El
revisionismo histórico y la actualidad
Síntesis de una entrevista a Francisco Pestanha por Nacho Ordoñez y Roberto
Gabaso (para la UNI)
1.- ¿Podría describirnos brevemente que entiende Ud. por “revisionismo
histórico”?
Ante todo quiero aclararles que no soy historiador ni nada que se le parezca.
Soy un simple argentino que aspiro a reflexionar sobre las cosas del país con un
poquito de sentido común.
En lo que atañe a su primer interrogante, entiendo que el revisionismo histórico
es un genuino y auténtico fenómeno cultural en el más amplio sentido de la
palabra. Más precisamente, el revisionismo es un fenómeno de resistencia
cultural que se originó en razón de la existencia de una superestructura
represiva, mediante la cual, se intentó privar a los argentinos de aspectos
esenciales y profundamente significativos de nuestra historia.
Se los grafico brevemente con un ejemplo: Fermín Chávez nació en 1924 en un
pequeño caserío rural llamado “el Pueblito” que dista a más de veinte kilómetros
de Nogoyá, Provincia de Entre Ríos. Mientras en su ámbito familiar el joven
Fermín “mamó” un relato histórico vinculado a las hazañas de Ricardo López
Jordán, un verdadero y trascendente caudillo popular entrerriano (el mismísimo
José Hernández luchó a su lado), en la escuela pública, a Fermín le fue
impartido el relato clásico de la historia donde Jordán constituía una figura
insignificante y donde justo. J. Urquiza era erigido en el verdadero prócer
provincial. Situaciones similares acontecieron en todo el país. Por tanto, al
serle negado un aspecto esencial de su historia Chávez seguramente entro en
contradicción, y la consecuencia natural de esta negación fue reaccionar. Fermín
reaccionó investigando prolija y puntillosamente y nos legó una obra que
constituye un antes y después en la historiografía entrerriana “Vida y muerte de
López Jordán”. Fermín nunca negó ni oculto a Urquiza ni a otros próceres
consagrados en el panteón oficial. Simplemente vino a poner las cosas en su
lugar. De igual forma otros revisionistas trabajaron sobre esa pléyade de
caudillos tremendamente significativos para la historia argentina que fueron
obliterados por la historia institucionalizada.
La nuevas generaciones deben tener presente que los pueblos cuando son oprimidos
reaccionan desde sus identidades- y en ese sentido - nuestra historia es parte
sustancial de nuestra identidad. El revisionismo entonces forma parte de una
reacción cultural nativista contra la tentativa da a- culturización impulsada
desde el puerto por el régimen oligárquico consolidado en el poder después de
Caseros. Y digo reacción cultural porque la resistencia se expandió por todos
los órdenes de la vida cultural argentina. Esto ya lo he explicado en varias
oportunidades.
2.- ¿Cuáles fueron las razones por las que se originó esta corriente y sus
principales exponentes?
Como ya sostuve en una entrevista anterior, Iberoindoamerica posee una vasta
tradición en materia de resistencia cultural. Hubo una resistencia de lo
indoamericano con respecto a lo hispano, y luego una resistencia del componente
lo indo – hispano contra una nueva tentativa de a- culturización representada
por lo sajón. El revisionismo como corriente, surge en razón de la imposición
por parte de los vencedores de Caseros de un relato histórico parcial y en
cierto sentido opresivo. Ustedes saben que se reprime o se oprime para alienar,
y en ese orden de ideas, el revisionismo es una forma de resistencia contra la
alienación.
Aunque suele señalarse a Adolfo Saldías como el Padre
del revisionismo o a tal vez a Ernesto Quesada, para quien les habla, el
revisionismo en tanto fenómeno cultural no admite “padres” ni “padrinazgos” ya
que la resistencia tiene un solo protagonista: el pueblo. Admitir padrinazgos
resultaría un craso error iluminista. El protagonista esencial es el pueblo más
allá del origen de los autores, de los relatos, o de las interpretaciones.
No obstante de ello puedo ahora referirme a los principales exponentes, y allí
encontramos - entre otros cientos - a David Peña, Carlos Ibarguren, Dardo
Corvalán Mendilaharzu, José Luis Busaniche, Manuel Gálvez,
Manuel Ugarte, Ernesto Palacio, Julio Irazusta, Rodolfo Irazusta José María
Rosa, Juan José Hernández Arregui,
Rodolfo Puiggrós, Salvador Ferla, Jorge Abelardo
Ramos, Norberto Galasso, Ramos, Fermín Chávez, Luis Alén Lascano, etc.
3.- Usted refirió recientemente a un actual resurgimiento del revisionismo.
¿Podría enunciar alguna de las causas por las que se produjo este fenómeno?
Salvo honrosas excepciones el relato histórico que aún se imparte en las
escuelas sigue siendo sesgado, y las interpretaciones que recaen sobre la
historia argentina desde las academias también. En las universidades la
combinación entre “iluminismo”, “narcisismo” y “conformismo” han generado un
combo explosivo que los aleja a muchos historiadores del sentir y del saber
popular.
En ese sentido el revisionismo ha vuelto a resurgir por que todavía existen
razones para resistir. La resistencia no es sólo contra el contenido del relato,
sino también contra las interpretaciones “iluministas” y “dogmaticas” de nuestra
historia. Los americanos ya hace tiempo nos dimos cuenta que la historia es
demasiado importante para dejarla exclusivamente en manos de los historiadores
profesionales.
Quiero dejar en claro además que el revisionismo no reclama un lugar en las
academias ni en las instituciones. Muy por el contrario, el revisionismo es una
corriente crítica inmersa en la cultura popular que advierte y denuncia a un
relato histórico sesgado y disfuncional. Así como la cultura popular no admite
ser institucionalizada, el autentico revisionismo tampoco.
Algunos tontos se creen que el revisionismo resurgió en estos tiempos por
impulso de dos o tres individuos que quieren reinstalar una corriente para
adquirir notoriedad o instalarse políticamente. No entienden nada. Yo los
desafío a que recorren el país y vean los millares de obras y de trabajos
históricos extra académicos que se han escrito en el país, en especial en las
provincias, en estos últimos diez años, y verán que el resurgimiento es desde
abajo hacia arriba, y además, que el pueblo no admite "Mandarines” del saber
histórico.
4.- ¿Cómo se manifiesta o se expresa actualmente el revisionismo? ¿Qué rol le
asigna a Felipe Pigna en este proceso?
Se expresa de múltiples y variadas formas a través de artículos muchos de ellos
difundidos en la red, de millares conferencias y de de libros que se publican
diariamente fuera del circuito comercial o académico.
Además hay autores de la talla de Leonardo Castagnino que practican un brillante
el revisionismo, hay hombres de la culturas como Pacho
O´Donnell que se han dedicado a producir libros con contenido revisionista,
hay mujeres como Araceli Bellota y Leticia Manauta que revisan la historia
resaltando el rol de las grande mujeres que hicieron el país, hay hombres como
Norberto Galasso que practican un revisionismo social, hay autores como
Hugo Chumbita que se inmiscuyen en fenómenos como el
de los bandidos rurales, hay también equipos de
trabajo como “UMBRAL” escribimos provocaciones como el “Proyecto Umbral”, hay
innumerables textos rescatando el pasado histórico indoamericano etc..
En ese sentido gracias a Dios hoy existe una nutrida producción histórica sobre
nuestros primeros habitantes, y digo histórica ya que nuestros paisanos, aunque
algunos lo nieguen, eran sujetos históricos y hay que extender nuestro relato
histórico hacia los confines del poblamiento americano. En ese sentido los
americanos hemos aprendido que la historia anterior a la llegada de los
españoles es demasiado importante como para dejarla exclusivamente en manos de
los antropólogos.
También quiero resaltar y recatar la labor de las paginas digitales como
www.pensamientonacional.com.ar;
www.elortiba.org;
www.peronvencealtiempo.com.ar;
www.nomeolvides.org.ar;
www.lagazetafederal.com.ar que
difunden el revisionismo.
En síntesis las estrategias son múltiples y silenciosas, pero altamente
efectivas.
Respecto a la Pregunta sobre el rol de Felipe Pigna
como no soy historiador no soy quien para juzgarlo, tendrán que hacerlo su
pares. Pero creo que podemos rescatarlo como comunicador, como un difusor de la
historia. Me consta que despertó en mucha gente el interés por la historia.
Por último sin temor a equivocarme creo que la acción y la práctica revisionista
han superado hoy a la producción académica.
5.- ¿Cuál es la relación existente entre la producción revisionista y la que
se realiza en la Universidades?
No podría responderte con exactitud esta pregunta pero creo que existe poca
relación entre ambos mundos. Lo que sí puedo afirmarte que hay revisionistas que
dan clases en las universidades argentinas, pero como el revisionismo no aspira
a constituirse en una escuela, no hay debate. Por su parte me consta que muchos
historiadores clásicos o profesionales que por “necesidad” están practicando un
cierto revisionismo. Esto es importante y creo que éste es un logro del
revisionismo, ya que los revisionistas están “ayudando” a los historiadores
profesionales a re- ligarse con la realidad
6).- ¿Existen matices dentro del revisionismo?
Claro que existen. Es lógico y natural. El revisionismo como todo fenómeno
emergente de la cultura popular tiene sanos matices, y además, los revisionistas
no están ajenos a las disputas políticas. El revisionismo no aspira a colocarse
en el cenáculo de la objetividad. Hay revisionistas de todo tipo. Los hay más
vinculados a las mal denominadas izquierdas, los hay más diríamos clásicos, los
hay peronistas, los hay radicales, los más hispanistas, los hay más
americanistas. Pero lo importante no eso. Lo destacado es la pugna por la vedad
histórica integral.
Como reflexión final quiero decirles que la auto justificación del presente no
puede ser entendida como revisionismo. El revisionismo es una modalidad de
resistencia cultural que aspira a un relato histórico integral e integrado, y
que entiende a la historia como un componente de alta significación identitaria.
En ese sentido no hacen revisionismo quienes intentan justificar su presente, ya
que practicar el revisionismo implica comprender y sobre todo asimilar el pasado
para construir un futuro común compartido, aceptado y asimilado.
Junio 2011