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NOTAS EN ESTA SECCION
La cuestión Malvinas: de Cristóbal Colón a Juan Perón, por Marcelo Gullo  |  Entrevista a Samir AminLa clave para enterner a Cuba, por Hart Dávalos
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Los condenados de la Tierra (Conclusión) por Frranz Fanon  |  Socialistas europeos: una izquierda descarriada, por Ignacio Ramonet

    

Historia argentina

La cuestión Malvinas: de Cristóbal Colón a Juan Perón

Por Marcelo Gullo*

Cristóbal Colón le dio a Castilla el mismo objetivo que, desde 1415 perseguía Portugal: llegar a las Indias, pero navegando hacia el oeste. La idea de llegar a Asía navegando hacia el Occidente no era nueva. Ya en su tiempo, Séneca, había afirmado que era posible navegar desde España hasta las Indias en unos pocos días. El resultado imprevisto del esfuerzo de España por alcanzar las Indias, se llama América. Reflexionando sobre el descubrimiento y conquista de América, Abelardo Ramos afirma que, (cuando) “…el 12 de octubre de 1492, el ligur Cristóbal Colón descubre a Europa la existencia de un Orbis Novo…no solo fue el eclipse de la tradición ptoloménica y el fin de la geografía medieval. Hubo algo más. Ese día nació América Latina y con ella se gestaría un gran pueblo nuevo, fundado en la fusión de las culturas antiguas.”

Para Jorge Abelardo Ramos, el 12 de octubre, es el día de nacimiento de América Latina y esto, es un hecho irreversible - según Ramos - independientemente de que esa fecha sea nominada “…descubrimiento de América, o Doble Descubrimiento o Encuentro de dos Mundos, o genocidio, según los gustos, y sobre todo, según los intereses, no siempre claros…”

Desde esa fecha data, también, el deseo de Inglaterra de arrebatarle a España las nuevas tierras descubiertas y colonizadas. Es durante el reinado de Felipe II de España que, la reina de Inglaterra Isabel I lanza contra la América Española una jauría de piratas y bucaneros que inician contra España una guerra de baja intensidad. Así, la América Española será atacada por Francis Drake en 1579, y por John Davis, en 1592. El objetivo estratégico ingles es claro desde un principio: arrebatarle a España pedazos de su soberanía en la América. Las numerosas islas del continente americano serán las primeras víctimas de la codicia británica. En el sur del continente americano Inglaterra fija su vista sobre las islas que controlan estratégicamente el paso entre los dos océanos –nuestras Islas Malvinas - y organiza, en 1748, una expedición con el inequívoco propósito de apoderase de ellas pero, sólo muchos años después, logrará poner sus manos sobre ellas. Importa destacar que la codicia británica fue en aumento correlativo al debilitamiento del poder español y que, en 1806 y en 1807, Inglaterra invade la ciudad de Buenos Aires con el claro propósito de adueñarse de todo el cono sur del continente americano. El pueblo en armas derrotó en las dos ocasiones al ejército profesional británico que, en la segunda invasión contaba nada menos que con 10.000 soldados. Sin embargo, derrotada militantemente, Inglaterra no se dará por vencida. Sólo cambiará de táctica para alcanzar su objetivo de apoderarse de las tierras del Plata. Para ello, producido el estallido independentista, comprará voluntades, organizará logias secretas que defiendan sus puntos de vista pero, sobre todo, tratará de convencer a los hombres que dirigen la política en el Río de la Plata, de que no deben poner ninguna barrera proteccionista que impida o dificulte la llegada de los productos industriales británicos, al puerto de Buenos Aires pues hay una división internacional del trabajo según la cual Inglaterra debe ser la fábrica del mundo y las Provincias Unidas del Río de la Plata, su granja. Imprimiendo a esa ideología de preservación de su hegemonía las apariencias de un principio científico universal de economía, logró persuadir de su procedencia a la mayoría de la elite porteña, enrolada en el Partido Unitario. Poco a poco, las Provincias Unidas del Río de la Plata, se van convirtiendo en una semi-colonia británica. Sin embargo, la irrupción política de Juan Manuel de Rosas que, en 1835, establece la Ley de aduanas, desafiando, -tal como lo hacían los Estados Unidos de Norteamérica, también por ese entonces-, los pseudo principios científicos del libre comercio, hace que el pueblo argentino recupere su soberanía económica y política. La respuesta británica a la llegada de Rosas al poder fue, primero, la ocupación de Malvinas y luego, la intervención militar directa - que llevó adelante junto con Francia. El objetivo no declarado de la intervención anglo-francesa, era la desestabilización del gobierno de Rosas, a fin de provocar su caída. Derrotada, nuevamente, por el pueblo en armas Inglaterra deberá esperar hasta 1852, para volver a imponer en el Río de la Plata la política del libre comercio. Después de Caseros, Argentina vuelve a ser una semi-colonia inglesa. Derrocado Rosas, Inglaterra comienza a pensar que toda la Patagonia podía convertirse en una colonia formal británica. Inglaterra sabe que, ni los Mitre, ni los Sarmientos opondrán demasiada resistencia. Sin embargo, con la llegada de Roca, a la presidencia, Argentina parece recobrar tímidamente su preocupación por los territorios australes. Roca reinicia, entonces, la protesta diplomática por la soberanía de nuestra Malvinas. Sin embargo, es el mismo Roca el que abandonando todo intento de industrialización de la Argentina permite que esta se convierta en la Granja de Inglaterra.

El General Roca es el presidente bisagra entre el siglo XIX y el siglo XX. Sin embargo, no supo librarse de la subordinación ideológica que Gran Bretaña ejercía sobre la inmensa mayoría de la clase política argentina. Roca venció militarmente a Mitre pero no pudo vencer ideológicamente al mitrismo que no era otra cosa que la encarnación criolla de los principios del libre cambio que Inglaterra había exportado a la periferia como doctrina de dominación. No hizo Roca de la industrialización el norte de su política económica. No se propuso –como John MacDonald se lo propuso para el Canadá en ese mismo momento histórico- hacer de la Argentina una pequeña potencia industrial. Roca no se propuso alcanzar la independencia económica -como John Macdonald se lo propuso para el Canadá – se conformó con alcanzar una prosperidad económica estructuralmente muy débil y un vertiginoso progreso económico que, atado de pies y manos, a Gran Bretaña, contenía en si mismo el germen de su propio agotamiento. Cierto es que, con Roca, llegaron al gobierno la elite política de las provincias del interior, cuyos intereses difieren del de los portuarios, es decir de la clase política porteña nacida del contrabando que, después de Mayo de 1810, se propuso hacer de las provincias, una colonia de Buenos Aires y, de Buenos Aires, una colonia de Inglaterra. Pero, cuando la elite de las provincias llegó a Buenos Aires fue cooptada por el poder porteño. Hecho que posibilitó que los hombres del interior estuviesen en el gobierno y los de buenos aires en el poder. “Lo que no pudieron las armas lo hizo la estancia” ironiza Arturo Jauretche.

En 1904 la vieja clase política porteño logró expulsar del gobierno a la estéticamente molesta, aunque ya inofensiva presencia provinciana. El 12 de octubre de ese año Julio Argentino Roca entregó el poder a Manuel Quintana. Después de Caseros la Argentina vive una seudo-democracia, es en realidad una república oligárquica cuyos representantes son meros gerentes del imperio británico. Esa realidad explica que, en 1908, cuando Inglaterra declara como dependencia colonial a nuestras Islas del Atlántico Sur y parte de nuestra Patagonia, el presidente “argentino”, Figueroa Alcorta, no efectué el más mínimo reclamo ni realice la más mínima protesta. En 1914 el presidente Roque Sáenz Peña sanciona, para evitar una nueva guerra civil, la ley que consagra el voto secreto y obligatorio. Dos años después el pueblo argentino elige libremente, por primera vez, al presidente de la República. Con Hipólito Irigoyen y el Radicalismo, el pueblo vuelve al poder del que había sido desalojado luego de la batalla de Caseros. Sin embargo, Irigoyen no logra entender que mientras la Argentina siga siendo un país pastoril seguirá siendo una semi –colonia. Sólo la irrupción en la vida política argentina de Juan Domingo Perón, identificado por sus enemigos políticos como un segundo Rosas, hace que la Argentina se proponga retomar el camino de la industrialización. El 9 de julio de 1949 en San Miguel de Tucumán, el presidente de la República el General Perón, en la histórica casa de Tucumán en cuyos salones se había jurado en 1816 la Independencia política de España, procede a realizar la declaración de la Independencia Económica de la Argentina.

“Seguimos el mandato de nuestra historia. –declara Perón- Desde Mendoza, San Martín apuró la declaración de la independencia, convocó a sus propios diputados y los mandó a Tucumán. Y nosotros, que hemos de seguir la línea inquebrantable del sentido y del sentimiento sanmantiniano, llegamos hasta Tucumán para ir a la misma casa, rememorar el mismo clima, comprometer el mismo juramento y decidirnos a morir, si es preciso, para obtener la independencia económica”. ¿Por qué es necesaria esta independencia? –se pregunta Perón, para responder luego- Porque: “Desgraciadamente, mientras luchábamos entre 1810 y 1828 por conquistar nuestra independencia política, perdíamos nuestra independencia económica, siendo colonizadazos por otras naciones que por más de cien años han sacado beneficios de esta situación”

El General Perón devela en Tucumán una verdad largamente ocultada por la historia escrita por los vencedores de Caseros: el hecho de que la Argentina pasó de la dependencia formal de España a la dependencia informal de Gran Bretaña. La dolorosa verdad, la verdad oculta, es que cambiamos de collar pero, no dejamos de ser perros. Pasamos del collar visible español, al collar invisible ingles. Tuvimos bandera, himno y ejército pero, Inglaterra nos encadenó a sus pies con el empréstito Baring Brothers y la sutil colonización cultural. Después de la independencia nos convertimos en una colonia informal del imperio británico. El 9 de julio de 1949, en Tucumán, el General Perón emprendió el camino de nuestra segunda emancipación. La independencia del imperio ingles estaba en marcha. Es, en ese marco de recuperación de la soberanía política que, por primera vez, la Argentina, lleva su reclamo por Malvinas a los Foros Internacionales. Proceso que se corona, en 1965, con La Resolución de Naciones Unidas que reconoce la situación colonial de Malvinas, y obliga a Gran Bretaña, por primera vez, a sentarse en la mesa de negociaciones.

(*) Doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador, Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario, graduado en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid, obtuvo el Diploma de Estudios Superiores (Maestría) en Relaciones Internacionales, especialización en Historia y Política Internacional, por el Institut Universitaire de Hautes Etudes Internationales, de Ginebra. Discípulo del politólogo brasileño Helio Jaguaribe y del sociólogo y teólogo uruguayo Alberto Methol Ferré, ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Argentina Brasil: La gran oportunidad (prólogo de Helio Jaguaribe y epílogo de Alberto Methol Ferré) y La insubordinación fundante: Breve historia de la construcción del poder de las naciones (prólogo de Helio Jaguaribe)., asesor en materia de Relaciones Internacionales de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Educación y la Cultura (FLATEC) y profesor de la UNLa.


Política Internacional

La revolución popular en Egipto. Entrevista

Por Samir Amin

13/02/11

Economista franco-egipcio de renombre internacional, miembro del Consejo Internacional del Fórum Mundial y presidente del Fórum Mundial de las Alternativas, Samir Amin analiza en esta entrevista –realizada por Rosa Mussaui (enviada especia de L'Humanité al Foro Social Mundial realizado en Dákar la semana pasada)— la encrucijada política y económica en que se halla ahora mismo Egipto.

En los acontecimientos que se desarrollan estos días en Túnez y en Egipto, ¿se trata de simples "revueltas populares", o significan la entrada de esos países en procesos revolucionarios?

Se trata de revueltas sociales potencialmente portadoras de la cristalización de alternativas que podrían llegar a inscribirse a largo plazo en una perspectiva socialista. Por eso el sistema capitalista, el capital de los monopolios dominantes a escala mundial, no puede tolerar el desarrollo de esos movimientos. Movilizará todos los medios de desestabilización posibles, presiones económicas y financieras, hasta la amenaza militar. Apoyará, según las circunstancias, ya falsas alternativas o fascistizantes, ya la implantación de dictaduras militares. No hay que creer una sola palabra de lo que dice Obama. Obama es Bush, con otro lenguaje. Hay en él una duplicidad permanente. De hecho, en el caso egipcio, los EEUU sostienen al régimen. Pueden terminar juzgando más útil el sacrificio de Mubarak; pero no renunciarán a salvar lo esencial: el sistema militar y policíaco. Pueden vislumbrar su salvación en una alianza con los Hermanos Musulmanes. De hecho, los dirigentes de los EEUU tienen en mente el modelo paquistaní, que no es un modelo democrático, sino una combinación entre un poder diz-que-islámico y una dictadura militar. Con todo, en el caso de Egipto, una buena parte de las fuerzas populares movilizadas son perfectamente conscientes de todo eso. El pueblo egipcio está muy politizado. La historia de Egipto es la de un país que trata de emerger desde comienzo del siglo XIX, que ha sido derrotado por sus propias insuficiencias, pero, sobre todo, por las agresiones exteriores repetidamente sufridas.

Estos alzamientos, ¿son sobre todo cosa de jóvenes precarizados, de licenciados en paro? ¿Cómo lo explica usted?
El Egipto de Nasser disponía de un sistema económico y social ciertamente criticable, pero coherente. Nasser apostó por la industrialización para salir de la especialización internacional colonial, que confinaba al país en la tarea de exportar algodón. Ese sistema logró asegurar una buena distribución de los ingresos a favor de las clases medias, pero sin pauperizar a las calases populares. Esta página de la historia egipcia pasó como consecuencia de las agresiones militares de 1956 y 1967, que movilizaron a Israel. Sadat y más aún Mubarak han trabajado para el desmantelamiento del sistema productivo egipcio, substituyéndolo por un sistema de todo punto incoherente, fundado exclusivamente en la búsqueda de rentabilidad. Las tasas de crecimiento egipcias, supuestamente altas e invariablemente celebradas desde hace 30 años por el Banco Mundial, carecen totalmente de significado. Es polvo en los ojos. El crecimiento egipcio es muy vulnerable, dependiente del mercado exterior y del flujo de capitales petroleros procedentes de los países rentistas del Golfo. Con la crisis del sistema mundial, esa vulnerabilidad se ha manifestado con un brutal estancamiento. Aquel crecimiento vino acompañado de un increíble incremento de las desigualdades y de un desempleo espantoso que castiga a la mayoría de los jóvenes. Una situación verdaderamente explosiva, que ha terminado por estallar. Lo que a partir de ahora, y más allá de las iniciales reivindicaciones de finalización del régimen e instauración de las libertades públicas, va a significar una batalla política.

¿Por qué los Hermanos Musulmanes buscan ahora presentarse como "moderados"?
Porque ese el juego que se les pide ahora. Los Hermanos Musulmanes nunca han sido moderados. No se trata de un movimiento religioso, sino de un movimiento político que se sirve de la religión. Desde su fundación, en 1920, por los británicos y por la monarquía, ese movimiento ha desempeñado un papel activo de agente anticomunista, antiprogresista, antidemocrático. Es la razón de ser de los Hermanos Musulmanes, y la reivindican. Declaran abiertamente: si ganan unas elecciones, serán las últimas, porque el régimen electoral sería un régimen occidental importado, contrario a la naturaleza islámica. En ese aspecto, no han cambiado nada. En realidad, el Islam político ha sido siempre sostenido por los EEUU. Durante la guerra contra la Unión Soviética, los EEUU presentaban a los talibanes afganos como a héroes de la libertad. Cuando los talibanes cerraron las escuelas para chicas que habían creado los comunistas afganos, ¡no faltaron en los EEUU movimientos feministas que explicaban que había que respetar las "tradiciones" de ese país! Eso revela un doble juego: por un lado, el apoyo; por el otro, la instrumentalización de los excesos característicos de los fundamentalistas para alimentar el rechazo de los inmigrados y justificar las agresiones militares. Conformado a esa estrategia, el régimen de Mubarak jamás luchó contra el Islam político. Al contrario: lo que hizo fue integrarlo a su sistema político.

¿Podría decirse que Mubarak ha subcontratado la sociedad egipcia a los Hermanos Musulmanes?
¡Absolutamente! Les ha confiado tres instituciones fundamentales: la justicia, la educación y la televisión. Pero el régimen militar quiere conservar para sí mismo la dirección, reivindicada asimismo por los Hermanos Musulmanes. Los EEUU utilizan ese conflicto menor en el seno de la alianza entre militares e islamistas para asegurarse la docilidad de unos y otros. Lo esencial es que todos aceptan el capitalismo tal cual es. Los Hermanos Musulmanes jamás han pensado seriamente en cambiar las cosas. Por lo demás, durante las grandes huelgas obreras de 2007-2008, sus parlamentarios votaron con el gobierno contra los huelguistas. Frente a las luchas de los campesinos expulsados de sus tierras por los grandes propietarios rentistas, los Hermanos Musulmanes toman partido contra el movimiento campesino. Para ellos, la propiedad privada, la libre empresa y el beneficio son cosas sagradas.

¿Y qué perspectivas tienen para el conjunto del Oriente Medio?
Unas perspectivas harto dóciles. Los Hermanos Musulmanes, como los militares, aceptan la hegemonía de los EEUU en la región y la paz con Israel en los términos actuales. Unos y otros hacen gala de esta complacencia que permite a Israel proseguir la colonización de lo que resta de Palestina.

Traducción para www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3934


Pensamiento latinoamericano

La clave para entender a Cuba

Por Armando Hart Dávalos

Fecha: 2011-02-08
Fuente: CUBARTE

Hace falta un programa matriz de todos los programas, y es el de la alfabetización ética que supone la preservación del patrimonio espiritual más importante de la civilización, es decir, el hombre. Se exige una síntesis de la historia cultural del universo para salvar del egoísmo a los hombres, a las naciones y a la civilización.

El discurso de la tolerancia se contradice con las imposiciones dogmáticas de recetas de viejo cuño a naciones y comunidades enteras. La consolidación de los procesos democráticos tiene que ser una aspiración que no desconozca las peculiaridades históricas y culturales de cada sociedad, respete la autodeterminación de los pueblos, acate la decisión soberana de los Estados y haga suyo el principio de no intervención en territorios ajenos. Hablar de democracia en este siglo XXI implica también referirnos a la necesaria democratización de las relaciones internacionales.

No tenemos vocación apocalíptica. La tradición espiritual cubana, en especial la de los últimos decenios, me ha confirmado que los valores morales, la voluntad transformadora y el cultivo de la inteligencia, cuando están unidos a sentimientos solidarios, tienen fuerza como para salvar a una nación.

La clave para entender a Cuba está en su cultura nacional. Ella expresa lo mejor y más depurado de la modernidad en tanto plantea de forma integral las coordenadas esenciales que quedaron fracturadas en el curso histórico: educación, cultura y sociedad y, a su vez, una profunda vocación de universalidad y una aspiración irrenunciable a un desarrollo económico basado en la justicia y en la igualdad. Ahí está la esencia del valor universal de la cultura cubana que desde sus gérmenes activos ya a principios del siglo XIX tomó un camino decidido en favor de la liberación humana y un patriotismo de proyección universal, el que alcanzó su más alta escala en José Martí. En él, ética, filosofía y arte como una joya de nuestra historia cultural, muestran el sello de la identidad nacional. Esta síntesis apunta en dirección a los mejores modos de pensar y sentir si se traducen en formas prácticas del quehacer político.

Por esos valores es hoy un país latinoamericano y caribeño independiente y se mantiene viva la Revolución cubana, resistiendo el más inhumano bloqueo económico ejercido por una superpotencia contra un territorio pequeño y subdesarrollado. La patria de José Martí postula su confianza en la utilidad de la virtud, en la vida futura, en el mejoramiento humano y en que con esfuerzos solidarios pueda reinar la fórmula del amor triunfante que proclamó el héroe de nuestra América.

Rotos los esquemas ideologizantes, se abren para los hombres y mujeres de pensamiento y nobles sentimientos, las posibilidades de investigar y crear sin que paradigmas ajenos impongan patrones obligatorios de conducta.

Los que han tomado otros senderos e intentado dictar a la conciencia humana, en nombre de tal o cual principio, una determinada forma de proceder, sólo han conseguido la censura de la historia y el desprestigio de las ideas más justas a partir de las cuales intentaron y lograron establecer su propia voluntad y hasta sus caprichos.

Para descifrar el camino del futuro hace falta una síntesis universal como la que ningún país aislado, ni siquiera un continente por sí solo puede lograr.

Si es cierto que el hombre primero necesita comer, vestirse, tener un techo, y luego hacer filosofía, religión, arte, también lo es que la humanidad no tendría existencia real y objetiva sin producir arte, filosofía y, en fin, vida espiritual. Porque hay una antigua verdad que se precisa destacar con todo rigor en el pensamiento científico y filosófico de finales de siglo: no sólo de pan vive el hombre.
En el orden filosófico y en el político, exaltemos estas dos verdades que nos muestra el sentido común.

Si no se promueven la solidaridad y la ternura como líneas sustantivas del crecimiento económico-social, no habrá esperanza de que dejemos una huella duradera sobre la tierra. Sería muy triste que seres más cercanos a lo que muchos llaman Dios, es decir, con más inteligencia y amor que nosotros, arriben aquí en los siglos o milenios venideros y encuentren en un inmenso cementerio los vestigios de un pasado lejano, de cuando en el planeta Tierra existían hombres, flores y poesía...

Fuente: http://www.cubarte.cult.cu/periodico/letra-con-filo/17067/17067.html


Política y economía europea

La muerte de la Europa social

Por Michael Hudson • Jeffrey Sommers

06/02/11

"Hay una alternativa, ni que decir tiene. Y es que los acreedores en la cúspide de la pirámide económica carguen con pérdidas. Eso restauraría los intensificados coeficientes Gini de desigualdad de ingresos y riquezas a los niveles, harto más bajos, de hace una o dos décadas. No hacerlo, significaría quedar atrapados en un nuevo tipo de tributo de clase extractor internacional, muy parecido al que impusieron los invasores vikingos de Europa hace mil años al apoderarse de las tierras e imponer un tributo. Hoy, lo que hacen es imponer cargas financieras a modo de neoservidumbre postmoderna que amenaza con devolver a Europa a su estado premoderno."
Letonia y los "Tigres Bálticos", ¿modelo para Irlanda, España y Portugal?
"¡Sed como Letonia!", urgen los banqueros y la prensa financiera a los gobiernos de Grecia, de Irlanda y ahora, también, de Portugal y España. "¿Por qué no ser como Letonia y sacrificar vuestra economía para pagar las deudas que contrajisteis durante la burbuja financiera?" La respuesta es que no pueden hacerlo, sin sufrir un colapso económico, demográfico y político que empeorará todavía más las cosas.
Hace sólo un año se reconocía que varias décadas de neoliberalismo habían destruido la economía estadounidense y la de muchos países europeos. Años de desregulación, de especulación y de falta de inversión en la economía real los han dejado con una desigualdad creciente y con una magra demanda de consumo, salvo la financiada incurriendo en deuda. Pero la prensa financiera y los decisores políticos neoliberales contraatacaron sirviéndose de los "Tigres Bálticos" como ariete paradigmático contra las políticas keynesianas de gasto y contra el modelo de la Europa social soñado por Jacques Delors.
Los analistas vieron en los resultados de las elecciones letonas del pasado octubre una vindicación de la eficacia de la austeridad para resolver la crisis económica. El mantra habitual –recitado nuevamente hace poco por The Economist— es que el honrado y taciturno primer ministro letón, Valdis Dombrovskis, ganó la reelección en octubre pasado, a pesar de haber impuesto las políticas fiscales y de austeridad más duras jamás adoptadas en tiempos de paz, porque un electorado "maduro" se habría percatado de su perentoria necesidad y desafió a la "sabiduría recibida" votando a un gobierno de austeridad.
El Wall Street Journal ha publicado no pocos artículos a favor de este punto de vista. En el último de ellos, Charles Doxbury abogaba por una estrategia letona de devaluación interna y austeridad como modelo a seguir por las naciones europeas en crisis. La idea más comúnmente argüida es que la caída libre de Letonia (la mayor entre todas las naciones desde la crisis de 2008) ha tocado finalmente fondo y que la recuperación, aun si muy frágil y harto modesta, está en camino.
Esa idea atrae a los banqueros que buscan evitar quiebras en la deuda privada y pública, en la esperanza de que la austeridad pueda llevar a la recuperación económica. Pero el modelo letón no es imitable. Letonia carece de un movimiento obrero con voz, y apenas cuenta con una modesta tradición de activismo que no se base en la etnicidad. Al contrario de lo que suele figurar en la prensa, sus políticas de austeridad distan mucho de ser populares. Las elecciones giraron en torno de asuntos étnicos, no fueron un referéndum sobre la política económica. Los étnicamente letones (la mayoría) votaron por partidos étnicamente letones (la gran mayoría, neoliberales), mientras que la considerable minoría rusófona (30 por ciento) votó con análoga disciplina por su partido (vagamente keynesiano).
Veinte años después de la independencia, las consecuencias de la emigración rusa a Letonia bajo la ocupación soviética siguen configurando las pautas del sufragio. A menos que otras economías puedan utilizar divisiones étnicas similares como cobertura de distracción, los dirigentes políticos que se propongan políticas de austeridad de tipo letón están condenados al naufragio electoral.
Aunque la crisis económica fue lo suficientemente profunda como para sacar a la calle a una población despolitizada en el invierno de 2009, el grueso de los letones no tardaron en hallar el camino de menor resistencia en la pura y simple emigración. La austeridad neoliberal ha generado pérdidas demográficas mayores que las deportaciones de Stalin en los años 40 (esta vez, empero, sin pérdida de vidas). A medida que los recortes en educación, asistencia sanitaria y otras infraestructuras sociales básicas amenazan cada vez más con socavar el desarrollo a largo plazo, los jóvenes prefieren la emigración al sufrimiento en una economía sin puestos de trabajo. Más del 12% de la población total (y un porcentaje mucho mayor de su fuerza de trabajo) trabaja ahora en el extranjero. Por lo demás, los niños (los pocos que hay, habida cuenta del desplome de las tasas de matrimonio y nacimiento) han quedado atrás, en situación de orfandad; lo que ha llevado a los demógrafos a preguntarse por las posibilidades de supervivencia de este pequeño país. De modo, pues, que, a menos que otras economías europeas devastadas por la deuda y con poblaciones muy superiores a los 2,4 millones de habitantes de Letonia puedan encontrar mercados de trabajo que acepten a sus trabajadores desocupados como consecuencia de la austeridad financiera; a menos que eso ocurra, esta opción será inviable.
El crecimiento de un 3,3% previsto para Letonia en 2011 se menciona como prueba adicional del éxito de un modelo de austeridad que habría estabilizado tanto su crisis de mala deuda como su crónico déficit comercial financiado con préstamos hipotecarios en moneda extranjera. Dado que el PIB cayó un 25% durante la crisis, con tamaña tasa de crecimiento se tardaría una década entera sólo para recuperar las dimensiones de la economía letona de 2007. ¿Cómo habría este "rebote del gato muerto" [1] resultar suficientemente atractivo e inducir a otros Estados de la UE a lanzarse por el despeñadero fiscal?
La economía comparada, de todo punto política A despecho de sus desastrosos resultados económicos y sociales, lo cierto es que el trauma neoliberal letón es idealizado por la prensa financiera y los políticos neoliberales, a fin de imponer austeridad en sus propias economías. Antes de la crisis global de 2008, los "Tigres Bálticos" eran celebrados como la vanguardia de las economías de libre mercado de la Nueva Europa. Los críticos de ese "milagro" económico –fundado en préstamos en moneda extranjera para financiar la especulación con propiedades y la adquisición de bienes públicos en proceso de privatización— fueron ninguneados y despreciados como obstinados negadores. Y ahora, sin perder comba, los comentaristas de turno se avilantan a presentarnos la opción letona por la austeridad como una política ejemplar para otras naciones.
La opción letona sirve a distintos señores. Permite a la prensa financiera seguir disparatando con la autocorrección de los mercados y con la idea de que la austeridad trae consigo prosperidad. El Banco central letón (respecto de cuya estridencia neoliberal, dicho sea de pasada, hasta el FMI ha expresado preocupación) desea una vuelta torera de honor que le absuelva de la puesta por obra de unas políticas que imponen sufrimiento masivo al pueblo letón. Y Washington y los neoliberales de la Unión Europea desean que otros países hagan suya la versión letona de la "Puerta Abierta" de China, cohonestada con un sistema dickensiano de protección social. La apertura a la penetración económica es el criterio de medida, y los bálticos la exhiben grado superlativo; ergo, son "exitosos", con independencia de lo bien o mal que su economía subvenga a las necesidades de su pueblo.
Dada la proximidad entre Letonia y Bielorrusia, es iluminador comparar el modo en que los neoliberales han evaluado sus economías. Letonia sufrió el peor colapso económico europeo en 2008 y 2009, con un continuado desempleo de dos dígitos. Su economía no experimentará crecimiento hasta el presente año (2011), y es lo más probable que el modesto crecimiento experimentado siga acompañado por una tasa de desempleo de dos dígitos. Una fracción enorme de su población ha evacuado el país, dejando atrás niños al cuidado de parientes, si no valiéndose por sí solos. La vecina Bielorrusia, que cuenta con pocas de las ventajas geográficas letonas (puertos y costas), tiene un PIB no mucho más bajo que el de Letonia. Bielorrusia experimentó un auge con tasas de crecimiento de doble dígito antes de la crisis, y mantuvo a su economía en el pleno empleo durante la crisis, muy lejos del colapso del 25% que desbarató a Letonia. Bielorrusia tiene también un coeficiente de Gini (índice de desigualdad) aproximadamente a la par con Suecia, mientras que Letonia se acerca más a los crecientes niveles de desigualdad que ahora caracterizan a los EEUU.
Y sin embargo, Letonia es declarada un éxito, y Bielorrusia, un fracaso. El World Factbook de la CIA recuerda a sus lectores que el buen rendimiento económico bielorruso ocurrió "a pesar de los escollos de una inflexible economía centralmente dirigida". Tal es la caracterización corriente de Bielorrusia. Pero lo que habría que preguntarse es si lo que su éxito refleja no son precisamente las virtudes de su planificación central. Letonia ha generado mayor libertad política para sus disidentes, pero Bielorrusia tiene menos desigualdad económica y menor deuda exterior.
Todas las economías que han existido en la historia han sido economías mixtas. No estamos defendiendo a la prensa del Camarada Lukachenho, ni menos su política represiva en Bielorrusia. Simplemente, no nos vamos al extremo opuesto de aplaudir el modelo neoliberal letón. Se puede criticar el sistema político bielorruso, sin tragarse la oligarquía electoral en que consiste la vida política letona. Pero, ganen o pierdan en materia de resultados económicos, el caso es que la prensa y los académicos occidentales proclaman ganadores a Letonia a y los hambreados Tigres Bálticos, mientas que Bielorrusia, sean los que quiera sus rendimientos económicos, sean los que fueren su méritos, es declarada perdedora. No se verá una sola mirada de comparación objetiva entre las economías de los dos países; nadie se molesta en examinar sobriamente dónde tienen éxito y dónde fracasan (también por sectores) con la vista puesta en las lecciones de todo ello derivables. Las comparaciones económicas son de todo punto políticas.
No estamos culpando a la nación letona por los crueles experimentos políticos neoliberales a que está siendo sometida; lo que está en cuestión es la comunidad global de decisores políticos, de intelectuales y de parte de las propias elites letonas: su persistencia en proseguir esa política fracasada y aun recomendarla a otros países como vía al crecimiento económico (cuando de lo que se trata es de un suicidio económico y demográfico). El pueblo letón sufrió las consecuencias devastadores de las dos guerras mundiales y de dos ocupaciones, lo que el neoliberalismo ha venido a coronar con la desmantelación de su industria y el hundimiento cada vez más profundo en la deuda –¡en moneda extrajera!— desde el logro de su independencia en 1991. El neoliberalismo ha generado una pobreza tan honda, que ha causado un éxodo de proporciones bíblicas al extranjero. Llamar a eso un paso económico hacia delante y una victoria de la razón económica no puede menos de recordarle a uno la caracterización que de las victorias militares imperiales romanas puso Tácito en boca del cabecilla celta Calgacus antes de la batalla de Monte Graupius: "Desertizan, y lo llaman paz". A lo largo de los varios años que ambos llevamos visitando Letonia hemos sido testigos de un pueblo industrioso y talentoso, rebosante de gentes integérrimas aun inmersas en un medio corrupto. Lo que nos proponemos aquí es explicar por qué el fracasado "modelo letón", lejos de entenderse como una política a imponer quieras que no a Irlanda, Grecia y otros países europeos deudores, debería verse como un aviso de lo que otros países han de evitar a toda costa. Los dos hemos trabajado en la misma Letonia con el propósito de estimular allí un cambio de política. Lo que, después de todo, anda ahora en juego es el futuro de la democracia social europea y la continuación de la paz en una región devastada por guerras durante un milenio antes de 1950.
La Unión Europea nunca desarrolló mecanismos sostenibles de transferencia de capital desde sus economías más ricas hacia los países más pobres, especialmente en la periferia El problema es que las dificultades económicas europeas arraigan no solamente en la prodigalidad, como comúnmente sostienen la prensa económica y muchos políticos; la deuda es una consecuencia de faltas estructurales financieras, económicas y fiscales en el diseño de la Europa postsoviética. En substancia: la Unión Europea nunca desarrolló mecanismos sostenibles de transferencia de capital desde sus economías más ricas hacia los países más pobres, especialmente en la periferia.
El orden de Bretton Woods tras la II Guerra Mundial fue parte de un sistema más hacedero de préstamos de reconstrucción y transferencias de capital entre una Europa rota por la guerra y los EEUU. La ayuda del Plan Marshall, acompañada de controles de capital e inversión pública para estimular el desarrollo económico y la independencia monetaria, permitió a las economías nacionales de la Europa occidental comprar importaciones procedentes de los EEUU y, al mismo tiempo, construir su propia capacidad exportadora y aumentar sus niveles de vida. No es que el sistema careciera de tachas, pero el deseo de evitar el anterior ciclo hemisecular de depresión económica y guerra (así como las crecientes preocupaciones dimanantes de la Guerra Fría) llevó a las economías de la Europa occidental a desarrollarse y sentar las bases de una ulterior integración continental.
El período post-Guerra fría luego de 1991 refleja pautas similares de subdesarrollo en la relación entre la Europa occidental rica y sus socios más pobres del Este y el Sur europeo. En vivo contraste con lo hecho tras la II Guerra Mundial, no se forjaron estructuras institucionales que confirieran a estas últimas economías capacidad de autosostenimiento. Al contrario: lo que consiguió el endeudamiento en moneda extranjera –señaladamente, en préstamos hipotecarios para la vivienda—, sin poner por obra los medios para su devolución, fue el resultado exactamente opuesto. Hoy, los Estados más ricos de la UE son economías manufactureras de alto valor añadido. La ampliación de la UE hace veinte años quedó marcada por unas exportaciones y unos créditos bancarios crecientes desde esas naciones ricas hacia las que han llegado a ser las economías en crisis de nuestros días; quedó marcada, por lo mismo, por unos crecientes niveles de deuda en el contexto de ventas y liquidaciones privatizadoras sin impuestos progresivos al ingreso y con unos reducidos impuestos a la propiedad de bienes raíces (un factor, este último, de la mayor importancia para entender las burbujas inmobiliarias). Durante esta pasada década, los países bálticos y de la Europa del este han financiado el grueso de su déficit comercial con préstamos procedentes de bancos suecos, austríacos y de otros países contra el colateral de bienes raíces e infraestructuras, que se compraban y recompraban con una deuda apalancada creciente. Eso no permitió sentar las bases y poner los medios para la devolución de esas deudas, salvo con una burbuja inmobiliaria continuamente hinchada que permitiera sostener los empréstitos en moneda extranjera con un volumen bastante a cubrir los crónicos déficits comerciales y las no menos crónicas fugas de capitales. Lo que han hecho ahora los Estados bálticos es equilibrar su balanza por cuenta corriente, no produciendo más bienes y servicios, sino empobreciendo a su población. Sus planificadores neoliberales han destruido el consumo, no para crear capital para invertir, sino para pagar deudas a banqueros extranjeros. Así es como se están ajustando a la interrupción de los flujos de capital entrante procedentes de los bancos extranjeros, ahora que el préstamo generado por la burbuja inmobiliaria se ha secado. (Recuérdese, dicho sea de paso, que este préstamo exterior generado por la burbuja inmobiliaria interior fue en su momento calurosamente aplaudido por convertir a sus mercados inmobiliarios en "Tigres Bálticos" cabalgables por unos bancos que se enriquecieron con el proceso.) Los banqueros y la prensa financiera pintan este programa de austeridad diseñado para poder pagar a los bancos como un camino hacia adelante. Lo que dista por mucho de la realidad. Porque la cruda realidad es que tal programa hunde a esos países en una marea de títulos de deuda poseídos por unos acreedores que nunca se preocuparon demasiado por la forma en que las economías bálticas podrían pagar. Y pagar, sólo pueden hacerlo encogiendo la economía, emigrando y exprimiendo aún más implacablemente a los trabajadores. La carga fiscal gravita mucho más pesadamente sobre el empleo que en Europa occidental de hace sesenta años, en el período de su reconstrucción. Los negocios con información interna privilegiada y el fraude financiero se han extendido por doquiera. Para colmo, la deuda denominada en euros para los miembros asociados se aseguraba ingresos en sus propias monedas locales. Y lo peor de todo: los bancos simplemente prestaban contra bienes raíces e infraestructuras ya existentes, en vez de financiar el incremento de la producción y la formación de capital tangible. A diferencia de las subvenciones de gobierno a gobierno del Plan Marshall, la política del Banco Central Europeo de centrarse en el préstamo bancario comercial lo único que produjo es una burbuja inmobiliaria. El préstamo bancario hinchó sus burbujas inmobiliarias y financió una transferencia de propiedad inmobiliaria, pero no la formación de mucho capital tangible nuevo que facilitara a las economías deudoras el pago de sus importaciones. Al contrario: sus deudas crecieron sin que se incrementara su capacidad de ingresos por el comercio exterior. Resultó, así pues, inevitable que todo el castillo de naipes terminara por desplomarse.
Al instituir las relaciones económicas de la UE, la teoría del libre mercado asumió que la inversión directa y el préstamo bancario proporcionarían el capital necesario para ayudar a las regiones económicas más pobres a acortar distancias. Ese supuesto se reveló infundado. Los bancos prestaban contra bienes raíces y otros activos ya existentes, hinchando sus precios a crédito. Lo que es ahora preciso enjugar es el gasto de deuda y otras secuelas relacionadas de esta filosofía económica de mente estrecha.
Todo eso sirvió a los grandes exportadores de la UE, pero no desarrolló una estabilidad de alcance europeo fundada en un crecimiento económico de mayor envergadura. Sin la amenaza acechante de la guerra o la intimidación política de Rusia, las naciones más ricas de Europa pusieron proa a una liberalización comercial y a unas privatizaciones que aceleraron la desindustrialización en el antiguo bloque soviético. A los miembros de la Europa meridional se les hizo entrar en la eurozona, con su moneda fuerte y sus estrictas limitaciones en el gasto público, lo que impidió que esos países pudieran desarrollar sus manufacturas al modo como en su día habían hecho la Europa occidental y los Estados Unidos. Ese estado de cosas no podía durar mucho, porque el Este europeo fue reconstruido de manera tal, que se hizo dependiente de la importación y quedó financieramente subordinado al Oeste: más, pues, como una región colonial que como socio de pleno derecho. Y como ocurre con las regiones coloniales, el Oeste se convirtió en el destino de las fugas de capitales, a medida que se vendía propiedad inmobiliaria a crédito y los ganancias salían de las cleptocracias y las oligarquías esteeuropeas y sudeuropeas. La moneda extranjera con que devolver los préstamos bancarios que estaban hinchando los precios de los bienes raíces se obtenía tomando todavía más a préstamo a fin de hinchar todavía más los precios de la propiedad inmobiliaria: la definición clásica de un esquema Ponzi. En este caso, los bancos europeos jugaron el papel de nuevos entrantes en este esquema piramidal, organizando las economíaas postsoviéticas como una vasta cadena de letras que suministraban el dinero para mantener el flujo de la espiral alcista. El problema fue que el crédito sólo se concedía para alimentar los bienes raíces y para financiar la exportación de bienes de una Europa occidental dependiente de la exportación (con su Política Agrícola Común de excedentes de cosechas) a un Este desindustrializado y agrícolamente no modernizado. La expansiva deuda piramidal tenía que colapsar, porque no se pusieron los medios para devolverla. Hubo una vaga esperanza de que los niveles de desarrollo económico terminaran igualándose en toda la UE, como si el préstamo bancario y las compras y tomas de control empresarial extranjeras pudieran llevar a una mayor homogeneidad, y no a una mayor polarización financiera. El problema fue que la Unión Europea veía a sus nuevos miembros como mercados para los bancos y los exportadores existentes (lo que incluía también el verlos como base de dumping y precios predatorios para sus excedentes agrícolas), no como nuevos miembros precisados de ayuda para hacerse económicamente autosostenibles, ni tampoco como países en los que pudieran levantarse sistemas financieros nacionales viables por sí propios.
La gran cuestión: o hundir a la propia economía para pagar la deuda a unos bancos que fueron irresponsables o cargar a la banca con pérdidas y salvar la prosperidad y una mínima igualdad social Dadas las restricciones que el euro pone a sus países miembros, se comprende que las naciones y los bancos acreedores de la UE quieran resolver esta crisis con una "devaluación interna": salarios más bajos, menos gasto público y recortes en los niveles de vida, es decir, medidas que posibiliten la devolución de la deuda. Es la vieja doctrina del FMI que fracasó estrepitosamente en el Tercer Mundo. Diríase que esta doctrina en pleno proceso de resurrección en Europa. La política de la UE parece consistir en que los ingresos de los asalariados y los ahorros de los jubilados rescaten a los bancos de su herencia de malas hipotecas y otros préstamos que no pueden ser devueltos (salvo yendo de cabeza a la miseria). ¿Entienden Grecia e Irlanda, y ahora tal vez también Portugal y España, el modelo que se les está exigiendo emular? ¿Qué dosis de "medicina letona" pueden llegar a tragar estos países? Si sus economías se encogen y se hunde el empleo, ¿a dónde emigrará su fuerza de trabajo? Sin inversión pública, ¿cómo llegarán a ser competitivos? La vía tradicional para las economías mixtas es el suministro público de infraestructura a precios de coste o a precios subsidiados. Pero si los gobiernos, como se dice, "se labran su camino de salida de la deuda" vendiendo sus infraestructuras públicas a compradores privados que las compran a crédito (¡con cargas de intereses fiscalmente desgravables!) que lo que hacen es plagar la economía de peajes extractores de renta, esas economías seguirán quedando más y más rezagadas y serán aún más incapaces de honrar sus deudas. Y el atraso en los pagos se resolverá en una curva de crecimiento exponencial del interés compuesto.
Las naciones y los bancos acreedores de la UE están buscando resolver la crisis por una vía que no les cueste mucho dinero. Lo mejor, dicen, dada la imposibilidad en que se hallan las economías en crisis de depreciar su moneda, es la "devaluación interna" la (austeridad salarial), conforme al modelo letón. Los bancos y los tenedores de bonos cobrarán a partir de los préstamos de rescate del FMI y de la UE.
El problema es la austeridad impuesta con los existentes niveles de deuda. Si los salarios (y por lo tanto, los precios) declinan, la carga de la deuda (ya suficientemente elevada en términos históricos comparativos) se hará más pesada. Es lo que sufrieron los EEUU a fines del siglo XIX, cuando el nivel de precios fue inducido a la baja para "restaurar" el oro a su precio anterior a la Guerra Civil (y anterior, pues, al billete verde). El candidato presidencial William Jennings Bryan se desgañitaba crucificando al trabajo en la cruz del oro en 1896. Es el mismo problema que había experimentado antes Inglaterra, luego del Tratado de Gante que puso fin a las Guerras Napoleónicas en 1815. Aparte de la miseria y de las tragedias humanas que se multiplicarán como consecuencia de ella, la austeridad fiscal y salarial es económicamente autodestructiva. Creará una espiral bajista de la demanda que llevará al conjunto de la UE a la recesión. El problema básico es si es deseable para las economías sacrificar su crecimiento e imponer la depresión –y niveles de vida más bajos— para beneficio de los acreedores. Raramente en la historia ha sido ese el caso, salvo en contextos de acrecida guerra de clases. Así pues, ¿qué harán los letones, los griegos, los irlandeses, los españoles y otros europeos cuando su trabajo sea crucificado por la "devaluación interna" perdiendo poder adquisitivo para pagar a los acreedores extranjeros?
Lo que se precisa es un botón de reinicialización de la filosofía económica y fiscal de la UE. De cómo lidie Europa con esta crisis dependerá si su historia sigue el curso pacífico de mutuo beneficio y prosperidad económica tan preciado en los manuales de ciencia económica o la espiral bajista de la austeridad que tan impopulares ha hecho a los planificadores del FMI en las economías deudoras. ¿Es esa la senda en la que quiere embarcarse Europa? ¿Ese es el destino que aguarda al proyecto de una Europa social de Jacques Delors? ¿Es eso lo que esperaban los ciudadanos de Europa cuando adoptaron el euro?
Hay una alternativa, ni que decir tiene. Y es que los acreedores en la cúspide de la pirámide económica carguen con pérdidas. Eso restauraría los intensificados coeficientes Gini de desigualdad de ingresos y riquezas a los niveles, harto más bajos, de hace una o dos décadas. No hacerlo, significaría quedar atrapados en un nuevo tipo de tributo de clase extractor internacional, muy parecido al que impusieron los invasores vikingos de Europa hace mil años al apoderarse de las tierras e imponer un tributo. Hoy, lo que hacen es imponer cargas financieras a modo de neoservidumbre postmoderna que amenaza con devolver a Europa a su estado premoderno.

NOTA T.: [1] "Dead cat bounce", o "rebote del gato muerto", es una expresión derivada del dicho inglés común: Even a dead cat will bounce if it is dropped from high enough! ("Hasta un gato muerto rebota, si se lo arroja desde la altura suficiente)", y ha pasado a engrosar la jerga metafórica del mundo financiero anglosajón actual: apunta a un rebote más o menos sostenido de un valor o de un título, tras un fuerte y duradero desplome; pero el valor en cuestión, como el gato, sigue muerto, y yacer inerte en el suelo es su destino. Michael Hudson trabajó como economista en Wall Street y actualmente es Distinguished Professor en la University of Misoury, Kansas City, y presidente del Institute for the Study of Long-Term Economic Trends (ISLET). Su dedicación a los problemas de las economías postsoviéticas, y especialmente la letona, le ha llevado a ser comisionado recientemente, por parte de la coalición de izquierda letona Centro de la Armonía, como economista jefe de la Reform Task Force Latvia, un think tank encargado de elaborar una política económica alternativa para ese país báltico. Es autor de varios libros, entre los que destacan: Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire (nueva ed., Pluto Press, 2003) y Trade, Development and Foreign Debt: How Trade and Development Concentrate Economic Power in the Hands of Dominant Nations (ISLET, 2009). Jeffrey Sommers es codirector del Baltic Research Group en el ISLET y profesor visitante en la Stockhol School of Economics de Riga.

Traducción para www.sinpermiso.info: Mínima Estrella
Fuente: http://www.sinpermiso.info/


Historia (biografías)

Buenaventura Durruti Dumange (León 1896 - Madrid 1936)

Por Sebastián Maydana

Buenaventura Durruti fue un luchador anarquista español. Nacido el 14 de julio de 1896, en León, España. Hijo de obreros, su padre fue curtidor y estuvo ligado a la lucha del proletariado español. En 1903, fue arrestado durante una huelga a favor de la reducción de la jornada laboral a diez horas. Al salir de la cárcel, se empleó como obrero ferroviario. Sus abuelos corrieron suerte parecida. Todo esto, sumado a la miseria que vivió desde pequeño, determinó su vida como revolucionario. En una carta a su hermana Rosa, Buenaventura escribía: "Desde mi más tierna edad, lo primero que vi a mi alrededor fue el sufrimiento no sólo de nuestra familia sino también de nuestros vecinos. Por intuición, yo ya era un rebelde. Creo que entonces se decidió mi destino".
Desde muy joven, se interesó por la literatura anarquista. A los doce años dejó de asistir a catecismo y se negó a cumplir con cualquier tradición católica, en una época en que la religión estaba muy arraigada en todo el pueblo español. Se afilió a la misma central que su padre, la Unión General de Trabajadores (UGT), pero tras la huelga general de agosto de 1917, fue expulsado de la UGT y se vio obligado a exiliarse en Francia. Volvió a España en enero de 1919 y se afilió a la Central anarquista, la Confederación General del Trabajo (CNT) en Asturias. En marzo de ese año cayó preso por primera vez, en medio de la lucha contra la patronal minera de Asturias. Logró escapar y junto con otros camaradas planeó el asesinato del rey Alfonso XIII, pero el plan fue descubierto y ellos lograron escapar. En 1920, con 24 años, ya era un activo militante de la CNT y un ávido lector de las ideas anarquistas. Ese año llegó a San Sebastián, donde conoció al compañero Manuel Buenacasa. Así describe a Durruti Buenacasa: “Un día se presentó en el sindicato un muchacho alto, fuerte, de ojos alegres, que nos saludó con la simpatía del que saluda a quien conoce de toda la vida. Nos dijo, sin preámbulos y enseñándonos el carnet de la CNT, que acababa de llegar a la capital y que precisaba trabajar. Como en casos similares, nos ocupamos de él, encontrándole trabajo en un taller de mecánica en Rentería. Desde entonces, y con cierta regularidad, después del trabajo solía venir al sindicato. Se sentaba en un rincón, tomaba los periódicos que se amontonaban en una mesa y leía. Apenas intervenía en las discusiones, y cuando ya era entrada la noche se retiraba a la posada en la que habíamos encontrado alojamiento. Gustaba conversar, pero no disputar. No era terco ni fanático, sino abierto, admitiendo siempre la posibilidad de su error. Y tenía la rara virtud, poco común, de saber escuchar, tomando siempre en consideración el argumento del contrario, aceptándolo en las partes que él creía razonables. Su labor sindical era callada, pero interesante. Sus intervenciones -como fueron después en los mítines-eran cortas, pero incisivas. Era muy sencillo al expresar su pensamiento, y cuando llamaba al pan pan lo hacía con tanta fuerza y convicción que no había manera de desmentirle”.
A partir de ese año, Durruti comenzó a participar en actos de acción directa, dentro de una pequeña organización clandestina que se identificó por medio de varios nombres, como “Crisol”, “Los Justicieros”, “Los Solidarios”, “Nosotros”. No era una banda terrorista, como los calificaba la prensa amarilla. A través de la memoria de sus militantes, hoy se sabe que fueron responsables de la muerte del gobernador de Vizcaya, teniente coronel José Regueral (quien en su primer acto como gobernador manifestó su intención de “meter al sindicalismo en cintura”) y del presidente Eduardo Dato, a principios del 20, habiendo sido estos últimos responsables de torturas, asesinatos y la prisión de cientos de obreros. En esos años la violencia desde arriba era enorme. El compañero anarquista Buenacasa describe así la gravedad de la situación: “El Comité Nacional de la CNT, que llevaba una vida clandestina, no podía hacer frente a aquella situación, y solicitaba a los militantes del resto de España medios y soluciones para contrarrestar la ofensiva burguesa y policíaca que tenía lugar en Barcelona. Pero todo resultaba en vano. Al asesinato en la vía pública seguía una persecución autoritaria sañuda y constante. Lo mejor de lo mejor de nuestros militantes estaban amenazados por el dilema: matar, huir o caer en prisión. Los violentos se defendían y mataban; los estoicos mueren y también los bravos, a quienes se asesina por la espalda; los cobardes y prudentes huyen o se esconden; y los despreocupados más activos dan con sus huesos en la cárcel".
Los dirigentes sindicales socialistas y anarquistas eran perseguidos abiertamente. Bandas de pistoleros a sueldo (pagados por la burguesía) cazaban a tiros a los obreros en la calle. La persecución más violenta se dio en Barcelona. En 1923 el grupo “ajustició” al Cardenal de Zaragoza, Juan Soldevilla y Romero, un fascista organizador de bandas de pistoleros, sicarios, lo que se podría decir un digno representante de la iglesia de la época. También realizaron la expropiación más grande hasta el momento, asaltando el Banco de Gijón. Todos estos hechos violentos protagonizados por Durruti y sus compañeros fueron hechos políticos enmarcados en una guerra de clases no formalizada, pero real de aquellos años. Siempre hubo cuidado de que ningún inocente se perjudicara, como en el caso citado por Abel Paz, su biógrafo, en el cual durante un asalto a un conde, Durruti consuela a su hijita aterrorizada y mientras le seca las lágrimas le dice: "tu padre tiene mucho dinero y nosotros no tenemos nada, así que nos lo repartimos". Este gesto pone de manifiesto el verdadero carácter de los hechos de acción directa. Nunca se llevaron para su bolsillo ni un peso expropiado. En el caso de Durruti, por ejemplo, son múltiples los testimonios de familiares y conocidos, que coinciden en destacar su modestia económica. Destinaban todo el dinero recaudado a los presos y a la lucha política; de sus asaltos salieron fondos para bibliotecas, editoriales y escuelas, como la escuela de León o la de La Coruña. También como postura ética estos militantes estaban obsesionados por la formación.
Muy limitados por la represión, Durruti y su amigo Ascaso, resolvieron ir a recaudar fondos a América. En el año 1924 llegaron a La Habana, donde se emplearon como estibadores portuarios y participaron activamente en la organización del sindicato. Debido a esto, fueron perseguidos por la policía local. Con un compañero cubano fueron a trabajar como macheteros e, indignados ante la tortura de un sindicalista, tomaron venganza. En 1925, llegaron a México donde se les unió Gregorio Jóver, dieron un golpe y destinaron buena parte del dinero para financiar una escuela racionalista para los pobres en ese país y el resto para costear una biblioteca en París. Durruti escribió a los franceses en una carta: "Estos pesos los tomé de la burguesía, no era lógico que me los diesen por simple acuerdo". Luego de una corta estadía en Perú, el grupo que ahora se autodenominaba “Los Errantes” se dirigió a Chile y a la Argentina, donde asaltaron bancos para recaudar plata para la lucha contra la dictadura fascista de Primo de Rivera. El mismo año pasaron por Chile y protagonizaron el primer asalto a un banco en la historia de ese país. En 1926, se refugiaron en Montevideo y Buenos Aires entre compañeros anarquistas. Luego regresaron a España, donde volvieron a la pelea, la cárcel y el exilio. Fueron quince meses de intensa batalla, expropiaciones importantísimas, persecuciones de película y fugas espectaculares; sus hazañas y sus nombres se convirtieron en leyenda. En un nuevo exilio en Francia, Durruti trabaja como mecánico en Renault y Ascaso, de camarero. Ambos fueron detenidos por un pedido de extradición de España y de Argentina, donde estaban condenados a muerte. Su detención provocó un intenso repudio por parte de la sociedad francesa que logró movilizar a su sector más antifascista. Mientras estaban en Francia, los dos compañeros conocieron a dos jóvenes del lugar, quienes los acompañarán desde entonces. Buenaventura y quien sería su compañera toda la vida, Emilienne Morin, se enamoraron en el exilio y desde ese momento se acompañaron siempre que pudieron. Pelearon juntos en el frente de batalla durante la guerra civil cuando Emilienne se alistó en la Columna Durruti. Los anarquistas no creen en el matrimonio por considerarlo una institución burguesa, pero sí creen en el amor y en la amistad, que son una y la misma cosa, imposibles de separar. El lazo que une a los compañeros no está avalado por iglesia o por gobierno alguno. Está sostenido solamente por el propio amor que los protagonistas se tienen entre sí y basado en la libertad de las partes. Emilienne fue la que mas lloró la pérdida de su amigo del alma. Su dolor fue inmenso, igual que su amor por él, pero continuó luchando hasta su muerte por el ideal por el que murió Durruti y tantos otros compañeros.
Ilya Ehrenburg, escritor no identificado con las ideas anarquistas, que conoció personalmente a Buenaventura y fue amigo suyo desde 1931, escribió sobre él: "Ningún escritor se hubiera propuesto escribir la historia de su vida; ésta se parecía demasiado a una novela de aventuras... Este obrero metalúrgico había luchado por la revolución desde muy joven. Había participado en luchas de barricada, asaltado bancos, arrojado bombas y secuestrado jueces. Había sido condenado a muerte tres veces: en España, en Chile y en la Argentina. Había pasado por innumerables cárceles y había sido expulsado de ocho países".
La muerte de Durruti es un tema muy controversial aun en la actualidad. Hay tres hipótesis sobre la procedencia de la bala fatal que acabó con su vida. Unos dicen que fueron los comunistas, partidarios de la UGT; otros sostienen que fueron sus propios compañeros, y una tercera postura afirma que fue un accidente. La situación que se vivía en España en los días de la muerte de Durruti era dramática. La guerra estaba por perderse; los fascistas estaban en las afueras de Madrid. Entonces, todos, sin distinciones de partidos o grupos, pidieron a Durruti que se trasladara con parte de sus hombres a Madrid. Ni García Oliver en Madrid, ni Buenaventura Durruti, estaban muy convencidos, pero, si no se salvaba Madrid, se desmoronaba el frente y era el fin. Finalmente, Durruti se trasladó con un grupo sin desmantelar el frente de Aragón. El avance fascista se detuvo, pero el costo fue muy alto. Durruti murió. Su entierro en Barcelona fue multitudinario. Kaminski lo describe así: "El cadáver llegó a Barcelona tarde por la noche (...) En la casa de los anarquistas, que antes de la revolución había sido la sede de la Cámara de Industria y Comercio, los preparativos ya habían comenzado el día anterior. (...) La ornamentación era simple, sin pompa ni detalles artísticos. De las paredes colgaban paños rojos y negros, un baldaquín del mismo color, algunos candelabros, flores y coronas: eso era todo. Durruti era un amigo. Tenía muchos amigos. Se había convertido en el ídolo de todo un pueblo. Era muy querido, y de corazón. Todos los allí presentes en esa hora lamentaban su pérdida y le ofrendaban su afecto. Y sin embargo, aparte de su compañera, una francesa, sólo vi llorar a una persona: una vieja criada que había trabajado en esa casa cuando todavía iban y venían por allí los industriales, y que probablemente nunca lo había conocido personalmente. Los demás sentían su muerte como una pérdida atroz e irreparable, pero expresaban sus sentimientos con sencillez. Callarse, quitarse la gorra y apagar los cigarrillos, era para ellos tan extraordinario como santiguarse o echar agua bendita. Miles de personas desfilaron ante el ataúd de Durruti durante la noche. Esperaron bajo la lluvia, en largas filas. Su amigo y su líder había muerto. (...) El entierro se llevó a cabo al día siguiente por la mañana. Desde el principio fue evidente que la bala que había matado a Durruti había alcanzado también el corazón de Barcelona. Se calcula que uno de cada cuatro habitantes de la ciudad había acompañado su féretro, sin contar las masas que flanqueaban las calles, miraban por las ventanas y ocupaban los tejados e incluso los árboles de las Ramblas. Todos los partidos y organizaciones sindicales sin distinción habían convocado a sus miembros. Al lado de las banderas de los anarquistas flameaban sobre la multitud los colores de todos los grupos antifascistas de España. Era un espectáculo grandioso, imponente y extravagante; nadie había guiado, organizado ni ordenado a esas masas. Nada salía de acuerdo a lo planeado. Reinaba un caos inaudito. El comienzo del funeral había sido fijado para las diez. Ya una hora antes era imposible acercarse a la casa del Comité Regional Anarquista. (...) Los obreros de todas las fábricas de Barcelona se habían congregado, se entreveraban y se impedían mutuamente el paso. (...) A las diez y media, el ataúd de Durruti, cubierto con una bandera rojinegra, salió de la casa de los anarquistas llevado en hombros por los milicianos de su columna. Las masas dieron el último saludo con el puño en alto. Entonaron el himno anarquista "Hijos del pueblo". Se despertó una gran emoción. (...) Las motocicletas rugían, los coches tocaban la bocina, los oficiales de las milicias hacían señales con sus silbatos, y los portadores del féretro no podían avanzar. (...) Los puños seguían en alto. Por último cesó la música, descendieron los puños y se volvió a escuchar el estruendo de la muchedumbre en cuyo seno, sobre los hombros de sus compañeros, reposaba Durruti. Pasó por lo menos media hora antes que se despejara la calle para que la comitiva pudiera iniciar su marcha. Transcurrieron varias horas hasta que llegó a la plaza Cataluña, situada sólo a unos centenares de metros de allí. Los jinetes del escuadrón se abrieron paso, cada uno por su lado. (...) Los coches cargados de coronas dieron un rodeo por las calles laterales para incorporarse por cualquier parte al cortejo fúnebre. Todos gritaban a más no poder. No, no eran las exequias de un rey, era un sepelio organizado por el pueblo. Nadie daba órdenes, todo ocurría espontáneamente. Reinaba lo imprevisible. Era simplemente un funeral anarquista, y allí residía su majestad. Tenía aspectos extravagantes, pero nunca perdía su grandeza extraña y lúgubre. Los discursos fúnebres se pronunciaron al pie de la columna de Colón, no muy lejos del sitio donde una vez había luchado y caído a su lado el mejor amigo de Durruti. García Oliver, el único sobreviviente de los tres compañeros, habló como amigo, como anarquista y como ministro de Justicia de la República española. (...) Se había dispuesto que la comitiva fúnebre se disolviera después de los discursos. Sólo algunos amigos de Durruti debían acompañar el coche fúnebre al cementerio. Pero este programa no pudo cumplirse. Las masas no se movieron de su sitio; ya habían ocupado el cementerio, y el camino hacia la tumba estaba bloqueado. Era difícil avanzar, pues, para colmo, miles de coronas habían vuelto intransitables las alamedas del cementerio. Caía la noche. Comenzó a llover otra vez. Pronto la lluvia se hizo torrencial y el cementerio se convirtió en un pantano donde se ahogaban las coronas. A último momento se decidió postergar el sepelio. Los portadores del féretro regresaron de la tumba y condujeron su carga a la capilla ardiente. Durruti fue enterrado al día siguiente".

Fuente: www.elhistoriador.com.ar


Política Internacional

Libia y el regreso del Imperialismo Humanitario

Por Jean Bricmont *

Ha vuelto la pandilla completa: Los partidos de la Izquierda Europea (los partidos comunistas "moderados"), los "Verdes" de José Bové, ahora aliados de Daniel Cohn-Bendit, quien aún no ha hallado una guerra de EE.UU.-OTAN que le caiga mal, varios grupos troskistas y, por supuesto, Bernard-Henri Lévy y Bernard Kouchner, todos pidiendo una suerte de "intervención humanitaria" en Libia o acusando a la izquierda latinoamericana, cuyas posiciones son más sensibles, de actuar como "idiotas útiles" del "tirano libio".
Doce años después, es exactamente igual a Kosovo. Cientos de miles de iraquíes muertos, la OTAN en una posición dificilísima en Afganistán, y ¡no han aprendido nada! La guerra de Kosovo se hizo para parar un genocidio inexistente, la guerra de Afganistán para proteger a las mujeres (vayan y verifiquen la situación de ellas ahora), y la guerra de Irak para proteger a los kurdos. ¿Cuándo van a entender que todas las guerras se atribuyen justificaciones humanitarias? Hasta Hitler "protegía minorías" en Checoslovaquia y Polonia.
Por el otro lado, Robert Gates advierte que cualquier secretario de estado que le aconseje al presidente de EE.UU. a enviar tropas a Asia o África "debe ser examinado de la cabeza". El Almirante McMullen también aconseja prudencia. La gran paradoja de nuestros tiempos es que los cuarteles de la paz estén en el Pentágono y el Departamento de Estado, mientras que el partido pro-guerra es una coalición de neoconservadores y liberales intervencionistas, incluyendo guerreros izquierdistas humanitarios, al igual que ecologistas, feministas o comunistas arrepentidos.
Entonces ahora, todos tenemos que consumir menos por el calentamiento global del planeta, pero las guerras de la OTAN son reciclables y el imperialismo se ha vuelto un desarrollo sostenible.
Por supuesto que EE.UU. va a ir o no a la guerra por razones totalmente independientes de los consejos ofrecidos por la izquierda pro-guerra. El petróleo no va a ser probablemente un factor decisivo porque cualquier nuevo gobierno libio tendrá que vender petróleo y Libia no tiene la influencia necesaria para tener un peso importante en el precio del petróleo. Claro que la inestabilidad de Libia genera especulación que por sí misma afecta los precios, pero eso es diferente. Los sionistas tienen probablemente dos ideas encontradas sobre Libia: odian a Khadafi, y les gustaría derrocarlo, como a Sadam, de la manera más humillante, pero no están seguros si les gustará la oposición (y por lo poco que sabemos, no les gustará).
El principal argumento pro-guerra es que si las cosas se hacen rápida y fácilmente, se rehabilitará la OTAN y la intervención humanitaria, cuya imagen quedó manchada por Irak y Afganistán. Una nueva Grenada o, al menos, un nuevo Kosovo, es exactamente lo que se necesita. Otra motivación para una intervención es la mejor manera de controlar a los rebeldes, al ir a "salvarlos" en su marcha por la victoria. Pero es improbable que funcione: Karzai en Afganistán, los nacionalistas kosovares, los chiítas en Irak y por supuesto Israel están muy felices de recibir la ayuda estadounidense, cuando la necesitan, pero después continúan con sus propios planes. Además, una ocupación militar completa de Libia después de su "liberación" será difícil de mantener, lo que por supuesto hace que la intervención sea menos atractiva desde el punto de vista de EE.UU.
Por el otro lado, si las cosas salen mal, será probablemente el principio del fin del imperio estadounidense, de ahí la prudencia de los funcionarios a cargo, cuya ocupación no es meramente escribir artículos para Le Monde o hablar contra dictadores frente a las cámaras.
Es difícil para un ciudadano cualquiera saber qué está pasando exactamente en Libia, porque los medios occidentales se han desacreditado completamente por su cobertura en Irak, Afganistán, Líbano y Palestina, y las fuentes alternativas no son siempre confiables. Eso no ha afectado por supuesto a la izquierda pro-guerra que está absolutamente convencida de que los peores informes sobre Khadafi son verdaderos, como hace doce años sobre Milosevic.
El rol negativo de la Corte Penal Internacional se ha hecho visible otra vez, aquí, como sucedió con el Tribunal Penal Internacional para Yugoeslavia, en el caso de Kosovo. Una de las razones por las que hubo derramamiento de sangre relativamente limitado en Túnez y Egipto era que había salidas
posibles para Ben Alí y Mubarak. Pero la "justicia internacional" quiere asegurarse de que no haya salida posible para Khadafi, ni probablemente para la gente cercana a él, y con esto los incitan a una lucha hasta el fin.
Si "otro mundo es posible", como repite la Izquierda Europea, luego, otro Occidente debería ser posible y la Izquierda Europea debería empezar a trabajar en ello. Las reuniones recientes de la Alianza Bolivariana pueden servir de ejemplo: La izquierda en América Latina quiere la paz y se oponen a la intervención de EE.UU. porque saben que ellos también están en la mira de EE.UU. y que sus procesos de transformación social requieren, sobretodo, de la paz y soberanía nacional. Por lo tanto, sugieren enviar una delegación internacional, posiblemente liderada por Jimmy Carter (al que nadie puede llamar marioneta de Khadafi), para comenzar un proceso de negociaciones entre el gobierno y los rebeldes. España ha expresado interés en la idea, pero por supuesto Sarkozy la ha rechazado. Esta propuesta puede sonar utópica pero no lo sería tanto si tuviera el respaldo de las Naciones Unidas, que de esta manera cumpliría con su misión -pero ello es imposible debido a la influencia de EE.UU. y Occidente. Sin embargo, no es tan imposible que ahora, o en algunas crisis futuras, una coalición no-intervencionista de naciones, incluyendo Rusia, China, países de América Latina y quizás otros, aúnen esfuerzos para construir alternativas confiables frente al intervencionismo occidental.
A diferencia de la izquierda de América Latina, la patética versión europea ha perdido todo sentido de lo que significa hacer política. No intenta proponer soluciones concretas a los problemas, y sólo es capaz de tomar posiciones morales, en particular la denuncia de dictadores y las violaciones de derechos humanos en tono grandilocuente. La izquierda social democrática sigue a la derecha con algunos años de retraso y no tiene ideas propias. La izquierda "radical" se las ingenia para denunciar a los gobiernos occidentales de todas las maneras posibles y al mismo tiempo pedir que esos mismos gobiernos intervengan alrededor del mundo para defender la democracia. Su falta de reflexión política los hace altamente vulnerables a las campañas de desinformación y a volverse aficionados pasivos de las guerras de EE.UU.-OTAN.
Esa izquierda no tiene un programa coherente y no sabrían qué hacer en el caso que un dios los coloque en el poder. En lugar de "apoyar" a Chávez y la Revolución Bolivariana, un reclamo sin significado que algunos adoran repetir, deberían aprender humildemente de ellos, y antes que nada, reaprender el significado de hacer política.

* Jean Bricmont es miembro del Consejo Editorial de Sin Permiso, enseña física en Bélgica y es miembro del Tribunal de Bruselas. Su libro Imperialismo Humanitario ha sido publicado por Monthly Review Press.¨

Fuente:
Dossier Libia http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/libia.pdf


Historia Argentina (biografías)

Simón Radowitzky (1891 - 1956)

Por Osvaldo Bayer

"Mil y mil veces maldita tierra aborrecida del crimen, del sufrimiento y del sicario. Bajo el azote helado de tus huracanes gime el hombre; la angustia roe las almas de las víctimas; los abnegados, los Radowitzky, agonizan, mártires de la chusma del máuser, y, sobre el hórrido concierto de sollozos, se oye, siniestra, la carcajada del verdugo."

Así comenzaba un volante del diario anarquista La Protesta, para el 1º de Mayo de 1918, el Día de los Trabajadores. Estoy en Ushuaia, en el edificio del antiguo penal, y hablo sobre Simón Radowitzky ante una concurrencia formada principalmente por gente joven. Nunca hubiera soñado antes que iba a tener esa posibilidad. En los años setenta publiqué un libro que se titulaba Simón Radowitzky, ¿mártir o asesino?, que fue a parar a la hoguera de la dictadura de los Videla y Massera. ¿Quién era ese Simón Radowitzky que había sido una figura legendaria del movimiento obrero en las tres primeras décadas de este siglo y que había pasado veintiún años de su vida en la cárcel, la mayoría de ellos en el penal de Ushuaia, una de las páginas más negras de la historia penal del género humano de la cual tendríamos que avergonzarnos los argentinos? Y que se mantuvo no sólo durante el gobierno de los conservadores liberales sino también durante los tres gobiernos primeros del radicalismo. Los que más cantaron a Simón Radowitzky, llamado el "mártir de Ushuaia", fueron los payadores criollos en los mitines y asambleas obreras.

"Traigo aquí para Simón
este manojo de flores,
del jardín de los dolores
del alma y del corazón:
traigo para aquel varón
valiente y decidido,
este manojo que ha sido
hecho con fibras del alma,
en un momento sin calma
de rebelde convencido."

Así cantaba el payador Manlio por la década del veinte.
Es que Simón había corporizado la violencia de abajo al matar de un preciso bombazo al jefe de policía coronel Ramón L. Falcón después que éste reprimiera brutalmente la manifestación obrera del 1º de Mayo de 1909. Ese día ocurrirá la más grande tragedia obrera hasta ese momento de nuestra historia social. La policía montada al mando del comisario Jolly Medrano, después de que sonara el clarinazo de ataque ordenado por el propio coronel Falcón, se lanza sobre las columnas obreras en la Plaza Lorea. Parece una estampa de la Rusia imperial cuando los cosacos atacaban concentraciones de famélicos proletarios en San Petersburgo o en Moscú. En la historia de las represiones obreras, la del coronel Falcón quedó como una de las más cobardes y alevosas. En un primer momento se cuentan treinta y seis charcos de sangre. Para explicar el drama, el militar traerá el argumento que todavía hoy se emplea en la Argentina: le echa la culpa a los "agitadores". Seguirán días de paro general proclamado por la FORA que tendrá un desarrollo muy violento. Esos días continuará la brutal represión y se seguirán sumando los muertos. Los obreros no se rinden porque:

"Los tiempos ya terminaron
en que hubo feudales bravos
que agarraban a los esclavos
y fiero los azotaron
¡Hoy no! Ya se rebelaron,
Y ese hombre hoy, febril y ardiente
cuando ve que un prepotente
burgués quiere maltratarlo:
cara a cara ha de mirarlo,
cuerpo a cuerpo y frente a frente!"

Así fue. Ese joven judío de apenas 18 años, obrero metalúrgico, esperará al coronel Falcón y pondrá fin a la vida del orgulloso militar que era todo un símbolo para los hombres de uniforme: Falcón había sido el cadete número uno recibido en el Colegio Militar creado por Sarmiento. Simón trata de suicidarse pero es capturado, condenado a muerte y luego, como es menor de edad, a prisión perpetua a cumplir en el penal de Ushuaia, con el agravante de que cada año, en oportunidad de cumplirse cada aniversario de su atentado contra Falcón "deberá ser llevado a reclusión solitaria a pan y agua durante veinte días", como dirá la sentencia.

En la prisión, sólo comparable con la de la Isla del Diablo, Radowitzky se convertirá en el "mártir de la anarquía". Será un místico de la resistencia y del altruismo con los demás presos. Protagonizará una huida legendaria a través de los canales fueguinos hasta que es capturado por un buque de guerra chileno y entregado a los carceleros argentinos. Todos los castigos inimaginables serán entonces para él. Aunque enfermo de tuberculosis, el clima del extremo sur y el aislamiento no lo amedrentan y sigue siendo el defensor de los demás presos para quienes Simón es una personalidad mística y al que admiran casi con respeto religioso.

Sus compañeros de ideas de todo el país no lo abandonaron en ningún momento. Miles de mitines y su nombre siempre en la primera página de sus publicaciones. Hasta que en 1930, Yrigoyen firmará el indulto. Pero el gobierno radical no se aguanta al carismático atentador en territorio argentino y lo expulsa al Uruguay. Allí será detenido y poco después soportará presidio en la isla de Flores. Hasta que en 1936, ya en libertad, marchará a la Guerra Civil española a luchar contra el fascismo de Franco. Morirá en México en 1956 mientras trabajaba de obrero en una fábrica de juguetes, el mejor oficio que puede tener un ser humano.

Me paseo por las celdas del presidio de Ushuaia, cuarenta años después de la muerte del "santo de la anarquía". Los muros del oprobio. Oprobio que años después se iba a trasladar a los dominios de otros carceleros con uniforme militar: los campos de concentración de los Bussi, los Menéndez, los Camps. Pienso en estos verdugos cuando atravieso el portón de salida del ex presidio austral. Y me consuela un pensamiento que me asalta en ese momento. Esos tres jamás tuvieron juglares criollos que les cantaran. De Radowitzky quedan los recuerdos de esas coplas del auténtico pueblo:

"Simón, la fe no desmaya
y el pueblo sí que resiste
te ha de sacar, Radowitzky,
de las mazmorras de Ushuaia."

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

Más sobre Simón Radowitzky


Datos biográficos de Enrique Pichón Riviére

Por Vicente Zito Lema  [de Conversaciones con Enrique Pichón Rivière Sobre el Arte y la Locura]

Psiquiatra y psicoanalista (1907-1977). Fue uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina, y uno de los fundadores de la APA, de la que luego tomó distancia para dedicarse a la construcción de una teoría social que interpreta al individuo como la resultante de su relación con objetos externos e internos. En este marco fundó la Escuela de Psicología Social.

1. Biografía (a).- Enrique Pichon Riviére nació en Suiza en 1907, y de muy pequeño vino a la Argentina. Su infancia transcurrió en el Chaco y en Corrientes, donde aprendió "el guaraní antes que el castellano", como él decía. Estudió medicina, psiquiatría y antropología, aunque abandonó estos últimos estudios para desarrollar su carrera como psiquiatra y psicoanalista, convirtiéndose en uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina.
A comienzos de los '40 se convierte en uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Luego toma distancia de ella, para centrar su interés en la sociedad y la actividad grupal en el seno social, fundando la Escuela de Psicología social.
Responsable de una renovación general de la psiquiatría, Pichon Riviére introdujo la psicoterapia grupal en el país (servicio que incorporó al Hospital Psiquiátrico cuando fue su director) y los test en la práctica de esa disciplina, impulsando también la psiquiatría infantil y adolescente. Incursionó en política, economía, deporte, ensayó hipótesis sobre mitos y costumbres de Buenos Aires, y se interesó especialmente por la creación artística estableciendo un territorio común entre la crítica literaria y la interpretación psicoanalítica de la obra como expresión de las patologías del autor.
Líder y maestro, desde la cátedra y las conferencias dirigidas al público más amplio y diverso, se convirtió en referente obligado para más de una generación de psicoterapeutas, y formó decenas de investigadores en el campo de una teoría social que interpreta al individuo como la resultante de la relación entre él y los objetos internos y externos.
 
2. Autobiografía.- Señala Pichon Rivière que su vocación por las Ciencias del Hombre surgió de la tentativa de resolver el conflicto entre dos culturas: la europea, su cultura de origen, y la guaraní, de la que fue testigo desde los 4 años, cuando su familia emigra al Chaco, hasta los 18 años. "Se dio así en mí la incorporación, por cierto que no del todo discriminada, de dos modelos culturales casi opuestos. Mi interés por la observación de la realidad fue inicialmente de características precientíficas y, más exactamente, míticas y mágicas, adquiriendo una metodología científica a través de la tarea psiquiátrica" (7).
En la cultura guaraní, la concepción del mundo es mágica y está regida por la culpa, y la "internalización de estas estructuras primitivas orientó mi interés hacia la desocultación de lo implícito, en la certeza de que tras todo pensamiento que sigue las leyes de la lógica formal, subyace un contenido que, a través de distintos procesos de simbolización, incluye siempre una relación con la muerte en una situación triangular" (8).
"Ubicado en un contexto donde las relaciones causales eran encubiertas por la idea de la arbitrariedad del destino, mi vocación analítica surge como necesidad de esclarecimiento de los misterios familiares y de indagación de los motivos que regían la conducta de los grupos inmediato y mediato. Los misterios no esclarecidos en el plano de lo inmediato (lo que Freud llama "la novela familiar") y la explicación mágica de las relaciones entre el hombre y la naturaleza determinaron en mí la curiosidad, punto de partida de mi vocación por las Ciencias del Hombre".
"Algo de lo mágico y lo mítico desaparecía entonces frente a la desocultación de ese orden subyacente pero explorable: el de la interrelación dialéctica entre el hombre y su medio" (8).
El contacto de Pichon Rivière con el psicoanálisis es anterior a su ingreso a la Facultad de Medicina. En ella, Pichon Rivière toma contacto directo con la muerte, aún cuando su vocación es la lucha contra ella. "Allí se reforzó mi decisión de trabajar en el campo de la locura, que aún siendo una forma de muerte, puede resultar reversible" (9).
Incursionando en la psiquiatría clínica, Pichon Rivière comprende a la conducta como una totalidad en evolución dialéctica donde se puede discernir un aspecto manifiesto y otro subyacente, lo que terminó orientándolo definitivamente hacia el psicoanálisis. De su contacto con los pacientes, concluye que "tras toda conducta "desviada" subyace una situación de conflicto, siendo la enfermedad la expresión de un fallido intento de adatpación al medio. En síntesis, que la enfermedad era un proceso comprensible" (9).
La formación psicoanalítica de Pichon Rivière concluye con su análisis didáctico, realizado con el Dr. Garma, y por la lectura de la "Gradiva" de Freud, donde "tuve la vivencia de haber encontrado el camino que me permitiría lograr una síntesis, bajo el común denominador de los sueños y el pensamiento mágico, entre el arte y la psiquiatría" (10).
Tratando pacientes psicóticos, se le hizo evidente la existencia de objetos internos, y de fantasías inconcientes como crónica interna de la realidad. El examen de este mundo interno llevó a Pichon Rivière a ampliar la idea de "relación de objeto" formulando la noción de vínculo, que sustituyó además, al concepto de instinto. Esta ruptura parcial con algunas ideas del psicoanálisis desembocó en la construcción de una Psicología Social. Al respecto, señala Pichon Rivière: "la trayectoria de mi tarea, que puede describirse como la indagación de la estructura y sentido de la conducta, en la que surgió el descubrimiento de su índole social, se configura como una praxis que se expresa en un esquema conceptual, referencial y operativo" (12), siendo la síntesis actual de esa indagación, la propuesta de una epistemología convergente.
Pichon Rivière logra, según él mismo, una formulación más totalizadora de su esquema conceptual en sus escritos "Empleo del Tofranil en el tratamiento del grupo familiar" (1962), "Grupo operativo y teoría de la enfermedad única" (1965), e "Introducción a una nueva problemática para la psiquiatría" (1967).
 
(a) Extractado de: "Ciencia explicada", Fascículos Diario Clarín, 1996, página 283/4.
De padres franceses y nacido en Ginebra el 25 de Junio de 1907, Enrique Pichon Rivière llegó a los 3 años a Buenos Aires, para seguir viaje al Chaco Argentino, luego a Corrientes, donde su padre trata de trabajar el algodón con ningún éxito.

En este entorno selvático pasó los primeros años de su vida, entre los últimos malones de los Guaraníes y la imagen de su padre colgando sus mejores trajes europeos en un alambre al sol de la tarde. Primero aprendió a hablar
francés, después guaraní y por ultimo el castellano. Por casualidad, en la escuela secundaria de Goya tiene su primer encuentro con la obra de Freud.

Concluidos sus estudios en Goya, provincia de Corrientes, es uno de los fundadores del Partido Socialista de Goya, y luego marcha a Rosario (1924) para estudiar medicina. Su primer trabajo en esa ciudad es como instructor de modales en un quilombo (prostíbulo), de prostitutas polacas.

De retorno en Goya por cuestiones de salud (la bohemia lo lleva a la neumonía), ahora prueba suerte en Buenos Aires, donde conoce y hace amistad con personalidades como Roberto Art, Conrado Nale Roxlo, y otros. Interesado
por la poesía lee con avidez a los poetas malditos franceses, Rimbaud y en especial por Isidoro Ducasse, Conde de Lautréamont sobre el cual desarrolló una profunda investigación e indagación de lo siniestro. Entre 1930 y 1931 trabaja como periodista en el diario Critica, realizando notas de arte y deporte.

En sus estudios de medicina ya desde temprano comprendió que "...toda la enseñanza era sobre cadaveres. Había allí una contradicción fundamental, un elegir -tal vez inconsciente- la muerte. Nos preparaban para los muertos, no
para los vivos." Inicia su práctica como psiquiatra en El Asilo de Torres, para oligofrénicos, cerca se Luján, provincia de Buenos Aires. Se muda a Buenos Aires donde trabaja en otro sanatorio para enfermos mentales y también trabaja
como periodista en el diario Critica (1936). Una vez recibido entra a trabajar en el Hospicio de la Merced (hoy, Neuropsiquiátrico José Tomás Borda) donde trabaja durante 15 años.

En el Hospicio de la Merced uno de sus primeros trabajos es el de organizar grupos de enfermeros e instruirlos en el trato del paciente ; pues en esos momentos uno de los principales problemas era el maltrato que por desconocimiento impartían los enfermeros a los pacientes. En estas circunstancias desarrolla la técnica del "Grupo
Operativo", "...en esos grupos discutía con los enfermeros los diferentes casos que había, se trataba así de darles un panorama general de la psiquiatría. El aprendizaje de los enfermeros fue sorprendente. Ellos tenían acumulada gran experiencia, dado que casi todos, habían trabajado años en el Hospicio. Su dificultad era que no podían
conceptualizar; entonces, esa experiencia no les servía para nada...". Las condiciones mejoraron grandemente.
Debido a un prolongado paro de enfermeros, debió capacitar a los enfermos que mejor se encontraban para ocupar este rol; "...Por ultimo estos internos mejoraban ostensiblemente su salud mental. Tenían una nueva adaptación
dinámica a la sociedad, especialmente porque se sentían útiles..." Las posturas reaccionarias de otros profesionales y la intención de destruir su trabajo lo llevaron a renunciar, no sin llevarse las vivencias que luego darían coherencia a
sus proyectos. De esta praxis surgen estas reflexiones: "...Existe en nuestra sociedad, un aparato de dominación destinado, en ultima instancia, a perpetuar las relaciones de producción; vale decir relaciones de explotación. Este
aparato de dominación tiene sus cuadros en psiquiatras, psicólogos, y otros trabajadores del campo de la salud, que vehiculizan, precisamente, una posición jerárquica, dilemática y no dilemática de la conducta. Son líderes de la
resistencia a l cambio, condicionantes de la cronicidad del paciente, al que tratan como un sujeto equivocado desde un punto de vista racional. Estos agentes correctores, cuya ideología y personalidad autocrática les impide incluir, una
problemática dialéctica en el vinculo terapéutico, establecen con sus pacientes relaciones jerárquicas en las que se reproduce el par dominador - dominado. Se incapacitan, así , para comprometerse, también ellos como agentes -
sujeto de la tarea correctora..."

Junto a Garma, Carcano y Rascovsky fundan en 1940 la Asociación Psicoanalítica Argentina (A.P.A.)

Progresivamente va interesándose por la actividad de los grupos en la sociedad hasta dejar la concepción del psicoanálisis ortodoxo por el desarrollo de un nuevo enfoque epistemológico que lo llevará a la Psicología Social.
Migración de la que da cuenta en su libro "Del psicoanálisis a la psicología social" en el que concibe a la Psicología Social como una democratización del Psicoanálisis.

Esta tendencia de la Psicología Social tiene como objeto "el estudio del desarrollo y transformación de una realidad dialéctica entre formación o estructura social y la fantasía inconsciente del sujeto, asentada sobre sus relaciones de
necesidad"(E.P.R.). Establece al grupo como campo "en el que se dará la indagación del interjuego entre lo psicosocial (grupo interno) y lo sociodinámico (grupo externo), a través de la observación de los mecanismos de
asunción y adjudicación de roles" (E.P.R.). Establece que la praxis es para el operador social la que mantendrá las coincidencias entre las representaciones y la realidad. De la praxis surge en concepto de Operatividad que representa lo que para otros Sistemas Conceptuales sería el criterio de Verdad. "...si enfrentamos una situación
social concreta, no nos interesa solo que la interpretación sea exacta, sino fundamentalmente , nos interesa la adecuación en términos de operación. Es decir, de la posibilidad de promover una modificación creativa o adaptativa según un criterio de adaptación activa a la realidad."( E.P.R.).

Dentro de su producción conceptual cuestiona el tradicional enfoque en psiquiatría basada en el par contradictorio salud - enfermedad, por el de adaptación pasiva - adaptación pasiva, desplazando el centro de la problemática a la
capacidad transformadora de una realidad dada que posee el ser humano ante las exigencias del medio. Y nos doce: "...El sujeto es "sano" en la medida que aprehende la realidad en una perspectiva integradora y tiene capacidad para
transformar esa realidad transformándose, a la vez, él mismo." "...El sujeto esta activamente adaptado en la medida que mantiene un interjuego dialéctico con el medio y no una relación rígida, pasiva, estereotipada." Rivière toma como
aportes para desarrollar E.C.R.O. de la Psicología Social, conceptualizaciones de Freud, Melanie Klein, y G. H. Mead desde la perspectiva intrapsiquica y a Kurt Lewin desde metodología para investigar en grupos a través de la investigación activa. Además de los ya citados también forman parte importante del E.C.R.O. pichoniano los siguientes conceptos: mundo interno, cono invertido, vectores del cono, grupo operativo, etc.

PSICOANALISIS
 
Teoría a la que Pichon Rivière adhirió durante muchos años y cuya ortodoxia criticó en algunos aspectos, señalando que: a) el antropocentrismo de Freud le impidió a éste desarrollar un enfoque dialéctico, y b) su planteo instintivista y su desconocimiento de la dimensión ecológica le impidieron, asimismo, formularse algo que ya había vislumbrado, a saber, que toda psicología es, en sentido estricto, social (43).
 
1. Concepto pichoniano.- Pichon Rivière cuenta su historia con el psicoanálisis, indicando que en base a los datos que obtuvo sobre la estructura y características de la conducta tratando a sus pacientes, y orientado por el estudio de las obras de Freud, comenzó su formación psicoanalítica que culminó, años más tarde, en su análisis didáctico con el Dr. Garma.
Señala asimismo que por entonces, "por la lectura del trabajo de Freud sobre "La Gradiva" de Jensen tuve la vivencia de haber encontrado el camino que permitiría lograr una síntesis, bajo el común denominador de los sueños y el pensamiento mágico, entre el arte y la psiquiatría" (10).
A partir del tratamiento de psicóticos, Pichon Rivière formula su teoría del vínculo en sustitución de la teoría freudiana instintivista, lo que conducía necesariamente a definir a la psicología, en un sentido estricto, como psicología social (11).
Pichon Rivière reconoce a Freud el haber intuído esta última formulación, que el creador del psicoanálisis plantea en "Psicología de las masas y análisis del Yo". Sin embargo, un análisis más detallado del mencionado artículo reveló a Pichon Rivière que, si bien Freud alcanzó por momentos una visión integral del problema de la interrelación hombre-sociedad, no pudo desprenderse sin embargo, de una visión antropocéntrica que le impidió desarrollar un enfoque dialéctico. Además, "pese a percibir la falacia de la oposición dilemática entre psicología individual y psicología colectiva, su apego a la "mitología" del psicoanálisis, la teoría instintivista y el desconocimiento de la dimensión ecológica le impidieron formularse lo vislumbrado, esto es, que 'toda psicología, en un sentido estricto, es social'" (42-43).
Podemos sintetizar el análisis de Pichon Rivière sobre la "Psicología de las masas y análisis del Yo" en los términos siguientes.
Freud comienza refiriéndose a las relaciones del individuo con sus padres, hermanos, médico, etc., que bien pueden considerarse fenómenos sociales. Estos entrarían en oposición con aquellos denominados por Freud narcisistas. En este punto, Pichon Rivière refiere que, de acuerdo a los planteos de M. Klein, se trata de relaciones externas que han sido internalizadas (los 'vínculos internos' de Pichon Rivière) y que reproducen en el yo las relaciones grupales o 'ecológicas'. Tales estructuras vinculares se configuran en base a experiencias precocísimas, irreductibles a un mero instinto.
Este conjunto de relaciones internalizadas "en permanente interacción y sufriendo la actividad de mecanismos o técnicas defensivas constituye el 'grupo interno', con sus relaciones, contenido de la fantasía inconciente" (42).
Todo esto fue efectivamente vislumbrado por Freud, pero, sin embargo, no pudo desarrollarlo debido a que, como fue señalado, su posición antropocéntrica e instintivista le impidió desplazar su atención de un ser individual a merced de sus instintos, hacia un ser social cuyo psiquismo se organiza ante todo vincularmente (42).
Ya fuera de la ortodoxia freudiana, del esquema conceptual de Pichon Rivière forman parte también los planteos de Melanie Klein acerca de las posiciones esquizoparanoide y depresiva, entendidas como configuraciones de objetos, ansiedades básicas y defensas.

Fuente: http://www.elortiba.org/pichon2.html


Realidad Internacional

Hay hambre en Estados Unidos

Por David Brooks

07/04/2011

Aquí millones padecen hambre. No estamos hablando de Haití, ni de países africanos, ni asiáticos, ni de las favelas sudamericanas, sino del extraordinario hecho de que en el país más rico del mundo, con el sector agrario más productivo, millones sufren de lo que se llama "inseguridad alimenticia", o lo que en cristiano se traduce como no saber de dónde provendrá la próxima comida.

En Estados Unidos se permite -sin que sea escándalo nacional- que los niños no tengan lo suficiente para comer. El programa nacional de televisión de CBS News 60 Minutes mostró recientemente las caras y las historias de familias sin techo, cuyos hijos hablaron de lo que sienten cuando no comen lo suficiente. Más de 16 millones de menores de edad viven en la pobreza -2 millones más que antes de la crisis económica que estalló en 2007- y se registra que es el desplome de la clase media más rápido ocurrido jamás desde que el gobierno empezó a medirlos hace medio siglo, informa CBS News.

¿Qué se siente tener hambre?, les pregunta el corresponsal a niños de una primaria en Florida. “Es difícil. No puedes dormir. Uno sólo espera, se duerme como por cinco minutos y se despierta de nuevo. Le duele el estómago y piensa: ‘no puedo dormir, voy a intentar dormir, voy a intentar dormir’, pero no puede porque le duele el estómago. Y es porque no tiene alimento en él”, responde un niño.

Muchas familias cuentan a CBS que jamás se imaginaron quedarse sin casa o sin suficiente alimento para sus hijos, ya que gozaban de una vida de clase media. Con la crisis, todo se esfumó.

Parte del reportaje de CBS se realizó en la misma zona que se proclama "el lugar más feliz del mundo", o sea, los condados alrededor de Disney World, en Orlando, Florida. Ahí CBS detectó unos 67 moteles que alojan a más de 500 niños sin techo. Ahí, cerca en las escuelas del condado de Seminole, mil estudiantes perdieron recientemente han perdido sus viviendas. El gobierno aloja a miles de familias sin techo en moteles por todo el país durante periodos. CBS advierte que "la generación del motel en Estados Unidos está creciendo rápidamente".

Un 16.6 por ciento de los estadunidenses -o sea, más de uno de cada seis- sufrieron "inseguridad alimenticia" en algún momento de 2009, según las cifras más recientes del censo analizadas por Feeding America, la organización más grande del país dedicada a apoyar a los afectados por esta situación, en su informe reciente Map the Meal Gap: http://feedingamerica.org/. De hecho, esta organización informa que hoy día ofrece sus servicios de apoyo a 37 millones de estadunidenses, entre ellos 14 millones de niños, un incremento de 46 por ciento comparado con 2006.

Hasta en la capital del país más poderoso del mundo hay cada vez más hambre. En la zona metropolitana de Washington y condados colindantes más de 400 mil residentes sufrieron periodos de hambre durante la recesión, según el informe reciente de Feeding America y su análisis por el Washington Post. Millones más en cada parte del país, tanto zonas ricas como marginadas, también registraron cifras crecientes de hambre. “La mayoría quedarían sorprendidos al saber las dimensiones del hambre en sus comunidades. La gente tiende a pensar que el hambre se padece ‘allá’ en algún otro lugar pero no aquí mismo, no en mi traspatio. Pero este informe demuestra que no es cierto: el hambre está por todas partes de nuestra nación ahora mismo”, comentó Vicki Escarra, directora de Feeding America, al Washington Post.

“Ha habido momentos en los que no he comido para que mis hijos tengan más que comer. Soy adulta, lo puedo hacer. Puedo beber agua o comerme un pedazo de pan. Pero uno no quiere que sus hijos lleguen a decir ‘mamá, tengo hambre’ una hora después de que han comido”, dijo al Post Anita Emerson, madre soltera de 46 años. Estas historias se repiten a lo largo del país.

¿Y cuál es la respuesta del gobierno? Proponer reducir la asistencia alimentaria a los necesitados, promover más recortes al gasto social y reducir impuestos a los ingresos de los millonarios.

Mark Bittman, crítico de gastronomía del New York Times, anunció el lunes pasado que se sumaba a un ayuno de una semana con unas 4 mil personas por todo el país, cuyo propósito es llamar la atención pública sobre propuestas del Congreso de reducir severamente los programas de asistencia para los pobres y para los que padecen hambre en este país. “Estos recortes supuestamente para reducir el déficit -apenas serían una ranura- causarán en verdad que más personas mueran de hambre, vayan a la cama con hambre o vivan más miserablemente que ahora. Y la propuesta de ley incrementará el gasto en defensa”, explicó. Esto, dijo, ante varias ironías: en 2010, las ganancias empresariales crecieron a la tasa más rápida desde 1950, mientras se estableció un récord en el número de personas que dependen de la asistencia federal para comer. Agregó que los 400 estadunidenses más ricos tienen más riqueza que la mitad de los hogares del país combinados, mientras 45 por ciento de los estadunidenses gastan un tercio de sus ingresos en alimento y aun así no les alcanza, y uno de cada cuatro niños duerme con hambre en este país, por lo menos por periodos.

Bittman afirma: "necesitamos juntarnos e insistir en que nuestros recursos colectivos sean utilizados para el bienestar colectivo, no para los mil, ni para el millón de estadunidenses más ricos, sino para la vasta mayoría de nosotros en Estados Unidos y, de hecho, para los ciudadanos del mundo que tienen dificultades para satisfacer sus necesidades. O para alimentar a sus hijos".

Pero, al parecer, el hambre no está entre las prioridades de las cúpulas políticas o económicas de este país. Aparentemente, la "inseguridad alimentaria" no es asunto que se considere de "seguridad nacional".

Fuente: http://www.surysur.net/?q=node/16195
Publicadas por Omar Montilla


Política Internacional

Frank Barat entrevistó para Counterpunch al historiador y especialista en asuntos de Oriente Próximo IIan Pappé.

Frank Barat: Recientemente EEUU han vetado una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU declarando que todos los asentamientos israelíes son ilegales, constituyen un obstáculo para la paz (…) y han resultado perjudiciales para las conversaciones de paz. Curiosamente, todos los demás países votaron a favor y EEUU tuvo que aguantar las críticas de sus aliados europeos. Da la impresión de que los EEUU están cada vez más aislados cuando se trata de Israel. ¿Cuál es actualmente la importancia estratégica de Israel para EEUU? ¿Ha cambiado desde 1967?
Ilan Pappé: Creo que la importancia de Israel para los Estados Unidos sigue siendo la misma de siempre. Debemos aguardar a ver si las revoluciones árabes conseguirán cambiarla, pero cuando se emitió ese veto creo que incluso si lo sucedido en el mundo árabe tuviera un impacto fundamental en el pensamiento estadounidense con respecto a Israel, todavía es demasiado pronto para que su efecto pueda sentirse en la política estadounidense. Así que mi conjetura es, y lo hemos visto a lo largo de toda la política del gobierno de Barack Obama hacia Israel, que las mismas presiones bajo las que se moldeó y formuló la política estadounidense con respecto a Israel durante la administración de Bush todavía siguen vigentes en la administración Obama. Así que nadie debería sorprenderse de que Obama haya vetado esa resolución, y si se presentara otra la volvería a vetar, aunque sí creo que el hecho de que los Estados europeos miembros no la vetaran y no le siguieran la corriente a EEUU en este asunto es un signo de la tendencia general, eso es algo palpable. Usted lo llama aislamiento de los Estados Unidos; yo diría que es el comienzo de un proceso interno de repensamiento de la política estadounidense que tardará todavía bastante tiempo en madurar pero que definitivamente está ocurriendo.
Frank Barat: Haaretz y The Guardian han publicado que Angela Merkel mantuvo una durísima conversación telefónica con Netanyahu sobre el proceso de paz, y que le dijo a éste: "Sois vosotros los que nos habéis decepcionado a nosotros. No habéis dado ni un solo paso hacia la paz". Viniendo de Alemania, el defensor europeo nº1 de Israel (junto con Polonia), se trata de algo bastante extraordinario. ¿Es posible que veamos pronto un cambio en la postura de Europa hacia Israel? Más importante aún, ¿podría jugar Europa un papel más equilibrado que EEUU en la cuestión de Palestina?
Ilan Pappé: Hemos de ser cuidadosos en este punto. Eso es cierto tanto en lo que respecta a Angela Merkel como a Barack Obama. Lo que ellos quieren en lugar del gobierno de Netanyahu, que es definitivamente un tipo de gobierno con el que no les gusta tratar, es un gobierno sionista de centro, el gobierno de Kadima, el cual, se lo recuerdo, según las filtraciones de Al Yazira durante el mandato de Olmert se negó incluso a aceptar la más generosa y estúpida oferta jamás realizada por la dirigencia palestina a los israelíes. Por eso, cuando Angela Merkel se enfada con Netanyahu lo que quiere es ver a Tzipi Livni como primera ministra, lo que no supone ningún cambio en la política israelí y en absoluto alivia la opresión de los palestinos. Ésa es la cuestión, de modo que no hay tanto de lo que alegrarse por el hecho de que estén enojados con Netanyahu. El tiempo dirá si eso puede significar algo más profundo que la situación antidemocrática en Europa en virtud de la cual existe una opinión pública que es anti israelí y pro palestina pero que no aparece reflejada en las políticas de la elite política. Es posible que [el incidente] refleje también un deseo por parte de políticos como Angela Merkel de representar más fielmente el impulso y las posiciones básicas de la opinión pública europea con respecto a Israel, pero creo que debemos esperar para ver si este momento de transformación está ocurriendo realmente ante nuestros los ojos.
Frank Barat: Los reciente “Papeles palestinos” han confirmado que Israel y EEUU fueron los dos principales obstáculos en el conflicto entre Israel y Palestina. Sin embargo, en lugar de utilizar los documentos para denunciar el obstruccionismo de Israel, la Autoridad Palestina ha atacado a Al Jazeera, el mensajero. ¿Cómo explica usted eso y cuánto tiempo cree usted que la Autoridad Palestina podrá jugar el papel de "colaborador" antes de que estalle un nuevo tipo de Intifada?
Ilan Pappé: Es muy fácil entender por qué la Autoridad Palestina atacó a Al Jazeera. Aquello tuvo lugar en un momento muy desagradable en el que en el mundo árabe toda la gente estaba pidiendo más democracia, transparencia y una representación justa, y las filtraciones de Al Jazeera revelaron que la Autoridad Palestina era exactamente todo lo contrario de eso. Así que no me extraña que prefieran atacar a Al Jazeera que a Israel. Por lo que respecta a la longevidad de la AP, en realidad ésta sólo se puede relacionar con más transformaciones generales. No creo que se produzca una transformación interna palestina si antes no suceden varias cosas. Una de ellas es la continuación con éxito del tipo de transformaciones que hemos visto en el mundo árabe. Un proceso de democratización en marcha, más que democracias, como una especie de resultado final, incluso un continuo proceso de democratización en el mundo árabe es algo que animará a la gente a deshacerse de la Autoridad Palestina. En segundo lugar, el movimiento de la campaña de la sociedad civil en contra de Israel en la esfera de la elite política y del poder político. En tercer lugar, y lo más importante, es necesario encontrar una solución a la cuestión de la representación palestina. Porque es evidente que la AP no es la OLP, pero no está muy claro quién es la OLP. Sólo los palestinos, en una realidad casi imposiblemente fragmentada, debe encontrar la manera de reanimar el proceso de representación. Si hay representación palestina y se produce un cambio en el mundo árabe y surge una élite política en Occidente dispuesta a hacer algo que su público quiere que haga, creo que la AP desaparecerá, y esa será la primera estación en la senda hacia más transformaciones fundamentales sobre el terreno.
Frank Barat: En los últimos meses han ocurrido en el mundo árabe algunos acontecimientos extraordinarios. Las escenas de la plaza Tahrir en El Cairo, por ejemplo, permanecerán en la mente de la gente durante años. La gente de Egipto, Túnez, Marruecos, Yemen… tomó las calles y protestó contra la falta de puestos de trabajo, por el acceso a la educación, contra la represión, la corrupción… y se deshizo de su dictador respaldado por Occidente. Un amigo mío llamó a eso "la segunda fase del proceso de descolonización". ¿Cuál es su opinión sobre estos acontecimientos y también sobre la situación de Libia, con respecto a la cual se han votado sanciones en la ONU y la OTAN habla de intervención militar?
Ilan Pappé: Sí, en primer lugar estoy de acuerdo con la expresión "la segunda fase de la descolonización", o segunda fase del poscolonialismo. Es un término muy exacto para describir lo que estamos viendo. Creo que es un momento muy importante para todos nosotros, no sólo para las personas que viven en Oriente Medio, sino también para las personas que se relacionan con el mundo árabe y creen comprender lo que está sucediendo allí, por lo general a través de herramientas que han distorsionado al mundo árabe y en realidad lo han retratado de una manera muy negativa. Así que creo que la primera cosa que se puede decir sobre lo que está ocurriendo es que no se trata solamente de una reafirmación de la propia dignidad por parte del mundo árabe, es también un momento decisivo para Occidente y su actitud más bien colonialista hacia el mundo árabe. En segundo lugar, estamos hablando, naturalmente, de un proceso en marcha. Vemos a Libia como un doloroso recordatorio de que no en todas partes las cosas serán tan fáciles como en Egipto, y tampoco está claro que lo de Egipto se haya acabado, pero creo que realmente abre grandes esperanzas. Que yo recuerde, es la primera vez en toda mi vida que del mundo árabe nos llegan buenas noticias, y por esta pura sensación de positividad o de energía positiva que nos llega de allí constituye un momento de no retorno. En tanto que historiador, no dejo de recordarme a mí mismo que un momento de no retorno no significa que inmediatamente se alumbrará el tipo de realidad mejorada que deseamos ver establecida. Significa que hay que estar alerta, que habrá un montón de poderes y una gran cantidad de actores, entre ellos Israel, que harán todo lo posible para hacer desaparecer este momento. Así que ni siquiera se puede ser pasivo al respecto, hay que ser activos, cada uno de nosotros a nuestra manera, para ayudar a que estas revoluciones se realicen y, como en el caso de Palestina, tiene que haber una clara distribución del trabajo sobre lo que cada uno puede hacer. Pero es un momento dramático y fantástico que creo que, a la larga, también afectará a Palestina de una forma muy, muy positiva.
Frank Barat: ¿Cuál es la implicación más global de las “revoluciones” del mundo árabe? ¿Tienen Israel y EEUU razones para sentirse amenazados?
Ilan Pappé: Bueno, aquí hay dos cuestiones diferentes. La consecuencia global es que, así se trate de académicos, periodistas o políticos, la forma esquemática en que describen la sociedad y la dividen entre agentes o factores activos que pueden cambiar la realidad, y elementos receptores que no pueden cambiar la realidad, ha quedado desmantelada, ha colapsado. Así que creo que la consecuencia global es que por mucho poder económico, político y militar que uno tenga hay procesos que no se pueden controlar. Ya sea a causa de Internet o de las pulsiones que empujan a la generación más joven de todo el mundo, el caso es que hay una especie de unanimidad entre los estudiantes británicos que protestan en Londres y París, y los que protestaban en Túnez, Argel y El Cairo. Eso nos muestra que se ha asestado un duro golpe a la manera en que el mundo ha venido siendo representado a través de los ojos de la élite occidental, lo cual es una buena noticia. En cuanto a Estados Unidos e Israel, creo que EEUU es un poco más complejo que Israel, así que, por dar una respuesta corta en lugar de una larga, yo diría que quienes en EEUU —y hay gente importantísima en EEUU— han confiado en Israel para que les guiara por los vericuetos de la política de Oriente Medio e Israel, están en estos momentos que no se tienen del susto. Es un momento de pánico. He estado en Israel varias veces desde que comenzaron las revoluciones e Israel está sumido en un estado de auténtico pánico. Saben que el habitual arsenal de poder y diplomacia no sirve para nada en vista de lo que está sucediendo en el mundo árabe. Son presas del pánico porque sienten que si la democracia realmente surge a su alrededor no podrán vender el cuento de que son ellos la única democracia en Oriente Medio y, de hecho, acabarían siendo retratados como otro régimen dictatorial árabe. Eso podría traer consigo una nueva forma de pensar en EEUU y, para muchos israelíes, una nueva forma de pensar en EEUU supone el fin de Israel tal como lo conocemos.
Frank Barat: Como coordinador del Tribunal Russell sobre Palestina estoy preparando la próxima sesión del tribunal que va a celebrarse en Sudáfrica, donde se tratará del crimen de apartheid en relación con Israel. Para muchos Israel es una democracia porque todo el mundo puede votar y los árabes están representados en la Knesset. Ahora bien, ¿es Israel una democracia?
Ilan Pappé: No, definitivamente Israel no es una democracia. Un país que ocupa a otro pueblo durante más de 40 años y que conculca sus derechos civiles y humanos más elementales no puede ser una democracia. Un país que aplica una política discriminatoria contra una quinta parte de sus ciudadanos palestinos dentro de las fronteras del 67 no puede ser una democracia. De hecho, Israel es lo que en ciencias políticas solemos llamar una democracia Herrenvolk, una democracia sólo para los amos. El hecho de que se permita a la gente participar en el aspecto formal de la democracia, a saber, en el acto de votar y ser votado, es inútil y sin sentido si no se permite a esa misma gente participar del bien común o de los recursos comunes del Estado, o si se la discrimina aunque se le permita participar en las elecciones. Prácticamente a todos los niveles, desde la legislación oficial pasando por las prácticas gubernamentales, hasta las actitudes sociales y culturales, Israel es una democracia sólo para un grupo, un solo grupo étnico, que, dado el territorio que Israel controla en estos momentos, ni siquiera es ya el grupo mayoritario, así que sospecho que le será a usted muy difícil encontrar una definición aceptada de democracia que sea aplicable al caso de Israel.
Frank Barat: ¿Cuál es su nacionalidad, Ilan?
Ilan Pappé: No tengo una nacionalidad clara. Tengo una ciudadanía, la ciudadanía israelí. Curiosamente, también tengo la nacionalidad europea, porque como segunda generación los judíos europeos tenemos derecho al pasaporte europeo, lo cual no equivale a la nacionalidad, pero confunde la cuestión de la nacionalidad. Me gustaría definirme como miembro de una potencial nueva nación que surgiría en el Estado democrático laico de Israel como producto de la combinación de una sociedad formada por la tercera generación de los colonos que llegaron a Palestina a fines del siglo pasado y la población nativa indígena. El hecho de que para cuando tal realidad se materialice la gente todavía se siga definiendo en términos nacionales o no, es algo que no me importa y que ignoro, pero yo siento que soy parte de una comunidad de colonos que pretende ser una comunidad nacional independiente y reconocida como tal, como Australia y Nueva Zelanda, pero si este es el único tipo de identidad nacional disponible para mí, entonces lo rechazo y me gustaría trabajar para conseguir algo mucho mejor para mí y para otros.
Frank Barat: Para muchas personas el conflicto entre Israel y Palestina tiene que ver con el Holocausto y con el hecho de que los judíos de Europa necesitaban tener un lugar para vivir y sentirse seguros. Cuando los judíos llegaron a Palestina comenzó entre ellos y los habitantes indígenas, los palestinos, la lucha por la posesión de la tierra. La disputa ha continuado durante más de 60 años y ha sido imposible para ambas partes llegar a un acuerdo de paz. ¿Cree usted que ése es el meollo de este conflicto?
Ilan Pappé: No, no, definitivamente no. El conflicto no tiene que ver con el Holocausto. El Holocausto está siendo manipulado por los israelíes para mantener vivo el conflicto en beneficio de sus propios intereses. El conflicto es una simple historia de colonos europeos que llegan a finales del siglo XIX movidos por todo tipo de ideas, siendo la idea dominante aquella que decía que necesitaban un refugio seguro porque Europa no era segura y que aquí estaba su antigua patria. Ya sucedió antes, este no es el único lugar donde la gente ha abrazado ese tipo de ideas excéntricas que les llevan a creerse que pueden presentarse en un lugar después de 2000 años y reclamar algo que supuestamente les perteneció. Es porque hubo el suficiente número de potencias imperiales dispuestas a apoyar este proyecto de colonización por lo que consiguieron asentarse con éxito. Primero comenzaron a comprar tierras y luego instauraron un régimen de explotación de la tierra en virtud del cual se podía comprar tierra a gente a la que realmente no le pertenecía y expulsar a la gente que realmente la cultivaba. Pero ni siquiera en eso obtuvieron un éxito completo. Como usted probablemente sabe, para cuando expiró el Mandato Británico el movimiento sionista había conseguido adquirir menos del 7% de Palestina y solo pudo atraer a una cantidad de refugiados —incluso después del Holocausto—, que distaba de ser impresionante. Absolutamente toda la comunidad judía del mundo prefiere emigrar a Gran Bretaña, Estados Unidos o permanecer en Europa, a pesar del Holocausto. Una minoría muy pequeña llegó a Israel y por eso, en contra de sus deseos iniciales, el movimiento sionista decidió traer judíos desde el mundo árabe y desarabizarlos para que se transformaran en judíos y no se identificaran con la población árabe. De modo que el conflicto es sobre un movimiento colonial que gracias al Holocausto consigue disfrazar su naturaleza colonialista en un mundo en el colonialismo ya no está bien visto y que utiliza todo tipo de medios y alianzas para seguir colonizando, ocupando y practicando la limpieza étnica. Es una atrocidad incompleta. El sionismo es una atrocidad incompleta contra el pueblo palestino. Si se hubiera completado, como hicieron los blancos en Australia y en Nueva Zelanda, probablemente hoy en día no habría conflicto. Conviene entender por qué es incompleta. Ello se debe a la constancia y resistencia palestina. Eso lo resume todo. Un proyecto colonialista que intenta completar su plan, una población indígena que se resiste, ése sería el conflicto, a menos que se descolonice Palestina y se avance hacia una etapa poscolonial en la historia de este lugar.
Frank Barat: Desde hace muchos años es usted un activista en favor de los derechos humanos que lucha en todos los frentes para ayudar a los palestinos, aunque con pocos resultados, desgraciadamente. Todos los días [los israelíes] roban más tierras, matan a más gente, destruyen más casas y la comunidad internacional recompensa a Israel por todo ello. Entonces, ¿de qué modo pueden avanzar los palestinos y quienes les apoyan?
Ilan Pappé: Lo primero que hay que decir es que necesitamos tener una visión histórica más amplia del éxito y el fracaso. No creo que hayamos fracasado en todo. La actual comunidad palestina en Cisjordania y la Franja de Gaza, la actual comunidad palestina en Israel no va a quebrar. Eso está muy claro. Sea cual sea la política que adopte Israel, ya no puede contemplar tan fácilmente la posibilidad de perpetrar otra limpieza étnica, y entender eso es muy importante. En segundo lugar, creo que algo ha cambiado en la opinión pública: cierto, no ha encontrado reflejo en la política, pero es posible que nos encontremos en el momento decisivo para Palestina sin aún saberlo. Así que me gustaría tener una visión más equilibrada sobre el fracaso y el éxito de todos nosotros. Creo que es importante entender que no todo es fracaso. Sin embargo, estoy de acuerdo en que necesitamos una estrategia clara para seguir avanzando. Hay tres cosas que me gustaría señalar rápida y brevemente. Una es que necesitamos comprender mejor la distribución del trabajo entre exterior e interior. Es decir, que el sistema político palestino debe actuar de forma conjunta, en términos de representación, unificación y demás, y el movimiento de solidaridad no debería tratar de sustituirlo en cuestiones de representación sino que debería concentrarse en convertir a Israel en un Estado paria, cosa que creo es muy importante para desbloquear la situación. Así pues, el punto primero es distribuir las tareas.
En segundo lugar, creo que debemos cambiar el diccionario. Deberíamos dejar de hablar del proceso de paz, deberíamos abandonar la idea de la solución de los dos Estados, en mi opinión deberíamos volver a hablar de colonialismo, de anti-colonialismo, de cambio de régimen, de limpieza étnica, de reparaciones a largo plazo. Todo ese repertorio de frases conocidas que son perfectamente aplicables a la situación de Palestina y que, no obstante, por efecto de la propaganda israelí y del apoyo estadounidense a esa propaganda, no nos atrevemos a emplear. Tenemos que hacer que sean utilizadas incluso por los medios de comunicación mayoritarios, por el mundo académico y, desde luego, por los políticos.
La tercera cosa que tenemos que hacer es aceptar los análisis, [en el sentido de] que es improbable que el cambio venga desde dentro. Ello plantea la cuestión de qué tipo de estrategia convendría adoptar para provocar el cambio desde el exterior. Afortunadamente, tenemos un ejemplo muy bueno. La mayoría de la gente está a favor de utilizar la estrategia no violenta —en lugar de la estrategia violenta— para conseguir el cambio. Eso es bueno porque creo que una nueva realidad que va a nacer de la lucha no violenta va a crear una relación mucho mejor cuando llegue el momento de la reconciliación. Mientras que si se consigue la liberación, por así decirlo, mediante la violencia, sabemos por otros casos históricos que la sociedad misma se transforma en violenta. Así que creo que hay mucho por hacer, y lo bueno de nuestra época es que hay muchas cosas que uno puede hacer como individuo, pero sin olvidar nunca a las organizaciones, tampoco a las viejas organizaciones, sobre todo en el caso de la representación palestina. No siempre hay que inventar la rueda, a veces hay que engrasarla y asegurarse de que funciona de nuevo, igual que lo hizo en el pasado.
Ilan Pappé es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios Internacionales de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, director del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad, codirector del Centro Exeter de Estudios Etno-políticos y activista político. Ha escrito entre otros los siguientes libros: A Modern History of Palestine , La limpieza étnica de Palestina y Gaza en crisis (en colaboración con Noam Chomsky). Frank Barat es coordinador del Tribunal Russell sobre Palestina

Traducción para www.rebelion.org: LB

Counterpunch, 1 abril 2011

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4096


Política Internacional

Sonreí tercermundo, Estados Unidos y Europa te están mirando

Por Aritz Recalde *

Mayo 2011

“La humanidad conoce dos azotes que la han agobiado en su historia: el imperialismo, que al suprimir la libre determinación de los pueblos, la soberanía de las naciones y la independencia económica de los países, los priva de su libertad esencial; y las dictaduras, que, al suprimir en parte la libertad individual, insectifican al hombre. Las dictaduras son de efecto limitado en el tiempo y en el espacio, duran lo que dura el hombre que las ejerce y alcanza sólo una acción parcial. Los imperialismos son permanentes y alcanzan a todos. Por eso la dictadura se abate por reacción local; y el imperialismo sólo cede ante la acción de todos. (…) La guerra se produce por designio de los hombres, no por su fatalidad. Las causas del noventa por ciento de las guerras que ha soportado la humanidad, desde el mundo antiguo hasta nuestros días, han sido los imperialismos”. Juan Domingo Perón[1]

“¿Vivimos aún en tiempos en que el hombre debe luchar y morir para tener derecho a convertirse en ciudadano de una nación? (…) ¿No hay en ésta tierra suficientes voluntades para imponer la razón a la sinrazón? (…) La muerte del colonialismo es, a la vez, la muerte del colonizado y la muerte del colonizador. (…) Lo deseamos y lo haremos. No creemos que exista fuerza capaz de impedirlo”. Frantz Fanon[2]

Sonreí tercermundo, los políticos norteamericanos te están mirando. Te necesitan para sus campañas electorales. Te requieren muerto y televisado para triunfar en sus elecciones de candidatos cada año. Con vos y con tu familia asesinada, van a apaciguar los temores y las frustraciones de sus pueblos, que están sujetos a una campaña mediática y cinematográfica de terrorismo ideológico permanente. La industria cultural les muestra que afuera de sus cálidos hogares capitalistas, está la barbarie y se esconde el peligro. Le enseñan al pueblo que aquí, en nuestros continentes, se cobija el mal y se reproduce el terrorismo.

Las acciones aplicadas por la barbarie occidental en los últimos dos siglos, deben servirnos de escuela. De esa experiencia, tenemos que comprender una ley de la división internacional del planeta, que establece que los habitantes de las naciones del sur de la tierra somos un objetivo militar y que las metrópolis, son nuestros supuestos legítimos ejecutores. Cada uno de los objetivos militares de la OTAN o de la CIA, ya sean soldados, sean presidentes o sean niños, son utilizados para mantener la estabilidad política y económica interna de sus Estados. Los actos del terrorismo norteamericano y europeo sobre el tercermundo no encuentran límites. Bombardean países, destrozan su infraestructura, sus patrimonios culturales y matan a las poblaciones bajo los misiles o por el hambre ocasionada en las conflagraciones. No importa si el asesinado a televisar es un socialista democrático como Salvado Allende o si hay que armar un documental con el ahorcado Sadam Husein. No interesa si matan soldados como Osama Bin Laden, buscan asesinar presidentes como Evo Morales[3] o ejecutan a la luz de la opinión pública mundial, a jóvenes y niños, como es el caso del hijo y los 3 nietos de Muamar Kadaffi.[4]

Los políticos de las metrópolis en tiempos de campaña, hacen apología de los crímenes de guerra más atroces, como fueron el hundimiento del Crucero General Belgrano en Malvinas o la ejecución de los cientos de miles de supuestos comunistas que mando a matar el Operativo Cóndor[5]. A la hora de asesinar y promover las torturas, las desapariciones y los secuestros, seguramente Margaret Thatcher, Ronald Reagan, George Bush o actualmente Barak Obama, miraron las encuestas y oyeron a sus asesores. Por como actuaron, es innegable que descubrieron que matar brutalmente latinoamericanos, africanos o asiáticos, alimenta el ego de buena parte de la opinión pública de las metrópolis. Para las potencias y cuando median sus intereses, no hay leyes, no hay valores, no hay procesos judiciales, solo existe la aplicación de la fuerza que es el derecho de las bestias.

Tal cual estableció y auguró Juan Perón en el epígrafe, el azote del imperialismo es un presente trágico para Asia, para África o para América Latina. Sonreí tercermundo, las metrópolis piensan en vos y cuando necesiten ganar una elección, vas a formar parte de su plataforma electoral. Si por el contrario al mandato criminal que nos imponen la OTAN y sus aliados, creemos que la paz y la libertad son la razón de nuestros pueblos, retomemos la voluntad de Fanon y junto con él, convenzámonos de que “no creemos que exista fuerza capaz de impedirlo”.

[1] Juan Perón, Política y Estrategia, Pleamar, 1983. Pp 8 y 61.
[2] Franz Fanon, Sociología de una revolución, Ediciones del 70, 1973. Pp 16 – 18.
[3] Stella, Calloni, Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia, Punto de Encuentro, 2009.
[4] http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/01/internacional/1304203466.html
[5] Stella Calloni, Los años del lobo. Operación Cóndor. Peña Lillo, 1999.

* Sociólogo, docente de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo y editor del blog www.sociologia-tercermundo.blogspot.com


Los condenados de la tierra (Conclusión)

Por Franz Fanon

Compañeros: hay que decidir desde ahora un cambio de ruta. La gran noche en la que estuvimos sumergidos, hay que sacudirla y salir de ella. El nuevo día que ya se apunta debe encontrarnos firmes, alertas y resueltos.
Debemos olvidar los sueños, abandonar nuestras viejas creencias y nuestras amistades de antes. No perdamos el tiempo en estériles letanías o en mimetismos nauseabundos. Dejemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo.
Hace siglos que Europa ha detenido el progreso de los demás hombres y los ha sometido a sus designios y a su gloría; hace siglos que, en nombre de una pretendida "aventura espiritual" ahoga a casi toda la humanidad. Véanla ahora oscilar entre la desintegración atómica y la desintegración espiritual.
Y sin embargo, en su interior, en el plano de las realizaciones puede decirse que ha triunfado en todo.
Europa ha asumido la dirección del mundo con ardor, con cinismo y con violencia. Y vean cómo se extiende y se multiplica la sombra de sus monumentos. Cada movimiento de Europa ha hecho estallar los límites del espacio y los del pensamiento. Europa ha rechazado toda humildad, toda modestia, pero también toda solicitud, toda ternura.
No se ha mostrado parsimoniosa sino con el hombre, mezquina, carnicera, homicida sino con el hombre.
Entonces, hermanos ¿cómo no comprender que tenemos algo .mejor que hacer que seguir a esa Europa?
Esa Europa que nunca ha dejado de hablar del hombre, que nunca ha dejado de proclamar que sólo le preocupaba el hombre, ahora sabemos con qué sufrimientos ha pagado la humanidad cada una de las victorias de su espíritu.
Compañeros, el juego europeo ha terminado definitivamente, hay que encontrar otra cosa. Podemos hacer cualquier cosa ahora a condición de no imitar a Europa, a condición de no dejarnos obsesionar por el deseo de alcanzar a Europa.
Europa ha adquirido tal velocidad, loca y desordenada, que escapa ahora a todo conductor, a toda razón y va con un vértigo terrible hacia un abismo del que vale más alejarse lo más pronto posible.
Es verdad, sin embargo, que necesitamos un modelo, esquemas, ejemplos. Para muchos de nosotros, el modelo europeo es el más exaltante. Pero en las páginas anteriores hemos visto los chascos a que nos conducía esta imitación. Las realizaciones europeas, la técnica europea, el estilo europeo, deben dejar de tentarnos y de desequilibrarnos.
Cuando busco al hombre en la técnica y el estilo europeos, veo una sucesión de negaciones del hombre, una avalancha de asesinatos.
La condición humana, los proyectos del hombre, la colaboración entre los hombres en tareas que acrecienten la totalidad del hombre son problemas nuevos que exigen verdaderos inventos.
Decidamos no imitar a Europa y orientemos nuestros músculos y nuestros cerebros en una dirección nueva. Tratemos de inventar al hombre total que Europa ha sido incapaz de hacer triunfar.
Hace dos siglos, una antigua colonia europea decidió imitar a Europa. Lo logró hasta tal punto que los Estados Unidos de América se han convertido en un monstruo donde las taras, las enfermedades y la inhumanidad de Europa han alcanzado terribles dimensiones.
Compañeros: ¿No tenemos otra cosa que hacer sino crear una tercera Europa? Occidente ha querido ser una aventura del Espíritu. Y en nombre del Espíritu, del espíritu europeo por supuesto, Europa ha justificado sus crímenes y ha legitimado la esclavitud en la que mantiene a las cuatro quintas partes de la humanidad.
Sí, el espíritu europeo ha tenido singulares fundamentos. Toda la reflexión europea se ha desarrollado en sitios cada vez más desérticos, cada vez más escarpados. Así se adquirió la costumbre de encontrar allí cada vez menos al hombre.
Un diálogo permanente consigo mismo, un narcisismo cada vez más obsceno, no han dejado de preparar el terreno a un cuasidelirio, donde el trabajo cerebral se convierte en un sufrimiento, donde las realidades no son ya las del hombre vivo, que trabaja y se fabrica a sí mismo, sino palabras, diversos conjuntos de palabras, las tensiones surgidas de los significados contenidos en las palabras. Ha habido europeos, sin embargo, que han invitado a los trabajadores europeos a romper ese narcisismo y a romper con ese irrealismo.
En general, los trabajadores europeos no han respondido a esas llamadas. Porque los trabajadores también se han creído partícipes en la aventura prodigiosa del Espíritu europeo.
Todos los elementos de una solución de los grandes problemas de la humanidad han existido, en distintos momentos, en el pensamiento de Europa. Pero los actos de los hombres europeos no han respondido a la misión que les correspondía y que consistía en pesar violentamente sobre esos elementos, en modificar su aspecto, su ser, en cambiarlos, en llevar, finalmente, el problema del hombre a un nivel incomparablemente superior.
Ahora asistimos a un estancamiento de Europa. Huyamos, compañeros, de ese movimiento inmóvil en que la dialéctica se ha transformado poco a poco en lógica del equilibrio. Hay que reformular el problema del hombre. Hay que reformular el problema de la realidad cerebral, de la masa cerebral de toda la humanidad cuyas conexiones hay que multiplicar, cuyas redes hay que diversificar y cuyos mensajes hay que rehumanizar.
Hermanos, tenemos demasiado trabajo para divertirnos con los juegos de retaguardia. Europa ha hecho lo que tenía que hacer y, en suma, lo ha hecho bien; dejemos de acusarla, pero digámosle firmemente que no debe seguir haciendo tanto ruido. Ya no tenemos que temerla, dejemos, pues, de envidiarla.
El Tercer Mundo está ahora frente a Europa como una masa colosal cuyo proyecto debe ser tratar de resolver los problemas a los cuales esa Europa no ha sabido aportar soluciones.
Pero entonces no hay que hablar de rendimientos, de intensificación, de ritmo. No, no se trata de volver a la Naturaleza. Se trata concretamente de no llevar a los hombres por direcciones que los mutilen, de no imponer al cerebro ritmos que rápidamente lo menoscaban y lo perturban. Con el pretexto de alcanzar a Europa no hay que forzar al hombre, que arrancarlo de sí mismo, de su intimidad, no hay que quebrarlo, no hay que matarlo.
No, no queremos alcanzar a nadie. Pero queremos marchar constantemente, de noche y de día, en compañía del hombre, de todos los hombres. Se trata de no alargar la caravana porque entonces cada fila apenas percibe a la que la precede y los hombres que no se reconocen ya, se encuentran cada vez menos, se hablan cada vez menos.
Se trata, para el Tercer Mundo, de reiniciar una historia del hombre que tome en cuenta al mismo tiempo las tesis, algunas veces prodigiosas, sostenidas por Europa, pero también los crímenes de Europa, el más odioso de los cuales habrá sido, en el seno del hombre, el descuartizamiento patológico de sus funciones y la desintegración de su unidad; dentro del marco de una colectividad la ruptura, la estratificación, las tensiones sangrientas alimentadas por las clases; en la inmensa escala de la humanidad, por último, los odios raciales, la esclavitud, la explotación y, sobre todo, el genocidio no sangriento que representa la exclusión de mil quinientos millones de hombres.
No rindamos, pues, compañeros, un tributo a Europa creando estados, instituciones y sociedades inspirados en ella.
La humanidad espera algo más de nosotros que esa imitación caricaturesca y en general obscena.
Si queremos transformar a África en una nueva Europa, a América en una nueva Europa, confiemos entonces a los europeos los destinos de nuestros países. Sabrán hacerlo mejor que los mejor dotados de nosotros.
Pero si queremos que la humanidad avance con audacia, si queremos elevarla a un nivel distinto del que le ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay que descubrir.
Si queremos responder a la esperanza de nuestros pueblos, no hay que fijarse sólo en Europa.
Además, si queremos responder a la esperanza en los europeos, no hay que reflejar una imagen, aun ideal, de su sociedad y de su pensamiento, por los que sienten de cuando en cuando una inmensa náusea.
Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo.

Fuente en Internet: http://www.elortiba.org/fanon3.html#CONCLUSIÓN_


Política Internacional

Socialistas europeos: una izquierda descarriada

Por Ignacio Ramonet, Le Monde Diplomatique
internacional@miradasalsur.com

Uno de los hombres más poderosos del mundo (jefe de la mayor institución financiera del planeta) agrede sexualmente a una de las personas más vulnerables del mundo (modesta inmigrante africana). En su desnuda concisión, esta imagen resume, con la fuerza expresiva de una ilustración de prensa, una de las características medulares de nuestra era: la violencia de las desigualdades.

Lo que hace más patético el caso del ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y líder del ala derecha del Partido Socialista francés, Dominique Strauss-Kahn es que, de confirmarse, su batacazo constituye además una metáfora del actual descalabro moral de la socialdemocracia. Con el agravante de que revela, a la vez, en Francia, las carencias de un sistema mediático cómplice.

Todo ello indigna sobradamente a muchos electores de izquierda en Europa, cada vez más inducidos –como lo mostraron en España las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo– a adoptar tres formas de rechazo: el abstencionismo radical, el voto a la derecha populista o la protesta indignada en las plazas.

Naturalmente, el ex jefe del FMI y ex candidato socialista a la elección presidencial francesa de 2012, acusado de agresión sexual y de tentativa de violación por la camarera de un hotel de Nueva York el pasado 14 de mayo, goza de presunción de inocencia hasta que la justicia estadounidense se pronuncie. Pero la actitud mostrada, en Francia, por los líderes socialistas y muchos intelectuales “de izquierda” amigos del acusado, precipitándose ante cámaras y micrófonos, para corear inmediatamente una defensa incondicional de Strauss-Kahn, presentándolo como el dañado principal, evocando “complots” y “maquinaciones”, ha sido realmente bochornosa. Ni una palabra tuvieron de solidaridad o de compasión hacia la presunta víctima. Algunos, como el ex ministro socialista de Cultura Jack Lang, en un reflejo machista, no dudaron en restar gravedad a los presuntos hechos declarando que “después de todo, nadie había muerto”. Otros, olvidando el sentido mismo de la palabra justicia, se atrevieron a reclamar privilegios y un tratamiento más favorable para su poderoso amigo pues, según ellos, no se trata de “un acusado como cualquier otro”.

Tanta desfachatez ha dado la impresión de que, en el seno de las elites políticas francesas, cualquiera que sea el crimen del que se acuse a uno de sus miembros, el colectivo reacciona con un respaldo coligado que más parece una complicidad mafiosa. Retrospectivamente, ahora que resurgen del pasado otras acusaciones contra Strauss-Kahn de acoso sexual, mucha gente se pregunta por qué los medios de comunicación ocultaron ese rasgo de la personalidad del ex jefe del FMI. Por qué los periodistas, que no ignoraban las quejas de otras víctimas de hostigamiento, jamás realizaron una investigación a fondo sobre el tema. Por qué se mantuvo a los electores en la ignorancia y se les presentó a este dirigente como “la gran esperanza de la izquierda” cuando era obvio que su Talón de Aquiles podía en cualquier momento truncar su ascensión.

Desde hacía años, para conquistar la presidencia, Strauss-Kahn había reclutado brigadas de comunicantes de choque. Una de las misiones de éstos consistía en impedir también que la prensa divulgase el lujosísimo estilo de vida del ex jefe del FMI. Se deseaba evitar cualquier inoportuna comparación con la esforzada vida que llevan millones de ciudadanos modestos arrojados al infierno social en parte por las políticas precisamente de esa institución.

Ahora las máscaras caen. El cinismo y la hipocresía surgen con toda su crudeza. Y aunque el comportamiento personal de un hombre no debe prejuzgar la conducta moral de toda su familia política, es evidente que contribuye a preguntarse sobre la decadencia de la socialdemocracia. Tanto más cuando esto se suma a innumerables casos, en su seno, de corrupción económica, y hasta de degeneración política (¡los ex dictadores Ben Ali, de Túnez, y Hosni Mubarak, de Egipto, eran miembros de la Internacional Socialista!).

La conversión masiva al mercado y a la globalización neoliberal, la renuncia a la defensa de los pobres, del Estado de bienestar y del sector público, la nueva alianza con el capital financiero y la banca, han despojado a la socialdemocracia europea de sus principales señas de identidad. Cada día les resulta más difícil a los ciudadanos distinguir entre una política de derechas y otra “de izquierdas”. Ya que ambas responden a las exigencias de los amos financieros del mundo. ¿Acaso la suprema astucia de éstos no consistió en colocar a un “socialista” a la cabeza del FMI con la misión de imponer a sus amigos “socialistas” de Grecia, Portugal y España los implacables planes de ajuste neoliberal?

De ahí el hastío popular. Y la indignación. El repudio de la falsa alternativa electoral entre los dos principales programas, en realidad gemelos. De ahí las sanas protestas en las plazas: “Nuestros sueños no caben en vuestras urnas”. El despertar. El fin de la inacción y de la indiferencia. Y esa exigencia central: “El pueblo quiere el fin del sistema”.

09/06/11

Fuente: Miradas al Sur