto mediodía con mi tío Mariano. Los traían a los Uturuncos de Tucumán. Una discreta muchedumbre se había congregado en la vereda del frente, sobre la plaza. En la calle que hasta el 55 se había llamado Eva Perón y ahora se llamaba Libertad se detuvo un colectivo como un escarabajo. De él bajaron cuatro o cinco muchachos, esposados. Eran los guerrilleros peronistas, que habían capturado en las selvas tucumanas algunos días atrás. Multitud de policías y soldados los custodiaban.
Los rostros de los guerrilleros quedaron grabados para siempre en mi memoria, en particular el de uno. Era muy joven, de ojos altaneros, rostro pálido: tal vez no tenía bigotes esos bigotes negrísimos, con sus apenas 17 años, pero yo se los dibujé. Luis Enrique Uriondo. Lo admiré. Se había jugado por Perón. Se había jugado por la patria.
Era un macho de verdad, con el sentido que nos había enseñado mi abuelo. Ser macho no significaba andar alardeando, ni pegarles a los chicos o a las mujeres. Ser macho era arriesgar la vida por un ideal. La Patria o la vida de los demás. Eso era ser macho. Eso es ser macho de verdad, en nuestra cultura nacional.
Era otro invierno, el de 1960. Yo tenía 10 años ya, Gustavo 8 y 1/2.

5. Neoperonismo

A los 14 años -Gustavo 12 y 1/2- habíamos aprendido a dar un alto valor a las palabras. Fue cuando escuchamos por primera vez -y leímos- el término "neoperonismo". Se hablaba de la imposibilidad de proscribir indefinidamente al peronismo, demostrada por la realidad a los gorilas en el gobierno. Y de un oscuro plan para integrarlo por medio de una reforma desde dentro, de un peronismo domesticado, "democrático", aceptador de las sagradas verdades del liberalismo capitalista y sus sumos sacerdotes, los presidentes norteamericanos. Augusto Timoteo Vandor, un sindicalista que supo ubicarse en un puesto clave para la entonces aún potente Argentina industrial, se postulaba como "alternativa" de un "peronismo" potable para los gorilas. (Básicamente, la misma maniobra que realizará casi 30 años después Carlos Saúl Menem). Lo acompañaban varios gobernadores de provincia.
Era un tiempo en el que la organización de la Resistencia crecía sobre pequeñas agrupaciones que habían brotado aquí y allá a lo largo de la Patria. Pequeñas pero ejemplares. El neoperonismo no prosperó entre las masas. Pronto la gente común o los militantes intermedios (como mi padre, mi abuelo y mis tíos) les darían la espalda.

6. Taco Ralo, Massetti, el Ché

Mi padre y mis tíos (Mariano y Agustín) compraban todas las revistas informativas que se podían obtener entonces (sí: todas). Esta voracidad lectora se debía seguramente a que estaban en lucha. Debían manejar la mayor cantidad de información posible. Antes que ellos incluso las hojeábamos con Gustavo, para observar las imágenes.
Así pasaban ante nuestros ojos hermosas fotografías a toda página de Maria Félix, Gina Lollobrigida o Burt Lancaster publicadas por Life en español. Coloridos dibujos humorísticos en la revista O´ Cruzeiro, inextricables alusiones y caricaturas que nos parecían desmañadas, en Tía Vicenta.
Por medio de estas revistas -Leoplán, Visión, 7 días "Ilustrados"-, nos íbamos a enterar también del surgimiento de la guerrilla y su fugaz performance en Taco Ralo. De la guerrilla de Massetti (apadrinada por el Ché) y de la pasión y muerte del mismo Ché.
La participación de curas, como Camilo Torres, en las diferentes guerrillas que aparecían aquí y allá en Latinoamérica como hongos, calaría muy hondo en nuestra mentalidad católica. "¿Qué estudian tus hijos?", preguntaría unos años más tarde cierto amigo a nuestro padre. "Uno para cura, otro para guerrillero" le respondería, espontáneamente, con la vaga convicción de ser vocaciones semejantes.

7. De Perón a Marx

En el invierno de 1972 tomamos la facultad de Ciencias Económicas de Santiago del Estero. La conmemoración del tercer aniversario del cordobazo había sido un pretexto para hacerlo y reclamar, contra la privatización de la Universidad, por el retorno de la democracia, la libertad de los presos políticos. Fue una noche larga, intensa e inolvidable. Nadie durmió, no porque el ejército nos hubiera rodeado, cubriendo la plazoleta del Convento de Belén con ametralladoras pesadas. No porque toda la ciudad estuviera pendiente de esos doscientos jóvenes, que se habían atrincherado en el edificio clerical de esta arcaica población. Sino porque nos apasionaba la Revolución, que íbamos descubriendo como una Tierra Prometida, y se nos dibujaba cada vez mejor en cada charla, en cada debate de aquella noche luminosa. Gustavo no iba conmigo, pues ya había ingresado en el Seminario de Tucumán. Clara sí.
Por la mañana, luego de que el rector Cerro, escoltado por una multitud de soldados y policías se aviniera a "considerar" algunas de las peticiones, fuimos saliendo en fila india para ser subidos en celulares. Una de las condiciones pactadas era el buen trato y que nadie iba a quedar detenido, así que nos tuvieron sólo el tiempo suficiente para pintarnos los dedos y dejarnos fichados. Al volver a casa, cansado, como a las cuatro de la tarde de un día neblinoso, fui directamente a mi habitación, para tirarme un rato en la cama. Desde allí busqué con los ojos al afiche de Marx, que tenía pegado sobre mi escritorio, a la derecha. No estaba. En su lugar habían puesto una foto de Perón. Alarmado, me di vuelta a buscar la efigie del Ché que tenía tras de mi cama. ¡Tampoco estaba! ¡En su lugar una foto de Paulo VI!... "Mi papá", pensé, indignado. Y fui a buscarlo inmediatamente.
"¿Quién carajo te crees vos para arrancarme los afiches y cambiármelos por los de esos viejos pelotudos?", le reclamé a los gritos.
"Escuchame bien porque te lo diré una sola vez -contestó mi padre con firmeza-: no vuelvas a poner a esos tipos en la pared, porque si lo haces te quitaré la llave de nuestra casa y te vas de aquí. ¡Lo último que podría tolerar es tener un hijo comunista!"

8. La militancia marxista

Volví a poner afiches, y más grandes, no sólo de Marx y el Ché sino también de Trotsky, a quien por entonces había empezado a admirar. Mi padre no cumplió con su amenaza; pero tampoco yo me quedaría por demasiado tiempo en casa. Traspasado por el dolor de haber perdido a Clara, había "madurado" a pasos agigantados, si por esto se entiende el conocimiento del dolor hasta límites insoportables, y la adopción de postulados solemnes como cualidad esencial de la existencia. Casi un año después de aquella toma de facultad y otros sucesos vertiginosos me fui a Córdoba, contratado por la revista Posición, para ocuparme de tareas periodísticas en ese medio financiado por el PRT.
Gustavo casi había desaparecido de mi vida, Perón había sido dejado atrás: pero en un fascículo especial que nuestra revista publicara sobre el fascismo, aún lo defendí parcialmente al negar que tal término pudiera ser aplicado al justicialismo. Y un tiempo más tarde, el 1º de julio de 1974, ese día tan frío y húmedo de su muerte, mientras me dirigía a toda prisa por las ondulantes veredas de Barrio Observatorio hacia mi trabajo en la imprenta, no podía evitar que las lágrimas se mezclaran sobre mi rostro con las vírgulas congeladas de la llovizna mientras caminaba.

9. Ni yanquis ni marxistas

En la cárcel volví a acercarme a los sectores peronistas. No a Montoneros, con quienes mantuve siempre una cordial aunque algo distante relación. Sino a los "históricos" como Lerner, que había estado en la guerrilla de Taco Ralo, de Massetti y luego en las Fuerzas Armadas Peronistas. O a algunos sindicalistas de la UOCRA y la UOM, que decían: "Pensar que si hubiésemos estado afuera, nos hubiésemos cagado a tiros... ¡qué pelotudos que éramos!" Les contestaba entonces que nuestro Ejército Revolucionario del Pueblo no disparaba contra sindicalistas, por más que los considerásemos burócratas. Nuestros blancos eran los militares y la policía.
Pese a esto, no volví a ser peronista. Gustavo tampoco. Su camino de sacerdote lo acercaría a sectores llamados "progresistas" de la Iglesia Católica. Y después del "Santiagueñazo", él sería líder de un nuevo partido: Memoria y Participación.
Ambos continuamos nuestra acción política en un área comúnmente llamada izquierda... pero ni él ni yo nos consideramos marxistas.

10. Un nuevo movimiento revolucionario

Desde mis conversaciones con Lerner en la cárcel de Sierra Chica, en 1977, no dejó de rondarme la imaginación la posibilidad de un nuevo movimiento revolucionario latinoamericano. Un movimiento que sea nacionalista -pero no fascista-; un movimiento que sea socialista -pero no marxista-. Algo parecido a lo que habían buscado en su tiempo Árbenz, Haya de La Torre, Perón. Pero sin la infiltración insidiosa de esas células cancerígenas de la ultraderecha o el neoliberalismo, que habían infectado los movimientos de los dos últimos, para terminar aniquilándolos.
En ese tren comencé a recuperar entonces el pensamiento del primer Santucho -Francisco René- quien en los documentos liminares del FRIP abogaba por un partido revolucionario latinoamericano, que se cuidara tanto del imperialismo norteamericano como del marxista.
El surgimiento de Chávez en Venezuela pareció dar al fin un tono preciso a nuestras especulaciones de todos estos años. Es preciso sin embargo determinar claramente las dificultades internas con que hoy chocamos, para evitar que esta revolución también termine en el fracaso.
La principal de ellas -en realidad la que motivó la escritura de estos comentarios-, la principal dificultad con que están tropezando hoy los movimientos revolucionarios es el sectarismo político interno. Pues si los observamos desde una serena distancia, todos los grupos políticos populares venezolanos buscan objetivos que podrían unificarse. También los brasileños, o los argentinos. Pese a ello, no logran actuar en común.
Esta división feroz no sólo libera a quienes llegaron al poder soliviantados por la marejada revolucionaria, abriéndoles la posibilidad de corromperse, sino también debilita este embate original, permitiendo a la monolítica oligarquía reponerse.
Una vez más debe decirse: unámonos, o seremos derrotados. El peronismo ya no existe. El izquierdismo tampoco. Ambos han dado origen a movimientos nuevos, más creativos, menos permeables a desviaciones mezquinas, aunque aún no tengan nombre (y si no lo tienen, mejor, ello puede significar que son espontáneos y siempre en desenvolvimiento, como la vida).
A quienes combatimos en los 50, 60 y 70 se nos van los últimos cartuchos en esto: atrevámonos, esta vez, a la unidad.

Santiago del Estero, 28 de junio de 2006

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