¿Conociste o sabés algo de Julio
Ravazzano Sanmartino? Todo lo que puedas transmitirnos será bienvenido, comunicate a
elortiba@gmail.com
Julio Ravazzano Sanmartino no está en
Wikipedia
Por Horacio Sacco
Nadie
ha escrito una profunda tesis sobre su abigarrada obra. Nadie ha elaborado una
crítica mordaz ni una breve reseña de algunos de sus tantos libros en ningún
suplemento literario. Ni siquiera ningún escolar ha compuesto una urgente monografía estudiantil
para entregar el lunes. Tampoco está en ninguna ostentosa guía de
prestigiosos escritores argentinos, Sabemos tanto sobre su rante vida como su
ignota muerte: poco y nada.
Solo que nació en Buenos Aires el 9 de julio de 1914, que era viejo caminador y frecuentador de boliches de La Paternal,
Chacarita, Villa del Parque; tal vez Plaza Dorrego en San Telmo un domingo de
sol, cuando está lleno de turistas hambrientos de exotismo por dos dólares. Pues allá estaba
entonces Julio Ravazzano Sanmartino, con sus exóticos libros a cuestas. Libros
rústicos, artesanales, impresos a dos colores en algún taller gráfico amigo, sin
sello editorial, nada de ISBN, en un lunfardo críptico
y festivo, chispeante y jodón. Como le gusta a la gente.
La obra de Julio quizás podría catalogarse como
pariente bizarro de lo que alguien llamó literatura de cordel,
aunque entre nosotros también está cerca del fenómeno de las llamadas
revistas subterráneas durante la post dictadura, obviamente no por el contenido
sino por su forma de producción y circulación.
Vivir de la literatura
Julio Ravazzano Sanmartino consiguió
esa gran proeza, ese sueño, ese casi imposible de todo escritor primerizo: vivir de la literatura, al menos las últimas décadas de su vida. Aunque jamás firmó contrato con ninguna
editorial ni menos dedicó ejemplares en un stand de la feria del libro, encarnó
el lema capital de la susodicha feria y
lo llevó hasta sus últimas consecuencias: "Del escritor al lector".
Posta.
Edmundo Rivero - En un feca. Del CD
Lunfa Reo se presume que la autoría es de Julio Ravazzano Sanmartino, aunque la carátula del disco señala "DR"
(milonga).
Julio Ravazzano Sanmartino vendía
sus libros en las mesas de bares y cafés. Lo conocí en La Paternal, en el
bar del griego de la Avenida Alvarez Jonte una tardecita lluviosa y sombría, allá por los
años 80 del siglo pasado. Frisando la sabiduría otoñal, pero de edad indefinida, de
pituco funyi gris
y bigote finito a lo Tío Cámpora, flaco como un alambre, simpatiquísimo y
charlatán a más no poder. Obviamente me encajó uno de sus libritos, el último de una
larga serie como "Juan Mondiola"; "Piropos porteños"; "Parlamento reo";
"Atracando la chata", "Andá a cantarle a Gardel" y "A mi madre",
entre otros. Todos con varias ediciones.
Almas despiadadas ponen a la venta
en Mercado Libre los libros que Don Julio vendía uno por uno trabajosamente, de mesa en mesa
o de esquina en esquina,
resaltando el valor agregado "Dedicado por su autor". Como si hubiera libros no
dedicados de Julio Ravazzano Sanmartino, que estampaba su firma y alguna frase,
ingeniosa o no, en cada ejemplar que vendía a conocidos y desconocidos. El precio era accesible, y su
insistencia tan desbordante como su simpatía. Resultaba casi inútil negarse.
Un pasado ilusorio
Don Julio brindaría con alegría si escuchara a la hinchada de San Lorenzo entonar
unas estrofas de su creación "Si
yo fuera presidente..." del poema A los curdas (ver letra
más abajo).
Es imposible entender el significado
integral de los poemas de Julio Ravazzano Sanmartino, si uno no es un
"lunfardólogo académico" o sin un glosario a mano. Precisamente uno de sus libros se llama Academia de
lunfardo. Esto es algo que el autor sabe muy bien. Astutamente juega con ese plus de hilaridad y atracción que
ejercen sus versos. El no entender, curiosamente, lo hace atractivo, y ubica al
lector como extranjero en su propio idioma. El no entender también invita al
lector a ingresar a un espacio y un tiempo de pura ensoñación, donde se divierte
y corre a sus anchas el autor. Cabalgando sobre Borges, dirá Foucault
que para Occidente lo raro, lo extraño, lo inverosímil y lo imposible sucede en
la lejana China. Un territorio real y a su vez irreal, como el Buenos Aires de
ayer y los increíbles personajes de Julio Ravazzano Sanmartino.
Publicista, marketinero y escritor, todo en uno. Don
Julio, sin pedirle permiso a nadie, se nombró a sí mismo Vocero del
suburbio, un suburbio fantasmático e inverosímil. Un suburbio como
máscara y cáscara de lo real, que como todo el mundo sabe, no existe. ¡Ah,
sin embargo!, como diría aquel haiku japonés.
Simpatía por el lunfardo
No hay excelencia en la obra de
este curioso, querible y comprador personaje porteño, si por excelencia se entiende algo bien escrito,
aún en lunfardo. Hay rimas apuradas, recurrencia abusiva de
terminología lunfarda críptica, desaprensivas redundancias, lugares comunes, errores de sintaxis,
en fin, hasta faltas de ortografía. Julio Ravazzano Sanmartino no
es, claro está, Felipe Fernández (Yacaré), Dante A. Linyera, Carlos de la Púa, Julián Centeya o Celedonio Flores, a
quienes seguramente leyó con avidez. Ni siquiera Carlos Waiss, el letrista de D'Arienzo,
ni menos que menos Luis Alposta.
Pero tiene creatividad, humor y una chispa desbordante. No hay excelencia en su
obra: el excelente es el autor. Julio Ravazzano Sanmartino habla
un lunfardo angelizado, pícaro y zumbón, o como dicen sus libros
"la gualén de la yeca posta", o si usted lo prefiere "la auténtica lengua de la calle". Porque quizás no haya nada más auténtico que lo que pueda
imaginar
un melancólico corazón porteño.
Post scriptum
Si usted es un afortunado que conserva un libro de Julio Ravazzano Sanmartino, no sea cruel, atesórelo y no lo
pierda ni malvenda, no le pagarán
mucho, hágale ese homenaje a la cultura popular y a las suelas gastadas de Don
Julio. Sus hijos, si le salen piolas, el día de mañana se lo van a agradecer.
Don Julio Ravazzano
Sanmartino en la mirada de Roberto
Queijo
Gracias a la generosidad del fotógrafo profesional Roberto Queijo
compartimos esta foto tomada en San Telmo en 1975. Roberto nos dice que le
compró dos libros a Don Julio, y no perdió la oportunidad de tomarle esta bellísima fotografía.
Julio Ravazzano Sanmartino en el bar Dorrego de
San Telmo, en 1975. Foto: Roberto Queijo. Sitio web del autor:
http://www.queijo.com.ar
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Los Cuervos de Poe - Si yo fuera presidente
"Ejecutivo"(Lina Agrima-Julio Ravazzano) con Romina Grosso y
Guitarra Surquera
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Una banda llamada Los Carcazones grabó A los curdas y ni
siquiera lo pusieron en los créditos. Don Julio estaría feliz, y
no los iba demandar pues jamás registró su obra como propiedad
intelectual. Otras bandas también cantan este tema, y tampoco lo
nombran.
Con ustedes... Julio Ravazzano Sanmartino
El pibe de Paternal
Era un malevo sin grupo bien junado por las minas gran señor de las esquinas del barrio de La Paternal. Para el tango sin igual era rey de la milonga entrador de meta y ponga bacán de lustre social por apodo de una mina el Pibe de Paternal.
Para el empilche debute sin camelo te lucía la elegante fantasía del caferata sencillo de sarzo lucía un brillo que mataba en el ambiente cabretilla y repelente pal asunto policial y se jugaba en un tango su nombre de Paternal.
Tenía fama sentada de buen mozo y milonguero y en asuntos bien cabreros aguantó cualquier parada pero una noche estrellada la zurda lo traicionó y en la frase en no ya [(?) textual del libro impreso] un yuga lo amasijó por una mujer fatal donde hace cruz la barrera de la estación Paternal.
Algunos
aportes de los visitantes
"No puedo dormir, la
contractura de más de un mes me arrancó el sueño, vuela mi
memoria debajo de las sábanas más contracturadas que yo, y
aparecen los versos acompañados de la imagen de su autor que
nunca he visto...Adiós, Carlitos Chaplin, ilusión de nuestra
infancia, que en los tiempos de fragancia iluminaste al mundo.
Tu personaje profundo tu sonrisa tan terrible, tenía tanto de
amor, que en mundo de lo humano tu risa alejó el dolor...Adiós
Carlitos Chaplin, conquistador del cine mudo, con alma de
poesía, de galerita y bastón...
Algo así, más o menos, eran los versos que a mis 8 años leía
ávidamente en ese pequeño librito de tapas verdes que luego
transcribía en la Olivetti de la oficina de mi viejo. El había
comprado el libro a un poeta bohemio que andaba por el
microcentro, un poeta que no se me olvida, que aparece cada muy
tanto por mi mente. Hoy no tengo el libro, ni casi a mi viejo,
ni apenas vida, pero ahí está él, el poeta de la vida, que no
necesariamente debe ser un erudito en literatura, pero sí, y
esto ha de ser un paso obligado, de seguro ha sabido luchar con
su honesta espada de pluma, gastando zapatos y la vida florida
por las calles de una ciudad que se hostiliza con el tiempo.
Nada sé de Julio, pero lo poco que sé vive conmigo."
Maximiliano Armando, junio 2011
"Buenas noches: acabo de ver en su página que preguntan sobre el
poeta lunfa del asunto de este mail. Hace unos años compré en la
feria de Don Orione un par de libros del mismo y ahí tuve
conocimiento de su obra. Puedo dar como datos significativos
que, por un lado uno de los dos libros incluye la letra de "En
un feca" y está dedicada a Aníbal Troilo. Dicho tema figura en
algunos discos como de autor anónimo. Luego anduve preguntando y
encontré en un blog que la música era de Edmundo Rivero. En las
noches de Buenos Aires algún hombre entrado en años y tangos me
repitió esa dupla autoral. Y por otro lado, uno de los libros
está prologado por el Dr. Luis Alberto Kvitko, padre del
guitarrista Diego "Dipi" Kvitko del cuarteto Catenacho (que ya
no funca, creo), quien también forma dúo con el "Chino" Wanter
Laborde y que ya tienen editados Tango Tango (vol 1, 2 y 3).
Dipi me contó que el poeta andaba vendiendo sus libros (de
edición barata) en la yeca y que estando en el negocio de la
familia en esa tarea, hizo migas con su padre, y que
posteriormente éste le prologó uno de los libros a Ravazzano
Sanmartino.
No más que eso.
Cualquier cosa, chiflen.
Un abrazo."
Pablo Jofré, febrero 2011
"Hola Horacio que bueno encontrar algo sobre Santamarino, por tu
intermedio corrobore el relato de mi padre sobre como accedió a
uno de sus libros (Parlamento Reo) ya que el en los 80' era
taxista y me contó que tomando un feca se encontró con un
insistidor vendiendo de sus propios libros de poemas lunfardos y
después de un rato lo convenció de la compra. Así llego a mis
manos y un día leyendo con gran entusiasmos sus versos, me
encontré con un mundo histórico del arrabal porteño, desconocido
por mí, y me pico el bichito de saber más. Así que fue muy grato
encontrar tu pag. por internet, quería saludar y darte las
gracias por tomarte el trabajo de hacer conocer su obra."
Adriana Lorena Insaurralde, febrero 2011
"Estimado Horacio: Fue una gratísima sorpresa
encontrar la página recordando a este personaje que fue Don
Julio Ravazzano Sanmartino. No porque lo conociera demasiado,
mas bien casi nada, pero me trae recuerdos de muchos años atrás,
épocas mejores como siempre. En una mañana de invierno de 1975,
en el bar que estaba en Pedro de Mendoza y Almirante Brown,
cerrado hace tiempo. Había tenido que ir hasta el Taller Naval
"Mercurio" en la Vuelta de Badaracco un poco antes de la Barraca
Peña (lado Capital frente al ex Astillero Alianza), por un tema
de no sé que piezas del motor de un barco, que estaban
reparando. Terminé en seguida y como el frío cortaba y estaba
sin desayunar, entré para tomar un café con leche al lado de la
ventana, donde daba el sol. Al encarar la primera medialuna se
me apareció Julio, se puso a conversar y me cayó simpático,
educado, aunque algo buscaba vender y yo no tenía ganas. Pidió
permiso para sentarse mientras hablábamos de cualquier cosa y me
preguntó la profesión, maquinista. Con la charla metió la mano
en una cartera de cuero y sacó dos libritos que me mostró,
justamente "Parlamento Reo" y "Academia Lunfarda", los de la
portada ilustrada por León Untroib. Mientras los hojeaba se ve
que estaba procesando y de golpe arrancó con un recitado al
maquinista naval, del que no muy rápido caí que me estaba
hablando en verso. Estaba bueno, adulador y rimaba bien para mi
modesto entendimiento literario, así que ya me tenía en el
bolsillo. Ofreció los libritos por 50 $ (pesos ley 18.188) y
ensayé comprar uno solo, porque ahorraba para casarme y no podía
tirar manteca al techo. Pero dijo que tenía problemas con el
cambio y además me perdería un incunable, que abrió por
cualquier lado para comentarme las particularidades de la
primera poesía que apareció, mientras la recitaba de memoria.
Siguió con otra, todo muy bien comentado. Por supuesto que
compré los dos... y los tuve durante muchísimos años, como una
joya querida, de valor personal, dedicados, sin perderlos aunque
cambié de casa quince veces. En el 2008 se los envié a un primo
de España que es filólogo, escribe poesía moderna y da clase en
una universidad, por si le resultaban de interés. Nunca tuve
noticias. Después de treinta y tres años, los perdí. Lo único
que me quedó fue la figurita de una sirena que había en la
contratapa, porque la escaneé para guardarla en la computadora
como recuerdo. Hace un tiempo que estoy escribiendo algo (aunque
todavía no termino) alusivo a la vida en los muelles del
Riachuelo, que conocí de joven cuando las barcazas todavía
llegaban hasta las metalúrgicas TAMET al lado del Puente Bosch y
Gurmendi un poco más arriba, y al Frigorífico Wilson al lado del
Puente Victorino de la Plaza, y le puse la dedicatoria para Don
Julio Ravazzano Sanmartino, porque no encontraba a nadie que lo
conociera y tal vez así se lo pudiera recordar, aunque fuera
solo yo, pero ahora veo que hay alguien que lo hace mejor.
Muchas Gracias."
Francisco Javier Martín, febrero
2012
"Poco puedo contarles. Sólo que lo conocí en la
Plaza San Telmo
un domingo (de los años 70 y pico?) y le compré Parlamento Reo.
Lamentablemente perdí el ejemplar, pero me gustaría mucho volver a tenerlo.
Es fantástico."
Ignacio Méndez, junio 2012
"Yo
también lo conocí en los 80 tirando a los 90 en la plaza dorrego, y conservo
algunos de sus libros, con su autorización reproduje algunos de sus poemas en un
' diario artesanal' que imprimía yo en la feria artesanal de san isidro entre
1988 y 1991 aproximadamente. Era un periódico antiguo preimreso al que se le
ponían los titulares en el momento.
Soy un fan de Juan Mondiola!!!"
Mario Kristal, noviembre 2012
Buscando
entre las cosas viejas de la casa de mis viejos encontré algo que estuve
buscando en otros momentos sin encontrarlo, precisamente un ejemplar de don
Julio Sanmartino. Lo compré no recuerdo bien, allá por los 70 u 80 del siglo
pasado, y te cuento que en esa época compraba libros a montones; pero nada que
ver con la filosofía de Juan Mondiola; porque buscaba de la otra sin saber que
estaba casi en lo mismo; que era la experiencia vivida y escrita de la misma
existencia. Conocí a don Julio en una esquina de la calle Corrientes, creo un
sábado por la noche, me dijo: comprame un libro, a lo que yo le dije que claro;
es que mucho no le costó convencerme – porque así era este señor, te compraba
para luego venderte; muy bien chamuyaba y tan educado se presentaba, que al
final de cuentas era una situación casi irresistible. Tardé algo en leerlo, y te
comento que aun cuando literariamente parezca o sea como un relato marginal, es
también y por eso, a lo mismo algo muy real; al menos como la vida que vivida y
comprendida de manera directa - cosa que muchas obras de gran (y sospechoso)
prestigio, carece en absoluto tener. Me parece entonces, que el papel y la tinta
solo son circunstancias (algo así como la terceridad peirceana) para poder
expresar lo que se tiene-que-decir; porque así es la vida y sus necesidad de
trascender-se – creando o quizás emergiendo, aquello que hace a quien lo dice;
porque muchos más de decirlo, también somos lo que hacemos – que es el tránsito
obligado y legitimador que va del dicho al hecho.
Encontré este sitio buscando averiguar si había algún recuerdo de este poeta de
la calle, para en su defecto intentar instalarlo para que no se pierda; me
alegró mucho saber que alguien ya lo había realizado, felicitaciones por ello.
Un saludo y hasta siempre.
Aurelio Grande, diciembre 2012
Hola
estimados
Yo tengo el libro de Sanmartino y ahí como uds dicen figura el verso en un feca,
lo cual deduzco que es de su autoría no veo porque se lo pone como autor anónimo
ya que todos los poemas le pertenecen.
Muchas gracias.
Irene Perpiñal, marzo 2014
Hola,
conoci a Julio "El Poeta de la Zurda", en Devoto (no en la cárcel). Un día pasó
por mi casa con sus libros y me dijo que había conocido a mi viejo del tiempo
que le llevaba comida a Hugo Del Carril cuando estuvo preso en Devoto. Vivíamos
en Mercedes 4821 (y C.A. López) y cuando le dije que era el hijo del "Negro"
Vallve (nuestro apellido) sacó sus libros y me los regaló, luego me los
"afanaron". Uno de ellos era "Poemas Caneros", que había escrito cuando estaba
en "cana". Mi viejo durante el tiempo que visitaba a Hugo, lo visitaba a el
también, ya que era uno de sus amigos "tangueros". Gracias por el recuerdo y
decime como puedo hacerme de los libros de Julio.
Un abrazo. Omar Eduardo Vallve,
septiembre 2014
Yo tuve el honor de conocerlo a fines del mes de diciembre
de 1968 cuando en una cantina del barrio de Villa Luro festejábamos con mis
compañeros el tercer año de recibidos de peritos mercantiles; mi compañero,
Luisito Gando, fue quien lo llevo a la reunión, la pasamos bárbaro, nosotros
todos pibes de 20 años compartiendo la cena de camaradería con el poeta, fue un
momento único, irrepetible, lleno de anécdotas, frases e historias, por supuesto
todos le compramos sus libros. que aun conservo. Que lindo sería que en este
año, próximos a cumplir cincuenta años de recibidos, podríamos contar con él y
su eterna sonrisa, se que es imposible, por suerte conservo intacta la foto
sacada con el en ese año 1968.
Un abrazo a todos. Carlos Damato, enero de 2015
Buenos
días, solo es para comentar que conservo un libro de Don Julio, se lo dí a leer
a mi madre, que tiene casi 86 años, y está feliz de acercarse de esta forma a su
época de juventud. es una pena no tener el año de edición, pero es lo de menos,
lo importante, como bien dicen ustedes al final de su página, es poder conservar
el libro en buen estado para que lo puedan disfrutar las generaciones futuras.
Muchas gracias por compartir lo poco que se conoce de este autor, que ya es
inmortal!
Atentamente: Olga Beatriz Iacoi, junio de 2015
Don
Julio, hace muchos años llego a la farmacia donde trabajaba en Liniers, un
personaje que parecía de otro tiempo en mi Rockera juventud, y después de
recitar varios de sus versos le compramos los dos libros que ofrecía que por
supuesto dedico en lunfardo puro.
Se quedo charlando y en cada frase cabía un verso de sus libros prometió volver
a pasar cuando saliera el nuevo que había mandado a la imprenta.
Al poco tiempo cambie de trabajo y nunca mas lo volví a ver a, para mi uno de
los máximos exponentes de la poesía lunfarda y la vida de la Bohemia porteña.
Por esas cosas de mudanzas y demás nunca los encontré, me encantaría volver a
tenerlos!
Un personaje admirable y querible!!!
Carlos Serraglia, agosto 2015
Gente
rea, después de muchos años mi mujer revolviendo libros, (que amablemente fueron
orinados por mis gatos), dejó a la vista Academia lunfarda dedicado a mi viejo y
obsequiado en el 82. No sabes cómo me gustaba leer ese librito cuando era chico
y en una vuelta mi primo safo un trabajo en la escuela con los versos de El
batacazo. No sabes cómo nos reíamos leyendo semejante personaje que nunca
conocimos.
Para mi sorpresa hoy 01/09/2015 veo que escribió el tango en un feca, que me
encanta y me daba mucha curiosidad quien lo había escrito. Tengo que decirte que
esta pequeña alegría hizo de un día monótono una mejor existencia.
Te mando un abrazo.
Maximiliano Varela, septiembre 2015
Lo
conocí un día estaba trabajando en la portería de una fábrica cercana a mi
domicilio, cuando en determinado momento se acercó Julio vestido muy elegante,
luciendo un lengue al cuello y un sombrero muy de época y se presentó. La charla
no la recuerdo por el paso de los años, pero me dejó muy buena impresión y
aparte me hablaba en el lenguaje que a mí me gusta que es el de la calle, y a la
vez sabía mucho de tango.
Rubén Félix Terqui, julio 2016
Ravazzano era un poquito ladri. Un día mi viejo, Jorge Minghetti, lo conoció en
la feria de San Telmo que solía frecuentar, y dialogo de por medio, ese señor le
ofreció ponerle música a un verso que mi viejo llevaba en su bolsillo. El poema,
que yo vi escribir en mi casa, mientras se fumaba dos paquetes de cigarrillos,
se llamaba "1930" o simplemente "Palangana", que googleando mi apellido vi
citado en algunas citas de ese tango, pero con autoría de Ravazzano, y apenas
citado otro apellido, precisamente Minghetti, que es en verdad Jorge Minghetti,
y fue mi padre, fallecido hace casi tres décadas.
Muy injusto Ravazzano haberse apropiado así de aquel verso al que mi viejo le
tenía tanto cariño y que yo recuerdo de memoria.
Doy fe lo de la letra de "1930" el de 'Palangana era un cafiolo... ' porque
llegue a tener de puño y letra de mi papa su corto texto incluso con algunas
palabras cambiadas con mejor rima que ahora expuesta incluso del lunfardo. Me lo
se de memoria de cuando yo tenia 10 años.
En principio lo importante es saber que ese Minghetti tenia nombre: Jorge
(1916-1988).
Claudio Minghetti, diciembre 2017
Verónica
nos cuenta que su padre Pablo conoció a Don Julio en un café, y obvio, le encajó
un broli, Parlamento Reo, dedicado por su autor, libro que Verónica atesora y
hoy comparte con ustedes.
Verónica, abril 2021
Hola...
mi nombre es Ciro... y después de leer el articulo de la página
me puso contento saber que tengo un libro de un escritor tan singular. Al libro
lo encontré tirado en a calle completamente humedecido junto a otros de
distintos escritores, este en particular me llamó la atención por lo que decidí
traerlo a casa. Después de dejarlo junto a la salamandra para secarlo y ojearlo
con cuidado, busque información y descubrí un autor al cual admirar. saludos y
gracias por la información.
Ciro, julio 2021
En esa esquina un boliche hoy levanta un mostrador y el rostro de un payador se dibuja en un afiche los que recuerdan sus chiches de milongas van diciendo que aquella noche muriendo rezó el tango un funeral y entre chuzas de bufosos bailó su tango inmortal.
Fanfarrón y chanta
Hoy que la vas de señor porque te sobra la guita y cuando das una cita la apuntás en El Molino hoy que torciste el camino y no venís más al feca hoy que no morfás buseca porque es comida de pobre yo te pido que te acuerdes de tus tiempos sin un cobre.
Fanfarrón engrandecido recordate del pasado cuando el cuento del finado diariamente era tu escabio no te olvides mono sabio de la vieja carbonera que te daba la catrera en las bolsas de carbón y a la hora del puchero morfabas como un león.
Como todo, te cambiaste y tu vida es viento en popa hoy sos un bacán falopa que ya se abrió de la barra y en aquel patio de parra donde quisiste ser vate no olvidés el disparate que hiciste con la María el día del compromiso brindando con leche fría.
Sos un puntacho junado por el rante sabalaje a vos te faltó coraje en las lides del amor hoy la vas de gran señor con bobo de oro y marroca te pichicateás con coca y sos de la sociedad ya no frecuentás las pizzerías porque odiás la fainá.
Yo que te juno, fanfarrón puedo batir tu pasado pero te dejo encanado en mi silencio piola olvidate, pasta frola del conventillo florido y aunque el destino ha querido plastificar tu emoción yo sólo puedo decirte que sos un gran fanfarrón.
Homenaje al resero
Aquí me pongo a cantar a las glorias del Resero y en mi acento verdadero brindo con toda emoción gorjeos del diapasón y frases de mi garganta cual homenaje al resero de un alma gaucha que canta.
Resero patriarca gaucho de nuestra pampa argentina, es tu gloria peregrina un raudal de tradición. Resero está en tu expresión la experiencia del destino flor y nata de la patria, trovero de mil caminos.
Gaucho altivo y legendario hecho a toda tempestad. Jirón de fraternidad es toda tu concesión, llanura de inspiración es tu gloria verdadera y en los raudales de pampa sos la garganta coplera.
Pampa, cielo, tempestad, es tu dura profesión. Un arreo, una ilusión, así es tu vida, resero... El cielo grande es tu alero, tu función el arreador, y en las patriadas del alma una ausencia y un amor.
Ya patrocina nuestra historia tu glorioso monumento, y es tu base fundamento de Patria y de Tradición. Las memorias de tu razón marcan tu fiel trayectoria y en el barrio de Mataderos tu recuerdo es una gloria.
La rusita piola
Tengo una mina rusita que me forma pa' los vicios y con la pasta de cafishio yo le achaco cualquier guita. La pendeja es moscovita y pinta de lo mejor y en silueta se cotiza como cheque al portador. Se deschavó que me quiere porque soy un variador milonguero y entrador y de presencia canera,
la mina es pierna y diquera cariñosa y consecuente y de un sport bien polenta pa' hacerla pasar al frente. Por problemas de religión se juntó con un otario que canta en un seminario y está carburando en baja la mina que es rompe y raja con el gil no quiere lola yo la apreté y me dio bola y se juega a mi baraja. Como la mina es seguidora yo me la voy a espiantar y la voy a embulinar con varios puntos de guita. Para este juego... Rusita yo soy un profesional y en la catrera te arreglo el fato de tu problema racial.
El cafishio Palangana
Esto que van a escuchar no es un cuento, macanas fue la vida, rante y fule del cafishio Palangana.
Palangana, era un cafishio de un barrio de Avellaneda donde tenía una Grela a la que amuraba bien amparado por caudillos también, se hizo quinielero y muchas veces el banquero
de la cana, lo salvo. Pero un día, bien me acuerdo hubo cambio de taquero y por eso él, canfinflero, el espiante se tomó!
Hoy ya viejo, encanecido, siempre Scasani de guita se le ve por Crucecita mangando para...comer! Ya no hay grelas, ni caudillos se acabaron sus hazañas sólo espera la guadaña viendo los días correr.
A los pardos de San Telmo
Yo soy de la sociedad de los negros candomberos soy compadre y milonguero desde el día en que nací para mí la tierra en sí tiene formato de tango yo soy hijo del fandango pinta orillera que acata la gran prosapia del tango en mi barrio, el de las latas.
Pantalón a la francesa saco negro y entallado pañuelo blanco bordado y el zapato militar
yo cuando salgo a bailar no tengo fin en el corte para mí es un deporte milonguear de arrabalero
yo soy de la sociedad de los negros candomberos.
Soy negro como el carbón pero blanco es mi destino si me buscan soy ladino muy difícil de vencer bailando me hago querer por la mujer que me abraza mi alma nunca rechaza cuando me dicen te quiero yo soy de la sociedad de los negros candomberos.
Yo soy el negro Falucho representante del tango en los salones de rango tengo entrada vitalicia en los cortes soy delicia por mis pasos y quebradas
mi melena alborotada es de negro arrabalero yo soy de la sociedad de los negros candomberos.
Me gusta el tango con corte y soy amante del tinto como soy negro retinto son sinónimo de suerte el tango es mi plato fuerte mi delirio mi emoción yo bailo por intuición porque nací milonguero yo soy de la sociedad de los negros candomberos.
El negro Eduardo y Falucho la parda Manuela y Cora
Finito y la negra Flora son mis testigos de ley
de San Telmo soy la grey y donde mis versos están soy el pardo Santillán sobrino del gran trovero aquel que cantó las glorias de los negros candomberos.
De los tiempos del tranvía
El lompa ya no se usa atado del tirador
ni existe el cuello cantor que le batían palomita ya se acabaron las citas
donde se escuchaba al vate y el bizcochito de grasa que se brindaba con mate.
Hoy la vida es puro grupo con mucha presentación y todo es figuración
revestida de riqueza
ya no existe la pobreza de aquellos tiempos floridos
ni está el amigo querido que se sentaba a tu mesa.
El balurdo es un bagallo la marroca una cadena y la sotana revela en el topún la cuadrada tijera lanza chapada
tolis sopa el minestrón y aquí no ha pasado naranja fue tan solo la intención.
A los curdas
Atención presten los curdas los amigos del escabio, los de enardecidos labios por el alcohol inmortal,
los que beben a raudal pa' callar al de la zurda, los amigos del estaño del boliche y de la curda.
Yo soy un curda de ley y tomo porque me gusta, el escabio no me asusta ni le temo en realidad, del licor la variedad me gusta probar a diario, y el que aprobó la ley seca no fue un curda, fue un otario.
Mi apoyo es un mostrador y mi amigo un botellón, para aclarar la razón nada mejor que un moscato, en mis gloriosos relatos
al vino lo pinto en prosa, y para mí el paraíso yo creo que está en Mendoza.
Los envasados de origen los prefiero en realidad, pero aclarando la verdad a ninguno lo desprecio. por el barril tengo aprecio,
¡la botella me engalana,
y tal vez porque son damas quiera más la damajuana.
Secos, dulces y abocados, claretes, rosados, tintos
yo no les miro el precinto, ni me importa de sus nombres, y aunque a muchos les asombre mi forma clara de hablar, a mí no me importa un pito. yo nací para chupar.
Si yo fuera Presidente en la Rosada pondría un boliche y en la puerta un afiche invitando al tomador, cien mozos y un mostrador todo lleno de licores, una guardia de chupadores en honor a la virtud, y un decreto que expresara por el pueblo curdela.. salud.
"Al gomía Josecito", dedicatoria de Don Julio en la contratapa
de Parlamento Reo, donde se lee una breve biografía. Aporte de
Daniel Cilona, quien lo encontró en casa de su abuelo. (Abril de
2017)
Carta a Gobello
(Al Sr.Vice Presidente de la Academia Lunfarda
Don Pepe Gobello)
Señor don Pepe Gobello con mi saludo latente reciba usted el expediente
de mi merca bien al pelo.
Acuse bien sin recelo que mi lírico inventario minga de caucho al camelo
no es parla de diccionario.
El que suscribe don Pepe
es de la yeca porteña pa' más dato santo y seña un vocero del suburbio el que historió al barrio turbio y con pinta pareja bate el justo y bien debute en su concierto de oreja.
Profesor de fama lunga en el escruche de idioma gualén y parla que engoma la davi rante y fulera.
Especialista en manguera con profesión de bombero y capitán de los cuarteles en la Boca y en Caseros.
Yo soy un bardo cachuzo que a mi atorrante chamuyo
lo bato con los arrullos
de mi florido arrabal.
No soy un bate genial pero parlo a mi deseo y aunque no soy de academia
juno el fato de los reos.
¡Si supiera Don Julio que sus letras las
canta un coro! Se trata del America's Vocal Ensemble. ¡Isa dequerusa la merluza!
Más info
Perdone si bato el justo en mi saber livianito pero siempre me acredito para llamar la atención
por eso con emoción
si es que me aguanta la púa le voy a atracar la grúa ya que ninguno me emparda para pedirle manija en la academia lunfarda.
La piba del taxi
Es una piba con clase
que trabaja de volante,
y con sonrisa fragante
engancha a los pasajeros.
Los muchachos carpeteros
dicen que esta muñequita,
es un peligro en la calle
bajando la banderita.
Es la taxista que ficha
de la calle el expediente,
la que altiva y consecuente
alegre vive su vida,
es la piba que convida
a la más dulce conquista,
representando en el gremio
a la mujer altruista.
Cuando levanta los puntos
los trabaja de carpeta,
y es una tuerca perfecta
apretando el acelerador,
la carbura con amor
y en su laburo constante,
es una fija imperdible
cuando se prende al volante.
Piba de regios encantos
que embrollás con tu dulzura,
y presagias mil ternuras
con tu parla triunfal,
flor y luz de arrabal
tentación boulevadier
que acelerás con tus ojos
la marcha real del querer.
Un día me levantaste
en tu yiro despacito,
y como fija te palpito
con un sport, que agiganta.
sos una linda percanta
rante, papusa y diquera,
y aunque me enfarolés con tus ojos
te voy a bajar la bandera.
Te felicito, muñeca
y de todo corazón,
te brindo la admiración
de mi reo parlamento,
y al bartirte el fundamento
de este verso arrabalero,
te estimo como un triunfo
del gremio taximetrero.
El plomero
(A los líricos del plomo de cada barrio)
Llega, chapa el cortafierro
y entra a romper la pared,
la pérdida no se ve,
dice el tano protestando,
los azulejos van saltando,
a pedazos por el suelo,
y el bestia sigue a los martillazos
sin que se le mueva un pelo.
Así empieza a desconectar
bidet, inodoro y pileta,
y ay, la pérdida es completa,
en todas las cañerías,
grita... dice máma mía,
cierra.. la llave de paso
y mirando los destrozos,
lo más campante se prende un faso.
Al final estructura un plano
para arreglar las roturas
y como buen caradura
bate ya me estoy volviendo loco,
la pared fuera de foco,
los artefactos hechos astillas,
y el gil que dice ¡Ah, ya está,
eran los cueritos de las canillas!