Good morning Chacou…

Por Gustavo Piérola

La camioneta Ford 4x4 doble cabina, negra, flamante, sin patente, parecía recién salida de la concesionaria. Paró en el semáforo de la ruta 11 y el acceso a Fontana. Los vidrios polarizados no dejaban ver quién viajaba. Desde su interior sí, los cuatro ocupantes observaban profesionalmente todo lo que ocurría fuera del vehículo, tres hombres y una mujer, demasiado blancos, caras rosadas, cabellos muy cortos tipo militar; en el caso de ella, atado con un rodete. Hacían bromas en otro idioma y reían del abuelo Qom y de dos pequeños que vendían artesanías al borde de la ruta.

En un momento, uno de ellos bajó el vidrio delantero derecho y se dirigió al abuelo quién mostraba orgulloso, arcos y flechas construidos por él mismo. Los pequeños se entusiasmaron ante la posibilidad de una venta sin dejar de masticar un pedazo de pan que, seguramente era su desayuno.

- ¿How much? ¿Cuánta vale?
El abuelo se acercó ansioso y pudo percibir que gente extraña con uniformes extraños se estaban riendo de él.

- Cincuenta pesitos señor y va con dos flechas.
- ¿Y esou pueda matar persona? siguió bromeando el más veterano.
- No, señor, el pueblo Qom ama la paz y la vida, de la muerte se encargan ustedes, los gringos.
- ¿What did the old man say? se escuchó en medio de las carcajadas.

La luz verde obligó a la camioneta a continuar la marcha. Distraídos, casi embisten a una mujer que cruzaba en bicicleta, morocha y de pelo bien largo, con una guitarra en la espalda.

Un poco más adelante, ingresaron en el Aeropuerto Internacional de Resistencia.

La Forestal Argentina Sociedad Anónima de Tierras, Maderas y Explotaciones Comerciales e Industriales, conocida popularmente como “La Forestal”, de origen inglés, se instala en el norte argentino allá por 1880, luego de un regalo del gobierno argentino de casi dos millones de hectáreas a cambio de la usura de préstamos otorgados, de coimas y vieja impunidad. El objetivo, la devastación de todos los recursos naturales posibles que existían en los montes, especialmente el quebracho colorado. La herramienta, la mano de obra esclava de los pueblos originarios y criollos pobres que habitaban esta extensa región entre el norte santafesino, el Chaco y parte de Santiago del Estero. Roca, Sarmiento y Mitre, habían dejado el camino libre para que Inglaterra, la reina madre de las colonias cambie montes por desiertos.

Pasaron los años y la figura colonial fue cambiando de principal protagonista. Ya no solo es Inglaterra, España, Portugal, Francia. Hace poco más de cien años un nuevo país, con un creciente y monstruoso poderío militar, encabeza la invasión de las naciones más indefensas; los Estados Unidos de Norteamérica.

En el siglo anterior, lo hacían a través de las dictaduras militares entrenadas en sus escuelas de guerra y muerte. En Latinoamérica fue el Plan Cóndor el que encabezó ese proyecto; el pueblo argentino lo sufrió con el proceso de reorganización nacional. En otros países, en los cuales la resistencia fue y es mayor, la invasión directa es la fórmula, especialmente en aquellos que se dedican a la industria petrolera.

En la actualidad, en tiempos de democracias latinoamericanas entre comillas, la invasión de esta ave de rapiña se da través de sus empresas multinacionales, de los medios de comunicación, de programas de asistencia, de la tecnología de inteligencia y espionaje y, fundamentalmente, de la corrupción de los nuevos lacayos locales.

- Good morning Mr. Capitanich.
- Good morning Mr. Passmore.
- ¿Pueda yamarle Couqui?
- Of corse

El Coqui, siguiendo los pasos de su líder y prócer Sarmiento, hasta en el fútbol lo sigue, parece que quiere cambiar la imagen de este Chacú aborigen, acabar con la barbarie e implantar una sociedad más culta y avanzada. No más qom, mocovíes, pilagás, wichis, charoles, chulupíes, friulanos, gallegos, italianos, polacos, rusos, etc. De ahora en más, serán bienvenidos a las tierras del impenetrable (lo que queda) los americananglosajones, los Mac Arthur.

El sueño menemista de una base norteamericana, como en Colombia, Ecuador, Cuba, El Salvador, Costa Rica, Aruba, Curazao, Honduras, Perú, Paraguay… Qué avance para este Chaco querido, el primer mundo y a pasitos de la cancha de Sarmiento.

Esta idea “superadora”, Mr. Couqui ya la tenía antes de asumir la primera gobernación; en agosto del 2008 cierra una propuesta del Comando Sur de Estados Unidos cuando visita el Chaco el entonces embajador Earl Anthony Wayne. La idea crear en la región del noreste argentino un “Centro de Emergencias y Ayuda Humanitaria”.

Y sí, no es mala idea, en Chaco son frecuentes los terremotos, los huracanes, los tornados, los tsunamis, los volcanes, maremotos, y contar con un centro de alta tecnología ubicado en el aeropuerto internacional de Resistencia nos anticiparía los riesgos y nos resguardaría de certeras catástrofes.

El pueblo chaqueño, agradecido, ya le puso nombre al proyecto AHC (Angaú Humanity Center)

Qué grande el Mr. Couqui, un hombre del Partido Justicialista desde su inicio en la política; habrá leído la historia de “Braden o Perón”, “ni yankees ni marxistas”, “combatiendo el capital”, las tres banderas justicialistas “justicia social, independencia económica y soberanía política”, tal vez alguien le haya contado sobre los boicot de Estados Unidos a nuestro país en la década del 40, o el golpe del 55 y el rol de este imperio en el mismo, la carta de Perón a Kennedy, la destrucción posterior de todos los avances populares, la resistencia peronista.

Más cercano en el tiempo, podrá recordar las garras de este país del norte clavadas en el Plan Cóndor cuando daban la orden de matar, asesinar, desaparecer todo lo que se parezca a ideas de libertad. Esas garras fueron las que mandaron fusilar a esos jóvenes militantes en Margarita Belén y desataron toda la furia represiva en suelo chaqueño. O los cientos de jóvenes asesinados en Malvinas y toda la maquinaria de muerte estadounidense al servicio de su madre Inglaterra. O del ALBA y el ALCARAJO, el MERCOSUR, el avión militar en Ezeiza y ahora su posición frente a YPF y el G-20, y más y más y más.

Memoria, Verdad y Justicia, Mr. Couqui.

Pero parece que hay motivos muy fundamentados para que Estados Unidos ubique un AHC en suelo chaqueño. Hay pruebas, y son pruebas que solo ellos manejan. La alta tecnología les ha permitido comprobar fehacientemente que hay nuevos y graves riesgos para la humanidad, no solamente la posibilidad de terrorismo en la triple frontera, ni los turcos, los árabes, Al Qaeda, ni el zurdaje marxista, no es solamente pretender “cuidar” el Acuífero Guaraní, no es solamente monitorear la producción de biocombustibles en tierras del pueblo chaqueño pensando en el “bienestar mundial”, no es solamente capacitar al personal del aeropuerto donde podrán aterrizar todo tipo de aviones militares. Ni siquiera, es el precio de la yerba mate.

No, los motivos parece que son otros, el peligro es mucho mayor.

El CIICH (Centro de Investigaciones de la Izquierda Chaqueña) que funciona en un lugar hasta ahora clandestino denominado “La Viela”, ha informado que se ha filtrado documentación en la que se detalla que los 119 satélites de la NASA y el Pentágono que están en órbita y que apuntan a esta zona estratégica del mundo no han dejado de enviar señales de alarma por el aumento continuo de posibles focos guerrilleros en todo el nordeste argentino.

Desde La Viela se pudieron hackear las computadoras del pentágono y la CIA con una de las netbook que distribuyó Cristina y se pudo acceder al siguiente parte militar enviado al presidente:

Mr. President
Barack Obama

Luego de un minucioso trabajo de investigación realizado durante los últimos años en la región del nordeste argentino, más precisamente en una chacra denominada Chacou, se han detectado gran cantidad de células terroristas con banderas rojas en esta región subdesarrollada; el pueblerío se reúne por miles en estos lugares simulando encuentros religiosos y deja botellas, (creemos que es para la fabricación de molotov), y se observa mucha gente con facones en la espalda. Pensábamos que tenían vinculaciones con Sendero Luminoso pero solo llevaban velas. Estamos chequeando posibles conexiones con las FARC, con Carlos Prestes de Brasil, con el PRT o con Masetti en Salta. No se observaron barbudos Mr. President.

El líder es un subversivo vestido de gaucho comunista, todo de rojo; no es el famoso Junquito, a ese lo tenemos controlado en Colonia Benitez. A éste gaucho le dicen Gil.

Surge información de que otros líderes a quienes se los creía derrotados, se han reunido con Gil en el impenetrable: un tal Isidro Velázquez y su hermano Claudio con su socio Vicente Gauna; un tal Goyita o Cayo loco; David Peralta, conocido por Mate cosido; Juan Bautista Vailoretto; los hermanos Aranda; Juan Cuello; el Perro Fernando; Juan Moreyra, Tapita Gómez; Ernesto Zelaya; el Negro Amarilla; el Gato Moro; El Rengo Miño; Pascual Pacheco, apodado El Tigre de Quequén; el Turco Amad; Santos Guayama; el Manco Andrés Bazán Frías; Olegario Álvarez; Rody Sobko el matasanos; el gaucho Lega; José Font, facón grande; el Chino Niveiro; Calandria, Cubillas, la Aida Ayala, Martina Chapanay y una agrupación nueva autodenominada “El fogón de los Arrieros”. Todos ellos con un liderazgo reconocido en diferentes regiones del país, ahora están siendo convocados por este zurdo de “Curuzú” Gil.

Felizmente no hay negros en la región… ohh, disculpe, Mr. President.

En algún lugar del impenetrable.

- Debemos resistir esta nueva invasión gringa, por algo estamos en Resistencia –se lo escuchó enojado a Felix Díaz.
- Este Anthony Wayne, ¿no será pariente del coboy aquel? – preguntó Pelayo.
- Y claro que sí.
- A Custer, al gringo melenudo, no lo vieron, ¿no?
- No, de ese se encargó el hermano Sioux, Caballo Loco.
- No, a esta nueva invasión la comanda un tal Passmore, un amigo del Coqui.

Pero la cosa no termina ahí, Mr. President, los satélites indican que se ha detectado una gran movida también de los pueblos originarios. Lo que dábamos como extinguido, el famoso “malón”. Andan rondando los caciques Paikin; Anka; Yaloshi; Paturuzú; Meguesoxochi, a quien creíamos haber fusilado en la isla Martín García; Queleetaxa Dominga aquella cacica moqoit que sobrevivió a Napalpí. Se ha detectado un creciente movimiento del pueblo Qom con líderes como Juan Chico y un tal Felix Diaz de Formosa que hace poco anduvo jodiendo por Buenos Aires. Por la zona de Puerto Tirol, los Wichis se están organizando bajo el mando del cacique Leco Zamora. Se nombra mucho a un tal cacique Pelayo. Para peor, Mr. President, se están infiltrando en las instituciones democráticas, tienen una diputada una tal Inocencia Charole, y un tal Egidio García. A este último le comprobamos que cargaba bastante yerba buena con destino a fumar la pipa de la paz entre estas naciones. A estos pueblos ya no los engañamos con espejitos, ni con caramelos como en Napalpí, ni con grasa como en Rincón Bomba.

- ¿Qué hacemos, Mr. President?
- Dígame, estos criollos, ¿tiene aviación?
- Sabemos que hay solo dos aviones, de un juez, un tal Carlitos, pero no sabemos para qué lado juega.
- ¿Tenemos soldados en la zona?
- Sí, el Soldado Chamamé pero a éste ya lo descubrieron.
- ¿Y aquellos alcahuetes nuestros, Valussi, Vicente, Donaires, Patetta, Tozzo, Massoni?
- Ya están muertos, retirados o presos; solo nos queda el Couqui con sus lugartenientes los PROCOUQUI, el Pedro Miró y el Patricio Fiorito.
- Y decime, ¿no votaron la Ley Antiterrorista allá?
- Sí, pero no alcanza, tenemos que estar nosotros.
- Tranquilou, pongamos al Chacou dentro de los programas de ayuda humanitaria, ¿qué problemas ambientales graves hay por allá?
- Y… hay muchos mosquitos Mr. President..

Caía la tarde, la camioneta salió del Aeropuerto, los mismos ocupantes regresaban a Resistencia. Al pasar por el cruce a Fontana, las miradas se fijaron en el abuelo Qom que continuaba ofreciendo sus arcos y artesanías. Esta vez no se rieron, ya conocían el parte del Pentágono. Con el ceño fruncido continuaron su camino. El abuelo y los niños sí sonrieron.

Se escuchó un murmullo.

- Yankeeeees, go hoooooome.