EDUARDO PERSICO

 



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Glosario de voces lunfardas en el cancionero y la poesía popular

M

Macanas: errores. Berretines locos de muchacho rana me arrastraron ciego en mi juventud, en milongas, timbas y en otras macanas donde fui palmando toda mi salud. Como se Pianta la Vida, de Carlos Viván.1929.

Macanas; tonterías. A ver si el orador se deja de macanas. Domingo Faustino Sarmiento.

Machazo; muy macho. Es el abrazo reo de una amistad más rea, que marroca el gañote del grilo al antebrazo. Amuro que hace manso al gil que más cocea y convierte en badana al púa y al machazo. Carlos de la Púa.

Madama; regente de prostíbulo. Ni se te ocurra decir que Buenos Aires era nuestra madama, porque saldrán a recorrer nuestros rincones, nuestros silencios, nuestros puchos. Secretísimo, de Roberto Díaz.

Mala leche: Mala suerte. Al toque curran a la pobre mina:sevillana, cartera y disparada, cuando el autito azul ¡ Qué mala leche! Lentamente volvia de recalada. E: P.

Malandra: malviviente. Yiranta en la milonga maquillada por los cotorros descargó su mufa, entre malandras, vivos y gilada.

Malandrino: Ladron, atorrante. Al compás de la rula del destino, cubrió todas las cifras del tapete por vanidad, de puro malandrino. Orlando M. Punzi. .

Malandrinos: Vinieron los hijos, todos malandrinos. Vinieron las hijas todas engrupidas, ellos son borrachos, chorros, asesinos, y ellas, las mujeres, están en la vida. Carlos de la Púa. Con las cartas de la vida por mitad bien maquilladas, como guillan los malandros carpeteros de cartel, mi experiencia timbalera y las 30’ bien fajadas, me largué por esos barrios a encarnar el espinel. Barajando, de E.Escariz Méndez. 1928.

Malaria; en la mala. Rajarme de la mugre y de lo feo, pero viene malaria la sutura por tanta bruta herida. Y casi creo que seguiré solari en mi amargura. Juan Carlos Coiro. Era una mina fiel a la malaria que con minga tiraba todo el mes. Que yugaba debute y que de otaria, se lavaba su fracaso en el bidet. Homero Expósito.

Malerba: de baja calidad. Le hizo cantar al chambón La Traviata y otras yerbas. Así cayó la caterva, y hasta la ferretería fue exhibida en la alcaldía junto con otros malerbas. Héctor Nicolás Zinni

Maleta; malo, débil. Que soy un maleta que ya no resiste de la caña brava ni el macho sabor. El Vino Triste, de Manuel Romero. 1939.

Malevo: hombre de acción. Decile a esa otra, la guacha, si puede seguirte en lo oscuro como lo hago yo. Es mi alma, malevo la que campanea y “guarda” te avisa,”cuidao corazón”. Campana de Plata, de Samuel Linning.1925

Malevo: Por tu fama, por tu estampa, sos el malevo mentado del hampa; sos el más taura entre todos los tauras, sos el mismo Ventarrón. Ventarrón, de Horacio Staffolani. 1932.

Malufiar; robar a la mafia Debió plomear tres cuetes a su jermu; uno por malufiar y dos a cuenta. La yuta “no supió”, “no hubo denuncia”. El Corte lo libró: “crisis violenta”. Mingo Echeverri.

Mamerto: torpe. ¿Y quién soy, al fin y al cabo? Pah, un mamerto cualquiera, prontuario como un salame que ha manyao la cuestión. Dante Linyera. . ¿Así que te encanaron por boludo? No te chivés, no vengo a perorarte. Como dicen, ya fue. Punto y aparte. Fajar al mamertón es gasto al ñudo. Luis Furlan.

Mami; mamá, vieja, javie. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un narco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Mamúa; borrachera. Chupitegui irredento que la vas de poeta y sólo escribís versos cuando estás bien en curda. La musa que te inspira es tirando a balurda, con un raro vestigio de mamúa en su jeta. Nyda Cuniberti.

Manca: sin brazo. Anduve siempre chueca, cuando manca o biscocha, broncando el desparejo camino de la vida, que te toma de punto, te amasija o sancocha. Y le birla al misterio su destino cachuzo. En un bondi me saco el pasaje de ida, digo chau, y me cuelgo un cartel: fuera de uso. Lily Franco.

Mancada: yerro. Viviras mientras siga copando la patriada, un taura arrabalero que desprecio la yuta, mientras se haga un escruche sin que salga mancada, mientras taye la grela de la crencha engrasada mientras viva un poeta un ladron y una puta. Carlos de la Púa.

Mancar: descubrir. Es al bardo que vengas con macanas bonitas esperando un jotraba que manqué refulero, para mi, con estuche no vales cinco guitas. Carlos de la Púa. Ni se como empezó la meresunda esta de gerenciarla entre alcauciles, si te la bato a vos es por gomía y no para mancarme entre los giles. E.P.

Manco dilo; de ningún modo. Pero se enfrió al natural, manco dilo; la pior muerte. Roncando, muy quiebra el corte, y se pasó al Barrio Norte. Amaro Villanueva.

Mancusar: hablar. Milonguero, haragán y prepotente, mancusa al vesre y pasa a lo bacán. Carlos de la Púa.

Mancusar: entender. Ciudad del rascacielos y el convento, de las recovas y del monobloque, mancusá en estos versos el embroque de quien ya pagó el piso a tu espamento. Amaro Villanueva.

Mandoleón: bandoneón. Viejo rincón de mis primeros tangos, donde ella me batió que me quería. Guarida de cien noches de fandango que en mi memoria viven todavía. Oh callejón de turbios caferatas que fueron taitas del mandoleón. Viejo Rincón, de Roberto L. Cayol. 1925.

Manganeta: treta. Pero el Yoryi fue un seso de primera, un pensante entrenaro de ponga y meta, un marote a bastón yirando el mundo; que a veces se zarpó, como cualquiera, y nos dio embole con su manganeta por reo y sobrador, turro y profundo. E.P.

Mangar; pedir. Tiene el campo bicho feo, la andaluza su jaleo. No le tirés al chimango. ¿Qué batís, Serafina. Tirame con cinco mangos. Nogoyá, de Juan Maglio. 1915. Sos un grata moderno y muy ranfaña nafando al sequerío enmarañado; la rostreás de angelito por la tele mangando para un Dios rufo y truchado. Mingo Echeverri.

Mangar; pedir. Y yo con mil sacrificios te lo pude al fin comprar, mangué amigos, ví usureros y estuve un mes sin fumar. Aquel Tapado de Armiño,de Manuel Romero. 1928.

Mango: dinero. Araca, cuando a veces oís la cumparsita yo sé como palpita tu cuore al recordar que un día lo bailaste de lengue y sin un mango y ahora el mismo tango bailás hecho un bacán. Bailarín Compadrito, de Miguel Bucino. 1929. Cuando rajés los tamangos buscando ese mango que te haga morfar, la indiferencia del mundo que es sordo y mudo recién sentirás. Yira Yira, de Enrique Santos Discépolo. 1929

Manguero; pedigüeño. Viejos Gómez vos que estás de manguero doctorao, y que un mango descubrís aunque lo hayan enterrao. ¿Dónde Hay un Mango?, de Ivo Pelay. 1934.

Maniao; atado. No ves que estoy embretao, vencido y maniao en tu corazón. Malevaje, de Enrique S. Discépolo. 1928.

Manosanta; curandero. Ya nos bate la justa la percanta calzando los bluyines de medida, y el tango es una voz anochecida pidiendo por favor un manosanta. Orlando M.Punzi

Manyado: conocido, visto. Ls turras estriladoras al manyarla se cabrean, y entre ellas se secretean con maliciosa intención. Cuerpo de Alambre, de Angel Villoldo. 1916. El que te baile bien debe ser púa, manyado entre la mersa de los guapos. Haber hecho un jotraba de ganzúa y tener la sensación de la cafúa al atávico influjo de las trapos. Carlos de la Púa.

Manyamiento;: Cuando no era tan junado por los tiras la lanceaba sin tener el manyamiento, una mina le solfeaba todo el vento y jugó con su pasión. El Ciruja, de Francisco A. Marino 1926. Libre del manyamiento de la yuta, cargaré a maringotes,¿mala o buena?. En la Sorbona estudiarán mi esquena y en diez mil ateliers, mi facha bruta. Daniel Giribaldi.

Manyamiento: mirada. Colibriyo de tanto manyamiento, no puedo chamuyarte lo que siento por temor a ligar un esquinazo. Emilio Dis

Manyar: Te manyo que vivís a contramano, que estás por no yugar siempre en la vía. Metido en una pilcha shomería y hecho un croto cualunque, un cirujano. Daniel Giribaldi. Y tiene tal carpa para armar los pacos, y tiene tal labia para engrupichir, que muchos corridos que no fueron mancos, manyaron el cuento recién en el fin. Carlos de la Púa. Yo no manyo francamente lo que es una partenaire, aunque digan que soy bruto y atrasado. ¡ qué qurés! No debe ser nada bueno si hay que andar con todo al aire y en vez batirlo en criollo te lo baten en francés. Audacia, de Celedonio Flores .1925.

Manyar: comprender. Cuando estés en la vereda y te fiche un bacanazo, vos hacete la chitrula y no te le deschavés, que no manye que estás lista al primer tiro de lazo y que por un par de leones bien planchados te perdés. Atenti Pebeta, de Celedonio Flores 1929.

Manyar; entender. Cuando manyés que a tu lado se prueban la ropa que vas a dejar, te acordarás de este otario que un día cansado se puso a ladrar. Yira Yira, de Enrique Santos Discépolo. 1929.

Marchanta: Desprolijar, tirar cosas a cualquier lado. He vivido mi vida a la marchanta, ni un sueño cayó cara y eso es todo. Nunca pude encontrar un acomodo pa’ amurar esta mufa que me espanta.Roberto Selles. ¡Que curda tiene el tano, hoy se le ha dado por tirar cachetazos a la marchanta! Enrique Cadícamo.

Maricón; no aumentativo de marica o afeminado; es el ventajero, torturador, explotador de una pobre mujer. Tipo ruin. Tirar el carro es peor que andar de caño. Eso es de maricón, de mala gente. Chorro Viejo. (ver Tirar el carro).

Maringote: marinero. Libre del manyamiento de la yuta, cargaré a maringotes,¿mala o buena?. En la Sorbona estudiarán mi esquena y en diez mil ateliers, mi facha bruta. Daniel Giribaldi.

Marote: cabeza. La vá de superao el can rasposo junando al cielorraso en su catrera. ¿Lo puso del marote una salchicha o se hace el bocho de la vida fiera? E.P. Pero el Yoryi fue un seso de primera, un pensante entrenao de ponga y meta, un marote a bastón yirando el mundo. E.P.

Marroca; cadena de reloj. Batile al grone Peroca que queme el bobo en el pío, junto con el zarzo mío, la empiedrada y la marroca. Felipe Fernández, “Yacaré”. Es el abrazo reo de una amistad más rea, que marroca el gañote del grilo al antebrazo. Amuro que hace manso al gil que más cocea y convierte en badana al púa y al machazo. Carlos de la Púa.

Marroquito; pan pequeño. El discurso abriré con este grito. Oh, gran feca con chele y marroquito, la panza de los secos te saluda. Iván Diez.

Marrusa; paliza. Era como una yuga tu mirada fajando de reojo la marrusa, de un metejón que me dejó la chuza de tu maldad, en el costao, clavada. Roberto Selles Se ha creído la rantifusa, con humos de gran bacana, que por temor a la cana no va ligar la marrusa. El Cafiso, de Florencio Iriarte.

Masticar; callarse, comérsela. Masticando su estrilo, chacado en shomería, morfándose las penas del buyón inseguro, está el desarraigado laburante de todo, enchastrado y perdido. Juan Bautista Devoto.

Mate; cabeza. Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones, te engrupieron los otarios, los amigos y el gavión. Mano a Mano, de Celedonio Flores. 1923.

Como tengo varias coplas archivadas en el mate, voy a ver si otra les canto. No me quiero hacer rogar. La Copla Porteña, de Ivo Pelay. 1934.

Mateo: Coche a caballo. El mateo se ha piantado de la estación de Sunchales, se lo ve en los andurriales, hace escala en un boliche, mientras afuera, cansao, come el tungo su pastiche. Héctor Nicolás Zinni. Dedicate a balconearla que pa’ vos ya se acabó, y es muy triste eso de verte esperando a la fulana con la pinta de un mateo, desalquilao y tristón. Enfundá la Mandolina, de Horacio Zuviría Mansilla. 1930.

Matina; mañana. Quisiera despertar una matina, con el bocho limpito y sin ratones. Espirarme la mufa y la neblina del alcohol. Vivir las emociones. Juan Carlos Coiro.

Matón: valentón. Pero vivía engrupida de un cafiolo vidalita,y le pasaba la guita que le shacaba al matón. El Ciruja, de Francisco A. Marino 1926. Picao de viruela, bastante morocho, encrespao el pelo lo mismo que mota. Un hondo barbijo en su cara roja ledaba el aspecto de taita matón. El Tigre Millán, de Francisco Canaro, 1934.

Matufia: lío. Matufia que la esgunfia, que la estufa, el escabiar la tiene repiantada y el cocó la encanó, fula, en la cufa. Fernando Guibert.

Matufiero; estafador, embrollón. Soyapa, patovica, guardacuida, bodoque supermacho y justiciero; culata de esa runfla de sindicas, de garquetas a ful y matufieros. En la estiba del ispa poné el lomo, dejá de ser biabista y sé persona. Mingo Echeverri.

Matungo: Caballo viejo. No me hablés de percantas, ni de amigos ni nada. La vida me ha sobao como a un matungo viejo. Dante Linyera. .

Maula: cobarde. Yo con el cabo e' mi rebenque tengo de sobra pa' cobrarme, nunca he sido un maula, se lo juro, y en ningún apuro me sabré achicar. Mandria, de Francisco Brancatti.

Mayorengo: comisario. Cuando juna al mayorengo se la va de strichipico, se embalurda con dos cañas, le hace cruz al abanico y pa’ andar algo piola la jotraba de chofer.. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944.

Mayorengo; de categoría. Mientras yo tiraba siempre, con la mula bien cinchada, ella en juego con un coso, mayorengo y gran bacán, se tomaba el Conte Rosso propiamente acomodada, y en la lona de los chivos me tiró en el cuarto round.... Barajando, de E.Escariz Méndez. 1928.

Mechera: hurta mercancía. .Era un mosaico diquero que yugaba de quemera hija de una curandera, mechera de profesión. El Ciruja, de Francisco A. Marino.1926.

Menega; dinero, guita. Oh, menega querida, dulce recuerdo de mi rante vida tan llena de ilusiones. Si me arreglás con cinco patacones quedará la familia agradecida. Felipe Fernández, “Yacaré”. Quiso hacer un escruche y cuando fueron a arreglar la cuestión de la viyuya, te le hicieron un laburo, te le hicieron, que tuvo que poner menega suya. Celedonio Flores.

Mentao; famoso. Pero otro amor por aquella mujer nació en el corazón del taura más mentao, y un farol el duelo criollo vio bajo su débil luz, morir los dos. Duelo Criollo, de Lito Bayardo. 1928.

Mercería; grupo de mersas. Fuiste la flor del convento si es que alguna flor había, rincón de la mercería donde supe apolillar. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Merengue; blando, frágil. Soy un merengue cualquiera hecho a golpes en la vida, que no vale una escupida entre la gente ranera. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Merengue; pastel. Asunto turbio, complicación. Señor Juez de la Suprema que entiende el merengue mío, a ver si me arregla el lío y me peina la condena. Francamente me da pena de que un señor como Usía, se meta en la vida mía siendo una cosa privada, ¡total!, por una pavada que hice los otros días. Héctor Gagliardi.

Meresunda: confusión. Más al fin, en la extraña meresunda de este caset grabao en mi zabeca, sos un cacho de sueño revivido. E.P.

Meresunda: Ni se cómo empezó la meresunda esta, de gerentearla entre alcauciles. E.P.

Merlín / merlo / merluza: inhábil. Macanea y la engrupe, bagre... gado. Tigre viejo en la manga la lancea, eterno cara rota la escabea, y lo cata de merlo al más pintado. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Mersa: ordinaria. Vale decir la abonada maceta, para emplear su propia más bien mersa y nada original metáfora. Humberto Costantini.

Mersa; cofradía. Se aligeró en Puente Alsina, nunca le faltó una mina que lo supiera adornar. Después espichó en San Justo, y la mersa le hizo un busto pa’ poderlo perpetuar. Enrique Dizeo.

Metedura; enamoramiento, metejón. Si no tenés corazón pa’ curar mi metedura, podés estar bien segura que voy derecho al cajón. El Metejón, de Florencio Chiarello. 1932.

Metejón: enamoramiento. Recordaba aquellas horas de garufa cuando minga de laburo se pasaba, meta punguia, al codillo escolaseaba y en los burros se ligaba un metejón. El Ciruja, de Francisco A. Marino. 1926. Todo el barriodel asunto está enterado, y por eso que me duele el corazón, cada vez que algún vecino interesado me pregunta como va mi metejón. El Metejón, de Florencio Chiarello. 1932.

Metido; enamorado. ¡Qué lindo es estar metido y vivir pensando en ella, y sentir que como un frío se nos entra por las venas. Qué Lindo es estar Metido, de Pascual Contursi. 1927.

Milanesa: mentira. Villa Crespo, barrio reo batió Alberto Vacarezza, y minga de milanesa porque sensa macaneo, fue el Maldonado recreo de malandras de una pieza. Amaro Villanueva.

Milonga: milonguera, mujer de los bailes. Mariquita, viejita milonga que pasa las noches bailando gotán. Marchetta, de Pascual Contursi 1926.

Mina: mujer. Cuando la enrosco a la mina la hago girar y me estiro, bailando en sus ojos miro todo mi orgullo y mi amor. Los Disfrazados, de Carlos Mauricio Pacheco. 1906. Las minas se han puesto peor que los varones y embrollan al hombre que tira boleao. ¿Qué Sapa Señor? de Enrique Santos Discépolo. 1931. Era una mina fiel a la malaria que con minga tiraba todo el mes, que yugaba debute y que de otaria lavaba su fracaso en el bidet. Homero Expósito. Al toque curran a la pobre mina: sevillana, cartera y disparada, cuando el autito azul ¡ Qué mala leche! Lentamente volvia de recalada. E: P. ¿Dónde están aquellos briyos y de vento aquel pacoy, que diqueabas, poligriyo, con las minas del convoy? Uno y Uno, de Lorenzo J.Traverso. 1929

Minga de bola; sin atención. ¿No sos hijo de Dios? ¡Dale, salvate! ¿Sos el rey de los moishes? Descolgate. ¿Por qué no te bajás? Andá, che, guiso. Jesús ni se mosqueó, minga de bola, y le dijo al buen chorro, estate piola que hoy zarparás conmigo al paraíso. Enrique Otero Pizarro.

Minga: inexistencia, nada. A mi me llaman Pie Chico, y soy de Montevideo. Conmigo se purria minga, soy del barrio del Cordón. Los Disfrazados, de Carlos Mauricio Pacheco. 1906. Recordaba aquellas horas de garufa cuando minga de laburo se pasaba, meta punguia, al codillo escolaseaba y en los burros se ligaba un metejón. El Ciruja, de Francisco A. Marino. 1926. No precisó ser olfa de caudillos pa’ tirar su cafiola entre la mersa. Minga de lata y bufo en la cintura la jotrabó de simpatia y conversa. E.P. Minga de rango, minga de abolengo, nadie por quien ponerse melancólico en la estancia... Julio Cortázar.

Miqueta: puñetazo.Y le dan de castañas, meta y meta. Pero en cuanto la sueltan larga el rollo y copando el retobo de algún bollo, se siente cabreiroa una miqueta. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Mises: secretarias. Y entre las mises que taquidactilogran me aguanto piola de darles con un caño aunque escurro que junan y me sobran . E.P.

Mishetón: que paga mujeres. Pero ella se olvidó sucia y borracha, llegó como a las nueve la muchacha por seguirle la farra a un mishetón. Celedonio Flores.

Mishia; pobre, barata. Yo que procedí de atorro en tu muy mishia catrera, haciéndome en la carrera de esquenún, pesao y chorro. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Mishiadura: andar mal en todo. Tironeado por deuda, papeleos, laburos hipotéticos, desolada nostalgia o mishiadura. Humberto Costantini

Mishio: arruinado. El ser mishio me revienta pues hay que tener en cuenta, que “El” se siente millonario. Su Yo Fuera Millonario, de Fracisco Canaro. 1934. Vale decir mufoso y esgunfiado, vale decir en banda y despistado y mishio y en la vía. Humberto Costantini.

Misho; pobre tipo. Cieiro a misho y a estaso cuando quiero punguear algunos ferros del grillete, del jaife más debuten, que promete trabajo sin estrilo y bien ligero. Emilio Pedro Corbiere.

Mistonga: averiada, barata. Yo te habré de admirar hasta que espiche, sombra que con el cuore se te nombra en lugares finolis con alfombra o en las mesas mistongas de un boliche. Isabel de Dumery.

Mistonga: Su cara es fulera y mistonga y algún viejo amigo la saca a bailar. Marchetta, de Pascual Contursi 1926.

Mistonga: Me hice de aguante en la timba y corrido en la milonga, desonfiao en la carpeta lo mismo que en el amor, yo he visto venirse al suelo sin que nadie lo disponga mil castillos de ilusiones por una causa mistonga. Canchero, de Celedonio Flores.

Mocas: mocasines, calzado. Casi arrastra los mocas cuando entra, empilche sanfasón de mina cheta. E.P

Moishe: judío. ¿No sos hijo de Dios? ¡Dale, salvate! ¿Sos el rey de los moishes? Descolgate. ¿Por qué no te bajás? Andá, che, guiso. Jesús ni se mosqueó, minga de bola, y le dijo al buen chorro, estate piola que hoy zarparás conmigo al paraíso. Enrique Otero Pizarro.

Mojar la oreja; desafiar. Pa’ tallar contra el hambre y contra el frío, no hay nadie que te moje a vos la oreja. Iván Diez.

Mondonguera: estómago. La mondonguera de ragú palpita, silba, bronca, la bufa, chilla, grita, por esta crisis rea. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Morfar: comer, superar. Te garanto que a ese ñato que la va de bailarín, me lo dejo hecho un gato y me lo morfo al piacentín. Dale Perejil al Loro, de E.Manfredi. 1918. Maldito seas, Palermo, me tenés seco y enfermo mal vestido y sin morfar. Porque el vento los domingos me patino con los pingos en el Hache Nacional. Palermo, de Juan Villalba 1929.

Morfar; comer. Los domingos me levanto de apoliyar mal dormido, y a veces hasta me olvido de morfar por las carreras. Me cacho los embroncantes, mi correspondiente habano, y me piyo un automóvil para llegar bien temprano. Soy una fiera, de Francisco Martino. 1926.

Morfi: comida. Anda mejor que yo, qué duda cabe; él apoliya sin hacer gambeta, guadaña el morfi sin doblar la esquina. E.P.

Morlaco: dinero. Pa’ quintina soy secre de una Cámara que junta puntos de morlaco añejo. ¡Cámaras yo con las que tuve en casa cuando pinchaba el taxi de mi viejo¡ E.P. ¿Dónde están los pirulos que yugaste? ¿Qué se hizo de una vida de laburo? Si en vez de disfrutar lo que ganaste con tres morlacos te largaron duro. Nyda Cuniberti.

Mormosa; lastimada. Mormosa estaba el alma por tu biaba y lejos, por tu amuro, andaba Dios. Roberto Selles Una cheno cualquiera con un saque te via dejar de cama, bien mormosa. Julián Centeya.

Mosaico: muchacha. Era un mosaico diquero que yugaba de quemera, hija de una curandera, mechera de profesión. El Ciruja, de Francisco A. Marino, 1926, También nombra al mozo de café. Yo te juro me borro de escribirte palabras aunque aquella no vuelva cuando llegue ese día. Ni le diré al mosaico que manotea la guita !un feca cinco mangos, qué cara está la vida! E.P.

Mosca: guita. El vento que amarrocas, medias gambas, canarios, recuerdo de pamelas que achacaste fresquita, ha de ser poca mosca pa mantener otarios. Paparula, tortera, bulebú, milonguita. Carlos de la Púa.

Mosquear; inquietar. ¿No sos hijo de Dios? ¡Dale, salvate! ¿Sos el rey de los moishes? Descolgate. ¿Por qué no te bajás? Andá, che, guiso. Jesús ni se mosqueó, minga de bola, y le dijo al buen chorro, estate piola que hoy zarparás conmigo al paraíso. Enrique Otero Pizarro.

Mostrar la hilacha; demostrarse. Yo quiero, muchacha, que al fin mostrés la hilacha, y al mismo recuerdo le des un golpe de hacha. Se Va la Vida, de María Luisa Carnelli. 1929.

Mucanga: desperdicio de las reses. Si ya te acercás al frío, si hoy morfás de la mucanga, si no pescás otra changa que portar cosas al pío. Amaro Villanueva.

Mucanga: desperdicio. Varó en la shome el hombre, rejugado sin otro curro que bardear la nada. Mucangas de una vida abacanada prepoteando a la suerte y prepoteado. Juan Carlos Lamadrid.

Muchacha: cocaina, la "muchacha blanca". Año 52, aún lo veo con los ojos cerrados y la ardiente conmoción del alcohol, y la muchacha, esa muchacha blanca, evanescente. Héctor Chaponick

Muchacho rana: divertido. .Berretines locos de muchacho rana me arrastraron ciego en mi juventud, en milongas, timbas y en otras macanas donde fui palmando toda mi salud. Como se Pianta la Vida, de Carlos Viván.1929.

Mueble: albergue. Sus sesiones de mueble son por mufa, terapia horizontal, minga de horario. E.P

Mufa: aburrimiento. Yiranta en la milonga maquillada por los cotorros descargó su mufa, entre malandras, vivos y gilada. Fernando Guibert.

Mufa: tristeza, aburrimiento. Lo viejo no es jovato, ahora es barroco, un choma es la pareja, aunque sea otario. Sus sesiones de mueble son por mufa, terapia horizontal minga de horario. E.P. Y entonces ya mufada dijo ¡planto! Y sin batir ni mú, parca de llanto se tomó el raticida y a dormir. Homero Expósito.

Mufa; tristeza, mishiadura. Quisiera despertar una matina, con el bocho limpito y sin ratones. Espirarme la mufa y la neblina del alcohol. Vivir las emociones. Juan Carlos Coiro.

Mufoso; con mala suerte. El ciruja refundido en su esfuerzo, es el oso hormiguero que un chapalear mufoso arrojó al basural.. Juan Bautista Devoto. Vale decir mufoso y esgunfiado, vale decir en banda y despistado y mishio y en la vía. Humberto Costantini.

Mugre; suciedad. Rajarme de la mugre y de lo feo, pero viene malaria la sutura por tanta bruta herida. Y casi creo que seguiré solari en mi amargura. Juan Carlos Coiro.

Mula; trampa, mentira. Si te dice tu marido que por culpa del negocio a cenar va con sus socios. Mula. Si tu amante fue al dentista. Mula. Que te quiere algún artista. Mula. El Tango de la Mula, de Ivo Pelay. 1935.

Mulero: tramposo. Nadie quiere laburar, los muleros van en coche. Satanás está de farra y detrás de la fanfarra, salta y baila el arlequín. Bronca, de Mario Batistella. 1962.

Musa: callarse, enmudecer.¿Quien viene disfrazado de quemero?Se abrocha en cada timbo algún potrero, me empilcha su mirada rantifusa, bien debute en el catre me hago el musa. Miguel Angel Viola.

N

Naca; preso, en cana. Las nacas a su vida hicieron triza, con la pena más fule jugó a risa y aguantó sin chivar un esquinaso. Cuando estuvo de bueno no fue arisco y al verse arruinado de los discos, se fajó en el marote un bufonaso. José Pagano

Nafar: afanar, robar. Y de coraje trucho, los pendejos nafan el casetín de atropellada a un checo estacionao lejos del foco. Y siguen su rolar como si nada. E.P. Sos un grata moderno y muy ranfaña nafando al sequerío enmarañado; la rostreás de angelito por la tele mangando para un Dios rufo y truchado. Mingo Echeverri.

Naifa: mujer. La bronca lo embalurda, traga rencor y vino, permanece lejano, es un tango cansado. Piensa en aquél bailongo de pañuelo floreado cuando encontró a la naifa que le marcó el destino. Joaquín Gómez Bas.

Pienso en las naifas y el melón me exprimo, al ver que la precisa tarda y tarda, pues no de grupo se batía ¡guarda, que los chancros maduran en racimo. Daniel Giribaldi.

Narco; narcotraficante. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un narco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

No deber un pito: sin deudas. Porque a la vida no le debo un pito voy a llegarme por fin al infinito, pa' batirle a la muerte, "tanto gusto". H.S.

No manyar un pito: no saber nada. Te sé muy español, gran erudito. Batime: ¿qué es papusa, guita y grata? ¡si vos de lunfa no manyás un pito! Alcides Gandolfi Herrero.

Novarini: nuevo, novedoso. Todo lo novarini es bueno y piola, lo que vino anterior es puro bofe. E.P.

Noveleta; teleteatro. Fuimos al telo como quien va a un corso, pispiando un frenesí de noveleta. Y después, solos. Como siempre, solo. No hay polvo que me emparche la croqueta. E.P.

Ñ

Ñata; nariz. De chiquilín te miraba de afuera como a esas cosas que nunca se alcanzan. La ñata contra el vidrio, en un azul de frío que luego fue después, viviendo igual al mío. Cafetín de Buenos Aires, de Enrique Santos Discépolo. 1948.

Ñorecompa; Compañero. Versolari y populista, ñorecompa de Zola, que crepó de nueva ola la olada sanlorencista. Amaro Villanueva.

Ñorica: cariño al vesre. Contra el recuerdo de un ñorica sano, se me hizo bolsa la posible pena. Roberto Selles

Ñorse; señor. Viejo Barrio de las Latas con zaguán en Puente Alsina, con su artículo: las minas y sus ñorses caferatas. Amaro Villanueva.

O

Olfa; alcahuete, genuflexo. No precisó ser olfa de caudillos pa tirar su cafiola entre la mersa. Minga de lata y bufo en la cintura la jotrabó de simpatía y conversa. E.P.

Olivo; irse, fugarse. Agarrá pronto el olivo porque ya ni quiero verte, o si no andá a esconderte. Rajá, por favor, rajá. Don Brócoli, de Ambrosio Ríos. 1917.

El fato está manyado, sin arranye: tiene el coso un enano en la piojosa que de atrique le arruina el estofado. A ella el cuore le bate una melanye, que ya es olivo desde el feca helado. Amaro Villanueva.

Onda; moda, actualidad. Usa los trapos según venga la onda: radicha siempre ahí, pa’ cuando sea; peruca viste bien siendo culote. Conserva, sos Gardel; toda pilcha te queda. Mingo Echeverri.

Opio; aburrimiento. Un soneto me pide al amor propio y en mi vida me he visto en tal apuro. Si cuatro versos ya me dan laburo antes de los catorce, será un opio. Luis Alposta.

Órdago: grandioso. Atorranteó por todas partes hasta el agotamiento, jugó un picado de órdago frente al arco de Gabriela Mistral y Carlos Guido Spano. Humberto Costantini.

Oriyero: de orilla. Mi macho es ese que ves, su pañuelo oriyero lo deschava y lo vende su funyi compadrón. Carlos de la Púa.

Orre; vesre reo. La esquena se te frunce si tenés que laburarla. Del orre batallón vos sos el capitán, vos creés que has nacido pa’ ser un sultán. Haragán, de Sofía Bozán. 1927.

Orsai; en falta, desmañado. Y esas ganas tremendas de llorar que a veces nos inundan sin razón, y el trago de licor que obliga a recordar si el alma está en orsai, che bandoneón. Che Bandonéon, de Homero Manzi, 1950. Si andaba shome, con orsai del cuore y enredao de recuerdo el cablerío, se acodaba a mi estaño madrugada a escabiarnos una lágrima de olvido. E.P.

Ortiba: batidor, alcahuete. La barra no lo quería con ninguno andaba bien, pasando el tosán vivia, era ortiba cien por cien. Enrique Dizeo.

Ortivar: alcahuetear. Ortivan los otarios de yuguiyo que me insulta, me casca y cafishea. Mejor. De ellos me tira su bolsillo y de mi macho, todo lo que sea. Carlos de la Púa.

Otario: despistado, tonto. Lo viejo no es jovato, ahora es barroco, un choma es la pareja, aunque sea otario. Sus sesiones de mueble son por mufa, terapia horizontal, minga de horario. E.P

Otario: tonto. Engrupen tus alhajas en la milonga con regio faroleo brillanteril y al bailar esos tangos de meta y ponga volvés otario al reo y al rana gil. Che Papusa, Oí, de Enrique Cadicamo, 1927. Los favores recibidos creo habértelos pagado, y si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado, en la cuenta del otario que tenés, se la cargás. Mano a Mano, de Celedonio Flores. 1923. ¡Uy Dio, qué amarrete, ni un cobre ha tirao! Qué bronca muchacho, se hizo el otario, gritemos Pulguita ¡Padrino Pelao! Padrino Pelao, de Julio Cantuarias. 1930.

Otario; tonto. Cuando manyés que a tu lado se prueban la ropa que vas a dejar, te acordarás de este otario que un día cansado se puso a ladrar. Yira Yira, de Enrique Santos Discépolo. 1929.

P

Pachanga: baile, fiesta. Aún queda Buenos Aires, entre tanta pachanga, tanto snob importado, tanta brutal falopa, tu pueblo laburante que yuga a quemarropa sin dar bola al frangoyo de semejante ganga. Juan Carlos Giusti.

Pacoy; atado con dinero. ¿Dónde están aquellos briyos y de vento aquel pacoy, que diqueabas, poligriyo, con las minas del convoy? Uno y Uno, de Lorenzo J.Traverso. 1929.

Paica: mujer. El conventillo luce su traje de etiqueta, las paicas van llegando dispuestas a mostrar que hay pilchas domingueras que hay porte y hay silueta, a los garabos reos deseosos de tanguear. Oro Muerto, de Julio Navarrine . 1926. Pobre paica que ha tenido a la gente rechiflada y supo con la mirada conquistar una pasión. Pobre Paica, (El Motivo) de Pascual Contursi. 1914.

Pálida: tristeza. Memoro tu barullo y en la zurda se me atropellan pálidas y brecas. Boletos sin cobrar y tanto olvido. E.P.

Palmar: perder. Berretines locos de muchacho rana me arrastraron ciego en mi juventud, en milongas, timbas y en otras macanas donde fui palmando toda mi salud. Como se Pianta la Vida, de Carlos Viván.1929.

Pamela: Tonto, despistado. Carta Brava me yaman y yo, pamela, ni a la escoba de quince sé jugar bien. Dante Linyera- .

Pami; instituto para jubilados. El velorio por PAMI fue sencillo, en el cajón le acomodé la viola, café, las flores, algo de tintillo, y un disco de Gardel en la vitrola..Horacio Scondras.

Papa: lindo. El fueye melodioso termina un tango papa, una pebeta hermosa saca del corazón un ramo de violetas que pone en la solapa del garabito guapo dueño de su ilusión. Oro Muerto, de Julio Navarrine. 1926.

Papa: muy buena. Tengo una rumbeada papa que pagará buen sport, Me asegura mi datero que lo corre un buen muñeca. Preparate pal Domingo, de Jose Rial. 1931

Papafrita: despistado. Ya sé, no me digás, hice un aujero para enterrar al bardo tu platita, y así la fui de gil y papafrita: para sebón no más me daba el cuero. José Daniel Tomás.

Papusa; mujer linda. Te sé muy español, gran erudito. Batime: ¿qué es papusa, guita y grata? ¡Si vos de lunfa no manyás un pito! Alcides Gandolfi Herrero.

Paquete; atildado. Sabía llegar de lo más paquete al quilombo, en un oscuro con las prendas de plata. Hombre de la Esquina Rosada. Jorge Luis Borges.

Parada: apuesta de juego. Aquí ser chanta ya es tener fortuna: tirarse a mortadela una acertada: porque vive de ronga el que rejuna como currar al logi en la parada. Javier Hector Menutti.

Parda: oscura, de poco valor. Tango rante tu emoción es el alma del suburbio, para vos el verso turbio de mi parda inspiración. Apología Tanguera, de Enrique Cadícamo y Rosita Quiroga. 1933.

Parlar: hablar. Así bajaste airosa del avión. Meta jaliva, meta paquetito. Parlando con acento cubanito y sonriendo igualito que Perón. Federico Pedrido.

Parola: palabra. Te arrimo el randevú de mi parola, un sencillo tanguito, cachuciento, a vos que me enchufaste en la zabiola estos palotes truchos de mis versos. E.P.

Partenaire: Bailarina. Me han contado y perdoname que te increpe de este modo , que las vas de partenaire en no sé que bataclán., que has rodao como potrillo que lo pechan en el codo, engrupida bien debute por la charla de un bacán.Audacia, de Celedonio Flores. 1925

Partusa; sexo grupal. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un narco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Pasar el Tosán: dar un dato. La barra no lo quería con ninguno andaba bien, pasando el tosán vivia, era ortiba cien por cien. Enrique Dizeo.

Pasquinero: diario, informativo. Te has dejado engrupir del elemento que pasa sin yugar, prendido al soque, maricones patinando el roque y baten al pasquinero su chimento. Amaro Villanueva-

Patear la vida: vivir trabajosamente. Para el mate, la mina y las canciones, y esa alegría de gastar botines pateando por la vida que, a montones, me regalaba amor y berretines. Antonio Soletic

Patinar: perder en el juego. Maldito seas, Palermo, me tenés seco y enfermo mal vestido y sin morfar. Porque el vento los domingos me patino con los pingos en el Hache Nacional. Palermo, de Juan Villalba 1929.

Patinar: Perder plata. También es yirar de prostituta. Cantan en ls labios de la piba que patina y palma, en los del otario que labura y sueña, y en los del que afana. Dante Linyera.

Patinar; yirar. Hoy la juné en San Telmo, pobrecita. Yiraba. Sin querer le día la cana y al verla patinando me dio gana de entrar a amasijarme con cebita. Daniel Giribaldi.

Pato: pobre, sin un mango. Sos como esa cifra siempre ganadora que ya tantas veces me sacó de pato. Cábula que nunca se cortó hasta ahora y que por ley de juego, nunca bato. Carlos de la Púa. Pato, que peinás a la gomina, hoy sos milonguero y compadrón. Cuando te de el espiante la mina volverás por nuestra esquina a mangar para el buyón. Ramón Collazo. 1928.

Patota; grupo de amigos. Pobrecita, cómo lloraba cuando ingrato la eché a rodar!. La patota me miraba y no era de hombre el aflojar. Patotero Sentimental, de Manuel Romero, 1922.

Patotero; integrantede una patota. Patotero, rey del bailongo; patotero sentimental, que escondés bajo tu risa muchas ganas de llorar. Patotoero Sentimental, de Manuel Romero. 1922.

Patovica; custodio musculoso. Soyapa, patovica, guardacuida, bodoque supermacho y justiciero; culata de esa runfla de sindicas, de garquetas a ful y matufieros. En la estiba del ispa poné el lomo, dejá de ser biabista y sé persona. Mingo Echeverri.

Patuso: .pato, pobre. Ahora anda bien vestido, pero patuso, escondiendo sus ojos de rantifuso bajo el ala agachada de un funghi reo. Felipe Fernández, ““Yacaré””.

Pavada; tontería. No puedo más pasarla sin comida, y oírte así, decir tanta pavada. ¡Qué vachaché!, de Enrique Santos Discépolo. 1926.

Pazzía: tristeza. Dejame que te bata en estos versos la pazzía terrán que fue mi vida, un colo carnaval, una partida de bagayos absurdos, ya dispersos. Osvaldo Elliff.

Pebeta: piba, chica. ¿Te acordás, milonguita, vos eras la pebeta más linda e’ Chiclana, la pollera cortona y las trenzas, y en las trenzas un beso de sol. Milonguita, de Samuel Linning. 1920. El fueye melodioso termina un tango papa, una pebeta hermosa saca del corazón un ramo de violetas que pone en la solapa del garabito guapo dueño de su ilusión. Oro Muerto, de Julio Navarrine. 1926.

Pebete: pibe. Su vieja se pasa la noche cunando al pebete pa’ hacerlo dormir. Marchetta, de Pascual Contursi 1926.

Pebete; pibe, chico. Bandoneón arrabalero, viejo fueye desinflado, te encontré como un pebete que la madre abandonó. Bandoneón Arrabalero, de Pascual Contursi. 1928.

Peca: delito. Cuando embroca el espejo del pasado, fangotería de peca y de pesada . Hueso sin carga de una suerte echada, cartel fraguinche pál que está tumbado. Juan Carlos Lamadrid.

Peca: rebusque. Yo soy el Hombre Gris de nuestra aldea. Tengo un peringuindín en la zabeca. No tengo más remedio que la peca que me regalan, gilas, las ideas. Homero Expósito.

Peca; delincuencia. Cantor de Villancico, místico turbio, ¿quién te dio credencial para esa peca? Sin esa chapa vaticana y trucha, fiolarías a tu drema haciendo yeca. Mingo Echeverri.

Pechador; manguero, pedigüeño. Rechiflao por su belleza le quité el pan a la vieja me hice ruin y pechador. Esta noche me emborracho, de Enrique Santos Discépolo. 1929.

Pelambrera; cabello desordenado. Aquí estoy derramao en la catrera con una fiaca, ¡aymé!, de la madona. Me he dejado crecer la pelambrera; la vejentud, amigos, arrincona. Alvaro Yunque.

Pelandra: pobre, haragán. Avivate pelandra que no sos el primero que vea permutado el caviar por buseca, cuando hayas reventado tu ultimo ternero. Nyda Cuniberti.

Pelandrún/a; Vago, pobre tipo. Desde lejos se te embroca pelandruna abacanada que naciste en la miseria de un convento de arrabal. Aunque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada, la manera de sentarte, de charlar, de estar parada, o ese cuerpo acostumbrado a la pilcha de percal. Margot. Celedonio Flores.

Pelandrún; vago. Sos el rey de la fumata. ¿Qué querés con tu elegancia? El laburo te horroriza, pelandrún y cachafaz. Y me han dicho que te han visto por allá, por Plaza Francia, despachándote algún viaje con la yerba que llevás. León Benarós.

Pelao; sin dinero. ¡Uy Dio, qué amarrete, ni un cobre ha tirao! Qué bronca muchacho, se hizo el otario, gritemos Pulguita ¡Padrino Pelao! Padrino Pelao, de Julio Cantuarias. 1930

Pelechar: progresar . Aura se pasea del brazo de aquellos que ayer mismo odiaba. ¡Cómo pelechó! Malhaya la noche que a unos ojos bellos y a unos tiras rantes, su vida rindió. Dante Linyera. .

Pelechar: progresar. Sólo quiero que recuerdes que conmigo has pelechado, que por mi te has hecho gente y has llegado a ser ranún. Caferata de Pascual Contursi. 1926.

Peleche: Indumentaria. Vos no que no tenés oído ni para el Arroz con Leche te mandabas La Morocha como numero atracción, ¡quién te viera tan escasa de vergüenza y de peleche emprenderla a losberridos cuando sueña un charlestón. Audacia, de Celedonio Flores. 1925.

Peliagudo; arduo. Vos sabés que en mi alma vive un hondo dolor agudo, que lo tiene peliagudo al que estas líneas escribe. Felipe Fernández, ““Yacaré””.

Pelota; manojo de billetes. “Una pelota de guita”. Y saparon cosas que aquí no deschavo; eran otros años de yutas y gratas. Del burro,la jica, chirola y pelota, y el hombre del hampa era flor y nata. Juan Carlos Andrade.

Pelpa: Papel, vesre. Envoltorio de la coca. Al boludo lo lingaron con todos los pelpas. Jerga Adolescente 2003.

Pendeja/o: mujer joven, chica. Y al fin de tanta nada, te manqué una mirada. Esa misma mirada, la de aqueya pendeja que me quiso una vez. Roberto Selles Y de coraje trucho, los pendejos, nafan el casetín, de atropellada, a un checo estacionao fuera de foco y siguen su rolar, como si nada. E.P.

Pendex; similar a pendejo. Eso ya fue, son cosas del pasado. Dejás para los péndex la gambeta, la rima tiene un ritmo desgastado y hoy nacen pibes de probeta. Horacio Scondras. A sable sin remaches fue boleta: violetió a una pendex no iniciada, hija del cotur de un cambalache que lo cortó al chabón en rebanadas.. Mingo Echeverri.

Percal; tela barata. Milonguita, los hombres te han hecho mal, y hoy darías toda tu alma por vestirte de percal. Milonguita, de Samuel Linning, 1920.

Percanta regalada: mujer barata. Si yo fuese un chaludo batemusa y vos una percanta regalada, la roncha de mi viola abacanada dedicaba a tu pinta dequerusa. Emilio Dis.

Percanta: mujer, amante Percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida, dejándome el alma herida y espina en el corazón. Mi Noche Triste, de Pascual Contursi. 1915.

Percanta: mujer. Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta, gambetabas la pobreza en la casa de pensión. Mano a Mano,de Celedonio Flores. 1923

Perder por gil: ser ajusticiado por desleal. Por pasarse de vivo fue boleta. Zarpose con un vuelto y lo achuraron: perdió por gil y ni está en la Recoleta. Chorro Viejo.

Perejil; falso culpable. Un grata perejil resulto el zurdo: va en Corte por prender fuego a Gardel, gargajear a Jesús y otros balurdos. Mingo Echeverri.

Peringundín: baile. Aquí me tienen, soy el Chimango, aficionado al peringundín, y aunque se chiven si me arremango, les bailo un tango con más floreos que un capelín. El Chimango, de Francisco Iriarte. 1918. Yo soy el Hombre Gris de nuestra aldea. Tengo un peringuindín en la zabeca. No tengo más remedio que la peca que me regalan, gilas, las ideas. Homero Expósito.

Perrera: Tribuna del hipódromo. Buscó "La Verde" como a mina amada y el domingo nació con su escolazo; se metió en la perrera con un faso y el dato salvador de la gilada. Jorge Melazza Muttoni.

Perrera; tribuna popular. Me arrastra más la perrera, más me tira una carrera que una bonita mujer. Palermo, de Juan Villalba.

Peruca; peronista. Usa los trapos según venga la onda: radicha siempre ahí, pa’ cuando sea; peruca viste bien siendo culote. Conserva, sos Gardel; toda pilcha te queda. Mingo Echeverri.

Pesada/o: tipos de acción. Cuando embroca el espejo del pasado, fangotería de peca y de pesada . Hueso sin carga de una suerte echada, cartel fraguinche pál que está tumbado. Juan Carlos Lamadrid.

Pesada: matadores, represores. Era pinga la flaca, era muy pierna, casi fue capa de mi lado izquierdo compañera de esgunfia y amueblada, de no haber sido por su chamuyeta que cichaba a Lenín con Pirandello, no la habría tumbado la pesada. E.P.

Pesada; El lope enmarañao, leía el zurdito. Leía y de laburo, casi nada. El cofla, refichao, siguió leyendo. Lo chuparon los pesaos de la pesada. Mingo Echeverri.

Peyejo; piel, Vida. Chorro, valés más que el honrao shusheta, ya que vos esponés el peyejo. Dante Linyera.

Piantado; fugado, también loco. Vea, el hombre se piantó, se volvió loco. “Loco” es colo, colifa, colifato, chapa, chapita, sacado, zarpado, piantado, de la nuca o de la cabeza, gorra, boina, terraza, azotea. Chorro Viejo.

Piantao; echado. La viuda se mandaba su concierto, y un cuervo funebrero, que por crosta, lo debe haber piantao Lázaro Costa, armaba la excursión a Chacarita. Darwin Sánchez.

Piantar: escapar. Cómo se pianta la vida del muchacho calavera, y se van las primaveras que se viven desteñidas. Cómo se pianta la Vida, de Carlos Viván.. Hace rato la vieja llora a la gurda porque su hija Marieta se le ha piantado, con un loco del barrio malevo y curda, y pa pior, chorro viejo más que manyado. Felipe. Fernández, “Yacaré”.

Piantar; echar, despedir. Y cuando sepan que sólo sos confidente, los amigos del café te piantarán. Dandy, de Irusta, Fugazot y Demare. 1934. El mateo se ha piantado de la estación de Sunchales, se lo ve en los andurriales, hace escala en un boliche, mientras afuera, cansao, come el tungo su pastiche. Héctor Nicolás Zinni.

Piba: chiquilla. Fuiste la piba mimada de la calle Pepirí, la calle nunca olvidada donde yo te conocí. Y porque eras linda y buena, un muchacho medio loco te hizo reina del piropo en un verso muy "fifí". Mano Cruel, de Armando Tagini, 1928.

Pibe: chico. Un laburante aguanta en la parada a un bondi demorao, que nunca llega. Vienen dos pibes compartiendo un fumo. Reventados de birra y tanta yerba. E. P.

Picado: fútbol improvisado. Atorranteó por todas partes hasta el agotamiento, jugó un picado de órdago frente al arco de Gabriela Mistral y Carlos Guido Spano. Humberto Costantini. Bajo el solazo de enero elegimos el picado. Y al arco jugó el Pelado porque andaba con la tos...Héctor Gagliardi.

Picana; adminículo eléctrico para torturar personas. Su jermu curte amor con un Gran Yuta y no sabe qué hacer el pobre cana. Más gardelea meta y ponga cada tanto, si le ordenan que enchufe la picana. Mingo Echeverri.

Picana; elemento de tortura. La picana le enchufa el comisario pero al verlo caer, en el sumario, escribe que fue muerte repentina. En Lanús, Buenos Aires, Argentina. Horacio Scondras. Y afana la alegría, la tristeza, d'ese mundo que nació pa sufrir la picana y el látigo de la fayuta miseria humana. Dante Linyera.

Pichicadicto: drogadicto. Date un toque de decencia vos que sos pichicadicto, a ver si sacás un hombre de tamaña confusión. León Benarós.

Pierna: acompañar. Era pinga la flaca, era muy pierna, casi fue capa de mi lado izquierdo compañera de esgunfia y amueblada. E.P

Pierna: listo, hábil. Yo tengo una norochita que es muy pierna y comadrita en el arte de bailar. El Torito, de Angel Villoldo. 1909. Y palpita mi corazón, cuando bailo con un criollo bien pierna y se hamaca mi corazón. El 13, de Amaro Villanueva. 1913.

Piernear; pasarla bien. Zanguanga vieja sin igual la rea, es capaz de fajarlo a cualquier chuso. Y se hace cada corte papiruso porque batiendo el justo, la piernea. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Piernuna; vivilla. Ella, que no es otaria se la alega y le escabulle el vento, ¡qué piernuna!. Pero él la faja a soques, por ranuna. Y ahí nomás la percanta se le entrega. Felipe Fernández, ““Yacaré””.

Pijería: avivada. Su vida de malevo es un prontuario. El me enseñó las dulces pijerías para engupir debute a los otarios. Carlos de la Púa.

Pilcha dominguera: ropa selecta. El conventillo luce su traje de etiqueta, las paicas van llegando dispuestas a mostrar que hay pilchas domingueras que porte y hay silueta, a los garabos reos deseosos de tanguear. Oro Muerto, de Julio Navarrine . 1926.

Pilcha shomería: ropa barata. Te manyo que vivís a contramano, que estás por no yugar siempre en la vía. Metido en una pilcha shomería y hecho un croto cualunque, un cirujano. Daniel Giribaldi.

Pilcha: Ropa. Pa’ las pilchas soy de clase siempre cuido mi figura, para conquistar ternura hay que fingir posición. Pa' que Sepan Como Soy, de Norberto Aroldi. 1952.

Pilcha; indumentaria. Usa los trapos según venga la onda: radicha siempre ahí, pa’ cuando sea; peruca viste bien siendo culote. Conserva, sos Gardel; toda pilcha te queda. Mingo Echeverri.

Pilchas: vestido. La junaba detrás de la ventana, la veía pasar pilchas al viento, le decía un piropo cachaciento y seguía pitando con más ganas. Saramaria Duhart.

Piña; golpe de puño. Después se armó la podrida: piñas, patadas, bancazos. Santillán tiró un balazo con un chumbo que traía. Un baile a beneficio, de Ernesto Baffa, Arturo de la Torre y Aníbal Rolón. 1950.

Pinta dequerusa: aspecto de lo mejor. Si yo fuese un chaludo batemusa y vos una percanta regalada, la roncha de mi viola abacanada dedicaba a tu pinta dequerusa. Emilio Dis.

Pinta: Aspecto. Tiene pinta bulinera de gavión de rango mishio, el yuguiyo lo levanta casi casi hasta la nuez. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944

Pinta: aspecto. Vos sabés que de purrete tuve pinta de ligero, era audaz tenía clase era guapo y seguidor. Canchero, de Celedonio Flores. Lástima el punto que traía de arrastre, un pinta casoriao de verso y calma, que le hizo el curro chambón del amorío... E.P.

Pintón: de mucha pinta. Te lucís con tu pintón y en cualquier baile orillero sos un símbolo canero. Apología tanguera, de Enrique Cadícamo. 1933.

Piojosa; cabeza. El fato está manyado, sin arranye: tiene el coso un enano en la piojosa que de atrique le arruina el estofado. A ella el cuore le bate una melanye que ya es olivo desde el feca helado. Amaro Villanueva.

Piola: Quedarse quieto. Jesús ni se mosquió, minga de bola y le dijo al buen chorro: estate piola que hoy zarparás conmigo al Paraiso. Enrique Otero Pizarro. Cuando juna al mayorengo se las toma, “strichi pico”, se embalurda con dos cañas le hace cruz al abanico y para andar algo piola la jotraba de chofer. Cartón Junao, de Carlos Waiss 1944.

Piola; bien, resignado. No me lloren al tiro de chancleta del piro macho por la “morta vía”. Me voy piola, venció la garantía, ni le pasen facturas a la yeta. Orlando Mario Punzi.

Pipiolo; principiante de cafisho. Entre la gente del hampa no has tenido perfomance porque baten los pipiolos, que se ha corrido la bolilla y han junao que sos un batidor. Dandy, de Irusta, Fugazot y Demare. 1934.

Pirado: Insano. El que dice burgués pronuncia Borges, tartamudeó el chicato, despacioso, mirando al cielo con facha de pirado, canchero en su papel de hacerse el oso. E.P.

Pirar: alejarse. Hoy están en tus manos y en las mías, quiero tenerte a vos. Piran los días. Roberto Selles

Piringundín; baile o sitio pobre. Una catrera rante, compadreando en el ángulo norte del bulín, y sobre ella un San Judas campaneando la miseria de aquel piringundín. Bulín, poema de Celedonio Flores. Aquí me tienen, soy el Chimango. Aficionado al peringundín, y aunque se chiven si me arremango, les bailo un tango con más floreos que un capelín.

El Chimango, de Florencio Iriarte. 1918.

Piro macho; irse con hombría. No me lloren al tiro de chancleta del piro macho por la “morta vía”. Me voy piola, venció la garantía, ni le pasen facturas a la yeta. Orlando Mario Punzi.

Piropo: halago en voz baja. ¡Caray, no sé por qué prohibir al hombre que le diga un piropo a la mujer! Porque al que se propase cincuenta le harán pagar. Cuidado con los Cincuenta, de Angel Villodo. 1906. La junaba detrás de la ventana, la veía pasar pilchas al viento, le decía un piropo cachaciento y seguía pitando con más ganas. Saramaria Duhart.

Pirraca; turra, vaga. La chuchi, posta pirraca, no apunta ni el caminante palpitando al dragoneante que lo dejará de araca. Amaro Villanueva.

Pirulos; años. ¿Mis ochenta pirulos? Un afano. Los gasté con amor, a mi manera. Pero siempre lustroso y en carrera. A Dios, conmigo, se le fue la mano. Orlando Mario Punzi. ¿Dónde están los pirulos que yugaste? ¿Qué se hizo de una vida de laburo? Si en vez de disfrutar lo que ganaste con tres morlacos te largaron duro. Nyda Cuniberti.

Pisaforte: que manda. Soy el mas pisaforte entre el machaje y entre las mises que taquidactilogran me aguanto piola de darles con un caño aunque escurro que junan y me sobran. E.P.

Pispiar; augurar. Fuimos al telo como quien va a un corso, pispiando un frenesí de noveleta. Y después, solos. Como siempre, solo. No hay polvo que me emparche la croqueta. E.P.

Pitar: fumar. La junaba detrás de la ventana, la veía pasar pilchas al viento, le decía un piropo cachaciento y seguía pitando con más ganas. Saramaría Duhart.

Pituca; distinción postiza, La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un narco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Piyar; tomar. Los domingos me levanto de apoliyar mal dormido, y a veces hasta me olvido de morfar por las carreras. Me cacho los embroncantes, mi correspondiente habano, y me piyo un automóvil para llegar bien temprano. Soy una Fiera, de Francisco Martino. 1926.

Planchar: no bailar. ...las sillas para las que planchaban no se veían entre los cuerpos interpuestos y la neblina. Julio Cortázar. En este bailetín garpé la entrada... y es fulero, ¿sabés? que uno se ponga y luego se de juego de planchada. Roberto Selles

Platita: dinero. Ya sé, no me digás, hice un aujero para enterrar al bardo tu platita, y así la fui de gil y papafrita: para sebón no más me daba el cuero. José Daniel Tomás.

Plomear; disparar. Debió plomear tres cuetes a su jermu; uno por malufiar y dos a cuenta. La yuta “no supió”, “no hubo denuncia”. El Corte lo libró: “crisis violenta”. Mingo Echeverri.

Podrida; pelea, gresca. Después se armó la podrida: piñas, patadas, bancazos. Santillán tiró un balazo con un chumbo que traía. Un Baile a Beneficio, de Ernesto Baffa, Arturo de la Torre y Aníbal Rolón. 1950.

Pogru: vesre grupo, mentira. Hoy todo se ha ido, las grelas son grilas. Los púas froilanes que yiran de atrapa. La mersa, chitrulos, mangueros de gilas, los guapos de pogru la copan de yapa. Carlos de la Púa.

Polenta; auténtico. Ando en un auto polenta diquéndome noche y día, sin saber la gilería que me está envidiando el brillo, que nací en un conventillo de la calle Olavarría. El Conventillo, de Baffa, de la Torre y Rolón. 1965.

Poligriyo; atorrante. ¿Dónde están aquellos briyos y de vento aquel pacoy, que diqueabas, poligriyo, con las minas del convoy? Uno y Uno, de Lorenzo J.Traverso. 1929.

Polvo; coger, apareo. Fuimos al telo como quien va a un corso, pispiando un frenesí de noveleta. Y después, solos. Como siempre, solo. No hay polvo que me emparche la croqueta. E.P.

Pomada; asunto, rebusque. Avenida de Mayo, cancha de la gayegada, de los morfones del queso y piolas de la pomada. De un cotén juna el Congreso y de otro, la Casa Rosada. Amaro Villanueva.

Poner: tumbar, matar. Al mayor lo pusieron de movida. Chumbazo y a cobrar, sin balotage. Y aunque el más chiquilín siguió de vuelo los canas lo dejaron que se raje. E: P.

Ponga y meta; de lo mejor. Pero el Yoryi fue un seso de primera, un pensante entrenao de ponga y meta, un marote a bastón yirando el mundo. E.P.

Portar: detener. No es la primera vez que por las crines lo arrastra un tungo pá portarlo en cufa. Pero a la misma cana ya le estufa darle atorro a este rey de los grapines. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Posta; hermosa, recomendable. La chuchi, posta pirraca, no apunta ni el caminante palpitando al dragoneante que lo dejará de araca. Amaro Villanueva. Todo cambia en esta vida, te cambiaron Corrientes Angosta, ya nos sos la calle posta donde un día supe andar. Yo tampoco soy el mismo, ni la pinta ya tengo de antaño. Corrientes Angosta, de Roque A.Gatti. 1947.

Potién; vesre tiempo. Es el potién la vida, no hay remedio, entre los dos tan sólo queda viva la ausencia que pusimos en el medio. Roberto Selles

Prepotear: usar prepotencia. Varó en la shome el hombre, rejugado sin otro curro que bardear la nada. Mucangas de una vida abacanada prepoteando a la suerte y prepoteado. Juan Carlos Lamadrid.

Primus: Calentador a kerosén. El Primus no me fayaba con su carga de aguardiente y habiendo agua caliente el mate era allí señor. El Bulín de la calle Ayacucho, de Celedonio Flores. 1923.

Producida; preparada, “fashon”. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un marco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Profe: profesor. Parla un bagayo de pautas y de olas, hasta es capaz de discutirle a un profe. E.P

Programa; amor casual. De regios programas tenés a montones. Con clase y dinero de todo tendrás. Pero Yo Sé, de Azucena Maizani. 1928.

Prontuario. historia, archivo. Pero yo que le remanyo su prontuario bien lo sé, que no tiene más balurdo que un andar de contramano, y por eso que los tiras fue por gil que lo apuntaron, cuando estaba haciendo pinta en la puerta de un café. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944. .

Púa: tipo ligero. Pero tanto atrapa, de salto o de filo, bacan es que nunca le falta un canario. Y son en conjunto un gremio tranquilo formado por púas con caras de otario. Carlos de la Púa.

Púa; vivaracho. Es el abrazo reo de una amistad más rea, que marroca el gañote del grilo al antebrazo. Amuro que hace manso al gil que más cocea y convierte en badana al púa y al machazo. Carlos de la Púa.

Puchero; comida. Sos un secante que no hace ni reír; dame puchero, guardate la decencia, plata mucha plata, ¡yo quiero vivir!. Qué Vachaché, de Enrique Santos Discépolo. 1926,

Pucho: resto de cigarrillo. Con el pucho apagado en la boca, recostóse el malevo a pensar, recordando esas cosas tan locas que a veces los pibes lo han visto llorar. Langosta, de Julio A. Burón . 1925

Pulastrín: homosexual. Llegada ventajera se abrió de la camada de turros pulastrines y vivió mas tranquila, del asfalto pa afuera. Carlosde la Púa.

Pulenta: autentico. Vos no hagás correr la bola entre gente que palpita porque estos datos pulentas se brindan por amistad. Preparate pal Domingo, de José Rial. 1931.

Punga: ladrón. Recordaba aqueyas horas de garufa cuando minga de laburo se pasaba, meta punga y al codillo escolaseaba, y en los burros se ligaba un metejón. El Ciruja, de Francisco A. Marino, 1926.

Punguear; quitar del bolsillo. Cieiro a misho y a estaso cuando quiero punguear algunos ferros del grillete, del jaife más debuten, que promete trabajo sin estrilo y bien ligero. Emilio Pedro Corbiere.

Punguia: punga, robo. Recordaba aquellas horas de garufa cuando minga de laburo se pasaba, meta punguia, al codillo escolaseaba y en los burros se ligaba un metejón. El Ciruja, de Francisco A. Marino. 1926.

Purrete: Vos sabés que de purrete tuve pinta de ligero, era audaz tenía clase era guapo y seguidor. Canchero, de Celedonio Flores. 1926.

Purrete; chico, pibe. Tuvo su amor, la mina y un purrete y alejado de todo firulete, largó el estaño y olvidó las mesas. Juan Bautista Devoto.

Purrete; joven. Con el coco aún purrete, en primavera, con el cuore, chambón, que no funciona, me rezongo: ¿la vida?, cosa fiera. Muy fiera, porque el tiempo desmorona. Alvaro Yunque.

Purria minga: no se podrá. Conmigo se purriá minga, soy del barrio del Cordón, tengo fama de ladino y tanguista compadrón. Los Disfrazados, de Carlos Mauricio Pacheco. 1906.

Q

Quemera: juntadora de basura .Era un mosaico diquero que yugaba de quemera hija de una curandera mechera de profesión. El Ciruja, de Francisco A. Marino.1926.

Quemera: buscona en los vaciadores, cartoneras. Era un mosaico diquero, que yugaba de quemera, hija de una curandera, mechera de profesión. El Ciruja, F,A.Marino, 1926.

Quemero: misérrimo. ¿ Quien viene disfrazado de quemero? Se abrocha en cada timbo algún potrero, me empilcha su mirada rantifusa, bien debute en el catre me hago el musa. Miguel Angel Viola.

Quía: tipo innominado. La saluda con dequera y si marca es con un quía, pero yo que le remanyo su prontuario bien lo sé. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944..

Quilombo; prostíbulo. Sabía llegar de lo más paquete al quilombo, en un oscuro con las prendas de plata. Hombre de la Esquina Rosada. Jorge Luis Borges.

Quimbos: huevos. Esquenuna, vichenza, samporlina, gilota que me das entre los quimbos, justamente en el forro. Carlos de la Púa.

Quinta del Ñato; cementerio. El hombre, según se sabe, tiene firmado un contrato... Un balazo lo tumbó en Thames y Triunvirato; se mudó a un barrio vecino, el de la Quinta del Ñato. El Títere, de Jorge Luis Borges.

R

Rabo de ojo: ver de costado. Como con bronca y junando de rabo de ojo a un costado,sus pasos ha encaminado derecho pal’ arrabal. El Ciruja, de Francisco A. Marino. 1926

Radicha: del Partido Radical. Era radicha de alma, yo lo supe, me lo contó un jovato en un estaño, que anduvo a rueda de él y de otros cosos en el Avellaneda fulo de esos años. E.P.

Radicha; del Partido Radical. Usa los trapos según venga la onda: radicha siempre ahí, pa’ cuando sea; peruca viste bien siendo culote. Conserva, sos Gardel; toda pilcha te queda. Mingo Echeverri.

Ragú: hambre. Raguneado uno vuelve a ese vacío, y otro sueña de atorrar luego en el horno. Porque más de un currelante vive al yorno. Sergio Uriburu. Con la marca de fábrica de pobre, arisquiando al ragú de cada día, trabajó como burra siendo joven. Dante Linyera. .

Rajar: Correr, irse. Al mayor lo pusieron de movida. Chumbazo y a cobrar, sin balotage. Y aunque el más chiquilín siguió de vuelo los canas lo dejaron que se raje. E: P.

Rajar: despedir / echar. huir, romper algo: Cuando rajés lo tamangos buscando ese mango que te haga morfar.Cuando estés bien en la vía, sin rumbo, desesperao. Yira Yira, de Enrique S.Discépolo. 1928.

Rana: tipo listo. Semos hermanos, viejo, le dijo Cristo el rana, y no hay vuelta que darle a la milonga humana, Semos hermanos, todos, semos hermanos, viejo. Dante Linyera. .

Rana: pícaro. Engrupen tus alhajas en la milonga con regio faroleo brillanteril, y al bailar esos tangos de meta y ponga volvés otario al reo y al rana gil. Che Papusa, Oí, de Enrique Cadicamo, 1927.

Randevú: requiebro. Te arrimo el randevú de mi parola, un sencillo tanguito, cachuciento, a vos que me enchufaste en la zabiola estos palotes truchos de mis versos? E.P.

Ranfaña; ranfañoso, miserable. Sos un grata moderno y muy ranfaña nafando al sequerío enmarañado; la rostreás de angelito por la tele mangando para un Dios rufo y truchado. Mingo Echeverri.

Ranfañoso; sucio, miserable. Dejá que el trompa la chille y el patio bufe, broncoso, mientras haya un ranfañoso que tu catrera apoliye. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Rango misho; bajo nivel. Tiene pinta bulinera de gavión de rango misho, el yuguiyo lo levanta casi casi hasta la nuez. Cuando junaal mayorengo se la va de strichipico, se embalurda con dos cañas le hace cruz al abanico y pa’ andar algo piola la jotraba de chofer. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944.

Rante: apócope de atorrante. Tango rante que tenés el alma de un cachetaso y andás llevando un hachazo en la cara y lo ocultás. Apología Tanguera, de Enrique Cadícamo y Rosita Quiroga, 1928. Existe otra versión: Tango rante tu emoción es el alma del suburbio, para vos el verso turbio de mi parda inspiración. Cadícamo y Quiroga, 1933. Si decís que un tango rante no te hace perder la calma, y que no te llora el alma cuando gime un bandonéon. Muchacho, de Celedonio Flores y Luis Visca. 1928.

Rantería: Indigencia. Y aunque toda la barra se me ría, vieja del corazón, voy a fajarte; al patio se ha pasao tu rantería. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Rantifusa: muy rante. ¿Quien viene disfrazado de quemero? Se abrocha en cada timbo algún potrero, me empilcha su mirada rantifusa, bien debute en el catre me hago el musa. Miguel Angel Viola.

Rantifusa; Se ha creído la rantifusa con humos de gran bacana, que por temor a la cana no va a ligar la marrusa. El Cafiso, de Francisco Iriarte. 1918.

Ranún: pícaro. Sólo quiero que recuerdes que conmigo has pelechado, que por mi te has hecho gente y has llegado a ser ranún. Caferata de Pascual Contursi. 1926.

Rascar; franelear. Me cansé de rascar con esa guacha y de hacer zafarrancho de bandera. Una mano que izaba una pollera, y otra mano que arriaba una bombacha. Daniel Giribaldi.

Rascarse: hacer fiaca. Nunca me rascaré ni aunque me ensarne, pues vivir´de ronga entre los tracas atorrando feliz cerca del Marne, extrañaré la roña de Barracas. Daniel Giribaldi.

Rasposo: muy bajo nivel. La vá de superao el can rasposo junando al cielorraso en su catrera. ¿Lo puso del marote una salchicha o se hace el bocho de la vida fiera? E.P. La caye crota de tu horizonte de casas y laburo, la historia piojosa, ¡que te parió! Suburbio rasposo y mustio. E.G.

Ratones; traumas, fijaciones. Quisiera despertar una matina, con el bocho limpito y sin ratones. Espirarme la mufa y la neblina del alcohol. Vivir las emociones. Juan Carlos Coiro.

Rayuela; juego infantil. Lo pibes del convento saltan alrededor, jugando a la rayuela, al rango a las bolitas, mientras un gringo alegre se siente payador... Oro Muerto, de Julio P.Navarrine. 1926.

Raza Bacaneta: de alcurnia. Y si apuran deschavo última clave: es un fiolo de raza bacaneta que te afana de amor, como una mina. E.P

Reasustao; aterrado. Ser faja pal’ apriete no es un bardo; lo puede cualquier gonca malparido. Y es fácil cuando el sopre está engrillado, en bolas, reasustao, cagao de frío. Mingo Echeverri

Rebusque: recurso. Dulce maestra de mi quinto grado, me embalurdo de tiza y pizarrón. Y en el rebusque de sentirme dueño de regresar a pibe, retardado, hoy te bato mi caliente metejón. E.P.

Rebusque: darse maña. Feroz con los recuerdos y el olvido. Iba y dejó de ir, estaba sana,tenía su rebusque ¿fue un descuido, o se tiró nomás por la ventana? Daniel Giribaldi:

Recalada: De vuelta. Al toque curran a la pobre mina: sevillana, cartera y disparada, cuando el autito azul ¡ qué mala leche! lentamente volvia de recalada. E: P.

Rechiflado: desorientado, enojado. Rechiflado en mi tristeza hoy te evoco y veo que has sido, en mi pobre vida paria sólo una buena mujer. Tu presencia de bacana puso calor en mi nido. Mano a Mano, de Celedonio Flores. 1923. Rechiflao por su belleza le quité el pan a la vieja me hice ruin y pechador. Esta noche me emborracho, de Enrique S.Discépolo. 1929.

Rechiflar: Enojar. Cabriarse. Siempre te rechiflás por cualquier cosa, la broncás y te da por el ataque. Una cheno cualquiera con un saque te via dejar de cama bien mormosa. Julián Centeya

Rechiflar; enojar. Rechiflate del laburo, no trabajés pa los ranas, tirate a muerto y vivila como la vive un bacán. Seguí mi Consejo, de Eduardo Trongé. 1928.

Redada: detener en grupo. Yo no se pero embroco que un dia de estos, Dios se manda la redada del camelo y esta mina seguro toca el piano, en la correccional que hay en el cielo. E.P

Refichao; reconocido. El lope enmarañao, leía el zurdito. Leía y de laburo, casi nada. El cofla, refichao, siguió leyendo. Lo chuparon los pesaos de la pesada. Mingo Echeverri.

Refundido; muy tirado. El ciruja refundido en su esfuerzo, es el oso hormiguero que un chapalear mufoso arrojó al basural.. Juan Bautista Devoto.

Refusilao: Más que mal. Bordalesas, algún cana apurando su guindao, mientras que refusilao un curda con su tristeza, solo, mufi y olvidao. Héctor N.Zinni.

Rejugado: más que jugado. Mi cuore, rejugado en mil amores, vuelve a empilchar su jetra de garufa. Roberto Selles

Rejugado: sin retorno. Varó en la shome el hombre, rejugado sin otro curro que bardear la nada. Mucangas de una vida abacanada prepoteando a la suerte y prepoteado. Juan Carlos Lamadrid.

Rejunar: observar atentamente. Aquí ser chanta ya es tener fortuna: tirarse a mortadela una acertada: porque vive de ronga el que rejuna como currar al logi en la parada. Javier Hector Menutti.

Rejunar; conocer bien. Te vi serio, diquero, con gran pinta de trompa, atracando tu bote, ¡pavada e’ checonato!. Y yo, que te rejuno profundode hace rato, recordé cuando usabas remendao el talompa. Joaquín Gómez Bas.

Relojear: Observar, medir. Sugestivamente, watch, en inglés significa reloj y to watch, mirar. Acaso se vincule al lunfardo. Te lo bato pa’ que entiendas en esta jerga burrera, que vos sos una potranca para una penca cuadrera y yo che vieja ya he sido, relojiao pal Nacional. Canchero, de Celedonio Flores.

Remanyada: calificada. Por la mersa del barrio muy remanyada, aunque fue pa los cosos...mistonguería. La dan cierta bolilla y es apreciada; ¡el vento es hoy materia de simpatía!. Felipe Fernández, “Yacaré”

Remanyamiento: muy observado. Así se dió el juego de remanyamiento con un bacanejo que la requería, embrión de cafishio, bacán de avería, canchero en las lides de amarrocamiento. Celedonio Flores.

Remanye: conocer a fondo. Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta, gambetabas la pobreza en la casa de pensión. Mano a Mano, de Celedonio Flores. 1923

Remarcao: muy conocido. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un narco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Reo meditabundo:”reo que medita y silba, a la vez”. Y cruza el cielo el aullido de algún perro vagabundo, y un reo meditabundo va silbando una canción. Silbando, de José González Castillo. 1923

Reo: despreocupado. Yo soy un pobre reo, sin cuento ni leyenda, no tenga quien venda cariño ni ilusión. ¿Por qué soy reo? De Manuel Meaños. 1929.

Reo: divertido. El conventillo luce su traje de etiqueta, las paicas van llegando dispuestas a mostrar que hay pilchas domingueras que porte y hay silueta, a los garabos reos deseosos de tanguear. Oro Muerto, de Julio Navarrine . 1926.

Repiantada; reloca.Matufia que la esgunfia, que la estufa, el escabiar la tiene repiantada. Y el cocó la encanó, fula en cufa. Fernando Guibert.

Repiola; Más que piola. Escupen sobre el mundo los tiranos y es más repiola aquel que más engaña. Zaratustra es un gil en la montaña, la ambición y el poder se dan la mano. Horacio Scondras.

Requechar; Requecha pilchas rantes, se empaqueta y ahí nomas, salga pato o gayareta, cuenta su vida por manguear un pucho. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Requechar; juntar sobras. Con el bagayo a cuestas, el cristiano, patea todo el giorno, requechando, en un portón tirao, apolillando, en Colón o en los bajos de Belgrano. Felipe Fernández. ““Yacaré””

Retambufa: bufarrón, homosexual. Bufeta, bufarín y retambufa, , protector de menores es el coso. Si lo cazan los drepas de algún pibe, bien de sotana lo pondrán mormoso. Mingo Echeverri.

Reventado: Vencido. Un laburante aguanta en la parada a un bondi demorao, que nunca llega. Vienen dos pibes compartiendo un fumo, reventados de birra y tanta yerba. E. P.

Reventar la goma: infartarse. Lo empaquetó un mina con su tanga, picandolo en el cuore como avispa, cuando apilaba abriles en la manga. Y reventó la goma en el jotraba, porque el pobre creía que la chispa pá ciento cuatro años le duraba. Luís Ricardo Furlan.

Reventar: mal vender. Avivate pelandra que no sos el primero que vea permutado el caviar por buseca, cuando hayas reventado tu ultimo ternero. Nyda Cuniberti.

Reviente; sexo sin límite. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un narco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Revirar: enojar, enloquecerse. Vos y yo cenicero estamos locos revirados de atar. Mirá que muchos a matar nos tiraron como a pocos, pero igual al fuego le jugamos risas ¡hemos visto quemarse tanto puchos que ya no nos calienta la ceniza! Daniel Giribaldi. Que un día de estos me reviro, y conmemoro tu piro cuando te llevaste todo. Del colchón al sobretodo, tirando al aire algún tiro. Héctor Nicolás Zinni.

Robreca: vesre cabrero. Ya me tiene más robreca que canfli sin ventolina. Y palpito que la mina la liga por la buseca. El Cafiso, de Francisco Iriarte. 19l8.

Roca: vesre carro. Pero los años muertos te iban tirando el roca, y a tu espalda mi cuore que en banda se fue al mazo. Roberto Selles

Rofo: forro vesre. No hay soca que digan los minos "no tengo", él sabe enseguida en donde la amarrocan: la casimba rajan de rofo sombrero, o rofo de tarros o rofo de ropa. Carlos de la Púa.

Rolar: Andar, caminar. Y de coraje trucho, los pendejos nafan el casetín de atropellada a un checo estacionao lejos del foco. Y siguen su rolar como si nada. E.P.

Rolete, en cantidad. Con la merca se gana guita a rolete. Jerga Adolescente 2003.

Rompirraja: de lo mejor. Cafetín de rompirraje que, en Suárez y Necochea, deschavó en música rea los sueños del sabalaje. Amaro Villanueva.

Roña: enojo. Son como una barra de reos cansados, cargando la roña de los arrabales y las porquerías que musita el tango. Dante .Linyera.

Roña: suciedad. Nunca me rascaré ni aunque me ensarne, pues vivir´de ronga entre los tracas atorrando feliz cerca del Marne, extrañaré la roña de Barracas. Daniel Giribaldi.

Roña; suciedad. Yirando estoy, nomás, a la marchanta de un dedo que da vueltas al ombligo. Dando vueltas por esta roña santa, al ombligo del humo atado sigo. Miguel Angel Viola.

Roncha: causar sensación. Si yo fuese un chaludo batemusa y vos una percanta regalada, la roncha de mi viola abacanada dedicaba a tu pinta dequerusa. Emilio Dis.

Ronga: garrón, de arriba. Aquí ser chanta ya es tener fortuna: tirarse a mortadela una acertada: porque vive de ronga el que rejuna como currar al logi en la parada. Javier Hector Menutti.

Ronga: garrón, gratis. Nunca me rascaré ni aunque me ensarne, pues viviré de ronga entre los tracas y atorrando feliz cerca del Marne, extrañaré la roña de Barracas. Daniel Giribaldi.

Ropa o ropaé: ayudante carterista, esparo. El ropaé que acusa ese laburo trabucó bien al boncha de culata, pero el lancero trabajó de apuro y de gil casi más, mete la pata. Carlos de la Púa.

Rope; vesre perro. La adición a lo rope te da leña. Si chivás, sobre el pucho cae un tombo y a no broncar la taquería enseña. Daniel Giribaldi.

Rosquete: ano. Metió todo, salud, nombre, Torino, y la mitad más uno del rosquete. Orlando Mario Punzi.

Rostrear; fingir la cara. Sos un grata moderno y muy ranfaña nafando al sequerío enmarañado; la rostreás de angelito por la tele mangando para un Dios, rufo y truchado. Mingo Echeverri.

Rufo; rufián. Sos un grata moderno y muy ranfaña nafando al sequerío enmarañado; la rostreás de angelito por la tele mangando para un Dios, rufo y truchado. Mingo Echeverri.

Rula; ruleta. Al compás de la rula del destino, cubrió todas las cifras del tapete por vanidad, de puro malandrino. Orlando M. Punzi. .

Rumbeada: dato de las carreras. El bacán que con empeño me asegura tanta guita, me ha pedido que reserve la rumbeada que me da. Preparate pal Domingo, de José Rial. 1931.

Runfla; mala gente. Soyapa, patovica, guardacuida, bodoque supermacho y justiciero; culata de esa runfla de sindicas, de garquetas a ful y matufieros. En la estiba del ispa poné el lomo, dejá de ser biabista y sé persona. Mingo Echeverri.

Runflera: mersa. Suelo a veces, curda, cuando estoy de farra, deschavar cantando mi vida runflera. Carlos de la Púa.

S

Sabalaje: Arrabal del bajo. Te juro mi vida la vas a pagar con penitenciaria, con celos, con muerte, que a mí el sabalaje me ha visto llorar. Campana de Plata, de Samuel Linning.1925

Sabiola: vesre cabeza. La paica se cortó sola, buscando guerra y levante, porque la tira el parlante del de funyi en la sabiola. Amaro Villanueva.

Sabiola: cabeza, sesera. A vos, que me enchfaste en la sabiola estos palotes truchos de mis versos. E.P.

Sacudir; fajar, golpear, drogar. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un marco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Salto: bolsillo, similar a casimba. Pero tanto atrapa, de salto o de filo, bacán es que nunca le falta un canario. Y son en conjunto un gremio tranquilo formado por púas con caras de otario. Carlos de la Púa.

Sanata: híbrido oral. Aunque nunca la vistió de mameluco sanatea de yugantes y sus guiyes. E.P

Sancochar: freír. Anduve siempre chueca, cuando manca, o biscocha, broncando el desparejo camino de la vida, que te toma de punto, te amasija o sancocha. Y le birla al misterio su destino cachuzo. En un bondi me saco el pasaje de ida, digo chau, y me cuelgo un cartel: fuera de uso. Lily Franco.

Sanfasón: asi nomás, con desaliño. Casi arrastra los mocas cuando entra, enpilche sanfasón de mina cheta. E.P

Sapa: pasa. ¿Qué sapa señor que todo es demencia? Los chicos ya nacen por correspondencia y asoman del sobre sabiendo afanar. De ¿Qué Sapa, Señor? De Enrique Santos Discépolo. 1931.

Sapar; vesre pasar. Y saparon cosas que aquí no deschavo; eran otros años de yutas y gratas. Del burro,la jica, chirola y pelota, y el hombre del hampa era flor y nata. Juan Carlos Andrade.

Sebón: vago. Ya sé, no me digás, hice un aujero para enterrar al bardo tu platita, y así la fui de gil y papafrita: para sebón no más me daba el cuero. José Daniel Tomás.

Secante; aburrridor. Sos un secante que no hace ni reír; dame puchero, guardate la decencia, plata mucha plata, ¡yo quiero vivir!. Qué Vachaché, de Enrique Santos Discépolo. 1926,

Seco: insolvente. Maldito seas, Palermo, me tenés seco y enfermo mal vestido y sin morfar. Porque el vento los domingos me patino con los pingos en el Hache Nacional. Palermo, de Juan Villalba 1929.

Seco; El discurso abriré con este grito. Oh, gran feca con chele y marroquito, la panza de los secos te saluda. Iván Diez.

Sequerío; grupo de pobres. Sos un grata moderno y muy ranfaña nafando al sequerío enmarañado; la rostreás de angelito por la tele mangando para un Dios rufo y truchado. Mingo Echeverri.

Serruchar; trampear, traicionar. Buchoneó, serruchó, punteó de vivo y darse dique fu ración de fe. Si supiera que el curro es magro alpiste y crepará una noche, solo y triste, orinando en el baño de un café. Luis Furlan.

Serva, sirvienta. Ayudado por mi cara de galaico almacenero chamuyándose a la serva de una familia de bien. Barajando, de E.Escariz Méndez. 1928.

Servacha; sirvienta. Le di el amure, esgunfio de su facha, sus grupos y su cacho de catrera. Y hasta juré cruzarme de vedera cuando volviera a oler otra servacha. Daniel Giribaldi. .

Sesera: cabeza. Quiero morir de vida, no de muerte, sin falopa, misiles ni banderas. Extirpar el yoyó de la sesera y depende de mí, no de la suerte. Horacio Scondras. ¿Y algún bacán escurre que hay sesera en el lustra que le brilla los tamangos? Mingo Echeverri.

Seso: inteligencia. Pero el Yoryi fue un seso de primera, un pensante entrenao de ponga y meta, un marote a bastón yirando el mundo. E.P.

Sevillana: navaja. Al toque curran a la pobre mina: sevillana, cartera y disparada, cuando el autito azul ¡ Qué mala leche! Lentamente volvia de recalada. E: P.

Shacar: sacar, robar. Pero vivía engrupida de un cafiolo vidalita,y le pasaba la guita que le shacaba al matón. El Ciruja, de Francisco A. Marino 1926.

Shome: indigente, triste. Si andaba shome, en orsai el cuore y embroyao de recuerdo el cablerio. E.P

Shome: Varó en la shome el hombre, rejugado sin otro curro que bardear la nada. Mucangas de una vida abacanada prepoteando a la suerte y prepoteado. Juan Carlos Lamadrid.

Shomería; misería. Masticando su estrilo, chacado en shomería, morfándose las penas del buyón inseguro, está el desarraigado laburante de todo, enchastrado y perdido. Juan Bautista Devoto.

Silbando,de José González Castillo. 1923

Shusheta; elegante. Tengo línea, soy de bute pa’ un trabajo de carpeta, y aunque no visto shusheta tengo calse y pedigreé. Matasano, de Pascual Contursi. 1914.

Sin balotage: Sin revancha. Al mayor lo pusieron de movida. Chumbazo y a cobrar, sin balotage. Y aunque el más chiquilín siguió de vuelo los canas lo dejaron que se raje. E: P.

Sin estrilo; sin escándalo. Cieiro a misho y a estaso cuando quiero punguear algunos ferros del grillete, del jaife más debuten, que promete trabajo sin estrilo y bien ligero. Emilio Pedro Corbiere.

Sin Grupo; auténtico. Yo soy del barrio de la ribera, patria del tango y del bandoneón, hijo sin grupo de un gringo viejo igual que el tango de rezongón. El Poncho del Amor, de Alberto Vacarezza.

Sindica; sindicalista ruin. Soyapa, patovica, guardacuida, bodoque supermacho y justiciero; culata de esa runfla de sindicas, de garquetas a ful y matufieros. En la estiba del ispa poné el lomo, dejá de ser biabista y sé persona. Mingo Echeverri.

Sobaco: axila. Y se birla un pan de la bolsa, un monstruo el muerto de hambre con agujero en el sobaco e’ la tricota. Julio Huasi.

Sobe; beso vesre. De cuando entre tus sobes yo era cierto, antes de las nostalgias y la nada. Roberto Selles

Sobrador: suficiente. Siempre pasa con el pucho sobrador y a flor de labios, con la pinta media shome que deschava el arrabal. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944. Pero el Yoryi fue un seso de primera, un pensante entrenao de ponga y meta, un marote a bastón yirando el mundo; que a veces se zarpó, como cualquiera, y nos dio embole con su manganeta de viejo sobrador, turro y profundo. E.P.

Sofaifa: mujer. La escolasaba de Freud y Tallaferro, también de Marx y Catulín Castillo; tenía miga en el bocho la sofaifa chamuyando balurdos que dan brillo. E.P

Solari; solo. Rajarme de la mugre y de lo feo, pero viene malaria la sutura por tanta bruta herida. Y casi creo, que seguiré solari en mi amargura. Juan Carlos Coiro. Fue tan lindo trasnocharme con tus ojos, que al perderte en un chau me hiciste un buco. Y creo que hiciste bien al espirarte sin esperar al jovie de hoy, solari, chacabuco. Mingo Echeverri.

Solfear: quitar. Cuando no era tan junado por los tiras la lanceaba sin tener el manyamiento, una mina le solfeaba todo el vento y jugó con su pasión. El Ciruja, de Francisco A. Marino 1926.

Sopapo; golpe de mano. Qué me importa tu pasado ni soy quién para juzgarte, porque anduve a los sopapos con la vida, yo también. La Última, de Julio Camilloni. 1957. Pero un petiso careta al loco le dio un sopapo; cayó lo mismo que sapo, haciendo sonar la jeta. Un Baile a Beneficio, de José Alfredo Fernández. 1950

Sope; peso vesre. De vuelta en otro giorno al montepío y cuando al breto funcional, con frío, lo iba a encanar para que un sope aflore. Horacio Turner.

Sopetón: sorpresa. Es que fue de sopetón, y cuando ya comenzaba a marearlo tanto vertiginoso atorranteo. Humberto Costantini

Sopre: vesre preso. Ser faja pal’ apriete no es un bardo; lo puede cualquier gonca malparido. Y es fácil cuando el sopre está engrillado, en bolas, reasustao, cagao de frío. Mingo Echeverri

Soque: vesre queso. Te has dejado engrupir del elemento que vive sin yugar, prendido al soque, mariconea patinando el roque y escupe al pasquinero su chimento. Amaro Villanueva. Te morfaste el salamín, el soque y una empanada, y después de esa lastrada la confianza entró a tallar. El Gato Piolín, de Orlando Solaberrieta.

Sotamanga: por abajo. Pobre la piba del quiosco que todas las tardecitas me daba los cigarrillos de sotamanga, al pasar; un chabón que nunca falta hizo correr la bolilla: el viejo la campanea y ya no puedo fumar. Se Tiran Conmigo, de Luis Díaz. 1966.

Sotana: bolsillo interior, también, hablar bajo. La va de que es junado, conversa de sotana, la vieja ferramenta la tuvo que amurar. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944

Soyapa; vesre payaso. Soyapa, patovica, guardacuida, bodoque supermacho y justiciero; culata de esa runfla de sindicas, de garquetas a ful y matufieros. En la estiba del ispa poné el lomo, dejá de ser biabista y sé persona. Mingo Echeverri.

Susheta: elegante. Toda la calle Florida lo vio con su polaina, galera y bastón. Dicen que fue allá por su juventud, un gran señor del Buenos Aires de ayer. Shusheta, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo. 1929.Yo nunca fui susheta de pinta y fulería, y sé lo que es jugarse la suerte a un baraja. Si tengo un metejón, le escapo a ese chamuyo... Bien Pulenta, de Carlos Waiss. 1946.

Strichipico: pase del “chingüín” o “tresiete”, naipes. Cuando juna al mayorengo se la toma strichipico, se embalurda con dos cañas le hace cruz al abanico, y pa’ andar algo piola la jotraba de chofer. Cartón Junao, de Carlos Waiss. 1944.

T

Taita: matón. Y después dirá si con este taita podrán por el norte. Calá, che qué corte. Calá, che, calá. Don Juan, letra de Ricardo Podestá. 1914. Pobre taita, muchas noches bien dopado de morfina, atorraba en una esquina campaniao por el botón. El Taita del Arrabal, de Luis Bayón Herrera. 1922.

La furca y un grito, el barrio que duerme y sangra en su daga la luz de un farol. Después tu silbido, maleva canyengue,campana de plata del taita ladrón. Campana de Plata, de Samuel Linning.1925. Viejo rincón de mis primeros tangos, donde ella me batió que me quería. Guarida de cien noches de fandango que en mi memoria viven todavía. Oh callejón de turbios caferatas que fueron taitas del mandoleón. Viejo Rincón, de Roberto L. Cayol. 1925. El taita más taita de todos los taitas, salió de la cana, con pilchas prestadas. rumbo al arrabal. Héctor Nicolás Zinni.

Talompa; vesre pantalón. Te vi serio, diquero, con gran pinta de trompa, atracando tu bote, ¡pavada e’ checonato!. Y yo, que te rejuno profundo de hace rato, recordé cuando usabas remendao el talompa. Joaquín Gómez Bas.

Tamangos: zapatos. ¿Por qué es la Boca? Manyá, le enseño a bailar el tango, a emobocar gol de tamango y al misho, a lastrar fainá. Amaro Villanueva. ¿Y algún bacán escurre que hay sesera en el lustra que le brilla los tamangos. Mingo Echeverri. Cuando rajés los tamangos buscando ese mango que te haga morfar, la indiferencia del mundo que es sordo y mudo recién sentirás. Yira, Yira, de Enrique Santos Discépolo. 1929.

Tanga: cuento, falsía. Lo empaquetó una mina con su tanga, picándolo en el cuore como avispa, cuando apilaba abriles en la manga. Y reventó la goma en el jotraba porque el pobre creía que la chispa pá ciento cuatro años le duraba. Luís Ricardo Furlan.

Tanguear: bailar. El conventillo luce su traje de etiqueta, las paicas van llegando dispuestas a mostrar que hay pilchas domingueras que porte y hay silueta, a los garabos reos deseosos de tanguear. Oro Muerto, de Julio Navarrine . 1926.

Tano; italiano, napolitano. Canzoneta del pago lejano que idealiza la sucia taberna, y que brilla en los ojos del tano con la perla de algún lagrimón. La Violeta, de Nicolás Olivari. 1929.

Taquero: bailarín. Soy el taquero Padilla, bailarín de bute y soda, soy el taquero más pierna para un tango quebrador. Los Disfrazados, de Carlos M.Pacheco, de 1906.

Taquero: comisario. Un chorito finucho en la cuneta. Baja el taquero del auto patrullero. Viene el coleta que tardaba tanto. Truena en la radio un tango de Rivero. E.P. Una noche un tal Loyola me embrocó en un guay fulero; batida, bronca y taquero, celular, biaba y gayola. El Conventillo; de Baffa, de la Torre y Rolón. 1965

Tarros: zapatos. Un corsé que estaba roto y un par de tarros, fuleros, me dejastes el sombrero llevándote el corazón. Qué Querés con esa Cara, de Pascual Contursi. 1915. Una vez que discutimos me tiraste con los tarros, que si no los gambeteo, estaba lista, yo sé. Lloró como Una Mujer, de Celedonio Flores. 1929. ¿Y esos jetras tan costosos, funyi y tarros de un color, que de puro espamentoso los tenías al por mayor? Y esa grelas que engrupidas las tenías con tu amor; no manyás que vos has sido un mishé de lo mejor. Uno y Uno, de Lorenzo J.Traverso. 1929.

Tarugo: baja estatura, goruta. Italiano. Cierto yorno en el yiro, trabajó a un tano y él se tragó la bomba que ella era "honrosa" . Y al poco tiempo pianta la ranfañosa al bulín del tarugo, sito en Belgrano. Felipe Fenández, “Yacaré”.

Tarúpido: estúpído. Hoy, quizas el balurdo ya no funque, tal vez sus mates con tu yerba cebe un dorima tarúpido y cualunque. Pero hace ganas de morir y llueve y quiero estar con vos. Mi telefunque es tres siete, dos siete, siete nueve. Daniel Giribaldi.

Taura: tipo valiente. En el tango soy tan taura que cuando hago un doble corte, corre la voz por el norte si es que me encuentro en el Sud. Don Juan, letra de Ricardo J. Podestá, 1913. Repasada por todos, garroneada por muchos, no tendrás la aliviada de mi amor cadenero por un taura principio de desdén a los puchos. Carlos de la Púa. Por tu fama, por tu estampa sos el malevo mentado del hampa. Sos el más taura entre todos los tauras, sos el mismo Ventarrón. Ventarrón, de José Horacio Staffolani. 1932.

Taurear: jugarse. Rema un sueño rasposo, de purrete que rajó al centro pa’ gustar la buena. A taurearse las ganas sometidas en este escolasearse una condena. E.P

Tayador; el que da cartas, mandante. ¿Qué quedó de aquel jailaife que en el juego del amor, decía siempre “mucha efe me tengo pa’ tayador? Uno y Uno, de Lorenzo J.Traverso. 1929.

Tejenaite: vesre gente,desorden. Rajale a la falopa y la payasa, dale la poca a los fanfas pajarones, y reos con tejenaite en la terraza. Amaro Villanueva.

Telefunque: teléfono. Hoy, quizás el balurdo ya no funque, tal vez sus mates con tu yerba cebe un dorima tarúpido y cualunque. Pero hace ganas de morir y llueve. Y quiero estar con vos... Mi telefunque es tres siete, dos siete, siete nueve. Daniel Giribaldi.

Telo: hotel. Cierto tarde juné cuando salía con un chabón del telo. No valía la pena discutir con la atorranta. Ya de regreso me cebó unos mates. Está amargo, grité, y de remate le clavé la bombilla en la garganta. Horacio Scondras.

Telo; Fuimos al telo como quien va a un corso, pispiando un frenesí de noveleta. Y después, solos. Como siempre, solo. No hay polvo que me emparche la croqueta. E.P.

Terrán: Vesre de rante. Dejame que te bata en estos versos la pazzía terrán que fue mi vida, un colo carnaval, una partida de bagayos absurdos, ya dispersos. Osvaldo Elliff. Dandy, te llaman los que no te conocieron cuando vos eras, terrán. Dandy, de Irusta, Fugazot y Demare. 1934.

Testa: cabeza. Alzan las cintas, parten los tungos como saetas al viento veloz. Detrás va el Pulpo, alta la testa la mano experta y el ojo avizor. Leguisamo Solo, de Modesto Papavero.1925.

Tilingo: Cursi. Tirifilo y Tilinga se encuentran yorno a yorno, por Florida, Corrientes, Reconquista y Perú. Dante Linyera.

Timba: juego, escolaso. Me hice de aguante en la timba y corrido en la milonga, desconfiao en la carpeta lo mismo que en el amor, yo he visto venirse al suelo sin que nadie lo disponga mil castillos de ilusiones por una causa mistonga. Canchero, de Celedonio Flores. 1926. Berretines locos de muchacho rana me arrastraron ciego en mi juventud, en milongas, timbas y en otras macanas donde fui palmando toda mi salud. Como se Pianta la Vida, de Carlos Viván.1929.

Timbo: vesre botín. ¿Quién viene disfrazado de quemero? Se abrocha en cada timbo algún potrero, me empilcha su mirada rantifusa, bien debute en el catre me hago el musa. Miguel Angel Viola. Caferata yo no quiero recordarte lo pasado, cuando andabas sin camisa sin timbos y sin chefún. Caferata, de Pascual Contursi. 1926.

Tintiyo: vino barato. Mi padre conoció aquel guitarrero alentado a tintiyo y madrugada, cuando era un gusto al apilarse montado en las seis cuerdas desgastadas. E.P.

Tira: policía. Cuando no era tan junado por los tiras la lanceaba sin tener el manyamiento, una mina le solfeaba todo el vento y jugó con su pasión. El Ciruja de Francisco A. Marino 1926.

Tirar el carro: vivir de las mujeres. Para él no hay un secreto, desde tirar el carro, prenderse en un choreo o hacer un cuento más. Cartón Junao, de Carlos Waiss, 1944. Tirar el carro es peor que andar de caño. Eso es de maricón, de mala gente. Chorro Viejo.

Tirar el Lente; mirar seduciendo. Tirale el lente a las minas que ya estén comprometidas así te salen de arriba y no te cuesten tovén. Seguí mi Consejo, de Eduardo Trongé. 1928.

Tirar la bronca; protestar. No sé porqué me tirás la bronca cuando ando en curda, si sabés que el de la zurda funca por vos, nada más. Orlando Solaberrieta.

Tirar la chancleta; abandonar. No me lloren al tiro de chancleta del piro macho por la “morta vía”. Me voy piola, venció la garantía, ni le pasen facturas a la yeta. Orlando Mario Punzi.

Tirarse a mortadela: no trabajar ni preocuparse. Aquí ser chanta ya es tener fortuna: tirarse a mortadela una acertada: porque vive de ronga el que rejuna como currar al logi en la parada. Javier Hector Menutti.

Tirifilo: Petimetre. Tirifilo es atleta, católico, aristócrata, le importa un gato muerto de todo lo demás. Y claro como es camba, vive echao y p'atrás. Dante Linyera. .

Tomar de punto: aprovecharse de otro. Anduve siempre chueca, cuando manca o biscocha, broncando el desparejo camino de la vida. Que te toma de punto, te amasija o sancocha y le birla al misterio su destino cachuzo. En un bondi me saco el pasaje de ida, digo chau y me cuelgo un cartel: fuera de uso. Lily Franco.

Tombo: vesre botón, vigilante. La adición a lo rope te da leña. Si chivás, sobre el pucho cae un tombo y a no broncar la taquería te enseña. Daniel Giribaldi. .

Toplés: tetas al aire. La mami la quería producida: culo al aire, toplés, pituca nube. Y hoy es chiche en revientes y partusas de un narco remarcao, que la sacude. Mingo Echeverri.

Tordo: doctor. Una mina achacada le contagió la chinche y un tordo ‘venerable’ lo salvó del entierro. Y el coso se curó: no le gotea y hoy pa´coger usa un condón de fierro. Mingo Echeverri.

Una historia de tango que aún espanta, porque dopada te dejaron chanta en la puerta de un tordo, en Sarandí. Leopoldo Díaz Vélez.

Torniyo: frío insoportable. Tu amor jugó de sol aquel invierno en que un torniyo gris, daba pavura. Roberto Selles

Tovén: vesre vento, dinero. Hermano chorro, yo también sé del escruche y de la lanza. La vida es dura, amarga, y cansa sin tovén. Carlos de la Púa.

Tovén: Tirale el lente a las minas que ya estén comprometidas, así te salen de arriba y no te cuestan tovén. Seguí mi Consejo, de Eduardo Trongé. 1928.

Trabucar: confundir. El ropaé que acusa ese laburo trabucó bien al boncha de culata, pero el lancero trabajó de apuro y de gil casi más mete la pata. Carlos de la Púa.

Trabucar: Ni tantear a favor sirve de nada. Don 33 de mano me trabuco; siempre liga la Muerte el as de espadas. Daniel Giribaldi..

Tranca: borrachera. Y dejá que te bata que harías menos daño si durante la tranca te quedaras dormido. Nyda Cuniberti. “Ah, negra, si fueras blanca” dice con honda tristeza, el curda Floreal, en tranca. Héctor Nicolás Zinni.

Trapos: ropas. Usa los trapos según venga la onda: radicha siempre ahí, pa’ cuando sea; peruca viste bien siendo culote. Conserva, sos Gardel; toda pilcha te queda. Mingo Echeverri.

Trenzarse: pelear. Frente a frente y dando muestras de coraje los dos guapos se trenzaron en el bajo, y el ciruja, que era listo para el tajo al cafiolo le cobró caro su amor. El ciruja, de Francisco A.Marino. 1926.

Trocén: calles del centro. Entre el mueble y el yiro en el trocén, fue quemando la vida como un faso. La tasuer descolada en el fracaso, amó mucho y no fue más que un beguén. Enrique Otero Pizarro.

Troli: vesre litro. Mandando a bodega su troli de vino, junto con la mugre de un bar mishiadura esta siempre escabio el vago Amargura que en tiempos pasados fue un gran malandrino. Carlos de la Púa.

Trolo; homosexual. Un trolo pertinaz, una mechera, y otra mina, fané, toda pasado; un fiaca de poplín, un amurado. El lustrín y el caniya en la vedera. Luis Ricardo Furlan.

Trompa; vesre patrón.Embadurnado por el lustra rante, sobrado por el trompa y por el mozo, ayer, curda, me dieron el espiante. Daniel Giribaldi.

Trompa; patrón. Te vi serio, diquero, con gran pinta de trompa, atracando tu bote, ¡pavada e’ checonato!. Y yo, que te rejuno, profundo de hace rato, recordé cuando usabas remendao el talompa. Joaquín Gómez Bas.

Trucha: falsa. Con veleidá de ranera sarpaba todo a la cucha, y en el fragor de la lucha ocultaba el ferramento, y le daba al linimento de un whisky de marca trucha. Héctor Nicolás Zinni.. Cantor de Villancico, místico turbio, ¿quién te dio credencial para esa peca? Sin esa chapa vaticana y trucha fiolarías a tu drema haciendo yeca. Mingo Echeverri. Te arrimo el randevú de mi parola, un sencillo tanguito, cachuciento, a vos que me enchufaste en la zabiola estos palotes truchos de mis versos? E.P

Truchado; falseado. Sos un grata moderno y muy ranfaña nafando al sequerío enmarañado; la rostreás de angelito por la tele mangando para un Dios rufo y truchado. Mingo Echeverri.

Trucho: Y de coraje trucho, los pendejos nafan el casetín de atropellada a un checo estacionao lejos de foco. Y siguen su rolar, como si nada. E.P.

Tumbado: caído. Cuando embroca el espejo del pasado, fangotería de peca y de pesada . Hueso sin carga de una suerte echada, cartel fraguinche pál que está tumbado. Juan Carlos Lamadrid.

Tungo: matungo, caballo. Alzan las cintas, parten los tungos como saetas al viento veloz. Detrás va el Pulpo, alta la testa la mano experta y el ojo avizor. Leguisamo Solo, de Modesto Papavero.1925. Se sentó en la tribuna desprolija como un enfermo que no tiene cura, sueña que un angel chapa la montura y un galope de tungo lo amasija. Jorge Melazza Muttoni. Te veo con el tungo y el carro cachuciento, y luciendo a lo antiguo un clavel en la oreja. Siempre laburo y mate, vida sin espamento que claro, fue más sola cuando murió tu vieja. Nyda Cuniberti.

Tungo: policía montado. No es la primera vez que por las crines lo arrastra un tungo pá portarlo en cufa, pero a la misma cana ya le estufa darle atorro a este rey de los grapines. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Tupido: cargado, mucho. Bodegón que me das en el izquierdo pero que suelo visitar tupido, tal vez para olvidarme de un olvido o para no acordarme de un recuerdo. Daniel Giribaldi.

Tupido: nutrido, cargado. Y así, mientras la cincho con mi resto esperando tu vuelta, siempre espero. Vana propina por sufrir tupido. Roberto Selles

Turro, necio, tramposo. "Lo milongueado nadie me lo quita", pensaba turro y por sentirme rana, mientras la garroneaba a la Susana un año y diome sin garpar un guita. Daniel Giribaldi.

Turro: cínico, sobrador. Pero el Yoryi fue un seso de primera, un marote a bastón yirando el mundo; que a veces se zarpó, como cualquiera, y nos dio embole con su manganeta por reo y sobrador, turro y profundo. E.P.

Turro: despreciable. Después comprate un bufoso y cachando al primer turro por amores contrariados le hacés perder la salud. Atenti Pebeta, de Celedonio Flores 1929.

V

Varar: encallar. Varó en la shome el hombre, rejugado sin otro curro que bardear la nada. Mucangas de una vida abacanada prepoteando a la suerte y prepoteado. Juan Carlos Lamadrid.

Vedera: vesre vereda. Hoy ya libre e’ la gayola y sin la mina campaneando un cacho e’ sol en la vedera, piensa un rato en el amor de su quemera y solloza en su dolor. El Ciruja, de Francisco A. Marino 1926.

Vedera; vereda. Le di el amure, esgunfio de su facha, sus grupos y su cacho de catrera. Y hasta juré cruzarme de vedera cuando volviera a oler otra servacha. Daniel Giribaldi. Un trolo pertinaz, una mechera, y otra mina, fané, toda pasado; un fiaca de poplín, un amurado. El lustrín y el caniya en la vedera. Luis Ricardo Furlan.

Vejentud; vejez. Aquí estoy derramao en la catrera con una fiaca, ¡aymé!, de la madona. Me he dejado crecer la pelambrera; la vejentud, amigos, arrincona. Alvaro Yunque.

Ventanilla: boletero. Lo escrachó la hora señalada: vio desfilar al burro y a buen paso dejó dos billetes ante el naso del ventanilla, que no sabe nada. Jorge Melazza Muttoni.

Vento: dinero. Y al hacerle la encarada, la “filo” de cuerpo entero, asegurando el puchero con el vento que dará. El Porteñito, de Angel Villoldo. 1903. Cuando no era tan junado por los tiras la lanceaba sin tener el manyamiento, una mina le solfeaba todo el vento y jugó con su pasión. El Ciruja, de Francisco A. Marino 1926. Maldito seas, Palermo, me tenés seco y enfermo mal vestido y sin morfar. Porque el vento los domingos me patino con los pingos en el Hache Nacional. Palermo, de Juan Villalba 1929.

Vento: dinero. Ya ves que por ese lado vas muerta con tu espamento, yo no quiero amor de vento yo quiero amor de amistad. Canchero, de Celedonio Flores. 1927. ¿Dónde están aquellos briyos y de vento aquel pacoy, que diqueabas, poligriyo, con las minas del convoy? Uno y Uno, de Lorenzo J.Traverso. 1929.

Verduguear: maltratar. Rejugado de tiempo, verdugueado de amores, me encanuté a los días de mi ayer. Roberto Selles

Veterano: mayor, experimentado. Pero cayó una noche un veterano, cuando este se mandaba un folletín, y arrancó la careta al falso guapo, dejándole la propia, de malandrín. As de Cartón, de Roberto Aubriot Barboza. (grabado por Carlos Gardel en junio de 1930). Darse un flash, fifar a la luz de la luna, mirá que gomas tiene esa veterana, che. Mario Paolucci.

Viaje: vuelo al drogarse. Sos el rey de la fumata. ¿Qué querés con tu elegancia? El laburo te horroriza, pelandrún y cachafaz. Y me han dicho que te han visto por allá, por Plaza Francia, despachándote algún viaje con la yerba que llevás. León Benarós.

Vichar: ver de reojo. Y mi anillo de hojalata con espejo vichadero me ha fritado muchos giles como ranas al sartén. Barajando, de Eduardo Escariz Méndez, 1928

Vichenza: tonta, indiferente. Esquenuna, vichenza, samporlina, gilota que me das en los quimbos, justamente en el forro. Carlos de la Púa. Vichenzo, despertate largá la fruna, ponete bien jaileife, cantá y viví, si no en el primer cuete que va a la luna te ofrecés como ensayo, total pa qué vivís.

Vinacho: vino barato. Barrio de lastre y vinacho, por derecho, es El Abasto, que a Almagro no le echa pasto, aunque de Almagro es un cacho. Pues lo libertó aquel chacho con machaza voz de miel y gran pinta de catriel. El Morocho del Abasto, nombrado Carlos Gardel. Amaro Villanueva.

Viola abacanada: guitarra de bacán. Si yo fuese un chaludo batemusa y vos una percanta regalada, la roncha de mi viola abacanada dedicaba a tu pinta dequerusa. Emilio Dis.

Violeta; violador. A sable sin remaches fue boleta: violetió a una pendex no iniciada hija del cotur de un cambalache, que lo cortó al chabón en rebanadas.Mingo Echeverri.

Vivillo; pícaro barato. Has nacido en una cuna de malevos, calaveras, de vivillos y otras yerbas. Sin embargo quién diría que en el circo de la vida siempre fuiste un gran chabón. Dandy, de Irusta, Fugazot y Demare. 1934.

Viyuya; dinero. Quiso hacer un escruche y cuando fueron a arreglar la cuestión de la viyuya, te le hicieron un laburo, te le hicieron, que tuvo que poner menega suya. Celedonio Flores.

Y

Yanta: caída, desinflada. Los Reyes temblando remueven el mazo buscando un yobaca para disparar, y en medio del caos que horroriza y espanta, la paz está en yanta y el peso ha bajao. ¿Qué Sapa Señor?, de Enrique Santos Discépolo. 1931.

Yeca: vesre calle. Con este esparo que tal vez recrea, no sé cuando echo cara y cuando ceca; solo entiendo el perfume de la yeca. Perro de ese árbol soy pá lo que sea. Homero Expósito. En la yeca creció y los dolores atorraron con él, por esas vías del terraplén del Dock, rengo de amores. Horacio Scondras. Un fondín en la yeca Humberto Primo y allá al fondo, un bulín que no se emparda. ¡Las veces que he salvado la busarda en esa olla popular del mimo! Daniel Giribaldi.

Yeite; asunto beneficioso. Guiye. Broncamos una cheno y el encono desembocó en un yeite bien debute: tu cambio por un liso farabute le restó brillo y luz a tu abandono. Leopoldo Díaz Vélez. Soy mandamás de un comité de olfas, un yeite que a mi jermu la desvela "ay viejo, vos siempre armando lio", ¿los comité no los cerró Videla? E.P

Yerba: marihuana. Un laburante aguanta en la parada a un bondi demorao, que nunca llega. Vienen dos pibes compartiendo un fumo, reventados de birra y tanta yerba. E. P. El laburo te horroriza, pelandrún y cachafaz. Y me han dicho que te han visto, por allá, por Plaza Francia, despachándote algún viaje con la yerba que llevás. León Benarós.

Yeta: suerte adversa No me yoren al tiro de chancleta del piro macho por la morta vía. Me voy piola, venció la garantía. Ni le pasen facturas a la yeta. Orlando Mario Punzi.

Yiranta: yiro, puta. Yiranta en la milonga maquillada por los cotorros descargó su mufa, entre malandras, vivos y gilada. Fernando Guibert. Un cafiolo empolvado que olvidó el almanaque, rebusque vespertino de yiranta aburrida. E.P.

Yirar: dar vueltas, de yiro. Verás que todo es mentira, verás que nada es amor, que al mundo nada le importa, ¡Yira, Yira!. Yira Yira, de Enrique Santos Discépolo. 1929. Hoy lo imagino de capota baja yirando con un santo de ladero haciendo facha en la puerta de San Pedro y atracándose las virgenes del cielo. E.P

Yirar; prostituírse. Hoy la juné en San Telmo, pobrecita. Yiraba. Sin querer le día la cana y al verla patinando me dio gana de entrar a amasijarme con cebita. Daniel Giribaldi.

Yobaca: caballo. Los Reyes, temblando remueven el mazo, buscando un yobaca para disparar, y en medio del caos que horroriza y espanta, la paz está en yanta y el peso ha bajao. ¿Qué Sapa Señor?, de Enrique Santos Discépolo. 1931. Yo no sé si avisarle que a esa posta se le murió el yobaca de repuesto, o esperar que recule de su esmero. E.P.

Yofica: vesre cafisho. Cusifai, farolera, sorbacana, ventuda. Que das dique a la mersa con las cosas yoficas. Carlos de la Púa.

Yompear; pasear por el pabellón. Llegaron de uniforme a cambiarnos de beyompa y me dije, “ voy pal’ río a yompear con los pescados”. Chorro Viejo.

Yorno; día. Tirifilo y Tilinga se encuentran yorno a yorno, por Florida, Corrientes, Reconquista y Perú. Dante A.Linyera.

Yoyega: vesre de gallego. Se levanta el telón, una disputa se entabla entre un yoyega y un goruta de la que saca el rana pal’ completo. El guapo despreciao por la garaba se arremanga al final, viene la biaba. ¡Y se acabó el sainete y el soneto!. Alberto Vacarezza.

Yugante: trabajador, laburante. Aunque nunca la vistió de mameluco sanatea de yugantes y sus guiyes. Les llama “clase obrera” y les da aire con ese globo que nunca a tiene espiche. E.P

Yugar a quemarropa: trabajar sin lamentos. Aún queda Buenos Aires, entre tanta pachanga, tanto snob importado, tanta brutal falopa, tu pueblo laburante que yuga a quemarropa sin dar bola al frangoyo de semejante ganga. Juan Carlos Giusti.

Yugar: trabajar. Era un mosaico diquero que yugaba de quemera hija de una curandera mechera de profesión. El Ciruja, de Francisco A. Marino.1926. Perro al bombo que atorra sobre alfombra y engrupe botonear mi apartamento, que vive sin yugar y morfa en forma, sin ladridos, ni pulgas ni espamento. E.P Te manyo que vivís a contramano, que estás por no yugar siempre en la vía. Metido en una pilcha shomería y hecho un croto cualunque, un cirujano. Daniel Giribaldi. Donde el choro de antes aprendió a yugarla, saliendo escruchante de mano bravía pa’ encarar las burras y desengomarlas. Juan Carlos Andrade.

Yuguiyo: cuello duro. En el 30 era liso de yuguiyo sobrando escracho con su trucha langa, remolón pal boliche y el escabio el faso negro era su mala tanga. E.P.

Yuta: policía. Libre del manyamiento de la yuta, cargaré a maringotes,¿mala o buena?. En la Sorbona estudiarán mi esquena y en diez mil ateliers, mi facha bruta. Daniel Giribaldi. Debió plomear tres cuetes a su jermu; uno por malufiar y dos a cuenta. La yuta “no supió”, “no hubo denuncia”. El Corte lo libró: “crisis violenta”. Mingo Echeverri. Y saparon cosas que aquí no deschavo; eran otros años de yutas y gratas. Del burro,la jica, chirola y pelota, y el hombre del hampa era flor y nata. Juan Carlos Andrade.

Z

Zabeca: cabeza. Yo soy el Hombre Gris de nuestra aldea. Tengo un peringundín en la zabeca. No tengo más remedio que la peca que me regalan, gilas, las ideas. Homero Expósito. Se me ha puesto en la zabeca por lo que me has chamuyado, que te has emberretinado con entusiasmo febril. Don Brócoli, de Ambrosio Ríos. 1918.

Zabiola: cabeza. Te arrimo el randevú de mi parola, un sencillo tanguito, cachuciento, a vos que me enchufaste en la zabiola estos palotes truchos de mis versos? E.P.

Zampar: dar. Porque nunca te dije que me meto cada día que pasa, más y más, y que con cada beso le zampás un cacho más de vida a mi esqueleto. Roberto Selles

Zanguango: Torpe, haragán. Zanguanga vieja sin igual la rea, es capaz de fajarlo a cualquier chuso. Y se hace cada corte papiruso porque batiendo el justo, la piernea. Felipe Fernández, “Yacaré”.

Zapie: vesre pieza. Esta zapie de telo, esta sorpresa de poseerte nueva cada día. Este reconquistarte todavía cada vez que se enfría tu tibieza. Roberto Selles

Zarparse: excederse. Pero el Yoryi fue un seso de primer, un pensante entrenao de ponga y meta, un marote a bastón yirando el mundo. Que a veces se zarpó, como cualquiera, y nos dio embole con su manganeta de viejo sobrador, turro y profundo. E.P. Por pasarse devivo fue boleta. Zarpose con un vuelto y lo achuraron. Perdió porgil y ni está en la Recoleta. Chorro Viejo.

Zarzo con briyo: anillo brilloso. Al naipe de tu cuore le doy remanye de uso, y mi carpa truquera vale un zarzo con briyo. Carlos de la Púa. .

Zarzo: Anillo; en plural son aros. ¿No te traje pa’ tu santo un par de zarzos debute que una noche a un farabute del cotorro le pianté. Ivette, de Pascual Contursi. 1914. Carpetiá mis tarros a lo Valentino, mi funyi dos pisos como azul marino, un zarzo al meñique y pelo lustrao. Héctor Nicolás Zinni.

Zurda: corazón,. Te borraste una tarde que sangraba en adioses, vos, que te me colaste por derecha en la zurda. Roberto Selles Marea tu licor y arrea la tropilla de de la zurda al volcar la última curda. La Última Curda, de Cátulo Castillo, 1956. Memoro tu barullo y en la zurda se me atropellan pálidas y brecas. Boletos sin cobrar y tanto olvido. E.P. Cuántas noches bajo el brazo de la zurda, por cubrirte del sereno te llevé, y por más que me encontrara bien en curda conservándome en la línea de otros curdas te cuidé. Mi Vieja Viola, de Humberto Correa. 1950. No sé porqué me tirás la bronca cuando ando en curda, si sabés que el de la zurda funca por vos, nada más. Orlando Solaberrieta.

Zurdito; de izquierda. El lope enmarañao, leía el zurdito. Leía y de laburo, casi nada. El cofla, refichao, siguió leyendo. Lo chuparon los pesaos de la pesada. Mingo Echeverri.

Zurdo; izquierdo. Suerte de que el Zurdo, que es tipo derecho, le regó el helecho cuando se iba a alzar. Y ella que esperaba amurarme el uno, justo el treinta y uno se la fui a cortar. Justo el Treinta y Uno, de Enrique Santos Discépolo. 1930. Un grata perejil resultó el zurdo: va en Corte por prender fuego a Gardel, gargajear a Jesús y otros balurdos. Mingo Echeverri. Che Grela, batile al zurdo que ayer, ¡parece mentira!, en Corte me mandó un tira con el fierro y el balurdo. Felipe Fernández, “Yacaré”.

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Consultados que fueron:

Alberto Tavarozzi; A. Galán Deheza; Abel Napolitano; Alberto Vacarezza; Alcides Gandolfi Herrero; Alfredo Mascia; Alvaro Yunque; Alfredo M.Iaquinardi; Amaro Villanueva; Ambrosio Ríos, Américo Castro; Angel Villoldo, Antonio Botta; Andrés Bello; Antonio Dellepiane; Antonio M. Podestá; Antonio Soletic; Armando Tagini; Azucena Maizani; Baffa, de la Torre y Rolón; Benigno Baldomero Lugones; Carlos A. Alberti; Carlos de la Púa; Carlos Viván; Carlos Waiss, Cátulo Castillo, Carlos Mauricio Pacheco;Celedonio Flores; César Vedani; Daniel Giribaldi; Dante A.Linyera; Darwin Sánchez; E.Zuviría Mansilla; Eduardo Escaris Méndez; Eduardo Trongé; Eladia Blázquez; Emilio Dis; Eduardo Méndez.Emilio Pedro Corbiere; Enrique Cadícamo, Enrique Dizeo; Enrique Otero Pizarro; E.Manfredi; Enrique Santos Discépolo; Ezequiel Martínez Estrada; Ezequiel Soria; Federico Pedrido; Felipe Fernández, “Yacaré; Fernando Guibert; Florencio Iriarte; Francisco Loiácono; Francisco García Giménez; Francisco Gorrindo: Francisco Canaro; Francisco A.Marino; Francisco Brancatti; Francisco Iriarte; Francisco Martino; Francisco Sicardi; Chorro Viejo; Héctor Oviedo; Héctor Chaponick; Héctor Nicolás Zinni; Homero Expósito, Homero Manzi; Horacio Scondras, Horacio Staffolani; Horacio Turner; Humberto Correa; Humberto Costantini; Irusta, Fugazot y Demare; Isabel de Dumery; Iván Diez; J.C.Barthé; Ivo Pelay; Javier Héctor Menutti; Joaquín Gómez Bas;  Jorge Luis Borges; Jorge Melazza Muttoni; José Canet;José Alfredo Fernández; José Daniel Tomás; José de Grandis; José Gobello;José González Castillo; José Pagano; José M.Caffaro Rossi; José Rial; Juan Bautista Devoto; Juan Carlos Coiro; Juan Carlos Giusti; Juan Carlos Lamadrid; Juan Cicco; Juan José Sebreli; Juan José Hernández Arregui; Juan Villalba; Julio Cortázar; Julián Centeya; Julio Cantuarias; Julio Félix Royano; Julio Camilloni; Julio Huasi; Julio A.Burón; Julio Navarrine; Lehmann-Nistche; León Benarós; Leopoldo Díaz Vélez, Lily Franco, Lito Bayardo; Lorenzo J.Traverso; Luis Bayón Herrera; Luis Ordaz; Luis Ricardo Furlan, Luis Roldán; Manuel A.Meaños; Luis Díaz; Luis Alposta; Luis Caruso; María Luisa Carnelli; Manuel Romero; Mario Batistella; Mario Paolucci; Miguel Angel Viola; Miguel Bucino, Mingo Echeverri; Modesto Papavero; Néstor Costa; Néstor D’Alessandro; Norberto Aroldi; Nolo López; Nyda Cuniberti; Orlando Mario Punzi; Orlando Solaberrieta; Osvaldo Elliff; Pascual Contursi; Ramón Collazo; Raúl González Tuñón; Ricardo Podestá; Ricardo Rojas; Robertio Arlt;Roberto Cayol; Roberto Díaz; Roberto Fontaina; Roberto Selles; Roberto Aubriot Barboza; Romeo Peresan; Samuel Linning; Roque A. Gatti; Santiago Ganduglia; Saramaría Duhart; Sergio Uriburu; Sofía Bozán, Tulio Carella.


ILUSTRACIONES DEL TEMA

INTENTO DE RESISTIR ALGO CON ESAS PIBAS LABURANTES QUE CRUZAN LA PLAZA DE LANÚS EN LA MADRUGADA, -YENDO, NO VINIENDO- A VECES CUANDO HACE UN FRÍO QUE NI TE CUENTO…

Que cerca están las malas letras de los tangos

de esa muchacha que al duro amanecer, cinco de la mañana,

despereza la calle.

De algún auto le guiñan un requiebro

de gordinflón rubicundo,

con toda la cara de baboso…

Un merodeo de absurdo melodrama la quiere convocar,

triste muchacha,

envolverla en realidad pegajosa

de costurerita dando malos pasos

y según un ingenuo, sin necesidad.

Como si no le resultara imprescindible

esa blusa tan linda, con el corte moderno.

Y esas sandalias, qué hermosas,

de tan sólo tres tirillas doradas.

Qué bien le quedarían.

Ser obrera de fábrica, madrugante del alba

Es decir muy ausente.

No entender bien las cosas.

Ignorar por lejanas cuestiones importantes:

Saraos. Vernisagges. Alta costura.

Veraneos en el mar. Galanes rubios.

Ni compartir siquiera esas mullidas camas

en suntuosos privados con alguien divertido.

(Mágicos bienestares. Felicidad. Deslumbre.

Donde el brillo incestuoso contraviene

nuestra verdad de adentro.

Mala letra de tango le manosea las nalgas

y la mañana es fría.

Es un metal deforme golpeando pantorrillas,

Un gesto sin sonrisa que le cruza la cara,

le endurece los ojos,

al mirar la vidriera que es una celestina.


CHARLY.

A mi perro Charly, al gato Fidel; y

a otros queridos compadres

Perro al bombo que atorra sobre alfombra

y engrupe resguardar mi apartamento.

Que vive sin yugar y morfa en forma,

sin ladridos, ni pulgas ni espamento.

La va de superao el can rasposo

junando el techo desde su catrera.

¿Le dio vuelta el marote alguna cocker

o se hace el bocho de la vida fiera?

Anda mejor que yo, qué duda cabe;

él apoliya sin hacer gambeta,

guadaña el morfi sin doblar la esquina

y si apuran deschavo última clave:

es un fiolo de raza bacaneta

que te afana de amor, como una mina.


BAR ESCALADA.

Feca de la estación, bulín al paso,

cuánto extraño tu tibia lejanía,

tu foto de Gardel y el escolaso

que hice en tu mesa con mis alegrías.

En conversa y billar se fueron yendo

horas del viejo bar, tiempo atorrante.

Sonaba el fono, llamaba alguna mina;

fierros del metejón, cuore flamante.

Memoro tu barullo y en la zurda

se me atropellan pálidas y brecas.

Boletos sin cobrar y tanto olvido.

Más al fin, en la extraña meresunda

de este casete grabao en mi cabeza,

sos cacho de mi sueño preferido.


MAESTRA DE QUINTO.

Mina primera que abrojó mi anhelo,

¿tras cuántos grises quedaron encendidos

tus ojos, faroleando en mi desvelo

de mapas y deberes corregidos?

Te arrimo el randevú de mi parola,

un sencillo tanguito, cachusiento,

a vos, que me enchufaste en la zabiola

estos truchos palotes de mis versos.

Porque segunda madre y primer sueño,

dulce maestra de mi quinto grado,

siento aromas de tiza y pizarrón.

Y en este examen por sentirme dueño

de regresar a pibe, retardado,

hoy te bato mi caliente metejón.


LABERINTO CANCHERO.

A Jorge Luis Borges.

"El que dice burgués pronuncia Borges",

tartamudeó el chicato, despacioso,

junando al cielo con cara de pirado,

careteando en fingir hacerse el oso.

Los giles daban huevos por ficharlo:

poderlo franelear, enchabonados

a escracharse con él. El cholulaje

la juega de arrastrón en cualquier lado...

Pero el Yoryi fue un seso de primera.

Un pensante entrenao de ponga y meta.

Un marote a bastón yirando el mundo.

Que a veces se zarpó, como cualquiera,

y nos dio embole con su manganeta

de viejo sobrador, turro y profundo

 

LA FLACA.

(In memorian, sin soneto ni sanata)

La jugaba de Freud y Tallaferro,

también de Marx y Catulín Castillo.

Tenía miga en el bocho la sofaifa

chamuyando balurdos que dan brillo.

De mufas, yo que sé, una ponchada...

Sabía el antes, el después y el que sé cuánto.

/Reciclaba fangotes de mi abuela

pa' batir mi porqué del desencanto/

Si andaba shome, con orsai del cuore

y embroyao de recuerdo el cablerío,

se acodaba a mi estaño, madrugada,

a escabiarnos una lágrima de olvido.

Lástima el punto que traía de arrastre,

un pinta casoriao, de verso y calma,

que le hizo un curro chabón del amorío

y le rompió hasta el himen de su alma.

Era pinga la flaca, era muy pierna;

Casi fue dueña de mi lado izquierdo.

Ternura inolvidable de amueblada...

De no haber sido por su chamuyeta

que cinchaba a Lenín con Pirandello,

no la habría tumbado la pesada.


PUNTO FINAL.

Se afeitó como pudo, era la hora.

Armó el bagayo y se quedó esperando.

La parca le batió “venga la llave,

se acabó tu pensión. Vamos andando”.

Y olvidao entre nubes y angelitos

escurre que en La Nada no hay fandango:

reventó con tres millones en el bolso

y Dios no le da bola, ni coimeando.


FIOCA.

A mi viejo Pablo.

En el treinta era liso de yuguiyo

sobrando escracho con su trucha langa.

Remolón pal’ boliche y el escabio:

piantaba al trago que no le hiciera falta.

Era pinta dequera, sin camelo.

Inglés el casimir, alto y morocho.

Cuando rajó Irigoyen la yiraba

montado sobre un Oakland ’28.

Era radicha de alma, yo lo supe,

me lo batió un jovato en un estaño

que anduvo a rueda de él y de otros cosos

en el Avellaneda fulo de esos años.

No precisó ser olfa de caudillos

pa’ tirar su cafiola entre la mersa.

Minga de lata y bufo en la cintura,

la jotrabó de simpatía y conversa.

De profesión “chaufeur” el caralisa,

la yuta lo enrolaba en los decentes.

Cada cambio de chafe era tachero,

su otra ocupación independiente.

En eso andaba aquella noche bronca,

cuando un dorima arremetió de chumbo.

Informe policial: “asalto a un taxi.

El choferato se encuentra medio fundo”.

Nunca ortivó la justa de ese fato,

A mí me la contó muy diferente.

“Era un punto mamao”. “Me olvidé el vuelto”

“Se ensartó con otro fercho, confidente”.

Se nos vino tordiyo y sin Carmela

se bancó la barraca de su estampa

No acusaba el retiro pero anduvo

ladeao dos años con un fueye en yanta.

Subió al Lacroze por el mes de agosto,

casi me saludó desde el estribo.

Yo miré pa’ otro lado, me hice el boncha.

¡justo cuando empezaba a ser mi amigo!

Hoy lo imagino de capota baja,

Yirando con un Santo de ladero.

Haciendo facha en la puerta de San Pedro

Y atracándose a las vírgenes del cielo.


CANTOR DE PATIO.

Suena a cuento que existió aquel guitarrero

alentado a tintillo y madrugada,

¡y qué gusto campanearlo al apilarse

montado en las seis cuerdas desgastadas!

El cantor que por siempre irá cantando,

vestía su corbatín y un saco oscuro...

Remontaba canciones nostalgiosas,

palabras amarillas del olvido,

las índoles del viento en cada estrofa

y un contracanto bronca en el rasguido.

Destemplado cantor del barrio antiguo,

adherido en el patio a un valsecito;

las yiros veteranas le apreciaban

su modo de junarlas, despacito.

Decía de andares con hembras y cuchillos,

y amaneceres lerdos, y neblinas.

El cantor melancólico del patio

tenía en la voz simpleza de glicinas.

Cayó sobre su sombra en un rasguido

el guitarrero aquel, de patio y vino.


AL AMANECER.

Cruza el "autito azul", inclaudicable,

Por la avenida, sola, va una mina.

enganchado a un silbido arma su kiosco

“el que vende los diarios en la esquina”.

Un laburante aguanta en la parada

a un bondi demorao, que nunca llega.

Vienen dos pibes compartiendo un fumo,

reventados de birra y tanta yerba.

Y de coraje trucho, los pendejos

nafan el casetín, de atropellada

a un checo estacionao lejos del foco.

Y siguen su rolar, como si nada.

Al toque curran a la pobre mina:

sevillana, cartera y disparada

cuando el autito azul, ¡qué mala leche!

lentamente volvía de recalada.

El mayor fue boleta de movida:

chumbazo y a cobrar, sin balotage.

Y aunque el más chiquilín siguió de vuelo,

los canas lo dejaron que se raje.

Un chorito finucho en la cuneta.

Baja el taquero del auto patrullero.

Viene el coleta que tardaba tanto.

Truena en la radio un tango de Rivero.


AQUEL VECINO.

El hombre se escribía su versito

iluso que una vez alguien dijera:

"sí, es el que yo le digo, uno bajito

que vive aquí nomás, a dos veredas".

Nadie lo veía andar, sombra en la niebla,

perdiendo sin cesar sitio en la fila.

O soledoso algún domingo al parque

a chamuyar con el yobaca de la estatua.

Todo cuánto buscó lo halló deshecho,

sin gloria ni manera de un regreso.

La vida hizo la suya sin mirarlo,

ni un cacho de atención. Menos que eso.

La muerte lo emparvó sin darle aviso.

Una siesta, cansao, siguió de largo.

El hijo no llegó, estaba en viaje.

La esposa lloriqueó más que llorarlo.

"De puro cabezón no vivió mucho",

ella, que ya ni apenas lo corneaba.

El mundo sigue igual. Sonó el vecino

que soñaba versitos. Casi nada.


POLITEAMA.

A este Buenos Aires lo inventamos cien locos,

cien tipos aburridos cerquita del suicidio.

Y esta tarde me puse a mirarle la entraña

/boliche de mi barrio, cómo se habrán reído/

Los sábados se instalan sobre mi lado óseo,

ese costado duro donde adormece el canto.

Y este sábado agosto llueve todas las lluvias

y yo esperando a nadie. Lo hago de tanto en tanto.

Tuñón pasó un rato. Me regaló angelitos.

Erdosain se fue lento chapoteando su angustia.

Un protestón barbudo me propone revueltas

y gardeles de trapo cantando letras mustias.

Un diariero aguachento bancando pulmonías.

Taxi, va una pareja y amueblada furtiva.

Cruza un fiolo empolvado que olvidó el almanaque:

rebusque vespertino de yiranta aburrida.

/Qué sábado a la tarde de lluvia y compañía/

Ni está el loco de siempre explicando razones

y este costado duro donde recuesto el canto,

hoy lo mastica el solfa de antiguas frustraciones.

Me lo comen las minas que habitaron mi sábana

y amasados acordes de insomnio guitarrero.

Esta astucia constante de estafarme yo mismo

y mi triste zoncera de creerme mosquetero.

Politeama, boliche, te inventaré otro sábado

con pibes que nos suban remando la alegría,

y que canten gritando su manera futura

aunque la tarde escurra pañales de agonía.

Que entren sin importarle lo que dijimos antes,

y si importa, que apenas nos digan buenas tardes.

Que esta mufa no siga llorando letanías,

Y se muera el cafiolo y el diarero se salve.

Yo te juro, me borro de escribirte palabras

aunque aquella no vuelva cuando llegue ese día.

Ni le diré al mozaico que manotea la guita

/un feca cuatro mangos... qué cara está la vida/

 

12 DE OCTUBRE DE 1492.

... entraron con sus cruces y espadas criminales,

y los de aquí sólo éramos personas.

Y un imprevisto amanecer vinieron y llegaron,

jineteando en el lomo del mar estrepitoso.

Del mar, motín de sal y oquedad milenaria

inmemoriales hombres pisaron nuestra playa.

Aquí vagaría el sol desflorando la sombra,

satinando la pampa que era una resonancia.

Interminable y sola extraviada en los mapas,

la pampa indoblegable de todas las centurias.

De metales y arneses vinieron y llegaron,

y aquí sólo el silencio de Dios y sus verdades.

Esa verdad en silencio que repiten los tiempos

sin sermones confusos ni discurso inventado.

La inmensidad, un delirio, ensueño y desmesura

quebrada por navíos que llegaron de lejos.

Y dicen, no se sabe todavía,

que por casa no había eco de los galopes

de caballadas potras, crin al viento y relincho.

Ni siquiera el arrullo rasguido de una viola

conmovería la calma de los anocheceres.

Llegaron esos hombres de metales y arneses

a tanto territorio de soledad muy sola.

A esta incesante fragua de agobiadores soles

y enrojecida siesta demorando el paisaje.

Vinieron y llegaron cuando cada montaña,

peldaño de misterio,

colgaba de los aires su racimo de aroma,

más los ríos libertarios disponían del reflejo

y el contracanto al canto de pedregal y orilla.

Sí, aquí soltaría el viento su natural capricho

cargando los pulmones de albedrío pajarero.

Bailaba la hojarasca del repleto follaje

y tronaba el prodigio de la mágica lluvia.

Esos hombres llegaron y en la playa, nosotros.

Nosotros en la playa del tiempo que les digo,

achicados de asombro por la grandiosa nave

y metálicos seres venidos desde el agua.

Tanto temor callamos. Y tampoco dijimos,

que tal vez allí mismo haya empezado el hambre.

Y ocurrió ciertamente: de una choza a la otra

con palabras invictas hablamos del suceso,

contamos la noticia.

Bien teníamos palabras que unidas a las nuevas,

traídas en los barcos,

son memoria y enigma del saber quienes somos.

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Y aprovechando la ocasión y el espacio, reiteramos un comentario.

EL TANGO LLEGÓ A LA ARGENTINA DESDE ANDALUCÍA.

(Y cuánto contradiga eso, es probable).

Una idea muy difundida sobre el origen del tango sostiene que éste nació sin letras por 1880, que deviene rítmicamente de la habanera cubana y que luego, al recibir ‘letrillas procaces y prostibularias’, se iría transformando con características a veces enriquecedoras y otras transitorias y olvidables . Según este concepto así sintetizado, los primeros tangos de difusión popular fueron expresiones bailables, sin canto, y que entre 1890 y 1900 se les fue incorporando letras picarescas y lunfardas de las se guardan algún registro. Quizá esto no sea totalmente incierto, pero igual esa idea pertenece a una línea que por décadas ignoró un aporte ciertamente esencial; la raíz andaluza mostrada en los primeros tangos y tan evidentes en los de Angel Villoldo, ese autor fundacional de la música de los argentinos y cuya obra más destacada se diera a inicios del siglo veinte. Aquel razonamiento inicial, también, creyó inseparables al tango y al lunfardo, esa jerga o código entre dos para que no se entere un tercero, que en verdad resultaron dos expresiones culturales independientes entre los argentinos; más bien, dos perfiles que sin duda hacen a sus primeras manifestaciones libres de la colonia y tan históricamente potables que hasta bien entrado el siglo veintiuno sostienen cierto ‘orgullo’ en mostrar la identidad de un pueblo. Aunque sin fervores ilimitados, vale repetir que el influjo del tango andaluz y la milonga en el tango, son ineludibles a la hora de interpretar más acabadamente el origen de una expresión musical incorporada al modo esencial de muchísimas generaciones de argentinos, que aún persiste.

Según dijimos, pese a no ser al principio un género cantable, ya por el año 1811 aparece una copla entonada por los combatientes de Cádiz ante la invasión napoleónica: ‘con las bombas que tiran los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones’, a propósito de las bombas francesas que no estallaban. Y aunque no perdure su línea rítmica, refiere el especialista Roberto Selles en “Las Primeras letras del Tango”, que la milonga siempre fue ‘una especie musical surgida del canto, como sus antecesora, la guajira flamenca”, en cuanto ‘milonga’ es una voz del Quimbunda, un lenguaje de los negros del sur de Brasil que significa ‘milonga: muchas palabras, palabrerío’, que nos hace colegir decir ‘déjese de tanta milonga’, hoy nos expresa categóricamente ‘por favor, no hable de más’. Este parecería un dato más, acaso prescindible, pero enlaza con la certeza de que las primeras guajiras acriolladas entonadas por los porteños eran letrillas andaluzas de mala intención o de carnadura prostibularia. En 1857 se estrenó en el Teatro de la Victoria de Buenos Aires, “Tomá mate, che”, del español Santiago Ramos, que aludía al hábito criollo de tomar mate y por ahí decía ‘me dijo un moza al verme, este porteño me mata. Tomá mate, che, tomá mate, que en el Río de la Plata no se estila el chocolate’. Más adelante, 1868, aparece el primer tango que dicen se oyera en Argentina, “El negro Schicoba”, de José María Palanzuelo, organista de la Catedral de Buenos Aires con letra de Germán Mc.Key, un actor panameño, y es una canción andaluza con aire muy juguetón que decía ‘un tango cara cun tango, un tango cara cun té, dame un besito mi negra ahora que nadie nos ve’. Otro estudioso, José Manuel Caballero Bonald, en su obra “Danzas Clásicas Españolas de la escuela antigua” habla entre otras del ´bartolo’ o ‘bartolillo’, y los versos identificatorioa resaltaban ‘Bartolo tenía una flauta con un agujero sólo y su madre le decía, tocá la flauta Bartolo’. Esto en Uruguay se adaptó en milonga y en Argentina, además de otras varias, se cantó como tango ‘Bartolo dejó una mina, yo no la quiero dejar, porque me calza me viste y me da para morfar’. Anteriores a este ya existían otros tangos andaluces que se acriollaran marcados con el ritmo de la habanera cubana, como el “Queco”, sinónimo de quilombo, que cantarían las tropas del general Arredondo por 1875, antes de la batalla del Quebracho: ‘Queco vení pal hueco, Queco, te tengo que hablar’, prolongado en su primera memoria como una expresión de tango compadrito. Por 1881, en “Colección de Cantes Flamencos, de Antonio Machado y Alvarez, se menciona “El Tango de la Casera”, que los porteños convirtieron en “Tango del Recoletero” aludiendo a quienes participaban de las romerías de la Recoleta o del Pilar; reuniones de familia durante el día y por la noches concurridas por algunos bailarines de tango. El ya mencionado Angel Villoldo, - que fuera el primer autor profesional de tangos en cuanto los demás lo ejercían sin mucho rigor musical- tomaba de base al tango andaluz y al cuplé. Por ejemplo “La Morocha”, su tango más renombrado y difundido internacionalmente, que escribiera en 1905 sobre música del pianista Enrique Saborido, es decididamente un cuplé concebido para ser cantado por la española Lola Candales, una cupletista que junto al músico actuaban en un cafetín dela calle Reconquista, en Buenos Aires. Ya en 1906, Villoldo compone “Cuidado con los Cincuenta”, otro tango recordado además por su construcción musical y que así fuera grabado por muchas orquestas modernas pasado más de medio siglo, en su argumento y el modo de contar la historia era un indudable tango andaluz. ‘Una ordenanza sobre la moral decretó la autoridad policial, y por la que hombre se debe abstener decir palabras dulces a una mujer. Chitón, que al que se propase cincuenta le harán pagar’. Además del reconocido “Cuidado con los Cincuenta”quedan otros rastros del género chico español en los compadritos de Villoldo: ‘aquí tienen al torito, el criollo más compadrito que pisó la población’, hoy mismo nos suena divertido y zarzuelero. Aunque sin ningún ánimo crítico, se nos ocurre que quizá Angel Villoldo no tuviera noticias de la opinión que Domingo Faustino Sarmiento publicara en su “Facundo” por 1845: ‘en Buenos Aires sobre todo, todavía está muy vivo el tipo popular español, el majo… todos los movimientos del compadrito revelan al majo; el movimiento de los hombros, los ademanes, la colocación del sombrero y hasta la manera de escupir entre los colmillos, todo es de un andaluz genuino’. Sin duda, otra muy aguda observación de Sarmiento que no fue muy concurrida al menos, en el ámbito de la tanguería.

De todas maneras, en más de cien años de existencia el tango tuvo enormes transformaciones en su ritmo y llegando sus letras a ser recurrentes en la literatura de los argentinos. Hoy mismo, los escasos tangos que se editan mantienen aquella distintiva argumentación ‘de lo personal a lo social’, en tanto su construcción musical fue profundizando una tendencia a ser música de cámara, con una mayor elaboración armónica y para interpretaciones de solistas cada vez más aptos. Tal vez allí se geste otra historia que seguramente no le quitará el carácter argentino al tango, y por ahí habría rumbeado una opinión de Jorge Luis Borges dicha por 1930 a propósito de las calidades literarias de sus letras: ‘de valor desigual ya que proceden de plumas heterogéneas, las letras de tango que la inspiración o la industria han elaborado integran un inextrincable “corpus poeticum”, que los historiadores vindicarán. Es verosímil que hacia 1990 surja la sospecha de que la verdadera poesía de nuestro tiempo no está en “La Urna”, de Enrique Banchs, ni en “Luz de Provincia” de Carlos Mastronardi, sino en las piezas imperfectas que se atesoran en “El alma que Canta”. Y mencionaba Borges a una publicación muy popular que recogía cada semana las letras de los nuevos y viejos tangos, y agregó, ‘esta suposición melancólica o una culpable negligencia, me ha vedado el estudio de ese repertorio caótico’. Una reflexión algo culposa en alguien como él, indudablemente argentino, que ojalá hubiera generado uno de los debates que nos merecemos y no encaramos acaso por persistir esa tendencia que nos identifica: la de mantener siempre vigentes nuestras contradicciones.

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EDUARDO PÉRSICO nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina. Publicó:

1978. Crónicas del Abandonado. Cuentos. Editor Mensaje. (Faja de Honor de la SADE). (reeditado 3)
1982. Gardel Supo Retirarse a Tiempo. Novela. Ediciones Corregidor.
1983. Resistencia Lunfarda. Poemas. Edit. Rueda. (reeditado 3)
1986. El Olvido está en Libertad. Novela. Editorial Futuro.
1989. De nuevo lejos de Uppsala. Novela. Bell Ediciones.
1991. Un Mundo casi Feliz. Cuentos y Poemas. Ediciones. Trilce.
1993. Nadie Muere de Amor en Disneylandia. Novela. Beas Ediciones. (Premio Fondo Nacional de las Artes). reeditado
1995. Cuentos con Mujeres. Beas Ediciones.
1998. Madame Bovary era una Buena Chica. Novela. Beas Ediciones
2001. El Infierno de Rosell. Novela. Ediciones del Leopardo.
2004.
Lunfardo en el Tango y la Poética Popular. Proyecto Editorial.

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Participaciones en: Fútbol a Puro Cuento, Ediciones Faro Verde; Escritores argentinos según ellos mismos, Universidad INCCA de Colombia, por Joseph Vélez, de Baylor University, USA; Cien sonetos Lunfardescos, Academia Porteña del Lunfardo; Los que conocieron a Borges nos cuentan, Editorial Tres Haches. Ver buscadores en internet.

Video: http://www.youtube.com/watch?v=9XExQJF-Hes

año 2008.

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