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19 de enero de 1974: asalto al regimiento 10 de Azul por el ERP
Militarmente la acción emprendida
por el ERP fue un verdadero fracaso, 30 años más tarde Luis Mattini dirá
que el responsable del copamiento frustrado fue Enrique
Gorriarán Merlo.
Dice Mattini: "La toma del cuartel de Azul marcó un punto de inflexión en
el prestigio militar de Gorriarán dentro de la organización: lo despromovieron
del Estado Mayor y quedó en su reemplazo Juan Ledesma, el comandante Pedro.
Gorriarán nunca alcanzó el grado de comandante, era capitán..."
De inmediato, Perón -que había asumido la tercer presidencia tres meses
antes- dirigió un breve y rotundo mensaje a la población por la Cadena Nacional:
“Me dirijo a todos los argentinos frente al bochornoso hecho que acaba de
ocurrir en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Azul, en el
Regimiento de Tiradores Blindados C-10, donde una partida de asaltantes
terroristas realizara un golpe de mano, mediante el cual asesinaron al jefe
de la unidad, coronel don Camilo Gay, y a su señora esposa, y luego de matar
alevosamente a soldados y herir a un oficial y suboficial, huyeron llevando
como rehén al teniente coronel Ibarzábal.
Hechos de esta naturaleza evidencian elocuentemente el grado de peligrosidad
y audacia de los grupos terroristas que vienen operando en la provincia
de Buenos Aires ante la evidente desaprensión de sus autoridades. El Gobierno
del Pueblo, respetuoso de la Constitución y la ley, hasta hoy ha venido
observando una conducta retenida frente a esos desbordes guerrilleros que
nada puede justificar en la situación que vive la Republica.
Tampoco desde nuestro movimiento hemos querido producir un enfrentamiento,
desde que anhelamos la paz y propendemos a la unión y solidaridad de todos
los argentinos, hoy ocupados en la reconstrucción y liberación nacional.
Pero todo tiene su límite. Tolerar por más tiempo hechos como el ocurrido
en Azul, donde se ataca una institución nacional con los más aleves procedimientos,
está demostrando palmariamente que estamos en presencia de verdaderos enemigos
de la patria, organizados para luchar en fuerza contra el Estado, al que
a la vez infiltran con aviesos fines insurreccionales.
Nuestro Ejército, como el resto
de las Fuerzas Armadas, que han demostrado su acatamiento a la Constitución
y a la ley en provecho de una institucionalización, no merecen sino el agradecimiento
del pueblo argentino que, frente a lo ocurrido, deba sentirse herido en
lo mas profundo de sus sentimientos patrióticos.
Ya no se trata sólo de grupos de delincuentes, sino de una organización
que, actuando con objetivos y dirección foráneos, ataca al Estado y a sus
Instituciones como medio de quebrantar la unidad del pueblo argentino y
provocar un caos que impida la reconstrucción y la liberación en que estamos
empeñados. Es la delincuencia asociada a un grupo de mercenarios que actúan
mediante la simulación de móviles políticos tan inconfesables como inexplicables.
En consecuencia, ni el Gobierno, que ha recibido un mandato popular claro
y plebiscitario, ni el pueblo argentino, que ha demostrado con creces su
deseo de pacificación y liberación, pueden permanecer inermes ante estos
ataques abiertos a su decisión soberana, ni tolerar el abierto desafío a
la autoridad, que pone en peligro la seguridad de la ciudadanía, cada día
expuesta a la acción criminal de esta banda de asaltantes.
![]() Guarnición Militar de Azul A las 22:30 del sábado 19 de enero, la Compañía Héroes de Trelew (reforzada) del Ejército Revolucionario del Pueblo realizó una incursión en la ciudad de Azul (Provincia de Buenos Aires) y atacó la guarnición del Ejército contrarrevolucionario establecido en esa ciudad, compuesta por el Regimiento 1º de Caballería Blindado y el Grupo 1 de Artillería Blindado. Luego de tomada la guardia central y el puesto N° 3, se generó una resistencia en dos centros secundarios de la guardia (tanque y herrería) que hizo posible la intervención del resto del personal del cuartel e imposibilitó su total copamiento. Entablado el combate, la Compañía Héroes de Trelew redobló sus esfuerzos y mantuvo la ofensiva durante una hora hasta que se comprobó la imposibilidad de doblegar la resistencia atrincherada de fuerzas superiores. Un grupo especial de nuestra compañía guerrillera atacó simultáneamente el sector de viviendas de los jefes enemigos con el propósito de tomarlos prisioneros. Tomó los puestos 6 y 7 e intimó la rendición del Cnl. Gay y el Tcnl. Ibarzábal, jefe y subjefe de la guarnición. Ibarzábal se resistió a balazos lo que provocó un tiroteo donde murió el Cnl. Gay y obligó a Ibarzábal a rendirse. En la retirada, un grupo de compañeros quedaron aislados en campo enemigo y aún no ha sido posible determinar su suerte, aunque por el comunicado del enemigo es probable que dos de ellos hayan sido asesinados o muertos en combate. El Ejército Revolucionario del Pueblo reafirma su decisión de continuar sin desmayos la verdadera lucha por la liberación nacional y social de nuestra Patria y de nuestro pueblo, por destruir el injusto sistema de explotación y opresión que sufren los trabajadores argentinos y una de cuyas principales fuerzas son las FFAA. Contrarrevolucionarias. Ni el engaño ni la fuerza podrán doblegar la resistencia popular que continuará creciendo hasta convertirse en poderosa fuerza y barrer definitivamente de la Patria Argentina a todos los explotadores y opresores. ¡Ninguna tregua al ejército opresor! ¡Ninguna tregua a las empresas explotadoras! |
No es por casualidad que estas
acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones. Es indudable que ellos
obedecen a una impunidad en la que la desaprensión e incapacidad lo hacen
posible, o lo que sería aún peor, si mediara, como se sospecha, una tolerancia
culposa.
En consecuencia, el Gobierno Nacional, en cumplimiento de su deber indeclinable,
tomará de hoy en mas las medidas pertinentes para atacar al mal en sus raíces,
echando mano a todo el poder de su autoridad y movilizando todos los medios
necesarios.
El Movimiento Nacional Justicialista movilizará, asimismo, sus efectivos
para ponerlos decididamente al servicio del orden y colaborar estrechamente
con las autoridades empeñadas en mantenerlo.
Pido, asimismo, a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general, que
tomen partido activo en la defensa de la República, que es la afectada en
las actuales circunstancias. Ya no se trata de contiendas políticas parciales,
sino de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la
existencia misma de la patria y sus instituciones, que es preciso destruir
antes de que nuestra debilidad produzca males que pueden llegar a ser irreparables
en el futuro.
Pido igualmente a los compañeros trabajadores una participación activa en
la labor defensiva de sus organizaciones, que tanto, ha costado llevarlas
al clima magnifico de su actual funcionamiento. Esas organizaciones son
también objeto de la mirada codiciada de estos elementos, muchas veces disfrazados
de dirigentes. Cada trabajador tiene un poco de responsabilidad en esa defensa,
y espero confiado, porque los conozco, que las sabrán defender como lo han
hecho en todas las ocasiones.
El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete
a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana, lo que nos
obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente
en la lucha a que dé lugar. Sin ello, ni la reconstrucción nacional ni la
liberación serán posibles.
Yo he aceptado el gobierno como un sacrificio patriótico porque he pensado
que podría ser útil a la República. Si un día llegara a persuadirme de que
el pueblo argentino no me acompaña en ese sacrificio, no permanecería un
solo día en el gobierno. Entre las pruebas que he de imponer al pueblo es
esta lucha. Será pues la actitud de todos la que impondrá mi futura conducta.
Ha parado la hora de gritar Perón; ha llegado la hora de defenderlo”.
A raíz de este duro alegato fue forzado renunciar el gobernador electo de
la provincia de Buenos Aires, Oscar Bidegain, perteneciente a la "Tendencia",
quedando en su reemplazo el vicegobernador Victorio Calabró, cercano al
sindicalismo ortodoxo.
Reunión de Perón con los diputados de la JP
El 22 de enero Perón mantuvo un diálogo con los diputados de la JP en torno
al proyecto de reformas al Código Penal, hecho difundido por el diario Noticias.
Los diputados de la JP eran Rodolfo Vittar, Roberto Vidaña, Anibal Iturrieta,
Armando Croatto, Carlos Kunkel, Santiago Díaz Ortiz, Diego Muniz Barreto,
Jorge Glellel, Julio Mera Figueroa, quienes renunciarían el 24 de enero.
Entre los que asumieron en reemplazo se encontraba
Rodolfo Ortega Peña, quien creará un bloque unipersonal y más tarde
fuera asesinado por la Triple A.
Transcripción de la entrevista entre Perón y los diputados de la JP
Perón. - Muy bien, señores, ustedes pidieron hablar conmigo. Los escucho.
De qué se trata.
Sr. Vitar. - Señor General: nosotros queríamos hablar con usted antes de
hacerle entrega de un comunicado que hemos sacado repudiando el atentado
de Azul. Queremos señalarle nuestros conceptos con respecto a la modificación
del Código Penal. La nuestra no es una postura en contra de dicha modificación.
Tenemos algunas dudas con respecto a la misma.
Estamos de acuerdo en la necesidad de que nuestro Gobierno popular tenga
realmente un aparato de seguridad y una legislación de seguridad del Estado
popular, pero vemos que algunos de los considerandos no tienen mucha claridad
en torno a pautas técnicas legales y políticas. Queremos con los compañeros
diputados de la juventud escucharlo a usted y además expresarle nuestra
voluntad para sumarla al llamado que usted hizo al pueblo argentino para
transitar el camino de la Reconstrucción y Liberación Nacional en paz y
felicidad para el pueblo. Ese es, fundamentalmente, el aspecto sobre el
cual queríamos conversar con usted.
La prensa distorsionó un poco el aspecto de nuestra postura. En el bloque
hemos planteado, con los compañeros peronistas, la necesidad de una mayor
discusión para que tampoco tengamos en el aspecto formal, enfrentamientos
con los sectores opositores del Parlamento que hasta ahora vinimos trabajando
en conjunto y en forma bastante profunda. Vemos en ese sentido la necesidad
de poder dar con ello una discusión para que esta misma ley de defensa del
Estado popular sea realmente una legislación que salga en forma unánime
del conjunto del Congreso de la Nación Argentina.
Nosotros aplicamos objeciones a uno o dos artículos y queremos escucharlo
a usted, señor General. Por eso le hemos pedido esta entrevista y lo hemos
molestado en la actividad que usted está desarrollando.
Norma de los grupos colegiados
![]() Al pueblo En el día de ayer, siendo las 19.30 hs. aproximadamente, en el transcurso de un traslado de rutina del prisionero de guerra Teniente Coronel Ibarzabal, fue interceptado el vehículo en que se lo transportaba, por un control caminero de las fuerzas represivas, en la intercepción de las avenidas San Martín y Donato Álvarez, en Francisco Solano, produciéndose un enfrentamiento que obligo a ajusticiar al detenido. Estrella Roja Nº 45, 20 de noviembre 1974 |
Perón. - Por lo que veo se trata
de un problema interno del bloque. No es un problema que escape al mismo.
Ahora, es indudable que en los grupos colegiados existe una norma ante la
cual funciona y fuera de la cual no debe funcionar. Los grupos colegiados
tienen su discusión interna; el concepto de la tarea misma legislativa lo
impone, por eso existen los bloques. ¿Cuál debe ser la norma dentro de los
bloques? Eso no se discute. Cuando se está en el bloque se acepta lo que
el bloque haya decidido en conjunto. Esa es una cosa que se debe cumplir,
no se puede destruir la unidad del cuerpo colegiado; no se puede proceder
de otra manera. Ese es un problema interno del bloque y tengo entendido
que lo han discutido dentro del bloque.
Diputado - En realidad nosotros planteamos la necesidad de una discusión
de este tema en concreto, es decir, de la modificación del Código Penal,
no sólo en una discusión dentro del bloque, sino también en cuanto a una
discusión de todos sus aspectos ante funcionarios del Poder Ejecutivo.
Nosotros insistimos no sólo en discutir en profundidad dentro del bloque
el problema de la modificación de la ley penal, sino que también lo hicimos
en cuanto a la necesidad de conversarlo -teniendo en cuenta el lapso que
se planteaba, del 24 de este mes-, nuevamente en los niveles del Poder Ejecutivo,
es decir, con el Ministerio del Interior y con el Ministerio de Justicia.
Deseábamos eso con el objeto, justamente, de tratar de ajustar una serie
de aspectos con relación a los cuales teníamos algunas serias dudas. De
todos modos estas dudas no están referidas al propósito ni al conjunto de
la modificación o a la necesidad de modificación del Código Penal, sino
que se vinculan con algunos de esos puntos que quedan insertados en el proyecto
de ley.
Ese propósito nuestro de discutirlo en el bloque y de conversarlo, inclusive
con el Poder Ejecutivo, se nos vio frustrado simplemente por una votación
que nos cerró las huertas a la posibilidad de proceder de esa manera. Ese
es el problema.
Perón. - Yo tengo entendido que hasta han concurrido ministros al bloque
para tratar este asunto.
Diputado - Concurrieron para hablar con el presidente de la comisión. Hay
una comisión especializada interna permanente.
Perón. - Esto se ha tratado en el bloque y se ha votado.
Diputado - Se votó simplemente si nosotros podíamos discutir el tema. Y
se votó que no podíamos discutirlo.
Sr. Pedrini. - En el bloque no se pueden votar de ninguna manera los proyectos
del Poder Ejecutivo. Lo que se votó fue la conveniencia o no de que comparecieran
en el bloque los tres ministros, esto es, de justicia, de Interior y de
Defensa. Y el bloque resolvió que no era necesario, porque en realidad los
tres ministros habían tenido una reunión con el presidente de la Cámara,
con el suscripto, presidente del bloque, y con los presidentes de las comisiones
Penal y de justicia. Esa fue la resolución del bloque.
El bloque de ninguna manera podía ponerlo a votación. Se analizó el proyecto
artículos por artículo, dándose las explicaciones del caso en las dudas
que había.
Los compañeros de la juventud tienen problemas en dos artículos de la ley,
que son Asociación Ilícita y Configuración del Delito.
La justicia configura el delito
Perón. - Entonces, las consideraciones son sobre la configuración del delito.
Esa es una tarea del juez, el que hace la configuración del delito de asociación
ilícita es el juez. Nosotros no podemos pensar en que ya la ley va a ir
configurando los delitos de asociación ilícita. Eso es una enormidad; esa
es una tarea para el juez. Lo que no esté claro en la ley será el juez el
que lo interprete. Yo no lo considero una dificultad porque eso ya se ha
discutido entre nosotros, en el Poder Ejecutivo. En cualquiera de esas circunstancias,
el delito lo configura el juez, no nosotros. La ley no configura un delito,
la ley enuncia un delito y sanciona ese delito. Quien debe configurar el
delito e imponer la sanción correspondiente es el juez.
Diputado - Con relación a esta figura de asociación ilícita, nosotros pensamos
que la justificación que se hace en el proyecto es excesivamente ambigua;
están desdibujados los contornos de la figura penal y permite incluir dentro
de este tipo de asociación ilícita un sinnúmero de situaciones.
Una ley necesaria
2001:
El Ejército recordó el ataque del ERP
El Ejército recordó el ataque del
ERP a la unidad de Azul en el edificio Libertad. El general
Cabrera instó a la reconciliación y al perdón |
Perón. - Pero si no cometió
el delito... en una emboscada de esta naturaleza asesinando a las personas
que están tranquilas y en paz. Ahora bien, si esto no implica la necesidad
de ser enérgicos a través de la ley, no estaremos jamás respetando la ley
desde que la pedimos.
El Poder Ejecutivo pide esta ley porque la necesita. Hay treinta asaltos
que justificarían una ley dura; sin embargo hasta ahora hemos sido pacientes,
pero ya no se puede seguir adelante, porque de lo contrario la debilidad
nuestra será la que produzca la propia desgracia del país, que es lo queremos
evitar.
Ahora bien, hablando con toda franqueza, indudablemente no le veo razón
a ninguno de los argumentos que vienen exponiéndome para la defensa de la
ley. Eso será por la tarea de discutir y buscar triquiñuelas a las cosas.
No; aquí hay un fin, el medio es otra cosa.
Diputado - Pero la asociación ilícita podría venir por el solo hecho de
estar agrupado en una asociación que no esté legalmente reconocida. Como
puede suceder con una agrupación que recién se integra en un sindicato o
en una agrupación de base política...
Los fines ilícitos son delitos
Perón. - ¿Pero, dónde está el delito?... Por otra parte, esa es la tarea
del juez y no de la ley, porque asociación ilícita puede haber en todas
las gamas de la delincuencia. Pero todo eso es competencia de los jueces.
Nosotros no podemos hacer de jueces. El delito lo configura el juez. Para
eso tenemos Cámara y Suprema Corte de justicia. De manera que ponernos nosotros
a hacer una ley configuraría un todo, esto es, configurar todos los delitos
de asociación ilícita que existen, y que son infinitos.
Todo aquel que se asocie con fines ilícitos configura el delito. Ahora,
quien debe determinar si el fin es lícito o ilícito es el juez. Para eso
tenemos jueces. Por otra parte, no es el objeto mío conversar sobre estas
cosas, porque no corresponden a mí. Toda esta discusión debe hacerse en
el bloque. Y cuando el mismo decida por votación lo que fuere, ésta debe
ser palabra santa para todos las que forman parte de él; de lo contrario,
se van del bloque. Esa es la solución.
El que no esté de acuerdo se va
En esto se debe actuar de la misma manera que actuamos en el orden político.
Nadie está obligado a permanecer en una fracción política. El que no está
contento, se va. En este sentido, nosotros no vamos a poner el menor inconveniente.
Quien esté en otra tendencia diferente de la peronista, lo que debe hacer
es irse. En ese aspecto hemos sido muy tolerantes con todo el mundo. El
que no está de acuerdo o al que no le conviene, se va.
Pero en ese caso representa ni más ni menos que al movimiento. Lo que no
es lícito, diría, es estar defendiendo otras causas y usar la camiseta peronista.
En esto hay que proceder con la mayor seriedad porque se trata de cosas
trascendentes para el país.
En este momento, con lo que acabamos de ver, en que una banda de asaltantes
que invoca cuestiones ideológicas o políticas para cometer un crimen, ¿ahí
nosotros vamos a pensar que eso lo justifica? ¡No!; un crimen es un crimen
cualquiera sea el móvil que lo provoca, y el delito es delito cualquiera
sea el pensamiento, o sentimiento, o la pasión que impulse al criminal.
Siempre que hay voluntad criminal es un delito y eso lo tiene que penar
la ley, no nosotros.
Estamos en un momento crítico
Recurrimos a esto porque estamos en un momento crítico para el país; cuando
vemos que estos señores en la mayor impunidad y porque no hay con qué sancionarlo,
se largan al ataque.
Nosotros estamos en la necesidad de contar con una legislación fuerte para
parar lo que se está produciendo, que es también fuerte; y a grandes males
no hay sino grandes remedios, que es lo que nosotros necesitamos. En este
momento se está asaltando en nombre de no sé qué cosa. Si hasta han tomado
ciudadanos; ya los ciudadanos no tienen la seguridad que el Estado tiene
la obligación de dar, porque no hay sanción en las leyes para este tipo
de delitos, que son nuevos.
¿Cómo es posible que todos los hombres que tengan armas estén amenazados
de ser tomados por bandas de delincuentes que se dicen de una tendencia
o de otra?
No interesa la "tendencia", interesa el delito que cometen. No sé, yo no
veo otra solución para estas cosas.
Señores: yo estoy totalmente de acuerdo con el bloque que ha resuelto eso.
Ahora, lo que hay que hacer después de eso sólo ustedes y cada uno de ustedes
lo debe resolver.
La mayoría decide
El bloque tiene la obligación de proceder así. No porque haya disidencias
dentro de un bloque, éste va a hacer lo contrario de lo que disponga la
mayoría. Para esos se hacen los bloques: para que sea la mayoría la que
decida. Y si la mayoría dispone, hay que aceptar o irse. No hay otro término
medio. O se acepta lo que dice el bloque o que lo abandone.
Nadie está obligado a permanecer dentro de él; absolutamente nadie, porque
este es un acuerdo de todos. Si el bloque resuelve que hay que hacerlo,
hay que hacerlo, y el que no quiere hacerlo, se va; que es lo que ha pasado
y pasará siempre en estas disidencias. Nadie, por muy importante que sea,
puede pretender imponer su voluntad a los demás, sobre todo, cuando la voluntad
de los demás es mayoritaria y cuando se ha ido voluntariamente a. la formación
de un bloque. Para mí este no es un asunto de discutirla ley, no; aquí hay
otra cosa.
Como político ya veo que se puede conducir muy bien esto. El que no está
de acuerdo, se va. Por perder un voto no nos vamos a poner tristes. Pero
aquí debe haber una disciplina. Y si ésta se pierde, estamos perdidos.
Es así como yo veo el problema y como debo comentarlo.
Contribuir a la tarea común
Diputado - Yo quiero ratificar nuestra decisión, que es una decisión no
sólo ética, moral y muy sentida, sino también en el plano político que es
la de permanecer y contribuir en la medida de nuestras posibilidades a la
tarea común del peronismo, por una simple razón: porque somos peronistas
y no otra cosa. En este sentido y partiendo de una concepción que creo que
usted comparte, porque nos lo ha dicho, sostenemos que el mejor éxito de
la tarea de conjunto es la contribución y el aporte que todos podamos hacer.
En alguna medida nosotros nos hemos sentido, si usted quiere disculparme
la palabra, un poco limitados en nuestra posibilidad de contribuir al proceso
porque en los planteos en nuestro sector no ha habido lugar para que nosotros
podamos contribuir en forma positiva, por una serie de razones que son largas
de explicar.
Perón. - Ese es un cargo que lo tiene que hacer al presidente del Bloque.
Diputado - De todas maneras, a pesar de esas situaciones, nosotros ratificamos
nuestra intención de seguir trabajando contributivamente con usted, para
que usted pueda seguir llevando adelante su tarea.
Nuestra situación de inserción en distintas organizaciones políticas, que
creemos se ven perjudicadas por algunos aspectos de esta ley, no la vamos
a volver a introducir, porque sobre este tema usted ha sido muy claro en
ese sentido.
Planteamos también, señor General, una cuestión de orden político. Es una
apreciación que es válida en la medida en que usted la admita, y deja de
ser válida en la medida que usted tenga otra apreciación.
Perón. - ¿En qué consiste esa apreciación?
Violencia y grupos minoritarios
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Sr. Diputado - Nosotros pensamos,
que partiendo de un principio que usted ha manifestado en numerosas oportunidades,
y al cual le otorgamos la máxima razón y sabiduría, sostenemos que la violencia
es la que se ejerce no solamente a través de los grupos minoritarios de
ultra derecha o de ultra izquierda. Son episodios elaborados; no son productos
de una generación espontánea, sino productos de una generación que está,
de alguna manera, sumergiéndonos a todos en la violencia.
Perón. - Entonces, ¿cómo usted evitaría eso?
Diputado - Le voy a contestar con sus palabras: nosotros pensamos eso, que
hemos desterrado las estructuras violentas que hacer que esa violencia de
abajo sea generada por la violencia de arriba.
Perón. - Y a pesar de eso, la violencia continúa cada vez en mayor forma.
Diputado - Sí señor, y ahí se aplica con toda celeridad y con toda decisión
el poder represivo del estado popular.
Perón. - ¿Y le parece que hemos esperado poco, con todo lo que ha pasado
en estos siete meses de gobierno popular y plebiscitario, donde todos esos
señores de las organizaciones terroristas se largan a la calle, culminando
en este episodio, atacando a un regimiento?
Diputado - ¿Me permite, señor Presidente? Precisamente...
Perón. -¿Es decir, que somos nosotros los que provocamos la violencia?
Diputado - Consideramos, señor General, lo siguiente sobre este terna: que
los lamentables acontecimientos de Azul, a nuestro juicio y a nuestro modesto
entender, indican, precisamente, una decisión de estos grupos minoritarios,
totalmente ausentes de lo que es un sentimiento nacional y de lo que es
la comprensión de la necesidad de unidad del pueblo argentino, en un proceso
de reconstrucción.
Entendemos que, precisamente, la intención de estos sectores es especular
con un clima de violencia, en crear una actitud del Estado, que estos sectores
califican arbitrariamente de represiva y es, precisamente, el caldo de cultivo
político en el cual se desarrolla su planteo político.
Hemos conocido durante años, a través de un enfrentamiento de la dictadura,
cuál es la política del ERP, el autodenominado Ejército Revolucionario del
Pueblo. Sabemos que su política crece y se desarrolla en un ambiente de
violencia.
Un movimiento que no es argentino
Perón. - No, está totalmente equivocado. Yo a eso lo he conocido "naranjo",
cuando se gestó ese movimiento, que no es argentino. Ese movimiento se dirige
desde Francia, precisamente, desde París, y la persona que lo gobierna se
llama Posadas, de seudónimo. El nombre verdadero es italiano. Los he conocido
"naranjo", como dice el cuento del cura. Sé qué persiguen y lo que buscan.
De manera que en ese sentido a mí no me van a engañar, porque, como les
digo, los conozco profundamente.
He hablado con muchísimos de ellos en la época en que nosotros también estábamos
en la delincuencia, diremos así. Pero jamás he pensado que esa gente podría
estar aliada con nosotros, por los fines que persigue.
Ustedes ven que lo que se produce aquí, se produce en todas partes. Está
en Alemania, en Francia. En este momento, Francia tiene un problema gravísimo
de ese orden. Y ellos lo dejaron funcionar allí; no tuvieron la represión
suficiente. En estos momentos, el gobierno francés está por tomar medidas
drásticas y violentas para reprimir eso que ellos mismos dejaron funcionar.
Ya lo he dicho más de veinte veces, que la cabeza de este movimiento está
en París. Eso ustedes no lo van a parar de ninguna manera, porque es un
movimiento organizado en todo el mundo. Está en todas partes: en Uruguay,
en Bolivia, en Chile, con distintos nombres. Y ellos son los culpables lo
que le ha pasado a Allende. Son ellos y están aquí en la República Argentina,
también. Están en Francia, en España, en una palabra, están en todos los
países.
Tenemos que actuar dentro de la ley
Porque esta es una Cuarta Internacional, que se fundó con una finalidad
totalmente diferente a la Tercera Internacional, que fue comunista, pero
comunista ortodoxa. Aquí no hay nada de comunismo; es un movimiento marxista
deformado, que pretende, imponerse en todas partes por la lucha. A la lucha
- y yo soy técnico en eso- no hay nada que hacerle, más que imponerle y
enfrentarle con la lucha. Y atarse las manos, frente a esa fuerza; atarse
las manos y especialmente atarse las manos suprimiendo la ley que lo puede
sancionar. Porque nosotros, desgraciadamente, tenemos que actuar dentro
de la ley, porque si en este momento no tuviéramos que actuar dentro de
la ley ya lo habríamos terminado en una semana. Fuera de la ley, la ventaja
que ellos tienen es, precisamente, esa: los que tienen que someterse a la
ley y ellos que buscan los vericuetos para actuar fuera de la ley. Con todas
las implicancias del cuerpo de la ley, nosotros estamos con las manos atadas
dentro de la ley. Y si además estamos atados por la debilidad de nuestras
leyes, entonces ya sabemos cuál va a ser el final y el resultado de eso.
Para nosotros es un problema bien claro. Queremos seguir actuando dentro
de la ley y para no salir de ella necesitamos que la ley sea tan fuerte
como para impedir esos males. Dentro de eso, tenemos que considerar si nosotros
podemos resolver el problema. Si no contamos con la ley, entonces tendremos
también nosotros que salirnos de la ley y sancionar en forma directa como
hacen ellos.
¿Nos dejamos matar?
¿Y nos vamos a dejar matar? Lo mataron al secretario general de la Confederación
General del Trabajo, están asesinando alevosamente y nosotros con los brazos
cruzados, porque no tenemos ley para reprimirlos. ¿No ven que eso es angelical?
El fin es la sustentación del Estado y de la Nación; está en que tengamos
los medios para defendernos. Si nosotros todavía nos limitamos nuestros
propios medios de defensa, estamos entregándonos a estas fuerzas, que, como
he dicho, las conozco profundamente y sé cómo actúan.
Ahora bien; si nosotros no tenemos en cuenta a la ley, en una semana se
termina todo esto, porque formo una fuerza suficiente, lo voy a buscar a
usted y lo mato, que es lo que hacen ellos. No actúan dentro de la ley.
De esa manera, vamos a la ley de la selva y dentro de la ley de la selva,
tendría que permitir que todos los argentinos portaran armas a la vista.
Pero, ¿qué es lo que está ocurriendo? Que los delincuentes están todos armados,
mientras que las personas decentes no pueden llevar armas y están indefensas
en manos de estos señores.
¿Y todavía nosotros vamos a pensar si sancionamos o no la ley? ¡Vamos! Necesitamos
esa ley porque la República está indefensa frente a ellos. Ese es para nosotros
el fundamento de todo eso. Con toda claridad afirmo que no queremos la violencia.
Intereses distintos a los nuestros
Desde hace 7 meses estamos diciendo que queremos la paz, y estos señores,
en 7 meses, no se han dado cuenta que están fuera de lugar, porque no se
han dado cuenta que están perturbando lo que ellos dicen que sostienen,
que es mentira. La mitad son mercenarios, los conozco, los he visto actuar
y por el sólo hecho de que estén mandados de afuera, tienen intereses distintos
a los nuestros. Los nuestros no se defienden desde París, se defienden desde
Buenos Aires. Para mí, eso es lo que yo veo con toda claridad.
Ahora, la decisión es muy simple: hemos pedido esta ley al Congreso para
que éste nos dé el derecho de sancionar fuerte a esta clase de delincuentes.
Si no tenemos la ley, el camino será otro; y les aseguro que puestos a enfrentar
la violencia con la violencia, nosotros tenemos más medios posibles para
aplastarla, y lo haremos a cualquier precio, porque no estamos aquí de monigotes.
Estamos afrontando una responsabilidad que nos ha dado plesbicitariamente
el pueblo argentino. Nosotros no somos dictadores de golpes de Estado. No
nos han pegado con saliva. Nosotros vamos a proceder de acuerdo con la necesidad,
cualquiera sean los medios. Si no hay ley, fuera de la ley, también lo vamos
a hacer y lo vamos a hacer violentamente. Porque a la violencia no se le
puede oponer otra cosa que la propia violencia. Eso es una cosa que la gente
debe tener en claro, pero lo vamos a hacer; no tenga la menor duda.
El pueblo nos acompaña
Tenemos la seguridad de que la mayoría absoluta del pueblo nos acompaña,
y cuando un movimiento está apoyado por el pueblo no hay fuerza que se le
pueda oponer. De eso estoy totalmente convencido.
En cuanto al problema en sí, es un problema de ustedes y del bloque, y lo
tienen que resolver con él y no conmigo.
Tenemos un Movimiento y éste lo maneja el Consejo Superior. Reitero que
el problema es de ustedes y del bloque, y yo no puedo interferir con mis
ideas; éstas, por otra parte, las acabo de exponer, así como también lo
he hecho en cuanto a las necesidades del Estado. Ahora, ustedes pueden resolver
lo que quieran. Esa es una cuestión individual en la cual yo no me he metido
ni me meto.
Diputado - Señor General: deseamos manifestarle nuestra coincidencia. Usted
conoce de hace años a la juventud peronista y su lealtad hacia usted cómo
líder y conductor. En ese sentido conoce también cuál ha sido nuestro esfuerzo
durante estos últimos años. De modo que en orden a eso, yo quisiera...
Perón. - Lo he reconocido veinte veces. - Sería lamentable dejar de pensar
así.
Coincidimos en esta legislación
Diputado - Quería indicar, entonces, que de alguna forma nuestro aporte
no es oponerse a esa posición, sino que, por el contrario, y como usted
lo ha expresado, es una necesidad legítima la defensa del pueblo, tal como
se ha manifestado en los últimos días. Es decir, coincidimos totalmente,
incluso, en la necesidad cierta de esta legislación. En ese sentido coincidimos
totalmente con lo que usted ha planteado.
Por esa misma razón, y utilizando sus palabras, no hemos querido expresarle
discrepancias sino que, por el contrario, deseamos efectuar un aporte objetivo
para lograr los fines que consideramos necesarios en la, ley, a fin de no
cometer posibles errores.
El bloque decide
Perón. - Esa es una tarea de los jueces, ¿o es que los jueces no tienen
conciencia? Es una tarea de la justicia, la de interpretarla y aplicarla.
Yo tengo la obligación de cumplirla.
Por eso, como les he dicho, ésta es una tarea del bloque; no es una tarea
de los ministerios. Es en el bloque donde ustedes deben discutir ese asunto;
discutirlo hasta que la mayoría lo decida, como en los cuerpos colegiados,
que es la que decide con sus aciertos y con sus errores. Pero eso ustedes
lo presentan al bloque y éste debe resolverlo. Esa es la forma en que deben
funcionar los cuerpos colegiados. Una vez resuelto por éste, no hay más
remedio que acatarlo. En ese sentido no hay otra posición, porque esa es
una cosa que viene de época inmemorial y siempre ha funcionado así.
Diputado - Nosotros estamos resueltos a acatar lo que el bloque decida.
Lo que sí queremos es que podamos hacer un aporte a ese proyecto de ley,
que va a resultar en su mejoramiento en el orden técnico y en el orden político.
Perón. - ¿Y qué dice el bloque?
Diputado - No hemos tenido la oportunidad concreta de poderlo discutir,
no hemos tenido tiempo, porque el bloque, en su conjunto, resolvió cerrar
la discusión.
Perón. - Entonces, hijo, ¿qué quiere que yo le haga? Yo no soy el presidente
del bloque, ni represento al bloque, ni puedo ordenarle al bloque, como
tampoco puedo ordenarles a ustedes, por que tienen una tarea específica.
Yo puedo ordenarles a ustedes como hombres del Movimiento, pero no como
hombres del bloque... porque, ¡allá ustedes!
Diputado - Nosotros estamos convencidos, señor, que con algunos retoques
el proyecto de ley.. .
Perón. - Pero, ¿se lo ha dicho al bloque? Diputado - Sí, señor.
Perón. - ¿Y qué le ha dicho el bloque?
Diputado - Ha decidido no discutir más el tema.
El individualismo en los cuerpos colegiados
Perón. - Se ha votado, ¿ha habido una mayoría? ¿Qué quiere que le haga?
El individualismo en los cuerpos colegiados tiene un valor compulsivo y
proporcional: uno frente a todos los demás. No hay más remedio, aun con
toda la razón del mundo, para que eso pueda funcionar de alguna manera es
necesario que se diga, sí señor. Eso no se discute y se hace lo que dice
el bloque.
Sr. Lastiri. - ¿Me permite, General? Inclusive aparte de la posición del
bloque, esto se ha discutido en las comisiones respectivas, que además están
integradas con diputados de las distintas fracciones políticas de la mayoría
de nuestro Movimiento.
Cada legislador tiene el derecho de integrarse a esas comisiones y prestar
su colaboración. Algunos diputados lo han hecho así y han cumplido con su
deber. La preocupación de cada legislador, aunque no pertenezca a la comisión
respectiva, es concurrir a ella para exponer sus inquietudes hasta el momento
en que sale de la comisión.
Perón - Ya conozco el procedimiento.
Soldados del movimiento
Diputado - Nosotros, un poco como soldados del movimiento y de usted que
es el conductor de ese gran movimiento nacional en la Argentina, le queremos
señalar que nuestra entrevista la hicimos en carácter de militantes peronistas.
Era fundamental escucharle a usted acerca de lo que realmente pensaba en
torno a ese problema, el cual nosotros no cuestionamos globalmente sino
en algunos de sus aspectos.
Lo que queremos es señalarle y ratificarle, con toda la fuerza que tenemos,
que estamos totalmente junto a usted como integrantes del movimiento peronista
y junto al pueblo.
En ese sentido, somos disciplinados en nuestro Movimiento. Fuimos, somos
y seremos disciplinados, hasta la muerte.
Queremos agradecerle con todo corazón esta entrevista, y estamos muy contentos
de estar con usted, de verlo y de escucharlo. Ese ha sido uno de los objetivos
que tuvimos para venir a verlo.
Perón - Muy bien, muchas gracias.