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Petróleo: Cuando el futuro nos alcance |
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"Más
de la mitad de las reservas de petróleo del mundo están en 5 países…
¿Donde vive usted?" [Campaña publicitaria
de Chevron Texaco – julio 2005]
El potencial agotamiento de los recursos petroleros es un fantasma que
sobrevuela el planeta desde hace como mínimo tres décadas. Situación
advertida y apocalípticamente esgrimida por organizaciones no
gubernamentales de todo el mundo y minimizada permanentemente por los
gobiernos, constituye un claro ejemplo de aquellas condiciones objetivas
que indefectiblemente modifican, en uno u otro sentido, el futuro
posible. Intentando no incurrir en la predicción catastrófica, ni
participar ciegamente de la inconsciencia autoindulgente, nos propusimos
analizar punto por punto las distintas alternativas que deberemos
afrontar, sea cual fuere la "verdad", en los años venideros.
El petróleo es una mezcla de hidrocarburos, que son compuestos formados
por hidrógeno y carbono. Pueden ser amarillentos y líquidos o negros y
viscosos. Es la principal fuente de energía en la mayoría de los países
del mundo. Se lo conoce desde hace aproximadamente 6.000 años, y se dice
que los asirios lo usaban para construir, fijando con él ladrillos y
piedras y los egipcios para engrasar pieles. No obstante, el primer pozo
de petróleo fue perforado en Pensilvania (EE.UU.) por Edwin Drake, en
1859, y esta fecha quedó establecida como el año de su "descubrimiento".
Aunque no se sabe con certeza, existen dos teorías sobre el "origen" del petróleo. Según la teoría "biogénica", se produciría mediante la acumulación de enormes cantidades de restos prehistóricos de animales marinos y de vegetales terrestres que, comprimidos, mezclados con sedimentos y generando calor durante millones de años, se habrían transformado en petróleo y gas. Desplazándose a través de rocas porosas y terrenos permeables, estas sustancias constituyen "bolsas" subterráneas de crudo que se pueden extraer mediante perforación.
La teoría "abiogénica" afirma que el petróleo es una mezcla de
hidrocarburos de gran estabilidad termodinámica formada a partir de
fuentes no biológicas de hidrocarburos localizadas a gran profundidad. A
centenares de kilómetros bajo tierra, las moléculas más ligeras de
hidrocarburo subirían a través del manto terrestre y serían consumidas
por "bacterias primitivas" que las convertirían en moléculas de
hidrocarburo más pesadas. De hecho, se ha descubierto vida microbiana a
4,2 Km. de profundidad en Alaska y a 5,2 Km. de profundidad en Suecia,
así como moléculas de origen biológico en muchos depósitos geológicos de
hidrocarburos, que se creía que eran debidos a fuentes superficiales,
debido a la dificultad existente para el cultivo de las bacterias
termófilas (buscadoras de calor).
Esta teoría da a entender que el petróleo sería en realidad un recurso
"renovable". Más allá de que los geólogos respetados no le dan ninguna
credibilidad, aún cuando estas "bacterias primitivas" estuvieran
produciendo petróleo en las profundidades de la tierra, es dudoso que
lograran hacerlo con la suficiente velocidad como para reponer las
ingentes cantidades de hidrocarburos que consumimos, por lo que el
problema sigue existiendo.
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Por lo tanto, se acaba
Todo aquello que no puede reemplazarse, si se utiliza, termina
acabándose, en más o menos tiempo. La clave, entonces, no es "si", sino
"cuándo".
Recordemos que del petróleo, luego de refinarlo, se extraen diferentes
productos, entre otros: propano y butano, nafta, kerosene, gas oil o
diésel, fuel-oil, aceites lubricantes, asfaltos, carbón de coque, etc.
Además, es utilizado para la mayoría de los procesos tecnológicos de
producción, incluídos los alimentos. Esto significa que la cantidad de
petróleo que consumimos es inmensa:
• Pesticidas derivados del petróleo.
• Fertilizantes derivados del amoníaco y a su vez del gas natural.
• Maquinaria agrícola, construida y potenciada con petróleo.
• La mayoría de los granos forrajeros (soja, maíz etc.) son producidos y
cosechados utilizando los métodos de agricultura de alta tecnología,
requieren petróleo.
• Las cámaras frigoríficas y heladeras son fabricadas usando petróleo y
funcionan con energía eléctrica (producida por petróleo, gas o carbón).
• Transporte. En los EE.UU. el alimento promedio es transportado unos
2.500 kilómetros hasta que llega a los consumidores. En Canadá son 8.000
kilómetros. En Chubut, 1.500 kilómetros. En Tierra del Fuego, 3.000
kilómetros.
• Pero también la medicina, la distribución de agua y la defensa
nacional utilizan petróleo o químicos derivados del mismo.
• Se necesita petróleo para la fabricación de plásticos, computadoras y
todos los aparatos de alta tecnología. Un gramo de microchip consume 630
gramos de combustibles fósiles. Según la American Chemical Society, la
construcción de un solo chip megabyte DRAM requiere 2,2 Kg. de
combustibles fósiles sumado a 49 Kg. de agua. Hacer una sola PC exige 10
veces su peso en combustibles fósiles.
• Hablemos de los automóviles: la construcción de un solo auto requiere
27 barriles de petróleo (4.000 litros aproximadamente) en energía. En
total, si su automóvil pesa 1.500 kilogramos, se habrán utilizado 3.000
kilogramos de combustibles fósiles en su fabricación.
• Los aparatos eléctricos utilizan plata, cobre y/o platino, cada uno de
los cuales son descubiertos, extraídos, transportados y elaborados por
maquinaria consumidora de hidrocarburos.
• La energía nuclear requiere de uranio que también es descubierto,
extraído y transportado por maquinaria consumidora de hidrocarburos.
Busquemos
más, pero...
1962 fue el año en que se descubrieron más yacimientos. En la década del
60, Estados Unidos consumía
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alrededor de 6 mil millones de barriles por año mientras encontraba entre 30 y 60 mil millones de barriles anuales. Esta tendencia fue declinando paulatinamente, y hoy el nivel de descubrimientos se acerca peligrosamente a cero. En el 2005 el planeta está consumiendo aproximadamente cuatro barriles de petróleo por cada uno que se encuentra.
Los nuevos descubrimientos son muy escasos. Tanto es así, que la mayoría
de las empresas petroleras se niegan a realizar nuevas exploraciones,
porque evalúan que casi inevitablemente perderán dinero. En el 2003, las
diez mayores compañías invirtieron en total ocho mil millones de dólares
en exploración, y los descubrimientos totalizaron un valor comercial de
poco más de cuatro mil millones (The New York Times – octubre 2004).
A partir de ese momento, no sólo las principales empresas redujeron sus
esfuerzos, sino que ya desde 1998 comenzaron un proceso de contracción
forzada, adquisiciones y fusiones, lo que indicaría que, ante un
potencial colapso de la industria, las grandes compañías comenzaron a
adquirir los activos (reservas comprobadas) de las más pequeñas.
1. Diciembre 1998: fusión de BP y Amoco.2. Abril 1999: fusión de BP-Amoco y Arco.
3. Diciembre 1999: fusión de Exxon y Mobil Oil.
4. Octubre 2000: Chevron y Texaco acuerdan fusionarse.
5. Noviembre 2001: Phillips y Conoco acuerdan fusionarse
6. Septiembre 2002: Shell compra Penzoil-Quaker State
7. Febrero 2003: Frontier Oil y Holly acuerdan fusionarse.
8. Marzo 2004: Maratón adquiere el 40% de Ashland.
9. Abril 2004: Westport Resources adquiere Kerr- McGee.
10. Julio 2004: Los analistas sugieren la fusión de BP-Amoco-Arco y
Shell.
11. Abril 2005: Chevron-Texaco y Unocal se unen.
Se estima que quedan unas 143.000 millones de toneladas. Calculemos
entre 6,8 y 7,2 barriles de petróleo por tonelada, dependiendo de la
densidad y calidad del petróleo. Por tanto, las reservas de crudo se
evalúan entre 0,97 y 1,03 billones de barriles de petróleo.
Los científicos más respetados afirman ahora que el "pico petrolero" es
una realidad inevitable y que, como muy tarde, se producirá en el 2020.
Algunos piensan que incluso este cálculo es bastante optimista.
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El "pico petrolero"
Se lo llama "El Pico de Hubbert",
refiriéndose al Dr. Marion King Hubbert que en 1956 pronosticó que la
producción petrolera de los EE.UU. haría pico en 1970 y que la
producción global haría pico en 1995, cosa que hubiese ocurrido si no
hubiera sido por la crisis petrolera de la década del 70 que demoró esto
unos 15 años. La teoría del pico de Hubbert, afirma que la producción
mundial de petróleo llegará a su cénit y después declinará tan rápido
como creció, resaltando el hecho de que el factor limitador de la
extracción de petróleo es la energía requerida y no su coste económico.
La campana de Gauss marca su punto más alto en el momento en que el petróleo ha sido consumido en un 50 %. A partir de allí, no puede hacer otra cosa que bajar en la misma proporción que ascendió. En la práctica, si el punto más alto de la campana se produjera, por ejemplo, este año 2005, en el 2030 la producción sería equivalente a la del año 1980. Algunos expertos evalúan que este pico ya se produjo en el 2000. La Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y el Gas (ASPO) lo ubica alrededor del 2007.
Cenit de producción según ASPO
Por su parte, la Energy Information Administration predice que no
ocurrirá el pico antes del 2025, y la International Energy Agency hace
una proyección similar:
Pero más allá de las divergencias en las
fechas, lo que verdaderamente importa es que ninguna organización seria
niega o discute que esto efectivamente va a ocurrir, y pronto.
Y el verdadero problema es que no podemos ahorrar petróleo. La población
mundial se incrementa, las necesidades energéticas crecen, la sociedad
está cada vez más industrializada y tecnificada. Esto implica más
petróleo-dependencia y más exigencia de energía, produciéndose así un
desequilibrio entre demanda y producción, lo que terminará convirtiendo
en imposible sostener la economía mundial. Para esto, no es
imprescindible que los yacimientos lleguen a agotarse. Bastará con que
los países industrializados, el "primer mundo", comiencen a sufrir la
escasez. Una diferencia en menos de tan sólo el 10- 15% entre la demanda
y la producción sería suficiente para destruir por completo una economía
petrodependiente y reducir a sus ciudadanos a la pobreza.
Previsiblemente, antes que esto suceda en el primer mundo, nos sucederá
a nosotros.
La era "post industrial"
Hoy en día, el dinero papel no simboliza el oro, sino el petróleo. Como
consecuencia, todo el sistema financiero mundial es
petróleo-dependiente.
Las consecuencias del pico petrolero irán mucho más allá del precio del
litro de nafta. No obstante, no está de más analizar un poco este tema.
Para que la demanda pueda controlarse, el precio del petróleo debería
llegar a los 182 U$S el barril. Con estos valores de crudo, el litro de
nafta llegaría a los 1,5 dólares más impuestos.
En abril de este año el banco inversor francés IXIS-CIB advirtió, "los
precios del crudo en 2015 podrían rozar los 380 U$S el barril".
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Un informe de marzo de este año, preparado para el Departamento de
Energía de los EE.UU., confirma estas advertencias. El informe, titulado
"The Mitigation of the Peaking of World Oil Production" (La mitigación
del efecto pico de producción petrolera mundial) decía: "Sin la
mitigación oportuna, el equilibrio oferta-demanda mundial será logrado
mediante una destrucción masiva de la demanda (carencias), acompañado
por enormes aumentos del precio del crudo. Ambos crearán un prolongado
periodo de significativas dificultades económicas mundiales. Esperar
hasta el momento de pico petrolero antes de iniciar los programas de
mitigación de la crisis deja al mundo con un déficit de combustible
líquido por dos décadas o más".
La Corporación Internacional de Aplicaciones Científicas (SAIC en
inglés) es una de las empresas de tecnología militar e inteligencia más
importantes del mundo. Controla una parte de Internet y es una de las
compañías claves en el campo de datos sobre tecnologías mineras
utilizadas por el gobierno de EE.UU. para estudiar "hipótesis de
conflicto".
En el 2004 el gobierno de los EE.UU. encargó a la SAIC un estudio sobre
el pico del petróleo y las sugerencias para afrontarlo. Robert Hirsch,
consejero de alto nivel del programa de energía de la SAIC dijo:
"Señoras y señores, hay un plan para afrontar el cénit del petróleo"...
"Ahora veamos la respuesta del gobierno (de EE.UU.) al cénit anunciado:
previamente aclaré que la respuesta incluirá solo medidas que protegen a
las elites financieras y a las corporaciones más grandes. Estas medidas
incluyen: 1.Racionamiento. 2.Más carbón y energía nuclear –énfasis en la
conversión Fischer-Tropsch de carbón a líquido–. 3.Suspensión de las
medidas de restricción sobre perforación y medio ambiente. 4.Protección
de infraestructura crítica. 5.Refuerzo de operaciones militares
domesticas y suspensión de Posse Comitatus. 6.Suspensión y relajación de
leyes sobre trabajo y salario mínimo. 7. Cambiar y reforzar las leyes
sobre bancarrota para permitir a un menor número de consumidores que
puedan cancelar sus deudas. 8.Facilitar y permitir la reducción de
población a través de hambrunas y enfermedades. 9.Reforzar y conceder
más poder al FEMA. 10.Destruir demanda a través del colapso económico y
la ubicación de los recursos escasos –por la fuerza si es necesario–
para proteger los intereses de las comunidades más ricas y los del
país".
Y para concluir, el analista de la SAIC
afirmó: "…Es así cómo se alcanzará la destrucción de la demanda
masiva para mantener un grado de estabilidad global mientras el cénit
empieza a cobrar víctimas, como ha sucedido en Zimbabwe e
Indonesia"…."Con la población de EE.UU. constituyendo el cinco por
ciento de la población mundial y con el consumo del 25% de la producción
global de energía, ha estado claro desde hace tiempo que Estados Unidos
era el único comprador que contaba y que tenía que ajustarse antes de
que medidas globales más amplias y desesperadas pudieran ser
implementadas"….."Mantener un paradigma económico requiere crecimiento
infinito y el sacrificio de todo lo que es humano y bueno para lograrlo,
hasta la vida humana en sí. Incluso con el poquito tiempo que queda
antes de que la realidad nos golpee, hay medidas que se pueden adoptar y
ustedes mismos pueden determinar cómo sobrevivir a esto..."
La CIA también
En marzo de 1977 la CIA (Agencia Central de Inteligencia – EE.UU.)
produjo un documento titulado "La inminente crisis petrolífera
soviética". En él se afirmaba que dieciocho de las mayores naciones o
regiones exportadoras, incluyendo el Mar del Norte, México, Noruega e
Indonesia, demostraban una caída brusca en los niveles de producción.
Asimismo, el informe reconocía que la producción doméstica de EE.UU.
había llegado a su cénit y sufriría un irreversible declive.
James Woolsey, ex director de la CIA, admitió recientemente que los
Estados Unidos se encuentran frente a la mayor crisis energética de la
historia: "Temo que estaremos en guerra durante décadas, no años"...
"Al final triunfaremos, pero uno de los componentes mayores de esa
guerra es el petróleo".
A confesión de parte, relevo de pruebas. Es un secreto a voces que la
"guerra contra el terrorismo" declarada por Estados Unidos tiene como
principales destinatarios a los países con grandes reservas petroleras:
Irak, Irán, Siria, África del Oeste, Arabia Saudita, etc. Henry
Kissinger expresó en junio de este año: "La cantidad de energía es
finita, hasta ahora en relación con la demanda, y la competencia para el
acceso a la energía puede convertirse en la vida o muerte de muchas
sociedades"…. "Cuando las armas nucleares se hayan desparramado
entre 30 o 40 países y cada uno de ellos realicen sus propios cálculos,
con menos experiencias y distintos sistemas de valores, tendremos un
mundo de permanente catástrofe inminente".
Algunas estimaciones indican que en los próximos 20 años el consumo de
petróleo de EE.UU. se incrementará un 33% y la demanda de electricidad
se incrementará en un 45%. La Administración de Información Energética
estimó que la demanda de gas natural se incrementará en más de un 50%
entre 2000 y 2020; sin embargo los EE.UU. producen un 39% menos de
petróleo hoy del que producían en el año 1970. En el 2025 el consumo
proyectado para los EE.UU. es de 35 millones de barriles diarios, y el
consumo mundial será de 120 millones. Esto implica que dentro de 20 años
los Estados Unidos deberán importar casi dos de cada tres barriles de
petróleo.
Jan Lundberg, experto energético de los Estados Unidos, evaluó las
potenciales consecuencias de esta situación: "El escenario que preveo es
que el pánico de los mercados pondrá en órbita los precios. Dado que la
oferta ya no podrá surtir la demanda mundial de más de 80 millones de
barriles por día, el mercado se paralizará en precios demasiado elevados
para las ruedas del comercio y aún la vida diaria en las sociedades
"avanzadas". Puede haber un evento que aparentemente gatille este
desastre energético final, pero la causa de fondo será el enorme consumo
en un planeta finito".
¿Podemos reemplazar el petróleo?
Todo se puede reemplazar. Lo que debemos recordar es que lo que
verdaderamente importa no es "el petróleo" sino la energía que produce.
En primer lugar, tomemos en cuenta que sólo existen (que sepamos) cuatro
fuentes naturales de energía:
• El sol
• Las fuerzas gravitatorias
• La energía geotérmica
• La energía nuclear
Toda energía de fuente orgánica (vegetales, animales) deriva, directa o
indirectamente, de la luz del sol, así como la "energía eólica" y la
"energía solar".
La energía hidroeléctrica deriva de las fuerzas gravitacionales.
La energía geotérmica la genera el interior de la tierra y su núcleo
caliente, que ocasionan los procesos tectónicos del planeta.
La energía nuclear la genera la ruptura de elementos inestables (en el
caso de la fisión) o la fusión de dos elementos en uno (en el caso de la
fusión).
Toda esta energía cambia, se transforma, pero no se crea. Por el
contrario, de acuerdo a la ley de la entropía, no puede hacer otra cosa
que disminuir. Simplificando esto, el científico C. Snow afirmó: "No
existe el equilibrio (no se puede volver al mismo estado energético,
porque hay siempre un aumento del desorden; la entropía siempre
aumenta)".
En esta última década, han comenzado a surgir empresas y científicos
que, preocupados por el problema (al fin), anuncian la factibilidad de
la utilización de "energías alternativas". Desde luego, esto es
alentador. Sin embargo, la parte negativa es que está generando en los
gobiernos y la comunidad la sensación de que "no hay que preocuparse,
algo aparecerá". Descansar en ese concepto tontamente optimista
producirá los mismos resultados que cuando se afirmaba, hace treinta
años, que el calentamiento global era una fantasía de científicos locos,
que las consecuencias de la contaminación ambiental en la salud eran
"exageradas", o que no estaba "probado" que el cigarrillo estimulara la
generación de células cancerígenas.
Hay varias alternativas energéticas totalmente viables. Lo que ocurre es
que todavía ninguna de ellas proporciona la cantidad de energía que
requiere nuestra civilización, y muchas de ellas necesitan del petróleo
para funcionar. (Por ejemplo, se requieren enormes cantidades de
petróleo para extraer los minerales -plata, cobre, platino, uranio,
etc.- necesarios para la construcción de paneles solares,
aerogeneradores y plantas nucleares).
Por otra parte, las energías alternativas aún no han alcanzado un punto
de "rentabilidad energética". Esto no se refiere al costo financiero que
representa su implementación, sino al balance entre la energía que
cuestan y la resultante obtenida. Este cálculo se denomina EROEI y
constituye una fórmula básica:
ENERGIA
RECUPERADA
ENERGIA INGRESADA
Es obvio que, si para producir una fuente energética "X" gastamos más
energía de la que obtenemos al final del proceso, estamos haciendo un
mal negocio.
La energía eólica y solar
Uno de los principales problemas de estas fuentes energéticas son las
limitaciones prácticas que presentan. Recordemos que circulan
aproximadamente 770 millones de automotores (privados y comerciales),
así como millones de aeronaves y millones de barcos, que abastecen el
comercio internacional y consumen casi dos tercios del petróleo mundial
en combustible.
Lamentablemente la solar y eólica no pueden ser utilizadas en el
transporte en escala industrial salvo como medio para la separación de
hidrógeno por la hidrólisis del agua. El proceso hidrolítico es simple,
pero consume 1,3 unidades de energía por cada unidad de energía
producida. Produce una pérdida neta de energía, tiene una EROEI
negativa.
Por otra parte, la "densidad energética" del petróleo es muy alta: Un
barril contiene el equivalente de energía de casi 25.000 horas de
trabajo humano.
Paul Roberts, en su libro "The End of Oil- On the Edge of a Perilous New
World" dice que: "...si sumamos todas las células fotovoltaicas
actualmente en funcionamiento en el mundo (2004), la producción
combinada apenas roza los 2.000 megawatts, apenas alcanzan lo que
producen dos termoeléctricas a carbón."
Una sola estación de servicio expende diariamente en combustible el
equivalente energético al producido por cuatro hectáreas de paneles
solares. Si quisiéramos remplazar la energía del petróleo por energía
solar, necesitaríamos 220.000 kilómetros cuadrados de paneles.
Actualmente, en todo el mundo, la superficie total de los mismos es de
17 kilómetros cuadrados.
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Además de tener baja densidad energética
y ser poco adaptables para el transporte, estas energías tienen el
inconveniente de ser intermitentes (día/noche, condiciones climáticas)
lo que, si bien no es determinante en el uso familiar o economías
regionales de pequeña escala, sí lo es para una economía industrial
(fábricas, aeropuertos, aviones, camiones remolque, millones de
kilómetros de carreteras, etc.) ya que, si bien puede ser almacenada en
baterías (capacitores), esta no parece ser una solución viable para los
requerimientos industriales.
En el 2003 solamente los EE.UU. consumieron 98 trillones de BTU de
energía (Btu: Unidad Térmica Británica) de los cuales 0,171 trillones
provinieron del sol y el viento, lo que significa que sólo 1/6 del 1%
provino de fuentes no hidrocarburíferas. Dentro de 25 años, tendremos
suerte si la energía eólica y solar aportan el 1% de la demanda
energética total.
Energía
geotérmica y mareomotriz
La energía mareomotriz o de olas es sólo viable en localidades costeras.
Sólo un puñado de naciones, como Islandia, tienen suficiente energía
geotérmica como para que afecte favorablemente en su consumo de
petróleo.
Ambos tipos de energía son una excelente opción, y deben ser estudiados.
Sin embargo son incapaces de substituir más que una pequeña parte del
consumo de hidrocarburos por las mismas razones que la eólica y solar:
no tienen la densidad energética del petróleo y no son aptas como
combustible para el transporte. Nuevamente, en una escala menor,
doméstica o de pueblo, estas opciones deben considerarse pero no son
alternativas viables para solventar la economía industrial global. Por
lo menos, en el estado actual de nuestra tecnología.
Los biocombustibles
Este tipo de combustibles provienen de materia orgánica de origen animal
o vegetal, como el alcohol etílico o etanol, metanol, biodiesel, etc.
Los biocombustibles se utilizan principalmente como fuente de energía de
vehículos a motor y para producir energía eléctrica.
El etanol se produce a partir de los carbohidratos contenidos en
vegetales, tales como el maíz o la papa, mediante un proceso de
fermentación.
El biodiesel se produce a partir de la reacción química de los
triglicéridos contenidos en aceites de origen vegetal (soja, grasas de
animales, aceites usados de frituras, etc.) o animal y el alcohol
(etanol o metanol) en presencia de catalizadores, originando ésteres
metílicos y etílicos que se mezclan con el combustible diesel
convencional o se utilizan como combustible puro (biodiesel 100%).
Estos biocombustibles serían una excelente solución, si no fuera porque,
además de que todos los productos base para su elaboración (maíz, soja,
papa) requieren pesticidas y fertilizantes (que se obtienen de
petróleo), tiene un EROEI negativo. La producción de etanol requiere
seis unidades de energía para producir una sola.
Por otra parte, las extensiones de terreno necesarias para plantar
serían enormes. En un artículo de julio 2004 escrito por Lee Dye
titulado "Old Policies Make Shift From Foreign Oil Tough" (Las políticas
antiguas hacen difícil la transición desde el Petróleo Extranjero) se
explica lo siguiente, refiriéndose a los biocombustibles en Estados
Unidos: "Depender del maíz para nuestras necesidades futuras de energía
devastaría la producción nacional de alimento. Son necesarios 11 acres
de tierra (5,5 hectáreas) para producir la cantidad suficiente de maíz
para alimentar un solo automóvil por 10.000 millas (16.000 kilómetros),
aproximadamente un año de uso. Esa es la cantidad de tierra para
alimentar a siete personas en el mismo período de tiempo. Y si
decidiésemos alimentar a todos nuestros autos con etanol, deberemos
cubrir el 97% de nuestra tierra con maíz..."
El Biodiesel es considerablemente más rendidor que el etanol, pero con
un EROEI de 3 no puede compararse con el petróleo que tiene un EROEI de
30.
Se está estudiando la posibilidad de producir intensivamente alga
biodiesel por medio de "piletas de algas", pero todavía no se ha logrado
obtener energía positiva (EROEI positivo) de estos experimentos.
La
energía nuclear
La energía nuclear requiere de uranio, y al igual que con el petróleo,
la extracción de uranio sigue la forma de una curva en campana. De
incrementarse el cambio a la energía nuclear, el pico de uranio podría
darse en menos de 15 años.
Necesitaríamos 10.000 plantas nucleares grandes para obtener la energía
que actualmente proveen los fósiles. A esto hay que agregar el tema de
la conversión de la electricidad generada por las plantas nucleares a un
combustible que sea útil para el transporte automotor, barcos y aviones.
En este caso, se debería hablar también de los residuos nucleares. James
Kunstler, en su libro The Long Emergency, dice: "…los reactores podrían
estar fuera de los medios organizativos de la sociedad en la cual
probablemente nos convirtamos en el futuro, principalmente una con una
autoridad central mas débil, menor poder de policía y recursos
financieros reducidos… en ausencia de ese petróleo (barato) no podemos
asumir la organización social compleja necesaria para el manejo seguro
de la energía atómica..."
Pero supongamos que ante la crisis, la sociedad superara su natural
desconfianza hacia la energía nuclear. Para construir estos reactores
nucleares… ¿no necesitaremos petróleo?
Los científicos han hecho progresos en el área de la fusión nuclear,
pero su aplicación práctica tardará décadas. En julio del 2005 se
anunció el comienzo de la construcción de una planta de fusión nuclear
en Francia. Se estima su comienzo de producción en 50 años.
¿Volvemos al carbón?
Sin duda, el carbón podría ser, como lo ha sido durante siglos, una
solución parcial al problema del pico petrolero. Los cálculos indican
que las reservas del mismo durarán cerca de 300 años Es decir,
deberíamos evaluar que durante los próximos tres siglos no tendríamos
problemas si no se incrementara la población (más demanda). Pero en caso
de utilizar el carbón para fabricar combustibles líquidos, las reservas
durarían menos de cincuenta años. El American Institute of Physics
afirma que "Si la demanda se mantiene congelada en el valor de consumo
actual, la reserva de carbón durará 250 años. Esta predicción implica el
uso de todos los grados de carbón, desde antracita hasta lignita.
Solamente el crecimiento poblacional reduce ese período a 90-120 años.
Cualquier uso nuevo para el carbón reduciría aún mas ese tiempo. La
utilización de carbón para la fabricación de combustibles líquidos,
reduciría el tiempo a menos de una vida humana".
Depolimerización térmica
La depolimerización térmica utiliza desechos como cubiertas de
automóvil, residuos orgánicos, basura en general. Este proceso
transforma los desechos del carbón en hidrocarburo como nuevo
combustible. Pero recordemos que la mayor parte de esa basura se produjo
originariamente usando combustibles fósiles. La depolimerización térmica
es una forma de reciclado, pero no un sustituto de la energía. Además,
esta técnica tiene un EROEI de 0,85%, es decir que devuelve menos
energía de la que consume. Según la revista "Fortune", en enero de este
año un barril de petróleo producido mediante depolimerización térmica
tenía un costo de 80 dólares. Parece excesivo, considerando que el costo
de producción de un barril de petróleo natural de acuerdo a los balances
de Repsol-YPF se ubica por debajo de los 6,10 dólares. Los avances en
este campo no son espectaculares: existe una única planta productora y
su producción no supera los 500 barriles diarios.
El hidrógeno
Los estudios sobre la posibilidad de utilizar el hidrógeno como fuente
de energía han progresado enormemente en los últimos años. Sin embargo,
aún no se puede "cantar victoria".
En su artículo de septiembre del 2004 "Economía de Hidrógeno: El Agujero
Negro Energético y Económico", Alice Friedemann escribe: "El hidrógeno
es el Houdini de los elementos. Al momento de haberlo colocado dentro de
un contenedor se quiere escapar, y puesto que es el más liviano de los
gases, se requiere de un gran esfuerzo para contenerlo. Los aparatos de
contención requieren válvulas, picos y sellos muy complejos. Los tanques
de hidrógeno líquido aptos para vehículos evaporan a razón de 3-4% por
día.
Convertir cada vehículo en los EE.UU. a combustión de hidrógeno
requerirá de tanta energía eléctrica que el país necesitaría cubrir a la
mitad de California con aerogeneradores o 1.000 plantas nucleares
nuevas. Aún si lográsemos construir esta ridículamente alta cantidad de
aerogeneradores o plantas nucleares, igual tendríamos que construir los
autos sumados a una red de distribución de combustible, tarea de un
costo inconmensurable. La construcción de un sistema de gasoductos aptos
para el hidrógeno paralelo a los actuales costaría unos 200 billones de
dólares. Eso es veinte veces mayor que el Producto Bruto de los EE.UU.
en el 2002".
Pero esta posición es discutible. Por lo menos, para otros países con
menores requerimientos energéticos: Bragi Arnason, científico islandés y
uno de los precursores del uso energético del hidrógeno, ha explicado
que el hidrógeno cubre actualmente dos tercios de la demanda energética
islandesa, y se prevé que a finales de esta década los coches y las
flotas aérea y pesquera del país funcionen impulsados por hidrógeno.
El científico islandés ha explicado que en su país ya han construido la
primera estación de servicio de hidrógeno, integrada en una gasolinera
tradicional, y ha explicado que, dado el pequeño tamaño de la isla,
"sólo necesitaríamos cinco estaciones para conducir por todo el país,
por lo que Islandia es un país ideal para empezar a desarrollar esta
economía del hidrógeno".
El científico ha subrayado que "los indicadores advierten de que en un
futuro muy próximo entraremos en una crisis energética a nivel mundial,
sin que podamos hacer nada para frenar ese proceso, y durante un tiempo
nos veremos forzados a utilizar energía nuclear".
Otro problema, afirman algunos expertos, es que las celdas de hidrógeno
requieren platino, a razón de 10 gramos cada una si se producen en
cantidad. El mundo tiene 7,7 mil millones de gramos de reserva
comprobada de platino. 10 gramos de platino por automóvil circulante
(770 millones), da un total de 7 mil millones de gramos de platino
necesarios. Es decir prácticamente cada gramo conocido en el mundo, y
esto no toma en cuenta la duración de las celdas. Por otra parte, el
platino hay que extraerlo, y esto se hace, lamentablemente, con
petróleo.
Aumentar la eficiencia tecnológica ¿disminuye el consumo?
Hemos llegado a un punto de nuestro desarrollo tecnológico en que el
aumento de la eficiencia no sólo no haría disminuir el consumo de
hidrocarburos, sino que probablemente produciría un efecto contrario,
tal como lo indica la paradoja de Jevons.
Estados Unidos es un buen ejemplo de esta Paradoja. Desde la década del
70 EE.UU. ha reducido a la mitad la cantidad de petróleo necesario para
generar un dólar de PBI. En el mismo tiempo ha duplicado su nivel de
consumo. Por lo tanto, a pesar de los enormes avances en la eficiencia
energética en los últimos 30 años, EE.UU es más dependiente del petróleo
que nunca.
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Si usted es dueño de una industria y
logra hacer que sus maquinarias sean más eficientes (producen más en
menos tiempo), de manera tal que para producir "X" cantidad de producto
que antes le llevaba 24 horas ahora puede lograrlo en 18, ¿detiene las
máquinas esas 6 horas?
¿O, por el contrario, las hace trabajar a tiempo completo para producir
más? Pues ese aumento de eficiencia representa también un aumento de
consumo energético. Suponga que la economía mundial es como sus
máquinas. La manera de gastar menos energía sería detenerlas durante
esas horas "extra". Pero nadie lo hace ni lo hará hasta que la escasez
energética sea tal que en los costos del producto la energía utilizada
para fabricarlo se convierta en el factor principal. En ese momento, la
producción disminuirá pero, por supuesto, usted podrá vender su producto
mucho más caro (suponiendo también que alguien pueda pagarlo).
No es el Apocalipsis (pero parece)
Durante el siglo XX, las crisis petroleras no se produjeron por
agotamiento del recurso, sino por necesidades políticas o económicas. En
todos los casos, al solventarse los conflictos políticos, la situación
volvió a la normalidad. Pero ahora el recurso se agota en todo el mundo.
No existe un país que pueda abastecer al resto por otros cien años y, si
lo hubiera, probablemente no lo haría (voluntariamente). La totalidad de
la producción de petróleo actual viene de 44 países de los cuales más de
la mitad tiene sus reservas disminuidas en más de un 60%. Estados Unidos
pasó su "pico petrolero" en 1970, Rusia en 1987, e Inglaterra en 1999,
al igual que la mayoría de los países productores, excepto los de Medio
Oriente.
El Deutsche Bank afirmó en su informe "Energy Prospects Alter the
Petroleum Age": "El escenario del fin de los hidrocarburos fósiles no es
por lo tanto un cuadro de Gloom & Doom ("penumbra y condena" vbg:
pronóstico fatalista) pintado por algún profeta de fin del mundo
pesimista, sino una vista de la escasez en los años venideros y décadas
que deben ser tomados seriamente".
¿Qué hacer? (Diría Lenin)
Lo obvio es que ninguna fuente de energía debería dejar de ser
investigada, aún aquellas menos promisorias. La colaboración
internacional, inversiones inteligentes, racionalidad y voluntad
política serían imprescindibles y urgentes.
Claro que también sería necesario que la mayoría de las naciones
poderosas destinaran fondos mucho más significativos a la investigación
tecnológica y la reconversión energética, sustrayéndolos, si fuera
posible, de sus presupuestos militares. Además, las investigaciones
deberían ser abiertas y públicas, tomando en cuenta que dicha
reconversión deberá incluir universidades, hospitales, sistemas de
telecomunicaciones, redes de transporte, industrias manufactureras,
sistemas agrotécnicos, etc. de todo el planeta, para que puedan
funcionar con las nuevas fuentes de energía.
La lógica indica que esta cooperación generosa no se producirá sino que,
por el contrario, los países centrales continuarán intentando acaparar
reservas y conocimientos para mantener su futuro nivel de vida,
desentendiéndose de lo que nos ocurrirá a los periféricos.
Un mínimo sentido común sugiere que proteger y preservar esos recursos
hace a nuestra supervivencia como Nación. Invertir al menos parte de
esas mínimas regalías que hoy percibimos en investigaciones que nos
permitan desarrollar alternativas energéticas y productivas viables es
imperativo, y se revelará como imprescindible cuando ya no las cobremos.
El mundo necesita hoy 30.000 millones de barriles/año para sostener su
economía si no elevamos el nivel de demanda, que indefectiblemente
aumentará en base al simple incremento poblacional. Cuando el petróleo
se acabe (y se acabará), aunque todas las fuentes de energía alternativa
estén produciendo a pleno, nos enfrentaremos a una reducción energética
posible del orden del 60-70%. En ese momento, el futuro nos habrá
alcanzado. Probablemente no nos guste.
Fuentes y bibliografía:
Matthew Savinar. Graduado en Leyes de la Universidad de California y el
Hastings College for the Law. Postgraduado en Ciencias Políticas en la
misma Universidad. Ha participado en numerosos debates internacionales
sobre el pico global petrolero y las consecuencias de la declinación del
suministro petrolero. E-mail: matt@lifeaftertheoilcrash.net
Michael Rupert. Investigador estadounidense (www.panda.org/powerswitch)
Jan Lundberg . Experto energético de los EE.UU. Fundador del Intituto de
Energía Sostenible con sede en Árcata, California, y editor y director
de las revistas ecológicas Auto Free-Times y Culture Change Magazine
ASPO (Association for the Study of Peak Oil & Gas)
Paul Roberts. "The End of Oil- On the Edge of a Perilous New World"
MSNBC. "Solar Power City Offers 20 Years of Lessons"
Alice Friedemann. Periodista especializada en temas energéticos. Miembro
de la Northern California Science Writers Association. Graduada en la
University of Illinois, Urbana, con un B.S. en Biología y un título
menor en Química y Física.
The New York Times. Oct. 2004
Martin I. Hoffert. "Advanced Technology Paths to Global Climate
Stability: Energy for a Greenhouse Planet" SCIENCE VOL 298 November 2002
Joseph J. Romm. The Hype About Hydrogen: Fact & Fiction in the Race to
Save the Climate 2004.
Revista Forbes. May 24, 2004 Soaring energy prices dog rosy U.S. farm
economy
The Washington Post. March 17, 2004 Chemical Industry in Crisis: Natural
Gas Prices Are Up, Factories Are Closing, And Jobs Are Vanishing.
Revista Fortune
James Kunstler. "The Long Emergency"
Lee Dye. "Old Policies Make Shift From Foreign Oil Tough"
American Institute of Physics (EE.UU)
Deutsche Bank
Australian Financial Review
Wikipedia.org
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